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Despues de ese día camine a su lado en todos los eventos, me mostró en cada uno como las personas que me habían visto con otro alfa ahora estaban confundidos por mi actitud de obediencia hacia mi esposo.
Perdí todas mis amistades, no tuve contacto con nadie que me conociera o quisiera, estuve aislado de todo hasta el punto de sentir que lo había perdido todo.
En mi más reciente rutina sucedió algo inesperadamente doloroso, me quedé en casa en mi habitación y a menudo me llevaban comida las omegas que me atendían, pero el tercer día me dejaron solo.
Cuando la noche llegó, miré las estrellas desde la ventana, mi cuerpo estaba febril, el sonido triste de mi corazón al estar solo, abandonado...
El eco de sus zapatos resonó en mis oídos, me quedé sin respiración al escucharlo, la puerta se abrió.
-Eijun.
Yuuki me miraba desde la puerta con su habitual compostura.
-¿Aun usas protección o te tomas tus medicamentos?
-No.
-Eso está bien ahora.
Dejó su saco en la silla y después se quitó lentamente sus zapatos, la cama se hundió por el peso intruso.
-Tranquilo, no es la primera vez que lo pasamos juntos.
Si, no era la primera vez, pero siempre fue doloroso, no tenía cuidado, me lastimaba.
Sus manos me retiraron el camisón que tenía puesto, dejándome expuesto, estaba muy nervioso, no quería esto, no con la persona que más me ha lastimado he ignorado.
Su ropa se fue en unos minutos y después se quedó encima de mi mordiendo mi piel, odiaba mi cuerpo por reaccionar a su toque como si lo fuera todo para mí.
Sutiles toques causaban estallidos en mi piel, y de pronto sentí sus dedos intrusos en mi cuerpo, fue lento... Casi parecía delicado.
-Haré que te operen la próxima vez.
-¡No! ¡Yo dije que no quiero!
-No te estoy preguntando, me demostraste que puedes ir a buscar a un alfa diferente, no cuídate a ningún hijo ilegítimo y no permitiré que manches el honor de mi familia, por más que lo pienso, me equivoqué de persona en la salida que encontré, tu no eras el correcto.
Las lágrimas me salieron, está persona no lo sabe, aún no se da cuenta, en siete años de casados no se ha dado cuenta, era un niño tonto y parece que lo sigo siendo.
Subi mis manos por su abdomen para abrazarlo después, se quedó en silencio, contrariado y confundido.
-Tú nunca me abrazarte.
Tomé sus manos y las lleve a mi entrepierna.
-Esta bien Yuuki, si eso es lo que quieres, entonces... También eso te daré.
Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, lo sentí en cada centímetro de mi piel, con cada roce me derretí, podía sentir su miembro dentro de mi, quería que esto durará más tiempo, el suficiente para hacer que se diera cuenta.
-Has estado demasiado pasional, está bien para mí complacerte por única vez.
Estaba a un paso de salir de mi cuerpo cuando me abrace a el con todas mis fuerzas.
-Eijun no... Sueltame...
Me aferré intensamente cuando finalmente lo sentí, se había anudado en mi, era imposible para él no eyacular.
Sus fuertes contracciones y su liberación tan grande, me llenaron, él tenía la mirada distorsionada de irá.
-Tu... Voy a matarte.
Sus manos se posaron en mi cuello casi asfixiandome, cuando finalmente le dije con dolor y dificultad.
-¿Aun no sabes... porque me he quedado... contigo?
Eso lo detuvo y me soltó, respiré con fragilidad y le respondí.
-Es porque te quiero, te he amado en silencio todo este tiempo, pero ya... Yo ya no puedo resistir más, de verdad te lo suplico, mi corazón ha muerto de dolor y angustia en estos años de casados, ya he entendido que nunca me amarás, solo déjame ir, si no quieres el divorcio, lo aceptaré, pero ahora lo único que quiero es estar lejos de ti y olvidarte, déjame vivir en otro país si así lo quieres, te prometo jamás estar con nadie más.
-Estaras lejos, pero esto que hiciste hoy, ten por seguro que nunca se repetirá, juré que si no era ella, nunca anudaria a nadie, en este momento te desprecio y te rechazo.
Si ya había pasado por tantas cosas, esto era lo de menos, ya nada me importaba, ni mi propia vida.
Subi una de mis manos a su mejilla y le sonreí forzadamente.
-Tú siempre cumples tus promesas, entonces promete que no harás está tontería de nuevo.
Dos meses después de aquella noche, mientras estaba lejos de su mansión y llevaba una vida en el campo, me di cuenta que ya nada me importaba, me arroje por la ventana y la mucama gritaba, lloraba, solo recuerdo la luz del sol desvaneciéndose.
-Señor... Debe dormir un poco, le avisaré si el doctor dice algo.
-No me moveré de aquí, déjame en paz.
El médico salió del quirófano, sólo para hablar con Yuuki.
-Tiene que elegir ahora, su esposo está embarazado, era muy pronto para notarlo, así que seguramente no lo sabía. Si lo operamos ahora, perderá demasiada sangre y su cachorro no podrá salvarse, pero si no lo hacemos, podría quedar en estado vegetativo, aunque podremos hacer que de a luz a su cachorro.
Los vagos recuerdos de la sonrisa de su esposo, le llegaron a la mente, su pecho se estrujó con dolor, sentía tanta angustia que no podía contenerla.
-Los quiero a los dos, si no salen de allí los dos juntos, haré pedazos el hospital.
El doctor empezó a sudar frío y entro con velocidad al quirófano, demasiadas transfusiones, Eijun fue operado y finalmente el bebé también se salvó.
-Señor usted...
-¿Por qué? ¿Por qué tuvo que embarazarse? No puedo matar a una persona, pero yo...
-Señor, quizá sea la única vez que me escuche decir esto, pero debería dejar ir a Sawamura-san, seguramente otro alfa podría hacerlo feliz, y...
El mayordomo se detuvo en seco cuando miró a Yuuki lleno de irá en la mirada, el alfa lo sujetaba de la camisa con violencia.
-¿Otro alfa? ¡Jamás!
Unos días después, Eijun abrió los ojos, miró a su alrededor y vio a Yuuki sentado en una silla, la angustia se reflejó en lágrimas.
-¿Qué hago aquí?
-Por poco no sobrevives, la terapia será larga.
-No... Debiste dejarme, simplemente no tenía que hacer nada, no... No quiero estar aquí, no quiero verte, no quiero estar contigo ¡Vete! ¡Vete! ¡Vete!
El grito se escuchó hasta afuera, las enfermeras entraron corriendo, y le pidieron a Yuuki que saliera para mantenerlo calmado, porque él joven castaño estaba alterado y eso no era bueno, podría afectarlos a los dos.
-Señor Yuuki Eijun, tiene que calmarse, le hará daño a su bebé.
-¿Bebé? ¿De que están hablando?
-Usted está embarazado, el señor Yuuki hubiera destruido el hospital si usted o su bebé morían, por favor, tiene que calmarse, haga un esfuerzo por su cachorro.
Otra enfermera lo recostó con suavidad y finalmente él pregunto.
-¿Destruir el hospital?
-El señor no quiso elegir a uno, los quería a los dos y por eso... Hubo mucha gente involucrada para salvarlos a los dos.
-¿El nos quería a los dos?
-Si, escuché que no quería perderlos, no ha dormido mucho y ha estado casi todo el tiempo en el hospital.
-Yo... ¿Puedo verlo?
-Si.
La enfermera salió y le pidió a Yuuki que se encontraba como fuera enjaulada afuera que pasará, su Omega quería verlo.
-Esta más tranquilo, por favor, sólo no haga que se alteré, el accedió a verlo.
Yuuki entró con prisa a la habitación, y al mirar a Eijun, su estado de ánimo cambió drásticamente, su compostura regreso, se acercó para tomarle las manos y le acarició la mejilla.
-Te llevaré a casa pronto.
-Si...
-Eijun yo... Quiero a nuestro cachorro, quiero verlo crecer, por favor quédate en la mansión.
-Si.
El alfa lo recostó en la cama y luego le acarició la frente, sabía lo que tenía que hacer, lo supo desde el momento en que se enteró del embarazo, estuvo debatiendose todo el tiempo porque rompería su promesa, pero enloquecía con la otra solución.
El se acercó a Eijun y le dijo con la voz muy baja, casi en un suspiro.
-Mira... Allí...
El joven Omega volvió la vista al lado contrario y no vio nada, pero sus dudas se disiparon y su cara confusa fue sustituida por una de dolor.
Yuuki había clavado sus colmillos en su glándula olfativa, la sangre bajaba por su cuello, mientras el alfa la limpiaba con pequeños besos.
Al volver la vista, Eijun miró las pupilas dilatadas, algo característico únicamente de los alfas cuando hacen las marcas permanentes.
-¿Por qué?
-Prefiero está solución, perdóname.
El lazo fue completado, ahora le pertenecía por completo a Yuuki, el alfa que no lo amaba y que nunca lo amaría, esto era una muy mala broma.
-No tenías que...
-Los cachorros se mueren en ausencia del alfa, la energía del Omega no es suficiente para mantenerlos con vida.
-Pero no tenías que ser tu...
Un gruñido escapó por primera vez de los labios del alfa, apenas se habían enlazado y su instinto ya estaba haciendo de las suyas.
-No te habría permitido eso jamás.
-Pero tu... No te importo.
-Escucha Eijun, por nuestro cachorro, permaneceré a tu lado, te cuidaré con devoción, estaré contigo siempre que me necesites.
-Pero no me amarás, solo fingiras que me amas.
-Por favor, no me reproches la única cosa que no puedo darte, mejor mira que te daré todo excepto eso. incluso nuestro bebé, jamás sabrá de esto, a sus ojos tu serás el único y creerá que te amo.
El castaño se recostó en su cama, con el corazón destrozado, cómo cientos de dagas clavadas en su pecho.
-Perdoname... No puedo olvidarla.
-No tengo nada que perdonarte, desde el principio sabía que tú jamás ibas a amarme, aceptaré tu propuesta.
La familia de Yuuki solo acudió a visitar al Omega cuando se enteraron de que un heredero por fin venía en camino, la madre del alfa miró emocionada las ecografías.
Desde ese día el mayor asumió la responsabilidad de su familia y lleno de mimos a Eijun, aún cuando los dos eran concientes de que no se amaban.
-Señor... Es usted muy afortunado.
-¿De que hablas?
-Cualquier persona en el mundo, lo odiaría lo suficiente como para querer matarlo, incluso si yo fuera su Omega, lo odiaría de esa forma. Sawamura ha decidido perdonarlo, debe amarlo tanto que le ha perdonado sus desprecios. Es usted afortunado de que alguien lo ame como él lo ama, en mi opinión usted lo ama.
-No digas tonterías, tu sabes muy bien lo que pasa en esta casa y en esta relación ¿O es que mi actitud también a ti te ha confundido?
-No, desde que Sanada apareció, no me he quitado de la cabeza que usted está enamorado de Eijun.
-¿Qué?
-Piénsalo detenidamente, usted casi se vuelve loco cada vez que ve o sabe que el señor pone sus ojos en otra persona, cada vez que eso sucede... Saca lo peor de usted.
El mayordomo se quedó callado y se retiró, pero esa fue la única vez que Tetsuya se prestó a escuchar sobre sus sentimientos que siempre negaba y estaba seguro de que todos estaban equivocados.
El tiempo pasa con velocidad, a los ocho meses de embarazo Sawamura había vivido los mejores momentos de su vida, su alfa lo trataba bien, le lleno una habitación con cosas para su bebé, ahora que ambos sabían que sería un niño aunque no sabían su clasificación.
Libros, ropa, zapatitos, víveres, todo... Había todo lo necesario para esta llegada maravillosa del primogénito.
Sin embargo, ese día Eijun fue a la oficina a ver a Yuuki, cuando llego vio que la gente estaba hablando mucho, pero no le prestó mucha atención, solo fue y abrió la puerta de la oficina de su esposo, pues iba a dejar los resultados del último ultrasonido, dónde se veía a su bebé bien formado.
Antes de que alguien pudiera ver nada, cerro la puerta quedándose adentro, ni siquiera fue capaz de llorar, su esposo estaba con esa Omega, la Omega de sus sueños, a unos segundos de penetrarla.
-Eijun...
-No me digas nada, solo arreglate y deja que ella se adelante, después irás a verla, pero antes vamos a hablar.
La mujer se vistió tan rápido y salió en unos pocos minutos, nadie podía sospechar nada.
-Yo...
-No, acepté todo esto porque era lo que tú querías, ella te quiere, yo no voy a interponerme entre ustedes dos, si ahora quieres estar a su lado, solo te pido... Hay dos cosas que debes hacer, firmar el divorcio y romper la marca.
¿Divorcio? Yuuki no estaba dispuesto a firmarlo, si eso nunca lo haría romper la marca era impensable.
-El cachorro necesita de mi marca.
-Entonces dile que te espere a después del parto, así nada te detendrá.
-¿Que me esperé?
-Por supuesto, para que nos divorciemos y puedas estar a su lado, solo dile que sea paciente unos dos meses.
-¿Dos meses? Estás loco, romper la marca te mataría.
-Pero tu cuidarías muy bien de nuestro cachorro, así que se que puedes hacerlo.
-Eijun retrocede, no voy a romper la marca.
-Pero no nos queremos, quiero tener una vida libre y algún día encontrar a alguien que me quiera.
La conversación se rompió en cuanto el alfa escucho "alguien que me quiera", sus pupilas se dilataron, él jamás había liberado feromonas, jamás alguien supo cuál era su aroma excepto Eijun, por lo tanto se quedó estático.
Afuera los empleados percibieron el fuerte aroma dominante lleno de irá, y los omegas empezaron a sentirse ansiosos.
-¡Tu nunca!
Yuuki tomó el brazo de Eijun y lo apretó con fuerza, acercó sus colmillos a su cuello y finalmente lo mordió con fuerza, todos sus sentimientos fueron expulsados a través de la marca.
Unas horas después, Eijun estaba en urgencias dando a luz a su pequeño bebé y tiempo más tarde el alfa abrazaba a su hijo con amor, oh... Era un alfa maravilloso, pequeño, pero con ojos dorados y todas sus características eran como las de él, solo esos ojos, los ojos de Eijun y sus perfectos labios eran diferentes.
En la noche el alfa se encontraba más tranquilo, fue a ver a su esposo y al entrar, el no le regresó la mirada.
-Lamento lo de hoy.
-No tienes por qué, al final, ella regreso a ti y tu solo quieres estar con ella.
-No... Estás equivocado, fui débil a la carne y al recuerdo que ella me representaba, pero yo no pienso perderte, por favor perdona mi estupidez.
-¿Qué?
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