Capítulo 7.
Lance Rott
Cuando mi tío me tipió por mensaje que una "niña" iba a quedarse en el apartamento casi me ahogo con el chocolate que en ese momento me estaba bebiendo. Al principio creí que me estaba jodiendo y no le presté demasiada atención -Ya que él siempre juega diciendo que me va a traer una niña para que se me quite lo amargado-hasta que me ordenó que no llevara más mujeres al apartamento durante su estancia, allí le creí por completo y eso me hizo odiarla al instante.
También que limpiara el apartamento y la habitación que iba a ocupar pero no hice nada. Me la pasé todo el día con mis amigos y no regresé si no hasta en la noche con una chica que conocí en la discoteca. Olvidando por completo la regla de mi tío. Sé que no debí desobedecer pero ella estaba tan caliente y era malditamente sensual que no me resistí, besaba de una manera tan arrolladora que fue imposible negarme.
Lo hicimos en el sofá. Fue fantástico, no sé como describirlo pero fue increíble. Cuando terminamos la ayudé a vestir, sus ojos negros e hipnotizantes me miraron con extrañeza pero lo ignoré. Todas las chicas con quién he estado hacen lo mismo y siempre me causa gracia verlas.
Quedamos en vernos, sin embargo no sucederá, después del acto no vuelvo a saber de ellas y si me las encuentro finjo que no me acuerdo.
Luego de despedirme, escuché un ruido al fondo en unos de los cuartos. Supuse que era Bigotes haciendo de sus travesuras. Me coloqué la ropa de otra vez y me dirigí hasta la habitación para sacarla de allí pero lo que me encontré no fue a mi gata jugando con las cajas. Si no a una compañera de estudio y una de las chicas que peor me cae.
El encuentro fue una sorpresa desagradable para ambos. Y muy a pesar de mi disgusto, fui amable. Le aconsejé que no se quedará allí porque la habitación que se le asignó no se limpia en años y el polvo junto a la humedad iba a ser imposible que durmiera.
Ella se negó rotundamente diciendo estupideces y no lo repetí. Me encerré en mi cuarto para irme a dormir. Pasaron exactos diez minutos cuando la escuché estornudar, me quedé allí, esperando hasta donde iba a ser capaz de resistirse y no pude más.
Me exasperé y fui a confrontarla. Me tenía obstinado. Ya no la aguantaba era insoportable oirla. Le volví a ofrecer mi cuarto pero se volvió a negar y no seguí insistiéndole.
Estaba a punto de quedarme dormido cuando escuché pasos y un grito. Con mucha furia me levanté y fui a ver qué sucedía.
Ella estaba siendo perseguida por mi gata y como yo estaba cabreado, no detuve a mi gata cuando me lo pidió. Y para hacerla molestar le dije que se llamaba como ella. Regresé a mi habitación y no pasaron ni media hora cuando de nuevo estaba ella sacándome la piedra.
Traté de no explotar porque no es bueno para mi salud y le abrí. Ella estaba en una crisis nerviosa, tenia los ojos empapados de lagrimas y el rubor de sus mejillas le llegaba hasta la nariz. Antes de decirme que le ocurría me pidió que no se riera y no entendí porque hasta que me confesó que tenia terror a la oscuridad.
Me sorprendió su respuesta y le eche toda la culpa. La hice pasar porque me sentía agotado y no quería escucharla mas. Sus estornudos eran demasiado molestos y yo tengo el sueño que si cae un clavo me despierto.
Bueno a veces.
Me pidió un antialérgico y antes de abandonar mi dormitorio, le advertí que no tocara nada pero ella le hace caso a la pared, al regresar estaba mirando mi cuaderno. Como un león me lancé y cerré la tapa y la acribillé. Ella lo negó por completo pero no le creí y me salió con otras cosas que me hizo pensar que algo le falta.
Le impuse reglas y debí haberle puesto mas, ya no confío para nada en ella, intentó leer mi cuaderno y si fue capaz de hacerlo, es capaz de todo.
Finalmente se quedó dormida después de rogarme que le dejara la luz prendida. A la mañana siguiente fue otra locura. Me colocó un dedo en la frente como si fuera el maldito Harry Potter y después salió huyendo despavorida. Me quedé en el sitio con la cabeza dándome vueltas y preguntándome si la que acababa de salir en calcetines era mi compañera de la universidad, la odiosa Melanie.
-¿Tu compañera es Melanie? -odio su tono sorpresivo-.¡Que suerte tienes!
-¿Suerte?
-Es la chica mas sexy de la puta universidad -lo miro con horror-. ¿Acaso no le has visto las tetas que tiene y esos labios? Son malditamente sensuales.
Recuerdo que lo había hecho para seducirla -porque lo necesitaba no porque existiera algún interés - y si, los he visto, no pasan desapercibidos pero tampoco son tan llamativos como los de otras chicas que son majestuosos.
Rick definitivamente enloqueció.
-Esta loca-le digo y le cuento lo que viví para desilusionarlo pero no funcionó. Le pareció divertido que por la culpa de la infiltrada me haya prohibido la entrada a chicas al apartamento.
-Mira el lado positivo-me dice mientras se ajusta la gorra, lo analizo meticuloso-.Ya no tendrás una enfermedad venérea.
-Hijo de puta -se ríe malicioso y sale al campo corriendo como el propio cobarde.
Lo alcanzo fácil y como si no hubiese ocurrido nada, empezamos a trotar alrededor. Varios de nuestros compañeros de equipo empezaron a llegar. Los saludo a los lejos a varios de ellos y poso mi atención en Rick.
-¿Sabes?
-¿Qué?-contesto brusco.
-Louis retomó la lista. Se había tardado un poco pero estaba esperando que más niñas ingresarán.
-Si-ya lo sabía, pero Rick piensa que no, siempre cree que es el primero en enterarse. Él asegura que puede ganarme aunque sea en eso. Yo no hago competencia pero él siempre es quien me desafía.
Es un poco estúpido.
-Deberíamos de incluir a Melanie en la lista-le doy golpes a mi pecho para respirar, me había atorado.
-No estás hablando en serio.
-Hablo en serio-coloca una mano en mi hombro-Solo tenemos que estudiarla mejor y ver en que posición queda, lo mas probable es que encabece la lista porque ella es ¡dios! no le había prestado atención pero ayer cuando la vi ingresar en ese lindo vestidito blanco, con ese cabello rizado castaño y esos ojos verdes-observo con asco se coloca una mano en la entrepierna-.Es un bomboncito que estoy dispuesto a disfrutar.
-Eres un sádico.
-Como si tu no hicieras lo mismo.
-Es diferente -me defiendo-.Soy directo y no ando con engaños. Lo que ustedes hacen es repulsivo.
-Ninguna se ha quejado hasta los momentos-hago una negación ante su comportamiento inmaduro-.A las chicas les atrae lo malo, amigo, ellas nunca se irán con el idiota que las trata bien.
Suelto una risita irónica mientras mis pensamientos se pierden en aquellos recuerdos que siempre invaden mi mente en la plena y silenciosa oscuridad.
-¿Le entras?
-No-respondo volviendo a tierra.
-¿Por qué siempre te niegas?
-Porque está mal y no me hace falta- niega con una sonrisita-.Puedo conseguir cualquier chica sin necesidad de una maldita lista.
-Como sea-se amarra los cordones y su mirada se pierde hacia las gradas el estadio-. Le enviaré los nombres de los bomboncitos a Louis y luego difundiremos quién la llevará a la cama primero.
-Bastardos-se ríe malévolo.
-¿Vas a seducirla?
-¿A quién? -lanzo la pelota al aire.
-A Melanie-dice y la puta pelota me cae en la frente cerca de la cien cuando lo miro. Rick se burla y al fondo escucho las risas de mis compañeros que seguro me vieron.
El golpe me deja unos segundos paralizado y poco a poco voy recuperándome. Rick no deja de reírse y lo empujo para que se calle.
-¿Estas bien? -pregunta uno de mis compañeros de equipo al fondo.
-Perfectamente -contesto en voz alta, haciendo una seña con mi mano y con el dolor vibrante en mi frente-.Gracias.
Me giro hacia a Rick que no dejaba de reírse. Lo miro furioso y me vengo. Suelta un quejido cuando le estrello el guante en su fea cabeza.
-¿Tienes miedo?
-No.
-¿Entonces por qué no te animas? -palmea mi hombro -. ¿Acaso no eres irresistible para las chicas?
-No apuesto mujeres -aclaro, me mira con cara de aburrido-. ¿Acaso no tienes una hermana? ¿Te gustaría que Alice fuera parte de una maldita lista?
-Ellas es mi medio hermana-dice sin remordimiento, que frío.
-Sigue siendo tu hermana.
-Bastarda.
-Que maldito-niego, incrédulo ante tanta hostilidad-.Te vas a quemar en el infierno.
-Y bajaré feliz - dice orgulloso y me zarandea el hombro, niego en desacuerdo-. Anímate hermano. Este juego es divertido. Ganas el doble. Sexo y dinero.
-Olvídalo -sentencio-.No voy hacer parte de su juego sucio.
-Como quieras-me mira como si me fuera arrepentir-.Tu te lo pierdes.
Ignoro sus palabras y me alejo antes que termine golpeándolo por imbécil.
Tres horas mas tarde estoy conduciendo a casa de abuela. Luego de cada entrenamiento me dirijo a su casa a pasar la tarde. Hacemos galletas, miramos películas, salimos de paseo o jugamos. La adoro. Tenemos un vínculo único y especial.
-¿Y cuando es el próximo partido?-estamos jugando con la consola-.Para irte hacer porras.
-El próximo sábado -le contesto -. Otro sábado perdido.
-¿Por qué dice eso?- su tono de voz es sorprendido.
-El equipo es una mierda abu...- suelto una risotada cuando me da por la boca.
-Aquí no se admiten malas palabras.
-Es solo caca abuela, no tiene nada de malo.
-¿Qué no tiene nada de malo?- protesta-.Haces que te veas ordinario y tú eres muy lindo para estar con esas cosas.
-¿Y cómo quieres que diga?- le pregunto.
-Hay muchas maneras de decir que no sirve.
-¿En tus tiempos como decían?- indago -. ¿Cómo decía el abuelo?
Se queda callada y comienza a reír de la nada. Seguro se estaba acordando.
-Cosas.
-¿Cómo cuales? - la presiono, no deja de reír y me contagio de su risa.
-No te las voy a repetir porque después las estás diciendo y luego van decir que fui yo quien te las enseñé.
-Es que tú me enseñaste a ser grosero abuela.
-Por supuesto que no - niega -.Tu sabes muy bien que no lo soy.
Beso su cien varias veces.
-Lo sé abu.
Jugamos un par de rondas más y luego fuimos a la cocina para preparar la cena, bueno ella porque a mí no me gusta cocinar. Lo odio. Estaba apoyado en la barra de la cocina, tenía las piernas cruzadas sobre el taburete. Hablaba con la abuela y chateaba con los imbéciles de mis amigos.
Ella me estaba hablando de su anécdotas pero pierdo el hilo cuando Louis envía un anuncio de las posibles candidatas de su famosa lista.
Hago una negación de disgusto mientras soy testigo como se van revelando las fotos de las chicas. Pasaron varias del primer semestre y también del segundo.
Hubo varias que me llamaron la atención y todos comenzaron a reaccionar. La maldita lista consiste que es la que tenga más interacciones en la foto clasifica. Colocan sus nombres en un papel según el número de reacciones y después se escoge al azar.
Habían desgraciados que reaccionaban con la carita de cara de vomito. Para mí todas las chicas están preciosas y odio que hagan esta mierda. He tratado que lo olviden pero no me hacen caso, traté muchas veces advertir a las chicas sin embargo no pude lograr nada.
Toda niña que llega quedan flechadas por los hijos de putas estos que para mí gusto están bien feos y huelen mal. Solo se bañan cuando van a conquistar.
Las imágenes seguían llegando y hubo un instante en el que el tiempo se detuvo. Una exclamación sale de mi boca y casi me echo el chocolate encima.
La foto de la infiltrada acaba de llegar y todos comenzaron a reaccionar enseguida. Rick, el maldito baboso fue el primero en escribir y alegar que la infiltrada era suya.
El grupo empieza hablar de manera obscena de sus atributos. El asco que me produjo casi me hace vomitar. Ellos son una mierda y más si se trata de una chica guapa.
Pero en este caso no lo es, si, lo admito, tiene su encantos pero tampoco esta como para que se expresen de esa manera.
Quiero intervenir, aclarar que todos están descerebrado. Me abstengo de hacerlo. Jamás sería participe de algo así. Lo único que me queda es avisarle a la odiosa esa con complejo de Voldemort que tenga cuidado de Rick o cualquiera de estos cochinos.
-¿Y qué tal tu compañera de piso?- la voz de mi abuela me hace apartar la vista del teléfono.
-¿Qué?
-La chica - menciona y vuelvo a distraerme, mierda, la infiltrada está tendiendo más interacciones- .Andrew me dijo que le prestó el cuarto a una niña.
-Eh...-me paso la mano por el cabello, no despegaba mi atención del teléfono. La infiltrada clasificó y están eligiendo las demás.
-¿Muchacho que tanto miras en ese teléfono? -lo dejo sobre la barra antes que pueda ver las atrocidades de mis amigos y levanto la cabeza.
Sonrío.
-¿Qué me decías? -hace una negación y hizo una murmuración acerca de la generación de ahora.
Si, esta generación es una mierda.
-Sobre la chica -repite -. ¿ya la conociste?
Ruedo los ojos.
-Si, por desgracia.
-Ay niño, ¿por qué te expresas así?
-Me cae mal.
Se gira como un robot y no puedo evitar reír al ver su expresión. La reacción de mi abuela es épica. Comprendo porque ella sabe de mis andanzas y esta es la primera vez que le confieso que me cae mal una chica.
-¿Qué te cae mal?
-Si.
-¿Y por qué?
-Es creída, antipática, pedante y agresiva-ruedo los ojos y recuerdo lo que mi tío me prohibió. Hoy me escribió para que limpiara la habitación y no le contesté, no le voy a ayudar en nada, menos a esa loca-. Y por su culpa mi tío me prohibió llevar chicas.
-¿Y por eso te cae mal?
-¡Si!-bramo y golpeo la barra, abue niega y me mira como si estuviera exagerando- . Él jamás me había prohibido nada desde que estoy viviendo en su casa y de la nada, me exige esto - crispo los labios impotente.
-Pareces un niño berrinchudo-me dice dulcemente-.Todo un alboroto por una jovencita.
-¡Claro!-alzo los brazos de impotencia-.Invadió mi privacidad y mi paz. Quién sabe que mañas tenga y quién sabe por cuánto tiempo deba aguantarla.
-Creo que estás exagerando corazón-acaricia mis mejillas con sus suaves manos y contempla mi rostro enfurruñado-.Has estado mucho tiempo solo que el hecho de compartir con alguien te abruma. Pero no te estreses solo serán un par de días, no se quedará toda la vida-besa mi frente y juega con mis orejas pequeñas.
Sus cariños me tranquilizan y todo queda en el olvido cuando la cena está en la mesa y empezamos a comer. Mi abuela se ríe de todo lo que le digo y así pasamos el resto de la tarde.
Mañana vuelvo para que me corte el cabello. Soy como el sucio Harry Potter. Me crece muy rápido.
Me despido de la abuela con un fuerte y caluroso abrazo. La despido dentro de mi coche haciendo un ademán con la mano y ella hace su bailecito gracioso cuando se lo pido.
Ella entra y antes de partir. Reviso mi teléfono al fin. Ingreso al grupo en el que habían varios mensajes. Leo cada uno y mientras lo hacía se me revolvía el estómago. Esto es siempre y sé que no soy un ángel de Dios pero jamás me refiero a una mujer como si fuera un pedazo de carne.
Melanie y otras más quedaron oficialmente clasificada. Louis convocó una reunión para elegir quien imbécil la seducirá. Han hecho esto desde que comencé a estudiar y como dije antes. Intento advertirles a las chicas pero jamás me escuchan. Quizás Melanie sea como ellas y solo pierda mi tiempo haciéndola entender.
Me dirijo a la casa de Louis y llego en un santiamén. Una chica me abre la puerta y mis ojos se desvían hacia su cuerpo. Llevaba un top blanco y mini falda negra bien ajustada. Ella es Romina. Estudia conmigo y me ha tirando honda desde que comenzamos el cuatrimestre pero nunca me ha interesado. Es preciosa pero tiene algo que no me logra atraer, quizás sea su forma excesiva de fumar.
-Hola precioso.
-¿Qué tal?-paso directo haciendo solo un gesto con la cabeza y me reúno con los psicópatas de mis compañeros quienes al verme, me lanzaron una cerveza que pude atajar en el aire.
Me siento al lado de Louis que tenía una bolsita verde musgo y me sonríe malicioso mientras la agita.
-¿Te animas?
-A mi no me metan en esa mierda.
-Lance tiene sus propios métodos-dice Rick en un tono aireado, me le quedo mirando.
-¿Hay algún un problema?-le pregunto y el levanta las manos en son de paz.
-Ninguno-lo miro con recelo y me vuelvo hacia Louis mientras le doy un sorbo a mi cerveza.
Hubo un poco de tensión pero se disipa cuando Russell pide ser el primero en meter la mano en la bolsa.
Y minutos más tarde la sala se llenaba de aplausos y vítores. Los miraba y negaba con la cabeza. Lo peor es que también hay mujeres participando en esta mierda. Mayormente lo hacen cuando las chicas no les cae bien y parece que todas odian a la infiltrada.
La euforia continúa. Ya quedaban menos chicas. Dejo de beber porque quiero llegar vivo a la casa. Louis da las indicaciones del tiempo y el dinero en apuesta. Es tan incomodo todo esto que me quiero ir pero a su vez me quedo para saber a que chica le depara el futuro a ella.
Como lo deseaba Rick le ha tocado la infiltrada. Las chicas que estaban alrededor aumentaron la apuesta y Louis le dijo el tiempo que debe tardarse para llevar a Melanie a la cama y la reunión acabó.
-Los veo aquí en dos semanas-decreta Louis a mis espaldas mientras abandono la sala. Edith me aborda en el vestíbulo pero la ignoro y salgo de la casa en un dos por tres.
Subo al auto, enciendo el motor y piso el acelerador hasta el fondo. Me caiga mal o no, tengo que poner en sobre aviso a la chica infiltrada. Igual que a las demás chiquillas.
Antes de ingresar al apartamento recibo una llamada a mi celular. Saco el teléfono del bolsillo de mi pantalón y observo en la pantalla. Es mi tío Andrew. Ruedo los ojos y quiero ignorar la llamada pero mi tío tiene algo que me impide hacerlo.
-Mi niño-dijo sonriente.
-Hola, tío.
-¿Cómo vas?
Cierro la puerta detrás de mi y me encamino hacia la habitación de la infiltrada.
-Estoy bien-trato de disimular mi enojo.
-Hijo.
Me llevo una mano a la nariz. Ya conocía ese tono de voz. Que no sea lo que estoy pensando, que no sea.
-Deposité dinero a tu cuenta para que vayas mañana con Melanie a comprar comida.
-¿Ella no debe comprar su comida?-pregunto de golpe-. ¿Por qué tienes que hacerlo tú? - la rabia recorría las venas.
-Lance-su tono es severo-.Te estás comportando como un adolescente berrinchudo. Eres un adulto. Deja las niñadas y compórtate como tal.
-Con ella no iré a ningún lado-le aclaro-.Si quieres le puedo dejar mi tarjeta y que compre lo que quiera.
-Bien, como quieras -niego-. Pero necesito que haya algo en la cocina. Me da pena con su mamá. Van a pensar que soy un inhumano. Los Rott no somos así.
-Si, si -dije algo cortante, no quiero escuchar la historia de mis bisabuelos y toda la descendencia de los rott. Es larga y fastidiosa y no estoy de buen ánimo.
-De acuerdo-concluye -.Hablamos mañana y mucho cuidado con ella, ni se te ocurra seducirla. Es la hija de mi amiga y es intocable, ¿me escuchaste bien Lance?
Suelto una risita irónica.
-Jamás me metería con ella-digo con firmeza y siento que no me cree-.Tío, no te preocupes, no es mi tipo, no es de mi agrado y no me veo tocándole un pelo.
-Bien-aclara la garganta-.Estamos en contacto.
-Adiós.
Suspiro y miro con recelo e impotencia la puerta de la infiltrada. Pego mi frente a mi teléfono y oprimo un grito.
Calma Lance, seguramente ya se fue y tú estás armando un dilema innecesario.
Levanto una cabeza y miro fijo la entrada. Me acerco sigiloso y trato de prestar atención a cualquier ruido. Espero y no escucho nada.
Se fue.
Siento un alivio correr mi cuerpo y sonrío campante.
Gracias al cielo.
Me vuelvo hacia mi habitación y me detengo a medio camino. Miro por encima del hombro intrigado. Me pregunto si habrá dejado algo. Como aquella vez que dejó las llaves de su coche en la mesa de cafetería de Estela.
Regreso teniendo esa incertidumbre en mi cabeza y entro con determinación y sin ninguna tipo precaución.
Todo parece tranquilo hasta que escucho un chillido y mi cuerpo salta del susto. Giro en dirección aquel ruido parecido a una ambulancia y me encuentro con la infiltrada fusionada con la pared, desnuda y destilando agua por todas partes. El cabello lo tiene pegado a su cara y un pequeño cono de espuma reposaba sobre su cabello.
-¡¿Acaso tu familia no te enseñó a tocar la puerta?!-brama avergonzada y su rostro es solo carmesí. Ella intenta cubrirse pero para su mala suerte no había nada. Mas que sus brazos y ellos no le ayudaban mucho.
-¿Qué haces aquí?-pregunto decepcionado y molesto al mismo tiempo-.¿No era que te ibas?
-Pues para desgracia de ambos no puedo-rodea la habitación con pasos ligeros, estoy de espaldas a pocos metros de la salida. Antes de averiguar porque mierdas seguía aquí, me cubro los ojos y corro hacia la salida. Eso fue incomodo y tengo la imagen de su cuerpo dibujada en mi mente. Espero que no se repita-.Mi habitación ya esta ocupada y debo esperar quien la desocupe.
-¿Y soportarte hasta el final del semestre?-niego -.Habla con el encargado. Estoy seguro que debe haber una habitación para ti.
-Ya lo hice.
-Sigue insistiendo.
-Lo haré cuando yo quiera, no cuando tu me lo digas -refuta.
-Hazlo cuando se te de le gana-respondo-.Pero hazlo.
-Me iré cuando menos te lo esperes.
-¡Bien!
-Bien -arranco de la habitación y escucho como lanza la puerta de un portazo. La rabia, la frustración y la impotencia colaba por mis venas. Quería desaparecerla, quería desaparecer al encargado de las residencias y en primer lugar a mi tío por haber metido a esta mujer a la casa.
¿Por qué ella?
Habiendo tantas chicas en la universidad me traen a la mas insoportable, despistada y tiene complejos de voldermort.
Iba para mi cuarto a liberar mi frustración y recuerdo la razón por que quería hablar con ella. Rick, maldito Rick. Me devuelvo y está vez toco la puerta, no quisiera tener que ver su cuerpo desnudo otra vez.
-¿Qué?-escupe.
Respiro hondo y me calmo, es tan odiosa.
-Hay algo que tienes que saber.
-¿Qué?
Que molesta.
Que se vaya a la mierda.
No, no Lance, haz lo correcto.
-Ten cuidado con Rick-comienzo a decir y puedo escuchar que se aproxima ligeramente, me aparto y espero que abra la puerta.
No lo hace.
-¿Quién es Rick?-dice del otro lado-.¿Es el alto de cabello rubio?
-El mismo.
-¿Qué pasa con él?-inquiere.
-No creas nada de lo que te dice-explico y se queda callada-.Son mentiras.
-No entiendo nada-resoplo.
-Solo no le hagas caso.
-¿Por qué?
-¿Tienes que preguntar todo?
-Pues si.
-Eres tan...
-¡Habla ya!
-Es una trampa.
-¿Qué?
-Son mentiras.
-¿Qué es mentira?
-¡Eres parte de una apuesta! ¡maldición!
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aquí está Lancito ❤️✨
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