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A la salida del colegio Santino fue como un toro a donde se encontraba Facundo, Facundo al verlo sabía que se vendría la pelea del siglo.

Santino sin esperar que se acomodara para pelear fue y con su puño derecho lo golpeó en la mandíbula, haciendo que Facundo se desiquilibrara y pudiera sentir el dolor máximo en carne propia. Pero a pesar de estar mareado, no cayó. Sacudió su cabeza para sacar todo el dolor y como respuesta fue y le pegó una piña en el abdomen, logrando un gemido ahogado de parte de Santino.

Santino inhaló, buscando el oxígeno que Facundo había arrebatado. Pero Facundo no le dió la oportunidad de reincorporarse, lo empujó y sucesivamente lo pateo en el abdomen seguidamente, hasta ver escupir sangre a Santino.

Había ganado la pelea.

Santino, débil y tirado en el piso, con las manos en su estómago tratando de curar su dolor. Pero entonces vio el rostro hermoso de Fatima, y luego recordó que le había dicho puta, y todo el fuego de la cólera volvió.

Sacó su mano de su armonioso y adolorido abdomen y sostuvo el tobillo de Facundo, posteriormente lo jaló, haciendo que perdiera el equilibrió y cayera hacia adelante. Todo el mayor impacto lo recibió la cabeza. Santino se incorporó y se estiró, luego empezó a patearlo por todas las partes de su cuerpo. Se sentó encima de Facundo y le pegó piñas en la cara hasta que vió que Facundo perdió la consciencia.

Terminada la pelea, buscó a Fatima con sus ojos, pero ya no estaba allí.