Capitulo 53


Melanie...

Levanto la vista de Alynna y como quien no quiere la cosa dirijo mi vista hacia la habitación de él.

—Me avisas si quieres ir ¿eh? — asisto con la vista puesta en ella otra vez y entra a la habitación cerrando la puerta con un azote.

Regreso la mirada hacía la puerta una vez más y su cara me sonríe con ingenuidad desde el interior de su habitación. Su mano me hace señas para que me acerque y no sé si ir o retroceder pero entonces él mismo lo hace  con una mano en sus labios me lleva con él hasta su habitación.

—Te extrañé — susurra abrazado a mi— estuve pensando todo el día en ti y mientras me recupero mira lo que hice para matar el tiempo — me deja solo unos segundos para dirigirse a la mesa donde guarda su block y regresa sin borrar su sonrisa espléndida, ajeno a mis pensamientos—.Mira lo que hice para ti.

El impacto que me produjo ver a Alynna saliendo de su habitación no me permite apreciar el dibujo que hizo Lance para mí. Lo miro pero no estoy allí. Me desconcierta todo. Su actitud y la de ella.

No entiendo.

Él actúa como si no estuviese enterado de nada o solo actúa.

—¿Te gusta? —pregunta enérgico pero no puedo reaccionar, no hasta que me saque de esta incertidumbre en la que estoy—. ¿Que sucede?

—Vi a Alynna salir de tu habitación — no puedo contenerme, literal me estoy muriendo y las palabras de jade no dejan de atormentar mi mente —.¿Que hacia ella aquí? 

—Imposible.

—La vi salir —los ojos de lance vibran con temor y me sostiene de los brazos como si fuera a salir huyendo pero es algo que no pienso hacer hasta que me quite esa idea que tengo en mi mente—. ¿Por que?

—No tenia idea.

—¿Cómo no vas a saber que estaba aquí? — cuestiono.

—Te juro que no sabia — dice — seguro ingresó cuando me estaba cubriendo las heridas — recuerdo su sonrisa de suficiencia, su cara de satisfacción, la ropa que usaba—Infiltrada.

—¿Qué hacia aquí?—él me deja para volver dirigirse a su mesa de noche y después a su armario que abre con preocupación.

—Al menos no tocó nada, mis cosas están intactas—dice y regresa hacia mi— ¿Que? — pregunta cuando me le quedó viendo aún con la duda carcomiéndome — ¿Que? ¿Qué pasa?

—¿Qué hacia ella aquí?

— No lo sé!—contesta un poco alterado—No sé que mierdas hacia aquí en mi habitación pero en un momento lo voy a averiguar.

—¡Espera!—lo detengo por el brazo. Con su reacción me termina de afirmar que de verdad no tenía idea. Un alivio recorre mi sistema y sonrío en paz—Si le dices algo sabrá que te lo dije y se supone que no te soporto—lance deja de ejercer fuerza y se vuelve hacia mi.

—Si no le reclamo volverá a ingresar.

—Entonces hazlo después o cuando no esté —sugiero y le suplico con la mirada. Lance accede después pensarlo pero con la intriga en sus facciones.

—Estabas muy angustiada ¿no?— atina y no puedo ocultarlo, asisto con la cabeza y bajo la vista. Él suspira y con sus dedos levanta mi cabeza por debajo de mi mentón. Se me queda viendo por largos segundos y después me da un beso en los labios—No lo hagas ¿si? Sé que parezco alguien que te hará daño y estoy jodido por eso. Pero puedes confiar en mi. Tu eres ese lindo impedimento que no me deja ver a nadie más. Solo a ti — dice separándose de mi y envolviéndome en sus brazos. Sonrío aliviada entre ellos. Siento como su cuerpo se tensa con el mío cuando lo abrazo y su corazón se acelera al apoyar mi cabeza en su pecho.

Nos quedamos un ratos abrazados hasta que la intrépida de Alynna aporrea la puerta y me toca correr a esconderme en el baño.

—¿Lance?

—¿Que? — responde brusco después de abrir la puerta.

—¿Y dónde está la rubia?

—¿Cuál rubia?

—La zorra que vive contigo.

Hija de su madre.

¡Más zorra serás tu!

—¿Qué pasa con ella?

—¿Dónde está?

—Salió— contesta con desdén—. ¿Por qué?

—¿Por qué me hablas como si me odiaras?

—No estoy de humor—le dice exasperado.

—Te puedo cambiar de humor —murmura descarada y Lance la detiene en seco alejando sus manos de su cuerpo.

—Sé cómo cambiarme el ánimo solo— dice sin delicadeza—.Es mucho mas efectivo que tú—me cubro la boca para no estallar en risas.

Dios eso fue muy malo.

—Nada más efectivo como una mujer.

—Menos tu.

—¡¿Que te pasa?! —reclama dolida.

Lance está siendo muy cruel pero supongo que lo hace por haberse metido en su cueva sagrada. Y sabemos que él odia que invadan su espacio.

—Habla que no tengo tiempo.

—Eres un idiota.

—¿Qué haces hablando con uno?—ella refunfuña como una malcriada—.Que quieres.

—Hoy voy a una fiesta y necesito que me acompañes — lance suelta una risa falsa y llena de sarcasmo.

—No iré contigo a ningún lado. Tengo cosas que hacer.

—Pero ese fue el acuerdo.

—De ustedes.

—Lance — reprocha —Es el cumpleaños de una amiga. Mi mejor amiga.

—Olvídalo.

—Solo llévame al lugar y cuando todo termine me puedes ir a buscar—soluciona—.No le diré nada a mi mamá que no me acompañaste.

—No soy tu chófer.

—Yo tampoco quiero que andes cuidándome como si fuera una niña —aclara —.Soy adulta. Pero por desgracia no lo ve así y no quiero que se preocupe menos en su luna de miel. No lo hagas por mi. Hazlo por ella que sufre del corazón.

Ruedo los ojos.

—Bien—accede a la fuerza y maldigo por mis adentros.

—A las nueve vamos saliendo—lance no se inmuta y sin ninguna compasión le cierra la puerta en el cara con fuerza hasta hacer temblar el edificio.

Salgo cuidadosa del baño y Lance se gira hacia mi como en busca de una solución. Camino hasta él y lo abrazo en consuelo, su cuerpo estaba rígido y puedo sentir su rabia e impotencia.

—¿Me acompañas?—pide —.No quiero estar rodeado de mocosos. Por favor. No me dejes allí solo.

—No tenia planeado ir a ninguna fiesta hoy—chilla como un niño y no puedo evitar reír — Lance...

—Por favor infiltrada— suplica apretando mas fuerte hacia él sin temor de lastimarse.

—De acuerdo—acepto convencida luego de vacilarlo— pero no dudaré hasta la media noche. Hay que ir a clases mañana y no me quiero trasnochar. Luego no presto nada de atención lo que dicen los profesores y no quiero estar detrás de mis molestos compañeros que me pasen lo apuntes o me expliquen que fue lo que dijo el maestro porque puedes creer que nadie le presta...

Suelto un grito pequeño cuando sus labios me interrumpen con un beso.

—Entendí —dice a centímetros de mis labios con exasperación. Rio al ver su desesperación — ¡Dios mío eres una cotorra andante! — hace gestos como si quisiera aniquilarme con las manos —.Pero te quiero —dice al final con dulzura y me llena de besos la cara, el cuello, la frente y me levanta en sus brazos.

—Lance tus heridas — menciono preocupada y me percato hasta ahora que tiene puesto maquillaje.

Mi maquillaje.

—Estuviste en mi cuarto, ¿eh?

—Necesita cubrirme— admite con descaro — justo estaba terminando cuando sentí que llegaste. ¿Qué tal me veo? ¿Se nota algo? — sonríe girando la cabeza de lado a lado.

—Todo un profesional — festeja con bajito y lo miro seria—.Solo una cosa.

—¿Si?—muerde sus labios travieso y no me deja concentrar.

—No vuelvas a tocar mi maquillaje sin mi permiso — asiste sin prestar atención, sus ojos apuntaban a mi cuello el cual tengo cubierto —¿Escuchaste cabezón? La próxima vez me pides permiso porque no me gusta. Lo digo en serio. A Geo le molestaba que se lo dijera...

—No te preocupes — coloca un dedo en medio de mis labios —.La próxima vez te llamaré. Ahora deja de tanto hablar y bésame.

—¿Y el dibujo? — pregunto —Quiero ver cómo quedó...—gruñe y me calla con un beso.

Ingreso a mi habitación y veo a Alynna acostada en su colchón viendo no sé que en su mega tablet. Capto sin querer su atención y deja la laptop aun lado de su cuerpo casi desnudo.

Cómo quien no quiere la cosa sigo de largo y dejo mi maletín a un lado de la cama. Ella me sigue mirando fijamente y sin decir una palabra.Tengo sudor en el cuerpo y no precisamente de haber corrido y mi respiración es irregular cosa que me cuesta poder equilibrar pero hago mi mayor esfuerzo.

—¿Qué te hiciste?

—¿Ah? —mi titubea.

—¿Saliste?

—Tuve que...—paso saliva. Estúpido marsupial—.Ir a buscar algo en la tienda.

—¿Por que estás tan agitada?

—Subí las escaleras corriendo—explico.

—¿Y por qué no usaste el ascensor?

—No funciona.

—¿Se dañó?—asiste—.Pero si hace nada estaba funcionando bien.

—Eso fue hace rato. Ahorita se volvió a dañar —me cuesta hablar y me tiemblan las piernas.

Hijo de lucifer.

Lance dijo un beso y terminamos haciendo el amor como si no hubiese un mañana. Casi que no me deja salir. Él quería más y yo obviamente también, lo deseaba muchísimo. Amo sus caricias, sus besos, sus palabras. Amo la forma en como me devora con su boca. Me lleva a otra galaxia y me hace sentir hermosa, sexy. La forma en como que me mira y como sus ojos se nublan de deseo cuando admira mi cuerpo desnudo.

Es fascinante.

Es único.

Pero es muy incómodo tener que reprimir todo lo que me hace vivir y sentir cuando está destrozándome de la manera más hermosa.

Es demasiado frustrante.

Quiero que se vaya y que a Andrew no se le ocurra volver a traerla.

—Estas roja—continúa inspeccionando—.Tus pupilas...

Aclaro fuerte la garganta y termina su interrogatorio.

—Que tenga las pupilas dilatadas no es tu interés — dejo en claro —.Por favor no te metas en mis asuntos que no te competen.

—Perdón cielo solo era curiosidad—se hace la víctima—.No quería causar molestias — capto una sonrisa mal intencionada.

Desgraciada.

Paso al baño y me meto a la ducha directamente. Escucho como ella habla con alguien en otro idioma y pierdo su voz cuando abro la regadera.

Está mujer es una molestia.

Incómoda salgo del cuarto de baño y me dirijo a closet. Saco lo que me voy a poner para ir a la academia y me vuelvo a encerrar en el baño sin darle tiempo a ella de preguntar nada.

—Melanie—me detengo a escasos centímetros de la puerta y me doy vuelta.

—¿Que?—pregunto tosca, no puedo evitar tratarla de esta manera, no la soporto.

—¿Qué has pensado sobre mi invitación? — ella se había cambiado. Ahora usa un camisón rojo pegado al cuerpo—. ¿Vienes?

Pienso en Lance de forma automática y acepto sin pensarlo mucho.

—Perfecto —es lo único que escucho antes que abandone mi habitación y me encuentre con Lance saliendo de la suya.

Él sigue de largo luego de regalarme una sonrisa cómplice y me le quedo viendo como una tonta su espalda ancha y su redondo trasero.

—Shh— me llama al pasar por el frente de la barran de la cocina y me vuelvo sorda—.Hey, tu. Fea.

—¡Tus nalgas!—respondo en forma de juego y comienzo a correr  cuando siento sus pasos detrás.

Ingreso al ascensor que por suerte está abierto y marco rápidamente los botones pero hundo todos menos el correcto. Suelto carcajadas ante la emoción, mi corazón está a punto de salirse del pecho. Me siento como una persecución.

Una sexy persecución.

Las puertas se cierran dejando a Lance por fuera. Casi me hago pipí viendo lo cerca que quedó pero no lo logró. El ascensor baja y se detiene en un piso. Me hago a un lado para dar espacio a la persona que va a ingresar y casi me da un infarto cuando veo quien ingresa.

—¡Aléjate!— le digo entre risas nerviosas y me pongo en posición de ataque —.Un paso más y te mueres cabezón.

Lance se aproxima hasta acorralarme en la esquina.

—¿Te ibas sin despedirte?— pregunta ofendido.

—Recuerda que tenemos que ser cuidadosos y no hay que levantar...—me calla con un beso y respondo al instante olvidando todo.

—¿Has pensado lo que dije la otra vez?

—¿Que? —pregunto perdida anclando mis manos detrás de mi nuca, mirando embobada sus ojos verdes.

—De ser tu pareja de baile — parpadeo descolocada —.No me mires así.

—Es que Lance tu no..— cierra mis labios con su dedo índice, aparto su mano—.No sabes patinar.

—Si lo sé pero necesitas alguien ¿no?—asisto y se lleva una mano al pecho—.Entonces déjame ser tu pareja.

—Estas jugando ¿verdad?

Niega y no puedo evitar angustiarme.

Esto va en serio.

No quiero subestimarlo pero no lo creo capaz.

Él está diseñado para pelear y jugar béisbol no para dar saltos en el cual debes tener mucha concentración y técnica.

—¿Qué tan difícil puede ser? —pregunta y me aterra su confianza—. ¿Mm?

—¿Quieres intentarlo?

—Por supuesto.

Tal vez si el mismo lo prueba se de cuenta que no es buena idea. No es nada fácil y dudo que el profesor lo admita. El cupo esta completo aunque Liam siga de reposo. Quizás le den su puesto.

Paso a la pista y el grupo ya estaba allí. Algunos me saludan con simpatía y otros apenas me determinan.

—Hola mel—me saluda un compañero, Dan.

—Dan—contesto con un beso en la mejilla. Él empieza a sacarme conversa y justo en ese momento ingresa nuestro instructor. Antes de comenzar me acerco patinando hasta donde se encuentra el marsupial que parece estar de mal humor.

Llego hasta él y noto que está persiguiendo a alguien con la mirada, parece un cazador analizando su presa.

—¿Lance? —mi voz llama su atención pero no cambia su expresión.

Parece molesto.

Tiene la cara tensa y sus cejas gruesas casi unidas entre si.

¿Será que sigue molesto por qué no le dieron el cupo?

—¿Y esa cara? —Dan llega a mi lado justo y el chico tinta cierra la boca haciendo un gesto muy notorio de desagrado.

—Vamos a empezar mel — anuncia y se queda junto a mi.

Vuelvo a girar hacia el cabezón para despedirme.

—En un rato regreso—Lance tiene la mirada clavada sobre Dan y desvía hacia mi hombro cuando esté apoya su mano para presionarme. La levanta nuevamente y parece que sus ojos quieren aniquilarlo—Hablamos al rato—me rindo al ver que no me presta atención y me junto a Dan patinando.

—Estamos casi completos —menciona el profesor—.Esperemos que nuestro amigo Liam se recupere del todo. Mientras eso ocurre. Vayamos ensayando.

Cada quién toma su posición. Siento que ni corazón se ensancha cuando empieza a escucharse la música y todos nos empezamos a mover de forma coordinada. La presencia de Lance en las gradas me pone nerviosa. Esta mirándome todo el tiempo y eso me desconcentra de tal manera. Todos me miran extrañados y molestos. Hemos repetido los pasos desde el principio porque aquel chico lleno de tatuajes en los brazos hace que me desestabilice.

Comienzo a tener control de mi una vez que tengo confianza después de intentarlo varias veces —En serio Lance me inquieta pero no de mala manera — el profesor ya no me mira como si quisiera fulminarme con la mirada y mis compañeros igual excepto Dan que en todo momento me dio ánimos de seguir.

La satisfacción me recorre y me siento confiada. Es momento de hacer mi solo y a pesar de la presencia de Lance no me desconcentra. Cómo cuando era niña me deslizo por la pista de hielo con agilidad, el aire frío choca mis mejillas y ondea mi coleta. Bailo al ritmo de la música y con movimientos artísticos muevo mis brazos y piernas. Todos se enfocan en mi. A mi mente llegan esos hermosos recuerdos que me emocionan y me agitan el alma.

Sonrío devuelta a Lance cuando nuestras miradas coinciden. Le hago un guiño y sigo realizando mi baile. Doy un salto y giro en trompo cayendo perfectamente sobre el hielo. Mis compañeros se asombran y continúo hasta llegar al final.

—Muy bien Grey—me felicita el profesor y sonrío con los hombros abajo integrándome al grupo. Dan me da un abrazo de felicitación junto a otros compañeros más.

Es el turno de las parejas y es aquí donde no me queda más nada que ver desde un rincón.

—Espero que Liam se recupere pronto — me anima el profesor que muy pocas veces es solidario e interactúa con uno — sinceramente ustedes son mi mejor pareja — es raro escucharlo pero aprecio mucho sus palabras. Desde que Liam se partió la pata he estado desanimada. Quiero bailar con él, nuestra número es precioso y quiero que todos lo miren.

—Gracias.

Terminamos con ejercicios de estiramiento para evitar calambres. Hay una pequeña molestia en mi pie derecho, el mismo con el que me defendí del profesor Gerardo y evité que me tocara. Él me había golpeado para tratar de dominarme y asustarme pero no contaba que no iba a ser a igual que las otras chicas. Si me quería matar le tenía que costar. Tal vez caí mal o es el patín me está fastidiando.

—Los chicos y yo vamos por unas malteadas, ¿te unes? — estoy junto a Lance cuando Dan aparece frente a nosotros. El marsupial levanta las cejas mientras lo escudriña con la mirada — ¿o prefieres ir por cerveza?

Estoy luchando para quitarme el patín hasta que al fin lo consigo.

—Perdona Dan — masajeo mi tobillo. Estoy empezándome a preocupar. El dolor está aumentando —Hoy no puedo — manifiesto con tristeza, adoro las salidas después de cada práctica — Ya tengo un compromiso.

—Ah.

—En la próxima ¿bueno? —asiste desencantado pero igualmente sonríe. Dan es encantador y tiene un aire al papucho de Harry Styles. A veces le digo hazza aunque a él no le agrada mucho ya que no soporta al cantante.

—Si no te preocupes — me dedica una ligera sonrisa y antes que desaparezca le presento a Lance.

—Lance él es dan—lo señalo—.Dan el es mi amigo Lance.

—Mucho gusto—el chico parecido a Harry extiende su mano para saludarlo cordialmente y Lance no le responde. Solo menea la cabeza en señal de saludo y vuelve a cruzar los brazos debajo de su pecho.

Hubo un segundo que todo queda en silencio. La reacción de Lance me hizo sentir incómoda y apenada. Aunque no me sorprende. Lance es mal educado y no me acordaba de eso.

—Hasta luego Mel.

—Adiós, Hazza—digo intencional y me río como rueda los ojos pero no dice nada, me dedica otra de sus sonrisas carismática y cuando quedo sola no puedo evitar reprender al marsupial por su fea actitud.

—Me cae mal.

—Ni siquiera lo conoces.

—No hace falta conocerlo — sisea —.Es antipático.

Suelto una risita falsa.

—¿Cómo puedes saberlo si apenas lo conoces?

—Lo  vi —lo estudio de arriba abajo su actitud molesta—.Y no lo soporto. Deberían sacarlo de aquí.

—¿Por que tú lo dices?— pregunto.

—Mas de uno lo quiere fuera.

Rio internamente.

—¿De verdad? — asiste sin mirarme y con el ceño fruncido —. ¿O solo tu lo quieres fuera?—deja de mover la pierna ansioso y levanta la mirada hacía mi.

—Estoy seguro que todos quieren que ese payaso este fuera de la academia.

—¿Por qué querrían a Dan fuera?

—Es muy malo — señala —.No hacia nada bien y baila horrible. ¿Cómo pueden tener a alguien así en el equipo? Deberían cambiarlo por uno mejor.

—Es lo que deberían hacer en el béisbol contigo, ¿no?—abre y cierra la boca para discutir pero no sale nada.

—Gracias por el insulto—exclama ofendido.

—No es ofensa — no puedo evitar reír—.Es que tú críticas a Dan y no te miras.

—Soy bueno en el béisbol— enarco una ceja y suelta un bufido—. ¡Eres insoportable! — me empuja y casi se me hace caer.

Se levanta enfurecido.

¿Y ahora qué?

—¿Lance?—lo llamo—.¡Oye!

Se fue.

Rápido me coloco los zapatos y tomo todas mis pertenencias para ir corriendo detrás de él.

—¡Espera! — grito cuando lo veo aproximarse al coche.

¿Me va a dejar aquí?

—¡Lance! — me mira por encima del hombre cuando estoy a centímetros de él—.Dime qué te pasa.

—No me pasa nada —su voz me dice lo contrario.

—¿Seguro? — no responde y se gira de nuevo al frente.

—Déjame en paz y sube — demanda y su tonito autoritario me molesta.

—La mamá de Tarzan — le digo —. A mi no me hablas así ¿eh? Y tampoco me das órdenes. Si estás molesto pues anda a no sé darte una ducha de agua tibia para que te calmes o...

—Unos brownies rellenos de cáscaras de huevos me quitaría esta furia que siento — se gira hacia mi quedando enfrentados.

Le dedico una sonrisa de forma sarcástica y me alejo de él.

Estúpido marsupial bipolar.

Avanzo entre la gente que parece que no camina y mi ritmo disminuye por el dolor de pie.

Dejando clara ventaja sobre él.

Sin previo aviso me carga y por más que grite a la gente que me ayudara  nadie vino en mi auxilio.

Es frustrante ¿no?

Cómo la gente ignora esto y nadie—aunque sea en broma —.Viene por tu ayuda.

Por eso hay tantos secuestros.

—Ya dime qué te pasa — digo rendida, no sirve luchar. Estoy peleando contra un tipo que tiene mucha mas fuerza que la mía —.Estabas bien hasta que apareció dan. ¿Lo conoces?

—En mi puta idea lo he visto a ese hijo de puta que parece un one direction.

Ja sabía que no era la única que lo notó. si se parece a Harry solo que no tiene tatuajes y es lindo pero no está tan bueno como el británico sexy.

—¿Y por qué lo odias? — no contesta —. ¿Lance?

—¿Acaso no lo sabes?

—¿Qué?

—Odio a todo que se acerca a ti — confiesa — Y si que no hay razón pero es que...— gruñe — .No me gusta, me pone mal, me molesta y solo quiero acabarlos con mis propias manos. Y no sé por qué. Sé que no estaba haciendo nada malo pero el hecho de tan solo tocarte o mirarte me vuelve loco. Es como un estrago en el estómago muy desagradable.

—Pero no puedes odiarlos a todos.

—Ya tengo una lista.

—Lance por dios —me hace sentir incómoda y no sé si es que no se ha dado cuenta que no tiene la chica más guapa del mundo a su lado. Tengo algunos complejos como mis brazos, mi cabello y mi ceja pelona que sin maquillaje que parezco Scar del Rey león y aunque tengo no me considero fea se que no soy como Alynna o las chicas con las que lo he visto que dios mío parecen sacadas de revista.

Sé que todo eso se logra con dietas, ejercicios y mucho esfuerzo pero yo soy muy floja y por eso no tengo un cuerpo atlético.

A lo que vengo siento Lance exagera.

No lo sé.

Antes de que me quisiera él no me dejaba de decir fea, ahora que le cambiaron los cables, me trata muy lindo y aunque me llena el corazon y me deja sin palabras el mío hijo de su madre, sé que no tengo el atractivo mas hermoso del mundo.

Tengo mi tumbao ¿eh? pero no soy una Gigi hadid, se que me lo dijo pero en el fondo se que no. Soy mas una sendaya pero rubia.

—Exageras — le digo, estamos camino a la casa, mi pie sigue molestando y me sobo el tobillo para alivianar el dolor.

—¿En que exagero?

—Te vas a ver un tonto si sigues actuando de esa manera—le advierto, sus amigos se van a reír y no me quiero menos preciar pero seguro le dirán que perdió el gusto—.Te van burlar.

—¿Por qué?

—Celas a una chica de poco atractivo como si tratara no sé de una modelo esas de revistas

—Eres linda.

—Escucha por favor— el coche se detiene en frente de nuestro edificio—.Tu has salido con mujeres que parecen tallada por los mismos dioses. ¿Ves a Alynna? Entiendo porqué se te iban los ojos antes. Semejante mujer.

—Eres muy sexy.

—Tu no me estás entendiendo—me estoy empezando a desesperar.

¿Acaso no presta atención?

—¿Que debo entender? — expulso aire exasperado y me rindo. No tiene caso. Empujo la puerta para salir del coche pero su mano me detiene a medio camino—.Eres insegura.

—No lo soy...—titubeo, siento su mirada en mi nuca—.Bueno, quizás un poco.

—¿Un poco? —ironiza con una risa falsa—Acabas de compararte con Alynna — deja escapar un suspiro—.Ella es guapa no lo voy a negar sin embargo tú eres mucho mejor en todos los sentidos. Y te juro que no había conocido a nadie así.

—¿Tan distraída?

—Tan tu—acaricia mi mejilla con sutileza cuando me giro quedando enfrentados — no se trata de belleza Melanie, se trata de magia y tú eres magia para mí. 

Mi corazón late de manera tan acelerada que no puedo contener una sonrisa.

—Eres guapa y sexy, jodidamente ardiente y si todavía no estás segura de ello te lo haré saber todos los putos dias hasta que no te vuelvas a comparar con nadie más — se inclina para besarme, me acerco también y ambos nos fundimos en un dulce y cálido beso.

Llegamos por separado. Él por las escaleras y yo por el ascensor.  Llegamos a la par pero fuimos más astutos. Sabíamos que Alynna estaría rondando por el apartamento así que hicimos algo que no se nos da a los dos muy bien.

Pelear como perros y gatos.

—¡Animal!

—¡Eres un estorbo!— ataca —. ¿acaso no ves que estaba allí?

Alynna que justo estaba en la cocina haciendo no se que cosa levanta la mirada en dirección a nosotros.

—Parece que el ciego aquí eres tú — lo empujo.

—¿Hola? —Alynna nos mira con asombro, lance me empuja de vuelta y yo le pateo su hermoso y redondo trasero.

— ¡Hey!

—No me vuelvas a empujar.

—Ni  tu decirme animal —escupe.

—Es que lo eres.

—Tu eres una loca.

—Idiota.

—¡Bruja!

Paso de largo pisando fuerte y él va detrás de mi casi pisándome los talones. En un movimiento ágil y cauteloso me pega en la nalga.

Azotó la puerta casi a la vez que él y me río en silencio. Camino hasta la cama, me dejo caer y tomo mi teléfono para esperar su mensaje.

Mi cabezón: Te quiero, bruja.

Carcajeo como idiota.

Dios mío no puedo creerlo.

A estas alturas me cuesta creer que este pasando.

Lance y yo.

Jamás lo imaginé.

No puedo creer que este desafiando el karma como un idiota que un día odie y ahora quiero.

—: Yo a ti cabezón 🫶🏼

Alynna sale de mi habitación con un vestido negro corto que le llegaba más arriba del muslo, tiene un corte en v en forma de corazón que dejaba mostrar sus atributos y una melena brillante cae perfectamente en hondas como si fuera de sirena.

Ella no es alta pero cambió de forma drástica subida en esos hermosas plataforma.

Vaya.

—Te ves bien Melanie—dice y no creo nada de sus palabras, menos después de llamarme zorra.

—Gra...

—¿Crees que a Lance le guste? — estira los brazos y se da vuelta — A él le encantan las mujeres que usen vestido cortos.

—Ah— me hago la desinteresada, ocultando mi sorpresa.

—Cuando éramos novios.

¿Que?

—¿Novio? — pregunto controlada, no queriendo llamar la atención.

—Él decía que no lo éramos, se molestaba y me recordaba que lo nuestro era únicamente sexo— rueda los ojos —Pero él estaba enamorado y me lo demostraba cada vez que hacíamos el amor — suspira dramáticamente —Debí haberme esperado y dejar que el confesará primero su amor antes que el mío. Me precipité por lo que sentía y él terminó huyendo. Lance le teme al amor, al compromiso y no sé por qué razón pero ahora que vamos estar cerca, le voy a demostrar que no tiene porqué temer.

—Entonces tu piensas que el imbécil aquel sigue enamorado tuyo—deduzco.

No sé de dónde sacó está novela pero lo que puedo afirmar es que esta chica está loca.

¿Lance enamorado de ella?

Definitivamente está chica se le soltó un tornillo.

—¡Por supuesto!—responde risueña y pega un susto —. Lo ví en sus preciosos ojos.

—Que bien — digo después que mi cerebro diera hiciera corto y termino de delinear mi ojo izquierdo luego de intentarlo una quinta vez.

¿Por qué es tan difícil lograr que ambos queden iguales?

Logro hacerla y aunque no quedo exacta la dejo así, me voy a venir sacando el ojo un día de estos. 

Me levanto y me doy un vistazo bajo la mirada burlona de ella pero la ignoro, sé que no me vestí para una fiesta pero tampoco es que tenga muchas ganas, lo hago porque el marsupial me lo pidió.

Salimos a la vez mi habitación la cual ha sido totalmente invadida por ella con sus cosas y justo él también va dejando la suya.

La miro de reojo cuando escucho que deja escapar un chillido y murmura algo entre dientes que no pude entender.  Lance nos mira a ambas pero no se por que razón se ha enfocado en mi. Me escaneo de arriba abajo vislumbrado, no sé si es parte del juego o que de verdad quedó tonto y no soy la única que ha quedado como embelesada.

Lleva una camisa gris oscura que marcaba bien todo su torso y dejaba apreciar la fuerza de sus brazos tatuados, un pantalón beige que le llegaba unos centímetros mas arriba de la rodilla, zapatos deportivos y una gorra negra. No era un atuendo para una fiesta, al igual que yo las ganas de asistir estaban por el suelo.

Alynna alterna su mirada sobre los dos. Lance no deja de mirarme y yo igual. Pero tengo que hacer algo o va a sospechar que hay algo entre nosotros.

—¿Que miras?—pregunto tosca — ¿Se te perdió alguien igual a mi?

Lance despabila y su rostro cambia drasticamente.

—Dios me salve de encontrar alguien como tu —ataca —Contigo es suficiente.

—Imbécil — arranco a caminar.

—¿Tu vas?

—¿Te importa? — me quejo en silencio, el pie no ha dejado de dolerme —¿Ella va? — pregunta y Alynna le dice que si. Lance finge molestia y empieza a atacarme, me defiendo y Alynna exasperada nos manda a callar.

No puedo evitar sentir amargura en mi interior ver como ella se adelanta y se sube en el puesto del acompañante. Puesto que considero mio. Me toca tragarme las ganas de bajarla por las greñas y darle dos vueltas y después subirla pero en la valija, donde no estorbe, no moleste y no toque a lance.

—Cuando sean las doce nos vamos —advierte y ella suelta un reproche, él la mira como si quisiera desintegrarla, me pregunto donde esta el amor, porque no lo veo —No voy a esperarte mas tarde.

—¿Lance solo tres horas de fiesta?

—Me vale — gruñe — te lo dije, no soy el puto niñero de nadie.

—Mira lance no voy a quedarme tres horas solo porque tu no quieres —replica — es el cumpleaños de mi mejor amiga...

—A las doce me voy — decreta, luego me mira por encima del hombre — escuchaste infiltrada.

—Soy despistada no sorda por supuesto que lo hice — suelto con acidez, falsa pero quién bien me sale jeje — y yo tampoco me voy a quedar hasta tarde. Tengo que estudiar.

—¿Los dos se irán a las doce?— masculla, los dos respondemos que si a la vez, resonga —Que aburridos son.

Y sin decir más arrancamos al lugar donde es la fiesta de la amiga de la loca. Un complejo de casa de doble piso una igual a la otra en dónde la gente con mucho dinero se darían ese gusto.

Que pronto me lo daré yo.

En unos años.

Ella se baja antes que nosotros y se detiene, no nos da tiempo ni de decirnos nada cuando se regresa y le pide a Lance quien está de toquecito que se baje.

—No voy a entrar.

—¡Lance! — reclama —. ¿por qué, no?

—No me da la gana.

—Por favor — chilla como chiquita malcriada.

—No—me mira y sin decir una palabra me bajo del coche.

Doy la vuelta por el frente y siento que me toman el brazo y me arrastran.

—¡Es un idiota! —exclama enfurecida.

—Desde siempre.

—¡Pero amo!

Definitivamente está loca.

Ingresamos a la casa y el ambiente cambia. Habían mas de veinte personas dentro. La música era moderada y todo el mundo estaba entretenido en algo. Hay poca luz y éramos alumbrados con focos de colores de esas que usan en las discotecas.

Alynna me lleva de la mano hasta la cocina. Alguien la abraza cuando se ven y supuse que era su amiga por la manera tan poco sutil que se saludaron.

Con un beso en la boca.

Aclaro la garganta fuerte para que se separen y lo logro. Alynna sonríe con picardía y me lleva hasta ella, quien tiene el lápiz labial corrido.

—Ella es Melanie — me presenta.

—Es hermosa— dice y doy paso hacia atrás para evitar que me bese—.Me llamo winnie.

—Hola — saludo —.Un placer.

—Vamos a fuera los chicos están allí—me llevan de la muñeca y dejamos la fachada de la casa para salir al patio donde efectivamente habían hombres sin camiseta corriendo de arriba abajo lanzándose a la piscina como si no hubiese un mañana.

—¿Trajiste a tu ex? —pregunta winnie. Ella es baja que nosotros y tiene el cabello negro, ojos grises y su piel es blanca. Casi parece vampiro. Luce un lindo traje de baño rojo de puntos amarillos.

—No quiso bajarse — responde Alynna con la mirada triste— Pero lo hará, no creo que aguante tanto tiempo dentro del auto y sin comer nada. 

—No le lleves nada y lo tendrás aquí —ambas sonríen con complicidad.

Desgraciadas.

Alynna se pierde después de presentarme a los chicos que parecían ranas de tanto saltar al agua, winnie me ofrece de beber y me invita a meterme al agua a la cual me niego y finjo que tengo tos. Quiero irme, no me siento cómoda y sus amigos no me dejan de comer con la mirada, no se que tienen pero no les afecta mi cara de culo.

Uno de ellos intenta pasarme el brazo por encima y lo detengo a medio camino, lo miro mal y este se ríe mientras aleja su brazo. Alynna regresa cambiada, tiene puesto un traje de baño de color blanco muy corto que dejaba revelar toda su belleza, el chico que esta a mi lado y que no ha estado coquetear conmigo se queda perplejo y le lanza halagos que la hacen sonreír. 

—¿Y tu te vas a cambiar de ropa? — pregunta el joven a mi lado, del cual me alejé varios centímetros. 

—No.

—¿No te vas a echar un chapuzón?

—Estoy enferma — se acerca —.No puedo mojarme.

—¿De verdad? — asisto y me alejo, estamos sentados en una banca larga con la vista puesta a la piscina y estoy llegando a la orilla—. Una lastima.

—Oh si — finjo tristeza y me pongo de pie, no aguanto estar mas aquí, me quiero ir. Sé que no han pasado ni veinte minutos pero me quiero marchar a la casa. 

—¿A donde vas?

—Necesito salir — Alynna se mete a la piscina y aprovecho su distracción para irme, prefiero estar metida en el coche con lance que estar en este sitio que me incomoda.

—Te acompaño — freno en seco al chico.

—No quiero ser grosera —le digo — .Puedo ir sola, gracias. Buenas noches.

—No te haré nada cariño — insiste, mis puño se aprietan —.Una chica tan guapa como tu no debe andar sola. Anda te acompaño. Te juro que no te tocaré.

No confío en él, sin embargo lo dejo pasar.

—Si me tocas te desfiguro la cara — le advierto seria —. No estoy jugando.

Levanta las manos en rendición.

—Lo que digas.

Camino hacia la salida, esquivando a todo el que se me atraviesa, el chico intenso camina cerca de mi y me ayuda a quitar a las personas que no colaboran. Cuando estoy afuera le digo que puede marcharse y el sorprendentemente lo hace. 

Siento una tranquilidad al estar afuera y se me cruza por la cabeza que mientras las horas transcurren el cabezón y yo podemos dar vueltas o no se, ver una serie en mi teléfono. 

—Es extraño verte la cara — llevo mi vista hacia el coche de lance y frunzo las cejas deteniendo mi andar. Dos mujeres están hablando con él y una de ellas le tiene sujeta la mano —.Desde aquella vez que lo hicimos los tres.

—Cuando lo repetimos, ¿eh? 

—Y no aceptamos un no por respuesta —le dice la mas alta, quien sostiene su mano. Tengo mi mirada fija en él quien no se percata que estoy a pocos pasos de su ubicación. 

—No creo que ocurra — dice a la vez que sonríe y las detalla con cierta admiración, las chicas lloriquean en reproche e intentan besarlo.

Respiro hondo observando la escena.

—¿Acaso ya no te gustamos? — les echa un vistazo de arriba abajo.

—Están lindas pero... —lance se corta así mismo cuando su mirada coincide con la mía sus grandes ojos vibran en una mezcla de asombro y susto. Las dos jóvenes también se giran hacia mi sin comprender que sucede y se vuelven hacia él para convencerlo de hacer el trio.

Las palabras de jade vuelven a agobiarme la cabeza y aunque no parece haber ocurrido nada esta es la consecuencia de salir con un mujeriego. No sabes en que momento puede volver a caer. Y no me duele que esta le haya tomado la mano o les haya dicho que están lindas. Lo que mas me hirió fue la fascinación de sus ojos al verlas.

Bajo la vista al sentir la vibración de mi teléfono, lo saco del bolsillo de mi pantalón y me sorprendo al ver que es un mensaje del chico Otaku.

Chico otaku : Hola Melanie, Hay una habitación disponible, ¿sigues interesada? lo mas seguro es que la entreguen en dos o tres días. Te aviso. Si lo estas recuerda avisarme para dejártela. Buenas noches.

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Holaaaa

Que taal <3

Preguntaaaa.

¿Será lance capaz de volver a caer?

¿Volverá melanie a las residencias?

Graciaas por leer chamas.

Las amo!!






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