Capítulo 11: "Brote de emociones"
La mañana siguiente no podía ser más cansada que despertar y sentir que el cuerpo se quedaba pegado a las sabanas, Tails lo sabía ahora mejor que nadie. Se enderezó recargándose en la cabecera de su cama y miró su alrededor, vaya desastre hicieron anoche, cuando los motores calentaron..,
-¡Hey! conque ya despertó la bella durmiente.
-No soy la bella durmiente.
Sonic entraba con una charola de comida, demasiado pesada para la mañana, chilidogs y agua de coco.
-No voy a comer eso Sonic- Tails se frotaba los ojos pensando aún en todo lo de anoche, tenía la sensación de estar mordisqueado por todas partes, suerte que, tiene pelaje.
-Ya sabía, por eso los hice para mí ¡hamp!- Comía de dos bocados el largo y regordete alimento, aquello hizo sonrojar a Tails, no parecía dejar en paz la noche anterior.
-¿A qué hora son?-Preguntó sin ganas.
-Son las mismas horas de ayer.
-No estoy de humor.
-Nunca estás de humor- tragó el último bocado para seguir con el agua de coco de un sorbete, en un santiamén ya estaba sin la charola y lavándose los dientes frente a su dueño trataba de tender la cama con todo y éste- Vamosh a shalir a ver a shady y shu amot.
-Tampoco quiero salir, no tengo ganas- Tails volvía a destender la cama.
-No pregunté, dije que vamos a salir.
Sonic jaló de las dos colas a su dueño el cual cayó al suelo en un duro golpe contra la madera, ¿Dónde había quedado el cepillo de dientes? claro, había olvidado su velocidad sónica.
-Si quiera déjame bañarme.
La mansión The Dark seguía como siempre, con un Silver perdido en el móvil esperando vanamente o al menos eso pensaban los sirvientes pues Silver tenía en su mente las palabras de su amigo y las de su androide repitiéndose eventualmente en su cabeza, si Sonic había pasado información delicada a Shadow ésta bien podría estar afectando algo en su sistema que... temía conocer las consecuencias. El androide llevaba apenas un mes y unos días con él y tantas cosas ya habían ocurrido, sentía que ya no podía con tanto lío, pero también lo agradecía, su mente ya no estaba hecha al 100% de pensamientos obsesivos a su esposo, al menos era un avance ¿no?
—señor silver—Llamó al susodicho un Infinite algo molesto, ya tenía 45 segundo llamándole por su nombre sin que éste se enterase, nada fuera de lo normal por supuesto—señor Silver... ¡Señor!
—¡ha! ¿eh? ha perdón Infinite, ¿te mandé llamar?
—No, pero le anuncio que la señora The Fantasy está aquí.
—¿The Fantasy?
—Sí, la esposa del señor Cloud.
—...
—Su archi-enemiga en el modelaje.
—¡"La cara de ardilla"!-Gritó la sirvienta gatuna desde el banquillo sacudiendo los ventanales, incluso ella sabía esa historia.
—Sally Acorn...- Silver mencionó aquel nombre con resentimiento, recién se había enterado que la ardilla había sido contratada en una película, seguro venía a restregarle tal evento- Dile que no estoy, que ando de viaje de negocios con mi esposo.
Silver se empinó más en la pantalla de su celular, el mayordomo simplemente se encogió de hombros y se dirigió a pasar el recado.
—¿Sabías que nuestros esposos están juntos ahora en una junta de negocios tan importante donde sus esposas, bueno parejas no están admitidas?
Silver levantaba la cabeza como si esta estuviese hecha de madera, odiaba a esa ardilla, la odiaba con todo su ser y ahora la tenía entrando a la sala con esa elegancia que sólo esa víbora podía tener, debió ser una víbora mejor ¡víbora arrastrada! maldecía en sus adentros tratando de sonreír lo más "natural" posible.
-Hoolaaa Sally Acorn, no sabía que estabas de visita.
—¿En serio?—La ardilla se hizo la confundida llevando sus delicadas manos enguantadas a su rostro en un gesto de sorpresa— tu mayordomo debió anunciarme ¿Qué no lo hizo? me negó tu persona diciéndome que estabas en un laborioso viaje de negocios con tu esposo ¡já! ¡imposible, imposible! y temiendo que tu mayordomo me estaba negando verte pasé. Ups, pasé.
—¿Qué quieres Sally Acorn?— Silver soltaba el móvil arrojándolo a la mesilla frente suyo— Si es decirme que has vuelto al mundo de la moda y ahora actuarás en una película, ya lo sé—aquellas tres palabras las pronunció recargándose cómodamente en su sillón.
—Sí, sé que sabes lo más posible de mí, antes eras mi fans ¿no te acuerdas?
—Trato de olvidarlo—contestó entre dientes.
—Sí, cuando eras un simple erizo de Mobius haciendo fila en un casting, ¡hay! , si no fuera por mí que le dije al manager que eras tan lindo en ese entonces, quién sabe si te hubiesen contratado.
—Probamente no, te debo aquello— «Por eso te soporto» continúo en sus adentros mientras por fuera esbozaba una forzada sonrisa.
—Bueno—Sonrío Acorn sentándose plácida en el sillón de enfrente cruzando sensualmente las piernas, sus zapatillas combinaban con sus joyas las cuales eran tan exclusivas que Silver se preguntaba si tenía algo así en su habitación—, pero no hablemos del pasado, al final te has casado y... eso nunca me terminó de gustar.
Silver se reacomodaba en el sillón, aquello en verdad era nuevo.
—Llevo 15 días que regresé a trabajar y la verdad, te extraño— aquello último removía sentimientos en Silver ¿En verdad extrañaba su competencia?—, allá, hay nuevas modelos emergiendo pero nada que brille como nosotros, los chicos esperan ver al nuevo Silver que sea capaz de captar miradas de chicas y chicos pero, definitivamente dejaste la bandera muy alta.
—¿Por qué me dices todo esto?— Preguntó seriamente, para él era imposible creerse tales palabras.
—Porque quiero que regreses, además de que soy la mejor modelo fémina de Mobius tengo ahora un contrato de protagónico en la nueva película de Vector The cocodrile y él necesita un antagonista como tú y claro, la industria del modelaje necesita tu esplendor.
Silver sopesó aquella información, Sally Acorn le pedía volver cuando debería estar feliz de que ahora no le tiene como una piedra en su zapato ¿Qué pasaba aquí? Sally le ayudó a entrar al mundo del modelaje, es cierto, pero, también lo hizo sufrir hasta que logró adaptarse a su estilo y ganarse su propia corona ¿acaso quiere revivir viejos tiempos?
—¿Y qué ganas con todo esto?
Sally sonrió.
—Un villano sexy para la película y un espía para mi entre las pasarelas.
Silver se levantó de su asiento sorprendido ¿escuchaba bien lo último?
—¿Qué dices?
—Que un vi...
—¡No, no, eso no! ¡Lo de las pasarelas!
Sally cambió el semblante, se denotaba en ella una tristeza que avanzaba por sus ojos rosándoles.
—Creo que mi marido me engaña— Soltó al aire con un nudo en la garganta, la gran Sally Acorn estaba por quebrarse, Silver volvía a su asiento lentamente, parpadeaba varias veces para estar seguro de que esto no era un sueño—, no sé si tu marido esté al tanto, seguro que sí, son uña y mugre, pero... disculpa.
Sally abría su bolso rebuscando en él varias veces hasta que sacó un pañuelo y un espejo secándose los pequeños brotes de lágrimas que sus pestañas retenían a duras penas, que elegancia hasta para llorar, Silver recordó su persecución tras el auto de su esposo hace apenas unas semanas, qué vergüenza.
—Como decía... regresé al trabajo no por gusto, la verdad... mi vida como madre es mucho mejor que el de una modelo pero, hace poco me enteré que mi esposo no sale de los eventos de pasarelas de las nuevas propuestas.
—Pero ¿Qué no es parte de su trabajo? Digo, él es uno de los patrocinadores y socios que debe de vez en cuando asistir, justo allí lo conociste ¿no?
—¡Sí lo sé! eso mismo pensé Silver, él y tu esposo siempre andan ocupados con sus eventos, con su trabajo y juntas y yo con los niños no podía ya acompañarle entonces, nunca me preocupó pero, estos días me enteré que algunas "juntas" eran cenas con las nuevas modelos y que me había mentido...
Silver pensó de inmediato en lo peor, Mephiles.
—¡¿Mephiles estaba allí?!
Sally brincó del susto por aquella voz tan alta que soltaba el erizo tenedor.
—No estoy segura, pero... lo más probable es que sí, tengo los registros de los días pero... olvidé con las prisas traerlos, después te los mando por correo para que compares si esos días tu marido estuvo de "junta"
—Siempre lo está— Suelta de inmediato con desgane— y tampoco me lleva ya a sus juntitas.
—¿Crees que te engañe?
Silver quedó en silencio.
—La verdad, dudo mucho que lo esté haciendo.
Las palabras inesperadas de Sally le reconfortaban, como que ya lo le caía tan mal esa ardilla.
—Nunca dejas de atosigarle que seguro en su mente ya tiene a un pequeño Silver detrás de sus pensamientos ja, ja, ja.
Retiraba lo antes pensado.
—Pero...— La ardilla continúo volviendo a ese semblante triste- ... aunque yo no atosigo a mi marido y le he dado toda la comprensión y espacio que he podido... creo no es suficiente.
Silver bajó la mirada, no sabía qué decirle a la ardilla que odia y quiere al mismo tiempo.
—Regresé al trabajo para tenerle vigilado, pero... Al contrario, con tanto trabajo no puedo enterarme de nada— Sally se reacomodaba en el sillón, en un suspiro largo trataba de tomar la compostura— Es por eso que necesito que tú Silver, entres de nuevo al mundo del modelaje y consigas información para mí, te pagaré muy bien no te preocupes por eso.
—Sally, soy rico, el dinero no me mueve— Silver no quería volver-—la verdad... No quiero regresar allí.
—¿Porqué no? ¡eres magnífico!, claro no más que yo pero en verdad no notarás mi competencia, los niños son mi prioridad, tú no pierdes nada ¡Tienes suficiente tiempo para dedicarle al trabajo! No tienes porqué preocuparte por hijos ¡ y tu marido ni siquiera está en casa!
Esas palabras le dolían, sabía perfectamente que esa mujer era más aclamada que él en el modelaje, sabía que tendría su sombra sobre él, sabía que no podía tener hijos y que el tiempo le sobraba porque su marido hace tanto que apenas y lo veía, lo sabía, pero no quería aceptarlo.
—Te equivocas Sally Acorn mi vida es ocupada así que... Si me disculpas.
Silver se levantaba decidido de su asiento, ya no quería escuchar más a esa ardilla.
—¡silver!
—Contrata a alguien más, como te dije dinero no me falta.
—¡Te necesito a ti! Porque mi marido sabe que tú y yo no nos podemos ver ni en pintura, que nos odiamos realmente y jamás se imaginaria que tú le investigas por mí. Te daré lo que quieras, si quieres hablo con el señor Vector para que cambie los papeles y te dé a ti el protagónico y...
—¡Sally no quiero nada!— terminó por gritar que la sirvienta que estaba en el rincón con el mayordomo saltaron asustados, sí, estaban escuchando a escondidas-, lo que quiero no me lo puedes dar, lo siento.
Silver siguió hasta la puerta dispuesto a marcharse, pero Sally Acorn aún no terminaba.
-Querido ojalá a ti nunca te pase- volvía a tener la atención del erizo lo cual la hizo sonreír levantándose de su asiento recargándose en el respaldo—, que te engañen y esas cosas, el amor se acaba tan pronto como la llama de éste se elevó por los cielos como un fuego eterno, nada es perfecto, ni ajeno, seguro que si a mí me pasó a ti también te pasará, sólo recuerda... Nadie estará para ti, nadie, eres un erizo huérfano y sin nada...
Hipnóticas sus palabras se clavan dentro del alma de Silver, inmóvil casi sin respirar siente como esa sonrisa es su juicio volviéndole un ser diminuto, insignificante y perdido.
—Nadie correrá a salvarte, caerás en un abismo y lo perderás todo, más que dinero, todo.
—Y tú perderás esa sonrisa si no sales de ésta casa ahora.
—¿Eh?
Un Shadow molesto estaba a su lado, con los brazos cruzados y ojos fulgurantes hacia la ardilla que sorprendida le miraba; allí estaba su androide, sacándole del trance en un jaloneo brusco a sus púas, característico de él.
—¡Oye! ¿Porqué me jalas?
—Esa víbora lo tenía embobado.
—¿Víbora?- Silver juraba que Shadow no leía mentes.
—Es una chachalaca...
Sally soltó una carcajada, ahora entendía un par de cosas.
—Asi que éste es el famoso juguetito que tu marido te compró para consolarte eh.
Silver rechinaba los dientes, lo peor era que acertaba, Shadow sólo era un juguete para que se entretuviera, juguete que no esperó órdenes de su amo, él ya sabía lo que tenía que hacer: tomó a la mujer de la cola, la llevó bruscamente hasta la salida y de un tirón agarrando vuelo la mandó a volar. Silver y los demás empleados de la mansión observaron estupefactos tal azaña, Shadow acababa de arrojar a la súper modelo Sally Acorn que cayó al suelo y con sus joyas regadas por el suelo, ha y un tacón roto.
—¡ahhhh!—Gritó furiosa la ardilla levantándose del suelo con ganas de matar a un par de erizos— Silver The Hedgehog y robotsito de cuarta... ¡esto no se quedará así!
La ardilla subió a su limosina desapareciendo rápidamente a lo largo del camino de las tierras The Dark.
—Vaya, hasta que sirve de algo esa hojalata.-menciona Infinite regresando a sus labores, la novata estaba extrañada, estaba segura que a Infinite no le caía bien el señor Silver.
—¿Qu-qué acabas de hacer Shadow?— Silver por fin reaccionaba.
—Lo que debía hacer y punto— Shadow tomaba de la muñeca a su amo el cual le lanzó un mirada confusa ¿Planeaba arrojarlo a él también?— Necesito que venga conmigo al rancho.
—¿Para qué o qué?— Preguntó agresivo, odiaba de alguna forma que ese erizo se tomaste tantas libertades ¡Su espacio personal era violado!
—Necesito que vea algo, lo he estado planeando desde hace días y quiero el visto bueno— Shadow llevaba a tirones a su acompañante, debía llevarlo a la entrada y subir al auto, aunque tampoco era mala idea la forma de transporte que su hermano mayor le había mostrado hace poco, mucho más eficiente sin lugar a dudas.
—Para cosas de la hacienda está
knuckles el capataz, yo no tengo nada qué hacer allí.— No pensaba volver allí, no mientras su mente le recordaste momentos que ahora extraña.
—Lo tiene, ya verá que sí.
Sintió elevarse de la nada, sus pies dejaban de sostenerle y ahora eran los brazos de su androide terco cargando su persona, Silver pataleo, esto lo ponía en una situación que sobrepasaba sus cabales, miró a sus sirvientes los cuales ya se había y formado en fila horizontal para despedirse y recibir órdenes del androide que parecía el patrón, nadie le dedicaba ni siquiera un gesto de oposición, ni siquiera Infinite el más uraño, ni siquiera él parecía tener intenciones de desobedecer.
—Volveremos en la noche.
Fue lo último que escuchó antes de sentir que sus púas lo abandonaban, el erizo que le llevaba en brazos se deslizaba velozmente por todo el camino que conducía a la hacienda, la velocidad lo abrumaba, cerró los ojos afianzandose al pecho y cuello de su sirviente, tenía miedo de aquella velocidad, tenía miedo de lo que éste le mostrase en esa hacienda.
Llegaron, para su sorpresa antes de lo imaginado, Silver bajó de un salto brusco en cuanto tuvo oportunidad y se dirigió a una maceta a vomitar, los empleados percatándose de la llegada de su ahora jefe inmediato dejaron sus labores y se formaron como los empleados de la mansión, Silver se limpiaba la boca mientras observaba atónito la escena.
—¿To-todo esto... Lo has logrado tú?
Silver camino a paso lento hasta sus empleados, parecían otros, portando uniformes impecables y sus instrumentos y áreas de trabajo se veían mejor de lo que jamás lo habían estado, Shadow empezó a hablar de una forma tan seria y directa a todos los empleadores que... En verdad tuvo que parpadear para verificar que quien estaba allí no fuese su esposo.
—El amo Silver está aquí para ver el arduo trabajo realizado en todo éste tiempo, no quiero errores.
—¡Sí señor!
—Rompan filas.
Todos se dispersaron rápidamente a sus áreas, Silver en verdad estaba asombrado, la hacienda jamás había estado tan bien como ahora
—Has hecho todo ésto tú...
—Sí, pero aún falta que observé por lo cual lo traje aquí.
Shadow nuevamente tomaba de la mano a su amo, gesto que hizo pegar un grito desprevenido al plateado.
—¿Podrá ser que dejes de llevarme a todo con tanta confianza?
Shadow no respondía, sólo se limitaba a arrastras llevar a su amo hasta el lugar que más le gustaba de allí y a quien edificó con orgullo para su amo.
—Éste es el lugar de descanso que le he hecho aquí para que pueda observar tranquilo el cielo, sentir el viento fresco y poder perder el tiempo todo lo que le venga en gana.
Silver le miró, estaba impresionado, tenía enfrente una muy bella zona llena de árboles en flor que soltaban sus hojas lentamente, apacibles como el agua de la fuente que yacía en medio de una sala a la interperie hecha de madera y tejida con hilo de colores; Silver fue a sentarse en la hamaca que colgaba de un árbol a otro, la sombra era refrescante.
—Podria gritarte y decirte que desperdicias el tiempo de todos pero... Éste lugar en verdad me ha agradado.
—Me alegra escucharlo amo, quiero que disfrute y se sienta bien.
Shadow se ponía de rodillas frente a su amo, tomaba su mano enguantada y depositando un beso lento y suave expresaba un extraño sentimiento, sí, Silver sentía extraño a su androide hoy más que nunca y aquel acto le quería repeler apartando su mano pero, no pudo, algo dentro de él quería saber qué pasaría si se permitía ser así de mimado.
—Me siento como un príncipe, ya basta.
—Eso es para mí usted, creo lo más alto es un rey ¿No?
—Lo es, pero no soy nada de eso.
Shadow se puso de pie para parpadear un momento.
—Mi hermano está por llegar.
—¿Qué? ¿Aquí?
—¡Hola!
Una sonrisa ladina ya tenía a su lado, recargado en uno de los árboles que sostenían la hamaca saludaba al asustado erizo que casi se cae al suelo.
—¿Có-cómo llegaste tan pronto?
—Llegamos, traigo cola.
Sonic levantaba del suelo al mareado Tails que apenas y se podía mantener de pie.
—Bienvenido hermano.— Shadow saludo con un sonrisa retadora, tenía en mente aquello que su hermano le mencionó apenas vía "conexión".— ¿Iremos ahora?
—¡Ha por supuesto!
—¿A dónde?
—Al parque de diversiones, Eggmanland no hace mucho abrió y ustedes no fueron por lo de su secuestro y eso.— Dijo Sonic que ya tenía cientos de boletos para tal lugar.
—¿Eggmanland?— De algún lado le sonaba, el zorro pensó por un momento, pero aun se sentía tan mareado.
—¿Y por dónde queda eso? — Preguntó Silver curioso.
—Oh cerquita, cerquita ¿Verdad Shady?
—Sí.
Todo había sucedido tan rápido que el erizo plateado ya tenía un cinturón de seguridad y a un Shadow a lado suyo en un juego perverso llamado EggHammer, todo daba vueltas y sentía que su estómago se había quedado en el suelo y su cabeza en el aire, gritaba como dama en apuros cerrando los ojos para aminorar el miedo, pero caso contrario, era peor, las sensaciones a ojos cerrados se sienten peor. Al igual que la sensación que sintió rozar sus dedos para luego sujetarle con firmeza; abrió de par en par sus ojos buscando el origen de esa sensación, era su androide, quien sin inmutarse en lo más mínimo le sujetaba de la mano en un gesto de ¿tranquilizarle?, si eso debía ser, Silver dejo de gritar pero no porque ya no tenía miedo sino, porque su cuerpo se había paralizado de nervios.
Al bajar, las dos parejas estaban exhaustas, o mejor dicho a los que por dentro no les circulaban cables por venas.
—¡Ya no vuelvo a subirme a esa cosa!— Gritaba furioso Tails dirigiéndose a una banca del parque.
—Vamos mi Tails aún faltan muchos juegos, y unos mucho más extremos, como los eggcarrier se ven espléndidos en el folleto.
—Y peligrosos, apenas y ese cinturón de seguridad nos sujetaba, prácticamente si no salí volando fue porque yo me sujeté. — Tails no estaba nada convencido.
—Silver fue a acompañarle en la banca, no decía anda, pues seguía incómodo por lo sucedido unos minutos antes.
—¿Se siente bien amo? — Shadow se arrodillo cerca de su amo para intentar tocarle y en respuesta fue rechazado en un manotazo.
Sonic sonrió ante tal escena inesperada, y en una "conexión" con Shadow le pidió que le siguiera.
Nadie dijo nada, simplemente Shadow hizo lo que su hermano mayor le pidió.
—¿Por qué hiciste eso Silver?—Preguntó extrañado Tails, Silver no eran así de agresivo.
—Porque tengo miedo... Tails, Shadow ha cambiado.
El doctor se escandalizó en silencio, pero ¿qué estaba haciendo? ¿Perder el tiempo a jugar a las parejitas? ¡No podía permitir que Sonic le llenase la cabeza de ideas a su contra parte, no eran lo mismo después de todo! Sin en cambio, no se lo permitió mostrar a su preocupado amigo. Tal cosa debía solucionarla en secreto, incluso sin que Sonic supiese.
—Bueno, él se irá personalizando más nada de qué preocuparse. — Zanjó el tema con una sonrisa.
—A veces no te entiendo, actúas tan raro últimamente.
—El raro eres tú, que es un milagro que no estés hablando de tu esposo y mirando el celular como maniaco.
—¡Eh!
Era verdad, había olvidado a su esposo e incluso el tema con Sally, Shadow comenzaba a tomar demasiado porcentaje de sus pensamientos.
En otro lugar, cerca de un puesto de comida que casualmente sólo servía chilidogs Sonic y Shadow se hallaban platicando.
—¿Y cómo te sientes respecto a lo que pasó hace rato? Hamp hamp
Shadow miraba a Sonic algo asqueado ¿cómo le podía entrar tanto de comida? Para empezar, ¿él podía comer así?
—Pues me siento... no sé cómo decirlo, sentir es algo nuevo.
Shadow se miraba las manos enguantadas, ciertamente sintió dolor al ser golpeando, aunque fuese mínimamente por su amo.
—Cierto, es nuevo todo para ti, pero aquello que sientes ya estaba incluso antes de que yo te mostrase todo esto. Tú estás enamorado de tu amo.
—¿Enamorado?
—Así es, sientes sentimientos y emociones amorosas por él, así como atracción sexual por él.
—¿Sexual? — Shadow se sonrojaba al buscar ese término en los archivos que el mismísimo Sonic había depositado— No, no, yo no siento eso. ¡Sólo siento mi deber!
—Sí, sí claro, hamp hamp, hamp, nosotros tenemos lo más parecido a órganos internos como los seres vivos, apenas y nos diferenciamos, y tu cuerpo sufrirá cambios drásticos de humor y sensaciones, así como de reacciones y no será fácil controlarlos, así que te recomiendo que por tu bien evites estar tanto tiempo cerca de tu amo por estos días, ya que podrías experimentar cosas que no son muy aceptadas en público.
Shadow quedó peor.
—Bueno, empieza a leer las novelas, libros, enciclopedias y los videos y películas que te recomendé ahí irás entendiendo la naturaleza de los seres vivos y tú mismo me responderás que es lo que sientes por tu amo una vez se complete tu proceso de maduración y despertar. También mantente lejos lo más posible de Tails, es nuestro padre, pero también nuestro verdugo si se lo permitimos, y tú no eres la excepción.
Shadow no dijo nada, no se sentía bien.
—Tampoco interactúes tanto con el tal Mephiles, podría notar tus cambios y pedir tu desmantelamiento.
Shadow siguió igual.
—Bueno, eso es todo por el momento, en éste mundo estamos solos así que, no permitas que tus emociones acaben contigo, pero tampoco renuncies a ellas.
Sonic se marchó primero, dejando a un Shadow demasiado pensativo.
Bueno, aquí de nuevo, con ansias de seguir retomando pues se que a muchos les ha gustado esta historia y me da mucho gusto. Gracias por la espera y el apoyo.
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