🥀Capítulo 10🥀

CLEA
PARKER

★━━━━━━━━¿Has tenido un amor imposible alguna vez?

Sentía una horrible incomodidad en mí. Sabía que el estar nerviosa y ansiosa estaba trayendo sus consecuencias. Sin embargo, no podía apartar la vista de Conan.

¿Por qué causabas tantas cosas en mí, pese a que estabas del otro lado de la pantalla?

—Ashley, no quiero seguir viendo.

Ella me miró rápidamente y negó con la cabeza.

—Hay que ver qué dirá —juntó sus manos —. Por favor, Clea. Tal vez mencione a sus mejores amigas de la infancia.

—¿Y si no lo hace, qué? —cuestioné con brusquedad, dolida.

Ashley negó en silencio y siguió viendo la entrevista.

Bueno, sí me he enamorado más de una vez. Eso creo que es bastante obvio supongo—respondió Conan, llamando mi atención.

No digo que no. Supongo que más de una vez habrás tenido suerte—dijo la mujer con una sonrisa pícara —. Es decir, cantas muy bien, sabes tocar la guitarra y para completar eres muy guapo. ¿Cuántas novias habrá tenido Conan Gray antes de llegar a la fama?

Más gritos y silbidos. Esto puso a Conan de color rojizo, y solo comenzó a reír.

Sin embargo la pregunta aquí es, ¿hay alguien que te rompió el corazón alguna vez?

No sabría sí decir que fue así exactamente, ¿sabes? Me refiero, a veces uno mismo se rompe el corazón cuando trata de hacer funcionar algo que al final, sabes que no funcionará. No siempre es culpa de la otra persona. Y en realidad pienso que... ya sabes, son cosas que pasan.

—¿Y eso te pasó a ti?

Miré las expresiones de Conan, atenta a su respuesta.

—Cada vez que me he enamorado, o he tenido a alguien termino con el corazón roto—respondió sin sinceridad —. Llegué a ese punto en el que no quería estar enamorado en lo absoluto. Enamorarse da miedo. Es tan vergonzoso y vulnerable. Para mí cuando era más joven era fácil ser como: ¡Si, no quiero enamorarme! Eso es estúpido. Pero hoy en día, si quiero enamorarme. Es solo que... da miedo, ¿Sabes? Es terrorífico.

Tragué saliva, sintiendo esa enorme necesidad de abrazarlo como cuando éramos mejores amigos. Cómo cuando éramos inseparables.

Conan había cambiado un poco físicamente. Sin embargo, seguía siendo es chico dulce y sensible que yo amaba.

De pronto la nostalgia me invadió.

Y volví a la realidad. Una realidad en la que Conan y yo no éramos nada.

—Ya veo. Entonces nuestro Conan no ha encontrado a la chica indicada para arriesgarse, ¿verdad?

El chico de ojos marrones se quedó en silencio un momento, luciendo pensativo.

Una vez lo hice. Fue hace años, cuando yo iba a la secundaria.

Joder.

Mi respiración se cortó.

Es como si mi corazón hubiese dejado de latir para poder escuchar mejor.

Ashley contuvo un grito ahogado y me codeó.

¿Y ella te rompió el corazón? —preguntó la conductora de forma curiosa.

—No. Creo que yo lo hice.

•••

CONAN
GRAY


Solo unas casi cien preguntas después de que el programa terminase, y por ende la entrevista también, me pude permitir tomar un respiro. Las cámaras se apagaron y el público fue retirándose de a poco entre felicitaciones y halagos hacia mí, prometiéndome que me verían en el concierto. Lo único que hice fue sonreírles y saludarlos con la mano.

Intercambié un par de palabras con la conductora del programa y luego me fui junto a Eddie, quién me esperaba con una enorme sonrisa fuera del estudio de grabación.

—Estuviste genial, Conan—felicitó—. El público te amó y en ningún momento aburriste con la historia de tu vida.

Rodé los ojos divertido, y nos dirigimos afuera del edificio. Dos hombres de seguridad venían detrás de mí.

—Aunque tengo curiosidad por esa chica que mencionaste —admitió luego de unas palabras sobre la entrevista. Me miró con curiosidad —. Es decir, sabía que la mayoría de tus canciones son de desamor pero, ¿tan mal te fue con ella?

—¡Eddie! —reí—. No, las canciones no iban dedicadas a ella... —sentí un poco caliente mis mejillas—. Bueno, aunque sí pensé en ella al principio pero... supongo que es parte del pasado.

Se sentía raro pensar en mi mejor amiga de nuevo. Luego de tantos años, dónde al principio la extrañaba demasiado y sentía que no podía estar sin escuchar su voz chillona cuando la molestaba, o sin sus abrazos melosos, o sin sus terribles chistes que buscaban una sonrisa mía.

Recuerdo que los primeros días sin mi mejor amiga fueron terriblemente difíciles. Y es que, ¡joder! Clea me había malditamente correspondido esa noche en la graduación. Y luego me fui de allí, dejándola sola.

¿Cómo se habrá sentido? ¿Le habría dolido cómo a mí me dolió dejarla?

—Entiendo, Gray. Por tu cara supongo que no es del todo cierto—acusó mi manager una vez llegamos hasta el estacionamiento. —. Pero no te molestaré con eso por ahora. Además te notas cansado y ¡Oh! —su rostro cambió a uno serio, mirándome con acusación —. Tenemos una charla pendiente.

Elevé una ceja, confundido. Luego de eso vino a mi mente el recuerdo de lo que pasó en el mercado y mi rostro cambió a una apenado.

—Oh, claro—murmuré—. Es que me perdí camino al estudio.

Por supuesto que no se lo creería. Pero por lo menos lo dejó pasar por un momento. Mi manager demostró su desconfianza hacia mí cuando observó a los dos guardaespaldas que se mantenían serios y callados:

—No le quiten los ojos de encima a este muchacho—ordenó, provocando que lo mirase ofendido. —. Voy a ver porque demonios Henry no ha llegado.

Se refería al chófer que nos llevaría al hotel de vuelta.

Luego de que Eddie se marchase de allí me dediqué a mirar el estacionamiento con aburrimiento. Pasados unos minutos intenté entablar alguna conversación con los hombres que me tenían a su cuidado, sin embargo solo obtuve palabras monosílabos como "Sí", "No", "ajá".

Terminé por hacer una mueca de frustración y callarme. Eddie estaba tardando demasiado.

—Iré al baño un momento —avisé luego de unos minutos empezando a caminar hacia el edificio de nuevo.

—El señor Edward ha dicho que... —intentó protestar uno con desaprobación.

Lo interrumpí con algo de fastidio.

—Qué no me quiten la vista de encima. Así que supongo que uno tendrá que acompáñarme—solté con más brusquedad de lo que me habría gustado. Sin embargo no había sido mi intención, pero me encontraba cansado y estresado.

Sabía que dentro de unas horas la gente hablaría del desastre ocasionado en el mercado y eso aparecería en muchas revistas dónde algunos se burlarían y otros presumirán haberme tocado. Porque para colmo cuando todos se habían echado encima de mí como lobos hambrientos, uno de ellos (creo que una chica) me había pellizcado el trasero.

"Cosas que pasan cuando eres famoso" parte uno. Así se llamaría mi nuevo blog. Aunque hace tiempo que no hago uno. No importa. Lo haría con la intención de que otros artistas se sintieran identificados.

Sonreí un poco ante mi propio pensamiento y luego de caminar dentro del edificio donde habían personas que iban de aquí para allá ocupadas, encontré el baño. Miré por sobre mi hombro al guardaespaldas y él se quedó quieto a unos metros, esperándome.

Por suerte el baño estaba vacío, así que solo me dediqué a mojarme un poco el rostro y el cuello, sintiéndome fresco como una lechuga. Me miré en el espejo. En tiempos de calor a veces solía atar mi cabello rizado en una coleta baja, pero eso cuando estaba sólo en casa. Sin embargo ahora no podía hacerlo y moría por sentir el fresco aire en mi nuca.

Pero no lo cortaría de igual manera. Me agradaba así.

Me quité el buzo de color negro que traía encima, quedando en una camisa musculosa blanca. E inmediatamente noté como contrastaba una marca oscura contra mi piel, en la parte baja del hombro.

—Cierto, la chica que casi tiré al suelo—murmuré para mí mismo cuando intenté recordar cómo lo había ocasionado.

¿Cómo me había llamado?

"Idiota"

Me reí por eso. Era la primera vez en mucho tiempo que alguien me decía una verdad en la cara. Puede que no supiera quién era, o tal vez sí me haya reconocido y le haya importado un cuerno. Sin embargo ahora me parecía gracioso. Porque esa forma tan rápida y brusca de reaccionar me hacía recordar a Ashley y Clea.

Aparté ese pensamiento cuando me di cuenta de que estaba tardando demasiado, por lo mismo que acomodé un poco los rizos de mi cabello y salí del baño con el buzo en mi mano.

—¡Hey! —escuché una vez detrás de mí que me obligó a quedarme quieto. —. ¡Eres Conan Gray!

Oh, qué bien. ¿Otra fan?

Me volteé con curiosidad y vi como una chica de cabello largo y marrón se acercaba a mí con una linda sonrisa, emocionada.

—Te ví en la entrevista hoy—mencionó—. Tuve suerte de que estuviera por aquí, sino no te habría podido hablar en persona.

Por alguna razón su rostro se me hacía conocido; su voz, la manera en que sonreía, sus ojos...

Abrí mis ojos con sorpresa y la miré de igual forma.

—Tú eres... —murmuré.

—La chica de bizaardvack, sí—rió—. Últimamente todos me reconocen por eso.

—Eres Olivia Rodrigo —asentí sonriendo—. En realidad fui muy fan del programa cuando era más joven. Siempre lo veía.

—¿En serio? Eso sería irónico porque yo soy una fan tuya—ambos reímos —. Supongo que es casualidad.

—Eso creo—extendí mi mano hacia ella—. No nos hemos presentado formalmente, soy Conan Gray, fan de Bizaardvack.

Ella rió y estrechó su mano con la mía.

—Me llamo Olivia Rodrigo, fan de Conan Gray.

A partir de eso, supe por la forma en que conectamos y sonreímos, que los dos seríamos grandes amigos.━━━━━━━━━★


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