Capítulo 22: Lazos
-Buenas noticias a todos- se escuchó a Pakkun.
Aquello había captado la atención de todos, y hablando, la voz de la pelirosa se escuchó.
-¿Qué sucede?- preguntó.
-Shikamaru logró quitarnos a esos tipos de encima, ya no percibo sus olores- comentó.
Mirando a Ino, esta de igual forma miró al rubio, compartiendo ambos una sonrisa.
Para la rubia, era claro que Shikamaru cumpliría su misión al pie de la letra, aunque mirando a Sakura, esta última solamente miraba levemente hacía abajo, parecía que el dudar del joven Nara la había hecho sentir mal.
Aunque para Ino, bueno, claramente no podía decirle que estaba bien... no iba a dejar que dudara de Shikamaru, nunca.
Pero no hubo más tiempo para pensar, puesto que diversas explosiones frente a ellos los hicieron detener su avance.
-¿Qué fue eso?- preguntó Sakura.
Y mirando en dirección hacía las explosiones, la voz del can se escuchó.
-Seguramente fueron trampas de alambre, logró oler a Sasuke, pero aún estamos un poco lejos... y al parecer no se lo están poniendo fácil- dijo.
-¿Y lo puedes olfatear? ¿creen que él...- decía, antes de ser interrumpida.
-Vamos, Sakura-chan, no te preocupes por él, es Sasuke, estoy seguro de que se necesita más que unos simples alambres com bombas para acabar con él- dijo el rubio.
-Naruto tiene razón, debemos enfocarnos en reagruparnos con él en lugar de pensar cosas- mencionó Ino.
Con ello, los trees solamente asintieron en respuesta a lo que dijo la rubia, poniéndose de nueva cuenta en camino.
...
Algunos minutos después...
Al observar a Pakkun olfatear de nueva cuenta, la voz del Uzumaki se escuchó.
-¿Qué pasa? ¿qué lograste oler?- preguntó.
Mirando hacía el frente, el can solamente sonrió, y tras unos metros más adelante, junto a los tres, se detuvo.
-No me había percatado hasta este preciso momento pero, Sakura... ¿sabías que usamos el mismo shampoo? rocío de menta del bosque, sí, y con extra cuerpo también- dijo.
Con rostros de inmensa incredulidad, tanto Ino como Naruto miraron a Pakkun.
-Amigo ¿solamente para eso hiciste que nos detuvieramos?- preguntaba el rubio.
-Aunque, Sakura, sinceramente me pregunto el por qué mi pelo luce más brillante que el tuyo- mencionó el can.
Mirando a aquel saco de pulgas, una ceja se alzó en el rostro de Ino.
-Este perro definitivamente tiene problemas- pensaba, aunque al mirar a Sakura, una ligera risa se logró escapar de su boca.
Si lo pensaba bien, tanto ella como Pakkun compartían el mismo aroma de shampoo, eso quería decir que Sakura olía a perro.
-¡Hey, no es momento para hablar de shampoos!- se escuchó al Uzumaki.
-Oh, lo siento pero es que lo noté tan rápidamente que quise hacer una observación, es todo- comentó Pakkun.
Aunque al mirar a la pelirosa, esta solamente agachó su mirada, y mientras se alejaba de ellos balbuceando un poco, el rubio miró nuevamente al can.
-¡Amigo, mira lo que hiciste!- decía, mientras seguía a la pelirosa. -¡Sakura-chan, regresa!- decía.
Tras ello, Pakkun solamente observó a la rubia reírse de toda aquella situación, era un momento algo tranquilizante para todo lo que estaba sucediendo, y de cierta forma, le agradecía eso al perro.
-Vamos, rubiecita, hay que avisarles que Sasuke se ha puesto en marcha nuevamente- dijo el can.
Asintiendo, tanto Ino como él siguieron el camino que había por delante.
...
-¡Oye, esto ya me comenzó a hartar! ¡¿estamos cerca o todavía no?!- se escuchó de nueva cuenta la voz del rubio.
Y olfateando el area...
-Al parecer tus gritos siempre llegan en el momento justo, pero ya lo encontramos... aunque no está solo, huelo a otros con él, logró alcanzar a su objetivo- dijo Pakkun.
-¿Se siguen moviendo o han decidido detenerse?- preguntó Ino.
Mirándola, el can habló.
-Se han detenido, parece que va a comenzar un combate entre ellos- dijo.
Aquello solamente hizo que los ojos de la pelirosa se abrieran un poco en señal de alerta.
-Esperen-
La voz de Pakkun hizo girar a los tres, y observandolo, Ino habló.
-¿Qué ocurre?- preguntó.
Y olfateando lo más que podía, un rostro algo confundido se logró marcar en el rostro del can.
-Además de Sasuke y esos que están con él, también hay demasiados olores concentrados en un solo punto- decía.
-¿Y quienes son? ¿amigos o enemigos?- preguntó Sakura.
-No lo sé, pero desprenden un olor distinto... un olor que no es humano- dijo.
Eso solamente hizo tragar saliva a los tres, y mirando hacía el frente, los pensamientos del Uzumaki comenzaron a maquinar.
-Esto cada vez más no me gusta- pensó.
-¡Hay que darnos prisa!- se escuchó a Pakkun de nueva cuenta.
...
-¡No creo que haya sido buena idea desviarnos solamente para evitar a dos idiotas!- mencionaba el Uzumaki.
-¡No nos conviene meternos en asuntos que nos van a retrasar!- respondió Sakura.
Asintiendo, la voz de Pakkun se escuchó.
-Ella tiene razón, niño, nuestra misión es ayudar a Sasuke y reagruparnos, no meternos en fuego cruzado, eso solamente ocasionará algún tipo de accidente- dijo.
Aquellas palabras solamente hicieron bufar ligeramente al rubio quien, mirando hacía el frente, suspiró.
Y observandolo, Ino solamente se sintió un poco mal por él, se notaba que, de cierta forma, Naruto le tenía una especie de aprecio a Sasuke. Quería pensar que era normal, puesto que ambos son miembros del mismo equipo, pero al mismo tiempo le parecía raro, es decir, no parecían ser los grandes amigos si se lo preguntaban a ella.
Aunque estando a punto de hablar... todos se percataron del ligero tambaleo que la joven Yamanaka había sufrido, provocando así que todos se detuvieran.
Y yendo rápidamente en su ayuda, Sakura la sostuvo.
-¿Qué sucede? ¿te encuentras bien, Ino?- preguntó.
Pero ante esa pregunta, la joven rubia solamente se mantuvo en silencio, además de que todos pudieron observar como sus ojos se abrían en una sorpresa mayúscula.
-¿Ino, qué sucede?- mencionó el Uzumaki, acercándose también a ella.
Observandolo, la rubia habló.
-No soy una sensor de gran nivel todavía... pero sentí, muy fugazmente, un chakra gigantesco- comentó.
Tras ello, Pakkun se dedicó a olfatear en dirección hacía donde se encontraba Sasuke.
-No logro oler a más personas, solamente a Sasuke y las otras dos que iba persiguiendo desde hace un rato- dijo.
Negando con su cabeza, Ino lo miró.
-Es porque el chakra viene de una sola persona... es un chakra que nunca había logrado sentir antes- decía, mientras con ayuda de Sakura y Naruto, la rubia se ponía de pie. -Debemos tener cuidado- dijo.
Ante ello, el resto solamente asintió, continuando así el camino para encontrarse con el Uchiha.
...
En los inmensos bosques del país del fuego, un cuerpo se podía observar encima de uno de los tantos árboles que rodeaban aquella área... parecía ser que el combate entre Gaara y Sasuke no se estaba poniendo a favor del Uchiha.
-Tuve que recurrir a la marca de maldición... maldición- pensó Sasuke.
Aunque su voluntad quería mover cada parte de su cuerpo, la verdad era que no podía hacerlo, aún escuchando el inmenso peligro que yacía tras de él con un Gaara suelto en su locura... quien cargo en contra del Uchiha.
-¡Muevete, Sasuke, muevete de una maldita vez!- se decía a si mismo el Uchiha.
Y aunque trató con todas sus fuerzas de al menos moverse lo suficiente para escapar del peligro, no hubo respuesta por parte de su cuerpo... pero con ello, el ataque de Gaara fue repelido con enorme precisión y rapidez por parte de un rostro conocido.
El escuadron que había formado Kakashi de manera rápida por fin había llegado.
-Parece que llegamos en el momento justo, niño- se escuchó a Pakkun.
Y mientras tanto Ino como Sakura intentaban ayudar al Uchiha, la voz de la pelirosa se escuchó.
-¿Estás bien? ¿te hirió?- preguntó.
Con dificultad, Sasuke la miró.
-No... solo que no puedo mover mi cuerpo- dijo.
Al mirar al Uchiha, la pelirosa solamente se podía preocupar más y más, no por el hecho de verlo teniendo problemas para moverse, sino, también, por el hecho de observar como su marca se había expandido nuevamente.
-Eh... ¿chicos?- se escuchó la voz del Uzumaki.
Observando a Naruto, la rubia miró a la persona que se encontraba frente a él.
-Así que es él... de ese tipo viene el chakra gigantesco- pensaba Ino.
Mirando la reacción de la rubia, Sakura estuvo a punto de hablar, solo para ser interrumpida por la voz del Uchiha.
-Na-Naruto... ¡¿qué haces aquí?!- se escuchó.
Al darle un vistazo por encima de su hombro, el rubio habló.
-Responderé a eso cuando sepa quién es ese chico- mencionó.
Observandose mutuamente, tanto Pakkun como Ino asintieron ligeramente.
-Ese chico... es Gaara- mencionó el can, quien después miró a ambas chicas. -Debo admitirles que a mí no me gusta pelear- dijo.
Y con un rostro de incredulidad, ambas lo miraron. Eso era obvio en sí, es decir, no podía hacer mucho si su tamaño era demasiado pequeño, además de andar en cuatro patas.
-Sakura, debemos tomar a Sasuke y salir de aquí tan rápido como podamos, la mirada de ese tipo... su chakra, son aterradores- mencionó Ino. -¿Aún no te puedes mover?- le preguntó al Uchiha.
Negando con su cabeza, este último simplemente trató de levantarse, fallando en el intento...
-¡Llevense a Sasuke de aquí, corran!- se escuchó la voz del Uzumaki.
Aunque en un par de segundos, ambas chicas miraron hacía el frente, solo para observar a Gaara cargando en contra de todos ellos
-¡Ahora es momento de que mueras, Sasuke Uchiha!-
De imprevisto, la rubia y Pakkun observaron la silueta de Sakura postrarse frente a ellos, mientras sostenía un kunai.
-¡Maldita sea, Sakura!- se escuchó la voz del rubio.
En un instante, los presentes observaron a Gaara tomar a Sakura, hasta estrellarla contra el tronco de un árbol que había cercano a ellos.
Y reaccionando gracias a Pakkun, la joven Yamanaka logró tomar a Sasuke, apartandolo de ahí, siendo seguidos por el Uzumaki.
-Esto no es bueno, para nada bueno- mencionó el rubio.
Tras levantarse, y sin perder de vista al joven de la arena, Naruto simplemente observó, además de colocarse frente a Ino y Sasuke, protegiéndolos... era una situación nada favorable para ellos.
Aunque la voz de Gaara, de nueva cuenta, lo sacó de sus pensamientos.
-¡¿Y bien?! ¡¿no estaban a punto de huir de mí?!- se escuchó, aunque sin recibir respuesta del rubio, habló nuevamente. -Esa gente, ¿qué significan para ti?- decía.
Con algo de enojo en su voz, el joven Uzumaki lo miró.
-Esta gente son personas importantes para mí, los aprecio mucho... ¡y si te atreves a tratar de tocarlos nuevamente, te voy a hacer pedazos!- se escuchó.
Con una sonrisa macabra en sus labios, Gaara simplemente apretó aún más a la pelirosa en contra del árbol donde se encontraba, algo que, definitivamente, logró asustar tanto a Naruto como Ino.
Aunque esta última, al mirar al rubio, podía ver su duda, y si era sincera con ella misma, incluso podía observar un ligero temor en él.
-Naruto...- decía Ino.
Observandola por encima de su hombro, el Uzumaki habló.
-¿Qué sucede?- preguntó.
Sonriendo, la joven Yamanaka se levantó de donde estaba, dejando al Uchiha un poco desconcertado.
-Llevate a Sasuke tan lejos como puedas, sé que en algún punto estarán a salvo- decía.
Con ello, ahora toda la mirada del Uzumaki le pertenecía a ella, y tras observarla, Naruto miró aquella sonrisa...
-Sé que no aceptarías tan fácilmente, pero esa fue la razón del por qué Shikamaru nos dejo continuar... tú eres el único que puede proteger a Sasuke, esa es nuestra misión- dijo.
Para el Uzumaki, todas esas palabras habían dejado algo totalmente claro en su mente.
Quizás él no era el shinobi con más habilidades que podría haber, pero su misión era protegerlos.
Era proteger a sus amigos... era protegerla a ella.
Sonriendo, Naruto simplemente devolvió su mirada hacía el frente.
-No te preocupes por eso... tú encárgate de ayudar a Sasuke, yo le patearé el trasero a este tipo- dijo.
Aunque una risa por parte de Gaara se escuchó.
-Después de que acabe contigo aquí, y después de que acabe con esta chica que aparecías... iré tras ellos y los mataré, los mataré a todos- se escuchó.
Aquellas palabras solamente lograron inspirar aún más al Uzumaki quien, apretando sus puños, se lanzó hasta el joven de la arena.
-¡Veamos quien queda en pie al final!-
...
Tras haberlo alejado un poco del combate entre Naruto y Gaara, Ino revisó un poco a Sasuke, aún seguía sin entender esa marca que tenía en uno de sus hombros, pero al juzgar por la reacción del Uchiha, parecía ser que provocaba mucho dolor.
-Ll-llevame con Naruto, va a necesitar de mi ayuda- se escuchó a Sasuke.
Negando con su cabeza, la rubia habló.
-Él se encargará de esto, tú tienes que reponerte, solamente serás una carga en tu estado actual- dijo.
Aquellas palabras hicieron que los ojos de Sasuke se abrieran en sorpresa.
Ahora lo veía... él se había convertido en una carga.
-¡Solo llevame con él!- mencionó nuevamente.
Esa insistencia había colmado la paciencia de la rubia. Había sido un día fatal, su aldea estaba siendo invadida, Shikamaru se había quedado atrás para salvarles el trasero, además de que su amiga y rival estaba presa por un tipo sanguinario, y por si fuera poco, el chico que le gustaba estaba arriesgando su vida para tratar se salvarlos a todos.
-¡Escucha, sé que te sientes frustrado por no poder ayudar, pero entiende que no serás de ayuda alguna si apenas y te mueves!- decía. -¡Naruto se encargará de ello, él se ha vuelto muy fuerte, así que si quieres ser de ayuda, mantén tu trasero a salvo hasta que te recuperes!- dijo.
Eso solo había dejado sin palabra alguna a Sasuke, quien después de mirarla, agachó su cabeza.
Era verdad, se sentía frustrado... ¿pero Naruto verdaderamente se había vuelto mucho más fuerte?
Tras mirar nuevamente a Ino, el Uchiha se pudo dar cuenta de que la rubia observaba con sumo detenimiento la pelea que se estaba llevando a cabo, notaba el rostro de preocupación en ella.
Y observando por su cuenta, Sasuke solamente apretó ligeramente sus puños.
Para Ino, mirar a Naruto siendo impactado por proyectiles de arena por parte de Gaara solamente hacía que su sangre comenzara a hervir por el enojo... pero al mismo tiempo sabía que, por más que intentase ayudar al rubio, solamente terminaría estorbando, o peor, terminaría muerta.
-Vamos, tú puedes...- decía, casi como en un susurro.
...
Tras algunos minutos, debía admitir que nunca hubiese imaginado que Naruto utilizara tan bien sus clones, lo había visto en acción contra Neji, pero esto era ya algo más avanzado...
-¡Mil años de muerte!-
Observando en donde había clavado el kunai, un ligero sonrojo apareció en el rostro de la joven Yamanaka... pero tras unos segundos, una explosión se hizo presente.
-Debo admitir que fue un movimiento improvisado... pero efectivo- pensó.
Aunque la voz de Sasuke la sacó de sus pensamientos.
-Tanto esfuerzo... y solamente logró conseguir acertarle una explosión- dijo.
Con un rostro de incredulidad, la rubia miró al Uchiha.
-Bueno, es algo considerando que el tipo tiene una especie de armadura con él- dijo.
Pero al mirar de nueva cuenta a Sasuke, este se puso de pie.
-Naruto- decía, captando por completo la atención del rubio. -Sakura se encuentra en peligro, debes salvarla como si fuera tu único objetivo en la vida... cuando la tengas, tienes que cargarla y salir de aquí lo más rápido que puedan- dijo.
Eso definitivamente había sorprendido a Ino quien, mirándolo, no veía al chico engreído y soberbio de quien se había obsesionado en un inicio, veía a otra persona muy, muy distinta.
-Yo lo puedo mantener aquí durante más tiempo, el suficiente para que se alejen tanto como puedan- dijo el Uchiha. -Y si me muero aquí... bueno, significará que hasta aquí podía llegar- mencionó.
El Uzumaki solamente podía observar la determinación de Sasuke, nunca lo había visto de esa manera, y mientras el Uchiha se acercaba hasta él, su voz resonó una vez más.
-Una vez perdí todo, no pude hacer nada para evitarlo, no puedo dejar que eso ocurra de nuevo- decía. -Ver a mis camaradas cayendo frente a mí, de nuevo... prefiero morirme dándoles una oportunidad para huir, antes que volver a repetir eso- dijo.
Aquellas palabras habían dejado sin habla al rubio quien observando a Sasuke, solamente podía quedar en total asombro.
Él estaba dispuesto a sacrificarse, aún en el estado en que se encontraba, para que ellos pudieran vivir otro día más... y mirando hacía la rubia, Naruto lo entendió.
Apretando sus puños, el rubio se puso de pie, estando a la par del Uchiha, quien solo lo miró.
-Ahora lo entiendo todo- mencionó. -Gaara no es distinto a mí, ha estado viviendo con tanta soledad y tristeza... pero a diferencia de él, yo tuve que enfrentar la mía, aunque a diferencia mía, él siempre peleó por si mismo, sin confiar en nadie- comentaba, mientras la mirada de Sasuke se centraba en él. -No negaré que tiene una fuerza envidiable, y debí haberlo sabido desde el inicio porque ahora sé lo que es la fortaleza real, ya que si solo eres capaz de luchar por ti mismo, nunca llegarás a ser fuerte, no importa lo que hagas, así que hoy no te vas a quedar atrás, Sasuke, ninguno de nosotros lo hará, y te juro...- decía, mientras juntaba ambas palmas, logrando hacer un sello para liberar más chakra. -Te juro que sacaremos a Sakura-chan de esto- dijo.
Tras ello, los presentes lograron escuchar y observar al Uzumaki gritar, mientras una enorme ráfaga de chakra era liberada desde su cuerpo.
-Sin importar lo que pase y para protegerlos a todos... debo ganar- pensó el rubio.
Con ello, cientos de clones hicieron presencia alrededor de todos ellos.
-Ta-tal cantidad de clones... es increíble- pensó la rubia, atónita por lo que sus ojos observaban.
Con Sasuke, el asombro era el mismo.
-¿Co-cómo es que lograste hacer eso?- preguntó.
Aunque sin perder de vista a Gaara, la voz del rubio se escuchó.
-Sasuke, regresa junto a Ino, debes descansar, te lo meres... déjamelo a mí- dijo.
...
Y con el transcurso de los minutos, la verdad era que el rubio había logrado un gran avance con sus clones de sombra, había logrado acertar varios golpes con cientos de clones, además de que estuvo a punto de acertar, también, demasiadas patadas... pero, de pronto, la transformación de Gaara se había completado por completo.
Observando lo que había aparecido en el campo de batalla, el cuerpo de Ino comenzó a temblar.
-Todo este chakra...- pensó.
Aunque su cuerpo se quedó aún más paralizado cuando observó a Naruto siendo atrapado en arena, la cual iba cubriendo su cuerpo de manera progresiva.
-¡No! ¡tienes que ayudarlo, maldita sea, muévete, no seas una cobarde... muevete!-
Con aquel pensamiento, y aún con el miedo de todo lo que estaba sucediendo, Ino logró mantenerse de pie, al observarlo, el rubio se encontraba totalmente cubierto por la arena...
-¡Jutsu de invocación!- se escuchó.
Tras ello, otra inmensa silueta apareció en todo el campo de batalla, dejando a Ino totalmente sorprendida.
-Pues si que tiene cartas bajo la manga... todo ese entrenamiento con Jiraiya-sensei si que dió su resultado- pensó, mientras una sonrisa se marcaba en su rostro.
...
El combate se había vuelto algo de proporciones nunca antes vista para los que estaban ahí.
Tanto Ino como Sasuke solamente miraban con gran asombro el colosal combate que se había estado llevando a cabo, y es que tras varios minutos de ello, en donde el sapo gigante que el rubio había invocado, y el mapache de arena que estaba controlando a Gaara, no se podía ver la ventaja en alguno, la transformación en el kyubi por parte del sapo fue algo que sorprendió aún más a todos.
Era una medida algo inteligente si se pensaba bien... pero de igual forma no serviría de mucho. El jutsu que estaba ejecutando el joven de la arena debía ser cortado de raíz, y solamente había una forma de hacerlo.
Así que observando al Uzumaki tratar, con todas sus fuerzas además, de llegar hasta Gaara, y después de ser apresado por la arena de su alrededor, un potente golpe con su cabeza fue suficiente para terminar de romper la conexión de Gaara.
...
Tras llegar hasta donde ambos habían caído, la rubia pudo observar a Naruto en el suelo, boca abajo. Parecía que se había desmayado, y acompañada por Sasuke, ambos se apresuraron a observar cómo se encontraba.
Volteando al Uzumaki de manera gentil, la joven Yamanaka suspiró de alivio al notar como el pecho de Naruto subía y bajaba, estaba respirando, lo cual era una noticia excelente... aunque tras unos segundos, aquellos ojos azules lograron abrirse por unos instantes, y conectando con la mirada de la rubia, los ojos de esta se cristalizaron, mientras una sonrisa aún más amplía se marcaba en ella.
-¿To-todos están bien?- preguntó el Uzumaki, con un poco de dificultad.
Asintiendo, Ino habló.
-Sí, todos estamos bien, lograste salvar a Sakura... todo está bien ahora- dijo.
Aquellas palabras lograron aligerar el semblante del Uzumaki quien, sonriendo, habló.
-Me alegro que sea así- dijo.
Con ello, Ino solamente lo acercó a ella, abrazándolo.
-Lo hiciste excelente- dijo, susurrando.
Mirando eso, Sasuke no lograba comprender desde cuando esos dos se habían vuelto tan cercanos, era raro en sí... pero levantando su mirada, el Uchiha pudo observar a Gaara, quien logró moverse ligeramente. Aún seguía vivo.
Sacando un kunai de su bolsa de equipamiento, se acercó de manera tranquila hasta el joven de la arena... hasta que una voz a su espalda lo hizo detenerse.
-N-no le hagas daño, Sasuke... por favor- se escuchó, haciendo que el Uchiha girase, observando al rubio.
-¿Qué quieres decir con eso? él fue parte de toda la invasión que sufrió Konoha, dejarlo ir sería un error- dijo.
Aunque mientras esos dos comentaban sobre lo que había que hacer con Gaara, este miraba la manera en como Ino sostenía en sus brazos a Naruto. Una manera tan... gentil, tan delicada de sostener a alguien. Y más aún la sonrisa de alivio que se lograba observar en ella.
¿Acaso él sería capaz de experimentar algo como eso en su vida?
¿Acaso él podría abrirse de esa manera ante otra persona?
Todo aquel poder, toda aquella determinación que Naruto había adquirido a lo largo de su combate se debió a aquellos lazos que juró proteger, a aquellas personas que nunca dejaría que lastimaran.
-Tú... ¿qu-qué es para ti ese chico?-
La voz de Gaara hizo que los tres lo observaran, pero al conectar ambas miradas, la rubia sabía para quién iba la pregunta.
-Él es una persona especial para mí, muy especial... además de que es el chico que me gusta- dijo, mirándolo.
Aún estando apaleado y prácticamente sin poder moverse, esas palabras vaya que habían dejado un ligero sonrojo en las mejillas del Uzumaki.
Pero aquellas palabras habían dejado sorprendido a Gaara. Él sabía que Naruto tenía un poder similar escondido dentro de él, se notaba. Y el hecho de que alguien parecido a él, a Gaara, haya conseguido tener el aprecio de varias personas solamente significaba una cosa... una cosa que podía cambiar su pensamiento de cara al futuro.
Él podía llegar a tener lo mismo.
Con ello, la llegada de Temari y Kankuro al lugar fue una gran oportunidad para privar al Uchiha de hacerle daño al joven de la arena, y mientras sus hermanos lo ayudaban a ponerse de pie, el pelirrojo miró, una vez más, al Uzumaki, mientras una ligera sonrisa se marcaba en sus labios.
Tras eso, los tres de la arena partieron de ahí, mientras eran seguidos por la mirada del Uchiha.
-Los dejamos ir... maldición- se escuchó.
-Él ya no te está escuchando- dijo la rubia.
Girando, Sasuke pudo observar al rubio, se había desmayado nuevamente debido al desgaste físico y de su chakra en los brazos de Ino.
Y suspirando, el Uchiha habló.
-Parece que todo terminó-
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top