Capítulo 34: "La Primera Semana"
El Doctor Tails y el camarografo profesional Sonic volavan mar abierto mientras se dirigian a un lejano poblado de Equidnas nómadas, Tails le había encargado la tarea a su acompañante de mirar bien el mapa y guiarlo.
—¿Estás seguro que allí están esos primos? Son nómadas ¿no?
—Sí, pero en esta época del año deberían estar en el lugar marcado, y ¿Por qué les dices primos?
—Hay porque nos parecemos mucho , la gente nos suele confundir.
— Mmm tienes razón, ¿Bueno y dónde encontraremos la peluca?
—¿Cual peluca?
—¡¿Cómo que cual peluca?! ¡La de la Srta. Rose! ¡Se supone que por eso te traje!
—Aaaa si, fue mentira.
—... ¿Q U É?
—Nah no te creas, estoy bromeando.
—...
El Doctor le soltó un zape enfufecido, el erizo río feliz mientras se sobaba el golpe y el zorro también al final, también soltó una risita.
—Debiste ser comediante en vez de graba novelas.
—Soy un camarografo profesional no un graba novelas.
—Es lo mismo.
—No, no lo es zorrito.
Llegaron a tierra, y el pueblo estaba visible a unos cuantos metros, Sonic preparó los regalos que el Doctor traia para la tribu y fueron directo al lugar.
—Ellos son muy amables pero nada de tus bromitas estúpidas ¿Entendido?
—Si, si, es más solo estaré de monigote.
La visita fue larga, Sonic esperaba afuera de una choza y su cara representaba perfectamente el aburrimiento.
—Hola joven erizo, se ve muy triste allí sentado.
—ah, hola, ya tardó mi amigo, está buscando una cura para su amada.
—Perdón por no presentarme, soy Tikal, y la cura que busca tu amigo no la tenemos nosotros.
—¿Entonces que hace allí dentro por horas? Ahhh— Suspiró— y soy Sonic.
—Sólo podemos ofrecerles nuestra medicina que ayuda a la piel, la regenera mucho más rápido, pero nada que haga más.
—Bueno, eso le ayudará a su amada.
—Le llamas con resentimiento.
—¿Uh? No la odio.
—Pero odias el sentimiento que los une.
—¿Tanto se me nota?
—Sí, y tu amigo será el último en darse cuenta si no le dices lo que sientes.
—El zorro apenas y me está tolerando, y sé que no tengo oportunidad, aunque, se supone que me le colé en este viaje precisamente para estar con él.
—¿Y te es suficiente?
—Sí, por ahora sí.
—Entre más cerca más querrás de él.
—Lo sé, pero pues aquí me tienes— Se levanta para darse un estirón— Aguantando la vara, y apenas este es el principio.
—Jejeje, ¿Quieres que te de una bendición equidna para la buena suerte en el amor?
—¿Apoco son chamanes?
—Algo así, allí dentro tu amigo está rezando incansable por la recuperación de la chica.
—¿Y funciona?
—Eso depende mucho de la fé, del corazón de quien la recibe y del destino.
—Entonces no sirve, el destino es sólo su manera de decir "no se aceptan quejas y devoluciones"
— ¿Entonces la voluntad de las personas no sirve de nada?
—Eso es lo que me estás dando a entender.
—Pongamoslo a prueba contigo, te daré una bendición que ayudará a que tu ser amado se alinee contigo y sus almas se entiendan, ahí es donde tú debes demostrar tu fé y tu voluntad para aprovechar esta bendición y lograr tu objetivo, cautivar el corazón de él.
—Nah, la verdad seguro me cobraras un ojo de la cara, y dinero no me traje.
—Pero si tiene tu amigo— Sonrió descaradamente.
—Sabía que no era gratis
—¿Cómo quieres que sobreviva si voy regalando lo que sé?
—Será lo que haces.
—No, cobramos lo que sabemos, y sé que estás perdidamente enamorado del Doctor y si no quieres que le diga, debes pagar.
La equidna estiró la mano esperando el pago.
—Son unos charlatanes, y ya te dije que no tengo dinero.
—Bueno, esperare a que le pidas dinero a tu amado.
—¡Ya! ¡Aceptaré que me hagas la bendición pero ya deja de decir eso!
—¿Qué, que lo amas profundamente, que es tu amado zorro, que te mueres por un beso suyo y que pase una noche ardiente contigo?
—¡Cállate por favor!
—¿Por qué le gritas así a la princesa de la tribu?
El Doctor ya había salido de su oración y estaba atrás de ambos, Sonic saltó de susto y se erizó totalmente.
—Me debe dinero el erizo— Llevo su mano extendida frente al zorro, el cual entre cerró los ojos disgustado.
—¿Qué le pediste?
El erizo no respondía, temblaba de terror.
—Una bendición para su viaje.
—Ya di todo mi efectivo a su padre, me hizo una gran bendición, sólo traigo tarjeta.
—No se preocupe, también tenemos pago con tarjeta ¿no se lo habia dicho mi padre?
La equidna sacó inmediatamente la terminal de tarjeta.
—Cobrece princesa.
Y así, al día siguiente se marcharon del pueblo mientras el Doctor seguía molesto.
—¿No que serias un monigote? A los monigotes no les venden bendiciones.
—Bueno, perdón, me engañó con su amabilidad.
—Será buena jefa de la tribu, y sus bendiciones las dan muy caras pero... Tengo fe en que sirven.
—Eso espero yo también, te pagaré cuando regresemos.
—Olvidalo, tampoco es para tanto.
La siguiente parada fue en una ciudad llamada Central City, allí ambos viajeros buscaban cientificos dotados que pudiesen ayudar en la enfermedad de la eriza.
—Bueno, tendré audiencia mañana con los científicos que aceptaron mi petición, hoy hay que buscar donde dormir.
—¿Y si antes de eso vamos a turistear?
—N O.
—¡Pero tienes tiempo!
—Ya te habia dicho que este viaje no era de placer, así que sobre aviso no hay engaño.
—Hay... —Se lamentó el erizo cabizbajo, veia como ese zorro seguía siendo impenetrable ¿Dónde estaba la bendición de Tikal? No estaba funcionando, esos dos no parecian tener alineado nada.
El Doctor, a la mañana siguiente dejó encerrado esta vez al erizo en su habitación del hotel, se fue directo a su audiencia y allí demoró horas nuevamente. Sonic habia prometido no salir por ningún motivo y se quedaría viendo la tv todo el rato, y así fue, llegó la noche y el médico no regresaba así que terminó quedandose dormido.
El Doctor llegó al hotel y estaba a punto de abrir su habitación pero recordó que no venia solo, estaba cansado, lo que los científicos le habían prometido era avanzar en las investigaciones en los siguientes meses ¿Y si la Sra. Rose para ese entonces estaba muerta? Negó con la cabeza mientras se detuvo frente a la puerta de la habitación de Sonic, tocó varias veces sin recibir respuesta.
—Ahh, está dormido seguramente, mmm y yo que traia algo para cenar juntos.
El señor zorro se fue a cenar solo en su habitación.
Al día siguiente nuevamente se prepararon para marcharse, era el turno de Sonic de llevarlo hasta la peluca de eriza natural. Surcaron los cielos desde muy temprano, apenas estaba saliendo el sol y la vista era espectacular.
—Solo por esto que no se puede ver todos los días sobre una avioneta, te perdono que me hayas despertado de madrugada.
—Je, debemos apurarnos, ya llevamos la semana en este viaje y la ultima parada será en un pais muy lejano.
—¿En serio?
—Sí, y allí espero obtener tecnologia que no puedo hayar en ningun otro lado, incluso los científicos de Central City son sus clientes.
—Me suena a mucho precio.
—Sí, tal vez tenga que venderte.
—¡Oye!
—Jajajaja tu cara
—¿Desde cuando eres cómico?
¡Eh! <<¿Será que nuestras almas se están alineando como dijo Tikal>>?—Pensó Sonic creyendo aún más en la bendición.
—Oye, no todo de mi es serio y aburrido.
Llegaron al lugar, una ciudad llena de sólo erizos y turistas extranjeros, habia tantas cosas coloridas y llamativas que Sonic se emocionaba de volver ahí.
—Dijiste que no habias viajado, más que a locaciones.
—Pues esta fue una locación de una novela donde había erizos artesanos como protagonistas, Amy en esa novela no participó porque estaba haciendo otra, y en ese tiempo aún no me conocía.
—¿Tú si ya la conocías?
—¿Quién de mobius no conoce a la "diva de Mobius" "La novia de Mobius" "La chica de Rosa"? y esos apodos que le pusieron.
—La verdad yo no la conocía hasta que entró a mi consultorio.
—¿Pues a bajo de qué piedra has vivido?
—De una que me enclaustraba mucho, supongo.
—Bueno, pues aquí deberiamos diver...
—No
—¡Pero hay un cenote aquí cerca! — Se paró enfrente del Doctor sacando sus mejores pusheros— ¡No nos tardaremos nada!
—Mmm bueno, la verdad aquí hace mucho calor.
Sonic se paralizó un poco, realmente soltó la lengua sin pensar, por que un cenote tiene agua, y en el se nada, y él no sabe nadar, su rostro palideció.
El cenote estaba lleno de turistas, pero habia bastante espacio y organización, Tails pagó las entradas y por suerte habia tienda para comprar trajes de baño, Sonic temblaba al no dejar de pensar en la idea de que podría ahogarse.
—¡Hay! Debí pedir una bendición contra patadas de ahogado. —Sonic cerraba los ojos pidiendo no hacer el ridículo.
—¡Hey! ¿Qué no vas a entrar?— Tails ya estaba dentro flotando en el agua.
—Eh no... Yo creo mejor me quedo aqui sentado, solo refrescandome los pies.
—Bueno, como quieras.
Rechinaba los dientes frustrado, ahí se iba su oportunidad de estar junto a su amado, pero su cobardía podía más; prefirió olvidar la situación y relajarse de verdad, cerró los ojos mientras disfrutaba del sonido del agua tocando sus pies, por su parte Tails nadaba boca arriba, pensando en los problemas que vendrían respecto a la enfermedad de la Srta. Rose, tales pensamientos no lo dejaban disfrutar y olvidar el estrés, así que se enderezó en el agua para ver como el erizó se veia calmado, lo envidió de disfrutar así ese momento, y entonces se le ocurrió una idea, queria reír, por primera vez él sería el chistoso aquí.
—¡Hey Sonic!
El erizo apenas y abrió los ojos y sintió el agua helada en su cara y pecho, dando un pequeño salto, Tails siguió echandole agua con las manos y Sonic no se quedó atras patentado el agua a dirección del zorro, ambos se carcajeaban divertidos, Tails había olvidado por fin por un buen rato sus problemas y a su paciente.
Continuará....
Bueno, la primera semana de estos dos en el viaje está tranquilona, pero parece ser que la bendición de Tikal es efectiva, aunque todo depende del esfuerzo que le ponga Sonic a su objetivo.
Gracias por leer y comentar, sus comentarios son geniales, los quiero 😘
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