Ve como todos los amigos de su hermano ingresan a la casa y suspira volviendo su atención al celular. No había nada interesante ahí, solo el inicio de instagram por el cual bajaba mirando foto tras foto de personas que no recordaba que seguía.

Recordó que su hermano le había dicho que probablemente le tocaría compartir su habitación o sederla porque algunos de sus amigos se quedarían a alojar, hizo una mueca y rogó por que se tratase de alguno de los más cercanos, porque en realidad era a los únicos que les recordaba el rostro. Eran frecuentes, eran casi parte de la casa, eran entretenidos y también le prestaban algo de su atención a él. A Jimin le gustaba obtener atención. En especial del pelinegro.

-Hola, Jimin-ah -lo saludó Hansol, el menor sonrió devolviéndole el saludo con un movimiento simple de mano y siguió viendo fotos en instagram.

-Jiminie, ¿puedes traer la bebida? -le pidió su hermano de pronto, sobresaltándolo un poco. Asintió y se levantó del sofá con pereza, caminó hasta la cocina y se quedó de pie observando al chico pelinegro que engullía un pan con jamón apoyado contra la encimera.

-Oh, pequeño Park, ¿Qué tal? -lo saludó cuando notó su presencia y terminó de tragar, sonriéndole al menor.

-Hola, Yoongi hyung -murmuró acercándose a él para levantar la bebida que se encontraba a su lado-, ¿Tenía hambre?

-Un poco, ya sabes -se encogió de hombros-, tuve prácticas antes de venir aquí -explicó volviendo a morder el pan, Jimin sonrió ligeramente.

-Ajá -dijo y salió de la cocina para llevarle la bebida a su hermano.

Cuando la fiesta terminó, aún quedaban cinco chicos dando vueltas en casa, entonces fue cuando Jihyun volteó a ver a Jimin para avisarle con la mirada lo que significaba eso. El menor asintió sin prestarle real atención y respondió un mensaje que llevaba en su barra de notificaciones todo el día.

-Nosotros nos quedaremos en los sillones, todavía no tenemos sueño y queremos jugar un par de partidas -explicó Hansol alzando su celular, el otro chico, Jaebum, asintió ya acomodado en uno de los sofá, Jihyun le restó importancia y volteó a ver a los dos restantes.

-Supongo que yo iré contigo -murmuró Namjoon dándole a entender que era lo obvio, porque era uno de sus mejores amigos ¿Cómo podía dejarlo a la deriva por ahí?

-Entonces si tú vienes conmigo... Yoongi, ¿te molesta compartir habitación con Jimin? -Jimin dejó de teclear y frunció el ceño cuando su corazón se sintió emocionado de tener a Yoongi en su habitación.

-Me da igual -murmuró metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón. Por dentro moría de felicidad, pero su felicidad interna jamás ers demostrada.

-Bien, entonces buenas noches a todos. Vamos Nam -entraron ambos a la habitación del mayor de los Park y Yoongi volteó a ver al pequeño acurrucado en uno de los sillones, con la vista fija en la pantalla de su celular.

-Hey, pequeño Park, vamos -llamó. El menor se levantó y lo guió, le prestó una sudadera y le dio a elegir uno de los lados de su cama.

Al día siguiente Jimin tenía que ir a clases y se encontraba conversando con su mejor amigo mientras picaban trocitos de fruta.

-¿Supiste que hay un chico gay en el colegio? -murmuró antes de comer un trozo de manzana.

-¿Y? ¿Que tiene que sea gay? -preguntó agarrando su celular para contestar un par de mensajes.

-No tiene nada, no me molesta. Pero todos lo estaban rumoreando, también quise comentarlo

-Pues ya está entonces -dijo sin despegar la vista de su celular.

-¿Qué harías si se te declara un chico? -preguntó de pronto con curiosidad, Jimin alzó su mirada un segundo, antes de seguir con lo que hacía en su celular mientras meditaba la pregunta.

-Supongo que depende del chico

-¿Qué tal Taehyung? -automáticamente la nariz de Jimim se arrugó.

-Ugh, no. Es lindo y todo, pero no dejaría a las chicas por alguien como él -negó repetidas veces con la cabeza.

-Mmm, ¿Y qué tal Wonwoo? -Jimin miró al alto rubio que reía junto a Seungcheol, era bastante guapo.

-Puede ser que lo dejaría darme un beso, solo tal vez -se encogió de hombros, Jungkook asintió, e iba a seguir preguntando por los demás chicos que se le comenzaban a ocurrir, pero entró el profesor y no los dejó continuar.

Una vez en casa, Jimin se preparó un poco de ramen y comió mientras esperaba a que su hermano llegase. Alguien tocó la puerta en ese momento, mientras sorbía los fideos con afán.

-¡Un mommnfjdskto! -gritó con los fideos calientes en su boca, masticando mientras se ponía de pie y avanzaba hacia la puerta. Abrió y se quedó paralizado un instante mirando fijamente al chico pelinegro frente a él.  Tenía sus mejillas llenas de comida, algo coloradas, y parpadeaba sin saber qué hacer.

-Hola, pequeño Park, ¿te importa si paso? -asintió mientras trataba,con mucho esfuerzo, de tragar los fideos-. ¿Jihyun aún no llega? -preguntó una vez dentro, notando que la casa se encontraba sola, a excepción de Jimin.

-No -murmuró cuando terminó de comer, miró a lo lejos su olla con ramen. Había perdido el apetito de pura vergüenza y lo peor de todo era que no sabía porqué tenía tanta vergüenza si solo se trataba de Yoongi, el amigo de su hermano.

-Ah, lamento la interrupción entonces -dijo mirando la olla humeante sobre la mesa.

-No, está bien. De todas formas ya terminé -Yoongi lo miró con una ceja alzada.

-Jimin, te queda más de la mitad aún -su tono era de obviedad, el menor negó rápidamente y corrió hacia la olla para taparla y esconderla-. ¿De verdad no piensas seguir comiendo? ¿Comiste algo hoy antes?

-No comí, pero déjelo así hyung. No tengo hambre -el mayor se acercó a él y lo observó a una corta distancia, logrando sonrojar a Jimin.

-Vamos, come algo. Si quieres como contigo -ofreció, al menor le brillaron los ojos y asintió en silencio volviendo a destapar la olla, buscó otro par de palillos, se los ofreció al mayor y juntos comenzaron a comer.

Al día siguiente, para la hora del almuerzo, Jungkook abrió su paquete de galletas y se comió una antes de hablar.

-¿Y qué tal si Hyuk hyung te roba un beso? -preguntó con entusiasmo, Jimin volteó a verlo y soltó una risa antes de contestar.

-¿Qué voy a hacer? Si es un beso robado -le robó una galleta a su amigo y la mordió sin quitarle la mirada de encima a Jungkook.

-Quizá eres gay, Jiminie -Jimin se atoró con un trozo de galleta y frunció el ceño.

-¿De qué hablas? Solo porque no esté en contra no significa que debas tacharme con una etiqueta -se quejó.

-Está bien, cálmate. Yo solo decía -frunció los labios y siguió comiendo en silencio.

Una vez en casa, Jimin corrió a su habitación y grande fue su sorpresa al pillar a Jihyun conversando con Yoongi, ¿por qué en su habitación? Era raro.

-Eh... ¿Hola? -saludó mientras fruncía lentamente su ceño.

-Ah, Jiminie -su hermano se puso de pie algo nervioso y caminó hasta él, le acarició el cabello y pasó por su lado-, iré a buscar algo de té

-¿Bien? -murmuró girándose a verlo, luego volteó de vuelta a mirar a Yoongi- ¿Qué hacían en mi habitación? -preguntó con curiosidad y cierta molestia, no le gustaba que acecharan su espacio.

-Solo conversábamos... y Jihyun quiso mostrarme algunas de tus fotos -explicó, Jimin arrugó más el entrecejo y se acercó hasta él para enfrentarlo.

-Son mis cosas, es mí habitación. Usted puede simpatizarme mucho, pero no tiene derecho de meterse aquí. Jihyun hyung tampoco debería -dijo quitándole un par de fotos que el mayor tenía aún en sus manos. Con la mirada le indicó al mayor que se retirase y lo siguió con la mirada hasta que desapareció por su puerta.

-¿Y qué tal si perdieras tu virginidad con un chico? -Jimin miró fijamente a Jungkook y bufó.

-Ya basta con el temita, Kookie -gruñó, seguía molesto por la escena en su habitación. Y la verdad, estaba irritable porque le había hablado feo a Yoongi.

-Yah, pero déjame preguntar la última. Para quitarme las dudas -pidió, Jimin rodó los ojos y asintió.

-Bien.

-¿Y qué tal si le gustaras a Yoongi hyung? Es que vino hace una semana a preguntarme por ti, si comías bien, si te veías feliz, si no te habías quejado de ciertas cosas y, no sé. Tengo la duda desde entonces -Jimin se quedó el silencio mirando hacia el suelo.

¿Y qué tal si a Jimin le gustaba Yoongi?

La pregunta que asaltó su mente lo siguió a casa y se mantuvo ahí queriendo ser resuelta. Por eso, cuando Jihyun llegó a casa junto a Namjoon y Yoongi, Jimin quiso golpear su cabeza contra la pared repetidas veces. Pero mantuvo la compostura de adolescente de dieciséis años cuerdo y tranquilo.

-Hola, Jiminie -lo saludó Namjoon, el menor le sonrió y lo saludó de vuelta con un movimiento de mano.

-Jimin, vamos a hacer un trabajo, ¿puedes prepararnos algo de fruta? Por favor -pidió su hermano, en general no se saludaban mucho porque ambos estaban demasiado acostumbrados a la presencia del otro. Jimin asintió y caminó hacia la cocina, evitando el saludo del segundo invitado.

Se encontraba picando una manzana en cubitos cuando la figura de Yoongi apareció a su lado, haciéndolo saltar del susto y detener lo que hacía para poner una mano sobre su pecho y sentir los acelerados latidos de su corazón.

-¡Yoongi hyung! -gruñó a modo de protesta, el mayor rió suavecito.

-Vine a ayudarte, perdón si te asusté -Jimin asintió sintiéndose nervioso, sus mejillas se colorearon de rojo y le tendió al mayor el cuchillo que estaba usando para que él siguiese cortando la fruta.

-¿De qué es el trabajo que están haciendo? -preguntó para matar aquel silencio que los envolvía, admiró como las masculinas manos de Yoongi trabajaban y como las lineas de expresión se marcaban en su rostro mientras hacía ruídos con su boca.

-Mmh... -terminó con la manzana y cogió una naranja-. Es un proyecto biodegradable, o algo así -fue su vaga respuesta antes de comenzar a pelar la fruta.

-Hyung, ¿no se aburre de venir aquí todos los días? -murmuró cuando la fuente estuvo lista y llena de fruta picada. Yoongi volteó a verlo entonces y negó con la cabeza.

-Eres muy lindo, jamás podría aburrirme de venir a verte -Jimin no supo qué decir al respecto, sintió su rostro arder y comenzó a abrir y cerrar la boca sin articular palabra alguna.

-¿No venías para ver a Jihyun hyung? -preguntó en un hilo de voz cuando Yoongi le dio la espalda para llevarse la fruta.

-Al inicio sí, después de todo es mi amigo. Pero cuando te descubrí a ti... -no continuó la frase y comenzó a caminar con la fuente entre sus manos. Jimin lo siguió rápidamente y caminó en silencio detrás de él, asujetando la orilla de su camiseta negra.

-Deja que yo la cargue, hyung -pidió antes de que entrasen a la habitación del hermano mayor. Yoongi asintió y se la entregó, entonces abrió la puerta y entró diciéndole a Jihyun lo genial que era Jimin cortando frutas.

-Creo que me gusta Yoongi hyung -murmuró Jimin mirando a su amigo, esperando por alguna sobrereacción, pero lo único que obtuvo fue una sonrisa silenciosa.

-Yo tenía razón. Eres gay, Jiminie -dijo un momento después, con aires de autosuficiencia. Jimin rió con ganas y cambiaron de tema para centrarse en la semana de exámenes que se les venía.

Llegó a su casa y la verdad no se esperaba ver a Yoongi afuera de esta, tocándo la puerta repetidas veces.

-¿Hyung? -lo llamó a unos pasos de él, el mayor volteó a verlo algo avergonzado-, ¿No está Jihyun hyung aún?

-No, él se quedó en la universidad. Vine a verte... pensé que me estabas evitando -Jimin lo miró en silencio y se acercó a él mientras sacaba sus llaves, abrió la puerta e invitó al mayor a pasar.

-¿Por qué quería verme? -preguntó mientras se quitaba la chaqueta y la dejaba junto a su mochila.

-Solo porque sí -respondió caminando cauteloso hasta el menor.

-¿Por qué es tan lindo conmigo? -se miraron fijamente y en silencio. Ambos tenías un rubor leve en sus mejillas. Jimin de pronto sentía que la situación no lo dejaba siquiera respirar, cerró los ojos simplemente porque sí y grande fue su sorpresa cuando sintió algo suave chocar contra su mejilla. Abrió los ojos y pudo ver al mayor acercándose nuevamente para depositar un beso esta vez en su frente.

-¿Y qué tal si me dejas besarte más? -tragó saliva al escucharlo y asintió en silencio volviendo a cerrar sus ojos cuando vio a Yoongi acercarse, cuando sintió sus grandes manos acaparar sus mejillas.

La suavidad de los labios de Yoongi era tal que hizo a Jimin suspirar apenas tocó sus propios labios. Comenzó a moverse lentamente, Jimin lo seguía con vergüenza, sus bocas se acoplaron fácilmente y el gusto a dulce de los labios del menor estaba volviendo loco a Yoongi.

Ninguno de los dos resistió el envolver sus lenguas y Jimin tuvo que sostenerse de los antebrazos del mayor porque sus piernas comenzaron a temblar de lo nervioso, feliz y extaciado que se sentía por estar besándose con Yoongi. Se separaron lentamente solo para poder mirarse, porque si de ellos dependiese, se besarían cada segundo de vida que les restaba.

-Me gustas demasiado, y odio mucho que seas aún menor de edad -confesó entonces, poniendo aún más colorado a Jimin.

-También me gusta  mucho, hyung -murmuró cerrando los ojos cuando fue nuevamente besado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top