Narrador Normal

_- Mira Kion. . . -_ Kiara hizo una pausa, para pensar bien lo que le diría a su hermanito _- Solamente deja que el tiempo pase, y juntate con las tres. Ojo, no me refiero a que andes con las tres al mismo tiempo, solamente, charla con las tres, y deja que el amor fluya, y al último, elige a una. Solo a Una! -_ Kiara aclaró él "Una". No quería que su hermano sea un hijo de puta

_- B-bueno -_ Dijo Kion, con sus mejillas teñidas de rojo. No pudo evitar pensar en aquellas tres hembras que hacían que su corazón latiera con fuerza. 

_- Kion -_ Esta vez, fue Kovu quien lo llamó 

_- Si, Kovu? -_ Mencionó Kion 

_- También, tómate un tiempo solo, para pensar mejor con quien pienses que podrías durar toda la vida, con quién se entiendan mejor en labores, gustos, etc -_  

Kion asintió, y se fue corriendo de allí, para ya no molestar a los dos tortolitos.

Fueron horas las que Kion decidió estar totalmente sólo y aislado de demás animales, quería estar sólo, y pensar mejor en aquella frágil decisión. Kion tenía miedo, tenía miedo de perder la amistad de alguna de ellas. No quería ver su futuro sin ellas tres. 

¿Que tal si perdiera a las tres? No no no, él no quería eso, y haría lo posible para evitar aquella mínima posibilidad.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz tan maternal y suave, era la de su madre. Nala. Quién se encontraba atrás del minino, con un rostro que expresaba preocupación por su "cachorro". Él nunca estaba solo y/o aislado, y eso la estaba preocupando

_- Estás bien, Kion? -_ Dijo Nala, sentándose al lado de su hijo

_- S-sí madre. Por qué preguntas? -_ Volteó a ver a su madre, con una sincera sonrisa formada en sus labios 

_- Solo preguntaba. Te ves raro. . . Nunca estás solo, pequeño. . . -_ Nala lo miró con una sonrisa de lado _- Si estás mal, solo dímelo, puedes confiar en mí, lo sabés, no? -_ Dijo en un tono maternal, y cariñoso, para darle confianza a su hijo

_- Es solo qué. . . -_