Pov: Naruto

Desperté por los rayos de sol que se colaban por la ventana. Cuando intente levantarme me di cuenta de que no podía, al analizar más la situación me percate de que mi espalda estaba recostada en el pecho de Gaara y a la vez este me abrazaba por la cintura. Me sonroje e intente cubrir mi rostro, claro que no encontré mejor lugar el pecho se Gaara para refugiarme. Mientras pensaba en que hacer Gaara se removió en la cama y despertó.

-Buenos días-dijo en un tono bajito.

-Etto, buenos días- dije aun con mi cara en su pecho, sin levantar la mirada.

Gaara escuchó de donde provenía la voz y dirigió su mirada ahí, grande fue su sorpresa al darse cuenta de la posición comprometedora en la cual nos encontramos.

Gaara me tomo por la barbilla e hizo que le mirara a los ojos, cuando levante mi mirada pude encontrarme con una escena que no esperaba, Gaara me sonreía cálidamente.

-Perdón si te desperté- dije en un susurro.

-No te preocupes, llevó un buen rato despierto- dijo guiñando un ojo.

Aun no procesaba la que acaba de pasar cuando Gaara se levantó de su cama para comenzar a arreglarse.

-Tengo mucho papeleo que hacer  así que me voy, haz lo que quieras. Levante cuando gustes y ve a donde quieras. Tienes el permiso de Kazekage-

Gaara salió de la habitación luego de eso, me quede tirado en la cama. Eran recién las 6:00am así que volví a dormir.

A eso de las 9:30 salí de la cama, baje al comedor y me encontré con el desayuno ya preparado. Sonreí y me senté a comer, mientras lo hacía Kurama me pidió que lo invocara. Hice los respectivos sellos y Kurama apareció del tamaño de un gato.

-Mocoso vamos a ir a entrenar- dijo Kurama.

-Vale como quieras- dije sonriendo.

-Deja de estar como adolescente enamorado y apura la comida-

Rodé los ojos por el comentario, terminé el desayuno y salí. Grande fue mi sorpresa al ver dos ANBU en la entrada.

-El Kazekage nos a mandado como sus guardas espaldas- dijo el de la derecha.

Asentí y ya que estaban ahí pregunté.

-¿Donde están los campos de entrenamiento?-

El de la izquierda hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera y así lo hice.
Después de 15 minutos de caminata llegamos a un gran bosque delimitado por cuatro rejas, era un lugar perfecto para entrenar. Mientras me dirigía a la puerta uno de los ANBU habló.

-Nos quedaremos afuera, avise si necesita algo-

Asentí e ingrese al lugar, una vez dentro me percate que eran más ANBU de los que pensaba, había uno en cada esquina del cuadrado, además de los dos de la puerta. Sonreí y reí, Gaara estaba siendo demasiado sobre protector.