Y los viejos conocidos
Capitulo 6
Ciertamente Mihawk era el actual líder del grupo, los mantenía unidos a pesar de estar separados les había dado una razón para seguir con vida y llegar a sus destinos.
Pero ahora se encontraba entre la "pierna" y la pared. El rubio bien vestido no se tentaba el corazón con él, tenía su pie derecho aplastando el cuello del ambarino, apenas y podía respirar, el rubio permanecía tranquilo pero con furia en sus ojos.
Robín intentaba detener el excesivo sangrado de la nariz de Usopp, provocado por la fuerte patada el desconocido.
-Tienes que calmarte Usopp, si no lo haces no poder ayudarte – decía una robín alterada, Usopp se calmó. Robín rompió un trozo de su larga falda y comenzó a limpiar y contener la hemorragia.
-Que quieren aquí- por primera vez hablo el chico, Mihawk aprovecho para tomar el pie que estaba aplastando su cuello, con ambas manos, si el rubio estaba agresivo él también se pondría agresivo, tomo el pie del talón a la punta, lo separo de su cuello y lo hizo girar, haciendo girar al rubio en el aire, Robín y Usopp estaban asombrados por la fuerza del maestro de historia del arte, el muchacho callo de cara contra el piso, Mihawk se posiciono sobre él colocando una rodilla en la espalda del rubio y la otra en el piso – Mira niño bonito, hemos venido aquí para buscar un medicamento para esa Dama – Señalo a Robín – Es muy urgente, así que te pediré de favor no interfieras – se levantó dirigiéndose a donde Robín y Usopp.
-Adentro... Vamos muévanse, aquí no es seguro – ordeno a robín, levantando a Usopp por el brazo.
Los tres entraron seguidos del Rubio. Una vez dentro el chico digito un código y las puertas comenzaron cerrarse, ventanas también y unas gruesas cortinas de metal grueso bajaron.
-Este es el centro comercial más nuevo y moderno en toda la ciudad, el código que acabo de usar se llama "situación de rehenes" sella por completo la parte exterior, pero deja abierto y disponible todo lo demás... me ha funcionado estos días... lo único que nos separa de esas cosas son esas cortinas y ese aparador de vidrio – señalando una ventana enorme de cristal por la cual se podía ver el exterior.
El desconocido se sentó en una de las bancas y de uno de sus bolsillos saco un paquete de cigarrillos de su pantalón un encendedor, tomo uno de los cigarros mentolados, lo encendió, aspiro tan profundo como si con ello todos sus problemas se ahogaran... lo exhalo – Bien... Adelante... busquen todo lo que necesiten... solo no hagan destrozos.
Robín acompañada por Mihawk se dirigieron a la farmacia en busca del preciado medicamento. Usopp tomo asiento junto al sujeto que anteriormente le había partido la cara.
-¿Cómo llegaste aquí? – soltó de repente el moreno.
-Es una larga y ridícula historia- soltando con la frase algo de humo – Ven, te muestro el lugar – se levantó de su asiento y comenzó a caminar.
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Estuvo largos minutos contemplando las calles pensando la manera menos suicida de buscar a Nami, pero a la mente no le llegaba ninguna, al contrario cada idea nueva era más arriesgada y loca que la anterior.
-¿Y ahora qué hago? – no era su estilo pensar las cosas, él solo las hacía y ya... le había funcionado varias veces a lo largo de su vida.
-Bien... aquí voy – se dejó caer por la escalera rota tratando de hacer el menor ruido posible. Se adentró en el complejo departamental, intentando encontrar a la peliroja. "Donde te habrás metido" pensaba.
Buscaba en todas las viviendas, tal vez estaría escondida, en cada hueco, cada cadáver lo revisaba minuciosamente; era una posibilidad que estuviera muerta, estaba siendo realista.
Pasaron 20 minutos y ya se había cansado, no podía gritar, el gritar significaba Zombis y él no quería eso, paso otra media hora y ya se había desviado mucho de la dirección que Nami le había indicado. Un llanto casi inaudible le dio una luz de esperanza al chico. Corrió en dirección al ruido y cada vez se hacía más y más audible, de pronto esos sollozos se convirtieron en gritos de terror. Luffy acelero el paso, armado solo con sus puños se lanzó a los zombis frente a él, al menos eran unos cuatro. Acertó una patada a uno en el pecho, haciendo lo caer y un puñetazo en la cara a otro arrojándolo lejos de la chica.
-Vamos levántate, tenemos que salir de aquí – tomando del brazo a la chica, levantándola del suelo y llevándola arrastras detrás de él – Vamos corre y deja de llorar... vendrás mal – grito el chico.
Corrieron algunos metros entre viviendas destruidas antes de encontrar un refugio de nuevo en las alturas – Que hacías ahí parada- la regaño el moreno- te pueden comer esas cosas – se cruzó de brazos sentándose en el suelo ... exhausto.
-lo... lo siento – dijo la chica mientras se limpiaba las lágrimas – es solo que... perdí de vista a alguien y ya no supe que hacer.
-Ya somos dos... soy Luffy – le sonrió.
-Vivi Nefertari.
-Bien Vivi... es hora de movernos – se levantó de un salto, sorprendiendo a la chica del cabello azul.
-¿A dónde?
-Necesito encontrar a alguien importante, te llevo hasta tu casa o lo más cercano a eso.
-Bien - Comenzaron a caminar por una calle bien iluminada.
-Oye Luffy... algo está sonando en tus bolsillos.
-Agh – comenzó a rebuscar en sus pantalones, hasta encontrar el móvil. Se detuvo a leer cuidadosamente los mensajes.
-uno es de Ace y otro es de Nami!
-¿Quiénes son esas personas? – se acercó a ver el móvil.
-La chica es a ala que perdí hace unas horas, Ace es mu hermano...
*Texto de Nami:
Luffy sigo viva, pero no gracias a ti, me encontré con un muchacho muy amable, Mihawk me llamó, encontraron un lugar seguro al noroeste de la ciudad, es un centro comercial donde está tu restaurante favorito... El Baratie. Te veo ahí.
*Texto de Ace:
Luffy sigo aquí... Mi abuelo Murió y Marco está muy mal herido, nos atacó un tal barba negra, al parecer algunos tipos se amotinaron en la prisión, la parte noreste está totalmente devastada, continúen hacia el norte, el abuelo Garp movilizo a sus tropas de marinos para sacar sobrevivientes de las calles... es probable que te lo encuentres... ten cuidado.
-Carajo- murmuro – Vivi te llevare conmigo al Baratie, creo que ahí podremos encontrar ayuda para ti.
-Ah, este... sí... claro – La peli azul se veía nerviosa ¿Le confiaría su vida a este extraño? O ¿dejaría que esas criaturas la mataran? Ambas ideas eran suicidas. Luffy emprendió el camino, ya estaba por amanecer y en los tres días que llevaba combatiendo con esas cosas se percató que se movilizaban menos de día - ¿Vienes? – le pregunto a la chica que se encontraba ensimismada en sus pensamientos, ¿Qué le pasaba a esa chica? Se cuestionaba Luffy... se le hacía familiar en algún lugar la había visto, pero lo que más le intrigaba eran las extrañas ropas que vestía y la joyería de oro puro que llevaba.
Se sacó la mochila y la coloco en el piso, saco un poco de comida y un suéter ligero de Nami.
-Quítate las joyas- le ordeno sin siquiera mirarla.
-¡De eso nada! ¡Saldrás huyendo y me dejaras aquí sola! – Grito
-JA JA JA JA JA – Luffy se dejó caer al piso en su ataque de risa – No te preocupes, no soy esa clase de persona, mi abuelo es uno de los marines más importantes, te por seguro que no te asaltare, además prometí ayudarte no puedo abandonarte así como así- le sonrió ampliamente haciendo que la chica de igual manera le sonriera – Anda, ponlas en la mochila y ponte el suéter, así llamaremos menos la atención. Vivi se quitó los brazaletes, aretes y collares que llevaba puestos colocándolos en la mochila de Luffy este se colocó la bolsa y tomando de la mano a Vivi comenzó a caminar.
-Vámonos, tenemos que recorrer un largo camino- ambos caminaron de la mano por las calles infestadas de criaturas... e inseguridad.
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Caminaron de la mano todo el camino en dirección a la casa de Moira, en los planes de la peli rosa jamás había sido contemplado el ayuda a Robín con sus medicamentos y eso era algo que a Zoro le molestaba de sobremanera, como era posible que ella ignorara el dolor y sufrimiento de otra persona y simplemente olvidarlo... suspiro pesadamente – No tolero todo esto-
-¿Qué cosa amor?- ella se detuvo para mirar y acariciar el rostro de Zoro, lo notaba preocupado.
-con todo lo que está pasando, las criaturas, la inseguridad y sobre todo tu actitud.
-¿Mi actitud? ¿Qué hay de malo con ella?
-Eres una malcriada y sobretodo antepones todas tus niñerías ante las necesidades de los demás ¿Cómo es posible que no te importe lo que le sucede a esa mujer?
- Es enserio lo que dices... Tú y yo es lo único que debería importante, como mejores, tanto en posición social como en aptitudes. Por algo fue que sobrevivimos
-ni siquiera escuchas una palabra de lo que te digo, eres una, eres una...
-¡Anda dilo!
-¡Una! – Zoro no podía terminar esa frase, no quería rebajarse al nivel de su novia, suspiro nuevamente se estaba alterando y no quería perder el control como en otras ocasiones. Se dejó caer al suelo bruscamente – olvídalo – se masajeo la sien con desesperación – lo siento.
-No es tan fácil – coloco ambas manos en sus caderas – Dilo – exigió con fuerza.
-No quiero perder la paciencia déjate de...
-¡Que!
Zoro paro en seco la discusión, escucho pasos detrás de él y se levantó lo más rápido que sus piernas le permitieron. Desenvaino una de las dos Katana que llevaba en la cintura – Quédate de tras de mi - la chica acato la orden sin chista, ambos guardaron silencio, solo su respiración se escuchaba.
Perona se abrazó a la espalda de Zoro, el miedo la invadía, después de unos minutos Zoro guardo la Katana y tomo una pose más relajada.
-Estar en medio del bosque en una situación como esta no es una de mis mejores ideas- comento Zoro.
-si seguimos derecho saldremos a la carretera rumbo a la mansión Moira, ya casi salimos del bosque – agrego Perona.
-será mejor avanzar – comenzaron a caminar, pero no dieron ni tres pasos cuando el móvil de Zoro comenzó a sonar. De inmediato dos criaturas salieron de entre los arbustos – ¡CARAJO!... corre Perona.
La persecución comenzó, Perona corría lo más rápido que pudo y Zoro detrás de ella.
-¡Contesta el maldito teléfono!
-¡Carajo! – Buscó el móvil dentro de sus pantalones- ¿Quién llama?... Buen momento Mihawk.
-¡Mihawk! – Reacciono la peli rosa- ¡Dile que venga a buscarnos! – grito con todas sus fuerzas.
-Dime que quieres... nos... persiguen... OK... vamos para... ese lugar- Colgó.
EL peli verde desenvaino las dos Katana y con un movimiento rápido le corto las cabezas a ambas criaturas – Que asco... los cuerpos todavía se mueven.
-Que dijo Mihawk.
-Quiere vernos en el nuevo mal, así que hay que movernos.
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-Debo de ser más cuidadoso – suspiro Mihawk.
-¿A qué se debe ese cambio? Pregunto Robín haciendo pequeños círculos con su dedo índice en el pecho desnudo del ambarino.
-Zoro y Perona estaban siendo perseguidos cuando les hable, debo ser más cuidadoso en ese aspecto- La volteo a ver a los ojos mientras una mano recorría la espalda de Robín, posicionándose en su cintura.
-Eso es algo que no puedes controlar – ojos de halcón torció la boca.
-vamos, duerme necesitas descansar – la abrazo por la cintura posicionando su rostro sobre los pechos de la mujer, ella varazo la cabeza de Mihawk apresándola entre sus brazos.
Era Natural lo que estaba pasando entre los dos, Mihawk veía en ella a una mujer fuerte que no se dejaba vencer, ni por las criaturas ni por una enfermedad. Una persona noble y gentil y sobretodo una mujer muy hermosa, lo único que le preocupaba era que ella viera en el a su marido fallecido. Suspiro pesadamente.
"Disfrútalo todo lo que puedas, no sabes cuándo puedes morir" pensó el para después de quedarse dormido.
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El centro comercial estaba en silencio total, en el área de colchones se encontraban dormidos Robín y Mihawk, Usopp se instaló en el sofá de la oficina de seguridad, era amplia, llena de pantallas que monitoreaban cada rincón del lugar, Sanji se encontraba parado en el centro de la habitación revisando cada pantalla, una llamo su atención, no se veía nada, era solo una vista negra.
-Pero que está pasando ahí- busco la localización de la cámara y con cuchillos en mano se dirigió a paso veloz hacia el lugar, entro con sigilo a la tienda, busco la cámara y para su sorpresa la cámara estaba cubierta por una camisa – con que si- dio unos cuantos pasos más y justo frente a él recostados en el colchón de exhibición enredados entre las sabanas y almohadas se encontraban abrazados Mihawk y Robín, el rubio esbozo una gran sonrisa y como entro así salió del lugar sin ser detectado.
-Los adultos no tienen remedio- de nuevo entro a la oficina de seguridad, Usopp yacía dormido a sus anchas en el pequeño sofá y Sanji se sentó en la silla giratoria a descansar un poco, recargo su brazo en el escritorio y a su vez la barbilla en su mano, cerro sus ojos, descansaría la vista unos minutos. "tengo que pensar la forma de salir de aquí" pensaba "el mall no durara para siempre" por la mente de Sanji pasaban una y mi ideas de los posibles futuros panoramas que le deparaba. Las luces del Mall se apagaron en automático "ya es media noche"... dejo de pensar... su cerebro no aguanto más tiempo despierto, 48hrs sin dormir era demasiado.
Unas luces cegadoras se encendieron por todo el Mall, despertando a los cuatro residentes del lugar.
-¡Me quede dormido!- grito enojado.
-¿Qué hora es? – pregunto Usopp adormilado.
-Las luces se encienden automáticamente deben de ser las seis de la mañana – se recargo en la silla y se dispuso a estirarse.
A los minutos Mihawk entro al cuarto, se le veía agotado y Sanji no tardó en hacerle notar su estado.
-Fue una noche bastante "apasionada" ¿eh?, sí que disfrutaste a la señora- comentaba divertido.
Ojos de halcón se enojó y en un arranque de ira se abalanzo hacia Sanji, sujetándolo por la camisa fuertemente – La Dama está cansada y prefiere dormir- le escupió la frase en la cara – metete en tus propios asuntos "niño bonito" – soltó Sanji dejándolo caer en la silla.
-Relájate... jamás le faltaría el respeto a una mujer... trataba de hablar más contigo, ya sabes por lo que paso en la madrugada... yo lo siento- dijo al fin- ¡Pero no puedo fiarme de cada loco que llega pidiendo ayuda!- de la nada un sonoro golpeteo desesperado empezó a resonar por todo el lugar.
-¿serán criaturas? – pregunto Usopp
-no nos pueden dañar, esto es impenetrable- decía calmado Sanji cuando el estallido de una ventana de cristal se escuchó.
-Mierda- reacciono Mihawk que apresuradamente salió de la habitación de vigilancia en direcciona a la entrada principal, Sanji y Usopp lo siguieron de inmediato.
Llegaron al lugar de donde provenía el ruido y lo primero que vieron fue una linda chica, a Sanji se le acelero el corazón y corrió a auxiliarla.
Los otros dos se fueron deteniendo al ver al chico que entro después de ella.
-Luffy eres un idiota - le regaño Usopp - ¡eres al único que se le ocurre romper una pared de cristal!
- no se supone que eran irrompibles – inquirió Mihawk cobrándose la "bromita" de un rato atrás.
-Bella señorita ¿Se encuentra usted bien?- le pregunto Sanji a Vivi, ignorando por completo el comentario de Mihawk.
-llevaba rato gritando y tengo hambre... me pareció lógico entrar a la fuerza...
-Eres un idiota- gritaron los tres hombres al unísono. Sanji ayudo a Vivi a ponerse de pie, se dirigió a la caja de circuitos y otra vez presiono botones, segundos después una gruesa cortina de metal tapo el acceso que Luffy creo.
-¡Luffy!- se acercó al morocho y ambos se saludaron de mano para después darse un fraternal abrazo – tiempo sin verte hermano.
-¡JA! Si... ¿Ocho meses? – Se rasco la cabeza, Usopp abrió la boca desmesuradamente- ¿u... u... u... ustedes son hermanos?
-no, solo buenos amigos- rio Luffy- ¿no estabas en la marina Sanji?
-si pero no funciono y regrese al Baratie.
-¡Donde esta Nami!- Grito Mihawk. Tratando de que todos volvieran a la realidad.
-Nami – el corazón de Sanji latió desbordado al escuchar su nombre, su peliroja adorada estaba cerca.
-La perdí de vista... nos separamos – misiono Luffy totalmente despistado- Pero me encontré con ella.
El corazón de todos se detuvo ¿Dónde se había perdido Nami? ¿Estaría con vida?
-Cuando la llame pensé que estabas con ella – se sobo la sien Mihawk- Todo se complica...
-Otra vez- añadió Usopp.
-oye Sanji – sonrió Luffy- porque no nos preparas ese famoso platillo tuyo- Sanji se acercó a él y paso un brazo detrás de la espalda de Luffy – esperaba escuchar eso de ti, mi viejo amigo – emprendieron el camino hacia el restaurante.
Usopp y Mihawk no dejaban de verlos con extrañeza.
-¡Que pretenden!- grito Usopp – tan frescos... yo no puedo con esto- exclamo, poniendo ambas manos sobre su rostro. Resignado siguió al dúo al restaurante.
-Chica... ven aquí- ordeno Mihawk a la peli azul, ella inmediatamente trato de ocultarse el rostro con el suéter que Luffy le había dado.
-No trates de ocultarte Vivi Nefertari, hija de Cobra, princesa de Arabasta.
Quedo totalmente sorprendida ¿Cómo pudo reconocerla? Ni siquiera ese chico lo pudo hacer.
-¿Cómo? ¿Cómo me reconoció? – dijo finalmente.
-Eres una personalidad, princesa y siendo quien soy es fácil reconocerte – sonrió de lado, tendiéndole una mano amiga, para saludarla.
Dudosa lo miro fijamente a los ojos reconociéndolo, esos ojos característicos que tantas veces había visto al lado de su padre.
-Eres ojos de halcón cierto, uno de los siete shishibukai- dijo serena - ¿Qué haces aquí? Más importante aún, ¿Qué haces con esas personas?
-Los – volteo su mirada hacia ellos – ayudo. Finalmente tomo la mano de él.
-Y bien, dime ¿Qué harás para salir de aquí?
La chica no era lenta y él no se lo iba a poner tan fácil.
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-¡Genial!... nos perdimos... te dije que no era por aquí – gritaba furiosa Perona.
-Tch... relájate, creí que era por este camino.
La peli rosa bufaba del coraje, como era posible que su novio tuviera tan mal sentido de la orientación.
Estaban en lo que parecía un estacionamiento, expuestos, la chica no dejaba de mover su pie en señal de desesperación.
-piensa, piensa, piensa – repetía con gran velocidad. Ya era de noche, ese día había oscurecido muy temprano solo significaba una cosa, cambio de estación, otoño. No muy lejos de ahí se escuchaban unas sonoras carcajadas que Zoro no tardo en reconocer.
-Es la fastidiosa Voz de Luffy – tomo la mano de la chica y empezó a correr- es por aquí.
-Estas seguro- a lo que el chico respondió: No.
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Perdón por el catastrófico atraso de este capítulo, seguro que ya perdí lectores y ya los decepcioné o pensaron que no volvería... pero aquí estoy, aún vivo y el siguiente capítulo ya casi lo acabo.
No desesperen lo tendré pronto.
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