Tras recibir las instrucciones del señor Morris volví a casa donde me esperaba Shelby impaciente porque le contara cómo me había ido.

-¿Y has aceptado el puesto?- cuestionó ayudándome a recoger las tazas de té que nos habíamos servido hace un rato.

-Sí- le confirmé-. Y si lo hago bien puede que me den un puesto permanente.

-Pero tu adoras la enseñanza- me contestó triste.

-Tu lo que quieres es que me quede para ayudarte a controlar a las niñas- puntualicé para hacerla reír, y que por suerte conseguí.

-Es que no sé cómo lo haces. Esas niñas te adoran- señaló intrigada por saber cual era mi secreto.

Lo cierto, es que no había ningún secreto, simplemente escuchaba su opinión durante mis clases y nunca las juzgaba.

-¿Y tú no vas a ir a la playa?- le pregunté extrañada porque mi amiga siguiera todavía en el pueblo.

-No- respondió decepcionada-. Resulta que todo el mundo está empeñado en que habrá otra guerra y prefieren estar preparados.

Yo realmente temía que estallara otra guerra, pues aquel iba a ser un claro indicativo de que el ser humano tendría a cometer los mismos errores del pasado.

-¿Cuándo tienes que irte?- preguntó mi amiga intentando cambiar de tema.

-Mañana- contesté-. Ya tengo listo el equipaje y te escribiré un carta cuando pueda.

-¿Es que en esa isla no va a haber un teléfono?

-Seguro que lo habrá, pero yo prefiero las cartas- respondí.

-Eres una romántica- señaló Shelby y es que por mucho que se empeñaba en que fuera a la moda como lo hacía ella, yo nunca podría tener su misma personalidad.

En cuanto Shelby se fue a su casa, yo me dispuse a subir al dormitorio para comprobar que no me faltara nada pero nada más mirar encima de la cama me di cuenta de que había un bañador de color rojo con una nota encima.

Para cuando te bañes en el mar o para lo que pueda surgir.

XO Shelby

-Eres incorreglible Shelby- susurré con una sonrisa.

La adoraba, pero a veces era una mujer imposible y por no ser desagradecida con ella, decidí guardar el traje de baño en la maleta para después ponerme el camisón y meterme en la cama, ya que me esperaría un día muy largo.

"No sé lo que me deparará cuando llegue a la isla, sólo espero que pueda superar mis miedos de una vez"