Magconnews: ¿Beire será real...? ¿Leire le pone los cuernos a Aaron con Blake...? Juzguen por ustedes mismos.

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MeganHill: 😱😱

Hayleysteven: ¡¿WTF?! 💔 Pobre @aaroncarpenter

Leeireehater: 😂😂 no sé por qué os sorprendéis, si estaba más que claro que es una puta zorra.

Leeiree4ever: @leeireehater ¡que te calles cabrona de mierda! Ya me tienes hasta los cojones... ¿qué pasa que no puede abrazar a otro chico que no sea su novio? Seguro que hay alguna explicación, ya basta de tonterías... Te amo @leeiree 💜

Leeireehater: @leeiree4ever ¿qué hace abrazando a @blakegray en medio de la calle a las doce de la madrugada...? Tú también sabes que en verdad es una guarra.

Espinosauriorex: ... no sé qué pensar... yo que shippeaba #Laron... espero que no sea lo que estoy pensando...

Magconboysfans: serás perra @leeiree como le hagas sufrir a mi bebé @aaroncarpenter te mato!!!

Maaideer: ...

Nataly63737: @maaideer ¿qué significan esos puntos suspensivos? Es cierto que le pone los cuernos?!?!?

Stellasimpson: @maaideer ¡¿le pone los cuernos?! 😱💔

Taylorharrison: Ay ya basta. Seguro es photoshop, dejen de acusarla de perra de una maldita vez!!!

(.../...)

Se está pasando. ¿Por qué mierdas comenta esos tres puntos suspensivos? ¿Para crear más drama? No la reconozco. Menos mal que ya funciona mi móvil. El arroz si que funciona.

Entré al twitter e ignorando todas las menciones e insultos, decidí escribir algún que otro mensaje. Realmente estaba dolida y decepcionada.

@leeiree: No temo al enemigo que me ataca, sino a la falsa amiga que me abraza.

@leeiree: La confianza es la base en una amistad. Sin eso, no hay nada.

@leeiree: Tus palabras duelen y cuando te des cuenta será tarde.

(.../...)

—¿Qué son esos tuits que acabas de publicar?

Me encogí de hombros y continué con la vista en mi móvil.

—¿Son dedicadas para Maider?

Volví a encogerme de hombros.

—¿Puedes dejar de hacer eso?

Volví a encogerme de hombros y Cameron gruñó y me arrebató el móvil de las manos.

—¡Ey! —me quejé con el ceño fruncido —¿qué haces?

—Estoy preocupado por ti —frunció el ceño —¿me dices qué es lo que te pasa? ¿y qué significan esos tuits?

Suspiré.

—Todo el mundo cree que le estoy poniendo los cuernos a Aaron, Cam. Y con todo el mundo, incluyo a mi supuesta hermana —le dije con la vista nublada —. No me mires así —negué.

—¿Así cómo?

—Con lástima. Sabes que odio dar pena.

—No puedo creer que Maider piense eso. Seguro le entendiste mal.

—No. Ella me lo dijo. Y para rematarlo, en una foto que salimos Blake y yo abrazándonos y diciendo que le pongo los cuernos a mi novio, comentó tres puntos suspensivos.

—Deberías hablar con ella.

—No quiero hablar con alguien que no confía en mí. Me da igual lo que la gente opine de mí. Pero ella no es la gente, ella es mi hermana —una lágrima se resbaló por mi mejilla y rápidamente me la limpié con la palma de la mano.

—Ven.

Me acercó a él y me envolvió en sus brazos. Enrollé mis brazos en su cuello y solté un pequeño sollozo.

—Tranquila enana, ya verás cómo todo se arregla. Te lo prometo.

(.../...)

—¡Joder! —grité enfadada.

—¿Qué te pasa? —me preguntó el misionero.

—¡No me contesta ni las llamadas ni los mensajes!

—Bueno, tranquila mujer. Estará en algún lugar que no hay cobertura...

—¿Un día entero sin cobertura? Por favor, está en Luisiana, no en un desierto perdido —gruñí —me está ignorando —murmuré mirando el móvil.

—Que no mujer —Chris rodó los ojos.

—¿A no? —le miré con los ojos entrecerrados —déjame tu móvil —extendí mi brazo hacia él.

—¿Qué? No.

—¿Por qué?

—Porque... —miró a su alrededor buscando una excusa y alcé una ceja —Porque no tiene batería.

Le miré incrédulo.

—Venga ya, tú nunca tienes menos de cincuenta por ciento de batería.

Arrugó la nariz.

—Vale tienes razón. Pero aún así no te puedo dejar. Quiero escuchar música —conectó sus auriculares al móvil.

—Te presto el mío.

—No, quiero el mío.

—¡Maldita sea Chris! ¡Que tengo que hablar con Aaron!

—Pues llámale —se encogió de hombros.

—¡Que no me contesta!

—Pues llámale más tarde —se encogió de hombros y gruñí.

—¡Eres insoportable! ¡Te odio!

Caminé hasta la puerta y justo antes de que cerrara la puerta de un portazo escuché el grito de Chris.

—¡Sabes que me amas cariño, no intentes negarlo!

(.../...)

—¿En serio vamos a hacer ese challenge? —miré con asco el vídeo.

—Si, en serio. Será muy divertido —sonrió ampliamente.

Suspiré.

—Si tú lo dices... —le dije poco convencida.

—Ahora no te rajes, que fue tu idea hacer un vídeo divertido si llegaba a los 50 mil suscriptores.

—Está bien, está bien —alce los brazos al aire.

—¡Hey guys! —exclamó Blake en cuanto comenzó a grabar —de nuevo estoy con mi amiga Leire —me señaló e hice el signo del paz sonriente.

—¡Hola!

—Lo prometido es deuda, y hoy os traemos un vídeo muy divertido.

—Y asqueroso —asentí con una mueca haciendo que se riera.

—Tampoco mucho. El challenge consiste en que sacaremos un papelito de este bote y están escrito seis números y hay seis bolsitas con seis números tambien. Quien saque el numerito tendrá que abrir la bolsita con el mismo número,  y tendrá dos opciones.

—Uno, comérselo. Que dudo mucho... y el segundo, ponerselo. Ya sea en la cara, en el pelo o en la ropa.

—Así que comencemos...

—Empiezas tú —le dije rápidamente y para mi sorpresa accedió sin quejas.

—Bien —cerró los ojos y sacó un papelito —el cinco.

Tomé la bolsita número cinco y se la di. Cuando lo abrió sonrió.

—Nesquick. Me la como —asintió.

Cogió una cuchara y la metio en el bote.

—¿Así está bien? —me preguntó y asentí.

—Si, está bien.

Nada más meter la cucharada en la boca comenzó a toser como si de un loco se tratase y conforme se iba pasando el tiempo se ponía más rojo. Comencé a reír y a darle unas palmadas en la espalda. Me hizo un gesto indicándome que le diera agua, así que tomé el vaso de agua que se encontraba a mi lado y se la di.

Después de un par de minutos ya se encontraba bien así que continuamos con el maldito challenge.

Cogí un papelito que decía el número dos y puse cara de asco al abrir la bolsa número dos.

—No me jodas... —murmuré mientras el imbécil se reía de mí —mayonesa... ¡odio la mayonesa!

—¿En serio? No me digas —dijo sarcástico.

—¿Lo has hecho apropósito? —se rió —serás imbécil —le dí un pequeño puñetazo en el brazo.

—¿Te lo comes o te lo pones? —me preguntó burlón.

—¿Si ya sabes la respuesta para qué preguntas? —le miré con los ojos entrecerrados y me sonrió encogiéndose de hombros —no me eches mucho —le dije justo antes de que me vaciara todo el bote de mayonesa en la cabeza. Sacudí el cabello haciendo que la mayonesa impactara contra su rostro.

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