★━━━━━━━━Me miré al espejo por tercera vez, indecisa sobre el atuendo que llevaría esta noche. Portaba una chaqueta azul que en las mangas era larga y en la cintura muy corta, dejando ver el vestido simple de color negro que combiné. Era cómodo y casual. Mi cabello lo dejé suelto y maquillé sutilmente mi rostro, nada exagerado.

Pero ni siquiera sabía a dónde me llevaría Derek. Así que solo rezaba para que el atuendo fuera apropiado.

—¿Crees que estos zapatos estén bien? —pregunté a Ashley. Quién se encontraba en el escritorio leyendo.

Me miró por encima de sus anteojos, analíticamente. Sin embargo no notaba mucho el ánimo en su mirada. Lo cual me hacía creer que estaba un poco molesta conmigo. Volvió su atención a su libro y respondió luego de un corto silencio.

—Te ves bien—dijo secamente.

Solté un suspiro frustrado y caminé hasta mi cama, sentandome en la orilla, jugando con mis dedos de forma nerviosa.

—No sé a dónde íremos con Derek—comenté—. ¿En serio crees que no es muy exagerado? Tal vez el vestido es mucho.

—Estás bien, Clea. Si tu novio es inteligente tal vez se le ocurra llevarte a cenar o a algún lugar donde estés cómoda y puedan estar solos. —dijo de forma desinteresada, volteando la página de su libro —. ¿Quién sabe? Tal vez quiera recompensar el tiempo perdido contigo de alguna forma romántica.

—¿Tú crees? —pregunté formando una sonrisa, emocionada y contenta.

—No. Pero por eso dije "tal vez".

Mis ánimos cayeron y apreté mis labios, haciendo una mueca.

—Estás molesta conmigo, ¿verdad?

—Depende. ¿Acaso Derek te volvió a manipular con su sonrisa arrogante?

Fruncí el ceño, confusa.

—Derek no me manipula, Ash. Estoy con él porque lo amo.

Ella se quedó en silencio. Levantó su mirada, sus ojos observándome de forma incrédula como diciendo "¿Eres tonta?".

—Claro que sí. Se nota. Has hecho puras estupideces por él —rodó los ojos—. Dime, ¿acaso él ha hecho siquiera la mitad de cosas que has hecho tú por él? No sé. Cómo; ¿hacer tu tarea por más ocupado que esté? ¿Hacerte regalos de vez en cuando? ¿Invitarte a salir sin que tú se lo pidas primero?

—Ya me invitó a salir—defendí.

Ashley enarcó una ceja.

—Ya quiero ver a dónde te llevará.

Rodé los ojos y solté un suspiro con frustración. A este paso me quedaría sin aire.

—Ash, no quiero discutir, ¿bien? Yo soy feliz con él. ¿Acaso eso no es lo que importa realmente? —agaché la mirada—. Por fin siento que encontré a la persona correcta, pero tú y mis padres no lo quieren. ¿Acaso no importa lo que yo quiero? Derek es un buen chico. Solo tenemos discusiones como todas las parejas, pero sé que él me ama.

Mi mejor amiga se quedó en silencio y evitó mi mirada. Dejó su libro a un lado y frunció levemente el ceño, clara respuesta de que estaba desacuerdo conmigo.

Cuando me levanté de la cama dispuesta a tomar mi bolso y meter mis pertenencias ahí, la voz de Ashley me detuvo. Sus palabras fueron un murmuro que no tenía intenciones de ser escuchado, pero aún así lo hice.

—Conan sería mejor novio que él.

Me giré hacia ella rápidamente, molesta y herida.

—Pero Conan no está aquí —exclamé sintiendo un nudo en mi garganta—. El chico que dices que sería mejor que Derek, es el mismo que me dejó de hablar. Por más que prometió que no lo haría. El mismo chico que decía amarme. El mismo chico que con el tiempo se volvió distante y cortante conmigo, sin saber cuánto daño me hacía.

Tuve que dejar de hablar para que mi voz no se escuchara ridículamente quebrada, y mis lágrimas que amenazaban con salir, no arruinarán el delineado.

No, Conan no tendría que interferir en mi vida. No ahora cuando ya estaba olvidándolo. Pero joder, ya habían pasado tres años y me dolía y enojaba.

—Clea...—Ashley suavizó su expresión e intentó hablarme, pero el sonido de la puerta de nuestra habitación siendo tocada la interrumpió. Y me vino bien, porque en este momento no quería hablar con ella. Así que fui hasta la puerta y la abrí un poco, encontrándome con mi novio del otro lado. Al ver que era él, abrí la puerta completamente.

—Hola—sonrió dejando ver sus relucientes y perfectos dientes. Su mirada me recorrió de arriba a abajo, frunciendo el ceño con diversión —. ¿Nos vamos a una gala acaso?

De forma inconsciente me miré a mí misma, sintiendo mis mejillas calientes. Observé a Derek, viendo como él estaba vestido de forma informal. Portaba su chaqueta que usaban los chicos del equipo de fútbol; azul y blanca. Y unos pantalones de jean negros y sus zapatos de siempre.

—Ah... —tartamudeé— es que no sabía a dónde iríamos.

—Da igual. ¿Estás lista ya?

—Claro. Iré por mi bolso y vamos—forcé una sonrisa.

Volví a la habitación y noté que Ashley ya no estaba. Así que supuse que estaba en el baño. Solo me limité a meter en mi bolso mi celular, maquillaje y algo de dinero en efectivo.

Me sentía insegura ahora.

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CONAN
GRAY

Oh, y me daría vergüenza encontrar las palabras

Así que por favor

Deja que los demás vean lo que tú nunca ves

Somos perfectos juntos pero nunca seré el indicado

Así que dejaré de ser pretencioso y aborrecer nuestra amistad

Me enseñaste una lección, que el amor no es precioso

No es como en las novelas

Los personajes secundarios terminan solos

Terminé de cantar las últimas estrofas de Footnote y me quité los cascos, alejándome del micrófono. Mis pies dolían demasiado y todo mi cuerpo se encontraba cansado. Todo el día había estado grabando la última canción que me faltaba para completar el álbum.

Eso, más que estaba ocupado con los detalles del tour Kid Krow, secciones fotográficas, entrevistas y dirigiendo los últimos vídeos musicales de los sencillos que serían parte de mi segundo álbum.

Lo único que quería era enterrar la cabeza en la almohada.

E hibernar.

—Éste me gustó más —dijo Eddie, satisfecho, al otro lado del estudio. Me observó con una sonrisa a través del vidrio —. Ya puedes descansar media hora, Gray. Bien hecho.

¿Media hora? ¿En serio? Eran las ocho y media de la maldita noche. Y estuve todo el día grabando canciones. ¿Qué más quería? ¿Matarme?

—¿Qué es lo que sigue, Eddie? —pregunté cansado hacia mi manager. Tuve que alzar la voz para que se escuchara al otro lado del enorme ventanal diseñado para que ningún ruido fuerte interrumpiera la grabación.

Dejé los cascos en una mesa de vidrio cercana y salí del cuarto de grabación para caminar hasta Eddie. Él les hizo una seña a las personas que manejaban el instrumental que era parte de las canciones, indicandoles que era todo por ahora.

Ya cuando estuvimos solos en el estudio, él habló.

—Ir al aeropuerto —contestó mi pregunta anterior, sorprendiendome.

Lo miré con mi abrigo a medio poner, incrédulo. Busqué en su mirada algún ápice de diversión que me indicara que se trataba de una broma. Pero se mantuvo neutro, casi serio.

—¿Es en serio? —elevé las cejas.

—Sí, Conan. Nos vamos a New York.

—¡¿Ahora?!

—En media hora, muchacho. —empezó a caminar hasta la salida del estudio.

—¡Eddie! ¿Pero a qué iremos a New York? —pregunté siguiéndolo cuando me coloqué mi abrigo correctamente.

Ambos salimos del estudio y caminamos por los pasillos del edificio.

—Fuiste invitado a un programa muy famoso y quieren hablar de la última gira de Kid Krow. Además puedes aprovechar y promocionar tu segundo álbum. Los sencillos que lanzaste la última vez fueron un éxito.

Tan solo pensar en todo lo que tenía que hacer hacía que quisiera retroceder el tiempo a dónde solo tocaba la guitarra y cantaba covers. Era más sencillo que componer canciones.

—¿Por qué no me lo dijiste antes, Eddie? Estuve todo el mes dándolo todo en las grabaciones y demás. Merezco saber sí vas a llevar mi trasero a otro lugar—solté con frustración siguiéndolo hasta la camioneta que me llevaría hasta mi departamento.

Mi manager me miró con confusión por encima de su hombro.

—¿De qué hablas, Gray? —cuestionó—. Hace un mes te dije que teníamos cosas que hacer en Nueva York, pero al parecer se te olvidó. Incluso te dije cuando saldríamos a qué hora.

Bueno, era muy probable que lo hubiese hecho y yo lo hubiera olvidado. Después de todo había estado demasiado ocupado durante las últimas semanas. Incluso solía olvidar descansar, o si quiera alimentarme.

Desde que Heather se volvió todo un éxito, alcanzando así el puesto cinco en Billboard, mi rutina cambió por completo. Ahora lo que hacía siempre era levantarme a las cinco y media todas las mañanas, ir al estudio, revisar detalles de los vídeos musicales junto a Eddie, ir a conferencias, firmas de autógrafos y secciones fotográficas para el álbum.

—Escucha, chico—dijo Eddie cuando subimos a la camioneta y el chófer comenzó a hacerla andar—. Te prometo que cuando todo esto de la gira termine, podrás tomarte un descanso para hacer el segundo álbum. ¿Está bien? No tendremos prisa con ese. Por ahora solo esfuérzate para lucirte en tu último concierto y luego solo deberás preocuparte por mantener tu cabellera peinada.

—Ja, ja—rodé los ojos, peinando con mis dedos mi cabello. Escuché la risa de Eddie—. Así luce alguien trabajador, ¿sabías? —defendí con una sonrisa.

—Estás muy amargado, Gray. Mejor consíguete una chica.

Hice una mueca.

—No, gracias. No quiero más drama en mi vida.━━━━━━━━━★