Pov: Narrador

Mientras Naruto y Gaara ingresaban al edificio dos personas los esperaban en la sala. Temari junto con Shikamaru, que estaba visitando a su novia, habían escuchado que se había visto al Kazekage paseando con un rubio. Cosa que claramente había captado la atención de ambos.

Cuando Gaara llego a la sala las luces se prendieron y dejaron ver dos siluetas sentadas en un sillón. Naruto se aproximó a Gaara para preguntar que sucedía pero no pudo terminar su pregunta por un grito de Temari.

-¡NARUTO!- gritó la rubia.

-¿Es el real?- preguntó Shikamaru.

-El único e inigualable- dijo Naruto orgulloso.

-Si es, ya lo confirme- anunció Gaara.

Tanto Shikamaru como Temari se abalanzaron a abrazar al rubio, pero este no duro mucho ya que empazaron a lanzarle mil y un preguntas a Naruto. Este solo atino a responder todo brevemente, hasta que Gaara intervino.

-Se que tienen muchas preguntas pero les parece seguir con esto mañana en el desayuno, ya es tarde además Naruto lleva viajando varios días-

Naruto le dio las gracias a Gaara con la mirada, le acababa de salvar. Mientras que cada uno se dirigida a su habitación Naruto llamó a Gaara.

-Etto, Gaara, ¿te importa si compartimos cuarto? Es que me acostumbre a dormir con compañía y ya no puedo dormir si estoy solo- preguntó Naruto avergonzado.

-No tengo problema, pero habría que compartir cama ¿te importa?-

-Para nada- dijo un sonriente Naruto.

Ambos se dirigieron al cuarto de Gaara que estaba arriba del todo.

-Naru, ¿tienes pijama?-

-La verdad es que si tenes una remara larga para prestarme sería ideal-

Gaara revolvió su ropero hasta que encontró una remara de manga corta negra bastante larga, se lanzó a Naruto.

-Puedes cambiarte en el baño- dijo Gaara apuntando una puerta.
Naruto asintió y entró al baño, desato el Kimono y lo dejo caer por sus hombros. Se miro en el espejo definitivamente cuanto más años pasaban su figura era cada vez mas femenina. Saco la idea de su cabeza y se colocó la remera entregada por Gaara. Le llegaba casi hasta las rodillas, era bastante cómoda y la mejor parte olía al pelirrojo.
Salió del cuarto y se deleitó con la escena frente a sus ojos, Gaara se encontraba tirado en la cama, boca arriba, sin remera con unos pantalones holgados y una almohada cubriendo su rostro.

Cuando este escuchó la puerta abrirse retiró la almohada de su cara para hacer lo mismo que el rubio, devorar a la persona en frente a él con la mirada. Y es que un Naruto, despeinado y en boxer y camiseta no se veía todos los días. Además antes por las botas no había podido ver sus piernas tan bien marcadas ni sus brazos ya que estos eran cubiertos por las mangas.

Gaara golpeo el colchón invitando a Naruto a acostarse, este accedió gustosamente y se metió debajo de las sabanas.

-Buenas noches Gaara- dijo Naruto sonriendo.

-Buenas noches Naru- dijo Gaara con una voz tranquila, que hizo estremecer el interior de Naruto.