Charlie
Charlie
Respire hondo una vez que salí del aeropuerto, nada como volver a casa después de tantos años fuera, tomé mis maletas antes de dirigirme a tomar un taxi, pensaba sorprender a mis padres con mi llegada, ellos aún piensa que volveré hasta el año entrante así que esperaba no causar ningún infarto en sus viejos corazones.
Miraba por la ventana del taxi como cada ves estaba más cerca de llegar a mi hogar, sentía que la gran ciudad de Londres no había tenido grandes cambios en mi ausencia y eso era bastante confortable, cuando nos detuvimos por un segundo en espera de nuestro pase mire hacia el otro lado de la ventana para ver aquel enorme edificio lujoso, donde personas de elegante vestimenta entraban y salían sin parar con sus celulares entre manos, fue en ese momento en donde por un par de segundos lo vi, se estaba acomodando su saco mientras parecía tener una conversación con la persona a su lado, soltó un largo suspiro con un rostro de resignación y lo vi abrirle la puerta a la mujer que le acompañaba antes de subir él también a su auto, el taxi continuó su camino y aparentemente él el suyo, estaba muy segura que en el pasado había bajado el vidrio para gritarle y burlarme de él pero eso solo era cosa del pasado. Mientras el tiempo más avanzaba ambos crecimos teniendo ideas y metas totalmente diferentes, Ilan Shuster el único hombre que considere cerca a mi vida se había vuelto tan lejano, nosotros no discutimos o tuvimos un gran pleito simplemente nos distanciamos cuando cada quien decidió tomar su propio camino y la verdad me fue algo bastante triste, nunca pensé que nuestras metas fueran la razón de nuestro alejamiento pero supongo que situaciones como estas son las que te hacen consiente de lo que las personas están dispuestas a arriesgar por uno y a tratar de mantener a flote.
Al llegar a casa baje del taxi una vez que lo pague, el conductor me ayudó a bajar mis maletas y tras un simple gesto cordial se marchó mientras que yo tome mis cosas para dirigirme a la entrada, toque el timbre ansiosa por el rostro de mis padres pero parecía que no había nadie en casa, volví a tocar el timbre pero nuevamente nadie respondió, mire alrededor para observar la soledad de la calle, creo que podría entrar por la ventana como cuando era niña, me dirigí hacia el jardín aplastando las pobres flores de mamá por accidente, ya me disculparia después, coloque mis manos sobre el vidrio de la ventana para deslizar lo lentamente creo que le pondría seguro a estas ventanas antes de marcharme o alguien poco deseado podría entrar, deslice al cortina y mi vista quedó fija en mi padre quien mantenía a mi madre sobre la mesa y no pienso especificar lo que están haciendo pero creo que ya son demasiados viejos para eso, oh Dios, tendré que volver a terapias, mi padre me miró luego mi madre me miró y yo solo pude cerrar la cortina.
-¡Charlie! -grito mi madre pero yo solo quería borrar ese asqueroso recuerdo de mi mente, ya estoy demasiado grande para tener este tipo de traumas, incluso aunque todo fue tan rápido es bastante incómodo.
-Olvidalo mamá, volveré después.
-Espera cariño-papá abrió las cortinas nuevamente, por lo menos estaba ya vestido.
-Papá ya estoy muy grande como para creerme el cuento de que estaban jugando luchas.
-Volviste antes.
-Si ahora creo que debí llamar, sabes que dejaré mis cosas y daré la vuelta por ahí.
-No hace falta.
-Creeme que si, es bastante incómodo.
-Pero Charlie, mamá quiere abrazarte-mencionó mi madre quien apareció detrás de mí padre.
-Estoy segura que querías hacer muchas cosas mamá, pero creo que no se va a poder.
-Considero que estamos a mano, te recuerdo que...
-No es lo mismo mamá
-Le interrumpí.
-Yo creo que si.
-No, no lo es. Yo literalmente los encontré con las manos en la masa, y a mi encontraste con las manos fuera ya de la masa.
-Durante, después de sexo, no importa como, todo sigue incómodo, ahora solo entra.
-Espera, ¿que? -preguntó papá confundido-¿Con quién encontraste a nuestra hija? ¿Y haciendo que cosa?
-Nada que nosotros no hayamos hecho.
-Pensé que no me guardaba secretos.
-Lo siento cariño,pero eso era entre chicas.
Le dio un beso a papá como disculpas antes de volver a cerrar la cortina, en un par de segundos la puerta se abrió y mi madre salió con los brazos abiertos de par en par yo me acerque a ella para abrazarla y después a papá quien me ayudó con las maletas.
-¿Tienes hambre?
-No te preocupes ya se me quito-bromee al respecto, ella solo soltó una risa sarcástica antes de acercarse a la mesa para limpiarla.
-¿Desde cuando te volviste una dama refinada y delicada? Si no mal recuerdo antes no dejabas de insistir que tu padre y yo tuviéramos mucho sexo para darte un hermano menor.
-Ya están muy viejos para que tengan otros hijos, más bien deberían tener ya nietos-mencione a lo cual mi padre me observó con interrogacion -. Solo fue un chiste, y no, no estoy embarazada.
-Nos alegra mucho tenerte aquí, cuéntanos, ¿que tal áfrica? ¿Como es ser profesora allá?
-La verdad es todo un reto. Cuando llegue a Seychelles, la vida no era tan dura, es una de las partes más ricas de África por lo que era cómodo dar clases pero tras pedir mi cambió y llegar a Malawi las cosas se complicaron un poco, y no lo digo por la falta de suministro, más bien la educación ahí está por los suelos, es triste ver como hay alumnos que quieren superarse pero no pueden alcanzar sus sueños por falta de dinero, al principio si clases gratuitas pero fui echada del pueblo por lo que tuvieron que enviarme a otro lugar.
-Eso es tan injusto-mencionó mi madre.
-En su mayoría todo es injusto en ese lugar.
-Sin embargo no parece que eso te haya detenido, veo algo en tu mirada Charlie Coxx, ¿que tramas? -preguntó mi padre curioso haciéndome sonreír. Recordé cómo de niña solía decirme que siempre se daba cuenta de mis travesuras por mi mirada pues aparentemente tienen cierto brillo.
-Si, de hecho la razón por la que volví antes es para abrir una propuesta para la educación en África, no puedo esperar de brazos cruzados a que el gobierno decida hacer algo así que decidí dejar por un tiempo mi trabajo para trabajar en una propuesta.
-Suena a mucho trabajo
-mencionó mi padre con gran orgullo, pues si algo le encantaba es que hiciera las cosas por iniciativa propia-estoy seguro que ya tienes todo un plan de diseño.
-Si, de hecho pensaba visitar a la tía Blythe para hablar respecto a esto.
-Estoy seguro que te apoyará en todo lo que necesites. Ella también es una gran partidaria hacia la educación.
-Y si necesitas también nuestra ayuda no dudes en pedirla-menciono mi madre.
-Por ahora solo necesito el auto para ir con la tía Blythe, ah si y cuando vuelva espero que dejen todo lo que estén haciendo cuando toque el timbre y me habrán la puerta.
-Realmente no piensas dejarme olvidar esto nunca, ¿verdad?
-Ya sabes que usaré todo lo que pueda a mi favor.
-Y a todo esto, ¿con quien descubriste a nuestra hija?
-Olvidalo Larry, fue hace mucho -dijo mamá mientras me daba las llaves. Me despedí de ambos mientras seguía escuchando las súplicas de papá por querer saber y como mamá solo le ignoraba. Si podía confiar secretos a alguien esa era a mi mamá, no importa a qué le dijese se lo llevaría con ella a la tumba.
Salí de casa escuchando aun a mi padre pidiéndole a mi madre que le dijese pero sabía que eso era imposible, podía incluso asegurar que esto durará por días y mi madre seguirá sin decirle. Encendí el auto para dirigirme hacia las oficinas de la tía Blythe, tenia tanto sin pisar ese lugar y estaba algo ansiosa por tener que volver. Una vez que llegué estacione el auto frente a la florería desde el gran ventanal observe a Leslie quien conservaba con una cliente no quería interrumpirlo por lo que fui directamente a la oficina de la tía Blythe que estaba a un costado de la florería, entre sin tocar.
-¡Volví! -grite con las manos en el aire, una joven me miró antes de continuar tecleando en su laptop.
-¿Tiene una cita agendada? O sólo viene por una simple asesoracion.
Vaya que esa manera de hablar tan neutral era un tanto aterradora.
-De hecho solo vine para charlar un poco con Blythe. Mi nombre es Charlie Coxx.
-Por supuesto. Debí haberme percatado de ello, tienes la misma fisonomía de tu madre
-ella se levantó para tocar la puerta-. Tía Blythe, tienes visitas. Alguien volvió de su ruta académica de África.
-Oh Dios. Charlie qué alegría -la joven me dio paso a lo cual yo entre en la pequeña oficina para poder abrazarla.
-¿Quien es la chica rara de afuera?
-Es Esther.
-¿La hija de Iris? Vaya que ya es toda una señorita y un tanto extraña.
-Tiene la personalidad fría y calculadora de su padre pero como él doble de él, la verdad es que a estado mejorando bastante en su interacción social.
-Me da solo escalofríos de verla directamente a los ojos.
-No deberías hablar así de mi sobrina-menciono juguetona mientras tomaba asiento.
-Lo siento, es solo que todo el tiempo pensé que sería una problemática como su madre, es triste ver que me arruine esa desilusión, creo que no podré cometer vandalismo con ella como cuando yo era niña.
-Si Leslie te escuchara le daría un infarto.
-Eso sería divertido de ver.
-Espero que no hayas regresado con la intención de dejarme viuda antes de tiempo.
-Aún no es el momento
-bromee-. De hecho vine porqué quiero hablar sobre un proyecto que tengo en mente y necesito un asesor legal.
Quisiera realizar mi propia cadena de escuela gratuitas en África.
-Puedo percatarme que es un proyecto en grande. La verdad es que necesitarás más que un simple asesor legal, también alguien que te ayude en el campo administrativo e internacional. Sabes Esther puede ayudarte.
-¿Que no tiene como quince años?
-Y es graduada en de leyes y administración empresarial internacional.
-Debes estar de broma, yo a su edad aún seguía jugueteando por ahí.
-De hecho solo tomó ambas carreras como un pasatiempo. Quiere ser médico como sus padres pero tiene un entendimiento realmente extenso por lo que podría terminar antes de tiempo sin embargo no podría realizar sus prácticas por ser menor de edad, así que tomó ambas carreras que tiene para "entretenerse con algo"
Mencionó un tanto ofendida, después de todo se que a ella le costó mucho su carrera y como si fuese un simple picnic su sobrina lo estudió sin creces, vaya que esa niña es una completa genio. Gire un poco para verla teclear sobre su computadora.
-¿Y que está haciendo ahora?
-Se graduado antes de la carrera administrativa así que tomo otra para entretenerse, seguramente está haciendo su tesis para docente.
-Ni siquiera voy a atreverme a preguntar en qué área-dije volviendo mi mirada hacia la tía Blythe -. Entonces si quiero tener éxito en este proyecto, la niña prodigio, ¿puede ayudarme?
-Esta más que capacitada para asegurarte el éxito de este trabajo.
-De haber sabido que me dirias eso me hubiera dirigido directamente a ella-me estire un poco para tocar el vidrio de la oficina captando la atención de la joven a la cual le indique que pasara.
-¿Puedo ayudarlas en algo? -pregunto en cuanto abrió la puerta.
-De hecho si, dime linda, ¿que tan buena eres como para abrir una nueva fundación sobre educación en África?
-Todo depende de lo extensa que sera, los tipos de fondos adquiridos, el papeleo ordenado y el tiempo de solicitudes. ¿Que es lo que tienes a mano?
-Mucho entusiasmo y una gran actitud.
Mencionó notando un gesto en ella, nunca pensé que una mocosa de quince años me observará como una completa estúpida, aunque bueno tomando en cuenta todo tal vez si lo merezco.
-También tengo un par de contactos y algo de ayuda.
-Hay que organizar un plan. Tenemos que tener todo en orden para así ofrecer la idea a futuros inversionistas.
-Espero contar con tu ayuda.
-Es un hecho que la obtendrás si estas contratando mi servicios.
Vaya que esta niña si que sabía hacer negocios y lo confieso, si es bastante lista. Ahora entiendo cómo es que a tan corta edad está logrando lo que tiene, en verdad que su mente funciona como si fuese una computadora andante, esta chica si que tiene un gran futuro por delante.
-Debo volver a casa, continuaremos mañana.
Mencionó cuando su celular sono, ella se levantó mientras acomodaba todos los papeles los cuales me extendió.
-Cuidate cariño y salúdame a Greyson de mi parte.
-Por supuesto. Tengan una agradable noche.
Ella se retiro a lo cual yo mire a mi tía.
-¿Es su novio ese tal Greyson?
-Nada me gustaría mas, solo son amigos. Ese chico es un encanto y bueno, ya sabes como es Esther. Dudo que algún día logre obtener una relación con esa mentalidad tan fría y distante.
-Bueno si algo e descubierto en África es que los milagros existen.
-Eso esperemos. Yo también cerraré pronto, ¿quieres que te lleve a casa?
-No, gracias. Tengo el auto de papá.
-Fue un gusto volverte a ver. Cuando tengas tiempo espero que puedas ir a casa, estoy segura que a todos les encantará verte, los viera es siguen siendo de pasta familiar.
-Lo tendré en consideración-dije mientras me levantaba con la intención de marcharme -. Antes de irme me despedirme del tío Les.
Salí por la puerta que estaba vinculada con la florería, el tío Leslie me recibió con alegría en cuanto me vio y tras compartir un par de palabras me despedí para volver al auto, detrás de este vi uno muy lujoso estacionado se me hacía algo conocido pero no recordaba de donde, en fin supongo que es un auto muy popular en día, subí a mi auto y me marche para volver a casa.
Toque el timbre cuando llegue y tal como la primera vez no me abrieron.
-¡Dejen de tener sexo y abranme la puerta! ¡No sean promiscuos!
-Anda grita mas fuerte para que te escuchen los vecinos-dijo mi madre cuando abrió la puerta, la vi con un chucharon en mano.
-Tan solo decía, ¿ahora a papá le gusta ser golpeado?
-Muy graciosa jovencita.
-Tengo todo menos juventud, ya estoy en los treinta mamá.
-¿Y acaso es mi culpa? Vamos solterona codiciada, hoy prepare tu cena favorita.
-Y por preparar te refieres a que papá lo hizo.
-Me conoces bien cariño.
Cuando me fui a vivir a África y tuve que vivir una vida de muchas de cadencias jamás extrañe la facilidad de mi vida en Londres ni mucho menos las comodidades, lo único que siempre extrañaba y añoraba era a mi familia después de todo no había nada ni nadie que pudiera reemplazar.
🐾🐾🐾
-Estoy nerviosa, ¿como es que tu estas tan tranquila?
Pregunté mirando a la más joven de los Shuster quien solo se alejo un poco de mi lado. En menos tiempo de lo esperado ya había organizado todo mi proyecto gracias a su gran inteligencia y habilidades, me puse en contacto con mis amigos los cuales aprobaron el proyecto y finalmente solo falta por terminar a los donantes. Aparentemente ella organizó una reunión con gente bastante importante de Londres a los cuales les beneficiaba este tipo de proyectos pues no pagaban tantos impuestos de esta manera, lo único que le hacía falta a esta niña era que también le quitara su puesto a la reina de Inglaterra.
-Si no puedes hablar sobre el proyecto yo lo haré.
-Oh no, yo puedo hacerlo. Si pude salir viva del ataque de un león esto no es nada.
-¿Es literal o figurativo?
-Literal, creeme que este tipo de cosas pueden ser más comunes de lo pensado.
-Suena una experiencia interesante, después de todo los ataques de Leones son precisos y mortales.
-Supongo que no tanto si cuentas con alguna distracción. La verdad es que es una historia divertida todo empezó cuando...
-Señorita Coxx-me llamo la secretaria a lo cual me levante de inmediato -puede pasar.
-Claro y gracias.
Tome los papeles junto con los demás documentos, entre y detrás de mi Esther, me acomode en mi lugar asignado y mi vista quedó fija en el hombre que se encontraba frente a mi, él también me miraba con atención y sonreí cuando el lo hizo, solo había una larga mesa lo que nos separaba pero de alguna forma se sentía tan lejano, sentí como alguien palmeo mi espalda y mire a Esther quien solo me indico con un gesto que hablara.
Por un momento había olvidado que estaba en una junta para recaudar fondos, creo que voy a ignorar a Ilan y continuar con lo mío.
-¿Alguna pregunta?
-Si-mencionó un hombre rubio quien sonreía con coquetería
-¿eres soltera?
-Habla sobre preguntas respecto al proyecto pero contestando su anterior pregunta, que le importa.
Escuche como Ilan soltó una breve carcajada la cual intentó ocultar mientras se colocaba la mano en la boca, sentí como Esther palmeo mi espalda, por lo cual la mire entendía su punto sobre tener más respeto pero en mi defensa no pensaba hacerme la inocente graciosita con un patán como él.
-Me encanta todo. El proyecto está bien diseñado, tiene buenos fundamentos y no cabe duda que tiene a una persona de carácter. Tiene todo mi apoyo señorita, Coxx.
Mencionó Ilan provocando que todos comenzarán a murmurar para después presentar su apoyo, aparentemente Ilan era el pilar con mayor influencia lo que significaba que si él decía que sí todos los demás tambien lo hacían, vaya que eso podía inflar su egocéntrica personalidad, me preguntó si aún podré darle alguna paliza como en el pasado.
Uno a uno de los empresarios comenzaron a retirarse y yo por mi parte me dedique a guardar todo.
-Mi linda pasita-Ilan se acercó para tomar las mejillas de su prima-estuviste fantástica hoy.
-Deja de llamarme así y no vuelvas a tocarme, ya no soy una niña. Además estoy laborando, por ahora me retiraré.
La vi tomar su bolso para retirarse, yo mire a Ilan quien golpeteaba la mesa con sus dedos, de alguna forma el ambiente era muy incómodo.
-Ella es muy lista, debo mencionar que me sorprendió todo al respecto.
-¿Hace cuanto que llegaste?
-Solo tengo una semana.
-¿Por qué no llamaste?
-¿Por qué tendría que hacerlo? Se que eres un hombre ocupado además yo también estuve muy ocupada en mi proyecto.
-Te extrañe... Tu dejaste de enviar cartas.
-Bueno es difícil hacerlo.
-Sin embargo a tus padres les seguían llegando cartas y les llamabas de ves en cuando.
-¿Que es esto? El día del reclamo.
-Tal vez no lo estaría haciendo si tan solo mi mejor amiga no se hubiera alejado tanto.
-¿Por qué yo tengo la culpa?
-Tu fuiste la que se fue a África.
-Y tu fuiste el que se fue de mi lado en primer lugar. ¿Que acaso todo tu tiempo no lo dedicaste para ser pupilo de Korden? Y sabes algo en verdad me sentí feliz por ti porqué como tu amiga siempre fui feliz por tus logros sin embargo no siento para nada tu apoyo.
-Daré dinero a tu fundación.
-¿Y se supone que eso es suficiente?
-¿No lo es?
-No-mencione obvia antes de soltar un suspiro
-. Esto no es para nada a como me imaginaba nuestro encuentro, en primer lugar, ¿por qué estamos discutiendo?
-Por qué sabes que actuó cómo un idiota cuando no se que hacer
-dijo mientras tomaba mi mano-. En verdad te extrañe Charlie Coxx.
-Y yo a ti.
Y maldita sea, ahí estaban otra ves esos sentimientos que resurgian cada ves que Ilan decía algo lindo sin embargo ya no soy aquella niña del pasado que decidió que lo mejor era perder su virginidad con su mejor amigo, y todo estuvo excelente hasta que mi madre nos encontró y aunque no dijo nada al respecto no pudimos estar incómodos ante su mirada, después de todo lo nuestro no puede ser, literalmente no estas relacionados por sangre pero mi padre es sobrino de su madre y eso vuelve un tanto extraña nuestra situación, ante la ley somos parientes pero realmente no había nada que nos vinculará más allá y se supone que no está mal pero la situación sólo es difícil. Me aleje lentamente para terminar de tomar las cosas que me hacían falta.
-Yo debo volver a casa para terminar con las cosas restante del proyecto.
-Te acompañó.
-No hace falta.
-Insisto -dijo mientras colocaba sus manos sobre mi espalda para guiarme-. Sabes los viernes de juego se volvieron aburridos sin ti, ya no hay quien grite a propósito para hacer perder a los demás.
-Estoy segura que tu padre me odia en secreto por eso.
-En realidad también te extraña, incluso Dimash.
-Ya debe ser todo un hombresito.
-Hablas como una completa anciana.
-Ya somos unos ancianos-comente juguetona-¿No vamos a bajar por el elevador?
-Ese es el elevador de empleados, subamos al mio es privado.
-¿Por qué no me sorprende? Vaya pero que pretencioso de tu parte.
-A veces suele ser muy ajetreado así que es mejor subir por aquí -aclaró, mientras entramos al elevador, fui detrás él mientras escuchaba la música de su pequeño elevador.
-Ilan.
-¿Si?
-¿Por qué tienes tu mano en mi trasero?
-Tentando a la suerte.
-¿Realmente crees que vamos a hacer algo dentro de este elevador?
-Todo depende de tu respuesta.
-Maldita seas, no -dije a lo cual él se alejo, si puede que a veces sea un pervertidos de closet pero sabe respetar mis decisiones -¿No tienes mejor una habitación privada?
Mencione a lo cual el se estiró para precionar un botón hacia el último piso, tire mis papeles para tomarlo por la corbata y besarlo. Me sentía como una estúpida por hacer estas cosas como si fuese nuevamente aquella adolescente tonta.
-Solo aclaremos algo.
-¿Que?
-Esto no es una manera de pagar por mi proyecto.
-Se separar muy bien el trabajo con los asuntos personales. En verdad me encanto ese proyecto tuyo.
-¿Seguro?
-Si, pero no hablemos de trabajo ahora. Mejor hablemos sobre esa linda falda que ahora mismo me estorba.
-Vaya pero que pervertidos.
Dije al sentir sus manos de una manera juguetona sobre mi trasero, volvimos a besarnos y nos separamos cuando la puerta del elevador se abrió, él me guió hasta una gran oficina donde volvió a besarme, todo estaba a oscuras y no pude evitar reír cuando me levanto para subirme a su escritorio.
-Antes de proseguir, ¿podemos salir?
Escuche una voz femenina muy familiar, separe a Ilan para ver a Esther sentada bastante calmada mientras que Dimash nos miraba sorprendido y con la boca abierta, creo que una mosca acaba de entrar y salir de su boca. La joven se levantó y tomó a Dimash para salir de su oficina, vaya muerda de rinoceronte, ahora sentía la misma incomodidad que mis padres sintieron cuando yo los vi. Esto debe ser el karma por haber molestado a mi madre.
-Dijiste que este es un lugar privado.
-Y lo es, ningún empleado tiene permitido entrar.
-Pues obviamente ellos no son tus empleados
-salte del escritorio para acomodar mi ropa-. Me voy a casa.
-Charlie espera.
-No Ilan. Debemos parar esta extraña cosa que tenemos, no debemos hacer este tipo de cosas, Dimash se ve bastante traumado.
-Él puede entenderlo.
-¿Que cosa? Que solo tenemos sexo como animales en época de celo. Sabes que ya me canse, en primer lugar ni siquiera debo seguirte. Ya somos lo suficientemente grandes para evitar este tipo de estupideces.
-¿Lo nuestro te es una estupidez?
-Claro. Desde un principio siempre lo e creído así, por eso dejé de enviarte cartas y jamás llamé, por que esto es una completa locura.
Salí de su oficina sin esperar una respuesta de su parte, no puedo creer que casi estuve a punto de volver a ser una adolescente controlada por sus más bajos instintos, creo que también soy una completa pervertida.
Salí de aquel gran edificio para subir a mi auto.
-Necesitamos hablar
-solté un grito al escuchar su voz, gire para observar a Esther quien estaba sentada en la parte del copiloto-¿Como es que? Pero tu, es decir, no espera, ¿que entraste a mi auto?
-La verdad es sencillo abrir este tipo de autos.
-Escucha niña perdón si te traume pero no creo que sea apropiado hablar sobre ello.
-El sexo es sólo una necesidad básica del ser humano, no encuentro el morbo o la indecente en ello.
-Entonces, ¿de qué quieres hablar?
-Sobre aclarar los mutuos sentimientos. Ilan es muy cerrado a sus sentimientos, no se a acercado a ninguna mujer y puedo comprender el porqué. Todos esos sentimientos carnales van dirigidos hacia a ti.
-Nisiquiera voy a preguntar como eso salió de tu boca. Escucha solo fue un pequeño resbalón, además lo nuestro no es nada desenté.
-No creo que nadie presente objeción alguna. No tienen relación sanguínea o un lazo familiar estrecho, técnicamente pasan a ser segundas generaciones.
-Aún así no está bien.
-Cuando una persona presenta una excusa sin fundamentos es porque no tiene la convicción de su propio entendimiento. Algo te agobia y te tiene distraída, ¿te preocupa que los sentimientos de Ilan sólo sean carnales?
-No, no es eso. Me preocupa más que mis sentimientos no sean reales.
-Una mujer de tu edad y con tu éxito ya tiene por lo menos un compromiso fijo sin embargo no noto nada en ti que muestre ataduras más que Ilan... Tal vez deberías hacerte mejores preguntas que una idea vaga.
-Voy a confesarlo, pense que solo eras inteligencia intelectual.
-Lo soy pero de ves en cuando logro comprender un poco los sentimientos ajenos.
-Vaya que nada es imposible para ti.
-Es difícil de entender, peor trato de ser lo más razonable posible. También tengo mis propios problemas sin embargo acepto toda la ayuda posible.
Mencionó y bajo de mi auto, observe a la pequeña quien se marchó hacia otro auto donde observe a un joven quien le sonreía alegremente, de alguna forma sentía que ese era Greyson y la razón de su empatia. No cabe duda que ver para creer en los milagros.
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, desde ese día no había vuelto ver a Ilan por lo que lo tomé como una señal para continuar con mi propio camino, todo nuevamente había terminado como lo habíamos dejado desde un principio con un simple distanciamiento que habíamos provocado nosotros mismos, cada quien continuó con su camino y siguió su propio trabajo.
Por mi parte puedo decir que estoy orgullosa de mi trabajo, logre mis metas y disfrute de mi tiempo con mi familia antes de volver nuevamente a mi nueva etapa en la vida dónde examinaria los frutos de mi arduo trabajo. Me había despedido de mi familia y de mis amigos o al menos en su mayoría, fue triste no verlo por última vez pero en esta vida a veces se debía aceptar lo que se nos daba. Llegar a África fue más refrescante de lo que pensaba, era lindo encontrarte con rostros conocidos y con el entusiasmo de las personas por aprender algo nuevo.
-Profesora Coxx, un extranjero le busca.
Comentó uno de mis alumnos mientras pasaba por mi pequeña cabaña, le agradecí antes de dirigirme hacia la camioneta desgastada que se encontraba en la carretera de tierra, me sentía algo confundida por la presencia de un extranjero después de todo aún no era el día de llegada de los suministros y tampoco me había llegado un mensaje del consejo sobre un nuevo miembro, me detuvo al estar cerca de él.
-¿Que haces aquí?
-Es real.
-¿Que? -pregunté confusa ante su respuesta.
-Mis sentimientos hacia a ti son reales, todos y cada uno de ellos. Yo trabaje sin parar durante los últimos meses para poder viajar hasta acá para estar a tu lado.
-Vienes aquí me declaras tu amor, ¿y luego que?
-Espero por tu respuesta.
-¿Y si es un no?
-Entonces me esforzaré por cambiarlo por un si.
-Las personas creerán que lo nuestro es extraño.
-No me importan las demás personas, solo tú.
-No pienso dejar mi trabajo por ti.
-No lo hagas, me gusta que seas así de independiente y arriesgada.
-¿Como piensas hacer que esto funcione?
-Me esforzaré el doble... Dejaré todo si es necesario.
-Son las empresas de tu familia.
-Alguien más puede hacerse cargo.
-No quiero que renuncies a tus sueños por mi.
-Mi sueño eres tu y no quiero volver a renunciar a ti.
-¿Por qué estas tan seguro de hacer esto?
-Te amo... Y espero que no sea muy pronto para decirlo.
-Estas equivocado, en realidad es algo tarde para decirlo.
-¿Eso significa que no tengo ninguna oportunidad?
-No, significa que la tienes. Ven y besame idiota.
El se acercó para en volverme entre sus brazos y besarme pero se separó de inmediato, no pude evitar reír al observar la gallina en su cabeza.
-Genial encontraste nuestra cena-dije tomando la gallina.
-Estas bromeando, ¿verdad?
-Ilan, es África aquí no se puede ser quisquilloso con la comida.
-¿Es muy tarde para convencerte volver a Londres?
-Si, así es.
-Bueno, al menos tu estas aquí y hace que todo valga la pena.
-¿Estas seguro de ello? ¿No vas a arrepentirte?
Él se quedó callado por un momento alejo un poco la gallina que sostenía entre mis brazos y volvió a besarme.
-Jamás podría arrepentirme de esto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top