Capítulo 46: " Regreso "

—Amy, mamá vino, pero primero pasé yo, no quiero que mamá te vea mal.

Blaze The Cat estaba de visita en la institución mental donde estaba Amy Rose, esposada y custodiada tenia una conversación con su casi hermana en una habitación especial.

—Estoy bien, no es necesario que te preocupes, la medicina y las terapias que he estado recibiendo me han ayudado mucho, eh tenido tiempo de sobra para sentirme lista de enfrentar a mamá.

—Me da gusto, la verdad me sorprende como ese Doctor lunático logró esto, esto en ti, te ves exactamente igual como cuando eras sana.

—si... Tails cayó redondito en todas mis artimañas, en unos meses declaro a favor de él.

—¿En serio harás eso por él?

—Si, quiero volver a vivir, y olvidarme de todo el pasado.

—Mamá se sentirá muy orgullosa de ti, aunque es extraño verte tan joven, ya no soy la menor entonces jajaja.

—Jejeje, ya estás vieja.



En la mansión olvidada de Tails, Silver terminaba de acomodar la bodega, estaba sucio y cansado, pero satisfactoriamente realizado, tenía mucho tiempo que no hacía él mismo los que haceres de la casa.

—Ahora entiendo porqué hay señoras que se calman haciendo limpieza, es terapéutico.

—Ya está el almuerzo.

Sombra anunció entrando a la bodega apenas unos centimetros y yendose.

—¡Voy!

El almuerzo estaba muy rico, ese robot parecía ser un gran chef, y degustaba su comida con mucha felicidad, hasta que llegó a su vista Shadow y el cuerpo lo traicionó.

—¡makdks!  Coff coff ¿Aún no te has ido?

—No, hoy iré tarde, por eso Sombra hizo el almuerzo apenas.

—Oh cierto, no me habia dado cuenta de la hora — <<Pues si está sombra en la casa está Shadow, idiota beee>> pensó auto regañandose a sí mismo—estaba limpiando la bodega, Tails tiene unas cosas pero barbaras en ese lugar.

—Debería descansar amo, no es bueno que se sobre cargue de trabajo.

Su sirviente caminó hasta él, deteniéndose a un costado suyo, se quedaron mirando unos segundos, y Silver entonces respondió.

—No pasa nada, no hago nada en todo el día, debo distraerme con algo.

—Bien, con permiso amo.

—Pase usted.

Mas tarde Silver fue a ver su preciada maceta, la regó y le contó lo acontecido, seguido de eso, fue a ver a Sonic al cual igualmente le contó sus últimas horas con el erizo androide, lo limpió y checó  y se despidió de abrazo de él y le decía que se cuidase y no anduviera de travieso, era extraño hablarle a las cosas inanimadas, pero le servía de terapia social.

Salió a la calle y se dirigió a pie a cobrar en un cajero automático un poco de sus ahorros, no trabajaba y  deseaba comprar algunas cosas que necesitaba, no se iba a esperar a que Shadow volviese, tenia que añadirle variedad a su vida aburrida, caminar le haría bien.

—mmm, la tarjeta mmm ¡Ah! Aquí está.

Cobró lo requerido y estaba por irse pero frente suyo encontró a Sally Acorn.

—¡Hola Silver! Iba de camino a tu casa pero te vi aqui y decidí esperarte, ¿Qué tal como estás?

—Bien, en lo que cabe, bien.

—Me da gusto, te buscaba porque necesito hablar contigo sobre trabajo, no tienes trabajo ¿verdad?

—No, estoy sobreviviendo con mis ahorros.

—¿La mansión que se ve desde aquí subiendo la colina, es de Tails cierto?

—Sí, ni sabía que existía.

—Yo menos, ¿En serio estás cuidando a los robots? Al regalo, al desmemoriado y al durmiente.

—Sí así es, y a una maceta de rosas blancas.

—A.

—¿Y de qué cosa del trabajo quieres hablarme Sally?

—¿Recuerdas la película que haríamos hace ya unos meses atrás? Yo sería la protagonista y tú el villano, aún el director no nos ha suplantado y desea vernos para renegociar el rodaje.

—Eso suena muy tentador, creo igual, necesito salir más seguido a que me de el aire.

—¡Definitivamente! Estás muy flaco, ¿no comes o qué?

—Depresión...

—Eso es muy malo chico, tenemos que hacer algo con esa depresión. Vamonos. Por cierto ¿Donde está ese robot? Antes no se te despegaba nada.

—Está trabajando en la construcción del edificio caido, donde vivía antes, junto con Sombra.

—Vaya, me impresiona que te haya dejado solo.

—En realidad él ya no es el mismo, así que es como otra persona.

—Otro robot dirás, no creo que tengas futuro con algo así.

—Yo también lo estoy creyendo Sally.

—Bueno, vamonos ahora si, entonces, mejor para mí, sólo seremos tú y yo.

Vector The Crocodile los recibió en su estudio, estaba feliz de verlos y en cuanto vio el físico decadente del erizo gris soltó una mueca de desaprobación.

—¿Qué te ha pasado Silver The Dark?

—The Hedgehog, mi apellido de soltero.

—Oh cierto, te divorciaste, pues te ves fatal, el divorcio no te cayó nada bien. Necesito que engordes y mejores esa piel, que se ve algo reseca, no eres un cocodrilo.

— Y ¿Por qué no utilizamos su escuálido cuerpo y cara de fastasma para grabar las escenas finales? Se supone que él como villano perderá esa belleza que ni siquiera cuenta se dio que poseía, y se verá fatal.

—Pensaba en unos rasgos más dramáticos, como la novela de Ruby.

—Eso es demasiado exagerado director, ya nadie cree esas tramas, además, esto es una película, alto presupuesto, y no necesita gastar en exageraciones si ya tiene el rostro natural de alguien que tenia todo y lo perdió.

—Sally no me humilles...

—¡Oh cierto! Sally eres una genio, deberias dedicarte a la escenografía.

—Lo sé.

—Perfecto, manten esa figura por estos 15 dias, en el día 16 te quiero perfecto, con tus curvas naturales y tu belleza que a todos deslumbraba.

—Es imposible que en una noche lo haga.

—¡Ya dije! El día 16 te quiero repuesto. Si tienes que volver a casarte para recuperar tu belleza ¡hazlo!

—Okey... Ya qué.

—¿En serio te vas a casar?

—¡No!

Comenzaron con toma de medidas de vestuario y otros detalles, tomó su tiempo así que recibió un mensaje de Shadow preguntando por él.

—¿Qué pasa Silver? — Sally notó que Silver cambiaba su semblante.

—Es... Es Shadow, me pregunta que donde estoy, que no le avisé y que si pasa por mí.

—Ha, pues dile que te llevaré yo a casa, que no se preocupe.

—Está bien.

Silver escribió el mensaje y lo envió, siguiendo con lo suyo.

Más tarde salieron del estudio, tenian hambre y querian comer algo, Sally estaba sugiriendo un restaurante de comida rápida muy bueno, que de paso, le ayudaría a ganar grasa al flaco modelo.

—Me parece bien, vamos.

La ardilla entonces vio acercarse a una cara que esperaba ver, pero no tan pronto.

—Eh.. ¡Silver! — Lo detuvo antes de llegar al auto.

—¿Qué pasa?

—Se que no me creerás pero sólo quería que estuvieras bien, y no significa que apoye a ese bastardo engaña esposos pero... Ya está aquí.

—Hola, Silver.

Silver sintió esa aura tan familiar, recorrió su espalda y se estremeció, su estómago hambriento dio un salto y dolió, dolió junto con el corazón. Volteó lentamente tratando de evitar el contacto, pero era inútil, debía verlo, porque dentro suyo algo deseaba aún verle.

—Mephiles...

Los ojos de Silver cambiaron, tenían dentro suyo una ira mezclada con amor, sí, Sally lo notó, ese erizo plateado aún sentía algo por él.

—Clound me dijo que su esposa le contó que tú estabas aquí con ella.

—¿Y cómo que porqué le tienes que contar eso a tu esposo, Sally?

—¡Lo siento! Sólo que me ha contado que Mephiles la ha pasado muy mal sin ti y quería hablar contigo.

—Eso es verdad, necesitamos hablar.

—¡No! ¡No necesito hablar nada contigo! ¡Tú ya hiciste tu vida, con otra!

—De hecho ella lo abandonó hace unos meses y está solo, muy solo.

—He pensado en ti, estoy preocupado por ti.

—Hay ajá, tan preocupado estabas por mi, cuando no tuviste piedad en los tribunales y me difamaste de formas terribles, aprovechandote de lo que pasó con Sally y Tails.

—De hecho lleva varias semanas limpiando tu nombre, defendiendote de las malas lenguas.

—¿Eres su abogada o algo así? — Silver estaba furioso— Que yo recuerde me apoyabas, porque según tú odiabas la traición de pareja.

—Es así, no mentí, pero también he pasado por una experiencia muy cercana a la muerte y me hizo reemplantearme mi matrimonio , valorandolo más, uno debe perdonar.

—¡Es fácil para ti porque a ti no te pusieron los cuernos como a mi!

—No digo que vuelvas con él pero si lo perdones, el perdón te hará libre.

—Ve a predicar a otra parte Sally, con permiso llamaré a un taxi.

Silver marcó en su móvil a un taxi, pero antes de que saliese la llamada, Mephiles le tomó del brazo y lo llevó hasta él, el celular cayó al suelo rebotando un par de veces, y Silver se halló entre los brazos de Mephiles, lo miró a los ojos sorprendido ignorando un poco su furia, ¿Aún sentía algo por él? ¿Por qué no gritaba o forcejeaba? ¿Era nostalgia?

—¡Oh por Chaos! ¡Mephiles no vayas tan rápido!

—No quiero perderte, digo, no quiero perderme esta oportunidad de hablar contigo. Por favor, necesito que me escuches.

Silver sintió que el agarre disminuyó su fuerza y de un movimiento rápido le soltó una cachetada a Mephiles que casi le voltea la cabeza.

—¡Aggg! ¡Que cachetadón! ¡Y eso que anda desnutrido!

—Me lo merezco...

Silver volvió a darle otra cachetada.

—Esa también me la merezco.

El erizo modelo prosiguió dando otra más.

—Esa también.

Otra cachetada sonó

—Y esa...

Cachetada

—Y esa...

Cachetada

—También

Cachetada

—Otra

Cachetada

—Duelen terrible

Cachetada

—Las merezco todas

Cachetada

—Esa ya fue más un...

Puñetazo

—Exacto, eso fue, con el puño.

Puñetazo en la nariz

—¡Oye me vas a ma-!

Un gancho directo a la quijada.

—tar...

Mephiles cayó al suelo sangrando de tanto golpe furioso, Silver respiraba agitado y se sobaba las manos.

—En verdad que estás furioso...

—¡Vamonos Sally! Y si no quieres me voy solo.

Silver levantó su celular y lo checó que aún sirviera.

—Sigo esperando hablar contigo.

Mephiles se levantaba del suelo, con la nariz y la boca sangrando un poco. Silver comenzó a arrepentirse de su arrebato y fue directo hasta él ofreciendole un pañuelo.

—No quería... Si, si quería, pero me das lastima. Quedatelo— Refiriendose al pañuelo— Yo no tengo nada que hablar contigo, por favor ya no insistas.

—Silver aún te amo.

El ex marido se congeló ante tal confesión.

—Nunca he amado y sido más feliz que contigo, y me arrepiento enormemente por mi error y cobardía, no quiero perderte, la vida es muy corta para soportarlo.

—Me tuviste... Te di todo de mí, todo, creí en palabras de amor eterno que flaquearon en cada tempestad, me dejaste olvidado en una gran jaula, comoda y rica, llamada casa, y mientras tanto fuiste a ser libre con otra, de pilón con una chica, nunca aceptaste que yo fuera macho, deseabas que fuera hembra, lo sé, la primera vez no soportaste que hablaran de nosotros,  la boda se canceló, pediste tan pocos invitados porque te seguía avergonzando enfrentarte al mundo tomado de mi mano, siempre me ocultaste y preferiste entregar tu verdadero afecto a alguien con quien no te juzgacen, ella, al menos era ella y no él, y ella no te correspondió como esperabas y ahora aquí estás, pidiendo perdón y buscando eso que sólo yo te di, porque te lo di con toda mi alma, aún siento algo por ti, aún dentro mío creo... que te amo.

Las palabras de Silver tenían toda la razón, Mephiles había hecho exactamente eso, huir de él y escoger la libertad con alguien igual de libre que él, pero libertad no era lo mismo que amor, y ese solo Silver supo dárselo.

—Hablemos... Vamos a tomar un café y tú un helado bien cargado de chocolate, como te gusta.

—Bien, vamos.


Continuará....

Y así de complicado es el amor, Silver aún no ha olvidado por completo a Mephiles y esque donde hubo fuego cenizas quedan y nuestro Shadow anda de albañil y si no se pone las pilas...  😅😅 Bueno, así es el amor, complicado.







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