Capitulo 35

Espero que me regalen muchos comentarios, eso me hace feliz :D 

Disfrutennn.

Melanie...

Italia es increíble, bueno pescara es lo es. Llegamos hace cinco días y no quepo de la emoción, todo es casi perfecto, digo casi por mi acompañante quien desde que salimos a conocer las calles no ha dejado de restregarme lo perfecto que habla italiano. 

A cualquier tiendita que visitábamos se lucia y me hacia pasar vergüenza cuando le decía a los italianos que sabia hablar italiano.

Hijo de su grande madre.

La esposa del hermano de liam quien por cierto es guapísimo, cuando me lo presento tuve que disimular a mi loca enamorada interna. ¿De donde salió y como que tiene un hermano tan feo? lo mas extraño es que Dylan es de piel blanca ojos azules y cabello chocolate y liam es lo contrario. 

¿Conoce al guapísimo henry cavill?

Bueno tiene una semejanza de cuando el tenia como treinta y tantos años. Ya saben. Todo lindo y bello. Así es el hermano del chico arruina película.

Volviendo al tema es que estoy delirando, ¡Es muy lindo! y su voz es sensual y cuando me saludó no me desvanecí frente a él porque dios me quiere.

Bueno si me quisiera no estaría pensando en el cabezón amargado a quien besé borracha, no dejo de tener sueños caliente y casi cacho desnudo en el baño.

La abuela de la esposa ofreció su casa y al principio me pareció increíble y me emocioné a saber que la casa queda al frente del mar. Todo era color de rosa hasta que conocí a la señora, a quien siento que le caigo mal porque desde que llegué su reacción no fue la mejor. Me hizo sentir incomoda y aunque Camila — la esposa del chico sexy — me aseguro que es así con todo el mundo, dudo que lo sea, porque al llegar le ofreció vino a todos menos a mi, no me dio helado y me asigno la peor habitación de la casa que no tiene ventana, no tiene ventilador y el baño es nefasto.

Liam me ofreció la suya y lo he estado pensando, no creo aguantar tanto días en una habitación en el que no le entra ni un soplo.

Ya ven porque insisto que le caigo mal.

Es muy notorio y no deja de decir que estoy operada de las chichis.

El bautizo de la pequeña Mya es en dos dias y he trabajado capturando fotos inéditas que estoy segura que les van a encantar. La bebe es un encanto, es tan pequeña y tan delicada que la vez que la sostuve entre mis brazos tuve miedo de de hacerle daño o dejarla caer. Ella no dejaba de llorar y cuando me la pasaron, se quedó tranquila hasta quedarse profundamente dormida.

Casi me muero de la ternura.

Liam dijo licencia para ser una excelente madre y eso fue muy lindo de su parte, extraño pero lindo.

Hoy no salimos a dar vueltas por la pequeña cuidad, liam me invitó a darnos un chapuzón en el mar junto a Dylan y Camila,  quienes aprovecharon la que pequeña  Mya se quedó dormida y  está al cuidado de la señora Aurora quien esta mañana me obligó a lavar todos los trastes de la cocina.

—Disculpa a mi abuela — me dice camila apenada, Dylan esta detrás de ella con las manos alrededor de su cintura y su mirada sonriente sobre mi.

Dios que no me mire así.

—Al principio lo fue con él — Dylan rueda los ojos con diversión—.No te preocupes le pasará cuando te conozca mejor.

Asisto incrédula.

Esa mujer no va a cambiar su actitud conmigo. Está mañana me mandó a lavar todos los platos sucios. Me he salvado de los días anteriores porque Liam me ha sacado de la casa.

¿Qué me depara cuando ya no hayan motivos para salir?

Es muy pronto para que decir que me arrepiento de haber venido porque  apenas tengo días. Y tal vez no sea para tanto pero es incómodo y nadie espera que en su viaje experimente algo así.

Sonrío con los labios cerrados y ella me acaricia el hombro. Dylan le susurra algo en el oído que la hace asentir varias veces. Ambos se despiden de nosotros y se van nadando hasta la orilla.

Cuando el chico sexy sale del agua con todo su esplendor no puedo evitar morderme los labios.

Dios que espalda.

Que cintura.

Que culoo.

Que piernas.

Esa mujer tiene una suerte de tener tremendo viejito sabroso a su pies y él también es un afortunado. Camila es una chica preciosa y tiene cuerpo de diosa. Parece una sirena y estoy segura que si el cabezón estuviese aquí, no la hubiese perdonado.

—Si no estuvieras enamorada de Lance diría que te quieres comer a mi hermano.

—Es que está muy guapo —ladeo la cabeza para tener un mejor ángulo —. Es muy sexy.

—¡Basta!—me salpica agua en la cara y pego un chillido. Mi piel está caliente por el sol y la gotas que me caen se sienten heladas.

—Los ojos se hicieron para ver —me excuso y lo miro, sus ojos pardos estaban mirando mi pecho que al estar debajo del  agua triplicaron el tamaño —. ¡No seas baboso! 

—Acaso no dijiste que los ojos se hicieron para ver—dice entre risas mientras lo golpeo por el hombro—.Tienes unos bonitos senos. Me tienes locos con ellos, he luchado por no verlos pero es imposible.

—¡Liam! —reclamo ruborizada y le pego otra vez—.No me incomodes. Que venga de tu parte se siente horrible, no me hagas vomitar.

—Es la verdad — niego sonrojada.

—Payaso.

—A mi también me comes con la mirada y no he dicho nada — dice con actitud egocéntrica. Intento desmentir pero no puedo. Liam también luce atractivo en solo pantaloneta de baño. Su piel bronceada es muy llamativa y el ejercicio que ha hecho ha dado resultados increíble —. Si me quieres comer tu solo dime y cuando la casa esté sola...

—¡Cállate! — me tapo la cara con horror—. No me traumes.

Carcajea sonoramente y me lleva hasta él en medio de risas. Esconde mi rostro en su pecho con cuidado y nos quedamos así de esa manera. Escucho los latidos de su corazón y también de su estómago, este rugía como fiera.

—¿Tienes hambre? — le pregunto.

—Siempre tengo hambre — carcajeo y niego, me separo rompiendo el abrazo y me dejó flotar— ¿Qué te parece si vamos a una discoteca?

—¿Cuando?

—Esta noche.

—¿Iremos los cuatro?— sonrío interesada.

—Aléjate de hermano — rio malvadamente —. Está casado y tiene una niña.

Su actitud me recuerda a Lance el día que le dije que me iba a casar con su tío — el cual la idea sigue pie — es la misma cara de angustia que me hace cuestionar.

¿Tan peligrosa me veo que los pongo nerviosos?

—Y existe el divorcio — Liam me intenta hundir pero me escapo a tiempo.

Estuvimos en la orilla del la playa comiendo y platicando. Dylan y Camila se nos unieron después. Es una pareja joven treintañera quienes están recién casados y acaban de tener un bebé. Se ven felices y su amor parece que será duradero por la forma en que se tratan y se miran.

Parecen personajes ficticios de un libro o de los películas de romance.

En mis cortos días aquí solo me he comunicado con mi familia y mis amigos más cercanos como Tae-oh y Jade quienes me desearon buenas vibras.

También me he comunicado con el viejito sabroso. Estuve a nada de preguntarle si el marsupial recibió mi paquete pero no quiero que se malinterprete mi pregunta y crea que estoy interesado en su sobrino.

Si estoy interesada en ese mujeriego sin vergüenza, demasiado para mí gusto, pero nadie lo sabrá.

¿Pueden creer que me hace falta?

Extraño pelear con él, sacarle la piedra, escuchar su fea música clásica o la metalera. Extraño ver esos ojos verdosos que me estremecen cuando se me queda viendo fijamente y esa sonrisa que poco ha sacado a relucir.

Me siento estúpida de sentirme así porque él no lo hace. Estoy completamente segura que en estos cinco días sin mi presencia el sillón asqueroso ha vuelto ha tener utilidad, me duele de solo pensarlo y me frustra tanto, hasta siento rabia de mi misma haberme fijado en la persona menos apropiada.

Otra que también extraño mucho es a Geo y me da pesar que nuestra amistad se haya roto de esta manera. Ella era como mi hermanita. La que siempre quise tener pero que mi madre lamentablemente no pudo concebir por problemas de salud. Con Geo me sentía tan cómoda que a pesar de nuestra diferencia de edad, podía ser yo sin que me juzgarán.

Compartíamos tantas cosas y siempre la admiré por su valentía. Porque a pesar de su timidez ella es capaz de cumplir su sueño, lo que yo no.

Cómo mi sueño frustrado de ser patinadora sobre hielo.

Pero seguir en una relación de amistad así, es mejor dejarla ir aunque duela.

—Me gusta.

—La subiré a Instagram cuando llegue a casa — no tenía Internet y mi teléfono está muerto aquí.

—Tomemos otra.

—Ya van como veinte.

—Para alguien como yo, no es suficiente — ruedo los ojos—. No me culpes por ser hermoso.

Arrugo la cara con horror ante su alto nivel de egocentrismo.

—Deja esa cara fea y capturemos más fotos.

Estamos en en el centro ciudad recorriéndola otra vez. Es que hay tantas cosas que creo que no me van alcanzar los días recorrerla toda.

Está me recuerda tanto a Luca.

Íbamos en la motoneta de Camila quien nos la prestó desde el día que llegamos y de esta manera hemos paseado por la cuidad.

Al llegar a casa la abuela nos tenía comida hecha. Todos estaban listos y nos estaban esperando para comer. Fuimos a lavarnos al manos. La señora aurora me pide que sirva el jugo justo en el momento que me se siento a comer.

Disimulo mi disgusto y me coloco de pie en seguida. Escucho a mis espaldas como Camila le habla en italiano mientras me dirijo a la cocina.

Regreso con la jarra, los vasos y los cubiertos. Liam me ayuda en colocar todo en la mesa.

Terminado me vuelvo sentar en la silla y Liam me susurra que no me vuelva a levantar si la abuela lo pide.

Empezamos a comer y me doy cuenta que otra vez  todos tienes plato grande repleto de comida mientras que el mío es el más pequeño y tiene menos comida.

Hago omiso a su mirada desafiante la cual tal vez está esperando que reaccione y si lo voy hacer pero de la manera que más le dolerá.

Estamos comiendo pasta y no hay  nada más molesto e insultante para los italianos que le echen salsa.

¿Y adivinen quién compró salsa de tomate mientras Liam le tomaba fotos a los palomas?

Yo.

Es mi momento de vengarme. Estoy cansada de sus malos tratos y de sus miradas mordaz, no sé que le habré hecho pero mi limite llegó a su fin.

Vuelvo de la habitación con un frasco mediano de ketchup, ella no se percata de lo que escondo detrás mi pero si de mis movimientos. 

Me siento malvada.

Espero cinco minutos y en el momento menos esperado saco la botella. El sonido sobre la madera llama la atención de la anciana de cabello gris y grandes lentes. Sus ojos redondos viajan directo hacia la botella y vibran al detallarla. Dylan niega al percatarse de mi intención y Camila discretamente asoma su cámara mientras reprime sus carcajadas.

—Provechito —digo con toda la mala intención mientras desparramo la ketchup sobre mi pasta de arriba abajo como si no tuviera fin —. Nada como una pasta con una buena salsa de tomate — todos se me quedan viendo y Liam alias arruina películas se une a mi malvado plan y también hunda su pasta de salsa.

Aurora aúlla de horror cuando Camila se entusiasma y hace lo mismo, la anciana habla en reclamo y señala el plato diciendo no con la cabeza con horror.

—Eres malvada— me susurra liam.

—Que me siga tratando como perro y verá como le hecho salsa rosada — él  niega y me da un empujón por el hombro.

Terminamos de comer y estuve en su habitación, mirando películas hasta que nos dio la hora de salir. Fui a mi hueco a buscar que usar para la noche. Camila me aconsejo que no era necesario lucir un llamativo vestido o tacones. Con un short y camisa es todo lo que se necesita.

Y es lo que acabo de ponerme.

Un short jean con flequillos en los orillos, una camisa celeste al cuerpo magas cortas con una abertura discreta en forma de V. La compré en una pequeña tienda y me encantó a primera vez, y mas porque tiene una figurita de mariposa  en una esquina.

A mi cabello le hice un moño alto, el agua de aquí y del mar me tiene el cabello como un nido de pájaros. Olvidé traer mi maquillaje así que voy a andar por las calles de pescara con cejita pelona.

Salgo de la pequeña habitación y me reúno con los demás que me esperaban afuera. El chico arruina películas halaga mi atuendo. Él también luce bien, todo muy ligero. Camisa playera blanca, short de jean y sandalias. Dylan y Camila van de blanco, ella con un vestido holgado y el camisa y pantalón. 

Todo muy playero y ligero para este clima tan caliente.

Los cuatro nos vamos caminando y llegamos al local en un parpadeo. Inmediatamente el ambiente cambia y me sentí en un new york por un momento. La música no era muy alta, habían unas cuantas personas bailando y otras bebiendo cómodamente en el bar. Habían luces de colores iluminando cada rincón, la buena vibra me produce un cosquilleo de emoción y unas ganas de bailar incontrolable.

¿Hace cuanto no muevo el esqueleto?

Ubicamos una mesa vacía, los cuatro ocupamos las sillas y Dylan junto a liam van a buscar que tomar. Me quedo charlando con Camila y me entero que  fue bailarina artística. Casi me da un infarto y estuve a nada de decirle que también lo fui y que lo dejé porque olvidé mi rutina y eso me creo una inseguridad que mas nunca volví a ponerme los patines.

—Cuando me fracturé el tobillo mas nunca pude volver a la pista y es una lastima para mi porque lo amabas — mi pecho se aprieta, conozco el sentimiento y quiero expresarle que estamos en la misma línea pero no quiero hablar de mi pasado. Es frustrante — Todavía me acuerdo de las rutinas, los trajes. Todo era hermoso.

Asisto.

—Gané muchos premios.

Rio con ternura.

—Lastima que no pude continuar.

—¿Y si te hubiese recuperado del tobillo lo harías?

—Por supuesto — se limpia las lagrimas que se le escaparon y pide perdón por ello — . No me importaría que se burlen de mi. Volvería a las pistas cumpliendo mi sueño. Nunca es tarde.

Asiento con la cabeza y me quedo con eso.

Liam y Dylan regresan con nuestras bebidas los dos venían muy sonrientes. Camilla murmura algo en italiano y me sonríe cómplice como si yo entendiera que acaba de decir y yo para no verme como una tonta asiento con la cabeza.

El chico tinta me pasa mi bebida y me explica lo que es. Vermoutt. Tuvo que repetirlo varias veces porque no le entendí al principio. Me dice que es la bebida icónica y que esta hecho a base de vinos blancos aromáticos fuertes y macerada durante un año con especias, hierbas y caramelo. Tiene un color rosa caso tirando a blanco, me dice que sabe dulce y que es lo mejor del mundo.

Le doy la primera prueba y la verdad no me parece una exquisitez, dude en seguir bebiéndolo pero después de tres pruebas mas. Comienza a gustarme y mucho. 

Liam se ríe de mi ceja pelona cuando finalmente se da cuenta, nadie había hecho mención hasta que él lo nota.

—Si parezco a scar—los tres se ríen y les cuento abiertamente como fue que me hice la marca de Scar.

—¿Quién es Lance?— pregunta Dylan interesado.

—Mi compañero de universidad y por desgracia compañero de apartamento — camila sonríe con picardía y de forma automática mi mente revive todo los recuerdos desde la primera vez que me vio desnuda y las veces que intentó besarme. Sin dejar por fuera el encuentro en su baño.

¿Pueden creer que sigo teniendo la imagen de toda su silueta vagando en mi cabeza?

¿Cómo es posible que eso no lo olvide a pero para un examen no me acuerdo ni mi nombre?

—¿Y nunca han tenido sexo? — preguntan sorprendidos ante mi respuesta negativa. Tomo un pequeño sorbo de mi vermourtt y noto que ninguno me cree.

¿Qué parte de es un mujeriego no comprendieron?

—No me acostaría con él ni que mi vida dependiera de ello — comparten miradas cómplices —. Quien sabe que enfermedad tendrá.

—Bueno en eso sí hay que tener mucho cuidado y cuando lo vayan hacer pídele un examen.

—¿Por qué insisten que me voy a tener sexo con él?

—Porque te gusta—insinúa Camila y no pude negarme, no lo hice porque igualmente si lo hago no me van a creer  —.¿Me vas a decir que este hombre no te mueve ninguna hormona? — Liam se encargó de mostrarle su Instagram a todos y para mí mala afortuna a todos los asombró.

Lo odio.

Y más porqué en todas fotos ese desgraciado sale jodidamente sexy y la que Camila me está enseñando de él, golpeando un saco, de perfil y sin camisa.  Sudado, con las mejillas rojas y el cabello desprolijo.

Casi me muerdo los labios en frente de ellos.

—A mi me acaba hacer dudar de heterosexualidad — bromea Dylan admirado — .Si que tienes suerte.

—¿De qué?  — no comprendo —. Es mujeriego.

—Eso puede cambiar.

—Me rio de Janeiro — todos se miran y sueltan risitas — .Primero la luna se vuelve rosada antes que algo así pase.

—Con alguien como tú — dice Liam cruzando su brazo alrededor de mis hombros—. Cambiaria y no por ti. Si no por mi. Para que tú me elijas.

—Un poeta mi hermano ¿eh? — aluda Dylan y Camila aplaude.

Estoy pasmada. Casi me hago con la bebida. Liam se hace el tonto en no mirarme y cuando lo hace me roba un beso en los labios que me hace rebotar hacia atrás.

—No te ilusiones — me dice al ver que no reacciono.

¿Acaba de besarme en la boca?

—Me sigues cayendo mal — aclara— solo que un poquito menos — antes de que pueda hablar me toma de la muñeca y me lleva a bailar casi arrastrada.

Abro la boca para hablar y me corta con otro beso.

—Si sigues hablando te daré uno con lengua — advierte y cierro la boca. Liam sonríe satisfecho.

Cómo no puedo hablar entonces le puedo pegar.

Le pego en hombro varias veces y lo empujo frustrada. Pero al final me río y me pongo al compás de la música.

Los cuatro hicimos un redondo y bailamos sin para hasta que se nos dieron las cinco de la mañana. La pareja de esposos se fueron antes y Liam y yo nos quedamos unas horas más.

Volvemos a casa abrazados cantando no sé cuál canción y le dije al chico del piercing en la nariz que extrañaba al cabezón de Lance y que estaba triste por seguramente ya volvió a su vida de antes. Pasando el raro con cualquier chica que se le atraviese.

—¿Por qué nos enamoramos de la persona equivocada? — pregunta incomprendido con la voz pesada y lenta, lo miro con los cristalizados —. Mary, Mary me arrepiento tanto haberla dejado ir. Ella me eligió Melanie, me eligió a pesar de sus sentimientos hacia Damián.

Subo las cejas sorprendida.

—Ella estaba dispuesta a quererme por encima de todo — siento un nudo en la garganta —. Al final se quedó con el imbécil ese que nunca la valoró y lo hizo cuando se dio cuenta que la perdía. Casi no hablo con ella porque me duele escucharla.  Han pasado años y mi amor por ella sigue intacto.

—Liam — sollozo y lo abrazo, sus brazos me responden tardío y me aferra con fuerza.

—No ser correspondido es una mierda — expresa con dolor, acaricio su espalda para calmarlo —.Creí que con Geo había una esperanza. Pero ella apareció y todo se fue a la mierda.  No sé cómo borrarla de mi.

Dios estoy llorando.

Su situación me toca el alma y me reflejo en el un poco. Enamorarme de Lance implica dolor y sufrimiento y no estoy preparada para verlo cada día con alguien diferente, no estoy preparada para llevar este sentimiento por tanto tiempo.

Ingresamos a la casa en punta de pie. La cabeza me da vueltas y casi no me puedo sostener. Caminamos juntos abrazados y llegamos a su habitación. Me despido haciendo un ademán con la mano mal sincronizada y el chico de la cámara se ríe tontamente casi con los ojos cerrados.

Se inclina y me da un beso en la mejilla profundo y sonoro que me hace cosquillas.

—Descansa fastidiosa —hipo.

—Hasta más tarde insufrible.

—Te odio.

—No más que yo — vuelve a reír y lo pierdo de vista cuando cierra la puerta. Con una sonrisa nostalgia me dirijo hacia mi habitación caminando con torpeza. Caigo al suelo y me rio como tonta viendo que no me puedo levantar. Como puedo me pongo de pie y me acerco a la cama, sin cambiarme me dejo caer y me dejo llevar por el sueño. 

La señora Aurora ha cambiado conmigo tan solo un poco. Ahora mi plato es grande y tiene mas comida. Sigue mirándome mal pero al menos ya no me seguirá tratando como un perro. Estamos en la iglesia llamada San Pablo apóstol y el bautizo comenzó hace menos de cinco minutos y estoy tratando de sacar las mejores fotos para queden contentos. Los padres se veían hermosos junto a su pequeña se veían tan felices.

Al terminar apago mi cámara con satisfacción y me hago un moño alto para dejar que el aire recorra y refresque mi piel. El bautizo fue corto en realidad pero se sintió como si hubiesen pasado horas con este clima tan inclemente.

—Melanie —me llama dylan y me acerco torpemente,  disimulo con una sonrisa cerrada que nadie me vio cuando tropecé y me acerco hasta el chico sexy —. Necesito una foto con los padrinos, solo con ellos y mi niña — me pide amablemente mirándome con esos ojos azules en lo que casi me reflejo.

Suspiro y asisto luego de caer en cuenta.

Liam hace una negación y sonrío con los dientes cerrados.

Busco un ángulo mejor para tomar la foto y sonrío satisfecha al culminar con el pedido de mi futuro segundo esposo.

Volvimos a casa a eso de las seis de la tarde. Yo llevaba a Mya porque la pequeña no quería calmarse y sabían que conmigo se calmaría y así fue. Cinco minutos en mis brazos y estaba tranquila haciendo pucheritos muy tiernos.

Liam aprovechó y sacó varias fotos con ella en mis brazos, no me había dado cuenta hasta que revisé la cámara.

En la mesa de la sala les estoy mostrando a la familia mi trabajo y ellos me aludieron hasta hacerme sonrojar. Honestamente siento que aún me falta pero agradezco la oportunidad que me han dado.

Publico en mi cuenta de Instagram como he estado haciendo durante estos siete días que he estado aquí.

Le doy un espacio y salgo a caminar por la orilla de la playa. De repente me sentí que no pertenecía allí y me salí de la casa para darles privacidad.

Ellos no me estaban tratando mal o apartando. Pero no me sentía cómoda y que estaba de sobra.

Escucho pasos que se aproximan y no me molesto en averiguar. Sé de quién se trata. Ruedo los ojos y le expreso mi disgusto poniendo mala cara.

No puedo estar cinco minutos a solas sin que esté melenudo se me aparezca.

—Es tu teléfono malagradecida — ruedo los ojos ante su tono divertido, él sabe cómo sacarme la piedra —. Ha estado sonando desde hace rato.

Frunzo las cejas y levanto la mirada.

—No hay señal, es imposible que me llamen.

—Es de WhatsApp.

—¿El internet llega hasta aquí? — pregunto sorprendida.

—No mucho pero si — el teléfono vuelve a sonar — contesta, me tiene arto el sonido.

Sonrío con malicia y dejo que vuelva a repicar.

—Eres una molestia — me empuja y se aleja corriendo.  La llamada cae justo cuando voy a responder. Reviso el número y por el código de área reconozco que es de Estados Unidos.

Ingresa nuevamente la llamada y dudo en contestar. Recuerdo cuando mi padre me decía que no respondiera llamadas que los nombres no estuvieran en mi lista de contactos.

Le hago caso a las palabras de mi viejo y decido cortar al desconocido. Apago el teléfono para que deje de molestar y me quedo contemplando el atardecer.

Días después del bautizo los primos de Camila me invitaron visitar Roma. Me había negado porque no quería verme como una oportunista. Su abuela había cambiado un poco conmigo pero volvió hacer la misma cuando Carlos y Ignacio se hicieron mis amigos. Hemos ido a la playa los tres y me han enseñado a surfear. Son muy chicos geniales y me caen muy bien. Incluso me han invitado a su casa para que no siga durmiendo en  el cuarto pequeño que su amada abuela me asignó.

Ellos me dijeron que no le hiciera caso a aurora y eso fue lo que hice. No lo medité y acepté ir.

Las llamadas de aquel misterioso número no me ha dejado tranquila. Justo a las ocho y nueve de la noche esa persona me llama no sé quién pero es bastante insistente.

He querido contestar para que deje de llamar pero vuelvo a recordar las palabras de mi papá y se me pasa.

Estoy preparando mi maleta para irme. Salimos mañana cerca de las diez. Liam también se nos une y una chica que conoció en una de las discoteca que fuimos, su nombre es Belinda.

Tengo todo listo cuando ingresan los primos a la habitación y me invitan a un fogata pero antes pasaremos por el odioso de Liam.

Ellos se emocionan al ver mi maleta lista y me animan describiendo los lugares que visitaremos. Su inglés no es muy bueno pero hacen el esfuerzo para que les entienda.

Mi teléfono suena y es el desconocido o la desconocida de nuevo. Voy a ignorarlo cuando decido contestar. No sé cómo me vino a la mente que puede ser Geo.

Seguro me va a pedir perdón.

—Deja de llamarme — digo al contestar —. Te dije que no lo hicieras, que te olvidarás de mi, ya no somos amigas...

—Piojosa —mi corazón se detiene al oír su voz y me quedo paralizada en el sitio.

Es Lance.

—¿Qué pasa? — preguntan Carlos e Ignacio a la vez —.Parece que hubieses visto un fantasma.

—Piojosa.

—Me dan un momento chicos —les pido a los dos quienes me miraban expectantes. Ellos asisten a la vez. Les dedico una sonrisa de agradecimiento antes de que desaparezcan y me giro sobre los pies.

—Así que eras tú quién me ha estado llamando—protesto.

—Si, ¿por qué? — dice brusco, enojado —. ¿Acaso esperabas la llamada del imbécil del k-pop?

—¿Quién te dio mi número?— exijo saber y no responde, solo exclama en susurro—.Lance, de dónde sacaste de mi...

—Si supieras lo sexy que se escucha tu voz cuando dices mi nombre, joder, es tan excitante.

—¿Qué te pasa? — le pregunto confundida—. ¿Estás borracho?

—Bebi un poco —su voz se oye pesada y lenta, rasposa. Tanto que estremece—. ¿Cuándo regresas?

¿Qué?

—¿Por qué lo preguntas?

—Te extraño.

Abro los ojos con impacto y el ritmo de mi corazón se profundiza al escuchar aquellas palabras.

—Y no sé por qué mierdas lo hago — carcajea incrédulo— Debería estar feliz porque no vas a estar aquí peeero no. Estoy aquí, en tu habitación, abrazado a tu feo muñeco Mike Wazowski, con tus cientos de almohadones bebiendo una cerveza extrañándote— me llevo la mano al pecho siento que se me va a salir el corazon —. Y te juro no sé por que siento este vacío dentro de mi y tampoco sé que es lo que me pasa contigo.

—¿Qué dices? — no me comprendo, ¿por qué me esta diciendo todo esto?—. ¿Te picó un bicho o que? ¿Estas bebiendo cerveza barata? 

—Tu tienes un efecto en mi que nadie me lo había hecho sentir —sigue —.Ninguna mujer, ninguna, ninguna, ninguna hace que se me quede grabado nada. Como al tocarme o decirme cosas pendejas como tengo sonrisa bonita, ¿Puedes creer que ahora me miro al espejo todos los días? — Hace una pausa, no se que decir, mi cabeza esta haciendo cortocircuito —. Me afectas como nadie y no sé por qué.

—¿Cuánto tomaste?

Esta diciendo tonterías, seguro debe estar confundido y esta creyendo que soy esa tal piojosa. Porque el no me llama de esa manera. Soy infiltrada.

—Una...dos... tres botellas no lo sé.

—Lance — gime y paso lento, eso fue muy excitante —. Mira cabeza de pan te has equivocado de numero, creo que me estas confundiendo con una de tus amiguitas.

—¿Acaso no eres la piojosa?

—No.

Sabia que se había equivocado.

Seguramente es para una de sus victimas y seguramente es un estrategia para hacerles caer. 

Pero que manera mas rara.

Pobre chica.

—Entonces mi infiltrada. 

Asisto, ven lo sabia, sabia que...

Esperen, ¿qué?

—¿Que?— me dejo caer sobre la cama y me toco para ver si tengo pulso —. ¿Tu estas bien?

—Desde que te fuiste no— cubro mi boca, estoy hiperventilando, me cuesta creer que sea él que me este diciendo esto, ¿Por qué? no entiendo nada —. Vuelve infiltrada.

—No sé que te pasa, ¿por qué me dices esto?

Se sonríe.

—Yo tampoco lo sé y quisiera que alguien... — pausa — .¿Vas a volver? 

Tocan la puerta y la voz de Carlos se escucha al otro lado.

—¿Infiltrada? — hipea, Lance está tomado y lo que esta diciendo es producto de ello, mañana al despertar no se va acordar de nada.

—Tengo que irme.

—¿Pero vas a volver?

—Si pero aun no —hago una negación —. Duérmete y salte de mi cuarto — pido y cuelgo la llamada. Me cubro nuevamente la boca y contemplo la pantalla de mi teléfono. Lance me envía un mensaje donde me repite que me extraña y se desconecta.

Dios mío.

¿Qué ha sido eso?

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Hellooo chicas...

Como están??

Ay dios mio lance acaba de llamar a melaniee

Quien grito??

Gracias por estar aquí y leer.

Las amoo.



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