Y las cosas que nos separan
Agradezco profundamente a cada lector de esta historia y a todos aquellos que dejan comentarios.
Capitulo 3
Beta: Yinna López Rendón (sin ella la historia no sería lo que es ahorita)
Fuera del autobús se aglomeraban los zombies, golpeando, azotando y empujando el vehículo. Rugían como locos pero a los dos jóvenes que estaban dentro eso poco les importaba.
PVO Nami
Tuve mi momento de debilidad, ya no podía seguir guardando me todo, ya no podía seguir haciendo me la fuerte, simplemente no lo soy. En medio de mis lamentos y lloriqueos, el tomo mi cara con ambas manos, pasando sus pulgares por mis mejillas llevándose a su paso mis lágrimas, no lo esperaba me miró fijamente y me beso, sin más, como si fuera tan natural como respirar, sentí sus labios tan cálidos, un calor invadió mi pecho, cerré mis ojos y me deje llevar por sus acciones, pase mis manos por detrás de su cuello, profundizando más el beso, el paso las suyas por toda mi espalda hasta llegar a mi cintura, atrayéndome más hacia él.
No sé cuánto tiempo pasó antes de que el aire nos hiciera falta, nos miramos unos segundos y lo empuje lejos de mí, me di vuelta y cubrí mi cara avergonzada.
- ¿Qué Crees que estás haciendo? – me abrace y senté en los asientos delanteros, escuche sus pasos acercándose y lo sentí acomodarse en el asiento detrás mío – No quiero que lo vuelvas a hacer – dije enfadada
- eso no fue lo que percibí – dijo en un tono tan odioso
-solo cállate y hay que esperar a que esas cosas se larguen
- todo empeoro cuatro horas atrás – continuo su relato, al parecer no le importa lo que yo le diga- la escuela, todo el campus estaba infectado por la extraña enfermedad, éramos 23 los que estábamos en ese salón, abarrotamos las puertas y ventanas con el mobiliario, presionándolo contra los muros, esas malditas criaturas son muy fuertes, ellos no necesitan descansar, nosotros si, fue cuando nuestra ofensiva se derrumbó, lograron pasar, atacaron a varios de los 23 en ese momento restábamos 12, logre sacarnos de ahí golpeando a las criaturas con las sillas
- ¿y el profesor?
- ese bastardo se fue minutos después de haber llegado yo, nos refugiamos en el techo, en el transcurso perdimos a 3, alguien tuvo la genial idea de escuchar la radio por medio de los celulares, otro busco información en Internet.... – suspiro – lo que encontramos no fue para nada alentador, por un momento pensé "vamos de la ciudad, en otro lugar no debe de estar pasando nada", muchos pensaron igual que yo – esta vez yo solté un largo suspiro
- ¿y qué fue lo que encontraron?
- esto era solo el comienzo, china, india, EEUU, Brasil, Argentina, prácticamente todo el mundo estaba plagado, el 40% de la población mundial había sido infectada y la cifra iba en aumento exponencial... Los nueve que restábamos estábamos inseguros y 4 entraron en pánico, una se suicidó delante de nosotros, se dejó caer desde el techo imagino que el impacto la mato, estuvimos 3 horas sin hacer nada, muriéndonos de miedo improvisamos armas con los tubos que encontramos en el techo, abrimos la puerta que conecta el techo con el tercer piso y de milagro sobrevivimos los 8 – se froto la sien con la mano derecha, parecía cansado – a lo largo del recorrido buscamos algún sobreviviente, pero no encontramos nada y eme aquí, salvando a una chica testaruda – no dije nada, me acomode en el asiento vacío aun lado de él, del nerviosismo peine mi largo cabello con mis dedos.
- imagino que se esparció por toda la escuela
- no creo que la escuela fuera el foco, creo que vino de otra parte, no sé cómo estén las cosas en otros lugares, supongo que peor – se encogió de hombros – lo importante es seguir con vida.
Zoro cerro sus ojos se levantó del asiento donde estábamos sentados y se recostó en el piso del autobús, el silencio se hizo presente, por mi parte en mi mente repasaba cada segundo de ese beso. Estaba por quedarme dormida, cuando escuche su ronca voz que me saco de mi trance – No te voy a dejar sola – dijo con firmeza – Yo te protegeré – se levantó del piso, acomodándose por un lado de mí, tomo mi mano y con su mano libre mi cara, me sonrío dulcemente, para después acercarnos y lentamente nos besamos, esta vez sin sorpresas, sin criaturas acechando... por ese pequeño momento todo fue perfecto, se separó de mi lento – Desde ese día que te vi en la ventana de tu casa, mientras podaba los arbustos de tu jardín, me dije a mi mismo que tu deberías ser mi chica, en ese entonces tenías el cabello corto – dijo con una sonrisa nerviosa.
Me llevé una mano a la boca para evitar reírme, me sonroje – una cosa llevo a la otra y ya no pude seguí arreglando tu jardín los veranos – suspiro- pero ahora estamos aquí, las probabilidades de volverte a ver eran nulas, pero estas aquí y no pienso perderte-
Me volvió a besar, parecía irreal, ese no era el Zoro que yo recordaba, ese serio, testarudo y orgulloso chico
-Todo esto me ah echo valorar estos pequeños momentos
- yo solo quiero encontrar a mi madre- dije conteniendo el llanto- después estar con el indicado- apreté su mano sonriéndole dulcemente. Nos íbamos a volver a besar cuando unos fuertes golpes en la puerta nos detuvieron, Él se levantó para ver de qué se trataba, cuando vio que eran personas consientes y no criaturas, se sentó en el asiento del conductor, prendió el autobús y abrió las puertas, en cuanto estas se abrieron una chica entro gritando y llorando su nombre, se lanzó encima de él abrazándolo, me acerque para ver qué demonios pasaba, vi que una pelirosa estaba comiéndose a besos a ese idiota.
Y lo peor de todo era que ese ESTUPIDO le estaba correspondiendo. Trate de controlar mis emociones y baje lo más calmada que pude del autobús encontrándome con Luffy y otras siete personas.
-Nami, me alegro que estés bien – se acercó a mi Luffy y me abrazo, sacándome una sonrisa
-Gracias por preocuparte Luffy – le devolví el abrazo
-Quiero que conozcas a (miss) Valentine, Bonchan, Mihawk, Tashigui, Arlong y Hatchan – esos dos últimos se veían muy raros
- ¡Perona déjate de estupideces y deja en paz al muchacho! – grito el hombre que llevaba barba y bigote sus ojos eran color miel se veía aterrador-
-Deja de molestar Mihawk, después de todo Zoro es mi prometido – sentí que algo se rompió dentro de mí, ese bastardo mal nacido, jugo conmigo, como si fuera una maldita muñeca, una profunda tristeza me invadió, si bien era cierto hace dos o tres años no le veía, no puedo negar lo guapo que se ha puesto, no sé cómo empecé a sentir algo por el tan rápido, pero de algo si estaba segura ese sentimiento que estaba empezando a brotar en mi tenía que arrancarlo de raíz igual que a la hierva mala para evitar que se propague, un carraspeo de garganta me saco de mis amargos pensamientos, era ese tal Mihawk aunque por el relato de Zoro no entendía él porque estaba aquí.
-pienso que sería más adecuado separarnos
- no puedo estar más de acuerdo contigo – comento Arlong
- Valentine y yo iremos a Arabasta, queremos saber cómo está todo por halla – dijo entre llantos Bonchan que no estoy segura si es mujer u hombre
- Nami – dirigí mi mirada a Luffy. Nosotros debemos volver a casa y ver cómo están todos
- y encontrar a Usopp y Ace – añadí con preocupación
- por poco me olvido de ellos shishishishishi – no puede ser más despreocupado, en medio de nuestro debate hablo la pelirosa aferrada del brazo de ese bastardo- Zoro y yo nos iremos a la mansión de mi tío Moira – Note como hacia un gesto de disgusto Zoro, Mihawk por su parte se les acerco y los llevó lejos de donde pudiéramos escucharlos.
Arlong y Hatchan anunciaron que se irían, Bonchan y Valentine tomaron el camión que antes era conducido por Zoro y se largaron sin dar explicaciones.
- creo que nosotros también nos vamos – le dije a Luffy
- Pues vámonos – Empezamos a caminar rumbo a donde yo recordaba estaba el edificio de medicina, a lo lejos escuchaban gritos, más bien reproches de esa tipeja asía los dos que la acompañaban, nos alejamos los suficiente como para ya no vernos ni escucharlos.
- llegamos – dijo Luffy emocionado, el sitio era aún más tétrico que el anterior, esta vez no solo había sangre y viseras, si no también cadáveres con todo de fuera, corrí hacia unos arbustos y vomite, esta vez no pude contenerme, sentí la mano de Luffy sobre mi espalda – No te guardes nada, sácalo todo – decía mientras sobaba mi espalda – Ese es el camión donde escaparon Ace y Usopp, deben de estar aquí - me arrodille, el vómito, el vómito no lo podía detener.
- Espérame – me dejo la pala – buscare a los chicos y nos largaremos de aquí – ¡AACEE! ¡USOPP!, salgan, tenemos que marcharnos....
No sé cuánto tiempo paso desde que Luffy se adentró en ese sombrío lugar lo único que puedo asegurar es que deje de vomitar, me puse de pie y espere y espere, hasta que vi Salir a Luffy, no se veía para nada bien...
- no hay ningún sobreviviente – dijo sin mas
- y ¿Usopp? Y ¿Ace? –
-Usopp está bien, está llorando la muerte de Kaya – note como Luffy se entristeció, le arroje la pala en las manos y corrí hasta donde Usopp, con la certeza de que no había criaturas, entre buscándolo asqueada y entre cadáveres lo vi arrodillado, abrazando el cuerpo frío de la chica.
-Usopp... - lo llame sin respuesta- tenemos que marcharnos.
Me acerque y lo agarre por lo hombres – tenemos que irnos – repetí, coloco una mano ensangrentada sobre la mía – vamos este lugar no es seguro – susurre, dejo suavemente a la chica y se aferró a mi cuello, hasta que no lo abrace me di cuenta que estaba todo cubierto de sangre, el rompió en llanto, le dio la espalda a la rubia y yo quede frente a ella, Usopp no dejaba de llorar, dirigí mi vista a la chica, fue cuanto me di cuenta que había sido mordida, un cuchillo manchado en sangre era la prueba de que opto por rebanarse el cuello antes de convertirse en una de esas cosas.
Saque a mi amigo de ahí, Luffy nos esperaba sentado en el suelo con una nota en la mano.
-Ace se fue con un tal Marco – arrebate dicha hoja de sus manos y la leí rápidamente – la tenía Usopp en las manos antes de abrazar a la chica, sabes no soy bueno en esas cosas de gente muerta y mucho menos en sentimentalismos, la cague con el – el aludido no paraba de llorar, no le importaba nada, ya había perdido lo más importante para él, tampoco le quedaba dignidad estaba tirado en el piso llorando; me acerque a el
-vamos levántate – frote su espalda – Luffy – empecé a llorar sin razón aparente
-Ace me dejo a cargo, según su carta fue en busca de su abuelo barba blanca, nos dejó las llaves del auto y nos desea suerte – tras decirme esto me arrebato y rompió la carta con coraje – Tenemos que movernos – me levanto y después a Usopp
POV General
Luffy no sabía qué hacer, Ace lo dejo con demasiadas responsabilidades además que el único que sabía conducir, estaba emocionalmente destrozado, el pelinegro tenia a Nami fuertemente sujeta del brazo derecho y con la mano libre jalo también a Usopp, los arrastro hasta el auto que Ace amablemente había dejado cerca de ellos.
-quedare dentro por favor- le dijo a Nami con ojos de súplica, ella entro en el auto acomodándose en el asiento del copiloto, después metió a la fuerza a Usopp en el asiento trasero – lo siento chicos – murmuro Usopp destrozado- ya no puedo continuar más-
- VAS A CONTINUAR HASTA DONDE YO TE DIGA QUE CONTINUES- grito Luffy molesto, aquella situación no era agradable y las cosas se estaban poniendo peor
- Voy a buscar alguien que sepa conducir – dicho esto fue en busca de ayuda, necesitaba a alguien fiable y la única persona en la que pensó fue en ese chico que antes los había salvado Roronoa Zoro.
Rogaba a los dioses que todavía estuvieran en aquel lugar, apresure el paso y noto que tres personas venían corriendo en dirección a él, entrecerró los ojos y se dio cuenta que eran Zoro, la chica gótica y el maestro raro.
- ¡Zoro! – Agitaba las manos para llamar su atención – necesito hablar contigo- grito aún más fuerte, Zoro, Perona y Mihawk corrían lo más que podían, huían de las criaturas, tenía una docena tras ellos, el peliverde jalando de la mano a la chica, corriendo a la velocidad que su cuerpo y ella le permitían, Mihawk venia por delante de ellos, cuando se cruzaron este último jalo a Luffy para que corriera con ellos.
- camina mocoso – jadeando - debemos llegar a mi auto- mientras apresuraba el paso.
Mihawk se adentró entre los autos, despistando a Luffy si es que eso era posible, se escuchó el sonido de un motor arrancar, una camioneta negra salió a toda velocidad, el conductor abrió las puertas, Luffy entro en el asiento del copiloto, Zoro aventó a la pelirosa bruscamente dentro de la camioneta, montándose el después, cerrando con brusquedad las puertas.
-arranca maldición – grito histérico el peliverde, el conductor acato la orden, acelero, perdiéndose entre las instalaciones del campus
- Zoro, quieres unirte a mi grupo – soltó sin más el pelinegro con tremenda sonrisa en su cara
-¿Qué? – el peliverde estaba conmocionado+- veras necesitamos a alguien que sepa conducir y..
- No.... – contesto seco
- vamos será divertido – sonreía divertido – Nami me está esperando en el auto, esta desecha, veras han pasado muchas cosas y el que conducía nuestro auto ya no lo puede conducir más... y bien ¿qué dices? – volvió a soltarle la pregunta, Zoro sintió una punzada al escuchar "Nami" y "desecha" en la misma oración, tenía muy claro que la peliroja no se encontraba emocionalmente estable, hace un rato cuando
Perona se lo trago a besos, esperaba una pelea de Fieras, maldiciones y golpes asía su persona. Pero nada de eso ocurrió, al contrario Nami se mostró muy "bien".
-¡Zoro! – Grito la pelirosa sacándolo de su ensimismamiento – no vayas a ir con esa gentuza, tienes que llevarme con mi Tío Moira.... Lo prometiste – hizo un puchero, el peliverde se tallo la sien en seña de frustración
- te eh dicho que no te expreses así de las personas
- lo siento – avergonzada la chica bajo la mirada
- decide de una buena vez, ya casi llegamos a donde están los amigos de este chico- puntualizo Mihawk
- no me uniré a tu grupo, si nuestros caminos son los mismos los ayudare a llegar hasta allí...
- suena divertido –sonrío Luffy.
Cuando llegaron al auto compacto de Ace, bajaron de la camioneta los chicos en silencio, el morocho le entrego las llaves a Zoro, este abrió la puerta percatándose de que Nami estaba dormida y en el asiento trasero Usopp, estaba desparramado igualmente dormido.
- ¿Que hacemos ahora capitán? – susurraba el peliverde
-déjalos así, ve tú con ellos, yo iré con tu amigo raro y tu novia gótica shishishishi, nosotros nos dirigimos ala cada de Nami.
- Como quieras... dile a él raro que siga nuestra ruta, la casa de Nami queda de pasada – abrió la puerta y entro, Luffy se acercó dónde Zoro, ambos estrecharon sus manos a modo de saludo, como camaradas – Gracias, enserio Gracias – acto seguido cerró la puerta y se encamino a la camioneta
- oye raro dice Zoro que sigas tu camino, a donde vamos queda de pasada, yo te diré cuando lleguemos – con notable ira Mihawk arranco el auto.
-Ese mocoso me las pagara- murmuro entre dientes
- ¿Y Zoro? – pregunto molesta la chica, Luffy la ignoro. Él sabía que algo pasaba entre Nami y Zoro, era despistado pero no tanto, además que los había espiado mientras estuvieron en el autobús, se acomodó en el asiento ensanchándose, colocando ambas manos detrás de la cabeza al fin podía relajarse y valla que tenía sueño después de todo se aproximaba la media noche.
Hasta el momento todo iba tranquilo, aun no comprendían el comportamiento de las criaturas, en el Corto tiempo que llevaban enfrentándolas a veces venían solas, pero muy frecuentemente atacaban en grupos, ¿acaso tenían conciencia o sus actos eran puro instinto biológico?
A Zoro todavía no le cabía eso en la cabeza, quedaba claro que su parte "humana" había desaparecido pero si estaban muertos que los mantenía con vida y esas ganas de atacar a las personas, apretó los puños en el volante - MIERDA - grito frustrado golpeando el volante violentamente, Nami brinco del susto se revolvió en su asiento, empezó a balbucear cosas
-ummm Ace... a donde vamos – esto sorprendió al chico, quien era ese tal Ace, decidió seguirle el juego.
- ala casa de tu madre- sonrío de lado – a decirle lo nuestro – la volteo a ver de reojo, esperando su reacción.
- eso... seria... estupendo... - ella hablaba entre suspiros sonreía se le veía feliz, esto le causo una molestia a él. Ese Ace causaba algo en Nami, mientras conducía sin prisa detrás de Mihawk, los ojos se le empezaban a cerrar y cabeceaba a momentos. Un muchacho que estaba acostumbrado a dormir casi todo el día, no dormir a esas horas de la noche era todo un reto y por demás un sacrificio, lo único que mantenía su mente alerta, era verla, Nami dormía por una lado de él muy pegada a su brazo derecho.
Pasaron largos minutos y Zoro no le veía fin al tramo de la escuela a la casa de la peliroja, hasta que por fin la camioneta frente a él se detuvo, el peliverde inspecciono la calle y justamente habían parado frente a la casa de ella.
- Hey despierta- la movió bruscamente, ella despertó alterada- Donde estoy – movía sus manos violentamente, estaba alterada – que demonios haces TU aquí – gritaba alterada
-estamos en tu casa – le dijo el chico sujetándola por los hombros – Cálmate... Cálmate... Luffy me pidió conducir, él está en el auto de allá... Tranquila
- mi... mi... mi casa – sin pensarlo dos veces bajo del auto y corrió a la puerta de la casa. No le importo la situación, se olvidó de las criaturas, ella solo quería ver a su familia, giro el pomo de la puerta y ser perdió dentro de la casa.
POV Zoro
Esa chiquilla inconsciente salió corriendo en cuanto le dije dónde estábamos, no la pude detener, porque demonios tiene que ser tan impulsiva.
Salí del auto cerrando ambas puertas, deje al narizón dormido dentro, me di cuenta que Luffy también había salido detrás de ella.
- ¿Qué le paso?
-yo que sé, salió histérica cuando le dije dónde estaba- nos miramos, inspeccionamos el lugar con la vista, al parecer estaba despejado, Luffy saco una pala y una barra de acero, me dio la barra y nos dispusimos a entrar, la casa estaba impecable, no parecía haber pasado nada, cada cosa en su lugar, puertas y ventanas cerradas y sin rastro de los habitantes
-ella debe de estar arriba en su cuarto, revisa tu arriba y yo inspecciono abajo – este tipo luce tonto pero creo que solo luce, me está empezando a agradar su actitud – voy a empezar por la cocina, Bellemere cocina delicioso – casi me voy de espaldas al oír eso, este tipo es inconcebiblemente despistado, creo que piensa con el estómago, subí las escaleras fijamente en los baños, una habitación amplia ala parecer de los padres, otra más pequeña adornada juvenil mente.
Todo el piso de arriba se encontraba despejado, al final del pasillo una puerta blanca con pétalos de Sakura pegados en ella. Escuche sollozos, decidí entrar, entonces la vi, llorando recostada en su cama, con una carta en las manos, cerré la puerta con cuidado y deje la barra en el suelo, me acerque despacio, me acomode por un lado de ella, ella estaba boca abajo, pase mi mano por su espalda acariciándola.
-Tranquila – le repetí mil veces, no sé cuánto tiempo estuvimos ahí hasta que se calmo
- están bien – susurro casi inaudible
- Eso es bueno ¿verdad? – deje de frotar su espalda – me estuvieron buscando pero no lleve mi teléfono, no íbamos a durar mucho tiempo fuera, hay muchos mensajes, el ultimo es de hace 3hrs
- y que dice la carta
- mi madres es una ex marine con alto rango, la vinieron a sacar cuando todo empezó, junto con su familia, pero yo no estaba, está segura de que estoy bien y dice que me está esperando en Marine Ford
- entonces tenemos que ir ala mayor base de la marina en el mundo – dije irónico
- eso parece – al fin sonrío – tenemos que ir con Luffy y contarle todo- dijo seria – debemos ver como llegaremos ahí Luffy, Usopp y yo, te agradezco tu ayuda pero de aquí en adelante vamos solos - se dirigió a la salida y abrió la puerta, Luffy se encontraba sentado tras esta, al parecer escucho todo, se encontraba serio y con los brazos cruzados al frente
- Nami... yo te lo puedo explicar – recordé que vio lo de Perona, segundos después de cuando sucedió algo entre nosotros, comencé a jalarme los cabellos de la cabeza, ella continúo su camino.
-vámonos, hay que ver que haremos de aquí en adelante- la cara del chico asía mi claramente decía "la cagaste" y por supuesto me siento una mierda, me quede meditando las cosas unos momentos, cuando baje ya habían traído a Usopp dentro de la casa y estaba dormido en un sofá, Nami estaba sentada en el más pequeño y Luffy a los pies de ella, eso me encabrona, esa confianza que ambos se tienen, ella coloco la mano derecha en el hombro de él, me encabrone más cuando el recargo su cabeza en la mano de ella.
- que haremos, tenemos que llegar ahí – decía preocupada
- lose, no te preocupes encontraremos la forma – parecían novios, yo contemplaba todo parado frente a ellos
- Acepto tu Propuesta – dije tajante, Luffy salto de emoción
- ¿enserio? Eso es genial, me alegra que vengas con nosotros
Nami abrió los ojos lo más que pudo
- NO, NO y NO!, él no puede venir con nosotros – grito
- ya no hay marcha atrás ya acepto... Esto es emocionante
- Acepto que – dijo imprudentemente Perona, en buen momento entraron pensé sarcástico – tenemos que irnos Zoro – ordeno
- ya es muy tarde – puntualizo Mihawk – podemos quedarnos – dirigiéndose a Nami – sería un placer poder quedarnos aquí – Nami se sonrojo, de veras odio a ese tipo oportunista.
- si claro, la casa está sola, pueden quedarse pero solo esta noche – sentencio Nami, Mihawk de inmediato tomo la batuta de líder ordenándonos cerrar todas las ventanas con gruesas cortinas y atascar las puertas, usar luces lo menos posible, Nami, oh ella saco unas velas para no usar tanto la electricidad encendió unas cuantas y las puso estratégicamente por la casa, Luffy atascaba las puertas mientras comía no sé qué diablos, mientras yo estaba sentado junto al televisor, recargado en la pared, tratando de no dormirme, Nami ofreció las habitaciones solas, casi se lanzan a los golpes cuando Perona y sus niñerías querían tomar la habitación de ella, una pela de fieras se veía venir hasta que Mihawk hizo entrar en razón a mí a veces odiosa novia, era verdad no era momento de ponernos exigentes, Luffy se quedó en la cocina, Usopp en el sofá, Mihawk en la habitación de los padres y mi novia en la habitación de la hermana de Nami y ella paseaba por toda la casa vigilando, se veía hermosa a la luz de las velas
- Apague las que no son necesarias – comento
- ummm- abrí un ojo, espero que no se dé cuenta que la eh estado observando
- las velas, me iré a dormir, supongo que si no hacemos ruido las criaturas no se acercaran – la vi subir las escaleras, cerré ambos ojos, sentí paz, tranquilidad que emanaban de esta casa, no lo resistí más y me quede dormido...
POV General
La casa silenciosa, como nunca lo había estado, tres se encontraban durmiendo en la planta baja y dos más en el piso de arriba, una se mantenía despierta, la chica del cabello rosado, no la dejaba dormir la extraña actitud de su novio, daba vueltas en la cama pensando y repasando la actitud del chico hacia ella.
- porque Zoro, porque estas así conmigo, siempre fuiste cariñoso y hasta romántico aagggghhh – gruño- debe ser la situación, si eso debe ser – suspiro encontrando un poco de seguridad en sus propias palabras.
Siendo la 1:27am, habían sobrevivido a su primer día en el fin del mundo, un curioso Apocalipsis con muertos vivientes amenazando sus vidas constantemente.
Tras seis horas de sueño continuo los seis intentaban reponerse de lo agotador del día, hasta que un grito desgarrador levanto a todos al mismo tiempo.
Mihawk, Perona y Nami abrieron las puertas de los cuartos sincronizada mente, los chicos que estaban en el piso de abajo despertaron igualmente sorprendidos, Luffy brinco de su silla, se había quedado dormido sobre la mesa, Usopp callo de bruces contra el piso y Zoro bueno el solo abrió los ojos.
- que rayos fue eso – dijo Perona bajando las escaleras
- ¿y qué crees que nosotros sabemos? – grito Usopp enojado
- no es momento de pelear Usopp, en la casa de alado vive una familia – respondió Nami, que bajaba las escaleras, vistiendo una camisa que le quedaba de ombliguera y unos diminutos shorts, que remarcaban toda su retaguardia y su pelo largo recogido en una coleta.
- vamos a investigar – añadió volteando a ver a Zoro que no dejaba de verla, cosa que Perona noto enseguida
Dicho esto Luffy, Usopp y la peliroja salieron de la casa a inspeccionar la de alado. Entraron sigilosamente, armados con la barra de metal, una pala y unos cuchillos largos que había tomado la chica de la cocina, se comunicaban con la mirada y señas con las manos evitando hacer algún ruido.
Fue cuando la vieron, una mujer alta de tez blanca, con el pelo largo y negro lo llevaba suelto, de no más de 30 años, abrazando a lo que parecía un muñeco.
- Señora Robin – llamo la peliroja – Esta usted bien
Robin no contesto, seguía abrazando al muñeco murmurando cosas, se balanceaba adelante y atrás aferrada al muñeco.
-Nami, segura que está bien – susurro Luffy
- no lo creo – trataron de acercarse más pero una criatura salió de la nada, abalanzándose contra Usopp que con la pala logro detenerla a centímetros de su rostro. Nami Grito.
Por otra parte Mihawk se preparaba un café tranquilamente, mientras Perona observaba detenidamente a Zoro, este inspeccionaba la casa de Nami, lo veía como observaba las fotos de la pared y él no podía evitar sonreír, Mihawk habiendo terminado de preparar su bebida se sentó por un lado de la Pelirosa.
- que tanto le vez – comento tranquilo
Zoro se adentró en una de las habitaciones, perdiéndose de la vista de Perona
-no le veo nada- bufo
- pues tu tono de voz me dice todo lo contario – dando un sorbo al café caliente
El peliverde salió de la habitación con una Katana en sus manos, se le veía emocionado.
- jamás había visto una de estas – poniéndola sobre la mesa – es hermosa – desenfundándola
- si como la dueña – comento irónica la pelirosa
- la mama de Nami no es tan guapa – dijo Zoro no entendiendo el comentario
- yo no me refería a ella – grito golpeando la mesa con ambas manos – me refería a la gata esa que no dejas de mirar – a Zoro se le subieron todos los colores a la cara, lo habían descubierto.
- ¿y quién no?... hasta yo la eh volteado a ver- indigente bebió Mihawk bebiendo su café
- tu eres un cerdo no me extrañaría saber que te has cogido a más de una de la clase señor profesor
- incluida tu cariño – escupió sarcástico Zoro
- ¿Qué insinúas? ¿Qué soy una cualquiera?
- eso dímelo tu – ambos novios empezaban a discutir a un nivel, as subido de tono
- ya cálmense los dos... Perona respétame y tu Zoro cierra la boca de una buena vez, luego dirás cosas de las que te arrepentirás.... Las personas no miden sus palabras enojadas – el mayor se tallaba las sienes mientras los regalaba – ya me canse ser su mediador
- ya no te soporto – el peliverde salió de la habitación
- que quieres decir – ella lo perseguía
- que terminamos... ya no quiero tener nada que ver contigo... - la fulmino con la mirada, mientras subía a la habitación de Nami y la pelirosa se quedó al pie de las escaleras con lágrimas en los ojos...
Continuara...
Lo siento tanto por la espera, si eres una de las personas que esperaba el tercer capítulo. Se me junto todo, final de año de la escuela, entregar trabajos... me robaron el celular y pues definitivamente esta no fue mi semana...
En fin pronto subiré el capítulo cuatro no pasa de esta semana.
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