✪𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 22✪

Voten y comenten mucho, por fis😊♥️

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CONAN GRAY

★━━━━━━━Olivia tenía razón. Afuera estaba haciendo un frío del demonio que me había obligado a usar un enorme abrigo. Además el cielo estaba nublado y las nubes cargadas de agua que amenazaban con soltar en cualquier momento.

¿Lo peor? Debido a la humedad del frío en el aire, mis rizos simulaban querer salirse de mi cabeza. Recuerdo la risotada de Olivia cuando me saqué un momento el gorro que me había colocado por el mismo motivo; mi cabello parecía electrocutado.

En parte por eso odiaba el frío. Pero de resto todo estaba bien.

Ahora nos encontrábamos en un auto que Eddie había rentado para mí. Pues el mío se encontraba en otro Estado, donde vivía yo definitivamente. Digamos que no era tan malo conduciendo, pero que de igual modo estaba acostumbrado a tener chóferes que me llevaban hacia todos lados. Sin embargo, como ahora no estaba haciendo nada del trabajo, podía permitirme manejar un auto por la ciudad de Nueva York yo mismo.

Olivia a mi lado miraba su celular y me indicaba hacia donde tenía que ir.

—En la próxima calle giras a la izquierda, luego a la derecha, vas en dirección recta dos calles y luego giras nuevamente hacia la derecha.

Fruncí el ceño, aún sin dejar de mirar la carretera. —Liv, ¿no es mejor si ponemos el GPS del auto? Porque no te estoy entendiendo nada.

Ella giró a verme, indignada. Pero su expresión no duró ni dos segundos.

—Bueno, sí. Tienes razón.

Solté una risita por lo bajo y presioné los botones indicados en la pantallita táctil del auto alquilado.

Una hora después aproximadamente, ya nos encontrábamos en el centro comercial de Nueva York. Y aprovecho este párrafo para expresar mis desgracias y recordarles que mis rizos estaban horriblemente disparatados y frizados debido al húmedo clima. Además de que el gorro de lana comenzó a picarme mucho y por eso tuve que sacármelo. Solo rezaba mentalmente porqué no hubiera ningún fan cerca ni nada parecido. De lo contrario, el titular de la siguiente noticia sobre mí sería "DESCABELLADO día para Conan Gray: ¿con qué pajarraco se peleó?"

Pues con el clima, ¿con quién más? Respondería yo.

Inspiré hondo mientras intentaba acomodar mis rizos, en el reflejo de una vidriera.

—Te juro que este café que compré en la calle está más amargo que mi suegra —se quejó Liv llegando hasta mí. Ella había decidido meterse a una tienda de ropa interior de mujer y pues, ¿yo qué iba a estar haciendo en una tienda de lencería? Así que tuve que irme a caminar por ahí mientras la esperaba.—. Oh, Conan —suprimió una risa.

Aparté la vista de la vidriera y la observé, confuso, por su rostro divertido. Seguro se reía de mi intento de acomodar mis rizos salvajes, pero aún así le pregunté:

—¿Qué te parece gracioso? —volví mi vista a la vidriera. Sonreí satisfecho, por lo menos estaba decente.

—¿Te gusta algo de ahí? —colocó sus manos en mis hombros, riendo.

—¿Qué? —No la había entendido hasta que achiqué mis ojos hacia el vidrio oscuro de la tienda en la que estaba mirando mi reflejo.

Ah.

AH. ERA ESO.

Liv se carcajeó cuando me aparté de golpe, mi rostro completamente ruborizado. No era nada más ni nada menos que una tienda de disfraces... sexuales. ¿Me entienden, no? Y resulta que frente a mí había un maniquí femenino de una chica conejito en una posición bastante... rara. ¡Todo en esa tienda era raro! Y es que, demonios, ¡¿un calzoncillo con una trompa de elefante?! No quería ni imaginarme lo que se depositaba ahí.

Rápidamente emprendí mi camino lejos de esa tienda, con las manos en mis bolsillos. Liv me siguió sin dejar de reír.

—Oye, Conancito, pero sí parecías muy entretenido viendo eso, ¿eh? —canturreó a mis espaldas.

La miré con los ojos desorbitados.

—¡Me estaba arreglando el cabello!

Ella rodó los ojos.

—O fingías eso.

—¡OLIVIA!

—¡Está bien! Solo bromeaba, Gray —rodó los ojos, aunque divertida.

El centro comercial era bastante grande y poseía dos pisos. Nosotros nos encontrábamos en el segundo luego de haber subido por una escalera automática (en la que Liv subió y bajó dos veces porque me obligó a tomarle algunas fotos y no le gustó ninguna). No había razón alguna por la que yo me encontrara aquí más que para acompañar a Olivia a mirar algunas prendas de ropa.

Bueno, o así le llaman las chicas a ir de un lado a otro comprando hasta el aire.

Luego de que Liv nos tomara algunas fotos en el lugar, encontramos un lugar agradable para almorzar y los dos pedimos una hamburguesa con papas fritas extras y un enorme vaso de Coca Cola.

—Esto no es saludable —comenté pese a que fui el primero en darle un mordisco a la hamburguesa. Porque así era yo.

—Claro que sí. Tiene lechuga y tomate, ¿ves? —replicó ella, señalando su comida.

Sonreí.

—También tiene mucha grasa la carne.

Ella rodó los ojos.

—La comida chatarra combate el hambre y el ejercicio la grasa, así que calla y come o me veré en la obligación de comerme tu hamburguesa —respondió, fulminándome con la mirada. Aunque supe que estaba bromeando.

—Qué sacrificio —bufé, tomando un sorbo de mi gaseosa.

Pese a que mis planes para hoy eran quedarme en mi cama y ver cualquier serie en Netflix, no me molestó el hecho de que Liv me persuadiera para salir hoy. Más bien en el fondo se lo agradecí porque sabía de alguna manera que, si me quedaba solo, mi mente viajaría al pasado y todos mis pensamientos tendrían a Clea como principal protagonista. No quería pensar mucho en nuestro próximo encuentro porque simplemente me ponía nervioso. Es decir, ella había huido prácticamente de mí. ¿Cómo debería tomarme eso?

Entonces, ¿por qué aceptaste?

No lo sabía.

O bueno, tal vez sí.

Quería verla de nuevo pero, ¿ella lo querría?

—Conan.

Levanté mi mirada hacia Liv, y me percaté de que nuevamente me había perdido en mis pensamientos. Ella me observaba seria, pero cautelosa.

—¿Qué? —emití.

—¿Estás bien? Te quedaste callado de repente.

—No es nada. Y-yo solo pensaba en... —fruncí mi ceño, bajando la mirada. No sabía mentir.

—¿...en Clea? —preguntó suavemente.

Me quedé en silencio.

Aunque, ¿por qué debería mentir?

—Así es, Liv —admití en un suspiro—. Es que... tan solo pensar en que la posibilidad de vernos otra vez es muy grande, me pone ansioso y muy nerviosa. Han pasado muchos años y jamás me imaginé que nuestro reencuentro sería así.

—¿Quieres contarme que fue lo que sucedió? —preguntó de forma amable.

Asentí.

Le hablé a Olivia, mi amiga recién conocida, sobre la persona que fue la causante de mis desgracias en la secundaria (de buena forma), de mis dolores de cabeza, la persona que sacaba mi instinto paternal y asesino cuando alguien le hacía daño. Le hablé sobre esa chica inmadura que llegaba tarde a la escuela, la que hacía chistes pésimos, a la que siempre le compraba un helado de sabor sandía luego de la escuela. La chica de cabello castaño largo que me escuchaba cantar y animaba a hacerlo en público.

Le hablé de mi mejor amiga. De cómo pasé de verla como tal a... algo más. De cómo de pronto sus caricias en mi cabello se volvieron adictivas para mí, sus sonrisas premios y sus carcajadas una meta a cumplir.

Y cuando le conté la noche del baile y de lo bien que se sintió la compañía de uno para el otro, algo amargo se instaló en mi pecho. De pronto los flashbacks se esfumaron y volví a la realidad; nuestra historia había acabado.

—¿Y cómo fue que dejaron de hablarse sí hasta parecía que iban a casarse? —la voz dulce y atenta de Olivia me obligó a mirarla.

Solté un suspiro. Odiaba tener que contar esa parte porque sabía que ella me miraría con expresión de "Es que tú también, Conan..."

—Nuestra amistad en línea apenas duró un año luego de que yo la dejara esa noche en California —comencé a contar.—. y... fue enteramente mi culpa. Tenía miedo, ¿sabes? Todo se me vino encima muy de repente.

—¿Te refieres a la fama? —quiso saber.

Asentí, reclinándome en la silla acolchonada. Miré por el ventanal la ciudad. Era una vista agradable, aunque triste por el día gris.

—Estaba en la Universidad cuando pasó. Un día estaba estudiando normal y al otro me encontró un representante diciendo que me había visto en múltiples vídeos.

»Clea y yo para ese entonces no hablábamos mucho. Bueno, en realidad me ausenté por la universidad. Era ella quién me escribía cada día para saber cómo estaba y preguntar si podíamos vernos por una videollamada.

—Ay, qué tierna, Conan. Yo pienso que ella siempre quería dedicarte un tiempo.

—Ese es el problema, Liv —la miré, desanimado—. Ella no me dedicaba un tiempo libre. Lo creaba; hacía un tiempo para hablar conmigo mientras que yo me volví distante con ella y comencé a conocer nuevas personas porque...

—Porque fuiste un tonto —me recriminó, negando con la cabeza. —. Ay, Conan. Yo te odiaría con todo lo que me cuentas peeero, también eres mi amigo así que te seguiré escuchando, Gray. Ahora dime, ¿cuál fue la razón, causa, motivo o circunstancia por la que rompiste tu promesa en menos de un año con esa chica que se notaba a kilómetros que estaba enamorada de ti?

Sonreí, triste.

—Porque yo también lo estaba de ella.

—Oh, claro —murmuró, dejándose caer en la silla con la mirada perdida. Parpadeó varias veces, perpleja—. Permíteme expresar mis pensamientos y poner a trabajar mis neurones a toda velocidad para poder entender tu lógica (la cual no encuentro) y poner en duda ella al admitir: que no entiendo una reverenda papa.

La observé con incredulidad:

—¿Qué no era más fácil decir eso último? —cuestioné, elevando una ceja.

—No quería parecer tan bruta.

Rodé los ojos y me acomodé en la silla.

—No importa, Liv. Lo que hice estuvo mal y carece de sentido así que propongo que dejemos el tema y...

—¡Espera, espera! —se puso de pie a la misma vez que yo, tomándome del brazo con suavidad.—. Yo te ayudaré.

—¿Qué?

—Dijiste que ella estudia en la Universidad de Artes de Nueva York, ¿no? —inquirió. Asentí, confuso—. Y que tú aceptaste promocionar el proyecto ganador de la competencia de Diseño, ¿no? —Volví a asentir—. Y que el lunes, ósea hoy, irías por la tarde a visitar a los estudiantes y dártelas de musa, ¿no?

—Algo así —ladeé mi cabeza ligeramente por lo extraño que sonó. Aunque Liv me ignoró.

Ella me soltó e hinchó el pecho de orgullo y decisión al decir:

—Qué la misión Recuperar a mi ex comience.

Ah, claro.

Mi cara expresó perfectamente el WTF.

¿Qué las amigas no suelen aconsejarte todo lo contrario?

No en este caso al parecer.





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HOLAAA, hay alguien aquí con vida!!?? *toca un silbato*

El que entendió, entendió, verdad? Jeje.

Ustedes no están aquí para oír excusas del porqué no actualicé, así que me entrego para qué hagan lo que quieran with me.

Señoras, sujetense el cinturón porque el plan de Olivia está potente. Y saquen una antorcha para Derek porque esté personaje va a ser la pesadilla de muuuchas de ustedes.

Por otro lado, en el próximo capítulo tenemos a Clea y Conan. Lo cual me hace preguntarles, ¿cómo nombraremos a este shipp? Mmm. Se los dejo en manos, y el que me guste más lo dejaremos así.

Por ahora nombraré iniciales de dos personas que serán clave para el siguiente capítulo y el inicio del plan: A y O.

Adivinan? *carita malvada*

Voten mucho para que éste Insomnio les traiga otro cap pronto!

Blue Insomnia

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