Epilogo


Recuerden comentar muchooo. Las amo corazones.

Melanie

Estamos en carolina del norte. Llegamos ayer en la noche y decidimos recorrer la ciudad antes de continuar. Hemos visitado varios estados en los posibles lugares en lo que pueda estar la señora Ángela. Lance esta muy entusiasmado y me lo ha dicho tantas veces que no le he querido decir lo que siento para no ser pesimista.

Este país es enorme y tiene muchos estados. 

¿En cual de los cincuenta de esto se encuentra?

¿Y si no esta en este país?

¿Y si se fue a Europa?

—A mi mamá le fascina el amar —asisto caminando a su lado con nuestras manos entrelazadas, cerca de la orilla.

—Hemos recorrido varias —manifiesto, haciendo un poco de énfasis mirando las casas preciosas a nuestro costado.

—En alguna de estas tiene que estar y si no en los museos — siento que mi corazón se rompe, ha repetido lo mismo desde que comenzamos esta aventura. Él esta tan animado que no ve la realidad que yo veo. 

De verdad me rompe el alma.

—Seguro—no se que mas decir, me duelen las comisuras de los labios de tanto reír forzosamente.

Niños y perros pasan cerca nuestro. Lance me lleva agarra por la  cintura de manera posesiva después de que un grupito de colágeno perdón adolescentes me elogiaran mi traje de baño. No sé que le están dando a los chicos de hoy pero si no es por sus caritas de niños, juraría que son de mi edad.

Pero no me interesan.

Solo hay una persona que me deleita la mirada y es el marsupial que esta a mi lado y quien no deja mirar mal a los hombres que pasan por nuestro lado cuando estos se dirigen su atención sobre mi.

Lance lleva puesto una pantaloneta de baño color negro — nada de cuadros— y la parte de arriba totalmente descubierta dejando ver su hermosa masculinidad. Casi, casi se me sale de la quijada al verlo y creo que nunca voy a dejar de babear cada vez que el muy hizo de su madre se saca la camisa.

Lo que mas me gusta es tenerlo cerquita y poder acariciar con mis propias manso su preciosa y bien hecha estructura. 

—¿Una carrera?—propongo.

—No—contesta aburrido y hago un puchero.

—¿Tienes miedo de perder?

—No tengo ganas de correr.

—No seas aburrido.

—¿Para qué quieres hacer eso?

Subo y bajo los hombros.

—Solo quería jugar.

—Eres una niñata.

—Y tu un amargado—quito la mano de mi cintura—.Si no quieres correr no importa lo que hago yo solita.

—Recuerda tu pie.

—El doctor me dijo que no podía hacer saltos pero no me dijo nada correr así que —me pongo en posición—.Allá te veo McQueen.

Echo a correr como una loca en carretera y río sin importarme las miradas que se anidan sobre mi. 

Escucho que dicen mi nombre y frunzo las cejas. Esa horrible voz yo la conozco. Miro por encima de mi hombro y suelto una exclamación cuando veo que se aproxima el marsupial. Y viene dispuesto a atraparme.

Acelero los pasos lo mas que mi nada atlético puede dar pero mi camino es interrumpido al chocar de frente con alguien.

Otra vez.

Caigo encima de la persona y mi cara queda pegada en su pecho. Escucho quejidos y también una exclamación a lo lejos. Levanto la vista recobrando el sentido —que perdí por unos segundos — y me asombro al ver el rostro de la persona debajo de mi.

¿Será que se me daño una lentilla?

—Puedes bajarte —protesta con amargura, no puedo apartar mi mirada de él. 

Dios mio. 

¡Es igualito a Lance!

Me paro de golpe por la conmoción.

—¿Qué me miras?—escupe amargamente mientras quita la arena pegada a su cuerpo, no puedo dejar de mirarlo. 

¡Es igual al marsupial!

Solo que mas joven y si tatuajes.

Sus ojos son marrones.

—Es que tu — no salgo del shock—.Te parece mucho a alguien que conozco y tienes que ser familia por-porque es imposible.

—Infiltrada—el chico que se parece a Lance arrastra a su mirada hacia él con amargura. Espero que ambos reaccionen al verse pero ninguno de los dos parece notar que lo que están viendo mis ojos.

—Oh por dios—no puedo evitar expresar, el asombro esta a flor de piel—¡Ustedes se parecen muchísimo!

—¿Que?—me miraron los dos a la vez y casi me da algo al ver que fruncieron el cejo.

—Ustedes parecen hermanos—no puedo evitar soltar.

Ambos se miran y Lance estudia a profundidad al chico.

—Estas ciega —me dice el chico y cuando intenta irse el marsupial se interpone.

—Espera.

—Tengo que irme.

—¿Cómo te llamas? —pregunta lance intrigado sin dejar de detallarlo.

—¿Para qué quieres saber mi nombre?

—Es que se parecen —intervengo—.¿Acaso no lo notas? 

El chico esculpa una sonrisa incrédula y guarda las manos dentro de sus pantaloneras. Era azul con pequeños puntos blancos.

—Si un poco—mi corazón salta.

—Me puedes decir tu nombre —insiste lance con amabilidad.

El chico asiste mas tranquila y dándome una mirada fugaz responde:

—Nolan.

—¿Eres de por aquí? — el chico me mira y asiste.

Mis latidos se detienen.

—Estoy buscando una mujer —las palabras de lance salen un poco torpes—. Su nombre es...Ángela —detallo como el chico llamado nolan se le abren un tantos los ojos, lo que me da entender que la conoce.

Oh mi diooos.

—Ángela June—nolan se sorprende mas y estudia a lance con la mirada, como preguntándose donde la conoce —.La he estado buscado y quiero saber si la conoces.

—Es mi madre—suelta directamente y me llevo una mano al pecho. Se me corto el aire. —¿Por que? ¿Qué quieres saber de ella?

Lance se tambalea y lo sostengo por la cintura.

—Respira —pido viendo la palidez de su rostro —Lance.

—¿Qué le pasa?

—Lance —la mano se la coloca en el pecho y temo que le de un infarto —.Respira, tranquilo, respira.

—¿Quieres ir al medico?

—No—logra decir y lame sus labios mirando hacia el tranquilo mar. De sus ojos caen gruesas gotas de lagrimas que el viento se lleva — Solo quiero hablar con ella. 

—¿Quién eres tu? —inquiere el chico poco confiado.

Lance no puede hablar.

—Es su hijo —Nolan me mira y vuelve a mirar a Lance para confirmar si lo que he dicho es cierto —Y hace mas de un mes la hemos estado buscando. 

—¿Cómo se que es cierto y ustedes no son mas que unos bromistas?

—Tengo una foto — aclara Lance —.Te la puedo enseñar y así confirmamos que sea la misma mujer.

¿Qué mas pruebas?

Ellos se parecen un montón.

—¿Cargas una contigo?—señala el chico y lamentablemente no tenemos.

¿Quién va traer su teléfono a la playa?

—En estos momentos no cargo una pero puedo traer..

—Si esta chica no partió mi teléfono puede que tengamos suerte— lo miro mal y me cruzo de brazos, Nolan saca del bolsillo de su pantaloneta su celular y me mira fijo —.Tuviste suerte. No se como.

—Por favor —pide lance exasperado.

Si lance era odioso.

Nolan le gana.

—Bien —expulsa aire aireado y me acerco a mi marsupial. Sostengo su mano y me sorprendo lo helada que esta—.¿Es ella?

Lance toma el teléfono de él y se queda allí, sin parpadear, sin moverse y sin reaccionar. 

¿Es ella?

—Si —contesta Lance al fin, luego de quedarse estático—Es ella.

Nolan nos mira con dudas.

—¿Puedes llevarme?—pregunta lance entregándole el teléfono.

—¿Cómo se que ustedes no mienten?

—¿Te parecemos sospechosos?— señalo, él me da una indicación de que si lo hace. Hijo de su madre — Mira mini lance. Venimos desde New York...

—Casi no lo noto—interviene con sarcasmo.

Cierro los puños.

—Venimos desde lejos recorriendo cada rincón de cada estado. Apenas llevamos cinco y nos quedan cuarenta y cinco por delante— nolan se gira y me mira fijamente con una sonrisa contenida — Buscando a la persona que le dio la vida a este muchacho que esta aquí. Al parecer la hemos encontrado y por  si no lo notaste. ¡Ustedes se parecen de aquí a la luna! No somos criminales y tampoco secuestradores solo somos...nosotros. Una estudiante de fotografía y un excelente jugador de béisbol. 

—Inlfilt...

—Mira nolan.

—Entiendo — me corta y dejo escapar el aire que había tomado para hablar. Nolan nos estudia alternando la vista y después se enfoca en el marsupial —. Si es así. Vengan conmigo.

Me quedé sin corazón.

—Si sospecho algo llamaré a la policía.

—Si quieres llama al ejército de Dumbledore si quieres — me mira raro — pero él tiene que  ver a su mamá.

—¿Es tu hermana? — señala, no deja de verme con extrañeza.

—Es mi chica—contesta Lance apenas entendible.

Cuando Nolan nos hace señas que lo sigamos no puedo evitar abrazar a mi chico tatuado. Él sigue como hielo y los latidos de su corazón latiendo con mucha fuerza. Después de casi un mes o más recorrido el país encontramos a su mamá.

¡Que emoción!

Y que miedo.

Porque no sabemos cómo va a reaccionar la mujer que le cantaba esa linda canción antes de dormir.

Ruedo que todo salga bien.

Lance

No siento los latidos de mi corazón y se me olvido como dientes se camina. Acaba de ocurrir algo tan imaginable e irreal que no sé si estoy soñando. La cabeza me da vueltas y desde que coincidimos con aquel chico que sorprendente-mente se parece a mi no he podido quitarle la mirada del cuello.

Es mas joven que yo.

Quizás unos dieciocho años o tal vez menos no lo sé pero me tiene asombrado y lo que mas me tiene deja perplejo es que...mierda, mierda, tiene la foto de mi madre.  Hay una mezcla de confusión dentro de mi. No se que manifestar. No se si reír o llorar. Estoy abismado y al mismo tiempo ansioso, tanto que siento que solo hemos caminado y no llegamos a ningún lugar.

Melina va a mi lado y no tienen idea como su compañía me esta ayudando en este momento que mas necesito apoyo. Seguimos a Nolan hasta una de las casas y miro a la infiltrada intrigado y creo que acaba de tener el mismo pensamiento que yo. No dijimos nada pero las miradas hablaron por si solas.

Subimos las escaleras y Nolan abre paso abriendo la puerta para que pasemos. Ingresamos a la casa juntos. El chico nos pide que nos sentemos pero no quería hacerlo. Quiero saber si esto es un sueño o no. Si después de tantos años me voy a reencontrar con ella.

—Me late muy rápido el pecho —informo a la infiltrada, 

—Tranquilo mi cabezón —me calma acariciando mis mejillas y me abraza para darme serenidad. Cierro los ojos cruzando los brazos alrededor de su cuerpo. Tratando de calmarme pero estoy asustado, nervioso y no se cuantas mas emociones tengo ahorita—.Todo saldrá bien. Respira.

—Dime que no es un sueño—suplico aferrada a su cuerpo.

—No lo es.

—¿Cómo lo sabes? —escucho pasos que se detienen detrás de mi.

Una voz suave, pausada y femenina atraviesa mis oídos.

Mierda.

Es ella.

Es ella.

Lentamente me doy vuelta sintiendo como mi corazón late vigorosamente dentro de mi pecho. Cuando su mirada y la mía se conecta todo a mi alrededor desaparece. Una mano presiona mi pecho y no sé como reaccionar. He olvidado nuevamente respirar.

Ella está allí a pocos metros de mi. Sujeta a aquel chico que debo suponer que es mi hermanito. Al igual que yo no reacciona y puedo leer en su mirada la pena y la sorpresa.

Más que todo pena.

Seguimos viéndonos. La detallo y me sorprende lo mucho que han envejecido. En mi mente y en las fotos mantuve una imagen de ella joven, la de las fotos. Me siento extraña al verla con unos años más y que mi cerebro por años haya esperado verla de la misma manera como si el tiempo no transcurre. Aún así sigue manteniendo su belleza.

—Mamá él dice que te conoce — Angela le tiemblan los labios y cierra las manos. Hace una insinuación para acercarse y se arrepiente.

¿Por qué no se acerca?

No estoy aquí para reclamar nada.

Solo quiero que me abrace y no me vuelva a dejar nunca más.

—Mamá — finalmente digo su nombre y no siento el vacío del silencio.

—Lance — una corriente viaja por mi cuerpo y no puedo evitar jadear. La otra mano la paso por mi cabello y corto de una vez la distancia que hay entre los dos.

Me acerco decidido y extiendo los brazos en su dirección. Angela imita mi acción y nos abrazamos. Aprieto fuerte contra mi cuerpo y ella hace lo mismo. No puedo contener más el sentimiento y lloro su hombro como un niño pequeño. Permanecemos abrazados por un largo rato hasta que decido mirarla, necesito comprobar que sea ella y no otro puto sueño.

—Mamá— sollozo en medio de lágrimas y la abrazo de nuevo —.No sabes cuánto te extrañe — susurro cerca de su oído y aspiro su aroma maternal que me hace sentir  nuevamente en casa y protegido.

—Lance, mi pequeño tarzan— sus manos acunan mi rostro con sus manos delgadas y llena mis mejillas de besos que recibo con gusto.

Una vez más la abrazo y la llevo a mi pecho. Estoy temblando. Estoy sonriendo. Estoy feliz. Tengo a mi madre en mis brazos otra vez.

—Mamá, ¿Qué pasa aquí?— inquiere la voz de Nolan completamente perdido —. ¿Cómo es que tengo un hermano?

—Buenas tardes —todos giramos a la vez y un hombre bien parecido ingresa a la casa mirando a todos con confusión — ¿Angela? ¿Por qué estás abrazando a este muchacho?

Con la mano mía entre la suya Angela les explica con brevedad a los dos lo que sucede. Y pide que nos dejen solos. Miro a Melanie quien parece un mar de lágrimas. Me acerco para abrazarla y le doy un beso casto en los labios.

Tengo que pedir que sea mi novia. Pero no sé cómo. Ella me dió ideas y la verdad es que no tengo nada pensado. Jamás le he pedido a nadie que sea mi novia.

Los tres salen de la casa y quedamos solos mi madre y yo.

—Estas enorme — me giro hacia ella y la tomo de nuevo en mis brazos.

—Y tu sigues preciosa — beso su frente acunando mis manos en su rostro.

Sus ojos no dejan de verme expectantes y aterrados. Esperando que en cualquier momento explote. Cosa que no haré. Estoy feliz por haberla encontrado. Solo quería saber por qué.

Es todo.

—¿Por qué mamá? — suelto cuando quedamos frente a frente.

Sus ojos vibran y tomo sus manos. Estas tiemblan bajo las mías.

—¿Qué fue lo que pasó? —no es capaz de mantener mi mirada. La vergüenza no le permite. La culpa la ahoga—.Mamá.

—Quise regresar muchas veces pero sabía que no encontraría al mismo Lance después que me fui —toma mis muñecas—.Discúlpame por haberte dejado mi vida. Por favor...

—Mamá, mamá — la retengo antes que se arrodille delante de mi —.Por favor no lo hagas. Solo quiero que me respondas.

—¿Por qué no me odias?— me mira confundida—.Él debió haberte llenado la cabeza de mentiras.

—Papá nunca me dijo nada malo de ti — tuerce los labios incrédula —.Es verdad mamá.

—Es imposible — niega escéptica — Él debió haberte dicho cosas malas de mi.

—Nunca.

Frunce las cejas extrañada..

—Imposible, él...

—Te juro que no me dijo nada en contra de ti — Digo en énfasis y se queda viendo un punto ciego pensativa — Todo lo contrario.

—Es que...— balbucea y levanta la mirada hacía a mi. Le dedico una sonrisa y le ayudo a ponerse de pie — pensé que te llenaría la cabeza de odio contra mi.

Meneo la cabeza en forma negativa.

—Es increíble — murmura para si misma — Al menos en eso sirvió.

—¿Ah?

Angela me toma de la mano y me lleva al sofá. Sus últimas palabras hacen eco en mi cerebro.

—Te voy a contar porque razón huí y porque no te llevé conmigo — mi pecho se infla y mis manos transpiran.

—Necesito escuchar la otra versión — suplico.

—Por supuesto — accede con decisión.

Nos acomodamos en el sofá y quedamos frente a frente. Sostengo sus manos para darle fuerzas y sentirla conmigo.

—La razón por la que tuve que dejarte fue porque — imagino tantas cosas en ese momento. Lo que más reluce en mi mente es que se fue con otra persona. Es como lo más lógico — Tu padre y yo peleamos mucho.

Retrocedo incrédulo y regreso.

No recuerdo nunca haberlos visto discutiendo. Todo el tiempo los veía riendo y jugando.

—Él era muy irresponsable — prosigue —.Lo que ganaba lo gastaba en bebidas y cosas innecesarias. Aportaba muy poco para los gastos de la casa. Según él yo era la estudiada y ganaba más y tenía que hacerme cargo. Cuando le reclamaba por su falta de responsabilidad me golpeaba.

Sus manos se aferran fuertes con las mías. Estoy absorto ante sus palabras. Cómo nunca los vi discutir.

—Soporté muchas cosas de tu papá — expresa con dolor —.Yo me quería ir pero no lo hacía por ti. Sufría en silencio sus maltratos, sus insultos. Todo. Hasta que un día sin pensarlo tomé mis cosas y decidí irme. Nunca debí haberme ido sin ti y te pido disculpas. Pero ya no aguantaba más —rompe en llanto y la arrastro hasta mi pecho. La abrazo fuerte y no me despego de ella.

Finalmente tengo la respuesta que me había hecho durante tantos años. Ahora comprendo porque se marchó sin decir nada. Estaba harta de los maltratos de mi padre. 

Mierda.

Ella solo quería estar bien.

—Discúlpame —repite una vez mas.

—No te preocupes mamá —acaricio su espalda.

—Nunca debí dejarte, nunca, nunca y no se como no me odias—beso su frente con cariño —.No debí dejarte.

—Ahora estamos juntos —levanto su mentón, borro las lagrimas que mojan sus lindo rostro —Es lo que mas me importa ahora. No puedo juzgarte. Tu sufrías para que yo fuera feliz. Pero tu también merecías estar en paz. 

—Es que...

—Olvídalo— pido— Solo abrázame, abrázame muy fuerte. No sabes cuanto extrañe tus abrazos. 

Melanie regresa sola y poco después Nolan junto al hombre que por mis sospechas tiene que ser su nueva pareja de Angela.

Mi madre nos presenta a todos y explica quienes somos en medio de sollozos que me hicieron llorar. El hombre bien parecido me da la bienvenida y nolan también. Quien amistosamente nos damos las manos. 

Presento a Melanie y ella con torpeza saludo a Mick el padre nolan y este mismo. Me siento mal al decir que es mi amiga cuando hemos hechos cosas que los amigos jamas harían. 

Maldición tengo pedirle que sea mi novia.

—Tienes unos ojos preciosos—adula mi madre a melanie — Parecen de caricatura.

Vaya al parecer no soy el único que no notó.

—Gracias suegrita preciosa.

—¿Que?

—Señora Angela—corrige enseguida.

Hago una negación.

Nolan rueda los ojos con fastidios y desparece del lugar. Mick sonríe haciendo una negación con la cabeza y murmura Adolescentes. Pasamos la tarde conversando hasta que oscureció. La infiltrada pide ir al baño y el  señor mick fue a buscar comida.  

—Madre — estoy acostado en sus piernas, ella admira mis tatuajes en los brazos con fascinación. Miro con cautela en dirección al baño antes de que Melanie se aparezca.

—Dime cariño.

—Quiero pedirle que sea mi novia—digo rápidamente, sus ojos se abren en shock.

—Pensé que lo eran.

Niego lamiendo mis labios.

—No se como pedírselo —bajo la voz —. Jamás había tenido novia y aunque ella me dio ideas. No se como hacer. ¿Me ayudas?

Ella se ríe y llena de besos mi rostro.

—Por que no le haces una cena romántica.

Borro mi sonrisa.

—No se cocinar —confieso —.El agua se me quema. Una vez lo intentamos y casi quemamos la casa. 

Coloca una pose pensativa.

—Puedes pedírselo aquí —presto atención —.Frente al mar. Podemos escribirlo en la arena.

Hago una mueca de horror.

—¿No puede ser menos cursi?

—No es cursi—reprende—Es romántico y estoy segura que le encantará.

—Mmmm.

—Bueno puedes pedirle frente al mar y le compras algo lindo —da otra idea —Como algo que le guste a ella mucho. 

A parte de las carreras, las películas de Disney y las mariposas. 

¿Qué otra cosa puede amar tanto la infiltrada?

—A ella le gusta de todo —aclaro—Menos los gatos. 

Se ríe.

—Es alérgica.

—Como tu —besa mi frente.

Rio.

—Cualquier detalles hermoso siempre y cuando venga de aquí—toca mi pecho y llevo una mano hasta allí. 

Estuve merodeando por las calles buscando el obsequio perfecto para pedirle a Melanie que sea mi novia. He visto de todo. Y la verdad es que no se que darle. Tengo que reunirme con ella dentro de cinco minutos en la playa y mierda, no tengo nada aun.

¡Que frustración!

Sigo caminando cuando siento que me cubren los ojos. Asustado y confundido aparto las manos de las persona me giro para enfrentarlo.

Oh.

—Hola.

Paso la mano por mi cabello avergonzado y saludo sin acercarme.

Es Ada.

—Jamás creí verte aquí.

—Menos yo —sonrío de lado—¿Qué haces aquí?

—Vacaciones —asisto—¿Tu?

—Igual.

Me estudia de abajo hacia arriba.

—¿Que haces que te veo como perdido?

—Eres una chica ¿verdad? —mira el medio de sus piernas y no puedo evitar reír.

—Eso creo —vacila y me escudo con el brazo cuando me pega. —¿Eres estúpido o que?

—Escucha—no dejo de reír, soy una mierda—.Estoy buscando algo lindo para melanie, ¿Te acuerdas?

—¿Qué paso con ella?— inquiere curiosa— Volviste a verla.

Asisto.

Mi corazón da un vuelco.

—Felicidades — río tímido —.¿Y que tal sexo? apuesto que lo disfrutas muchísimo.

—Como no tienes idea—sonrío descarado, llenando mi mente de esos momentos tan íntimos y super especiales con mi chica.

—Te lo dije —asisto en gratitud — ¿Cuéntame que haces aquí?

Rasco mi nuca apenado.

—Estoy buscando algo para  ella —sus ojos se iluminan —Le voy a pedir que sea mi novia. ¿Me ayudas? si claro y no digas nada. Solo ayúdame a escoger un lindo regalo.

—Como no le has.

—Shhh— cubro su boca —. Sin preguntas ¿eh?

—Eres muy lento —ignoro su critica.—Pero te ayudaré. 

Melanie

Lance me citó a las nueve de la noche a las orilla de la playa. No me dijo específicamente para que me quería allí. Solo me indicó que lo esperara aquí y no se para donde fue y lo que mas molesto es que no me dejó ir con él. Anda misterioso desde que tuvo el reencuentro con su madre.

¿Qué traerá entre más manos?

El aire mueve mi cabello. El olor a mar inunda mis fosas nasales. Contemplo las pequeñas olas que se forman en la orilla y dejo que el agua moje mis pies. Lastima que no tengo mi cámara para capturar este paisaje perfecto. Sigo dejando el agua inunde mis pies cuando escucho pasos acercarse.  Doblo mi cuerpo y me encuentro con lance. Sonrío de emoción y alivio al verlo.

No sé cuánto tiempo tengo esperándolo, ya me duelen los pies, pero me alegra que haya llegado.

Camino hasta con juntando las palmas y me de tengo al quedar frente a frente. Detallo que su ropa esta algo apretada y se mira incómodo.

—¿Tienes cólicos

—Eh, no — dice frunciendo sus cejas rectas y oscuras — ¿Por qué lo dices?

—Es que la camisa te queda extraña.

Sonríe de lado.

—¿Quieres que me la quite? — levanta un poco la parte de adelante para mostrar su abdomen.

Resisto como puedo el deseo de mirar su lindo y sexy abdomen. Y me paro firme.

¡Tu puedes melanie!

Que no te hagan caer sus encantos.

—¿Solo quiero saber dónde te metiste?— da un paso acordando las distancias y detiene mi aliento.

¿Cómo es posible?

Debería estar acostumbrada ¿no?

¿Y esa mirada?

¿Por qué me mira como si quisiera hacer cosas malas conmigo?

Ja como si no supiera el significado de su mirada.

Paso lento. Siempre que lance me mira con esa profundidad no se que hacer. Con tan solo una mirada. Manda señales a todo mi cuerpo.

—Hay algo importante que debo decir —rodea mi cintura y mis manos caen su pecho cuando me arrastra.

—¿Que?

Me intriga mucho. Anda extraño y quiero saber.

—Caminemos.

—Lance — reclamo disgustada —Quiero saber que ocultas. Andas medio extraño. Siempre vamos juntos a todas partes desde que emprendimos este viaje. Me citas aquí y me dice que me quieres decir algo y después me sale que caminemos. ¿Te mordió un cangrejo? ¿O te asoleaste mucho?

Pone los ojos en blanco y riñe algo entre dientes.

—¡Eres exasperante! — pega su boca a mía antes de que proteste.

—¡Y tu un misterio andante! — respondo después de aquel beso. Sus manos están en mi cuello y estás envían choques eléctricos por todo el cuerpo — ¿Qué hacías? — vuelve a unir nuestros labios y no puedo negarme aunque esté molesta. 

Es imposible.

Menos de alguien que descubrió como calmarme.

¡Hijo de su mamá!

Cada vez que me besa de esa manera. Terminamos en la cama. Siempre. Sus manos en mi cuello es mi mayor debilidad. Quisiera tener fuerzas para no caer en sus poderes pero Lance es imposible de resistírsele.

Con una sola mirada logra lo que quiere.

—Cierra los ojos.

—¿Ah?

—¡Solo cierralos!— lo miro mal —. por favor.

—¿Te cayó mal el agua de coco?

—Si debe ser eso — me hace señas para que haga la hazaña.

Hago lo que me pide luego de suspirar y me impaciento al segundo pero no digo nada, menos cuando escucho algo.

—Nunca en mi vida que haría esto — murmura.

Quiero saber porque ha dicho eso. Pero en lo que intento descubrir. Salgo regañada.

—Vamos lance ya dime.

Queda en silencio.

—¿Lance?

No contesta.

Solo escucho como un plástico.

—¿Puedo abrir los ojos? — no responde y me exaspero—Mira cabeza de mandril tengo como media hora esperando y si no me dices nada no volveremos a tener sexo salvaje en lo que resta de año. ¿Me escuchaste? Así que me dices. Cancelaré los encuentros en la ducha....

—Ábrelos.

Lo hago en el acto y mis ojos se abren en shock.

—Seré breve—advierte, mi atención se despega de las rosas que lleva en sus manos y pequeño cartel que sostiene su madre.

¡Su madre!

Este es el momento que le pido a dios que me lleve a su reino.

Que penaaa.

—Infiltrada.

—¿Si?

—Eh.. — baja la cabeza para ocultar su risa nerviosa. Angela lo miro con ternura y acaricia su espalda. Ella parece tranquila. Cómo si comentario no le hubiese impresionado para nada, eso me da algo de tranquilidad —Es difícil para mi pero voy expresar lo que siento —dice lance, ladeo la  cabeza.

 ¿Le tiemblan las manos?

—Infiltrada — da un paso adelante, su madre también—.Desde que llegaste todo cambió y no se como explicarlo pero gracias por aparecer en mi vida. Aunque al principio no fue así. Aunque al principio te detestaba. Fuiste poco a poco quitando cada pedazo de aquel escudo que formé durante años.

Me llevo una mano al pecho.

—Pensaba que mi vida estaba bien y llegaste tu a demostrarme lo contrario—una lagrima baja por mi mejilla—.Te amo y quiero pedirte que...que si quieres ser mi novia.

—Lance—jadeo por la sorpresa y por sus palabras. El corazón me palpita tan rápido que siento que se me va a salir del pecho —No se que decir.

La sonrisa se le desaparece.

—Eres la mujer mas parlanchina del planeta y no sabes que decir — se disgusta, Angela ve incomoda la situación y me entrega el bonito cartel. Este tiene escrito ¿quieres ser mi novia? junto fotos nuestras alrededor . También tiene mariposas y con corazones—¿Quieres o no ser mi novia?

Levanto la vista.

—Bueno...

Enarca una ceja.

—¿Bueno?—repite.

¿Por que no le puedo contestar?

—Lance.

—¿Que?—muerdo mi labio inferior y dejo enrollo en cartel. Me acerco hasta quedar cerquita de él y como aquella vez en la cabaña, no le respondo si no con un beso. 

Un beso largo, profundo y cargado de mucho sentimiento. Lance me corresponde igual que esa noche donde nos dijimos todo.

—Me parece que eso es un si.

Vuelvo a a traerlo hacia mi.

Se ríe entre mis labios.

—Date la vuelta—me pide y lo hago en el acto. Siento que lance se aproxima mas hasta sentir su calor. — Espero que te guste. Levanta tu cabello.

—Querrás decir melena de león recién levantado —corrijo, se ríe fuertemente —Con el agua del mar parezco a Hagrid.

—Solo levántalo fastidiosa — dice entre risas y hago lo que me pide. Siento como algo se desliza por mi cuello, algo frío. Bajo la vista y entre mis dedos detallo una pequeña y hermosa mariposa morpho.

Que lindaaaa.

—¡Oh por dios! —exclamo —.¡Es hermosa lance!

Me giro.

—Me encanta —digo mostrándosela orgullosa, expulsa una risita de lado. 

—A mi me encantas tu infiltrada—sonrío de lado y lo abrazo fuertemente.

—Tu también me encantas lance—levanto la cabeza, nos quedamos viendo—.Te amo cabezón.

—Yo a ti infiltrada.

—¿Caminamos?—Ofrezco mi mano, la mira con detenimiento. Subo y bajo los hombros con emoción esperando que la tome.

—Por supuesto—sonrío encantada cuando entre laza nuestras manos y empezamos a caminar cerca de la orilla de la playa agarrados de las manos. 

—¿Te gustaron las flores?

Asisto varias veces.

—Y el cartel también. Me gusto todo. Es muy lindo lo que hiciste —aprieta leve mi mano y lo miro —Gracias. Novio.

Sus ojos vibran.

—Se siente extraño—confiesa, lo miro con ternura —. Creo que me va a costar acostumbrarme. Igual me encanta.

Prenso su nariz.

—A mi también—sonrío en sus labios cuando me besa.

—¿Qué te parece si pasamos lo que queda de vacaciones aquí?— pasa su brazo por encima de mis hombros.

—¿Y llamamos a Tae-oh y liam?—hace una mueca de fastidio, rio internamente. Lance nunca a querer mis amigos jamás.

—Ya me dio cólicos.

—Es broma — golpeo levemente su estomago —. Algún día tendrás que aceptarlos.

Suspira.

—No será fácil me caen pésimo. En especial el chicle de Liam.

—Liam ha sido el amigo que nunca pedí —le digo —y créeme que gracia él estoy aquí. 

Rueda los ojos.

—¿Y le tengo que agradecer?

—Si — bufa malhumorado, niego y me dejo caer en la arena. Lance repite mi acción y se acomoda a mi lado.

—Lo hare luego ¿eh?—apoyo mi cabeza en su hombro.

—Cuando quieras, novio— se ríe.

—¿Vas a volver al apartamento?—pregunta.

—¿Tu quieres que regrese?—levanto la cabeza hacia él.

—Mas que nada en este mundo infiltrada—sonrío arrugando la nariz y me acerco para juntar nuestros labios.

—Por supuesto que regreso cabezón — acaricio su mejilla, su sonrisa es de felicidad.

—Ahora que estas de vuelta van haber reglas —descuelgo los hombros y hago una mueca de aburrimiento.

—¿Cuáles son esas reglas?

Sonríe sostiene mi mentón entre sus dedos.

No puedo creerlo.

—Que te quedes conmigo siempre—susurra inclinando su frente sobre la mía y sostuve su rostro con mis manos.

—Es la única regla que no incumpliré mi cabezón.

—Te amo infiltrada.

Mi estomago se hunde.

—Mi infiltrada.

—Y yo a ti marsupial cabezón— me inclino —.Mi chico tatuado.


.......................................

Holaaaaa 

¿Cómo están?

¡Lance finalmente se encontró con su madre!

¡¡Y le pidió a Melanie que sea su novia!!

¿Quién se emocionó?

Bueno chicas este es el final de la historia espero que la hayan disfrutado como yo. Que ame cada unos de sus comentarios.

Tranquilas habrán extras de nuestros bebes y otras cositas.

GRACIAS POR ESTAR AQUI DESDE EL PRINCIPIO.

Un abrazo grande<3

Nos vemos en una próxima historia.




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