Capítulo 33
Solo diré disfruten :D
Y disculpen por haberlas confundido con el capitulo, le di sin querer al botón de publicar.
Las amoo.
Melanie...
Traté de convencer a tiffany que me diera un par de días mas para lograr su cita con el zopenco de Lance — a quien no me saco la cabeza ni un minuto — menudos acciones que hace por mi. Cada cosita se vuelven inolvidable. Como el hecho de curarme las heridas, dejarme dormir en su cuarto, defenderme de los animales salvajes de la ciudad, sin mencionar las demás cosas que ha hecho mucho más grandes.
Todos esos actos me hacen olvidar quien es; un egocéntrico, arrogante mujeriego. Hace que vea un Lance diferente, un lance que a pesar de lo que es, tiene bondad.
Él extrañamente me pidió brownie. No lo dijo directamente pero si me insinuó que le gustaban y como muestra de todo lo que ha hecho por mi, le voy hacer una bandeja llena antes de irme.
He estado pensado que lo mejor es aceptar la propuesta de liam. Les juro que no quiero estar cuando el marsupial sepa del vídeo si no logro primero convencer a tiffany que me tiempo, si no se apiada de mi.
Si es posible hoy mismo me voy.
Porque esos vídeos se hacen virales rápido y sé que él tiene tiktok.
—Tiffany dame mas tiempo —ruego.
—Quiero follar con él y no quiero esperar mas días.
—¿Tu crees que es muy fácil?—me indigno.
—¿Le enseñaste mis fotos?
—Si.
—¿Y?
Una parte de mi se alegró que al marsupial no le haya gustado pero la otra se sintió frustrada. La idea de verlo con alguien más me está perturbando, ¿pero que es peor? Un ratito de amargura que una vergüenza para toda la vida.
Porque estoy segura y me quito una teta que ese cabezón me molestará hasta que se termine el cuatrimestre.
No quiero ver su cara de triunfo. Aunque en el vídeo no besamos los dos. Él va a decir que fui yo quien lo hizo primero o peor que le pedí que me besara.
—Por favor.
—Hicimos un trato mel — quiero llorar, esto no es posible, esto no me puede estar pasado— Y trato es trato, lo siento mucho, subiré el vídeo— me cuelga y luego me bloquea en todo.
Ya valí.
Ahora si.
Solo me queda rezar a todos los santos existentes en el mundo que de ninguna manera el marsupial se logre cruzar con ese vídeo.
¡Quiero morir!
Saludo al potero no muy alegre como siempre él lo nota cuando arruga las cejas, ignoro su reacciono y decido seguir caminando. Las lagrimas esta a punto de escaparse de mis ojos. Me dirijo a los ascensores arrastrando los pies pesando lo cruel que es la vida conmigo cuándo llego a ellos leo un cartel que dice "En mantenimiento" en grande con letras hechas en computadora y mal impresa.
Lo que me faltaba.
Subo las escaleras y llego sin alma hasta el último escalón. Me detengo unos segundos para recuperar el aire que perdí.
Jesús.
Necesito hacer ejercicios.
Siempre digo eso y no lo hago, soy una floja y me encanta tragar.
Recorro el pasillo sumida en mi pensamientos. No me había percatado que había una persona esperando en la puerta del apartamento del viejito sabroso.
Es Geo.
Ella se gira al sentir los pasos. Quería darme la vuelta y evitarme su drama. Pero a mi me enseñaron a frenar los problemas, sin importar que tan malos sean.
Si como no, le estas huyendo a lance.
Eso es otra cosa.
Eres una cobarde.
Silencio.
—¡¿Que te pasa?! —reclamo enfurecida, me había empujado y lo hizo tan fuerte que me sonaron los huesos.
—¿Por qué lo hiciste? — solloza y trata de empujarme de nuevo pero falla—. Tu sabias mi amor por él, tu sabias que quería tener algo con él y lo besaste.
La miro y no puedo creer que la que acaba de empujarme y hace un par de días me trato de zorra sea mi amiga, sea la mujer con quien he compartido mi amistad.
—Me decías que lo odiabas para que no sospechara de ti ¿verdad? —crispo los labios y niego con la cabeza con absurdidad—.Te querías quedar con él, admítelo Melanie, admite que lance te gustaba y fingías que te caía mal solo para que me lo creyera y estar cerca de él.
—No tengo tiempo para tus berrinches — la miro con cansancio.
—Melanie.
—Adiós Geo — camino hasta la puerta y su mano en mi codo me detiene.
Suspiro para no girarme y abofetearla. Mi paciencia está llegando a su límite y no quiero que las dos termine peor. El mundo prácticamente se me vino encima y no estoy tolerante rabietas de nadie.
—¿Por que no me dices la verdad? — no contesto— ¿por qué no eres sincera?
—Suéltame.
—Melanie.
—Estoy cansada Geo.
—¡Habla maldita sea! — me alza la voz y me giro en el acto perpleja y enfurecida a la vez. Sus ojos vibran con temor y da un paso hacia atrás cuando la confronto.
—Si me gusta — no lo pienso dos veces para confesar lo que ella quiera escuchar— me estoy incontrolablemente enamorándome de él.
—¿Que? — se hace la escandalizada—. ¿y desde cuándo? ¿Desde cuando me mentías? ¡¿Cómo pudiste?! Eres una mala amiga.
—Era lo que quieras escuchar, ¿no? — me duele el pecho, jamás imaginé que un día llegaríamos a esto por un idiota bipolar— aquí está tu respuesta. Me gusta Lance Rott.
—No lo puedo creer — jadea ofendida — .decías ser mi amiga.
—¿Y tu te llevas el honor de serlo? — la señalo —. Cuando tuviste la desfachatez de decirme que no te importaba pasar por encima mío con tal de tener la atención de él. Que me enamore no me considera mala amiga.
—El besarlo lo hace porque tú sabías lo que sentía y no te importó — vuelve con lo mismo —.¿Pensaste en mi cuando lo hiciste? ¿ Ah?
—No, no lo pensé —respondo y me mira con rabia— ¡Porque no recuerdo nada!
—Si, claro — se borra las lágrimas con dureza —. ¿Cuándo ibas a contármelo?
—Nunca — le digo y antes que continúe con su drama patético le digo —. Porque no eres mi amiga. Lo dejaste de ser desde hace mucho tiempo. Tu sigue creyendo que Lance cambiará con el poder del amor. Esto no es Antes de diciembre o cualquier otro libro de amor. Está es la realidad — no parpadea —.Todo terminó, creí que podíamos volver a ser las de antes pero me doy cuenta que no. Me insultaste, me pegaste, me heriste como nunca lo imaginé. Si quieres seguir alimentando esa ilusión anda, haz lo que quieras, me vale. Luego no vengas aquí a decirme que tenía razón porque no me vas a encontrar. Gracias por la poca amistad que me diste. Hasta nunca y madura.
—¿Qué dijiste? —levanto la vista de Geo de un tiro y veo a Lance justo detrás de ella.
—H-hola, Lance—saluda geo al girarse pero él no le presta atención. Sus ojos están fijos en los míos aunque noto que se desvían a mis labios en una fracción de segundos.
—Nada —mi corazón palpita con fuerza, sus orbes no se despegan de mi, ¿hace cuanto tenia allí parado?
—¿Te gusto? —me cubre con su cuerpo hasta quedar arrinconada contra la pared, y niego, niego con todas las fuerzas de lo que en verdad siento—. Es lo que acabo de escuchar — mi mirada estaba en un punto ciego del pasillo, no quería que me viera porque me delataría, quiero matarme porque ahora él sabe lo que siento y no quiero sus burlas, no quiero sus risas, no estoy de ánimos para recibirlas.
Acabo de romper mi relación de amistad con mi mejor amiga y todo por él, aunque no todo, porque él no sabe lo que causa con su cara bonita.
—No tengo tiempo para tus burlas — lo enfrento al fin, su atención esta en mi y no deja de contemplarme. Parece como ido o consternado. No me importa, solo quiero irme — por favor no me jodas — levanto mi tono de voz, mi garganta arde y siento que mi pecho se aprieta es la primera vez que le hablo de esta manera, él se da cuenta por la manera que parpadeo —. ¡Déjame en paz!
Bajo las escalera y llego al final de estas, cruzo la recepción con la vista al frente. El aire choca contra mi rostro al salir del edificio y me las seca fácilmente. Ingreso al coche y en pocos minutos me encuentro en la playa brooklyn.
Sentada en la orilla con la vista al mar, las lagrimas bañan mis mejillas, no sé cuanto tiempo llevo aquí, tengo la boca y los labios resecos. He llorado tanto que me duele la garganta y los parpados. Recuerdo abrumada como Lance descubrió lo que siento por él y escondo mi rostro entre mis rodillas.
Hubiese preferido cualquier cosa menos que se enterara de esto. Me siento tan frustrada, molesta, abochornada. No puedo sacar su imagen de mi cabeza, él parecía impactado pero se que no, sé que detrás de esa cara de asombro se esconde la verdadera, la arrogante.
Mal momento para aparecerse.
Bueno ya que.
Que se entere no cambia nada. Lo máximo que pueda hacer es mofarse de mi y vanagloriarse con eso. Para él es algo normal, quizás conmigo que se sienta campante de que también lamentablemente caí y sea otra de su listado.
Juego con la piedras y algunas las lanzo al mar, arrojo unas cuantas mas porque me resulta mucho mas relajante.
—No se que ha pasado pero creo que el mar no tiene la culpa —pego un brinco y me llevo las manos al pecho. Liam carcajea a todo pulmón recostado cómodamente en la arena, me guiña el ojo descaradamente a tiempo que sonríe. Tomo piedras que están cerca y se las lanzo.
—Idiota.
—Lo siento — dice entre risas esquivando las piedras que no dejo de lanzarle —. Perdón, perdón, ¡basta!
—Mira no estoy de genio —le advierto y me pongo de pie, Liam me alcanza atrapándome entre sus brazos como si fuéramos una pareja. Sus brazos lastiman los míos con el roce. De la nada me planta un beso sonoro en la mejilla y después se aleja para ponerse a mi lado. Lo miro en shock mientras numero y cifras navegan en mi mente —. ¿Qué ha sido eso?
—Un beso.
—¿Y por qué me besas? —me limpio la babas de mi mejilla.
—Me provocó — hago una mueca de horror —.¿Que te paso en la cara?
Suspiro.
Que no me ha pasado.
Todo ha pasado en tan pocas horas.
Me dejo caer de nuevo en la arena y lo hace seguido casi rozando nuestras rodillas. Permanecemos en silencio mirando las pequeñas olas que se forman en la superficie del mar hasta que decido romper el silencio contándole porque estoy llorando. Las lagrimas se secan al bajar y Liam no me quita la mirada mientras hablo.
—Geo me sorprende mucho — dice en un susurro suave, se nota impactado.
—Si, a mi también —absorbo la nariz con la mirada hacia abajo y el silencio reina otra vez, no me sentía incomoda, de hecho hablar con liam se siente reconfortante. No me interrumpe y presta atención a todo lo que digo.
—No te desanimes, créeme que fue lo mejor, Geo seguirá actuando así hasta conseguir lo que quiere y lo correcto es alejarse antes de salir lastimado—pasa su mano por encima de mis hombros y me da un leve apretón, me quejo en silencio.
Suspiro profundo y me recuesto en su hombro, me siento extraña teniendo esta muestra de cariño pero en estos momentos necesito que alguien me den un abrazo.
Cambiamos el tema y hablamos de otra cosa. Le pregunté por sus amigos. Damián, Mary y la pequeña que tuvieron. Me cuenta un poco de ellos y noto que con la mención de la chica de cabello rojo hace que sus ojos brillen.
—¿La quieres?
—Te mentiría si no fuera cierto —mi pecho se aprieta —Estoy feliz que ella este feliz, pero triste que no lo sea conmigo.
—Liam.
—He intentado buscar a alguien mas — levanta la cabeza y lleva su melena hacia atrás, sus ojos están cristalizados y su nariz roja —.Pero no creo encontrar alguien como ella.
—La encontrarás— lo animo sobándole el brazo, deja escapar una risita incrédula — .Claro que si, no te rindas. Cuando menos te lo esperes llegará esa chica que soportara toda tu odiosidad completa.
Carcajea y revuelve mi cabello hasta volverlo un nido de pájaro. Ataco de la misma manera y hasta dejarlo como un copete de gallo.
En medio de risas nos lanzamos chispas de aguan que nos llegan hasta los pies y el juego se detiene cuando le confieso al chico arruina películas que me gusta el marsupial.
—¿Que? — me mira estupefacto y me río al ver su expresión de confusión —. ¿hablas en serio?
—He sido transparente contigo desde que nos conocemos, ¿Crees que estaría jugando? — me analiza antes de contestar y su cara se transforma a horror.
—Mierda — exclama entre incredulidad y asombro —. ¿Cómo pasó eso?
—No tengo idea, solo pasó — me cubro la cara con ambas manos y ahogo un grito en ellas. Saco mi cabeza y me giro hacia a él quien no salía del impacto —. y ya se enteró.
El sonido que hace al llevarse la mano a la frente me hace reír y recordar que tengo una cura puesta. Le cuento a Liam alias arruina películas como fue que Lance se enteró y cae desmayado al suelo.
—Acepto el trabajo — digo tumbada a su lado y siento su mirada sobre mi. — Bueno no sé si aún me quieren como fotógrafo.
—Ellos estarán encantados — alzo la vista — tu trabajo es increíble, están enamorados — sonrío gratificante —. Te aviso cuando salimos de viaje y no te preocupes por gastos, ¿eh?
Asisto.
—Liam — mojo mis labios con incomodidad y rasco mi cuello con duda. Tal vez es abuso de mi parte pero es que no quiero regresar al apartamento, no que cruzar con Lance quien seguramente ya debió haber visto el vídeo y es otra razón por la no quiero volver — ¿puedo quedarme contigo? — antes que si quiera lo piense le digo — .Te juro que no quiero regresar al apartamento y menos con lo que pasó con lance. Por favor. Te prometo no se lo diré a nadie, no entraré a tu cuarto, limpiaré los días que me toque, no te seguiré a ningún lado.
—De acuerdo.
—Es mientras se nos da el viaje a Italia.
—Si, no hay problema.
—Mira yo no sé cocinar, ni siquiera pongo agua a hervir porque se me quema pero puedo hacer brownie me quedan super.
—Te estoy diciendo que...
—Apiádate de esta pobre alma en desgracia por favor.
—¡Que siiiii! — salto del susto — ¡Puedes quedarte en mi casa las veces que quieras! — su pecho y sube alterado.
Ups.
Me parece que lo hice enojar.
Muestro una sonrisa de dientes pelados y me lanzo a sus brazos. Él suelta un quejido y me responde el abrazo con la misma fuerza. Escondo mi rostro en su pecho y su mano acaricia mi espalda.
Si Mary nos viera saltaría de felicidad, recuerdo cuando quiso juntarnos y no salió nada bien. Este chico a quien estoy abrazando como si fuéramos los mejores amigos del mundo.
—¿Puede ser esta noche?
—Cuando quieras.
Vuelvo al apartamento tarde. Estuve todo el día con liam en la playa fuimos por comida y volvimos. Esas horas raras en las que compartimos charla, me hicieron salir de la realidad que debo afrontar.
Diosito santo que lance no este en casa que lance no este en...
¡Hijo de lucifer!
El muy hijo de su madre esta en el mueble de color verde feo durmiendo. Tiene los brazos cruzados sobre su pecho y el gato asqueroso durmiendo en su regazo. Su cabello se ve húmedo y lleva puesto una camisa negra que dice Spider-man en color blanco y unos pantalones largo de cuadros verdes y rojos.
Se ve profundamente dormido, su peludo amigo se esta limpiando y él ni se da cuenta. Lo que me afirma que no se despertara en el momento que pase. Para no llevarme un susto me quito los zapatos, apago el teléfono y me estrello el bolso contra el pecho. Con cuidado empujo la puerta y la cierro este hace un clic suave que pone en sobre aviso a mi tocaya.
Coloco mis pies en punta y empiezo a mover mis piernas lo mas silencioso que puedo. Hago pasos largos para no hacer mas tenso el recorrido. Cuando estoy en el pasillo respiro con tranquilidad y de la misma manera lo atravieso.
Abro la puerta y la cierro mas cuidadosa aun, le doy vuelta al seguro y no pierdo el tiempo. Comienzo a empaca lo que me voy a llevar. No se cuanto tiempo estaré fuera del país así que me llevo un par de mudas extras.
Reviso unas cien veces el bolso para confirmar que he guardado el pasaporte y mis otros documentos de identidad para no tener que regresar.
Doy un vistazo a mi desordenado dormitorio y hago una mueca. En serio que soy un desastre. Recojo todo y lo apilo en mi cesta de manera loca, acomodo mis numerosos almohadones y mi querido muñeco mike. Veo la cama con desapruebo. Tal vez cuando regrese le compre unas sabanas si no se me olvidan hacerlo al igual que colocar el bendito bombillo.
Dejo la habitación y de la misma manera recorro el pasillo la estancia entre la sala y la cocina. Doy un vistazo hacia el sofá y ahogo un grito de terror al ver a lance sin camisa y con moretones. Su cara estaba igual pero peor eran las de su torso.
Los recuerdos de su pelea con aquel hombre me eriza la piel, ese hombre le pegó de una forma tan agresiva como si lo quisiera matar. No sé como el chico tinta pudo sacar fuerzas para levantarse luego de esa paliza. Cualquiera hubiese muerto o quedado postrado en un hospital, fue demasiado atroz.
Admiro la fuerza que tiene y la capacidad para aguantar, la valentía. El hombre era mas grande que él y este no se mostraba nada intimidado. Creo que Lance no le teme a nada.
Cierro la puerta detrás de mi después de pasar invicta y me lanzo escaleras abajo, sintiendo la sangre recorre mi cuerpo. Me despido del recepcionista quien gruñe cuando digo mal su nombre. Liam me recibe mi pequeña maleta y bolso, mi victor lo dejé en su casa y nos vinimos en la camioneta de una cabina de su papá, lleva mis cosas hasta ponerlas dentro de ella y las coloco sobre mis piernas al subir.
Viajamos mañana. Su familia quiere que fotografíe los días previos al bautizo así que nos vamos en la mañana. Tengo el corazón agitado porque siento que esto será un reto para mi, me entran las dudas si lo haré bien o no pero confío en el buen criterio que me tiene el chico arruina películas.
—Lance se va a poner triste cuando sepa que te fuiste — suelto una visita sarcástica y cambio el tema porque no quiero pensar en lo que sucederá cuando el marsupial sepa que no estaré por un par de días.
Liam abre la puerta para mi y me deja espacio suficiente para que pase. Casi me voy de boca al tropezar con la alfombra. El chico arruina películas se ríe con fuerza con toda la maldad que lo rodea.
Lo empujo para que deje de reírse y alguien nos interrumpe. Una mujer muy parecido a él aparece y pregunta que sucede. Liam me la presenta cordialmente.
—Ella es la chica de las fotos — me giro hacia él y me guiña el ojo con picarda, me siento ruborizada — su trabajo es genial pero ella no.
—Imbécil — estalla a carcajadas y desaparece con mi maletín, la señora sussete se ríe y me invita a sentar a la pequeña salita de su casa.
Liam regresa y se sienta en medio de ambas, le pego en el hombro varias veces. La señora sussete empieza a investigarme. Preguntando sobre mi carrera, mi familia y hace cuanto tengo viviendo aquí en new york.
Todas esas preguntas las respondo mientras comemos helado, lo que me hizo recordar algo. Le pedí a liam si podía hacer brownies, no le di razones y el tampoco indago, me lo concedió sin mucho miramientos.
El padre llegó y fue un cerrado a la hora de presentarme, liam me explicó que era tímido y que las personas nuevas le agobiaban un poco.
Pasamos a su habitación. Si la chica rockera estuviese aquí gritaría de la emoción. En las paredes habían afiches de esos cantantes rockeros y metaleros, todos oscuros y tétricos para mi gusto.
—Bienvenida a mi templo — sonríe a gusto y agarra la guitarra que reposa cerca la ventana, rasguea y después saca una delicada melodía.
—Es....— pauso para buscar la palabra menos agresiva y mas sutil —. Horrenda — no puedo, siento que si no lo suelto explotare.
—Gracias.
—Bueno para mi — aclaro —.Para jade seria la habitación perfecta.
Sus cejas se alzan con interés.
—¿Jade?
—Es una compañera de universidad.
—Mmmm.
—Le gustan las cosas negras y tétricas —asiste atento.
—¿Y qué tal es?
Da miedo.
—Preciosa — le digo — .Cuando quieras te la presento.
—Estoy disponible — dice egocéntrico — menos para ti.
—Gracias al cielo — bromeo.
—¿Quieres ir ya a comprar los ingredientes para los brownies?
Con el dinero que gané compré los ingredientes que faltaban y también un envase en dónde tenerlos. Liam no me preguntó para quien era.
Solo se dedicó ayudarme.
El sr. Andrew me llamó cuando íbamos regreso a la casa. Le había avisado del viaje y no se lo tomó tan bien. Quiero decir. Se colocó triste y puedo jurar que lloró. Me preguntó cuántos días me iba a quedar fuera del país y le respondí hasta que volvieran las clases.
Igual se lo dije a jade quien después de negarle todas las llamadas me digné a responderle.
No me hizo preguntas sobre el vídeo de lance y yo, supongo que sabe que fue lo que realmente sucedió.
Hablamos un rato. Me habló de su prima lo duro que ha sido a afrontar su muerte y que la policía todavía no haya encontrado el culpable.
Las sospechas que Lance tiene algo que ver con ello es el comentario de otra vez en el grupo de la universidad en el Geo lo defiende a capa y espada.
Le cuento lo que pasó entre nosotras y me dijo sin pelos en la lengua que Geo tenía algo que no le gustaba pero que no había dicho nada porque no quería crear discordia.
Me pidió que no le dejara escribir y le di mi palabra que no lo iba a dejar de hacer.
—¿Cuántos vas hacer? — pregunta Liam entusiasmado con el delantal puesto. Se hizo un moño. Su cabello le ha crecido mucho.
—Tranquilo que dejaré para nosotros y al tuyo le pondré laxante.
—Adoro tu maldad.
Rio malvadamente como mojojo y nos ponemos en acción.
Fue demasiado fácil y rápido. La receta es bastante sencilla. Rellenamos la mitad con maní y la otra mitad con m&m a gusto de Liam.
Cuando estuvieron listos los dejamos enfriar. En la tienda de respondería compré una caja con figuras de araña inspirado en el súper héroe. A mí nadie me engaña que el marsupial es fanático del amigo arácnido.
Terminamos de limpiar la cocina cuando la señora sussete aparece. Liam le ofrece el primer brownie para que lo pruebe y ella lo acepta con agrado.
—Deliciosos — dice y doy saltitos de felicidad.
—Increíbles — murmura Liam con aprobación y se lleva otro más —. Te diría acepto casarme contigo pero no eres mi tipo.
Sin pudor alguno le saco el dedo el corazón y la señora sussete se ríe mientras su hijo me excusa con el dedo.
Pasamos otra vez a su habitación. Liam sale para que me pueda cambiar. Lo hago en un santiamén para no hacerlo esperar.
Abro la puerta de su dormitorio. Su cara de burla es lo primero que recibo al hacer contacto con su ojos. Lo miro mal y le pego en el hombro.
—Voy a cambiarme— anuncia.
—Ni se te ocurra hacerlo delante.. — se saca la camisa y me deja sin habla. — ¡Liam! — exclamo por lo bajo.
—¿Que?
—Estamos en casa de tus padres.
—¿Y? — menciono despreocupado y se quita el pantalón.
—¡¿Estas loco?! — me cubro los ojos — Estoy aquí, ¿recuerdas?
—¿Qué puede pasar? — escucho que se viste, no puedo creer que esto te pasando. Tengo curiosidad de mirarlo porque aunque me tape pude ver una espalda muy sexy.
Hazlo y comparamos.
Que vamos a comparar.
Quién tiene mejor espalda.
Solo está vez te haré caso.
Deberías hacerlo siempre.
Aparto las manos de mi cara para echarle un vistazo a la espalda del chico arruina películas y me lo encuentro de frente con una sonrisa de medio lado y las manos en la cintura — Como si el hijo de su madre me hubiese leído la mente — vuelvo a cubrir mi cara pero con mi cabello rizo, si volvieron mis amigos y chillo de la vergüenza.
—¿Qué ibas hacer? — no le contesto y me dirijo a la cama, su mirada no se aparta de mi. Quiere incomodarme más de lo que ya estoy—.¿Me estabas espiando?
Suelto una risita sarcástica y nerviosa, pero más que todo nerviosa.
Bendita conciencia, ¿por qué te hice caso?
Ups.
—Pensé que habías terminado. Te tardas mucho para vestirte.
—Pero soy muy rápido desvistiéndome— dice en doble sentido, lo miro haciendo una mueca de horror y se ríe malicioso.
Termina de vestirse dentro del baño y nos despedimos en la puerta chocando las palmas, cierro la puerta detrás de mi y me dirijo a la cama.
Suelto un suspiro al sentir la suavidad las sabanas debajo de mi. Hace mucho que no siento una camada tan cómoda. Prendo las luces de la lámpara que esta en la mesa y me tranquilizo al ver que hay luz a mi alrededor. Dejo mi teléfono junto a mis lentillas sobre la mesita de noche y me acomodo para dejar que el sueño me invada.
Frente a la puerta del apartamento del marsupial dejo la caja de brownie que preparé anoche junto a liam— nadie sabe que estoy aquí —me levanté mas temprano que los demás para dejárselos.
Espero que nadie se los lleve.
Monto a mi victor y veo la hora en el teléfono, cierro la puerta y me coloco el cinturón de seguridad. Le doy un vistazo por ultima vez al edificio y piso a el acelerador.
Quizás este viaje me ayude a sacarme esto que siento.
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