Two

[Narrador Normal]


Kion se encontraba junto a Fuli, una de sus primeras amigas de toda PrideLand. Ambos eran mejores amigos, y no tenían miedo de contarse cosas personales o problemas personales, ya que, sabían a la perfección que ambos se estarían apoyando tanto en las buenas y en las malas, sin importar los obstáculos.

Pero. . . 

En la adolescencia empezó a haber un obstáculo realmente grave para su gran amistad. El amor. No te ah pasado qué, después de años de estar con tu mejor amigo, a empezado a florecer una pequeña sensación rara? Pues, eso mismo está pasando con ellos dos.

Al pasar del tiempo, Kion se hizo más fuerte, más musculoso e independiente, provocando que cualquier hembra caiga rendida a sus patas, y es que, a Fuli le estaba pasando eso.

A Fuli al pasar del tiempo también fue cambiando, pero no tan drásticamente como Kion. Si, se hizo más alta, más rápida, más bella, y Kion lo notó perfectamente, y aún más la tercera. Por esa misma razón, ambos se gustaban. Pero, Kion también amaba a Rani, y no tenía la valentía de decidir a alguna, tenía miedo que sus amistades terminasen quebrajeando [Inventar palabras, jaja salu2], para nunca volver a hablarse, o verse.

_- Oye Kion -_ Dijo Fuli, para posteriormente mirar al macho, quien tenía a su derecha 

_- Si, Fuli? -_ Dijo Kion con un suspiró triste y deprimente, al igual que su cara, aquella demostraba su tristeza, únicamente con su mirada reflejaba también, tristeza 

_- Te pasa algo? -_ Dijo la chita, ya con un tono más serio y preocupante 

_- No, nada, tranquila, solo es mi hermana Kiara, está complicada con su relación con Kovu -_ Mintió, pero, hizo su tono más sincero y triste. 

_- Vaya, pues, es normal Kion, no te preocupes -_ Cayó, lo cual fue un alivio para Kion, quien únicamente asintió ante las palabras de la hembra de pelaje amarillo 

La chita le sonrió a Kion, y en esa sonrisa, Kion se volvió loco, sentía sus mejillas arder como quince soles en un día de verano, y aquellas teñirse de un rosa extremadamente claro, casi invisible a los ojos de la chita, quien, apenas pudo notarlo.

Ella únicamente soltó unas risillas, y acercó una de sus patas a los cabellos rojizos del león, y los alborotó juguetonamente, y volvió a reír levemente.

Kion no emitió ni palabras ni ruidos, el únicamente frunció de forma leve su ceño, y empezó a correr, alejándose de la chita, quién únicamente miraba al león correr, alejándose de ella, y solamente pensó que, tal vez necesitaba tiempo a solas. . . 

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