Capítulo 7: ¡El exámen escrito!

–Me alegro de que los tres hayan venido, eso quiere decir que están comprometidos con todo esto, lo cual me hace sentir orgulloso– se escuchó a Asuma.

Aunque suspirando un poco, Shikamaru habló.

–Si uno de nosotros no hubiese venido, de igual forma los dos restantes íbamos a participar– dijo.

Pero una sonrisa por parte de su sensei los confundió.

–Por eso dije que me alegra que todos hayan venido... porque si uno de ustedes no se hubiese presentado, los otros dos no habrían podido aplicar los exámenes– dijo.

Eso había sido... sorpresivo en sí, pero tenía su lógica, sobretodo por comenzar en el hecho de que eran un equipo y desde el día uno se intentaba hacerlos funcionar como tal.

–Pero como iba diciendo, este año los exámenes se ven un poco más duros de lo habitual– decía Asuma. –Si alguno de ustedes no se siente con la suficiente confianza para esto, es libre de decirlo, de igual forma podemos participar el año que viene, lo saben– comentó.

Aunque al mirar a sus alumnos mirarse entre ellos mismos, una sonrisa se marcó en el rostro del Sarutobi al mirarlos, también, sonreír.

–Conocen el lugar, el aula y la hora, y están a tiempo todavía... les deseo suerte y den lo mejor– dijo.

...

Bien, no estarás sola, Shikamaru y Chōji estarán cubriendo tu espalda... tranquila– pensaba la rubia.

Y es que al estar cerca de la academia, los nervios iban en aumento, por lo que sabía de los exámenes por parte de su papá, estos eran difíciles en el sentido de probar la inteligencia y valores de un Shinobi, así como si destreza en combate. Iba a ser, definitivamente, un reto.

Aunque una sonrisa se pudo marcar, también, en su rostro. De cierta forma, le emocionaba también, ya que iba a poder mostrar sus habilidades y lo mucho que ha progresado en este tiempo.

...

Al ir recorriendo la academia, habían podido visualizar a la mayoría de genins que participarían en los exámenes.

–Que aburrido será todo esto– dijo Shikamaru.

Suspirando, Ino lo miró.

–¿Hay algo que no encuentres aburrido?– le preguntó.

–Si, mirar nubes– respondió.

Al mirar a su compañera, Chōji pudo observar un rostro de mucha incredulidad en ella.

–No pienso que vaya a ser aburrido, pero debemos estar unidos... más que antes– dijo el joven Akimichi.

Esas palabras sorprendieron un poco al Nara quien, mirándolo, habló.

–Eh, Chōji ¿a qué viene eso tan de repente?– preguntó.

Sonriendo, este último los miró.

–No sé si se han fijado, pero hay muchos genins emocionados porque inicie todo esto... incluso diría que hasta se puede sentir– respondió.

Y pensándolo bien, para Ino, Chōji de cierta forma tenía razón. El ambiente se sentía raro, con algo de presión.

Eso hacía más interesante las cosas.

...

Algunos cuantos minutos después...

Estando ya en el aula designada para comenzar los exámenes, y con el paso del tiempo, esta se iba llenando más y más con genins que tenían un aspecto... imponente.

Uno de esos equipos que llamó su atención fue el de un chico con cabello raro, y otro que, al menos por lo que sabía, era Neji Hyuga. Un chico atractivo, pero con un aire de superioridad muy fuerte, además de parecer muy serio.

Pero si podía dar una opinión más sincera, las palmas para la persona que más escalofríos le daba, era aquel chico pelirrojo que venía de la arena... tenía algo raro en él, y si era sincera, era mejor no averiguarlo.

Afortunadamente, ellos habían sido de los primeros en llegar, así se ahorraban toda esa "exposición" que ocurría al entrar por la puerta... aunque una figura bastante conocido la hizo acercarse lentamente.

...

–Si que todos tiene cara de pocos amigos– pensó el rubio...

–Hola, Sasuke-kun... días sin ver tu atractiva seriedad–

Y girando, tanto él como la pelirosa pudieron observar a Ino, quien con su dedo índice tocaba, al parecer, de una manera algo tímida el hombro del Uchiha.

–Hola a ti también, Naruto– se escuchó a la joven Yamanaka.

Y con una sonrisa, el rubio habló.

–¡Hola, Ino!– respondió.

Eso había extrañado a todos, incluída a Sakura quien, y aún sabiendo y mirando que Ino estaba toqueteando a su Sasuke, el saludo que escuchó por parte de la rubia parecía más... amigable con Naruto.

–Así que ustedes también están aquí para esto– mencionaba el joven Nara.

Shikamaru, Chōji e Ino– pensaba. –El primero siempre quejándose y no hace nada al respecto, el segundo es, bueno, él solo come mucho la verdad... e Ino, bueno, ella me ha terminado por agradar más, al inicio creía que era una agrandada, pero conociendola mejor, no lo es– pensó.

Y tras unos segundos, el equipo ocho hizo su aparición...

–Vaya, vaya, vaya, pero si toda la banda se vuelve a reunir– decía Kiba.

Aunque tras ello, un rostro de incredulidad apareció en el Uzumaki.

Genial, Shino, Kiba y Hinata– pensaba. –El primero es raro, muy raro, pero definitivamente no es para nada hartante como Kiba, ese tipo si que lo es, creyéndose siempre mejor que los demás... y Hinata, pues ella es rara y punto, aunque siempre se sonroja cuando estoy cerca o trata de hablarme– pensó.

–Así que ustedes también están aquí para esta estupidez– mencionó Shikamaru.

–Así es, nosotros también, ¿quién diría que los nueve novatos estarían reunidos? la competencia será divertida... claro que sí tienen lo que se necesita ¿o no, Sasuke?– mencionó Kiba, mirándolo.

El Uchiha, con una sonrisa desafiante, también lo observó.

–Trata de no confiarte tanto, Kiba– dijo.

Con una risa algo ligera, la voz del joven Inuzuka se escuchó nuevamente.

–Esperen y verán, acabaremos con ustedes, hemos entrenado duro para esto– dijo.

Hasta ahí había llegado la poca paciencia que el rubio estaba teniendo al escuchar a Kiba, y hablando, lo miró.

–¿Y qué crees que nosotros hemos estado haciendo? ¿rascandonos el estómago? estoy seguro que ni siquiera sabes lo que es entrenar– mencionó Naruto.

A punto de responder a eso, la voz tímida y discreta de Hinata hizo aparición.

–Di-disculpen a Kiba-kun... estoy segura de que él no se refería a eso– mencionó.

Con incredulidad, el rubio la miró.

–¿Eh?– se escuchó.

Y sin el más mínimo esfuerzo, además de tampoco darse cuenta, Naruto había sonrojado a Hinata. Algo que pudo ser observado por Kiba... además de ser observado por Ino, también.

¿Acaso ella...?– pensaba.

Aunque una voz interrumpió aquel ligero pensamiento que se estaba generando en su cabeza.

–Oigan, ustedes– se escuchó, captando la atención de todos. –Deberían bajarle un poco a su escándalo... no se ofendan, pero ustedes son los novatos recién salidos de la academia, si yo fuera uno de ustedes, no me gustaría ponerme en ridículo– mencionó aquel chico.

–¿Ah, sí? ¿y quién te pregunto? es más ¿quién eres?– mencionaba Ino.

–Me llamó Yakushi Kabuto... y deberían mirar a su alrededor, no están dando una buena impresión que digamos– dijo.

Tras ello, Ino, junto a los demás, miraron a los demás genins que estaban presentes en el aula.

–Creo que seguir su consejo no será una mala idea...– pensó la joven Yamanaka.

...

Kabuto verdaderamente sabía muchas cosas acerca de varios genins que habían ido a Konoha para aplicar los exámenes, aunque muy poco sobre aquellos de la aldea del sonido... pero también estaba el lado de que ellos, los nueve, eran apenas unos novatos. Y vaya que lo eran, es decir, el propio Kabuto estaba intentando pasar por séptima ocasión estos exámenes. Se podía decir que él era "un veterano" de esto y eso era preocupante en sí.

Definitivamente sería todo un reto.

–Entonces este año estarán más peleados de lo normal... sabía que sería un fastidio– se escuchó a Shikamaru.

Y es que eso tampoco ayudaba, como tampoco ayudaba el hecho de mirar a Naruto temblar un poco. Él no era de los que temblaban, al menos por lo poco que conocía de él... no estaría mal en darle algo de ánimos, al final, ella sentía un poco de emoción por todo esto gracias a las palabras que él dijo hace varios días atrás.

Aunque, adelantándose, la pelirosa se acercó a Naruto primero que Ino... solo para mirar lo que en verdad estaba planeando hacer.

–¡Yo soy Uzumaki Naruto, y voy a derrotar a cada uno de ustedes! ¡en serio!– gritó el rubio.

Y con un rostro de sorpresa, la joven Yamanaka lo miró... además sonrojarse un poco ante eso. De cierta forma, eso también le había dado ánimos, y de cierta forma, Naruto había hecho algo que también inyectaba valor a los demás.

Aunque la pelirosa, por su parte, miró a Ino y logró observar ese sonrojo fugaz, algo que le sorprendió. Para después mirar al rubio, pero esta vez con un rostro de incredulidad.

–¡Oye, tarado! ¿¡qué crees que estás haciendo!?– mencionaba Sakura.

–¡Sakura tiene razón! ¿¡qué planeas!? ¿¡que nos maten!?– preguntaba Ino.

Pero al mirar nuevamente hacía el frente, la rubia logró percatarse de las miradas menos amigables que había observado en toda su vida.

Bueno, por lo menos sabemos que eso no les hizo gracia alguna– pensó.

Y tras un ataque sorpresa hacía Kabuto por parte de los del sonido... los censores hicieron su aparición en una nube de humo, presentándose también.

Genial, él será el encargado de supervisar todo esto, por si no era suficiente con esos fenómenos del sonido– pensó la rubia.

...

–Todo esto no tiene sentido, la baja de puntos, las preguntas tan complicadas, el no copiar explicado no sé cuántas veces, castigarnos por equipo... es como si quisieran que lo hiciéramos– pensaba.

Y tras buscar con su vista a Shikamaru, este se encontraba mirándola también, y tras observarlo asentir mientras tocaba el exámen, lo entendió todo.

Así que él pensó lo mismo que yo, entonces es lo que se debe hacer... claro– pensó, asintiendo también en respuesta.

Aunque no hubo tiempo de pensar en más cuando toda el aula pudo observar un kunai volando hacía una de las mesas, atravesando y rozando casi con Naruto.

Al parecer uno había sido descubierto después de todo, y los cinco errores confirmaban lo que Shikamaru y ella intuyeron.

Debían copiar.

Aunque al mirar hacía el frente, se pudo percatar de Naruto.

Naruto... hacía días que no lo veía como tal, incluso se había olvidado un poco de la investigación que había pospuesto por los exámenes, pero esperaba que le estuviera yendo bien con todo esto. Aunque por su manera tan... expresiva de llevarse las manos a la cabeza, no le daba grandes esperanzas de que así fuera.

Sonriendo, Ino agachó su mirada para observar su exámen.

–Supongo que daño no hará si te ayudo un poco... aunque primero debo conseguir las respuestas– pensó.

Observando a sus alrededores, no parecía que alguien haya comenzado a responder su exámen, pero al fijar su vista al frente...

Claro, Sakura, debí haberlo sabido desde un inicio– pensó, colocando ambas manos en una especie de marco, el cual apuntaba hacía la pelirosa. –Pero deberías sentirte honrada, no a cualquiera suelo golpearlo con mi ¡jutsu de transferencia de mentes!– pensó, implementando el jutsu.

Y sosteniendo el exámen, miró cada una de las respuestas.

Ahora debo memorizarlas y pasarlas a Chōji y Shikamaru... que fácil– pensaba.

...

Y tras algunos minutos de haber deshecho el jutsu, y haberlo implementado un par de veces más en sus compañeros de equipo, todo parecía ir más que bien.

Pero mirando hacía el frente, de nueva cuenta, observó al rubio.

Bueno, faltan algunos minutos para la décima pregunta, y teniendo en cuenta que todas han sido difíciles... es de esperarse que esa también lo será– pensaba, para después suspirar. –Perdona por entrar en tu mente, Naruto... aunque sé que después me lo agradecerás– pensó.

Y tras poner sus manos en la misma posición, su jutsu de transferencia de mentes fue nuevamente activado, conectandose con el rubio.

Vaya, si que no llevaba nada... bueno, por algo fue el más malo de la clase– pensaba al levantar su exámen. –Responderé las más fáciles, así al menos tendrá un poco de oportunidad– mencionó.

Y tras un par de minutos, las primeras cinco preguntas estaban resueltas.

Bien, el resto te lo dejo a ti– pensaba.

Aunque antes de deshacer el jutsu y regresar a su cuerpo, Ino escuchó un llanto, el cual parecía provenir de un... bebé. Y tras girar su cabeza y observar por toda el aula, no logró mirar nada.

¿Quizás...?

Es dentro de la mente de Naruto– pensó.

Mirando el reloj, se dió cuenta que aún le sobraban algunos minutos para regresar a su cuerpo y no perderse la décima pregunta, así que, sin más, siguió el sonido.

Pero con cada tramo que recorría, todo se tornaba oscuro, alimentado de un color mezclado entre rojo y naranja. Haciendo que el llanto se volviera más fuerte.

–No me está gustando para nada todo eso... y no debería estar haciéndolo tampoco – pensaba.

Aunque, de cierta forma, esa... sensación la incitaba a continuar, y tras un momento, su visión se nublo, apareciendo frente a una enorme puerta con barras de acero protegiéndola.

El llanto se había ido.

Y tampoco podía ver hacía el interior.

Pero al tratar de dar un paso hacía el frente y poder ver mejor... unos ojos rojizos hicieron aparición tras las barras, haciendo así, también, que su conexión mental se quebrara al instante.

Tras regresar a su cuerpo, la rubia se encontraba jadeando y sudando también, mientras su corazón latía como loco.

Y mirando hacía el frente observó a Naruto, quien parecía confundido, el cual tras mirar su exámen, parecía todavía más confundido.

–¿Q-qué fue eso?– se preguntó, observándolo.

Por el tamaño que la puerta tenía y por el tamaño de esas barras que la protegían, lo que habitaba ahí dentro debía ser colosal.

Y después de sentir su corazón calmarse por completo, aquella intriga sobre el pasado de Naruto volvió a ella.

Debía descubrir más sobre él, algo como lo que había visto... no era normal.

Vaya que no lo era.










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