Capítulo 56
—¿Y qué es eso de que ahora eres muser?
Reí.
—Blake me está enseñando un poco. La verdad es que es muy divertido.
—¿Blake?
Aunque no le puediera ver, puedo apostar lo que sea de que frunció el ceño.
—No, idiota. Es divertido hacer Musical.lys —sonreí.
—Oh, ya. Y hablando de ese muchacho... —me mordí el labio para no reírme —¿Te cae bien? Digo, es obvio de que te cae bien. Él te está enseñando como funciona una aplicación, tú y él grabáis un vídeo juntos... por cierto, tenía muchos comentarios.
—Aaron... —suspiré —no te creas nada de lo que dicen por favor —le supliqué —sólo somos amigos, en serio. Además, sabes que yo nunca te haría daño y que te quiero. Así que no tienes por qué preocuparte.
Me dolía porque sabía que estaba sufriendo por todas las estupideces que se están diciendo. Por más que él haga como si no le importara, sé que le hacen daño. A mí me pasa lo mismo.
—Si, lo sé. Sólo decía... yo confío en ti —sonreí —tengo que colgar. Te quiero.
—Yo más.
(.../...)
—¡Por favor! —grité tirada en el suelo—¡Salgamos a la calle! ¡Nos estamos quedando sin oxígeno! A mí ya me cuesta respirar...
—Lo que estás quedando es sin excusas para que te acompañemos salir, no sin oxígeno, que es diferente —comentó divertido mientras jugaba al play junto a su mejor amigo.
—¡Cállate Chris! —gruñí y se rió.
—Por favor... ¡quiero salir! —lloriqueé mientras pataleaba todo lo que encontraba.
—Pues sal —Cam se encogió de hombros sin apenas mirarme.
—Prefiero azúcar —comentó Blake y comenzó a reír a carcajadas y todos le siguieron. Yo en cambio, les quedé mirándolos horrorizados.
Las drogas. Está claro. ¡Son malísimas!
—Os juro que como sigáis tocándome los cojones imaginarios que tengo, os dejo sin luz. Y sabéis que cumplo mis promesas, así que no me tienten... —les amenacé.
—Yo tengo que hablar con mi madre —se excusó el pequeño sacudiendo su móvil.
—Yo me tengo que duchar.
—Yo tengo que ir al gym —continuó diciendo Cam con los brazos en el aire.
Giré la cabeza para mirar a Blake como si fuera la niña de la exorcista.
—Eh yo... —se rascó la nuca.
—Tú te vienes conmigo —sentencié.
(.../...)
—Me aburro...
Lo ignoré.
—Tengo hambre.
Ay... mi espinosaurio... le echo de menos...
—Tengo sed.
Volví a ignorarle.
Desde que salimos de casa. Bueno, desde que lo saqué a arrastras, no deja de quejarse. Ya me tiene harta.
—Hace mucho calor.
—¡Aaaah! —grité en medio de la calle llevándome las manos a la cabeza. Algunos me miraron raro, como si estuviera mal de la cabeza, Blake era uno de esos algunos —¿tienes calor? —le grité —¡Pues venga, a refrescarse!
Lo empujé a una fuente que se encontraba a nuestro lado. Tenía chorros y todo.
—¡Estás loca! —me gritó y comencé a reír como la loca que soy.
—Dime algo que no sepa cariño —le dije entre risas.
En un movimiento rápido, me agarró del brazo y me tiró a la fuente también.
—¡Idiota! —le salpiqué agua a la cara y se rió —¡No te rías! —no me obedeció, así que le hice una aguadilla, solo por unos cinco segundos, no mucho. Tampoco quería que se ahogara el chaval, sólo que dejara de reírse de mí.
(.../...)
—¿Ya estarán?
—Que no Leire, tienes que esperar hasta mañana —. Gruñó Chris.
Bufé.
—Espero que el arroz haga efecto —comentó Gray en un suspiro.
Siempre dicen que el arroz funciona cuando se te moja el móvil. Algunos dicen que funciona, otros que no. Nosotros hemos decidido intentarlo y cruzar los dedos.
—¿Y cómo se os han mojado? —curioseó Joey.
—Ha sido su culpa.
Ambos señalamos al otro.
—¡Mentira! —volvimos a gritar a la vez.
—¿Si? —preguntó Cameron cuando descolgó el móvil. Al parecer alguien le llamo. —Eh, si. Está aquí. Ahora le paso —asintió y me tendió el móvil —Maider.
Sonreí y tomé el móvil.
—¡Hermana! —exclamé.
—¡De hermana nada! —me gritó —¿se puede saber por qué no me cogías el móvil?
—Porque he tenido un percance y se ha mojado.
—¿Y qué tal va todo con Aaron?
—Pues estupendamente. Hablé ante —le dije —¿por qué?
—¿Por qué? —soltó una risita —Pues porque no sé qué opinará sobre el vídeo que está circulando por internet.
—¿Qué vídeo? —fruncí el ceño.
—¿Es broma, no? Hablo del vídeo de Blake y tú en una fuente. La gente se ha vuelto loca shippeandoos.
Abrí los ojos en par en par.
—No puede ser...
—Si puede ser... hasta se puede escuchar lo que os decís. Le has llamado cariño.
—¿WTF? ¿Qué dices? Qué le iba a llamar yo cariño...
—Justo antes de que te tirara a la fuente...
Fruncí el ceño e hice una mueca pensativa.
—¡Ah! —exclamé —Pero vamos a ver, eso le dije en broma. Se lo digo a casi todos...
—Ya, lo sé. Pero no todos lo saben. Dicen que le estás poniendo los cuernos a Aaron con Blake... —lo dejó caer y sentí como si alguien me hubiera apuñalado por la espalda.
—No me jodas Maider... —murmuré dolida —¿De verdad crees que le estoy poniendo los cuernos? —le medio grité. Menos mal que me había alejado de los chicos. No me contestó —¡Contéstame! —esta vez sí que la chillé.
Sentía ganas de llorar. Maider, mi hermana, que me conoce mejor que nadie piensa que le estoy poniendo los cuernos a mi novio. Y yo que estaba convencida de que me conocía al cien por cien...
—Yo no he dicho eso Leire. Pero... no sé, no me puedes negar que entre vosotros hay un tonteo muy grande...
—Saludos a Shawn por mi parte —le interrumpí su discurso y colgué.
Me limpié rápidamente una lágrima que se me resbalaba por la mejilla y le devolví el móvil a Cam.
—Saldré a correr —les dije y me miraron como si hubiera dicho una estupidez.
—¿A las once de la noche? —me preguntó Cam mirando la hora.
—Si —me encogí de hombres.
—Estás loca si crees que te dejaremos salir a estas horas a correr —Chris frunció el ceño y se cruzó de brazos.
—No necesito ningún permiso.
Se miraron entre ellos antes de que hablaran a la vez.
—Te acompaño.
Solté una carcajada.
—¿Ahora todos me quieren acompañar? No, gracias, voy sola —les dije y salí corriendo ignorando sus gritos.
Después de que corriera alrededor de una hora, dejé de hacerlo y me incliné un poco hacia delante con las manos en las rodillas para que pudiera respirar con más facilidad. Me encanta correr cuando estoy cabreada. Tengo muchísimo carácter, y cuando me enfado mucho, no me controlo y más de una vez digo cosas que no debería y lo odio. Por eso, prefiero salir a correr y relajarme. Pero me jodió mucho lo de Maider. Confío plenamente en ella. Creía que me conocía como la palma de su mano, pero estaba muy equivocada. Si de verdad me ve capaz de hacer algo así a Aaron, no me conoce ni el cincuenta por ciento.
—¡Joder tía! —me giré cuando escuché su grito —¿Dónde coño te habías metido? —se acercó a mí y me dió un abrazo.
Me pilló desprevenido, pero le devolví el abrazo.
—Ya os dije que saldría a correr —le dije cuando nos separamos.
—Ya, pero son las doce, boba —frunció el ceño —estábamos preocupados por ti.
Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios.
—Awww, son tan tiernos... —pellizqué la mejilla del rubio logrando que soltara un pequeño gruñido y me diera un manotazo —Pero tranquilos, ya me defiendo yo sola de los violadores —sonreí con arrogancia.
—¿Y qué pasa si no son violadores y son secuestradores? —me miró con los ojos entrecerrados.
Me encogí de hombros.
—También me las apañaría.
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En el próximo cap habrá mucha drama...
Instagram: aanee1992
Os amo más que a la nutella personitas bellas!! ♡♡♡
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