Capítulo 26.
Melanie Grey
El coordinador de la universidad nos reunió a todos para decretar que las clases serán suspendidas hasta nuevo aviso y también anuncio de que todos debemos presentarnos a unos de los salones porque otra vez íbamos ser interrogados.
Cuando tocó mi turno me coloqué tan nerviosa por todas las preguntas que me hicieron que terminé llorando porque sentí demasiada presión. Uno de ellos se apiado de mi y me dijo palabras consoladores también tranquilizó musitando que todo estaba bien—que era normal estar asustado— Prometieron encontrar al responsable de los delitos y que cualquier indicio de sospecha no dude en llamarlos.
Dejo salón relaja y me llevo un susto tremendo cuando me topo de frente con Lance el bipolar Rott quy este sin previo decirme aviso me sujeta de la muñeca. Apenas puedo reaccionar, la velocidad con la que me lleva arrastrada no me deja ni siquiera hacer un esfuerzo para pararlo. No sé que rayos pretende pero ingresamos a otro salón y allí dentro pude entender.
Mentiras...
No entiendo nada.
¿Qué hacemos aquí?
¿Y por que hay un sexy investigador?
—Es ella—me apunta con el otro brazo sin soltarme la mano.
Intercambio miradas entre el guapetón y él para comprender que demonios esta ocurriendo.
—¿Ella es su novia?
Los ojos de Lance vibran al igual que los míos y miramos nuestras manos entrelazadas.
¡¿Entrelazadas?!
Aparto mi mano incomoda y él... él mira la suya fijamente hasta que la voz del agente llama su atención.
Ladeo la cabeza.
¿Por qué se la miró?
—Ella es mi...—lo estudio de arriba abajo. Parece desconcertado, como si estuviera entro planeta. Cuando el agente aclaro su garganta para que prosiguiera, el sacudo leve la cabeza y enfoco su vista en en el hombre de traje—.Es mi compañera de piso—suelta con dificultad.
Entre cierro los ojos
Hijo de lucifer.
Claro como no soy las diosas del olimpo le cuesta decirlo, pero si fuera una de ella, lo diría con mucho orgullo.
Ni que fuera tan lindo.
Si es lindo no te hagas.
Algún defecto debe tener.
Hasta los momentos no tiene.
Ah, si, es mujeriego y eso mi querida conciencia es un gran defecto.
—¿Es cierto?
—¿Qué?
Siento un apretón leve en mi codo.
—Ah, si—reacciono. La mirada del agente comienza a ponerme nerviosa. Me mira tan tan fijo que puedo jurar que está leyendo mis pensamientos mas profundos.
—¿Y qué estaba haciendo el señor Rott a las 12 de la madrugada?—interroga, mi me mente se vuelve en blanco.
Mierda se me olvidó
—¿Joven?
—E-En el apartamento—contesto perdida, sigo sin comprender por que este hombre me esta cuestionando si hace unos minutos lo hicieron conmigo.
—¿Y qué estaban haciendo a esa hora?—le doy un vistazo fugaz a Lance. Él hace un pequeño movimiento con la cabeza muy significativo.
Suspiro luego de entender la razón de haber arrastrado hasta aquí y le cuento al lindo agente mi miedo a la oscuridad y que mientras no haya luz me ilumine me dan ataques de pánico. Él asiste muy atento, mirándome fijo, como si no quisiera perder ningún detalle o encontrar alguna mentira.
Menciono que se me olvidan una que otra cosa por no decir todo y con mucha vergüenza confieso que olvidé comprar unos bombillos que necesitaba mi habitación porque tengo la mente en otro lado. Aquello le causa gracia y también al marsupial que esta muy pero muuuy pegadito a cuerpito tropical. Tanto así que siento su calor corporal y el olor de su fragancia. Lo que cual no me esta ayudando porque me estoy empezando a trabar.
Aun así lucho, lucho con su estúpido efecto.
Prosigo con mi relato. Le afirmo que él había llegado a las doce de la noche y repito cuando él me dijo que era muy tarde para quedarme en medio del pasillo. Que tuvimos una pequeña discusión y terminé en la habitación de él—omito que me llevó a la fuerza, que me mudó cuando estaba dormida, que estaba encuerado y que se colocó sobre en una posición bastante comprometedora—al parecer se lo estaba creyendo hasta que hace una pregunta que me deja congelada.
—¿Sabias de sus heridas?—puedo escuchar el corazón de Lance detenerse, el mío también—.Según testigos la víctima tiene heridas de golpe y las uñas lastimadas. Señal de defensa. Si su compañero de piso no tiene nada que ver con la implicada, ¿Conoce usted de las heridas de sus nudillos?
—Me lastimé reparando el coche, ya se lo expliqué ciento de veces—le replica el personaje en cuestión y trato de disimular mi sorpresa. Eso no fue lo que me dijo anoche.
—¿Y como explicas el rasguño en tu cara?—señala—.Eso no fue de gato.
—Es obvio que no fue un gato...
—¿Entonces joven Rott?—ahora la concentración está impuesta sobre Lance quien parecía avergonzado.
Tan solo esa expresión me hizo dar entender una cosa.
El amigo no le funcionó, y por lo que deduzco la chica si no estoy equivocado la victima se molestó y lo chaqueteó.
Este no es el momento para reírme pero me causa muchísima gracia que el rey de los mujeriegos le estén pasando estás cosas.
Para no dejarlo como un precoz delante del sensualón agente .Se me ocurre algo que puede evitarlo pasar pena. Debería importarme un pepino si pasa vergüenza pero me da lastima ver su cara.
—Esa se la hice yo—por suerte tengo las uñas largas, no muy bonitas que digamos, pero me sirven de testigo—Verá— Aclaro mi garganta. Lance tiene su mirada clavada en mi por lo que dije—.Como no me dejó acabar, no me dejó llegar a esa parte.
—¿Cuál parte?
—Entre la pequeña discusión que tuvimos ya que peleamos mucho—no puedo creer lo que voy a decir pero lance me debe una explicación, si me la niega lo acuso con el agente—.Entonces la cosas comenzaron a ponerse un poco tensas entre los dos y él me mandó a callar y yo lo enfrente y le dije oblígame perro. Bien, él cómo está profundamente enamorado de mi en secreto no se resistió a estos labios carnosos y este cuerpo tropical que el altísimo me dio y me acorraló contra la esquina, me pegó contra su pelvis, me subió las manos como Christian a Anastasia y me dio semejante beso que casi me deja sin boca. Y yo como lo odio con toda mi alma le propiné una patada en la bolas y luego una cachetada en su fea cara.
—¿Y como es que terminaron en la misma habitación?
—Bueno...—suelto una risita cómplice y trago lento cuando me percato que Lance no deja de mirarme—.A él no le importó que casi lo dejo sin hijos y volvió a besarme a la fuerza y yo no me resistí porque no voy negar que besa como los dioses el desgraciado y además tenía varios meses de nada de nada, usted me entiende. Me dejé llevar por el momento, por la calentura y pasamos del pasillo a la cocina y de la cocina a la cama....
—Comprendo—intercala la mirada entre ambos. Parece convencido y yo incrédula con todo lo que dije—.Pueden retirarse. Si notan algo sospechoso no duden en contactarnos y tengan mucho cuidado. No estén solos..
—Eh, si, seguro—asisto varias veces impaciente, necesito escapar de aquí. Lance no ha despegado sus orbes de mi y estoy segura que me va a interceptar cuando salgamos del salón.
—Pueden irse chicos y muchas gracias.
Al decir eso me giro sobre los pies en el acto. Camino medianamente normal hasta la puerta y abro la puerta cuando estoy fuera del salón hecho a correr como alma que lleva el diablo por los pasillos. Empujo todo aquel que se me atraviesa en el camino y logro llegar al estacionamiento de estudiantes y profesores.
Todo el mundo estaba arrancando en sus coches y por suerte nadie vino a interrogarme —bueno no por mucho—llevo mis pequeños pies hasta mi querido Víctor sacando las llaves con anticipación.
Logro pasar la llave correspondiente por la ranura luego de varios intentos fallidos. Abro la puerta y escabullo dentro—puedo respirar un poco— Prendo el coche después de un ratito, muevo la palanca de cambio y saco mi querido rayo mcqueen. Por medio del retrovisor puedo divisar al tatuado corriendo detrás de mi coche pero por suerte no logra alcanzarme
Acelero sin rumbo fijo hasta que me acuerdo de mi casi amigo damian, damian, que cuando estaba triste o estresado acudía a una playa llamada Brooklyn y aunque no estoy estresada, necesito estar allí. Porque no me siento de mil maneras.
Camino descalza hasta alcanzar la orilla en un tronco viejo. El viento mueve mis rizos desaliñados y la camisa holgada que me he colocado al revés. Si, las costuras están al contrario. Me acabo de dar cuenta cuando bajé la vista para lanzar una piedra al agua pero en estos momentos me da completamente igual. Solo quiero como esa piedra que desapareció en el agua borrar esto que siento por Lance.
—Eso es imposible mi vida—me sobresalto en el sitio al oír la voz de una mujer—. Aunque no lo desees tu corazón le está perteneciendo a él.
Estoy buscando aquella sabia voz y ahogo una exclamación cuando veo a la anciana que una vez me encontré en el autobús cuando comencé la carrera.
¿De donde apareció?
La playa esta sola.
—¿Usted quien es?—inquiero abrumada.
—No temas mi niña no voy hacerte daño— sonríe dulcemente—.Solo vine a recordarte que hay cosas muy importantes que no pueden esperar.
Arrugo las cejas.
—Si no te decides—continúa—.Te vas a arrepentir toda la vida pero si rompes el miedo y las dudas. Créeme que serás la mejor decisión de tu vida.
—¿Qué quiere decir?—meneo la cabeza confundida.
—Tu misma lo verás—vuelve a sonreírme—.Hasta pronto, mi niña.
Estoy en la habitación pasando el susto. La anciana de tez blanca y cabello canoso desapareció. Me había distraído unos segundos y cuando me volví hacia ella despareció casi frente a mis ojos, no sé que dirección agarró y como lo hizo tan rápido. Eso llamó mi atención. Ella era una mujer de mayor y a esa edad sus pasos con mas lentos.
¿Quién es esa señora y por qué me dijo todo eso?
¿Qué decisión es la que debo tomar?
¿De que me voy a arrepentir?
Todas esas preguntas están dando vuelta en mi cabeza tratando de descifrarlas. Porque ella me habló prácticamente en clave y yo solo algo lenta para entender.
El toque en la puerta me hace salir de mi túnel mental. Escucho unos pasos acercarse hasta el borde y después la sexy voz del sr. Andrew. Me está llamando. Pongo los pies en el piso enseguida y salgo disparada de la cama.
Me arreglo la ropa y el cabello para no verme tan desaliñada antes de abrir la puerta. No quiero que me vea fea.
—Mi niña—exclama con ternura cuando nos encontramos frente a frente y me da un caluroso abrazo. El cual disfruto con un largo suspiro encantador.
Huele delicioso y parece un oso.
—Hola.
—¿Cómo estás?—asisto con la cabeza y sonrío perdida en su hermosos ojos.
—Muy bien ¿y usted?—le digo coqueta manteniendo mi sonrisa hasta que por encima de su hombro aparece el mostro del lago nes.
No disimulo mi disgusto. Lastima que no pueda decir eso con mis emociones.
—Lleno de trabajo— lo miro con aprecio—Solo vine por aquí a darles esto—no entiendo hasta que bajo la vista—. Olvidé darles el pase.
Ah ya entendí.
—Y también para informarles que el evento es de etiqueta.
¿Dijo etiqueta?
¿Eso quiere decir que tengo que usar vestido?
—O sea que hay que vestirse elegante, infiltrada—entre cierro los ojos y lo miro. Él se ríe malévolo—.Por si acaso no entiendes.
—Idiota.
Carcajea y creo que se va a ir a su habitación pero se queda para seguir molestándome. Se le nota en la mirada.
—Por favor no me fallen— pide el señor Andrew con ilusión—.Quiero compartir este momento con ustedes ¿si?
Termino mi batalla de miradas con el marsupial y busco los ojos de mi querido viejito sabroso.
—No se preocupe—coloco una mano en su hombro—. Allí voy a estar.
—Gracias hija—me da un beso en la frente.
Que lindoooooooooo.
—Los dejo—lance asiste y se dan beso en la mejilla de despedida. Cuando quedamos solos intento cerrar la puerta pero su cuerpo grande lo usa como tranca impidiéndolo.
—¡¿Que quieres?!—estallo irritada estamos en un tira y afloje con la puerta.
—¿Por qué le dijiste eso a la policía?
—Decirle, ¿que?
—Eso.
—¿Que?—me hago la inocente, yo sé a que se refiere. Solo que lo estoy vacilando para enfurecerlo y salga expedido de aquí como un corcho limonada.
—Tu sabes de que te estoy hablando.
—No, no recuerdo, mi memoria de pez no me lo permite—bufa.
Paso despacio y se me detiene el corazón cuando ingresa a la fuerza. Me hago la firme y fuerte frente a su presencia.
Que no se acerque, es lo único que pido.
—Me vas a decir—impone con los brazos cruzados y con el mentón levantado—.¿Quién rayos te dijo que estoy profundamente enamorado de ti? ¿uh? ¿por que dijiste eso?
—Ah pero te salvaste.
—No era necesario que dijeras que estoy enamorado de ti.
—Te salvaste.
—Es patético.
—Le daba un toque de credibilidad—dije con superioridad.
—Pudiste decir otra cosa.
—¿Cómo que? —aprieta los labios.
—No, no sé pero menos... —parece inquieto, ¿que le sucede?—.Eso que dijiste.
—¿Qué tiene de malo?
—Porque no puedes inventar algo que jamás he sentido en la vida y nunca voy hacer—confiesa y mis ojos se abren ampliamente.
—¿Que?—murmuro perpleja y sus ojos también se abren a la par, noto como pasa con dificultad y hace una negación antes de girar sobre sus pies y desaparecer por la puerta.
Oh dios mío.
Lance...¿lance nunca se ha enamorado?
Imposible. Es imposible que este tipo quien no puede ver un par de piernas largas no tenga idea que es estar enamorado. Me parece incrédulo. Todos nos hemos enamorado alguna vez en la vida, correspondido o no correspondido, pero al menos experimentado el pinchazo del amor.
¿Y que es eso que nunca se va enamorar?
¿Acaso no sabe que en los sentimientos no se puede mandar?
Si así fuera, desde hace mucho me hubiese quitado esto que siento por él, peeero desgraciadamente no es posible.
Lo único bueno, es que nunca, nunca tendré algo con él y sé que él tampoco querría tener una relación conmigo para eso tiene que estar enamorado de mi y honestamente no creo que eso suceda. Digamos que....no es para menospreciarme. Pero no soy ciega y me he dado cuenta que el marsupial siempre busca la mas buenona, la mas sexy, la más popular.
Y yo no tengo esos cuerpos de gimnasio, he querido tenerlo si y lo he intentado muchas veces. Solo que la flojera puede mas conmigo. Soy muy glotona y para mantener esos cuerpos así hay que trabajar mucho.
Retomando el tema.
Si lance se llega a enamorar, sería de alguien así con esos atributos, estoy segurísima, porque de mi no se fijaria asi fuese la ultima mujer en el globo terraquio.
Han pasado tres días desde que cancelaron las clases y las cosas con Lance no han sido las mejores. Hemos peleado más que nunca y todo debido a sus exigencias o reglas. Ahora Tae-oh no puede estar bajo el umbral del departamento porque según sus medidas arquitectónicas, él estaba dentro de la cas. Algo que es totalmente falso porque a mi querido asiático a quien casi le da algo cuando supo que vivo con el marsupial jamás puso su pie dentro de la casa. Sus visitas han sido bajo el umbral.
Eso fue el miércoles.
El jueves el chico asiático me invitó a cenar. Todo lindo. La pasamos muy bien. Compartimos risas y horas agradables, entre historias y chistes malísimos de mi parte.
Hasta...
Hasta que me di cuenta que no cargaba las llaves y ¿Adivinen a quien dejaron esperando por casi una hora fuera del departamento? exactamente yo. Porque el niño estaba furioso y me criticó que era una olvidadiza y una despistada.
Lo único genial de esa espera es que Tae-oh se quedó conmigo. Jugamos en su teléfono con las aplicaciones de tiktok. Sus risas y las mías llenaron los rincones del edificio hasta que Lance apareció y cortó toda la diversión.
Cuando entré me reclamó del escándalo que tenía. Otra vez me recalcó que era una despistada sin remedio, me dijo que las visitas se recibía fuera del edificio.
Yo me quedé lela cuando lo dijo y le pregunté si era dueño. Lo enfrenté y le dije que cuál era su problema con Tae-oh. No me respondió y se encerró en su cuarto.
Ha estado más insoportable. Su música me tiene hasta el borde del colapso y no puedo decirle nada porque él está en su "casa" y por esa razón no le bajaba el volumen.
Geo vino esos tres días y he tenido que soportar sus risas de niña tonta. Lo que más me da rabia es que a ella si le permite la entrada, con ella no hay problema. A pero que se asome Tae-oh para que se inicie la cuarta guerra mundial.
Hoy estoy con jade. Le platiqué que este sábado tenía que ir un evento y le dije que me ayudara a escoger un vestido. Ella aceptó con mucho gusto. Últimamente hemos estado mas unida. Aunque a veces ella quiere aterrorizarme con sus historias sabe que conmigo no podrá.
Ingresamos a una tienda y allí comenzamos a buscar un vestido. Opté por un largo, siempre me gustaron cortos, pero supongo que para ese tipo de eventos, ese es el tipo de atuendo que se debe usar.
Jade me escoge uno tipo corset, de color negro, falda larga, con una abertura en la pierna izquierda que mostraba una gran parte. Este tiene tiras delgadas, estas mismas cierran el vestido por detrás en forma de zic zac y un corte en en forma rectangular muestra mi piel.
Juro que amo el vestido, me tallaba bien en todas partes, adoraba el escote de mi espalda, la abertura en la pierna y el color. El único problema son mis pechos, se me notaban mucho, no me siento segura de usarlo. Los cubrí apenas salí del probador. Unos chicos que estaban allí me miraron de forma morbosa.
—¿Te gusta?
—Si, lo amo—admito—.Es bellísimo. Solo que...—dios esos tipos no dejan de mirarme y lamerse los labios. ¡Son unos depravados! si así se comportan estos ¿Cómo será en el evento? ascooo no, no, mejor me llevo otro.
Estoy segura que conseguiré uno que no llame tanto la atención.
—Busquemos otro.
Jade mira hacia atrás al darse cuenta y se vuelve hacia a mi.
—Espera—la chica rockera se fue encima de los tipos y lo corre de la tienda. Regresa hasta mi y coloca una mano en mi hombro—.¿Mejor?
—Gracias—tengo los ojos aguados, no suelo llorar por tontearías, pero esto me afecta porque no puedo usar lo que me gusta por estos estúpidos—.Es muy hermoso pero no lo llevo.
—¡¿Que?!
—Busquemos otro.
—¿Estas loca?—levanta los brazos—. ¿Vas a dejar de usar lo que te gusta por unos imbéciles enfermos? Luces perfecta alicia.
—No, no, no—me cohíbo pensando lo que se me avecina cuando lo lleve puesto—.Usar este tipo de prenda para nosotras no significada nada. Pero para ellos es todo lo contrario, para ellos significa que te le estas insinuado y yo no quiero escuchar comentarios asquerosos. Sé que conseguiremos otro que me cubran los pechos.
—Alicia...
—Voy-voy a quitármelo.
—Llévalo—me detiene. La chica rockera me pasa por el lado y se coloca en frente de mi—.No le dejes aquí, mira, no suelo decirle a nadie que algo les queda lindo o se bien si no lo siento de verdad y créeme que cuando te digo que este vestido es tuyo es porque lo es. Te ves hermosa y sé que cuando ya no sientas esa inseguridad lo vas a usar a tu antojo sin importar lo que digan todos esos imbéciles.
—La única manera que use ese vestido es que me opere—rueda los ojos con fastidio.
—¿Y cuando será?
Se sabe que un procedimiento como este es muy costoso. Sin embargo no descartaré la idea. Cuando acabe el periodo académico lo platicare con mis padres. Esto no es una opción, es una decisión.
—Espero que pronto.
—Voy a buscar otro ¿va?— asisto—.Pero este te lo llevas.
Jade me consigue otro después de un rato. Es lindo y muy moderno. Sonrío al espejo satisfecha. Del lado izquierdo es strapless y del lado derecho es manga larga, no se me nota nada y como el otro es largo y tiene una abertura en la pierna izquierda pero esta empieza mas abajo del muslo.
Cuando salgo del probador para mostrarle a Jade. La encuentro haciéndole muecas feas a una niña como de cinco años.
¿Pero, qué?
Reprimo los labios al ver como la nena le saca el dedo del corazón. Antes que se vuelva una asesina de niños. Aclaro fuerte la garganta para llamar su atención.
—Oh, wooo—exclama la niña cuando dirige su atención sobre mi—.Te pareces Taylor Switf.
—Es Taylor Switf—afirma la jade con malicia. A la niña se le llenan los ojitos de ilusión—.Y no te dará autógrafos por fea y grosera.
Hago una negación.
—Mentiras princesa. No soy la diosa Taylor—aclaro a la pequeña que estaba al borde del llanto, sus preciosos orbes se cristalizaron.
—¿No?—niego con veracidad—.Te parece un poco a ella.
Entrecierro los ojos con ternura.
Me siento alagada.
—Gracias—me giro hacia jade—.Estoy lista.
—Te ves bien.
Asisto en gratitud.
—Perfecto vamos—se levanta y se dirige hacia la pequeña—.Adiós, enana.
—Adiós, mugrosa.
—¡Jade!—prenso su cintura—.Es una niña, es una niña.
—Es un demonio—la pequeña se ríe maliciosa—.Solo mírala.
—Es mas pequeña que tu—le recuerdo.
—Espera que tengas dieciocho para que veas—la desafía.
—Te ganaré anciana.
—Ancia...
—Jade, jade—la alejo—.Vamos a por las cruces. Vamos por las cruces de satán que querías comprar.
Se calma y me pide que la suelte. Lo hago después que la nena estuviera lo suficientemente lejos del local.
—Solo falta buscar los accesorios que combinen con tu vestido—dice mientras salimos de la tienda—.¿Piensas recogerte el cabello? te vendría un buen alisado y hacer un maquillaje que resalte tus ojos.
—Si estaba pensando al estilo de bárbara palvin—ella hace un gesto positivo. ¿Por que esa cara? ella es muy hermosa y me encanta como luce su cabello—.O tipo muñeca Barbie. Siempre me he querido ver el cabello liso.
—¿Jamás te lo has alisado?
—Una vez lo intenté y me quemaron mis pobres orejas. Le agarré miedo—confieso y rueda los ojos—.¿Que? ¡Torturaron mis pobres orejas!
Me gusta estar con jade pero a veces me hace sentir que soy una completa idiota cuando le explico algo de mi.
—Conozco a alguien que te puede ayudar con eso—seguimos caminando—.Es experto en todo esto del estilo. No es costoso pero tampoco tan económico. Pero su trabajo es increíble y te dejará como una reina de belleza, ¿Te paso su numero?
Si promete dejarme como mi poderosa Taylor y que el cabello no se me esponje antes de la media anoche acepto.
—Vale acepto.
—Lo vas amar —dice con afirmación y le creo.
Me probé el primer vestido al llegar al apartamento. Le envié fotos a mi madre para que lo viera y ella estaba encantada con él.
Excepto mi padre.
Aprovechando que hablaba con los dos les platiqué acerca de mi pensamiento de hacerme una reducción senos. Los tomó por sorpresa porque jamas les había tocado el tema. Les platiqué la razón exceptuando los malos comentarios que recibo. No se negaron y entendieron mi punto. Quedamos en hablarlo cuando regresara a los angeles.
Le doy la espalda al espejo para darle un vistazo al escote. No me canso de mirarlo. Es tan hermoso.
—Después que me opere te usaré sexy vestido—comento motivada. Arrugando la nariz como un conejo me acerco al espejo y apunto a mis pechos enormes—.Y ustedes dejarán de ser el blanco de malos comentarios y dolor en mi espalda.
—Distraída, despistada y ahora hablándole a los espejos, ¿Se te acabaron los amigos infiltrada que ahora hablas con los espejos?—giro sobresaltada cubriéndome los pechos.
Lance esta recostado sobre su hombro en el marco de la puerta en una posición que me indica que ya tiene bastante tiempo allí.
—¿Qué haces aquí?—exclamo avergonzada dando un paso hacia atrás. Los ojos de Lance repasan de arriba abajo sobre mi cuerpo, como si sorprendiese verme—.¡Hey! —aplaudo para que pare. Me pone nerviosa.
Lance levanta la mirada hacia mis ojos volviendo cuando regresa a tierra. Sacude la cabeza pardeando profundo y luego despega el borde su camisa del cuello con sus dedos.
—Yo...—aparta la mirada llevando la el techo y pasa la mano por su nuca hasta el cabello—.Busco a Melanie ¿La has visto?
—No, no la he visto—contesto ansiosa, deseando que se largue pronto.
—Deberías ir al psicólogo—suelta—.No es bueno hablar solo.
—Si como sea—digo tajante—.Aquí no esta tu mugroso gato. Ya te puedes ir—lance asiste y antes de desparecer de mi campo visual me da una ultima mirada que hace que el suelo debajo de mis pies se mueva. Me cohíbo de la pena ocultando mi cara entre mis manos ahogando un grito.
¡Esto no pudo haberme pasado!
Lo único que me faltaba. Que me encontrara hablando sola frente al espejo. Seguro debe estar burlándose en su habitación. ¿Hace cuanto estuvo allí parado? creo que lo suficiente para mandarme a un medico, su cara lo dijo todo. Soy una tonta. ¡¿Por qué dejé la puerta abierta?! No sé como puedo tener sentimientos, como puedo ponerme nerviosa con su mirada y sentir que el suelo se mueve bajo mis pies si es una persona tan detestable. Solo mirenme, no me puedo mover del sitio después que se fue.
Soy una tonta.
La verdad es que no me lo puedo creer.
***
El peluquero casi le da algo al tocar mi cabello. Me pregunta si uso algún tipo de exfoliante o crema hidratante. Le dije que no y si es necesario hacerlo. Mi respuesta lo hace respirar hondo y me reprende por mi descuido. Las demás chicas voltean a mirar curiosas cuando lo escuchan. Quiero hacerme chiquita. No imaginé que por un cabello descuidado formaría tanto alboroto. Luego de regañarme me aconseja que tipos de productos le irían muy bien. Los anoto todos en la aplicación de notas del teléfono para no olvidarlos.
Me manda a lavar el cabello y mientras la muchacha hace su trabajo pienso que no me va a cumplir con lo que quiero. Tal vez me equivoque pero es lo mas probable después de todo lo que me dijo y como estaba mi cuello.
Vuelvo con él parece menos molesto. Le pregunta a la chica que me lavó el cabello si usó todo lo que le dijo y ella asintió con veracidad. Luego de eso comienza a desenrredarlo y le hace un pequeño corte a las puntas secas y abiertas. Cuando esta en frente de mi le lanzo la pregunta y él se me queda viendo al espejo. Sonrío de hito a hito mirándolo por medio del espejo entonces le explico la razón. Él accede a mi petición y después de horas horas y media mi cabello esta lacio, brillante y hermoso.
¡Parezco Rapunzel!
Las personas que pasan por lado luego de salir del salon miran con asombro. Me siento una diosa con mi cabello nuevo. Por ahora este sera mi nuevo estilo. Mientras compro los productos que el estilista me recomendó. Me siento genial.
El tráfico es un desastre a la hora pico, me llevó una hora para llegar a casa. Lance empieza a presionarme para que me de prisa. Desde hace rato esta aporriando la puerta. Le gruño desde adentro para que me deje en paz. Todavía hay tiempo. Termino de maquillar mis ojos gracias a un tutorial que encontré en Youtube. No quise que lo hicieran en el salón de belleza para ahorrar dinero.
Analizo mi cuerpo de arriba a abajo en el espejo luego de ponerme los zapatos, observo cada rincón hasta que llego a mi brazo. Hago una mueca con la boca viendo mi piel llena de granitos, quisiera tener la piel limpia como la jade. Es incomodo para mi cuando alguien se me sienta al lado como el metro y me rozan los brazos. Sé que son horribles.
Ojala que nadie se le ocurra tocarme el brazo.
Tomo el monedero, guardo el spray pimienta, el teléfono y dinero en efectivo por si las dudas —nunca se sabe— antes de reunirme con lance en la sala, aplico perfume y le doy un ultimo vistazo a mi aspecto. Sonrío feliz ante lo que veo y salgo decidida en la habitación.
El perfume de lance invade mis fosas nasales. Mi garganta se seca con el olor y toso varias veces ahogada por el olor.
Este no se echó perfume. Este se baño con él.
Pfff.
Guío mis pies hasta la sala y allí lo encuentro hablando de espaldas con alguien. Parece que tiene planes después de la fiesta. Observo su silueta de arriba abajo. Lleva puesto un traje negro que se adhiere muy bien a cada musculo de su cuerpo. Hago una negación no puedo creer que me pierda en él incluso estando de espaldas. Espero que termine la llamada con su próxima victima.
Quisiera decir que estoy bien y que no me afecta escucharlo como planea al sitio que va a llevar la chica una vez que termine el evento de su tío. Pero la realidad es otra. Me afecta de manera que hubiese preferido no haberme enterado. Porque pesa en mi pecho.
—Dale nena. Nos vemos a esa hora—su voz cambia de manera sensual. Es un estúpido. Si supiera lo ridículo que se escucha no lo usaría jamas—.Ponte las que quieras. Igual está noche te las arrancaré.
Voy a vomitar.
—Hasta pronto—se despide al fin y suelta un gruñido—. ¿Acaso cree está infiltrada que debo seguir esperando? Le voy a decir que de prisa o se irá sola.
—Y luego dices que la loca soy yo, ¿eh?—su tronco gira sobre saltado cuando lo burlo. Su ceño se frunce con molestia pero cambia al instante cuando sus ojos se conectan con los míos.
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Estos están listooos para el evento 😍🌚🌝
¿Que pasaraaa?
¿Lance se irá después de la fiesta?
Graciaaas chicas por estar aquí, les mando abrazoooo grandes.
Perdonen los errores. Eh.
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