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Nick

Pasé mis manos por mi cabello como quinta o sexta vez en una hora.

Joder, estaba nervioso.

No sé que carajos había pasado con mi valentía, con mi espontaneidad, con toda la puta confianza que tenía en mi mismo.

Parecía una gallina o uno de esos perros que tiemblan y se hacen pis encima. Estaba más que nervioso, no sabía cómo reaccionar ni tampoco como actuar.

Yo solo quería plantarle un beso a Amanda y que todo volviera a la normalidad. Que Kate, que Theo, que todos nuestros problemas desaparecieran y que fuéramos nosotros dos.

Como siempre.

Solté un suspiro mientras colocaba la alarma del auto y caminaba hasta estar al lado de Amanda, apreciando la vista que teníamos al frente de nosotros e hice un movimiento con mi cabeza para que empezáramos a caminar hasta la entrada.

Porque no tenía el coraje de tomar su mano y entrelazar mis dedos con los suyos, porque no sabía si ella le picaba sus manos como a mí.

Porque había perdido mi magia de saber que era lo que estaba pensando ella.

— Que hermoso lugar. — dijo ella sonriendo observando todo lo que había en el parque. Sonreí feliz. Este parque de diversiones era su favorito, aquí estaba pensando en traerla aquel día y pedirle que fuera mi esposa, pero no pudo ser.

Porque todo se descontroló desde ese momento.

Yo solo me limité a sonreír y pensar por dentro, que mi chica todavía seguía estando. Solo tenía que saber buscarla para poder encontrarla.

—Dos boletos. — dije al hombre que estaba en una cabina encerrado en la entrada del parque. El hombre asintió y cortó dos tickets, me los entregó y yo pagué. — Gracias. — murmuré caminando hacia donde estaba Amanda.

—¿Porqué me trajiste hasta este lugar? — preguntó ella confundida mientras caminábamos adentrándonos en el parque. Había muchas personas a pesar de que era de madrugada. La miré de reojo pero no pude decirle nada. No podía.

—Quiero mostrarte algo. — murmuré dirigiéndome hasta la rueda de la fortuna. — ¿Quieres subir? Prometo explicarte todo, pero...ven conmigo. — estiré mi mano, dejando todo en manos del destino y de mi suerte.

Esta noche tenía que ser yo.

Y tenía que explicarle todo. Estaba cansado de fingir, de esperar sentado a que ella recuperara la memoria. Estaba cansado de no poder besarla cuando yo quisiera y extrañaba sus abrazos que me indicaban que todo estaba bien.

La extrañaba. Y mucho.

Subimos a nuestros asientos y abrochamos el cinturón de seguridad. Tomé una gran cantidad de aire, armandome de valor. La rueda empezó a moverse, pero mis labios estaban estáticos, no tenían ninguna intención de hablar.

Vamos, Nick. Habla.

Joder, Nick. Mandy te está mirando, pareces un idiota abriendo y cerrando tu boca. Habla, joder.

Aclaré mi garganta y abrí mi boca para empezar a hablar.

—Yo... yo quiero decirte, solo... yo... — nada, no me salía nada. Parecía un idiota. Y tenía poco tiempo para explicar todo, estábamos subiendo a la parte más alta de la rueda y yo no había hecho nada para hablar.

Mandy tomó de mis manos y le dio un suave apretón, miró a mis ojos y sonrió. Y yo me sentí desfallecer, había extraño tanto esa mirada que podía ponerme a llorar en estos momentos.

Como amaba a esta mujer, joder. Ella era una luz en mi vida, una esperanza y que me llenaba de amor todos los días.

Extrañaba a mi amiga, porque a pesar de que la amaba con todo mi corazón, éramos amigos, porque nos contábamos todo, no teníamos secretos entre nosotros. Podíamos confiar en cada uno y sabíamos que si teníamos algún problema, el otro iba a estar para apoyarte.

Así eramos nosotros. Nos amábamos tanto, que éramos pareja, amigos, confidentes y casi prometidos.

Solo nos faltaba ser padres y completabamos la lista.

—Traquilo, Nick. Sabes que puedes decirme lo que sientes, respira hondo y habla. Yo te escucho. — tomé aire, ella siempre me decía eso cuando sentía que yo estaba mal. Sonreí y apreté sus manos.

— Hubo un tiempo, en que tu y yo tuvimos una historia. — empecé a decir. Miré hacia adelante y me concentré en la vista que teníamos al frente de nosotros. Amanda hizo lo mismo, pero ella estaba atenta a lo que decía. — Un tiempo que te amaba con locura, que vivíamos juntos y, que en este mismo lugar, íbamos a empezar una historia pero casados.

>> Pero de un momento a otro, todo se descontroló. Nuestras vidas se separaron, y caí en un pozo que no tenía fondo, pues... no sabía en qué momento ibas a despertar. — ahora sí miré a sus ojos y me sorprendí al verla llorando. Llevé mis manos a su rostro y con mis pulgares saqué todo rastro de lágrimas. — Me perdí, te perdí y no sé en dónde me encuentro. Sigo estando perdido, porque tú también lo estás. Porque no encuentras tu camino y yo tampoco. Porque somos uno. Porque te amo y me duele que no puedas recordarme, que no recuerdes todo lo que hemos pasado, que te hayas olvidado cuanto te amo.

Miré a sus hermosos ojos y sonreí de costado, sintiendo que todo mi dolor, se acumulaba en un nudo en garganta.

—No quiero que llores, porque no es tu culpa. Es algo que nos sucedió a ambos y que tenemos que saber como seguir en este camino lleno de curvas. — solté un suspiro mientras seguíamos sentados en aquella rueda. Relamí mis labios y bajé la vista hacia los suyos.

Que ganas de besarla.

—Nick, perdón.— tapó su rostro mientras sollozaba. Sus hombros empezaron a sacudirse indicando que estaba llorando. Solté un suspiro mientras la atraía hacia mi y la abrazaba. — Siento que estoy perdida, que todo en mi vida desapareció por completo y que todo es una farsa. — su voz se escucha entrecortada y estaba conteniendo todo dentro de mí para no empezar a llorar.

Lloraria luego  cuando estuviera solo en casa.

—No hay nada que perdonar, amor. — murmuré pasando de arriba a abajo mis manos por su espalda. Solté un suspiro sintiendo como se acomodaba en mi pecho, sonreí internamente tratando de pensar en que ella si quería recordarme. — Necesitaba decirte todo esto porque no soporté estar a tu lado como si nada, siendo que lo éramos todo. Porque te amo y necesito demostrartelo — tomé aire y dejé un beso en su cabeza —  , porque no estás sola y nunca lo estarás.

Ella alzó su cabeza, pero antes de que pudiera decir algo, sentí sus labios sobre los míos.

Me quedé sorprendido por un momento, pero salí de mi sorpresa y la besé por completo. Tomé su rostro con mis manos y ella pasó sus brazos por encima de mis hombros, llevándome con ella. Besé sus labios como si no hubiera un mañana, porque la extrañaba. Y porque anhelaba volver a besarla.

Le pedí permiso para entrar a su boca y poder besarla como correspondía. Ella entrelazó y nos unió a un más. La besé como si fuera un sueño y en cualquier momento me despertaría.

—Yo también siento que te amo, Nick.— susurró en mis labios mientras nos separamos. — Pero no te recuerdo... y eso me hace daño, porque mi corazón me dice que te pertenece, que aún seguimos teniendo una historia.

Sonreí mirando sus hermosos ojos apoyando mi frente en la suya y cerrando mis ojos.

— Me alegra saber, que al menos tu corazón me recuerde. — susurré.

Solo esperaba el día que ella me recordara por sí sola y no porque alguien le diga todo lo que había pasado.

Paciencia.  Paciencia, Nick.

Mandy me recordará algún día.

¡¡¡HOLA GENTE BEIA!!!  ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!

Espero que la pasen hermoso en este día junto con sus familias. ¡Que el 2021 traiga muchas lecturas y amores literarios!

Este capítulo lo tenía hace mucho escrito y le faltaban algunas cositas para terminarlo. Les traigo este cap que tanta información tiene para que terminen el año como corresponde, con mucho amor.

Nick ya le dijo todo a Amanda ¿podrá ella recordar todo? ¿Seguirá amando a Nick o todo lo que tenían ya se perdió?

¿Qué piensan ustedes? ¿Cómo terminará esta historia?

Ya nos acercamos a la etapa final, este capitulo indica que ya le quedan pocos capítulos a esta historia para terminarla ¡Qué emoción! Espero que les haya gustado el cap.

Nos leemos pronto.

Un abrazo gigante.

TheRoseWhithe ♥️