Capítulo 6: Investigación

Faltando un par de días para que los exámenes chunin dieran inicio, y habiendo terminado otro día de entrenamiento junto a su equipo, la joven Yamanaka se encontraba caminando un poco sin rumbo.

Era de esos días en donde no le apetecía llegar temprano a casa, así que esperando encontrar algo lindo que comprar, Ino se dedicó a recorrer el centro de la villa.

Pero habiendo llegado hasta un local en donde vendían ropa, se podía decir que estaba sufriendo por el hecho de no poder comprar una prenda que le había gustado mucho, en sí, por falta de dinero.

¡Me quedaría de maravilla!– pensaba, algo impotente.

Aunque logró escuchar un par de voces que llamaron, definitivamente, su atención. Así que siguiendo el sonido de ambas voces, logró percatarse de que sus suposiciones eran correctas.

Se trataban de Naruto y Sakura.

¿Cuándo aprenderá a darse por vencido?– se preguntaba.

Y era que, al menos después de observarlo y escucharlo también pedirle una cita a la pelirosa, con nula efectividad por supuesto, y observando a Sakura yendose del lugar, la rubia suspiró.

¿Por qué sigue insistiendo? no puedo creer que sea tan tonto en ese sentido...– pensó.

Pero, también pensando en las sensaciones que había tenido algunos días atrás cuando lo encontró después de su entrenamiento, aquel sonrojó que apareció en su rostro, volvió. Lo que provocó que sacudiera su cabeza de manera rápida.

Al final no es como que me importe en realidad– pensaba, sonriendo.

Eso era, definitivamente.

Aunque estando a punto de regresar a lo que estaba haciendo antes de escuchar a aquellos dos, la voz de Naruto, nuevamente, y la de una señora llamaron su atención.

Aunque esta vez, la voz del Uzumaki se escuchaba, en sí, quejándose por algo.

Sin más, giró para observar lo que estaba ocurriendo.

–¡Ya te he dicho que no te quiero ver por aquí, mocoso! ¡No me importa que sea un shinobi o lo que sea, no eres bienvenido!– dijo aquella señora.

Y sobando un poco su cabeza por haber caído al suelo, el Uzumaki solo bufó, levantándose y yéndose de ahí... pero no se le veía enojado, más bien, en sí, no miró expresión alguna en el rostro de Naruto.

Pero lo que había visto Ino despertó un sentimiento de rabia en ella, además de tristeza por ver el rostro del rubio... pero su reacción fue tardía, puesto que Naruto ya se había ido.

Sin más, la joven Yamanaka se acercó hasta aquella mujer.

–Señora ¿por qué rayos le dijo todo eso?– preguntó.

Con un poco de incredulidad en su rostro, la mujer miró a Ino.

–¿Acaso no lo sabes?– mencionó.

Aunque la única reacción de la rubia ante ese cuestionamiento fue el negar con su cabeza.

Suspirando, la señora miró a Ino.

–Ese chico no me agrada en lo absoluto, es un monstruo, un asesino... no sé qué pensarían en la academia cuando le permitieron convertirse en shinobi– comentó.

Al ser una kunoichi, tenía más que prohibido atacar a civiles sin que hubiera algún motivo serio o muy grande, pero si era honesta con ella misma, solo dios sabía cuantas ganas tenía de estampar su mismo puño en contra del rostro de aquella mujer por lo que acababa de decir... pero debía admitir, también, que la intriga había nacido en ella.

¿Por qué llamar de esas dos maneras a Naruto?

Definitivamente había algo detrás a todo esa incógnita referente al pasado del Uzumaki que estaba comenzando a hacerse.

Sin más, y antes de que su instinto la mal aconsejara, Ino abandonó el lugar.

...

Al día siguiente, por la tarde...

Desde el día anterior no había podido parar de pensar en lo que había sucedido, y mirando el reloj que había en la tienda de su familia, sonrió. Su mamá debería estar desocupada.

Quitándose su mandil, la joven Yamanaka se dirigió a una habitación pequeña, encontrando a su madre.

–Oye, mamá, me preguntaba si podía salir un momento– dijo.

Sonriendo, su madre habló.

–Adelante cariño, y gracias por ayudarme con la tienda– le dijo.

Y asintiendo, Ino salió del lugar.

...

"Monstruo", "asesino"... por más que trataba o se forzaba a ella misma a imaginar de esa manera a Naruto, no conseguía hacerlo. Y es que desde que eran más pequeños, y por lo que observaba en la academia, y por lo que pudo también observar de primera mano durante algunos días atrás, él no era ninguna de esas dos cosas que aquella mujer dijo.

¿Quizás Sakura sabría algo al respecto?

Sinceramente lo dudaba, y pensando en Sasuke... bueno, era todavía más dudable ese hecho de que él supiera algo.

¿Quizás el sensei de su equipo?

Si, esa podría ser una buena manera de comenzar a buscar... ahora solo faltaba encontrarlo.

Pero, de pronto, cierta persona llamó su atención, dirigiendo así su mirada hasta Iruka, el cual se encontraba comprando algo de comida en uno de los locales cercanos.

Él podría saber algo en sí, por lo que sabía, él acompañaba mucho a Naruto, y por lo que había visto, en sus días de academia, parecía que siempre tenía un trato especial para él, claro que sin rozar en lo injusto para los demás.

Sin más, se acercó.

–Hola, Iruka-sensei– se presentó.

Y con una sonrisa en su rostro, Iruka la observó.

–Ino, hola, es una sorpresa verte por aquí– dijo.

–Es que lo ví y quise pasar a saludarlo, además, bueno, también tengo algo que quisiera preguntarle– le dijo, sonriendo.

Un poco sorprendido por ello, este la miró.

–Adelante, pregunta– comentó.

Y comentándole todo lo que había sucedido la noche anterior, el rostro de Iruka, al igual que el de Ino cuando lo presencio, se lleno un poco de furia, para después tranquilizarse.

–Pero por más que trato de unir ciertas cosas, no me imagino a Naruto como un monstruo o un asesino... y sé que usted es cercano a Naruto, así que por eso quise preguntarle acerca sobre si sabe algo al respecto– dijo.

Iruka se queda sin palabras, claro que sabía algo al respecto, pero eso no le quedaba a él para decir, el único que podía hacerlo era el tercero y eso rompiendo el deseo del cuarto.

–Yo... no sé realmente nada de eso, Ino, es la primera vez que escucho que algo así le sucede a Naruto– dijo.

Suspirando, Ino sonrió.

–Creo que lo dejaré en un misterio entonces– comentó.

Algo que hizo sonreír, de igual manera, a Iruka, haciendo que ambos se despidieran... pero había algo en las palabras de su antigua alumna que no lograba creer del todo.

–Ino... ¿verdaderamente lo dejarás todo en un misterio?– le preguntó, llamando la atención de la rubia nuevamente.

Girando, la joven Yamanaka sonrió.

–Así es, Iruka-sensei– dijo, para después retirarse por completo del lugar.

Había algo en esas palabras que no terminaba de creer.

Dejando pensando, así, a Iruka.

...

Habiendo pasado a la librería, pensaba un poco en comenzar a recopilar información por ahí, partir desde el apellido de Naruto, los "Uzumaki". Ya que había aprendido en la academia muy poco, y verdaderamente muy poco algo de ellos.

Pero lo poco que pudo encontrar fue lo que se les había explicado en la academia. La alianza que tenían con Konoha, el como su clan desapareció, las características de cómo lucía un Uzumaki... aunque eso la hizo detenerse y pensar.

Naruto no era pelirrojo y esa era una característica que el libro mencionaba de ellos, él tenía el cabello rubio.

Leyendo más a profundidad, se dió cuenta que en Konoha habían habitado dos mujeres del mismo clan, una había sido la esposa de quien fue el primer Hokage, Hashirama Senju, y la otra...

¿¡En serio arrancaron la página?!– pensó.

Eso había sido raro, definitivamente raro.

Y por lo que venía descubriendo hasta ahora, era mucho el misterio sobre la vida de Naruto, partiendo por el hecho de que la información sobre su clan era muy escasa, casi como si se tratara de ocultar que alguna vez existieron.

Y aún más teniendo en cuenta de que, por como se arrancó el nombre de la segunda mujer Uzumaki que habitó la villa, en el único registro que se tiene de ellos, era más que raro.

Pero ya tenía de donde partir... pero lo continuaría después de comenzados los exámenes chunin.

Era una gran prueba y debía prepararse lo mejor podía.

Sin más, y habiendo dejado todo en la librería, la rubia se dirigió a casa.

Naruto Uzumaki...– pensó, sonriendo.



















































Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top