Capítulo 19: "Versiones"
En Mobius no se tardaron en dar cuenta que aquella pareja de erizos patinando no eran los multimillonarios señores The Dark, o al menos uno de ellos no.
Todos deseaban saber los detalles, y paparazzis ya estaban acordonando la pista de hielo listos para el chisme, su experiencia en asuntos ajenos les habían hecho tener un gran olfato para estos, y ahí, justo, podían saborearse un chisme de esos que los harían llevar la comida a la mesa por varios días en abundancia.
-¡Señor The Dark! ¿Su pareja en la pista de hielo es acaso el androide que salvó su vida en el anterior secuestro? ¿Dónde está su marido? Podemos ver qué se ha divertido bastante el día de hoy.
La nutria llevaba su equipo de expertos en tomar fotografías que podían mal interpretarse, tantas preguntas, tanta alevosía y ventaja se veía en cada toma, pero el erizo plateado, lejos de molestarse, tomo esto como una forma de decir adiós a lo ya terminado.
-Me voy a divorciar.- Dijo a secas, en el tono de voz más áspero que pudo, todos los presentes soltaron una exclamación mientras tomaban fotos tras fotos y anotaban rápidamente tal declaración, ellos mismos ya se fórmulaban la trágica historia.
-¿Esta queriendo decir que la razón de su divorcio lo tiene aquí? ¿Su razón es porque se ha enamorado de su androide?- ya empezaban a crear una historia de amor de esas que hacen que la gente esté justamente aquí leyendo esto.
-El me fue infiel.
-¿Y es recíproco? ¿O acaso esto que presenciamos hoy es su venganza?
-Es mi libertad, y crean la historia que quieran, me da igual, si desean vender les recomiendo que especulen que ya tenía mi amorío con el androide aquí presente desde que lo compré, es más pónganle que mi mejor amigo Tails creo tal modelo para satisfacer justamente mis más bajas pasiones.
De inmediato todos obedecieron.
-¿Entonces podemos decir que usted es el malo de la película?
-Si quieren, me da igual.
-¡Silver no pue...!
-Shadow, sólo quiero ser libre y no importa lo que diga, este tipo de asuntos siempre serán exagerados y amarillistas, así que para qué tomarme mi tiempo en explicar la verdad, sólo quedaría igual o peor.
Se marchó del lugar no sin antes ofrecer otras fotografías, no se negó en aceptar aparecer junto al androide, incluso soltó un par de sonrisas.
Todos aquellos paparazzis se sentían como tiburones atascados de comida, era un buen día.
Despertaba aturdida, sin recordar apenas que había salido a ver a su amado y después de eso... Nada, ¿Acaso él la llevó hasta su casa? O tal vez realmente no se vieron, y sólo lo soño, no podía discernir sus recuerdos, la cabeza le daba vueltas como si de una cruda estuviera pasando, pero no olía a alcohol, no había nada fuera de lugar, tal vez Sólo es falta de sueño, al trabajar en un bar se desvelaba bastante.
Rouge fue directo al baño, ahí sacó su móvil para entretenerse y fue entonces que vió aquel vídeo de los "amantes patinando", reconoció de inmediato a su rival, <<¡Él engaña a Mephiles!>> Sus pensamientos sonaban casi a melodía de celebración, si era así, no se sentía nada culpable y además, eso sonaba a qué podía ser más posible su sueño, un Mephiles libre para casarse con ella y amarlo... Pero ...
¿De verdad quería casarse? ¿Qué no acaso ese era el convenio entre ellos dos? Una relación libre, sin ataduras, donde nadie tenga que rendir explicaciones a nadie, no esperar por el otro si no lo desea, se supone que por eso Mephiles había aceptado sin dudarlo, ella misma, había creado un muro que no podía romper, no quería volver a repetir su historia de años atrás, no quería ser la esposa abnegada, pero dentro suyo el amor la hacía sentir que podía ser éste ser su alma gemela.
Miro más vídeos relacionados, ya había tantas notas periodísticas y fotos que contaban la inesperada ruptura de una de las parejas más icónicas de Mobius, de tantos videos y versiones, no le quedó claro quien fue quien dió el primer paso, pero eso no importaba ahora, sólo debía saber de Mephiles y asegurar su lugar a lado de él.
Salió del baño, se arregló entusiasta para luego llamar por teléfono a su amado quien, contestó con un tono algo molesto, no se impresionó, después de todo ahora está en boca de todos.
-Mephiles, ¿Es verdad que te vas a divorciar?
-¿Eso es lo único que te importa?
-...¿Qué te pasa?
-Lo siento, no me siento muy bien, tuve un accidente y estoy recuperándome.
-¡Accidente! ¿Qué pasó? ¡¿Dónde estás?!
-No necesitas saberlo Rouge, saldré en unos días, lo mejor es que... Esque prepares todo para mudarte conmigo.
La murciélago quedó en silencio, una horda de emociones distintas embargaron su mente y pecho, por un lado felicidad y por otro preocupación, había conseguido tener al erizo pero ahora, ¿Qué? ¿Estaba lista para comenzar de nuevo una relación seria, en un hogar, siendo ahora la ama de casa que espera a su marido todos los días? Un déjà vu le vino ante sus ojos, sentía que aquel momento, de dar aquel paso, lo había vivido, era verdad, después de todo estuvo casada hace años con un Equidna que amo con todo su corazón.
Tails seguía cuidando de Mephiles, la herida estaba sanando sorprendentemente bien, en unos días más el erizo podría irse a su casa sin problemas, las cosas habían terminado relativamente bien, pero aún así, el resultado no terminaba de gustarle, ¿Shadow podría controlarse? Y ¿Si le hacía daño a su amigo Silver?.... Miró entonces por la ventana de su casa, allí estaba Sonic tendido en la hamaca, se le veía tranquilo y lleno de una paz que él sabía que era mentira, no puede confiarse, sabe que Sonic en algún momento lo va a traicionar.
Aún así, quería vivir un poco más con él, mientras averiguaba como eliminar lo que creó... ¿A quién quiere engañar? No sabe qué hacer con él.
Sonic podía soñar, algo que tal vez Shadow no, Sonic odiaba soñar, porque dentro de sus sueños estaba lo que más temía, su verdadero yo, ¿Cuántas veces Tails tendría que hacerle nuevas versiones de él? Al final terminaba aflojando la versión que es ahora pero, con un riesgo que tarde o temprano vendría <<ya no quiero pasar por eso... no quiero morir>> pensaba asustado, tratando de controlar sus emociones, pero ¿Que hacía con Tails si sabía el resultado de estar con él? Sólo lo usa, no lo ama realmente, lo que él ama es el recuerdo que lleva dentro, ese maldito y peligroso recuerdo; sus sentimientos por Tails también han cambiado, ya no lo ama, o al menos ... Intenta ya no amarlo, ha cambiado tanto Tails que él también vive de un recuerdo, algo que no volverá, a menos que vuelva ella...
En la mansión The Dark habian recibido ya la noticia, el mayordomo Infinite colgaba el teléfono de la casa algo confundido, ¿En verdad esos dos se iban a separar? El señor Mephiles así ordenaba, "hagan las maletas de Silver y preparen la habitación para una nueva persona" no perdía el tiempo el señor, pensó en sus adentros el mayordomo, no dándole tanta importancia ordenó a todos que siguieran las órdenes dichas, la novata era la más afectada, parecía haberse encariñado con Shadow, él mismo igual había comenzado tener en su cabeza un debate interno, seguir las. órdenes o seguir su corazón.
Entre tanto pensamiento, Silver llegó entonces a la mansión, con la cabeza en alto y acompañado de su fiel ahora amigo, Shadow.
-Vaya, no tuve ni qué pedir que hicieran mis maletas.- Silver ya tenía en la entrada de la mansión sus cosas, todos temblaban horrorizados sintiendo que hacían lo incorrecto.- No sé preocupen, está casa nunca fue mía, y por lo tanto no me apena dejarla.
La chica novata se echó a llorar y otros más la siguieron, nadie se atrevía a decir nada, ni siquiera el mayordomo, era como si estuviera de alguna manera arrepentido.
—Gracias a todos los que me sirvieron por estos dos años que fui el esposo de aquel erizo, fui feliz de alguna manera, ahora, lo más seguro es que tengan una nueva ama, y les pido por favor, si me guardan respeto... Por favor tratenla bien.
—¿¡HABRÁ UNA NUEVA AMA!?—Gritó exaltada la novata
—Queramos o no, tendremos que tratarla bien— Replicó Infinite cruzado de brazos— Aunque no quiera abmitirlo, extrañaré su presencia, y la de su robot.
—Je, les pido que la traten bien... Porque lo más seguro será, que estará encerrada como yo, y eso es suficiente castigo por meterse con un casado.
Shadow miró de reojo a su ex amo, sabía que de allí debían marcharse pronto o todas las emociones contenidas terminarían desbordándose ahora mismo.
—Vamonos Silver.
Silver accedió asintiendo dando la media vuelta más dolorosa que podía dar, dejaba atrás un sueño que duró tan poco y que creyó eterno, bajo tantas promesas y palabras elevadas pretenciosas a ser casi como un Dios, todo fue tan vano que así se marcharia, casi como un invitado, con sus maletas hechas por terceros sin haber podido entrar y hacerlo él mismo; era lo mejor, sin duda, porque estaba seguro que si entraba a su habitación la que compartió con su esposo... Se encerraría allí a llorar por mucho tiempo.
El lobo chófer, culpable se sentía, el sospechaba de alguna manera que esa chica por la que pasaba no era ninguna simple socia del trabajo, sino, algo más, pero no dijo nada, no mencionó nada, así que con la cola entre las patas prefirió no ofrecer su servicio, sería hipócrita de su parte.
Silver tampoco pidió más ayuda, con sus maletas y demás cosas se fue a pie por todo ese camino largo hasta la entrada, en medio del camino divisó a unos metros el auto de Sally Acorn quien le estaba esperando recargada en el.
—Supuse que vendrías por tus cosas, vine a buscarte esta mañana justo después de enterarme que Mephiles estaba herido— Sally abrió la cochera invitando a Silver a dejar sus maletas dentro— Yo te llevo a dónde sea que vas, después de todo... Esto es mi culpa.
—Lo descubrió Shadow... Aunque supongo que gracias a que investigaba a tu esposo... Descubriría la verdad tarde o temprano.
—Vamos primero por una malteada de chocolate bien fría, sé que te gustan, tal vez ayude a desahogarse.
—Je... En otras circunstancias odiaria ir contigo a algún lado pero... Creo lo necesito.
Sally Acorn sabía bien dónde llevar a aquel erizo, lo conocía de años y aunque lo odiaba un poco por aquella fama que obtuvo a tal punto que casi ella era olvidada, debía aceptar que ese chico era algo así como un ahijado, después de todo, ella le estimaba.
—Anoche escuché a mi marido hablar sobre otra mujer...— comenzó la conversación la ardilla mirando a la mesa que aún esperaba la orden de malteadas y pastelillos que pidieron hace unos minutos en aquella pastelería— me puse histérica y lo enfrenté creyendo que hablaba de su amante, craso error, era la amante de Mephiles a quien yo buscaba y puse a buscarte, lo siento de verdad... Mi esposo me confesó todo tratando de calmarme ... Lo logró, pero ... Me di cuenta que si ayudó y solapó a ese sin vergüenza... No es diferente a Mephiles.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Sé que tú no has engañado a tu esposo, todas esas noticias y falsas versiones te importan poco, el error de tu esposo debería ser expuesto, pero tal parece que no estás interesado. Y mi esposo, tampoco estuvo interesado por mucho tiempo en decir la verdad, el descarado me mentía para tapar la infidelidad de ese erizo estúpido, ¿Qué me hace pensar que no haría lo mismo conmigo?
—¿Se pelearon por mi culpa?— Preguntó Silver olvidando un poco su dolor, pensando en el daño que le hizo a terceros.
—No por tu culpa, después de todo yo fui la culpable, te pedí que me ayudarás en algo que... Te dañó a ti, sólo quiero tomarme un tiempo, no puedo pasar por alto la falta de mi esposo, ¡Él te conoce! Él fue a tu casa tantas veces y descaradamente mentía para ayudar al otro ...dijo que intento detenerlo pero ... ¡Pero no hay excusa! Pudo simplemente no participar en esto si no quería hablar.
—Si pero es su amigo... Un amigo fiel
—Un amigo fiel y verdadero sabe cuándo pararte, ¡cosa que él no hizo!
—No quiero arruinar tu matrimonio Sally... Creo en definitiva yo ... No debí conocer a Mephiles y hacer esto a tu vida porque... Después de todo tú me sacaste de aquella alcantarilla.
Silver se echó a llorar sobre la mesa no dándole lugar a las malteadas que apenas llegaban, la mesera incomoda esperaba que el erizo se apartara, pero en su lugar vio como el mantel de la mesa se mojaba por las lágrimas desconsoladas del plateado.
—Silver, tranquilo, tranquilízate por favor.— Sally trataba de quitarlo de la mesa, buscó ayuda del acompañat de Silver, Shadow, lanzandole una mirada suplicante.
—Ven aquí— Lo tomo entre los hombros para llevarlo a su pecho y permitirle llorar ahí, Silver escondió el rostro mientras gimoteaba son control, la mesera por fin pudo poner las bebidas en la mesa, se marchó algo incrédula.
—Gracias por estar para Silver, aunque aún no olvido lo que me hiciste aquella vez.— Sally cambio su tono a amenazante— Espero que así como protegiste a Silver de mi ese día lo sigas protegiendo de lo que venga.
—Lo haré si él me lo permite, pero... Tengo un duda que me carcome. Tal vez no lo dijo literalmente, pero, aún me cuesta entender algunas cosas que hablan en sentido afigurado...
—¿Eh?
—¿Que quiso decir Silver conque lo sacó de una alcantarilla?
Sally tomo unos segundos de silencio, se reacomodo en su silla y miro al erizo plateado que estaba hecho bolita.
—Pues... Cómo lo oíste... Literalmente... Lo saqué de una alcantarilla.
Muchas gracias por seguir leyendo mi fanfic, las cosas irán tomando el rumbo que le dan sentido a su existencia, se que tengo por ahí algo esperando a los fans del Sonic x Tails, no se preocupen, ya pronto tendrán más relevancia eso sí, ocupamos de Silver y Shadow para descubrir los misterios que rodean a esa pareja.
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