Capítulo 56
Melanie...
Lance me propone salir después de mis clases de patinaje pero le cancelo porque mi padre está aquí. Vino a visitarme y no saben la sorpresa que me ha dado. Casi lloro y aunque mi cabeza es un lío en este momento verlo me da un poco de serenidad. Como si fuera una niña de cinco años me llevó a comer helado y luego fuimos a los bolos a jugar. En todo el tiempo no quise reclamarle nada. Recordé las palabras de Geo y en vez de rechazarlo o reclamar lo abracé. Es mi padre y también fue joven, cometió un grave error como todos. Además no quiero seguir distanciada de él, lo extraño demasiado.
—Has mejorado — levanto una ceja ante tal ofensa. Jack sonríe de oreja a oreja y con autosuficiencia lanza la bola con fuerza y los derriba todos. Hago una mueca y me cruzo de brazos—.Aún no pierdo la práctica.
Lo miro mal. Papá no deja de ser presumido.
—Ya veremos jovencito — desafío y entonces me pongo en posición. Papá me hace porras y después de varias derrotas logro tumbar todos los pinos.
Festejamos juntos mi vergonzosa dejamos el establecimiento y fuimos a comer. Tengo varias llamadas de Lance y también varios mensajes.
¡Que intenso!
¿Que parte estoy con mi padre no entiende?
Pido permiso para hablar con el molesto del marsupial y entro al baño de mujeres para poder hablar con él tranquilamente si en el ojo vigilante del viejo. Él no puede escuchar el nombre de un hombre porque se altera y saben por qué.
—¡¿Que quieres?!— pregunto al borde de una crisis de estrés. Lance es peor que mi mamá cuando no le contestaba el teléfono—.Estoy con mi papá.
—Solo quería saber cómo la estás pasando—dice y me desalma por completo—.Y si estás haciendo las paces con tu padre.
—Marsupial — casi lloro —Estoy bien con mi papá. Quiero olvidar el pasado y que seamos los de antes. Lo extraño mucho. Además no puedo ser tan dura con él porque al fin y al cabo el también fue joven y todos cometemos errores.
—Me da gusto escucharte infiltrada — sonrío al espejo que está frente a mi. A mi también me da gusto que estar bien con mi padre—.No te sigo interrumpiendo y disfruta la noche con mi suegro.
Hago un traspié y me sostengo del filo del lavamanos. Lance cuelga la llamada y me deja así con la cabeza en grande.
Jesús.
Solo queda un día y por lo que va mi decisión de irme se hace más firme. Hoy volvió a ocurrir y tengo miedo que en cualquier momento ocurra lo predecible.
Jade hoy me volvió a dar cátedra. Esta preocupada y yo más que asustada por la reacción de Lance y lo que está predecible.
Alejarme es la mejor opción.
Estar distancia hará que no duela tanto cuando él le gane el deseo.
Porque si continuamos juntos como estamos ahora.
Voy a sufrir.
Y mucho.
Alguien interrumpe mi lucha mental y noto que es un hombre.
Él me mira y yo lo miro. Y tenemos una guerra de miradas.
—¿Qué haces aquí? — me cubro como si estuviera desnuda—. ¡¿Acaso no ves que es el baño de chicas?!
—¿Baño de chicas? — repite en forma de burla —.¿Eres ciega o no sabes leer? Este es el baño de hombres.
—¡¿Que?! — esto no puede ser. Esto no me está pasando a mi. Pensé que había aprendido de esto. Tiene que haber un error este no puede ser el baño de...
Entra mi papá y se da tremendo susto al verme y más porque hay un hombre — por cierto bastante guapetón — delante de mi y el lugar está solo.
—Melanie— me protege con su cuerpo ya que el mío hijo de linda madre me estaba viendo el escote y las piernas —.¿Que miras imbécil?
—Papá dile que se equivocó de baño —miro al muchacho por encima del hombro de mi progenitor —.Que está metido en el baño de las chicas y que aquí no debe estar.
—Salgamos de aquí — me toma de la mano y antes de salir empuja contra los lavamanos al chico guapetón mirón y volvemos a la mesa.
—Él acaba de entrar al baño de las chicas no podemos dejarlo allí — digo y se me ocurre mirar hacia atrás.
Ah
Ya.
Ahora entiendo.
Lo tuyo ya no es normal.
—Vale — digo bajito avergonzada queriendo desaparecer del lugar y finjo demencia como si no tuviera consciente que medio restaurante tienen los ojos puestos en mi dirección.
—Ay hija — Jack no deja de reírse sin piedad — Eres igual a mi Gaby mi amor. Siempre la tenía que sacar de los baños porque se confundía — niego con la cabeza, mala herencia me dejó mi madre —.¿Con quién hablabas?
—Con una amiga — respondo en el acto —.Se llama jade y va en el tercer cuatrimestre.
Asiste y pregunto por mi madre y por mis tías también por mis abuelos. Él me cuenta de todos ellos y mientras lo hace siento que me miran. Con disimulo giro mi cuello como quien no quiere la cosa y me consigo a unas sillas más al fondo al chico que me encontré en el baño.
—Nix me dijo que si aún tienes pensado operar — el chico acaba de guiñarme el ojo sexymente y me remuevo sobre mi asiento.
—Si papá — vuelvo a hacia mi progenitor.
—¿Estas segura mi niña? —asisto, ahora no me puedo concentrar. Quiero saber si en realidad aquel chico me mira a mi u otra persona.
Odio está sensación.
Después no puedes dejar de ver para saber si te mira o no.
—Muy segura — giro un poco los ojos hacia mi izquierda y siento un alivio al ver que alguien se atravesó y cortó el contacto visual —.Aprovecharé las vacaciones para hacerlo.
—De acuerdo mi vida — acaricia mi mano, las personas en el restaurante no todas no apartan sus miradas sobre mi viejito. Sobre todo las feminas. Que se lo comen con la mirada.
Bueno, bueno no es por nada pero mi papá es muy guapo a pesar de su edad y entiendo a las niñas que lo miran con la boca abierta. Yo también quedé así cuando conocí al viejo sabroso de Andrew.
Lastima que no le correspondí porque si hubiese sido asi, yo seria la que estuviera en este momento en la luna de miel.
Hablamos de cosas triviales y después Jack me comenta de algo que le ocurrió en la mañana. Me cuenta que un joven había sido grosero con él solo porque le había pedido una silla que estaba desocupada. Dijo que no es la primera vez que se lo encuentra, ya que lo había visto en el edificio en dónde vivo y actuó de la misma manera.
Grosero.
—No tengo idea—claudico y sucede otra vez, vuelvo a sentir que me miran y proviene del mismo lugar.
La cena se alarga hasta marcar las nueve de la noche y decimos salir.
—¿Por qué caminas así?
—El pie — señalo —.Hace días que me está molestando.
—¿Has ido al medico mi amor?— niego, no puedo mas y me guindo sobre su hombro—. Tenemos que ir mañana.
—No es para tanto.
—¿No es para tanto?— replica —.No puedes caminar.
Le estaba haciendo caso omiso pensando que eran solo ideas mías pero este dolor no se va y lo que mas me angustia de esto que me digan que no puedo seguir patinando.
—Sube.
—¿Que?— suelto cuando se dobla y me señala su espalda, entiendo lo que quiere hacer —.No papá.
—Estoy viejo pero no obsoleto — señala con insistencia —.Anda sube.
—¿Seguro? —suelto una risita cuando apunta con exasperación y entonces con muchas dudas me guindo en su espalda como un monito.
—Mañana iremos al medico — insiste y no lo contradigo.
—De acuerdo.
Llegamos a su coche y con cuidado me subo gracias a su ayuda. Mientras espero que de la vuelta monto mi pierna sobre la rodilla y me llevo un susto al ver el tobillo hinchado.
Oh no.
Esto esta mal.
Jack sube y quito el pie de la rodilla antes que lo note, le dedico una sonrisa de dientes cerrados. Salimos del estacionamiento y llegamos a la casa en un decir amen.
Extrañamente no hay tanto trafico en la ciudad.
Bajo del auto pensando que podía hacerlo y me doy cuenta que es grabe mi situación, no puedo asentar el pie y necesito la ayuda de él.
—José— saludo al portero que nos mira con cara de Wtf y antes que pregunte que esta pasando, le explico quien es el hombre que me carga en su espalda. — El mi papá jack.
Asiste.
—Pa, él es portero del edificio, jose.
—Es Óscar —corrige de forma divertida y nos despedimos de él.
Pasamos hacia el ascensor.
—¿Esta bien?
—Si mi amor — contesta y muerdo mi labio inferior. No sé como evadir el encuentro entre mi padre y lance, bendito pie tenias que causar problemas hoy.
Bueno Melanie no tienes quince años.
Que pase lo que tenga que pasar.
—¿Es esta la llave?
—Si —contesto, estoy nerviosa.
La puerta se abre y miro con intriga, no veo rastros del marsupial en ningún lado. Jack suelta una exclamación al ver el interior del apartamento y me aconseja que no lo deje nunca, no pude evitar reír. Le indico por donde esta mi habitación y mi padre como buen amante de los animales se llena de ternura cuando ve al gato corretear cerca nuestro.
—¡Fuera cosa fea!
—Melanie — reprende —.Es un gato.
—Pero no deja de ser feo y causarme alergia.
—¿Te ha estado causando?
—Si — no puedo mentir —.Bueno no, porque casi no se lo pasa aquí, pero recuerda que si me dan alergia.
Pasamos hacia la habitación — la cual esta meticulosamente ordenada— y mi querido padre me deja sobre mi colchón que aun no me tomado la molestia de comprar las sabanas.
Soy un desastre.
De igual forma no creo que las necesite.
Me voy pronto.
—Gracias papá —digo abrazándolo.
—A ti por este día tan lindo —acaricia mi mejilla con delicadeza mirándome con esos bellísimos ojos verde esmeralda, radiantes de amor y al mismo tiempo de tristeza—.Disculpa por no ser el padre ejemplar.
Mi corazón se quiebra.
—Tu eres el mejor papá del mundo —manifiesto con un nudo en la garganta.
—Le hice daño a alguien.
—Papá —lo interrumpo —.Aquello quedo en el pasado, ¿si? y hay que olvidarlo. Además creo que aprendiste de él ¿no?
—Si— suelta una bocanada de aire —.Perder a Melina fue el castigo mas grande de mi vida.
—¿La quieres todavía?—inquiero y me mira incomodo—.No pasa nada papá. Tu quieres a mi mama ¿verdad?
—Muchísimo — contesta—.La adoro con mi alma.
—Pero...
Sonríe genuino y sus ojos se cristalizan.
—Melina sigue aquí— apunta su pecho, sonrío con ternura. Sabia que mi papá muy en el fondo aun quiere a esa mujer—.No lo digas a tu madre.
Sonrío con ternura.
—No te preocupes papá.
Rasca su nuca.
—¿Te espero mañana para que vayamos juntos al medico? —asisto varias veces para afirmar y , me despido de él con un abrazo y su paternal figura desaparece de mi campo visual.
Luego de varios segundos de silencio y meditación, suspiro feliz con una gran sonrisa en los labios y me dejo caer sobre la cama abrazada a mi misma.
***
Lance aparece en mi campo de visión cuando despierto y me sonríe de hito a hito desde su sitio con una felicidad inexplicable que lo eclipsa por completo. Después de quedarse como bobo allí parado de repente corre en mi dirección y se lanza a la cama como si estuviera fuera una piscina. Grito asustada esperando que me aplaste y me aferro a mi muñeco mike.
—¡¿Estas loco?!— lo enfrento —Casi me ma...— sus manos ágiles me toman de las mejillas y me arrastran hacia sus labios — ¡¿Que te pasa?!— reclamo con la respiración acelerada a centímetros de su boca y reteniéndolo por el pecho con los codos.
—Hola.
—Hola, tu nalgas — replico, carcajea dulcemente —¿Cómo me asustas de esa manera?
—Perdón.
—¿Cuánto tiempo llevas allí de mirón?
—Lo suficiente para dibujarte — exclamo por la bajo y me siento ruborizada.
—¿Cómo me haces eso?— replico —. ¿Quieres burlarte de mi? ¿Sabes como duermo?
—Hermoso.
—Estúpido.
—¿Quieres ver?
—No lance —manifiesto avergonzada—.Eres demasiado cruel, ¿Como se te ocurre dibujarme? seguramente se me vieron los calzones.
Gruñe perverso.
—Te hubiera hecho otra cosa menos dibujarte si te encuentro así.
Me sonrojo.
—¡Quiero ver el dibujo!—exijo, obviando el efecto de sus palabras.
Mente sana, mente sana.
—Primero te beso y después lo ves—no pongo tranca y accedo con una sonrisa. Rodeo su nuca con los brazos con sutileza y después de jugar con nuestras narices unimos nuestros labios de manera sutil.
Entierro las manos en su frondoso y suave cabello y las suyas acarician mis muslos externos e internos. Pego un gritito cuando nos hace girar y seguimos besándonos escondido bajo mi mata de rizos. No había intenciones de algo sexual solo la necesidad de demostrar el cariño que ambos sentimos.
Dejo reguero de besos en su frente, mejillas y nariz y él también fue cariñoso. Me arrulla entre sus brazos y así nos quedamos sin decir una palabra. Su mano acaricia mi cabello y mis dedos hacen círculos en su espalda. Siento su mirada sobre mi cabeza y levanto la quijada con la sensación recorriéndome. Lance sonríe de medio lado y me da un beso corto en los labios.
—¿Cómo te fue con tu papá?— pasa su mano por mi rostro.
—Bien —suspiro desviando la mirada un segundo a su cuello y vuelvo hacia él—.Hace mucho que no teníamos un día de padre e hija.
—¿Y como te sientes?
—En paz —contesto con un nudo en la garganta.
Besa mi frente.
—Nuestros padres también pueden cometer errores, ellos no son perfectos, pero creemos que si —asisto.
Es verdad, a veces los juzgamos sin pensar que son seres humanos y pueden equivocarse.
Sé que lo que hizo mi papá fue atroz y creyó que jamás lo pagaría, que se saldría con la suya. Lo que nunca imaginó que ese error lo llevaría por el resto de su vida y no me alegro por ello pero es algo que se merece por haberse burlado de aquella mujer que su único error fue enamorarse de él.
—¿Y si tú te encuentras con tu madre la perdonarías?—sus caricias se detienen en mis labios y sus ojos me miran fijamente. Lance se pasa la mano por el cabello y baja la vista pensativo.
—¿Sabes?— miro atenta —A mi mamá no le tengo rencor y tampoco odio. Mi papá a pesar de lo que ocurrió nunca me colocó en contra de ella.
Wo.
—No sé por que lo hizo — sacude la cabeza confundido— Pero no llenó mi cabeza de odio contra ella— pausa y toma aire profundo. Ay no— .Si la veo algún día quisiera que me dijera la verdad y me diga por qué no me llevó con ella. Es lo único.
Levanto su rostro entre las manos y detallo sus ojos verdes esmeraldas estaban cristalizados y sus mejillas ruborizadas. El labio le temblaba. Lo abrazo sin decir una palabra y rompe en llanto sobre mi hombro. Acaricio su espalda y dejo que llore hasta que necesite sacar todo eso que lo lástima.
—No sabes cuánto deseo abrazarla — solloza y lo aferro hacia mi cuerpo hecha un mar de lágrimas — De escuchar su voz, ¡Mierda! La extraño tanto
Lo aprieto más fuerte y beso su hombro numerosas veces.
—Quédate conmigo —pide— no quiero dormir solo. Por favor infiltrada. Te necesito.
Paso despacio y siento una presión en el pecho.
Jamás había escuchado a Lance necesitarme.
—Me siento solo infiltrada— hipea.
—No estás solo — no paro de acariciar su espalda y abrazarlo fuerte —Estoy contigo.
—Lo se —absorbe la nariz —.Pero no es lo mismo. Por favor acompáñame.
Accedi sin meditar. Lance me llevó en su espalda hasta su habitación y está en este momento buscando mis almohadones. Ya se enteró de mi pie y también irá conmigo al hospital.
Ahora sí llegó la hora que mi padre y él se conozcan. Es inevitable el encuentro y estoy nerviosa por la reacción de Jack. Sé que no le agradará pero el viejo tiene que entender que no tengo quince años y que me sobre proteja no garantiza que salga ilesa de un hombre.
Lance sale del cuarto del baño sin camisa y en pantalón de pijama de cuadros azul y gris — este y su gusto por los monos de ese estilo —se detiene al verme en ropa de pijama y se queda allí idiotizado repasando de arriba abajo. Provocando que todo a mi alrededor se desestabilice con esa manera de mirarme.
Aclaro la garganta para que salga de su trance y le echo un vistazo fugaz a su espalda cuando se gira. Bajo un poco más y admiro su culito redondo.
¡Hijo de Lucifer!
¿Por que los hombres tienen lo que una tanto desea?
¡Es injusto!
Lance vuelve a darse la vuelta y yo miro al techo para que no descubra que le estoy mirando el culpable de mi ceja pelona y haciéndome la loca me acomodo en mi lado de la cama con mis cientos de almohadones. Él con su cara llena de mascarilla rodea la cama y se lanza como una rana platanera. Reboto sobre el colchón agarrada al orillo de la cama y se queda viéndome esperando que reaccione.
Hago una negación y extiende los brazos para que me refugie en ellos, lo miro indiferente y le doy la espalda. Lance ríe y me arrastra hacia él hasta dar con todo su cuerpo.
Suspiramos a la vez y me acomodo con él hasta quedar bien acoplados. Siento como lleva mi cabello detrás de mi oreja y planta un beso largo en mi mejilla.
El sueño me invade rápido y escucho que dice pero no logro entender bien y le resto importancia.
Estoy lista para ir al médico y juro que estoy muerta de los nervios. En pocos minutos mi progenitor llegará y se que va a darle algo pero no importa. Cómo dije; no soy nena pequeña y que pase lo que tenga que pasar.
Alynna nos mira con cara de pocos amigos desde la cocina. Sus ojos están fijados sobre mi y no parece nada amigable la forma en la que mira.
Esta mañana me mudé a la habitación como pude y me di un baño ligero y también me coloque algo ligero. Ella dormía como una vaca y cuando me estaba poniendo los zapatos se despertó de golpe y vio que Lance estaba en el cuarto. No sé que película se hizo ella pero cuando lo vio, la muy descarada se quitó la frazada del cobija y se me insinuó al marsupial. Ella no estaba desnuda, solo le falta un poco para estarlo.
Por supuesto el marsupial la ignoró totalmente y toda su atención la tenía yo. Al punto que me ayudó a ponerme los zapatos cosa que le molestó a la niña y le reclamó como si fueran algo.
Ignoramos sus berrinches y lance me llevo sobre su espalda hasta la sala y me dejo en uno de los sofás pequeños y desde instante la loca no ha apartado su atención sobre mi.
Llaman a la puerta, lance corre abrir. Siento que se me hiela la sangre y me cuesta respirar.
Pido a todos los ángeles que mi padre no enloquezca y...que no lo enloquezca.
—Bu...
—Ho..— ambos se interrumpen y no puedo evitar girar para averiguar.
Ahogo una explicación y cruzo los dedos. Mi padre y lance están cara a cara pero algo en su actitud llama mi atención.
—¿Tu vives aquí?— pregunta mi padre, esperen, ¿Lo conoce?
—Si — lance lo repasa de arriba abajo confundido — ¿se le ofrece algo?
—Estoy buscando a mi hija — contesta—.Melanie Grey, ¿me abre equivocado de apartamento? — cubro mi boca para retener el ruido que hizo mi boca.
—No señor aquí vive ella — aclara lance todo sonrojado e incomodo.
¿Por que?
—¿Y tu eres?
—Su — que no digas amigos con derechos, que no digas amigos con derecho —Compañero de piso.
—¿Eres familiar de Andrew Rott?
—Si-si señor — por que lance esta actuando raro—.Es mi tío.
Mi padre asiste y mira en mi dirección, desde mi sitio lo saludo y con señal le pregunta a lance si puede ingresar.
—Nunca me dijeron que vivías con un muchacho — su voz suena molesta y lo comprendo, jamás le mencionamos que viviría con un hombre —.Y menos con uno mal educado y grosero.
Sus palabras me hace sacudir la cabeza.
—¿Que?
—Él fue que me ha salido con groserías varias veces — revela y mi boca se abre sorprendida—.Es un mal educado.
¡Cielos!
Ahora entiendo la cara de fantasma de lance.
—¿Es tu amigo?— siento la mirada del marsupial y también la de Alynna quien no se ha apartado de la cocina.
—No—contesta Lance desde la puerta principal— Solo somos compañeros de universidad y nada mas.
Asisto para dar convicción y el gesto que hace mi padre con la boca es que no cree nada y no lo culpo, el cabezón se oyó tan falso.
—Tengo que salir —anuncia y desaparece en segundos.
—Luego te explico —hablo en voz baja.
—Eso espero.
En el trayecto al medico le expliqué todo a mi progenitor, si todo y él me escuchó callado y atento a cada una de mis palabras. No me interrumpió en ningún momento y cuando terminé; Apoyó los codos sobre las rodillas y se acuno las manos en su mentón y tomó una posición pensativa, así se quedó por varios minutos hasta que por fin reaccionó.
—Mientras no te haga daño me quedo tranquilo — acaricio su hombro y asisto sintiendo una presión en el pecho pero la ignoro.
Las noticias no son nada favorables según las conclusiones del medico. Hace unos minutos me sacaron una placa para mi y estamos esperando los resultados. Lance aparece y se sienta a mi justo a mi lado, mi padre lo mira y no dice nada cuando tomo a lance del rostro y lo beso en los labios, él se sorprende y en muy bajita le confieso que esta enterado de todo y su cara palidece.
—Tranquilo.
—Fui grosero con él y no me mira con buenos ojos — río internamente.
—Él mira mal a todos —aclaro—.No te preocupes —acaricio su mejilla y lo llevo de nuevo hacia mi.
—¿Qué te dijeron los médicos?
Hago una mueca triste y le cuento las posibilidades que existen de que no pueda continuar en la academia de patinaje, no puedo contener las ganas de llorar contándole y él en respuesta me abraza.
—Tranquila—me consuela frotando mi brazo de arriba abajo —. Verás que es algo pasajero.
Hago una mueca con mi boca con disolución y me seco una lágrima que se me escapa antes de que se den cuenta.
Estoy asustada al mismo tiempo importante. Una vez más mi sueño se frustró. Primero cuando la confianza aquel día que se me olvidó la rutina y ahora es por mi pie.
Es doloroso, muy doloroso.
El doctor regresó con los resultados y como tanto temí no puedo hacer ninguna actividad física y menos continuar con el patinaje artístico.
Quise creer que no era cierto, que se trataba de un mal sueño o una broma del medico pero cuando mi mente recapitula cada palabra del traumatólogo no puedo contener las lágrimas.
Permanezco callada en el puesto de atrás del coche con la vista puesta en la ventanilla y sumida en mis pensamientos. Borro las lagrimas que siguen callando por mis mejillas y no dejo de negar con la cabeza de la impotencia, la rabia y la tristeza. Lance cepilla el dorso de mi mano y mi padre no deja de echar vistazos por encima de su hombro y ha intentado animarme pero después de esta noticia tan terrible no creo que nada pueda levantarme de allí.
Quiero estar sola.
Alynna aparece justo cuando Lance me lleva cargada en su brazos, el pudor sinceramente en ella la abandonó totalmente. Carga ropa tan diminuta que no deja nada para la imaginación pero me da igual, en estos momentos no me importa solo quiero estar sola y que nadie me hable, no estoy nada bien.
—Infiltrada — me cohíbo sobre su cama y no dejo que me toque.
—Déjame sola.
—Estaré un rato afuera.
—Quero dormir sola.
—¿Como?
—Lance quiero dormir sola.
—¿Y donde dormiré?
—En la sala—indico.
—¿Que? — suelta una risita irónica —.No voy a dormir allá.
—¡Quiero estar sola!—repito irritada.
—¡No dormiré en la sala!—replica.
—Quédate con tu abuela.
—No.
—¡¿Por qué?!—me enojo.
—Quiero estar contigo y acompañarte.
—Me acompañas desde la sala —soluciono—.Por favor Lance.
—El sillón es incómodo.
—Es solo una noche— lo miro suplicante — necesito estar sola, entiendeme, por favor. ¡Acaban de matar mi sueño!
—Que estés sola no soluciona nada — suelta fríamente y le lanzo una almohada por la cabeza.
—¡Idiota e insensible! — mis ojos se llenan de lágrimas — ¿acaso tú no tienes un sueño? ¿Ah? Seguramente no cuando actúas así.
—Pues no—responde hostil— Hasta los momentos no tengo ningún sueño.
—Con razón —apunto la puerta herida —Hasta mañana Lance.
Hace una mueca de aburrimiento y toma sus cosas. Me da una última mirada seria y avienta la puerta antes de abandonar la habitación.
—Estupido — murmuro y caigo sobre los almohadones hecha un mar de lágrimas.
Mi llanto se detiene cuando el sonido de mi teléfono repica. Hago una mueca de disgusto y lo ignoro pero luego pienso que puede ser mi papá para saber cómo estoy y entonces decido revisar.
Chico Otaku: Hola melanie buenas noches. La habitación quedará lista para pasado mañana. Compartirás con una chica del último semestre, ¿Te parece? Por favor responde pronto.
Leo el mensaje varias veces y no le doy vueltas al asunto.
-: Hola buenas noches, si, si me parece. Muchas gracias.
--------------
Hola chicas!!!
¡Ay dios mío!
Melanie se va ahora sí💔🙈
Pobre Lance lo que le espera.
Gracias por leer mis niñas!
¿Que creen que pasará?
Las quiero.
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