Capítulo 16
-¡Señorita Maywood!- gritó alguien a lo lejos.
Yo era incapaz de moverme y tampoco quería dejar solo al general.
-¡¿Qué ha ocurrido?!- preguntó Blore angustiado.
-¿Te encuentras bien, Kate?- cuestionó esta vez Philip mientras examinaba si tenía alguna herida.
"Es la primera vez que me llama por mi nombre"
-Ya no podía más- susurré-. Quería dejarlo todo, pero el general me vio meterme en el agua y me salvó.
-Le ha dado un infarto- sentenció Blore inclinándose ante el cuerpo del general.
-Tenemos que llevarla adentro- señaló Philip a la vez que me ayudaba a levantarme.
-Luego vendremos por él.
Al llegar a la casa, el resto de los invitados quisieron saber lo que había pasado, pero al ver que yo era incapaz de explicar nada, Blore relató lo ocurrido.
-Rogers- llamó la señora Brent-. Prepare un té para la señorita Maywood. Le ayudara a calmar los nervios.
-Sí, señora- dijo el señor Rogers antes de que ambos me llevaran hasta la cocina mientras los hombres iban a buscar el cadáver del general.
Tras preparar el té para la señora Brent y para mí, Rogers anunció que iría con el resto de los invitados para ayudarles.
-No se martirice tanto, señorita Maywood- habló la señora Brent sin que le importaran mis sentimientos-. La muerte forma parte de la vida.
-Él me salvó la vida y murió por mi culpa- sollocé.
-Si le soy sincera, el general no debió salvarla.
La miré fijamente y por la expresión de mi rostro, volvió a hablar pero sin excusarse de lo que acababa de decirme.
-Es mi opinión, señorita Maywood, las personas deben cumplir con su obligación en la vida y querer abandonarla me parece un acto de lo más egoísta.
"Me pregunto que tipo de acto hizo usted para que alguien la acuse de asesinato"
-Sé lo que está pensando- dijo sin mirarme-. Quiere saber si yo cumplí con mi obligación y la respuesta es sí.
-¿Y por qué no dijo nada anoche?
-Porque no era un tema apto para los caballeros.
Noté que la señora Brent se sentía un poco incómoda al ver mi interés por saber lo que hizo, pero en vez de marcharse y dejarme con la intriga, decidió relatar su historia.
-Beatrice Taylor era una niña de la guerra, sus padres no tenían dinero para enviarla a la escuela por lo que decidieron que yo la educara para que aprendiera a servir en una casa. Era una chica decente, limpia y correcta como se esperaba de chicas como ella, pero un día descubrí que se había quedado embarazada.
"Pobre chica"
-Me suplicó que la ayudara y por supuesto yo me negué a hacerlo- dijo aquello con una calma que de no ser por el shock que acababa de sufrir, le habría dicho a la cara lo hipócrita que era.
-¿Qué le pasó después?
-Se tiró a las vías del tren.
"Dios santo"
-Hasta fue noticia en el periódico local y decidieron pintar la historia como sensiblera y sensacionalista.
"No tiene ni las más mínima pizca de humanidad"
En cuanto terminó de relatarme su historia abandonó la habitación con la excusa de que deseaba dar un paseo mientras me dejaba terminarme el té.
Nada más terminar mi bebida me dirigí hacia el comedor y en cuanto posé la mirada hacia la mesa me fijé en que ahora había siete figuras.
"¿Quién demonios está moviendo las figuras?"
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