Lo tenía decidido. Mañana a la mañana hablaría con Nash y lo arreglaríamos todo. Después, iría a hablar con Aaron y... y no sé qué pasará. Eso ya lo veremos mañana. Bostecé y cerré los ojos dispuesta a dormir, pero al cabo de unos pocos segundos abrí los ojos de golpe y tras encender la lamparita me senté en la cama como un índio.

—Leire...—gruñó Maider sobándose los ojos—¿Qué haces?—me preguntó molesta.

—Tú y yo tenemos una conversación pendiente.—sonreí y alcé las cejas.

—¿Hablas en serio?—asentí—A las...—miró el móvil y me miró como si estuviera loca—¡¿A las 3 de la madrugada?!—Volví a asentir—Sea lo que sea puede esperar a mañana. O por lo menos unas horas—Bostezó y se cubrió el rostro con las mantas.

—No. Vas a contarme cómo te fue en la cita con tu bombón. Ahora.—asentí decidida de brazos cruzados.

Se giró con una sonrisa estúpida en su rostro. Y solté una risita. Creo que ya le vinieron ganas de hablar.

—Está bien—se sentó al igual que yo y comenzó a relatarme— Shawn me invitó a salir y me mostró los sitios más bonitos de la ciudad. Después comimos helado y cuando llegamos al hotel ¡me cantó! ¡Me cantó una canción maravillosa sólo para mí!—chilló emocionada.

—¡Cállense! ¡Queremos dormir!—gritaron Carter y Matt golpeando la pared que se encontraban en la habitación de al lado.

—¡Ese es el sueño de cualquier adolescente!—continuó gritando mi amiga ignorando las quejas del chino y del dinosaurio—En serio. Fue alucinante.

—Me alegro por ti Maider.—sonreí—Hacéis muy buena pareja. Pero te faltó contarme cómo fue el beso.

—Es que no ha habido beso.—Se encogió de hombros y alcé las cejas.

—¿Cómo dices? ¿Ni le has besado, ni le has violado, ni secuestrado... ni nada?—pregunté incrédula haciendo que rodara los ojos.

—No Leire, nada de eso ocurrió.

Entrecerré los ojos y poco a poco me levanté de la cama y me acerqué a ella intimidante con mi almohada en las manos.

—¿Qué haces?—me miró raro.

—¡¿QUIÉN ERES Y QUÉ HICISTE CON MI MEJOR AMIGA?!—Grité a todo pulmón.

—¡¡CÁLLENSE!!—Volvieron a gritar, pero esta vez los gritos provenían de la habitación de Skate y Sammy, que estaban al otro lado de nuestra habitación.

—¡DESENMASCARATE!—Grité y comencé a golpearla con la almohada.

—¡Estáte quieta maldita desquiciada! ¡Soy yo! ¡Pero no le quería asustar!

Lentamente fui retirando la almohada pero aún le miraba desconfiada.

—Demuéstralo.—la reté.

Bufó.

—¿Cómo?—alzó una ceja.

Hice una mueca pensativa y después sonreí.

—Cuéntame tu plan de futuro con Shawn.

La loca ésta tiene un plan de futuro con Shawn y antes de que viniera de tour me contaba una y otra vez.

—Está bien—aceptó y sonrió— En cuatro años, es decir, cuando él tenga 23 y yo 20, nos casaremos en San Sebastián. En la preciosa playa de La Concha. Después de Luna de Miel iremos a Italia. Después de varios sesiones de sexo salvaje, para volver a tener energía, comeremos pasta y pizza. Viviremos en Los Ángeles. En una casita al lado de la playa. Tendremos trillizos y seremos una familia muy feliz.—Finalizó con una sonrisa de oreja a oreja.

—Joder, pues sí que eres tú...

—Pues claro que soy yo, estúpida—me fulminó con la mirada—Solo que no quise comportarme como una fan, no quiero arruinar las cosas. Es demasiado tierno. Si quiere darme un beso, ya me dará.—sonrió.

—Pero es muy tímido, tal vez no se atreva.

—Pues cuando se suelte y le apetece ya me dará. Lo malo es que en un par de días tengo que volver a España—hizo una mueca.

—Jo, quiero que te quedes conmigo...—hice un puchero.

—Yo también, pero sabes que no puedo...

(.../...)

—Buenos días—me susurraron en el oído por detrás causando que me estremeciera un poco.

—Aaron, me has asustado— soltó una risita mientras entraba dentro del ascensor con mi maleta y pulsaba el botón.

—Hoy estás muy guapa. Bueno, siempre estás preciosa, pero hoy más.

Alcé una ceja y negué divertida.

—Eres un embustero.

—Claro que no—rió y juntó sus labios con los míos al mismo tiempo que me acariciaba el mentón con su pulgar.

Cuando comenzó a abrir la puerta nos separamos y tras sonreirnos mutuamente nos fuimos a dejar las maletas al bus.

—Aaron.

—Dime—me sonrió.

—Prefiero que por ahora no sepan nada nadie. Bueno, tampoco quiero mantenerlo en secreto, son nuestros amigos y quiero contarles. Pero prefiero mantener un poco las distancias por ahora. Ya sabes, tampoco quiero hacerle daño a Nash.—fruncí los labios.

—Tranquila, no te preocupes—negó con una sonrisa—Te entiendo. De hecho, yo también prefiero. Nash también es mi amigo y lo último que quiero es hacerle daño.

Asentí con una pequeña sonrisa y volvimos a la cafetería del hotel, donde ya se encontraban todos. Nos sentamos con ellos después de que cogieramos nuestro desayuno.

—Hola—saludamos ambos con una sonrisa.

—¡Contigo quería hablar yo!—me señaló Carter acusatoriamente.

—¿Conmigo?—me señalé a mí misma mientras le daba un mordisco a mi napolitana de chocolate—¿Por qué? ¿Qué hice esta vez?—rodé los ojos.

—¿Gritar como loca a las 4 de la madrugada?—preguntó Skate con una sonrisa irónica.

—Ah, eso...

—Si, eso.—Sammy me sonrió falsamente y como la madura que soy, le saqué la lengua.

—Pero fue ella quien gritó.—señalé a mi mejor amiga—No yo.

—Pues da la casualidad de que ella—Matt señaló a Maider—dijo que eras tú—entrecerró los ojos en mi dirección.

Miré a la morena con los ojos entrecerrados, pero al parecer no tenía idea de lo que estábamos hablando porque la muy perra estaba muy entretenida hablando con su amorcito.

—Bueno, fuimos ambas.—confesé—Pero tampoco fue para ponerse así. Sois unos exagerados.—negué rodando los ojos.

—Si, claro. Habló la chica discreta—se burló Gilinsky.

—Cállate negro—le ordené señalándole con el dedo índice y con la boca llena.

El desayuno se pasó entre bromas y risas, como la mayoría de veces. Pero Nash no hacía ninguna broma como es de costumbre. Estaba sumergido en sus pensamientos, tanto que cuando todos terminaron de comer a él aún le quedaba más de la mitad y cuando se levantaron de la mesa para ir al bus él no se dio cuenta.

—Tío ¿vienes?—le preguntó Johnson al ojiazul.

Alzó la mirada y nos miró a todos un poco confundido. Cuando estaba a punto de contestar tomé la palabra.

—De hecho, yo quiero hablar contigo un momento. Por favor.

—Está bien...—asintió.

Menos Cameron, Lox, Maider y Aaron, todos los demás nos miraron con una sonrisa pícara. Gracias a Dios no dijeron nada y tras despedirse de nosotros fueron al tour bus.

—Bueno...—dije en un suspiro una vez que estábamos solos.—De nuevo quiero pedirte disculpas por...

—No tienes por qué disculparte, Leire—me interrumpió—Te gusta Aaron. Lo entiendo. No voy a entrometerme en vuestra relación. No te preocupes—negó al igual que yo.

—Eso no es lo que me preocupa Grier. Sino tú.—sus profundos ojos se clavaron en los míos de una manera increíble.—Me duele que estés mal por mi culpa, joder. Yo lo último que quiero es hacerte daño o estropear tu amistad con Aaron. Jamás me perdonaría.

—No tienes por qué preocuparte por mí—me sonrió de una manera bastante sincera—Estoy bien y estaré mucho mejor dentro de poco. En serio. Y tampoco cambiará nada entre Aaron y yo. No te lo voy a negar que me fastidiaba que estuvierais juntos todo el rato, pero por una vez en la vida intentaré ser maduro.—Terminó con una pequeña sonrisa.

La verdad me aliviaba saber que todo estaría bien entre ellos, porque no quiero fastidiar su amistad. Son amigos desde hace años y todos aquí son una familia, incluso yo también soy parte de la familia.

—Vale—asentí con una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes—También me gustaría que todo fuese como en un principio entre nosotros. Echo de menos el Nash bromista ¿sabes?—esta vez sonreí con más ganas, al igual que él. Sus ojos claros brillaban.

—Oh está bien.—asintió—¿Quieres decir que me he vuelto aburrido? ¿Es eso?—alzó las cejas y aunque estaba esforzándose parecer serio, sus labios temblaban hacia arriba.

Reí.

—¡El Nash gracioso está de vuelta señoras y señores!—grité levantándome de mi silla y señalando al ojiazul que a estas alturas se encontraba riendo mientras negaba con la cabeza.

—Estás loca.

—Qué se le va a hacer...—me encogí de hombros y en cuanto se levantó de su asiento le abracé fuertemente.—Te quiero idiota.—le susurré mientras descansaba mi cabeza en su pecho.

—Yo también.

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Necesito vuestra ayuda.

¡Necesito un ship para Shawn y Maider! Yo soy muy mala en estas cosas jajaja, pensé en Mawn pero me parece que es horrible😂 Shaider tal vez? No lo sé!

Alguna idea? Por favor comentad si tenéis alguna idea!

Graacias por los 20K leídas!!

Os amo más que a la nutella personitas!! ♡♡