Y tiempo atras

Capitulo 10  Y Tiempo atrás
“Según mi forma de verlo…. Esto fue lo que paso”
Un mes antes
No recuerdo muy bien ese día, solo recuerdo que era muy por la mañana en días laborales, me dirigía a mi negocio, un pequeño taller en el centro de la ciudad. Después de tomar mi café, aborde el auto dispuesto a empezar otro  largo día con las maquinas.
El trayecto fue tranquilo, el trafico habitual y uno que otro idiota a exceso de velocidad. Alrededor de las 6:00 am llegue a mi taller, la calle aún se veía sola. Entre por la bodega ya que no abro hasta las 8:00 am.
Me senté en mi sofá, si tengo uno en la oficina, quería dormir un poco antes de abrir pero un fuerte sonido al frente de mi local me levanto de inmediato. Corrí hacia el lugar del estridente sonido, un coche a juzgar por el impacto y los sonidos, levante la cortina de metal de un fuerte empujón hacia arriba.
Una mujer loca choco contra el poste de electricidad, el auto estaba hecho un desastre y humeaba intensamente, sin mencionar que el sujeto entre el poste y el auto estaba partido por la mitad y aun se movía, intentaba alcanzar a la mujer en el auto.  Me acerque a ella, estaba inconsciente. Toque su cuello… muerta… el impacto la mato.
-Hora de la muerte 7:15 am – dije en voz alta, me acerque al sujeto, probablemente lo pueda ayudar.
-Oye, hermano ¿estás bien? – toque su espalda y violentamente me jalo el antebrazo, estrujándolo con su mano totalmente ensangrentada y desgarrada, la piel le colgaba, cuando vi su rostro, me perturbo, la mandíbula desencajada y toda esa sangre en su rostro, me zafé de inmediato y corrí dentro del taller.
Tome el teléfono para llamar a la policía, pero las líneas estaban saturadas. Me tome un respiro, tomé las llaves de mi Cadillac rojo y apresuradamente Salí del taller y tome la carretera rumbo al centro de la ciudad. Las calles principales estaban saturadas así que decidí la ruta no convencional y me adentre por los callejones y barrios peligrosos. Cuando llegue a la plaza central, todo era un caos. Choques de autos por doquier y las personas atacan doce entre sí.
-Hey amigo, sal del auto – un tipo alterado golpeaba la ventana de mi auto – sal… sal – gritaba una y otra vez y más personas se dejaron ir encima de mi auto. Acelere a fondo dejando a las personas escandalosas atrás. Divise un retén de camino al puente que une varias ciudades entre sí, era una locura. Los militares disparaban a un grupo de locos que atacaban a otras personas.
De camino a la salida me detuve en un mini Marquet tome mi mochila, mi teléfono, las llaves y una barra de metal que traía en el auto, la gente estaba vuelta loca, estaban robando la tienda.
Claramente no podía razonar con ellos. Entre decidido. Buscar provisiones, comida, agua embotellada y una lámpara y muy importante soda en lata. Tome lo que cupo en mi mochila, iba a salir corriendo pero los gritos de una chica en peligro me detuvieron.
En la esquina junto a los licores un tipo gordo y feo intentaba propasarse con una jovencita. De un golpe se lo saque de encima.
-Gra… gracias – dijo llorando.
-Vamos, tenemos que irnos – la levante tomándola del brazo - ¿Dónde están tus padres?
-Estoy… sola… creo que murieron – dijo de sopetón.
-¿Y a dónde vas?
-Puedo ir contigo, no tengo a nadie – me suplico.
-Si te retrasas  me voy, debes seguirme el paso… ¿Cuál es tu nombre?
-Keimi… Soy de gyojin.
-Muy bien Keimi de gyojin, toma – le entregue la barra de metal – vamos.
Salimos con las provisiones, pero los malditos delincuentes se llevaron mi auto.
-Mierda- patee el cofre de un auto cercano lo que hizo sonar la alarma – mierda, mierda – los locos me voltearon a ver y uno que otro se había dejado ir encima mío. Tome la mano de Keimi y corrí lo más rápido que pude.
-Busca algún camión o camioneta – le grite a Keimi. Tras minutos de estar corriendo, divise un camión a lo lejos, un tráiler pack. Subí primero a la chica y me apresure a conducir, afortunadamente las llaves estaban pegadas. Acelere a fondo y no me importo arrollar peatones locos en el camino. Ya lejos del centro en el puente que conectaba la ciudad, desacelere un poco.
-Keimi… ¿Te encuentras bien? – La chica se dejó caer en el asiento del copiloto, resoplo- estoy bien afortunadamente no me tocaron.
Encendí la radio, pero solo se escuchaba estática – Busca alguna señal de radio – le pedí y ella comenzó a buscar en la radio del camión.
Los minutos pasaban y la situación se volvía más tétrica. La radio no generaba ninguna señal así que decidí estacionarme a un lado del camino y quite las manos de la chica de la radio.
-Permíteme – le dije amablemente. Comencé a buscar frecuencias de la policía o del ejército, viejos trucos que aprendí en mis años como mecánico naval. “Esto es una locura” “no podemos con tanta gente infectada” “Este es el comisionado de policía del East Blue, retírense… repito retírense y busquen un refugio, les deseo suerte camaradas, cambio y fuera” Fue lo más deprimente que eh escuchado. Keimi comenzó a sollozar y lágrimas empezaron a rodar por sus ojos.
-Tranquila… todo va a estar bien mientras no te separes de mí…
Conduje el camión despacio, con cuidado de no salirme de control, en el camino había muchos autos chocados, unos muertos y uno que otro psicópata atacando gente.
-No puedo creer todo lo que está pasando – comenté. La chica no dejaba de textear en su móvil.
-Encontré un refugio, unos amigos están ocultos en unos departamentos en el centro ¿Puedes dejarme ahí?
-Si… si no le veo problema.
Nada de lo que pasaba me daba buena espina, el Gobierno no había dicho nada acerca de lo sucedido y cuando iba a acabar tampoco, era algo de dominio público. Solo había que esperar…
Llegamos a donde la niña había indicado, ella se bajó del auto asegurándose de que todo estuviera bien y entro al dichoso edificio.  Espere un rato, encendí un cigarro, mientras decidía que hacer. Apague el cigarro, no suelo fumar a menudo y me quede dormido… 
No supe cuánto tiempo paso, el sonido de disparos y gritos desesperados me levantaron abruptamente. Baje la ventanilla, el humo salió y pude ver como un sinfín de personas salían de ese edificio. Me baje del auto, no podía ver a Keimi, uno de esos tipos locos salió del edificio y lo tumbe de un golpe en la cara, su cráneo se sentía blando le debí haber roto la cara, callo de inmediato al piso.  Segundos después Keimi salió junto con tres niños más. Más problemas.
Tomé a los cuatro niños y los subí a la camioneta y me aleje de ahí lo más rápido que pude.
-¿Qué acaso no hay un maldito lugar seguro? – golpee el volante.
-Vamos Franky, cálmate… No es  momento de ponernos mal – trato de calmarme Keimi.
Acelere lo más  profundo que pude… dejando atrás el bullicio de la ciudad. Pasamos un par de días en el bosque, los cuatro niños me estaban sacando de quicio, Keimi y la pelirosa no dejaban de hablar del tipo pelirojo y el otro no dejaba de verlos con desdén. Deje la camioneta escondida entre las ramas obligando a trabajar a los chicos. 
Tuvimos problemas y la escases de alimentos nos obligó a salir de nuestro “refugio” una cabaña en medio del bosque que pertenecía a mis padres. Mi sorpresa fue que no estaba la camioneta, el Punk pelirojo pegó de gritos y casi inicia un pleito con Drake de no ser por Bonney que los separo… Creó que tiene una relación con Drake pero no los demuestran abiertamente.
Caminamos unas horas en medio del bosque cuando una horda de locos nos atacó, el punk tomó a Bonney entre los brazos y salió corriendo. Drake que venía armado con un mosquete de esgrima y una espada medieval en la espalda comenzó a atacarlos en ese momento, tomé a Keimi y salimos corriendo. Los locos se veían más desagradables, tenían los ojos salidos, las mandíbulas desencajadas, algunos sin brazos, cojeando o arrastrándose y mientras Drake los abatía emitían sonidos desagradables.
Esos gritos helaban mi ser, era una sensación indescriptible, no había sentido esa sensación desde mis días en el ejército. Pasamos los días caminando a ciegas por el bosque hasta que de nueva cuenta llegamos a la ciudad, sobrevivimos una semana en el bosque gracias a Drake y sus conocimientos de cacería. Bonney y su conocimiento de la vegetación y por supuesto mis tácticas militares los únicos que no aportaban lo suficiente eran el Punk y Keimi.
Lo siguiente es cuento viejo, entre el caos de la ciudad, las constantes explosiones de autos y gente loca y personas cuerdas, llegamos a unos edificios departamentales. Una odisea entrar ahí, salían locos por todas partes, en las escaleras por poco perdemos a Bonney, era un hervidero de locos. Nos separamos por un momento, el Punk conmigo y las chicas con Drake.
Fue cuando encontré al enano, tratando de curar gente con mordidas, ayudado por una rubia muy amable que suturaba heridas.  Durante la semana que estuvimos ahí la gente iba i venia, nadie se quedaba a descansar solo curaban sus heridas y pasaban a retirarse, exceptuándonos.
Tan solo dos días después de la última oleada de heridos, los hippies lograron traspasar la barricada construida por Drake  y el Punk. Tomamos a los heridos y cargamos un camión de helados con ellos, los niños entraron en el junto con el mini doctor y  la rubia y así fue  como llegamos aquí.
Mi historia no es muy diferente a las de ustedes yo también estaba en la  escuela y a mí también me dejaron atrás.
Dos semanas antes
Me encontraba en la morgue esa tarde, si, sé que soy muy pequeño para estar en un lugar así, estudiar medicina y disfrutarlo a mis cortos 16 años, pero considerado mi historia personal no es de sorprenderse, un niño que consideran inadaptado social que devora libros de medicina a falta de amigos, todo eso me convirtió en un cerebrito de la medicina.
En fin era un día normal… bueno para mi… estaba en el sótano, la morgue como muchos le llaman. No es mi lugar favorito pero es donde puedo aprender más.
Esa noche me tocaba guardia en el hospital, el cirujano a cargo era un cardiólogo, no recuerdo su nombre, Caesar creo que se llamaba, el hombre llego entusiasmado había encontrado había encontrado un corazón con dextrocardia con situs inversus. Era algo muy raro, casi nunca visto así que sería mi primera cirugía de corazón y sería una operación muy rara.
Me entusiasme mucho, le hice muchos favores al cirujano pero solo logre ver la cirugía. Todo salió perfecto y el medico como era de esperarse me dejo a cargo del paciente.
La noche transcurría normal. Estaba haciendo los informes en la recepción del hospital. Cuando vi a dos enfermeras pasar corriendo, no me extrañó, es un hospital, por dios, todos corren. Lo ms extraño fue escuchar gritos, cosas caer y puertas azotándose, dirigí mi vista al pabellón de cuidados intensivos y un guardia estaba colocando una cadena con un gran candado para cerrarla.
-¡Mi paciente está ahí! – le grite por puro instinto me volteo a ver y al sujeto le faltaba un pedazo de cara… fue espantoso… tomó si pistola y se voló la cabeza, su sesos se impregnaron en los vidrios  de la puerta que había cerrado, de inmediato mi paciente asomo su cara por el vidrio, tallaba desesperadamente la zona manchada de sangre y sesos, me acerque de a poco, en sus suturas un líquido viscoso negro salió y él ya no parecía un ser humano, sus ojos, las pupilas se veían blancas y una espuma blanca salía sin control de su boca. Cuando me vio comenzó a golpear con más fuerza el vidrio atrayendo a los demás pacientes que se veían iguales.
Salí corriendo del lugar… como todos no sabía para donde correr, así que fui a buscar mis cosas a la morgue, tome mi mochila, me percaté de que había cadáveres nuevos… pobres tipos, pensé en acercarme pero las bolsas para cadáveres comenzaron a moverse… mi alma se helo y sentí como la sangre se me iba a mis pies… nunca había sentido tanto terror en mi vida. Cerré la puerta con llave y me deshice de ellas. No mire atrás corrí lo más rápido y lejos que pude del hospital esperando que alguien reportara lo sucedido.
Llegue a mi casa, mi madre no me esperaba en la mañana, ella estaba viendo la televisión, las noticias para ser especifico. Alguien había denunciado el accidente del hospital, un asesino serial comentaron, era obvio que no fue así, era esa tipo rabia que provoco que los pacientes se volvieran locos y comenzaran a atacar a los demás.  
No le comente nada a mi madre, era una persona  de edad mayor y no quería mortificarla. Me abrazo y preparo té. Me sentía muy nervioso, sentía que esa cosa me había seguido, un escalofrió recorría mi cuerpo, la paranoia me había invadido y comencé a llorar desconsoladamente, mi madre entro y sobó mi espalda con ternura… la voy a extrañar.
Me quede dormido, no sé cuánto tiempo en realidad, un plato con emparedados estaba sobre mi escritorio aun no salía el sol o creo que ya se había ocultado. Comí aun desorientado prendí la computadora y busque artículos y noticias relacionados con la rabia en humanos. No encontré nada relacionado con estudios, pero en las noticias mundiales, había una nota del brote de una enfermedad en oriente…. Tenía las características de la rabia y los síntomas se presentaban horas, hasta días después del contagio, decía que era viral, de inmediato pensé en lo cerca que estuve del paciente infectado y corrí a bañarme. Cuando Salí del baño la comida estaba en mi escritorio… tanto había dormido… por un momento me sentí desorientado y me senté a comer, la comida de mi madre me reconforto por un momento cuando termine volví a dormir. Me sentía han cansado, mas metal que físicamente. Creo que me levante a media noche y encendí la computadora, buscaría más noticias o algo que se filtrara por parte del gobierno. Tristemente había demasiados desastres por todo el mundo, la rabia se había extendido y varias pequeñas regiones estaban en cuarentena, militares trataban de contener a los infectados que entraban en un frenesí destruyendo y devorando todo y a todos a su paso.
Salí de la habitación buscado a mi madre, mas no la encontré, en su lugar encontré una nota en el refrigerador:
“cariño perdóname por dejarte solo en casa, soy vieja y solo te retrasaría, sé que puedes salir de esto… no te asustes cuando enfrentes al mundo, busca amigos y vive”
Te ama tu madre.
Aguante las lágrimas, me quede un momento sentado en nuestra sala, contemplando las fotos, saque una de los marcos donde estamos ella y yo solamente, felices, la doble y la guarde en el bolsillo.
Según mi entrenamiento boy scout lo primero a buscar eran provisiones, en una mochila guarde agua y enlatados, un suéter, navaja suiza, lámpara de mano mi taser entre otras cosas básicas.
Deje mis provisiones en la sala y me asome un poco por la ventana que da al balcón, alcance a ver humo saliendo de la ventana del edificio de enfrente. Me daba pánico salir, no sabía que me esperaba afuera.
Salir del edificio fue toda una hazaña los vecinos habían sido infectados y tuve que evitar que me tocaran o respirar su mismo aire, no sabía cómo se daba el contagio así que improvise una mascarilla.
Cuando logre salir de mi vecindario, la calle principal estaba bloqueada por una fila de automóviles, algunos chocados con gente muerta, y otros aun “vivos” pero infectados y otros simplemente abandonados.
Se volvió muy difícil encontrar un refugio nadie me habría las puertas y todos me discriminaban. Los vándalos me robaron un par de cosas, logre conservar mi navaja y algo de comida para llegar a la ciudad, supuse que debía de haber una base militar pero me equivoque, todo era un caos, afortunadamente Conis me abrió las puertas de su casa y comenzamos a ayudar a la gente, llegaban de todos lados, miembros flagelados, a veces con partes de la cara destrozadas y mayormente mordeduras, como pudimos y con lo que teníamos tratábamos de ayudar.
No se quedaban mucho tiempo, eso era una ventaja. No convivíamos mucho con las víctimas de los ataques.    Por las noches no recibíamos a nadie, nos encerrábamos y descansábamos si es que podíamos pegar el ojo.
Estuvimos dos semanas así hasta el día  en el que llego Franky con esos muchachos. Los venia persiguiendo una horda de infectados, Franky atranco la puerta y ordeno que nos calláramos, la chica del cabello rosa nos dijo que teníamos que salir de ahí, que no era seguro, las cosas afuera se había salido de control y Conis & yo aún curábamos a un par de heridos éramos diez personas las que estábamos en un lugar tan pequeño. Afuera, del otro lado de la puerta  se escuchaban gemidos y golpes.
Los dos chicos que venían con Franky buscaron cosas que pudieran usar  como armas, mientras que las chicas levantaban a los heridos, Conis dijo que podríamos salir por la escalera de incendios y eso hicimos, los últimos en bajar fueron el pelirojo y el castaño, ambos con un par de piezas de madera que rompieron de la mesa de Conis, en el trayecto al camión de helados que conducía Franky, esté grito algo así como “Punk rápido tenemos que largarnos de aquí”.
El “Punk” y el castaño subieron al techo del camión y Franky comenzó a conducir en dirección al noreste. Muchos infectados guiados por el sonido del motor del camión nos siguieron, comencé a temblar, los sonidos de los infectados a los costados del camión me ponían los pelos de punta, Franky comenzó a zigzaguear y el camión casi se voltea, arroyo a algunos cuantos y sentí mi alma romperse. Me convertí en médico no para arrollarlos. La pelirosa que iba en el asiento del copiloto grito fuertemente “Gira vamos a chocar” pero fue demasiado tarde, el camión se impactó y por lo menos yo me golpee la cabeza muy duro…
Y pues ahora estoy rodeado de personas que apenas conozco, atrapados en un centro comercial… rodeado de “Zombis”.
Lamentos de la autora:
PERDON POR MI AUSENCIA… sé que eh estado activa en instagram pero mayormente es por mi trabajo. Lo siento mucho en verdad. Ya tengo empezado el siguiente capítulo y prometo no decepcionarlos. No prometo que estará listo pronto pero esta vez no tardare cuatro meses en actualizar.
Lo siento si los eh decepcionado con este capítulo. Pero tenía que meter a estos dos de ya, para comenzar a descubrir algunos misterios de los cuales un amigo mío me ha dado ideas muy buenas.  Me quede sin Beta Reader, por eso eh tardado un poco más en subir este capítulo.
Espero sus bellos y amados comentarios. Saludos, besos y abrazos. Y-Zky.

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