Capitulo 38


Espero que me regalen muchos comentarios y votos XD se me anima a seguir.

Hoy narra su querido Lance <3 disfruten.


Lance....

Despierto por el maldito sonido de mi alarma que suena como si tuviera un puto taladro dentro de mis oídos y la apago de mala manera. Refunfuño entre dientes y me quito de un tirón las sábanas que cubre mi cara.

Tengo que cambiar el puto sonido.

Respiro hondo y giro mi cuello hacía el balcón, donde la luz grisácea de la mañana penetra mis ojos. Algunas palomas feas pasan por el frente de este y las sirenas de las ambulancias invaden mis oídos.

Hoy regresamos a clases y aunque esté molesto de tener que volver a levantarme temprano, me alivia porque finalmente este año me graduaré y por fin me iré.

Solo me faltan algunas peleas y completo el dinero.

Tan solo unas y comienzo mi viaje y la búsqueda de mi mamá.

Bajo la vista hacia la puerta al escuchar un ruido proveniente de afuera seguido de un quejido y mi llevo una mano al pecho. Ruedo los ojos al oírla quejarse y me reprimo una carcajada cuando pelea con mi gato.

Hago una negación y borro de mis labios mi sonrisa marica al darme cuenta.

¿Qué estoy haciendo?

Bajo la ducha me pierdo en mis pensamientos. El regreso de la infiltrada me ha cambiado mi estado de ánimo y no sé que mierdas hizo estando allá pero desde que llegó el ambiente del apartamento cambió.

Está mañana cuando el hijo de puta me insistía que han traído comida a su nombre creí que se trataba de una jodida broma o que simplemente estaba equivocado. Él con sus cara d idiota me insistió que habían hecho un pedido de la dirección de mi casa a nombre de Melanie.

Casi le estampo la puerta en la cara cuando ella apareció. Con el cabello enmarañado y la piel con una tonalidad oscura. ¿A qué horas que llegó? fue lo primero que me pregunté antes de que desapareciera de mi campo visual y se encerrara en su habitación. 

Esperaba sentirme feliz con su partida pero tal felicidad no me duró mucho .Las fiestas, las chicas, todo lo que había perdido por culpa desde su aparición dejó de sentirse igual y la verdad es que no lo comprendo. Aún no lo entiendo. Era todo lo que más deseaba en la vida desde que ella llegó.

Las fiestas me parecieron sin sentido y los deseos de estar con una mujer también. La chica que conocí en aquel restaurante nunca concreté la cita. En el último minuto le dije que no quería salir con ella y terminé manejando solo con mi gato bigotes por la ciudad. Escuchando música y analizando mi cambio de actitud.

A los días fui a un bar a tratar de intentarlo una vez más. Allí conocí una rubia preciosa y sexy, demasiado sexy. Era de Alemania y juré que había vuelto la magia porque cuando coqueteamos respondí a su beso y no sentí que besé cemento. Unos labios carnosos, suaves y con un sabor encantador me hicieron delirar. Bailamos sensualmente casi toda la noche y luego fuimos a mi apartamento donde una lluvia de besos muy calientes fueron compartidos en mi sofá.

Le advertí a la sexy chica de mis condiciones y ella sin convenientes aceptó. Recuerdo que me dijo que ella no le gustaba repetir su aventura y que estaba en New York para pasarla bien no a buscar novio.

Todo marchaba bien. Ella sobre mi, comiéndonos la boca, tocándonos, diciéndonos cosas sucias, gimiendo, como dios la trajo al mundo y yo con mi maldito boxer aún puesto esperando tener una reacción. Esperando que me excitara más como lo hizo en el bar pero lamentablemente no pudo.

Terminé disculpándome con la rubia —quien extrañamente no se molestó — y me dijo mientras fumaba un puro que la llamara de nuevo cuando ella no esté presente.

Confundido le pedí que me explicara porque no estaba entendiendo nada.

¿A qué se refería con ella?

No lo entendía.

Bianca me sonrió, me dio un beso en la mejilla y me dijo algo que aún resuena en mi cabeza pero que al principio lo tomé con total absurdidad.

Ella mencionó  muy segura que estaba enamorado y que por eso no funcioné y no lo haré hasta que la olvide. Le aclaré que no estaba enamorado y que no existía tal mujer pero se rió con ironía y me convenció de intentarlo otra vez pero con otra chica.

Acepté y quedé con salir con su amiga. Una morena sensual. Alta y bien dotada en todos los sentidos. Hubo algo de química, coqueteos y toqueteos más por parte de ella que por mía. Juro que quise dar de mi parte pero no pude. Aquella chispa que sentía se fue disminuyendo hasta que dejó de ser un interés buscar una mujer para follar.

Solo iba a los bares y discotecas a beber. Hablar con los barman o quedarme en casa sólo viendo películas o series de mierda.

Bianca dice que estoy enamorado y la verdad no creo que sea eso que no me permita estar con una chica ahora que lo analizo. Para mí es el cansancio, el estrés, las peleas, tal vez me dieron un mal golpe que no recuerdo y por eso no respondo como antes o me estoy volviendo gay.

Puede ser cualquier cosa.

Menos enamorado.

Cierro la regadera y me dispongo a salir envuelto en una toalla alrededor de mi cintura. Siento como las gotas caen por mi pecho y espalda. Salí medio seco. Estoy desesperado por tomar algo que me quite el malestar del estómago y la pequeña migraña que me está jodiendo. Quiero llegar bien a la universidad y concentrarme en todas las clases para no tener la molestia de pedirle apuntes a nadie.

Menos a cierta persona.

Busco en el armario una franela gris clarito de mangas cortas y unos pantalones oscuros. Tomo mi billetera, mi bolso, mi cámara y las llaves de mi coche.

Cuando estoy abajo siento un frío en el estómago al darme cuenta que no está mi carro en su puesto. Casi salgo corriendo a preguntarle al vigilante por él hasta que recuerdo dónde lo había dejado.

Ruedo los ojos con fastidio y suspiro mirando el cielo nublado.

Rasco mi nuca mientras espero la llegada del taxista recostado a una de los coches que están estacionados. Un grupito de jovencitas en ropa deportiva muy sexy me pasan por el frente y me sonríen coquetamente. Una de ellas hace que exclame por lo bajo y me llevo una mano al pecho de la impresión cuando se me queda viendo.

Mierda.

Parpadeo profundo.

Doble mierda.

Esta niña se parece mucho a la infiltrada. Casi juro que es ella si no fuese por el color de su piel. Ella llegó bronceada y estoy seguro que no me sonreiría como lo hizo la jovencita. Me sacaría el dedo del medio y me miraría con cara de pocos amigos.

Tengo la intención de pedir sus números e invitarlas a salir pero me retracto de inmediato al recordar el problema de mi pene. Frustrado subo al taxi y le doy de mal humor la dirección al chófer quien tenía la misma cara de amargura.

Los brazos de mi abu me envuelven. Mi cara es invadida por sus dulces besos. Inmediatamente me atiende cuando le informo lo que estoy sintiendo— Hoy faltaré a clases por desgracia—El malestar no se me pasa y he ido como tres veces al baño a vomitar.

Abu me está preparando un caldo de pollo mientras espero tirado en el mueble de la sala que me sienta mejor o por lo menos me pasen las náuseas.

En la televisión están sintonizando una película vieja de policía llamada ¿Dónde está el policía? La pistola desnuda. A mí tío le encanta y siendo honesto nunca le había prestado atención. Es interesante y el humor es un clásico. He reído como un marica. Hace mucho que una estúpida película no me hacía reír tanto.

La sopa de la abuela me hizo dormir por varias horas cuando desperté eran casi la una de la tarde. En mi teléfono tenia varios mensajes de mis compañeros preguntando por mi y avisándome que había una fiesta en no sé dónde. Ignoro todo y me vuelvo a acomodar. Acabo de salir de un malestar que casi me deja sin estómago y no estoy para aguantar otro.

Al menos no ahorita.

Cierro mis ojos otra vez y no duermo tanto tiempo como la primera vez. Me levanto del sofá con el calor asando mi cuello y me dirijo al baño a lavarme la cara.

—Que bueno que estás aquí— seco mi cara con la toalla y levanto una ceja intrigado —. ¿Trajiste lo que te pedí?

—Si, señora Kika.

¿Que?

—Gracias mi niña.

¿Qué hace la infiltrada aquí?

Bajo la vista hacia mi pecho y coloco mi mano allí. Los latidos de mi corazón se han acelerado y una extraña corriente viaja por mi cuerpo.

¿Estoy asustado?

El pensamiento me hace sacudir la cabeza. Es solo la infiltrada. ¿Por qué pienso que quedarme aquí es la mejor idea?

—¿Y quién es este muchacho?— ladeo la cabeza.

—Es Liam — frunzo la cejas y una furia presiona mi pecho.

¿A traído a ese imbécil hasta aquí?

Ese imbécil que salió en todas sus fotos y no se separó de culo nunca.

—¿Liam?

—Si— contesta la infiltrada muy emocionada — solo quería que lo conocieran — camino de puntas hasta la puerta — y supiera que era cierto. Liam y yo somos novios.

¡¿Que?!

—¿Novios? —pregunta mi abuela escandalizada.

Una nube de calor recorre mi cuerpo y paso el trago que me aprieta la garganta.

¿Por qué mierdas siento ganas de llorar?

—¿Co-como es eso? — la voz de abu es totalmente confundida —. ¿A ti no te daba miedo los hombres? ¿Por el karma de tu papá?

—Si hasta que conocí a Liam — responde —. Un chico sano que no se anda acostando con cualquiera.

Salgo del baño dispuesto a aclararle a la infiltrada que desde hace bastante tiempo no he vuelto a tocar una mujer y me detengo en seco al verlos besándose en medio de la sala.

La llama en mi pecho incrementa de sobremanera y no tengo control de mis impulsos. Corro directo hasta el maldito de Liam y lo separo de ella con un golpe directo en su fea cara.

Su cuerpo cae sin conocimiento al piso y me vuelvo hacia la infiltrada con la respiración agitada. Ella me grita pero no escucho nada solo veo el movimiento de sus labios, se inclina sobre mi y me da golpes en el pecho que no siento.

¿Qué pasa?

Miro al suelo y Liam no está tumbado. Me vuelvo hacia la infiltrada. También desaparece. Todo se vuelve oscuro por unos segundos y después en mí campo visual aparece la pantalla del televisor de la sala. 

¿Que?

¿Todo fue un maldito sueño?

Paso la mano por mi nuca y noto que estoy sudando. Me siento sofocado, mi cuerpo pide un baño de agua fría.

Dejo el sofá y me encierro en el baño para refrescarme. Gotas de sudor ruedan por mi espalda y cuello. Ingreso a la ducha y en un segundo estoy mojando mi cuerpo de pies a cabeza.

Cierro los ojos lentamente mientras el agua recorre mi cuerpo. Jadeo por la temperatura y dejo que está me de en la cara.

Cuando siento que me he refrescado salgo envuelto en una de las toallas que mi abuela guinda en el baño y lo abandono para ingresar a su habitación.

Mientras me lanzo un mono pantalón y una sudadera pienso en el sueño. Lo que sentí, lo que ví, lo que hice, fue demasiado real, lo sentí demasiado real. Me tiene sorprendido y desconcertado.

¿Por que quería aclararle a la infiltrada que no he vuelto estar con una mujer?

¿Por qué me dolió escuchar que son novios?

¿Qué carajos me importa que lo sean?

¿Por qué golpee a Liam después de ver cómo se besaban?

¿Qué mierdas con ese sueño?

Abandono la habitación de mi abuela sacudiendo la cabeza y me reúno con ella en la cocina. Ella me mira de pies a cabeza y me da un abrazo muy tierno, al que respondo igual. Beso su frente varias veces y me encamino hacia la nevera. Tengo sed.

—¿Qué vas a tomar?

—Agua — muestro la jarra.

—¿Cómo te sientes? — la miro y le regalo un sonrisa tranquilizadora.

—Tus caldos son milagrosos abu — le digo —. Me siento como nuevo.

Su rostro se suaviza y me alivia verla tranquila. Estuvo muy preocupada. Odio ponerla en esa situación. Fácilmente pude haber asistido a cualquier hospital pero en casi todos los que he ido me he follado a las enfermeras  y no fue fácil quitármelas de encima. Razón me curo solo cuando salgo las herido de las peleas y recurro a mi abuela cuando me siento como la mierda.

Como hoy.

—¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor abu, no te preocupes— bebo toda el agua y me sirvo mas —. ¿Qué pasa?

—Como te sientes —repite.

—Bien —le vuelvo a decir y hace una inclinación, como si quisiera que le dijera otra cosa —¿Qué quieres que te diga?

—Hace unos días me dijiste que te sentías extraño y un vacío inexplicable —asisto lentamente —. ¿Sigues igual?

—No — contesto extrañado, no me había percatado pero toda esa sensación de tristeza y vacío despareció.

—¿Cómo sientes el departamento?

Parpadeo curioso.

¿Por qué me hace estas preguntas?

—¿A donde quieres llegar abu?

—Solo responde mi cielo.

La analizo de arriba abajo suspicaz.

—Bien —contesto despacio, algo trama, esa cara me lo dice todo y tengo que saber que es lo que esta tramando.

—¿No lo sientes vacio?

Niego.

 —¿Qué tramas? — abu me deja con la pregunta en el aire cuando abandona la cocina sin decir nada. La sigo hasta el cuarto, ella como si no estuviera presente saca de su mesita de noche su libro favorito. Aun si entender le recibo el libro y me acuesto a su lado.

—¿Te sientes bien para leerme? —pregunta y asisto varias veces, abu sonríe de manera significativa y no puedo evitar insistir que me diga que le esta pasando.

—¿Qué pasa?

—Solo quería comprobar.

Ladeo la cabeza mas confuso.

—¿Qué cosa?—otra vez me deja con la pregunta en el aire y empiezo a molestarme.

¿Por que tanta intriga?

—¡¿Puedes decirme que pasa?! —me altero e intento no levantarle la voz, abu se ríe y me invita a acostarme a su lado 

—Ven mi niño.

—No hasta que me digas que es lo que sucede —levanto el libro—. Y no lo leeré si no me lo dices. Te quedarás con las ganas.

Se ríe y asiste.

—Te lo diré — parece muy emocionada, mas sospechas para mi —Jamás creí que este día por fin llegaría — suspira y no le pregunto mas, solo espero que me diga —. ¿Quieres saber por que estabas todo triste sin razón?

Asisto numerosas veces.

—Bueno — acaricia mi mejilla y mi cabello—.Todo lo que esta ocurriendo se debe que te estas enamorando.

—¡¿Que?! —siento un frio por la espalda—. ¿Estas...segura?

Asiente con afirmación.

—¿Y cómo de quien? —estoy riendo, es la segunda persona que me lo dice y casualmente es una mujer. 

—De Melanie —siento como si un baldado de agua helada me hubiese caído encima—Y no me lo niegues porque te he estado observando—cierro la boca y no puedo negarlo. ¡Maldita sea! ¿Por qué no puedo? Me siento como si me hubiesen cachado en una mentira en la que no puedo librarme aunque quisiera.

—Abu, no, no puedo estarlo—apenas consigo mi voz.

—Quiero que me respondas algo con total honestidad — suspiro mirándolo temeroso, dios mío siento que mi corazón se va a salir —¿Cuándo estas cerca de ella sientes cosas? —hundo los labios y me siento atrapado, quiero hacerme el tonto pero con mi abu es imposible—. Responde mi niño.

Expulso el aire retenido en mi pecho y asisto levemente con dificultad.

—¿Y cuando te toca también? —estoy evitando su mirada pero esa pregunta me obligó a mirarla— .¿Sientes que se queda su sensación?

Mis ojos se abren sorprendidos e instintivamente llevo mi atención a mis brazos, mis manos y rozo con mis dedos mi cuello.

—Si y no se quita —manifiesto volviendo a pisar tierra —. ¿Por qué no se quita?

Abu sonríe mas.

—¿Cuándo la ves con alguien mas que sientes? — sigue con el interrogatorio —. ¿no te dan ganas de romperle la cara a la persona?

—La cara y las bolas — suelto furioso—.En especial a liam, el maldito apareció en todas sus fotos pegado como un puto chicle — cierro el pico al darme cuenta que estoy hablando mas de la cuenta y me vuelvo hacia mi abuela quien sonríe campante. 

¿Hace calor o es mi idea?

Las manos suaves de mi abu pasan por mi cabello y rostro.

—Abu..

—Te estas enamorando corazón — susurra—. Sin querer por supuesto.

—¿No será otra cosa?

—Lance por dios.

—Es que abu — dejo el libro a un lado y me dejo caer en sus almohadas —. ¿Cómo me voy a enamorar de la chica mas odiosa del planeta? Para mi que estas equivocada. 

—Ay hijo — se ríe —¿Equivocada yo? ¿Qué tengo mas años y mas experiencia que tu? —muerdo mi labio inferior impotente— Sé lo que se siente y pasé  por lo mismo— revela, levanto una ceja—. Yo odiaba a tu abuelo cuando iba a la universidad.

—¿Lo odiabas?

—Como no tienes una idea — río ante su confesión. Esto nunca me lo dijo y vaya que es sorprendente—. Me costó aceptarlo. Hasta que empecé a conocerlo y meses después nos hicimos novios. El resto es historia.

—Melanie es grano en el culo — me pega — Es cierto abu. Es terca, desobediente, torpe, despistada y muy contestona. Habla más que un loro y se mete en lo que le incumbe.

Cómo cuando la pillé en mi habitación y la noche que me siguió al lugar que peleo. También cuando la vi husmeando las cajas de los álbumes.

—Aun así sientes algo por ella.

—No abu — me niego aceptar — no puedo sentir nada por ella ni por nadie más. Esto no debió pasar — me siento en el orillo de la cama recapacitando mientras la voz mi padre se aloja en mi mente — .No me puedo enamorar.

—¿Por qué no? — pregunta incomprendida — ¿que tiene de malo? — observo su figura por encima de mi hombro y los recuerdos me arropan.Sin decir una palabra me levanto de su cama y me dirijo a la puerta. Ignorando sus llamados salgo de su casa y me subo a mi coche.

Hago una negación y golpeo el volante frustrado.

¡Maldita sea esto no puede estar paseando!

¿Que pasó?

¿Cómo dejé que ocurriera?

Tío Andrew.

Todo esto es su culpa. Si no hubieses ayudado a la infiltrada no estaría pasando esto.

La odio, la odio.

¿Por qué demonios tenia que aparecer?

Tengo que hacer que se vaya. Ella no puede continuar a mi lado. La presionaré hasta que se largue. La quiero lejos antes que esto no lo pueda controlar.

Detengo el coche frente a una casa vieja de madera y me bajo de este azotando la puerta. Miro alrededor con desconfianza. Hago una negación. Todo el lugar es una mierda y el aura que se respira es de inmenso peligro. Las casa en mal estado, monte crecido, carros en abandono, el asfalto deteriorado, suciedad. Es una de las zonas mas deplorable de la ciudad y no puedo creer que mi papá haya eligió vivir en este lugar.

—Mi pequeño Peter Parker.

—Papá — exclamo horrorizado al sentir sus costillas cuando lo abrazo, mi corazón se rompe en mil pedazos—.Papá.

—¿Vienes a visitarme o regañarme? —replica apartándose de mi—. Porque si vienes a eso. Allí está la puta puerta. Bastante tengo con Andrew y mi mamá para que venga mi hijo a joderme también.

—Cálmate—levanto los brazos y le hago gestos con las manos para que se calme — Solo vengo a decirte algo.

—¿No me vas a regañar? —niego sin poder apartar la mirada, tratando de disimular mi preocupación. 

Hace un año mi padre comenzó en esta mierda de las drogas y no puedo creer en lo que ha caído. Hemos tratado de hacerlo entender que está acabando con su vida pero nada de lo que digamos sirve. Él sigue consumiendo y ya ha perdido nuestra casa, el carro y su trabajo. Vive de esta mierda pero mas de lo que consume que lo que vende. Mi tío y mi abuela lo ayudan en lo que pueden, hasta yo, pero se enoja cuando en vez de traerle dinero le traigo comida.

—No papá —respondo luchando contra mis impulsos de entrar a su habitación y botarle toda su porquería.

—¿Y qué trae por aquí el universitario? —pregunta en un tono un burlón.

—Papá—le reprocho ofendido y dejo caer en su mueble hueco. Intento no darle un repaso al interior de la casa para no molestarlo.

—¿Quieres cerveza?

Niego.

—Oh, vamos hijo.

—Anoche bebí y amanecí terrible — le cuento —.No quiero sentirme mal de nuevo.

Me mira con cara de aburrido.

—Bien, como quieras — ocupa el sillón deteriorado que una vez fue blanco y me da un seña para que hable — ¿que trajiste? Si me es comida no la quiero.

—No te voy a dar dinero.

—¿Entonces a qué viniste?— bufa.

Hasta la actualidad le cambió también. Pasó de ser alguien cariñoso y paternal a alguien frío y amargado. Su gestos de amor solo lo usa cuando le conviene y cuando no traigo lo que desea me trata mal.

Casi no lo visito por esa razón.

Rasco mi nuca con dudas. Recuerdo todas esas veces que me repetía que no me enamorara si no quería acabar como él y siento que he fallado. Temo a su reacción.

—¿Me vas a decir o no?

Suspiro y seco mis manos sudadas en la tela de mi pantalón.

—¿Lance?

—Me estoy enamorando de una chica — suelto al fin luego de vacilar y su mirada no me transmite nada bueno. ¡Lo sabía! Antes que suelte cualquier mierda me anticipo a decir —. Te juro que traté de evitarlo pero...

—Te dejaste dominar.

—No papá — me apresuro a aclarar.

—Sabes lo que con conlleva enamorarse ¿no? — asisto con derrota —. ¿Cómo pasó?

Subo y bajo los hombros incapaz de darle una explicación.

—¿Cómo se llama la dama?

Suelto aire reprimido y miro el techo un momento.

—Melanie — respondo, trato de no llevarme la mano al pecho y disimular como mencionar su nombre renueve cada parte de mi.

—¿Y qué tal es? —interroga —.Tiene que ser un semental para que hayas caído mi pequeño Peter Parker.

—Es fea — respondo y me siento mal a decirlo. No lo niegues lance. La infiltrada es hermosa y también caliente.

—¿Qué tan fea es?

Bajo la vista para que no vea mi cara que de seguro debe estar roja. Jamás imaginé hablar este tema y menos con él.

—No lo es — admito sin levantar la vista —.De hecho es muy guapa pero está loca.

—¿Loca?

—Es despida, olvidadiza, contestona, terca y testaruda—niego —Parlanchina y parece una estúpida adolescente.

—¿Y cómo es que te estás enamorando de alguien así? — pregunta incrédulo y no tengo respuesta alguna. Tampoco lo sé —. ¿Estudia contigo?

Asisto y me siento a la expectativa. Papá me mira fijo y estoy esperando que en cualquier momento explote o me regañe.

—Aléjate de ella — me dice en un tono tranquilo y sonriente, lo cual me sorprende—. Es lo que tienes que hacer. El sentimiento no lo puedes detener pero si la puedes evitar.

—No puedo.

Frunce las cejas.

—¿Cómo que no?

Respiro hondo.

—Ella vive conmigo — sus ojos se amplían y rápidamente le explico.

Owen hace una negación.

—Andrew— masculla en desacuerdo y lo miro atento —.Mi pequeño Peter Parker lo que tienes que hacer es salir con otras chicas y evitarla como a toda costa.

—¿Salir con otras chicas?— él asiste,  suelto una risita carente de gracia —ya no puedo hacer eso — me señalo la entrepierna —.No funciona.

—Te jodiste — concluye después de un inquietante silencio —.Tanto que te lo repetí que no te enamoraras y...

—Papá no es mi culpa.

—¡Por supuesto que es tu culpa! — alza la voz —. ¿Acaso no lo percibiste?

—¿Y cómo? — le pregunto —.Solo me repetías que no me enamorara de las mujeres pero se te olvidó el detalle de explicarme como era que se sentía cuando te gusta alguien. 

Abre y cierra la boca pero no tiene nada que decir porque sabe que tengo la razón. Solo gruñe y se dirige a la pequeña cocina. Quito la mirada en un arrebato cuando veo que saca de la nevera una botella de cerveza. 

—Si debí advertirte pero se me olvidó —dice despreocupado —Ahora que sabes como se siente debes matar esas malditas mariposas — lo miro de vuelta — Como te mencioné debes evitarla, no tengas ningún tipo de contacto con ella y si te llega hablar ignórala. Cualquier mierda pero no se te ocurra tener una relación si no quieres terminar como yo —le da un trago a su bebida y me ofrece, mi estomago hace una arcada y niego —.Eres un tonto hijo, ¿Cómo pudiste dejarte caer?

—No tenia idea que me estaba pasando —aclaro —.Pensé que era ella que tenia algo extraño y me estaba afectando.

—Marica.

—Basta papá—pido, me hieren sus palabras —. No es mi culpa, tu nunca me dijiste nada...

—Has lo que te digo y te evitarás sufrimientos —me corta—. Las mujeres son hermosas y hay que respetarlas pero lamentablemente ellas no valoran los sentimientos. Cuídate mucho y no creas lo que la tal Melanie te dice.

Asisto.

—¿Cuándo me traes mas dinero?

—¿Dejarás de consumir? — se ríe en mi cara y prenso la mandíbula —No es gracia Owen, morirás si no paras con esto. Solo mírate. Eres apenas una sombra...

—Tu madre me llevo a esto.

¿Que?

—Hace años mi mamá nos abandonó — evita mi mirada —. No te excuses con ella. Tu lo estas haciendo porque quieres.

—¿Ahora la defiendes?— me mira con cinismo.

—No — decreto —. Pero ella no tiene nada que ver con tu adicción — recalco y me levanto del sofá.

—Como sea — susurra — Recuerda lo que te dije — dice a mis espaldas —. Aléjate de esa niña si no quieres sufrir.

Solo asisto y salgo de su casa.

Respiro hondo dentro del coche y me paso las manos por el cabello exasperado. Miro la casa con rabia. Si tan solo me hubiese avisado de como se sentía, hubiese huido antes, pero jamás me lo dijo y ahora estoy jodido. Sé que es mi culpa y la de él también por no decirme nunca nada.

Golpeo el volante con frustración.

Tengo que alejarme de la infiltrada. 

Enciende el motor de mi coche y arranco pisando fondo hasta llegar al apartamento. Solo veo a la infiltrada en la clase que compartimos y en las practicas de béisbol donde se reúne con el estúpido de Tae-oh quién no deja sonreír como idiota cada vez que la ve, después de eso no la vuelvo a encontrar.

Geo ha intentado hablarme pero la he rechazado. Ya no siento lo mismo por ella. El aprecio que le tenia desapareció y ahora me enoja verla. Todavía me parece incrédulo que por su rabia haya revelado algo tan secreto como lo del padre de la infiltrada.

Hablando de eso.

Si ella le tiene miedo a que le pase lo mismo a la chica que su papá engaño, ¿Por qué sale con tae-oh o con el imbécil de Liam?

No lo comprendo.

A mi me manda a la mierda en cambio a ellos, les pela los dientes.

No debería estar pensando en nada, se supone que debo alejarme de ella y eso también implica mis pensamientos.

¿Habrá visto el vídeo?

Basta lance.

Ya que importa.

Eso fue una noche copas.

Olvídalo.

Pillo el auto de la infiltrada estacionado frente a un establecimiento de patinaje y trato de ignorarlo pero no puedo. Mi razón me grita que tengo que continuar que debo seguir evitándola como he estado haciendo todos estos días pero mi curiosidad es mucho mas fuerte y termino ingresando al maldito local.

Una joven me sonríe coqueta al verme y su sonrisa se le esfuma cuando pregunto por la infiltrada, hace un gesto de disgusto y con celos me pregunta quien soy. 

—Su amigo —contesto, joder, eso suena extraño aunque no tanto.

Rueda los ojos.

—Que suerte tiene la dientona.

—¿Disculpa? — no me gusta la manera que acaba de referirse.

—Nada — dice haciéndose la tonta —.Solo que la señorita tiene suerte que chicos guapos la vengan a ver. Como si fuera tan bonita.

Ladeo la cabeza.

¿Alguien mas la ha venido a ver?

Liam o el estúpido de tae-oh.

Sigo el pasillo donde la chica me indica de mala manera y me reprimo de decirle algo. Ingreso a la pista la cual esta ocupada por jóvenes como de mi edad y un hombre un poco mayor. Todos están con ropa pegada, tantos los hombres como las mujeres. Cada uno subidos a sus patines y prestando atención a lo que indica aquel sujeto que me supongo que es el profesor. El grupo tiene licra de color negro y solo una se distingue de todos.

Vuelco los ojos.

Su ropa era de color celeste y es la única que tiene atado el cabello con una ridícula mariposa pegada a él. Además que es la única quien resalta entre todas las chicas que la rodean.

No puedo dejar de mirarla, es difícil, y más cuando viste de esa manera tan hipnotizante.

—¿Melanie, encontraste pareja? — pregunta el hombre de licra rosada.

—No, querido profesor— hago una negación—Que digo profesor —todo el grupo se ríe ante su chiste, yo ruedo los ojos.

—Sabes que si no consigues quedas fuera de todo— ella asiste con los brazos detrás de su espalda—.Tienes que encontrarlo para este jueves.

—¿Y donde lo consigo?

—No lo se cariño — le alza la voz y miro al sujeto fijamente, cierro los puños —.Tu sabias muy bien que para participar necesitas una pareja y desde el primer día te comprometiste a encontrar uno.

—Es que no ha sido fácil.

—Nunca debiste inscribirte.

Maldito.

—Si antes del jueves no consigues pues lamento mucho que no vas a poder participar en la competencia.

Ella asiste.

—Pueden retirarse.

¡Mierda!

Logré salir antes que todos y por suerte no me descubrió. Cuando llegué al apartamento ella ya estaba allí. Antes de regresar estuve en el bar. Hice mi tareas mientras aprovechando que me hice amigo del barban y repasé un poco para el examen de mañana o hice el intento. 

Ver a la infiltrada en la academia de patinaje artístico me transporta al video que vi de ella pequeña. Con aquel lindo traje y subida a esos patines grandes. Recuerdo el título perfectamente; El día que perdí el brillo.

¿Qué significaba eso?

¿Y por que se inscribió en aquella academia?

Debería estar estudiando en vez de estar pensando en tonterías.

Mi comida a domicilio llega y me levanto rápido de la cama, me coloco un mono pantalón gris y sin camisa recibo al chico de los repartos. Me devuelvo rápido pero detengo al oír su voz y no puedo evitar alejarme.

—Si no consigo una pareja para el jueves no podré participar— le dice a alguien, supongo a los imbéciles de sus amigos —Tae-oh se negó y Liam me dijo que no lo haría ni loco. No tengo a mas nadie Jade y me quedaré por fuera si no consigo quien me acompañe — pausa —Es que así lo consiga no se va aprender todo en un momento. Tiene que ser alguien que tenga experiencia — otra pausa —. ¡No te rías jade!

Me acero para escuchar mejor.

—Fue pésima idea inscribirme — murmura desimanada — fue bonito mientras duró — suspira — Digamos que al menos hice un intenté, ¿verdad? ¡Por dios deja de reírte! No es gracioso. Es frustrante.

Quiero reírme de su desgracia pero no puedo, no me gusta escucharla sufrir y no se por que... no, no, claro que lo sé y supongo que esta sensación de no verla mal se debe a eso.

—Me voy a salir de la academia —su voz me hace regresar — Mañana hablaré con el estúpido profesor. Adiós a mi sueño. La verdad que creí que seria fácil. 

¿Sueño?

No sabia que ella tenia uno.

—Gracias por escucharme y reírte de mi desgraciada hija de tu madre —se queja — Hablamos mañana chica rockera, cuídate — se escucha un suspiro después de terminar la llamada con jade y escucho como golpea algo.

¿Esta llorando?

Mi pecho se aprieta al oírla. Joder que jodido se siente , no me gusta y no quiero que llore. Me contengo entrar a su habitación y analizo, ¿Que estoy haciendo? ¿Que puedo hacer? aunque detesto que llore no puedo hacer nada, no somos amigos y ella me mandaría a la mierda si ingreso.

Ademas se cuestionaría y seria extraño, para ambos.

Me devuelvo a mi cuarto y cierro la puerta detrás de mi, camino hasta la cama donde muy tranquilo duerme mi gato y me siento en el borde esta pensativo con la vista puesta en la puerta. 


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Hola soy yo otra vez :B

Fuerte capitulo y ahora nuestro querido Lance descubrió que es lo que le pasa <3  y bueno han conocido a su papá.

Pregunta!

¿Que tramará Lance?

¿Seguirá alejándose de Melanie?

¿Podrá vencer el miedo?

Ya quieren que estos dos se besen y pasen algo mas? ;)

Las leo!!

Gracias por leer niñas la verdad que aprecio todo sus comentarios y votos. Les mando un abrazo grande en donde quiera que se encuentren. 

Las adoroooo.














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