🥀Capítulo 5🥀
Les recuerdo que todo lo que está pasando es el en mismo día en que empezó el capítulo 1. Solo que ahora los hechos transcurren en la noche.
COMENTEN MUCHO!!
ojalá les guste♥️♥️
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CLEA
PARKER
★━━━━━━━━Derek tenía un auto. Un maldito auto de lujo en el que podría haber ido cómodamente. Sin embargo, si tan solo me hubiese dicho algo como "hey, amor, hoy iremos en mi moto así que te recomiendo no llevar vestido, por más que me encanten como te quedan" (porque sí, ni siquiera me había dicho algo sobre el vestido) no estaría sujetándolo en un pobre intento de que no se volase y me dejase las bragas al aire. Lo cual era difícil, ya que Derek manejaba a una gran velocidad.
A este paso todo Nueva York vería mi trasero.
Tal vez estuvimos conduciendo durante una hora casi. Y cada vez nos alejábamos más de la ciudad, introduciéndonos a un lugar desolado y con pocas casas. No conocía para nada este lugar, pero confiaba en Derek.
Pronto las palabras de Ashley volvieron a mi cabeza. Y tal vez sí, Derek quería llevarme a un lugar privado para que estuviéramos solos.
Inevitablemente una sonrisa se formó en mis labios.
Finalmente paró la moto. Bajé de ella sacándome el casco con una mano mientras que con la otra acomodaba parte de mi vestido y mi cabello.
—Llegamos, bebé —dijo el chico de cabellos marrones, al quitarse el casco.
Giré la cabeza con curiosidad, frunciendo el ceño inmediatamente al escuchar música a un alto volumen, acompañada de risas y voces de muchas personas. Abrí los ojos con sorpresa, sintiendo mi cuerpo paralizado.
—¿Una fiesta? —solté con incredulidad. Derek tomó el casco de mis manos y sonrió.
—No es cualquier fiesta, amor. Hoy están todos los chicos del equipo de fútbol, las porristas y también los más populares de la universidad—tomó mi mano para que empezaramos a caminar hacia la entrada—. ¡Celebramos haber ganado el último partido contra las barbies de Wilson!
Se refería al equipo de fútbol de la universidad enemiga. Según ellos, claro.
Al entrar rápidamente mis fosas nasales percibieron el olor a tabaco, alcohol y otras cosas que no logré identificar. Tal vez el olor a sudor de algunos que ya estaban borrachos y bailaban. Cuando encontramos a los de nuestro grupo nos acercamos y Derek soltó rápidamente mi mano para ir a saludarlos. Por mi lado me quedé quieta en mi lugar, forzando una sonrisa.
Entre el grupo se encontraban los dos mejores amigos de Derek y entre las chicas que más se destacaban eran Emily y Georgina. La última me dirigió una sonrisa más falsa que sus tetas.
Tú porque le envidias eso. Admítelo.
Bueno, también debía trabajar en mi autoestima. Lo admitía.
—¡Clea, amiga! ¿Cómo estás? —se levantó del sofá y me dió dos besitos en las mejillas. —. No creí que Derek hablaba en serio cuando dijo que te traería.
Eso había sonado mal.
—Es que él sabe que este no es mi ambiente. Tal vez por eso—respondí en un tono falso, y a su vez tirándole una indirecta a mi novio. Sin embargo él estaba muy ocupado saludando a sus amigos.
Georgina volvió a su lugar y dió dos palmaditas en un espacio libre en el sofá, a su lado.
—Ven, querida. La pasarás genial, te lo aseguro —me sonrió con falsedad. Emily solo me miraba de mala forma, mientras que las demás chicas solo hablaban entre ellas y me ignoraban.
Sería una noche larga.
¿Lo peor? Me sentía muy fuera de lugar. No solo porque estaba en un lugar que era todo lo que detestaba, sino porque mi vestimenta no era la adecuada para una fiesta de ese nivel. Dónde la mayoría de chicas solo mostraban más piel que ropa.
La música latina estaba tan fuerte que casi podía sentir el piso vibrar bajo mis pies, y el olor a cigarrillo empezaba a marearme. Las personas bailaban de una forma que me incomodaba y algunos chicos desconocidos me miraban a unos metros, la lujuria en sus ojos me provocaban náuseas. La mayoría se notaban ebrios.
Tampoco me salvaba de las miradas burlonas de algunas chicas, quienes murmuraban cosas y me señalaban "discretamente" para luego reírse. Seguramente por la forma en que iba vestida, tan casual, tan inocente, tan santa.
Tan ridícula.
Ashley tenía razón. Pero ni siquiera se lo diría. No podría soportar otra humillación donde ella tenía la razón. No quería otro "te lo dije".
◃───────────▹
CONAN
GRAY
Eddie había dicho que el viaje a Nueva York sería largo y que era probable que llegáramos a las doce del mediodía del día siguiente. Me encontraba algo cansado, y ya no podía esperar a dormir en el avión. Sin embargo, me encontraba en el aeropuerto junto a mis maletas esperando que mi manager terminase de hablar por teléfono.
Ni siquiera quería escuchar lo que me diría al terminar. Ya que era muy seguro que tenía que ver con la gira o algo relacionado al trabajo.
Menos mal solo me faltaba dar un concierto en Nueva York y otro en California. Luego podría descansar.
California.
El lugar en el que había pasado gran parte de mi adolescencia. Dónde fui feliz realmente, sin preocupaciones y soñando con algún día llegar hasta donde estaba ahora.
Sin embargo me faltaba algo.
Pero no sabía qué. O tal vez no quería admitirlo.
—La entrevista ya tiene fecha —dijo Eddie llegando hasta mí. Yo lo observé desde mi asiento, con desinterés —. Collete nos esperará allá. Ya tienes reservado una habitación en un hotel de muy buena calidad, creeme. Es uno de los mejores en la ciudad de Nueva York.
Evité rodar los ojos. Ya no quería saber nada del trabajo o siquiera de hoteles.
—Me parece bien—dije simplemente.
Eddie al parecer notó mi desánimo.
—¿Te sientes bien, Gray? ¿Quieres que te traiga algo de comer? Sé que no has estado comiendo bien últimamente. Además mira esas ojeras chicos. ¿Qué está pasando contigo?
Solté un suspiro.
—No es nada realmente, Eddie—suavicé mi voz —. Solo estoy algo cansado, ¿sabes?
Mi manager me miró pensativo, sin creerme del todo. Cruzó sus brazos y me dedicó una mirada de desaprobación.
—Hay algo más. Estoy seguro, Gray. —luego tomó asiento a mi lado, suavizando su expresión —. ¿Qué te pasa, chico? ¿Hay algo que te incómoda?
Solté un suspiro y me dejé caer en el asiento, mirando a las pocas personas que se encontraban caminando de un lado hacia otro por el pasillo del aeropuerto, al otro lado de los enormes ventanales.
Eddie, a parte de ser mi manager, también era casi como un amigo. Podía confiar en él y además él notaba cuando estaba bien o no. Incluso aquellas noches en dónde ninguno de los dos descansabamos ya que debíamos arreglar detalles, siempre terminé contándole lo que sentía.
Ahora no fue diferente.
—Sé que para ti es muy probable que solo deba cantar—comencé—, pero realmente me siento agotado últimamente, ¿sabes? No digo que ya no me guste todo esto. Porque amo hacer feliz a las personas con mi música e incluso me encanta que les encanten. Pero hay algo más en mí... Es decir, últimamente siento algo que no había sentido antes. Incluso componer ya no me sale igual. No es tan fácil como antes.
Eddie escuchaba en silencio solamente. Tal vez ni siquiera tenía idea de lo que trataba de decir. No lo culparía. Yo tampoco me entendía en este momento.
Solo proseguí.
—Creo que... No lo sé. ¿Es posible que ya no me sienta inspirado? —hice una mueca, confuso.
Pronto una mujer habló por medio de un megáfono, informando que mi avión ya estaría a punto de despegar dentro de diez minutos.
—No lo sé, Gray. ¿Puede ser posible que sí te sientas sólo?
Lo pensé.
—No lo creo, Eddie—me puse de pie para tomar mis maletas—. Tengo a muchas personas que me quieren. ¿Qué digo? —solté una risa sin gracia—¡Me aman! Siempre me lo están recordando.
Eddie también se puso de pie y me dedicó una última mirada.
—No es lo mismo, Gray. Tú no quieres sentir solamente el amor de tus fans, ¿verdad? —me quedé en silencio sin saber qué decir —. Te recomiendo que tomes un tiempo para saber qué es lo que sientes y el porqué. La gente tiende a encontrar respuestas más fáciles cuando se autoanaliza y sabe lo qué sucede.
—Tal vez...
◃───────────▹
CLEA
PARKER
Me encontraba en la cocina de aquella enorme casa, sentada sobre un taburete y con mis codos apoyados sobre la ísla, aburrida y abrumada. Algunas personas entraban por más alcohol y de vez en cuando me lanzaban miradas curiosas, tal vez preguntándose porqué estaba sola allí y con esa cara. Pero realmente no me importaba.
Solo tomé dos vasos de cerveza, ya que era lo único con alcohol que mi estómago me permitía.
Resulta que luego de unas horas siendo ignorada por mi propio novio y mis amigas, me cansé y me fui de aquel lugar con la excusa de ir al baño. Pero claro que ni loca pasaría por ese pasillo lleno de personas comiéndose allí nomás sin pudor.
Estaba tan decepcionada y cansada de mi situación. Derek solo se dedicaba a hablar estupideces con sus amigos, y a su vez Emily intentaba llamar su atención diciéndole cosas al oído y tocando de forma juguetona sus brazos.
La sangre me hervía, pero me rehusé a hacer un escándalo allí mismo. No quería avergonzar a Derek frente a sus amigos. Además, si él no se daba cuenta de que la chica quería comérselo allí mismo, ¿qué podría hacer yo? ¿Hacerle una escenita y quedar de nuevo como la mala novia, como ya había pasado en varias situaciones en el pasado? No gracias.
Solté un suspiro y me tomé el quinto vaso con alcohol, viéndolos reír. ¿En serio no notaría que yo no estaba?
Mi vista comenzaba a nublarse y sentí que mis piernas temblarían si intentase pararme. Tal vez era el alcohol que me estaba poniendo sensible, pero de pronto me dieron ganas de llorar.
Estaba decepcionada, triste y enojada.
Y como si fuera poco, comenzó a sonar una canción cuya voz que la cantaba se me hacía bastante familiar.
—¿Estás bien? —preguntó una chica al entrar a la cocina, ebria pero feliz—. No te ves bien, chica.
—Estoy bien—dije con dificultad. Mi lengua se sentía rara.
—Oh, me alegro por ti —vi como se tambaleaba para dirigirse hasta dos botellas de cervezas sobre la enorme ísla. —. ¿Te gusta esta canción? —arrastró las palabras.
—Jamás la había escuchado —me encogí de hombros con desinterés, terminando de un trago el líquido amargo del vaso.
La chica me miró ofendida, arrastrando las palabras torpemente.
—¿Esstás bromeandoo? ¡Es Conan hip Gray! —hipaba. —. ¡El cantante más hip guapo del hip mundo!
Esta chica estaba tomada hasta el culo.
Luego de eso se fue de allí molesta y a las tambaleadas.
Yo, por mi parte, dejé el vaso de lado para ir a buscar a Derek e irnos de aquí. Me sentía cansada. Y cuando me puse de pie fue peor, ya que sentí un cosquilleo por todo mi cuerpo y mi cabeza me dió miles de vueltas.
—Maldita sea—quise vomitar, pero sabía que no alcanzaría a ir al baño u otro lugar para poder hacerlo. Así que solo me aguanté y seguí caminando.
Joder. Extrañaba tanto la voz de Conan y ni siquiera me había dado cuenta.
Caminé como pude entre las personas ebrias que bailaban al ritmo de la música, y cuando iba a dar otro paso hacia Derek, una persona en especial llamó mi atención.
¿Era Conan?
Estaba de espaldas, bailando. Su cabello largo hasta la nuca se movía de forma rápida debido a sus movimientos. En algún momento volteaba su rostro, dónde podía mirarlo solo de perfil.
¿Podría ser él?
Cambié el rumbo y mis pies se dirigieron hasta él casi de forma automática. De pronto las personas a mi alrededor dejaron de importar, y caminé entre ellas empujándolas levemente para abrirme paso.
—Connie—murmuré vagamente tomándolo del brazo para voltearlo.
—¿Qué te pasa? —preguntó el chico. Había clara confusión y molestia en su voz.
No. Él no era Conan. No tenía sus lunares en el rostro, ni esos labios que tanto me gustaron y ojos que me hipnotizaron.
Él no era mi Connie.
—L-lo l-lamento—me disculpé sintiendo mis ojos pesados de pronto.
Lo último que ví fue el rostro preocupado de ese chico. ━━━━━━━━━★
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