Capitulo 10
Ya la graduación se paseaba delante de las narices de Tamaki y todos estaban esperando a la gran ceremonia. Abrió sus ojos una mañana antes de la del gran evento y sonrió al ver a su peliclaro ya despierto viéndole directamente con las mejillas sonrosadas por el calorcito que había bajo las sabanas y sus manos recogidas bajo su cabeza como un niño pequeño.
-Buenos días papá- le saludó el bajo con cierta vergüenza de llamarle así.
-papá?- le miró extrañado.
-m-mamá me dijo que si te comenzaba a llamar así sería más fácil decirte así delante del bebé.-
-eso...suena encantador, mamá- le llamó el pelinegro de igual modo que lo había hecho el chico anteriormente sacándole una sonrisa tímida y cohibida a este.
-Qué haremos hoy?-
-no seas tramposo Tamaki, debes ir a tu última clase, no debes faltar.-
-...no quiero, solamente darán esas aburridas charlas motivacionales del futuro y todo eso, una basura.-
-Debes ir...si yo hubiera podido ir, sé que tu igual, por eso no quiero que te pongas un maldito freno por mi culpa.
-bebé, no uses esas palabras- le pidió acariciando el cabello ajeno mirando aún a su pequeño.
-Es la verdad...- miró al reloj, eran las 6:30 AM así que aún alcanzaba a arreglarse para asistir a su clase.- por favor...ve, quiero verte llegar a casa con todos tus días en asistencia, los más importantes sobre todo.
-No quiero dejarte.-
-ya tuvimos esta conversación, debes ir, yo estaré en casa, no me pasará nada, supe que hoy papá se quedará en casa así que estaré aún mejor, así que estate tranquilo.-
-sé que si insisto tu también lo harás, esta bien, me cambiaré e iré a dar la hora en la escuela por hoy.-
-no digas eso, solo ve, y vuelve a penas salgas de clases, te esperaré.-
-lo sé pequeño.- le sonrió penoso de no haberle podido ganar al menor en la batalla de decisión, realmente quería quedarse en casa y estar con toda su familia, pero no se podía, no hasta mañana.
Se vistió pesadamente sintiendo sus músculos tensarse al comenzar a dar movimientos dejando que el menor gozara de la vista desde la cama oyendo de vez en cuando pequeñas risitas, siempre lo hacía cuando le veía desvestirse y cubrirse luego, era un pequeño pillo.
Abajo como siempre le esperaba Nemugasa con el desayuno listo saludándole con la mano y una tibia sonrisa, pidiendo permiso para sentarse luego de devolverle el saludo.
-buenos días Nemugasa-san.- le saludó tomando de la taza de té caliente seguido de sostener los palillos y comenzar a servirse el festín mañaneo.
-buenos días Tamaki-kun, es tu último día no? que emoción-
-lo es.-
-es el día en que das los botones de tu chaqueta, recibes flores, tu diploma y la ceremonia al día siguiente.
-jajaja, veo que tiene muchos recuerdos de su graduación.-
-pues lo es, aunque recuerdo que Maya apareció sin ningún botón en su camisa por la misma tradición.-
-y qué le dijo usted?- le preguntó interesado imaginando como tuvo que haberle regañado a Maya.
-pues, él me guardó su primer botón, pero ya no lo quería.
-jajajaja, digno de ver.-
/Por detrás/
-de haber sabido que contarían viejas historias me hubiera levantado más temprano-
Ambos vieron hacia la entrada y estaba Maya despertando del todo con el cabello revuelto, en shorts y una polera sin mangas, todo un campeón en la mañana.
-Buenos días chiquillo- le revolvió el cabello para luego ir hasta los labios de su esposo de lentes besándolo con ternura seguido de sentarse delante de Tamaki. con su mano cogió de la cintura a Nemugasa sentándolo en sus piernas para comenzar a hablar.
-Te quería preguntar si tienes traje para mañana, ya sabes, un terno, además que hay una fiesta luego no? dijiste que querías llevar a Hikaru-
-Así es...creo que tengo algunos ahorros, puedo ir hoy a ver un...-
-¿ahorros? qué dices, saldremos hoy en la tarde e iremos a ver un buen traje para ti, que puedas usar cuando gustes ¿Entendido? nada a arrendar.
-e-entiendo...gracias Maya-san, luego se lo pagaré todo.
-no es nada hijo, mañana todo saldrá de lo mejor, sólo disfrútalo, ese será tu pago, no el dinero.
Nemugasa le acariciaba el cabello a su pelinegro adorado mirándole enternecido, sabía lo mucho que quería a ese muchacho, era casi tan importante como Hikaru, su segundo hijo, y le adoraba, siendo un cariño comprendido, el pequeño Tamaki, había llegado a ellos como un regalo, la alegría de su dulce hijo y el motivo de ternura de ellos.
-Estoy, de verdad muy agradecido con ustedes dos, son los mejores padres que se pueda tener...a diferencia de los que me tocaron, antes...no creía a que alguna vez recibiría el cariño que ustedes me dan, a veces me entran las ganas de llamarles papá pero... luego lo recuerdo..que es lo que en realidad me tocó...- el momento se volvió triste, malos recuerdos se aparecían por la cocina y en cuanto bajó la guardia las lagrimas salieron del menor del lugar ocultando sus ojos en sus manos sintiendo los hombros temblar.
-Mierda, no llores por favor...- le pidió Maya con una sonrisa yendo hasta el muchacho y darle un fuerte abrazo al que le siguió su pareja por el otro lado tomando de las manos de Tamaki.
-No es lo que te tocó, lo que a uno le da la vida es la oportunidad de decidir si es lo que quieres para tu futuro o decides cambiarlo, es sólo una opción, y estamos felices que nos consideres como lo que escogiste tú, pequeño.- le decía Nemugasa secando las lagrimas de este mientras Maya se apartaba de a poco al ver que se iba calmando.
-Creo que me diste la sensación de ser padre por segunda vez viéndote crecer junto a mi Hikaru, eres un muchacho excepcional hijo, por eso haré todo para que tu vida sea perfecta junto a mi primer hijo.- Maya no podía de parar de sonreír apenado por todo lo que estaba ocurriendo.
-gracias Maya-san, a ambos.-
Ya había pasado el momento conmovedor y Tamaki estaba camino al instituto con ansias de llegar de nuevo a su hogar y salir junto a su figura de admiración y quien sabe, a lo mejor hasta su tierno repollito iba con él.
// Para quienes no son de Chile, repollitos son un dulce pequeño con manjar dentro, son muy blanditos.//
Las clases pasaban lentas ya que prácticamente no hacían nada útil, sólo veían películas o oían charlas para sus futuros, pero el pelinegro sólo sabía ver la hora de su móvil y mandar caritas con corazones a su niño que estaba aún en la cama tomando desayuno y viendo películas Disney.
Hasta el recreo...
-Hola Tamaki, vendrás a la graduación mañana? o te piensas saltar todo?- le preguntaba una de la chicas sucias de su salón, a lo que más personas comenzaron a poner atención a la conversación.
-Si vendré.- le decía sentado sobre la mesa tomando un jugo en caja que acababa de comprar de la maquina.
-y¿ vendrás a la fiesta que hay después?? va a ser muy divertida, estaremos solo los del salón.-
-puede que si vaya.- le daba respuestas cortas, no tenía ánimos de hablar de ello ya que no estaba realmente interesado.
-y...bueno, eso es un "si voy a ir"?-
-eres molesta al insistir, si, iré-
-vaya!! Eso es una sorpresa, entonces ven conmigo y las chicas, nos iremos todos en mi auto, pasaremos a la casa de Hima y...-
-Olvídalo, ya tengo con quien ir, lo siento.
-q-qué?-
-Que ya voy con alguien a la fiesta.-
-no me digas que traerás a Hika-
-Eso no te incumbe- su paciencia ya estaba tocando el último piso del edificio, la conversación se estaba volviendo latera y sumamente irritante.
-Pero él ya no está en el instituto! es una tontería que venga, nunca hizo amigos y...!-
-Eso te afecta en algo? te hace ver peor de lo que eres?? No, no lo hace, sola te puedes hacer ver así, eres realmente molesta.- en cuanto ya había terminado se dio cuenta de la sinceridad de sus palabras pero no se arrepentía de nada de lo que dijo.
-Eres un idiota...ESO DE QUE ESTÁ EMBARAZADO ES UNA IDIOTEZ!! SOLO TE ESTÁ USANDO, DATE CUENTA!!!-
-tus palabras, las paso por la mierda del perro que vi cagar.- y con ello dejó la caja de jugo sobre su escritorio y se largó de allí dejando a todos con al boca cerrada y la sangre fría, para qué mencionar a la chica.
El recreo lo tuvo que pasar en el patio en completo silencio luego del espectáculo que había armado en el salón, no quería ver a nadie de aquel lugar a menos que la cara de su pequeño ángel estuviera presenta.
Todo el día parecía que transcurriría normal, como desde el día en que su niño ya no estaba en la escuela pero aquel punto de vista cambió en cuanto vio al director frente a la puerta del salón.
-mierda...- le vio preocupado.
-Tamaki, lo siento pero debo llamar a tus padres, supe de un...conflicto con una compañera.
-entiendo...- no quiso mirar en el interior del salón, sólo siguió al director a su oficina.
-yo...tengo un tutor, mis padres no se hacen cargo de mi en este momento.-
-entiendo, bien. Entonces dame el número de tu adulto a cargo.
Narra Tamaki
Esto es una verdadera locura, estoy por graduarme y van a llamar a mi tutor, que estupidez, no lo podían dejar pasar acaso? y como siempre, sigo causandole problemas a Maya-san...mierda, estoy empezando a maldecir demasiado seguido.
El tramite fue corto, Maya-san llegó con el terno negro que usa en el restaurante con el cabello engominado y la vista dispuesta a acabar rapido con el asunto, odia este colegio, creo que a muerte por haber sacado a Hikaru de el y no dejar que se graduara en la ceremonia. El director, como no, sólo me acusó de lo que a la chica le convenía, pero cuando me pidieron mi versión ( en realidad el director no tenía pensado preguntármela pero Maya-san intervino) me defendí con lo molesta que estaba siendo al mencionarme a mi pareja y cuestionando nuestra vida, siendo una situación provocada por ella y como no, ella se hizo presente y tuvimos que disculparnos los dos, para mi esa disculpa no significaba nada y Maya lo sabía pero me veía el punto de razón, al igual que él, sólo queríamos salir de allí.
En el auto cuando íbamos camino a casa...
-Lo siento...te hice salir de tu trabajo...-
-no es molestia, de todos modos hoy salía temprano...sobre mañana-
-iré a la ceremonia si o si, ya lo decidía a pesar de lo de hoy... pero la fiesta...sinceramente no tengo interés en ir y encerrar a Hikaru en un lugar repleto de gente que no le quiere, deseo que esté feliz, no que se sienta incómodo ni vaya a pasar un mal rato, menos ahora. Últimamente está muy sensible.
Pensé que había creado un al ambiente con mi confesión pero duró bastante poco hasta que oí como Maya-san se reía a viva voz llevándose una mano a la frente con la otra apretando el volante por la risa.
-jajajajaja, tampoco hubiera dejado que llevaras a Hika a esa fiesta ahora que se como son la gente acá, creí que al menos sus compañeros salvaban, pero veo que no es así... vamos a salir, Hikaru supo lo de hoy, primero llamaron a casa así que supo todo. -
-demonios, puede que se moleste conmigo jajaja.-
-no lo creo del todo.- me respondió él revolviendo mi cabello.- Pero antes, saldremos.-
Nuestra tarde estuvo en extremo movida, Maya-san me llevó a probar trajes de para la ceremonia, negros, plomos, azul marino, de corbata, sin la corbata, con cinta, hasta que al fin llegamos a uno que nos dejó conforme a los dos, uno plomo claro, con camisa y corbata blanca, él se encargó de los zapatos porque, bueno, no se nada de eso, y supe que una vez le dio de modelo y algo aprendió así que se los confié.
Llegamos a casa por eso de las 6 de la tarde y lo primero que vimos fue a Hikaru con el bebé en brazos y Nemugasa leyendo en el sofá. Mi pequeño se levantó de la alfombra donde estaba y le dejó al niño en los brazos de Nemu-san para ir donde mi pasando de largo a su padre quien sólo sonrió ante su acto subiendo los hombros para ir hacia su pareja y besarle, en comparación a mi, que recibí un golpe en el estómago que no me dolió pero le sentí de todos modos.
-eres un tonto!!-
-yo también te eché de menos- le abracé con fuerza percatándome de sus intentos por morder mi brazo, tapé su boca y me lo llevé para nuestro cuarto sin soltarlo para que no escapara.
Le dejé sobre la cama y allí comenzó a reclamarme por el alboroto de hoy.
-Como es eso de que te estabas peleando?? A caso quieres que te echen en tu último día de clases.-
-Ella empezó a molestarme mucho, comenzó a tocar lo nuestro y allí estallé.-
-te peleaste por mi?! sabes lo torpe que es eso??!!-
-mierda...para mi no lo es, te amo, no quiero que más personas hablen cosas sobre nosotros ni de ti, de nada que nos envuelva.-
-pero no debes pelear por mi culpa!-
-no será que....por qué estas tan explosivo hoy princesa?-
-por nada!! Sólo que estoy muy molesto!-
Ya no quería oírle gritar, no le hace nada bien, así que hice lo primero que se hacer bien, besarle.
tomando de sus pequeñas muñecas, le sujeté con fuerza y me comí su boca a besos profundos sintiendo su calor, y en poco, la suya me aceptó y comenzó a recorrer su lengua con la mía. Los jadeos no tardaron en aparecer y su manos ya no estaban atrapadas por las mías , si no que me agarraban de la nuca y me traían más hacia él, eso de que el cambio hormonal les afecta, es lo más cierto que he oído .
Lo admito, yo también estrañaba su sabor, hace tiempo que no le tomo entre mis brazos para acariciarle como se lo merece, y creo que por ello aparte de lo de hoy a estallado, menos mal, no se puso a llorar. Hice que me soltara y le deje recostado sobre la cama comenzando a subirme sobre él para irle subiendo la polera, como deseaba comerlo por completo de una sola vez, pero no hay nada mejor que saborear.
Pero perdiendo el control de la situación, se acabó sentando sobre mis piernas dejándome mayor oportunidad para probar sus pechos, les miré provocando a los traviesos ojos de mi ángel pervertido quien me veía mientras los comía a Lamidas, en un impulso de excitación echó su cabeza hacia atrás gimiendo más alto mientras yo me hacía con su cuerpo, hasta que lo apartó de mi boca. Se separó de mi lentamente como un pequeño felino inclinándose frente a mi mientras desabrochaba mi pantalón, sabía a donde iba esto así que me quité todo lo de arriba dejándolo en el suelo para seguido, sentir su húmedo aliento rodeando mi momento hasta terminar en su boca, la que me abrazó y dio placer. sus manos agarraban tanto mi muslo como mi miembro mientras le lamía juagando a lamer un caramelo. Deseaba correrme en esta con solo verle y que levantara esos hermosos ojos llorosos mientras tragaba pero sabía que el quería más que solo un ordal así que antes de que me hiciera vertierme en él, lo separé de mi hombría suavemente tomando de su mandíbula para luego besarlo en los labios.
-te prepararé bebé-
Pude ver como sus mejillas de coloreaban de rosa y sus ojos se abrían levemente.
-s-si...- me dijo suavemente.
Me acomodé contra la cabecera de la cama y aprovechando que mi pequeño estaba arrodillado lo dejé sobre mi pelvis llevando mis dedos a sus labios.
-sabes lo que sigue- le dije con ternura y él asintió lamiendo estos con fascinación para luego quitarlos de sus labios y comenzar a bajar su pantalón hasta sus muslos para luego quitarlos del todo con su ayuda.
Comencé a meter dos de mis dedos en él sin dificultad mientras le veía cada expresión en su rostro, sus hombros subían y bajaban mientras mordía sus labios y sus ojos se cerraban lentamente ante cada embestida con ellos.
-y-ya no los quiero...metete, metete en mi de una vez-
-como ordenes mi niño.
En poco tiempo ya me estaba hundiendo en él, no parecía desear cambiar la posición así que dejé que él controlara la situación sintiendo como se iba sentando sobre mi y me iba comiendo con su interior.
-que...caliente, Hika-chan...-
-callate, y muevete..ah!- era demandante en aquel momento, demasiado y no podría decir cuanto me gustaba.
Tomé de sus caderas y le comencé a meser yo mismo sobre mi levantándole y haciendo que bajara con fuerza. Estoy seguro que allí abajo sabían lo que estaba ocurriendo pero no bajaríamos a preguntar.
******
Hola ternuras!!!
En el prox capitulo veremos a Maya y nemugasa en acción!! Se que me piden mucho de ellos dos pero no se puede dejar de amar a esta pareja 🙆🙆🌸🌸🌸
Besos!!! Yyy comenten que les gustaría ver q ocurriera a futuro, alguna propuesta, más pasiones en la cama, lo que quieran 💙💙💙
Bechitos!!!
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