Capítulo 20: ¡El destino se pone a prueba!

Tras haber animado al rubio para hacerlo bajar de donde lo encontró, ambos caminaban por las calles de la aldea, pero al observar de nueva cuenta a Naruto, este aún tenía la mirada un poco perdida.

Era normal, puesto que el día de mañana eran las finales, ella también estaría lo bastante nerviosa o ansiosa por ello si hubiese pasado su combate.

Sin más, y abalanzandose ligeramente para chocar hombro con hombro, Ino sonrió, ganándose una mirada por parte del rubio.

–Vamos, anímate un poco... sé que las finales son motivo más que justo y suficiente para estar distante, pero sé que todo irá bien– comentó.

Sonriendo ligeramente, el joven Uzumaki agachó su mirada.

–No es que este tan nervioso como tal, pero es Neji mi oponente... he estado pensando en alguna forma de contrarrestar su byakugan, pero pienso que se me da mejor hacerlo sobre la marcha– dijo.

Pensando, la rubia habló.

–Tampoco es como si hubiese mostrado mucho de sus habilidades cuando luchó contra Hinata– decía. –Claro que mostró su taijutsu especial, pero pienso que lo hizo más para lastimarla... debe tener alguna carta bajo la manga– comentó.

Suspirando, Naruto habló.

–Eso puede ser verdad– mencionó.

Y mirandolo con su vista periférica, la joven Yamanaka sonrió.

–Aunque estoy segura de que el entrenamiento con Jiraiya-sensei te ha resultado, lo presiento– decía, para después mirarlo. –Neji podrá ser un prodigio, pero pienso que su desventaja es hablar mucho ya que generalmente esa clase de personas nunca esperan que tú estés uno o dos pasos por delante de ellos, podrías usar eso a tu favor– dijo.

Aquellas palabras hicieron que, de manera inmediata, la cabeza del Uzumaki se levantara con una sonrisa.

–¡Eso es una gran idea!– dijo.

Con orgullo reflejado en ella, Ino solamente sonrió.

–De nada, sabes que mis consultas son gratis para tí– dijo.

Pero después de escuchar aquellas palabras, el ánimo del rubio se transformó en un rostro ruborizado, y notando lo que había dicho, el rostro de Ino, de igual manera, se cubrió ligeramente de un color rojizo.

Con ello, un silencio invadió el espacio entre ambos, pero era un silencio cómodo en sí. Y mirando hacía lados opuestos, una sonrisa se marcó en ambos rostros.

Para Ino, bueno, esperaba que Naruto quisiera más consultas.

¿Y para Naruto? definitivamente necesitaría de ellas.

...

–¡Creeme, para mí el problema radica en el dinero! ¡ese niño come igual que su padre!– decía Chōza.

–Al menos no tienes que lidiar con una hija, diablos, es que ni siquiera la entiendo la mayoría de las veces– decía Inoichi. –Y para hacer las cosas peor, ahora pasa más tiempo con ese chico Naruto– dijo.

–¡Ah! el romance juvenil... yo creo que es algo normal ¿no crees, Shikaku?– preguntó Chōza.

–Yo pienso que ambos se quejan mucho... aunque bueno, ser padre a veces es bastante problemático– comentó el mayor de los Nara.

–Claro, es fácil para ti decir eso porque tienes un hijo el cual es casi idéntico a ti y no tienes que lidiar con el hecho de no dejar que cualquier tarado quiera enredar a tu hija en sus juegos mentales– mencionó Inoichi.

Ojeando el menú, la voz del mayor de los Akimichi se escuchó.

–Mejor hay que dejar las quejas y problemas a un lado y ordenemos más comida– dijo Chōza.

Y tras unos segundos después de ello, un rostro bastante reconocible ingresó en el local de comida.

–Oye, papá, ya es algo tarde ¿no crees que deberíamos irnos?– preguntaba el joven Nara.

–¿Tarde? vamos, Shikamaru, disfruta del festival, diviértete un poco, las finales de los exámenes chunin no son todos los días– dijo su padre.

–Viejo, tú lo dices porque estás comenzando a perder el juicio, pero una vez que mamá te vea así, creeme que no acabará bien– dijo.

Y aunque estuvo a punto de dar otro sorbo a su bebida, el mayor de los Nara se detuvo en seco. La estrategia había funcionado.

–E-eh, creo que deberíamos esperar por la comida y después retirarnos ¿no crees, Shikamaru?– preguntó Shikaku.

Con un rostro de incredulidad, el joven Nara simplemente asintió.

Y pensar que el miedo a mamá siempre funciona– pensó.

Aunque la voz de Inoichi lo sacó de sus pensamientos.

–Oye, Shikamaru, mi esposa me comentó que Ino y tú estuvieron en el hospital visitando a alguien ¿acaso Ino ya se fue a casa? no viene contigo– preguntaba.

Ahora se encontraba en un dilema ¿debía decir que realmente estaba con Naruto o que simplemente se había ido a casa? bueno, problemas de otros.

–Lo último que supe fue que se quedó en el hospital, pero teniendo en cuenta de que la persona que visitó se fue, es probable que la haya ido a buscar– respondió.

Pensando, el mayor de los Yamanaka solamente sostuvo su barbilla.

Según su esposa, Ino había ido a visitar a un amigo muy cercano a ella, pero teniendo en cuenta de que Shikamaru estaba aquí y el hijo de Chōza no...

–Menos mal, me quedo con el alivio de que fue a visitar a Chōji, eso fortalecerá su camaradería– dijo, sonriente.

Con incredulidad, el joven Nara lo miró.

–Señor, fue a visitar a Naruto– dijo.

Tras ello, los tres observaron como Inoichi solamente se quedó quieto, parecía de piedra. Totalmente inmovil.

Parecía ser que al papá de Ino no le agradaba del todo Naruto.

Si que la tendría difícil, o bueno, eso parecía.

...

Por la mañana...

Tras haber dejado su hogar durante las primeras horas del día, la rubia se encontraba en uno de los campos de entrenamiento, y con una hora para que las finales comenzaran, tenía tiempo de sobra para poder llegar.

Había pasado gran parte de la mañana entrenando su lado sensor, anoche lo había puesto a prueba y estaba mejorando en ese sentido, las palabras de Asuma sobre pensar en algo que te relaje realmente fueron un gran consejo.

Lo malo de ello era que estaba ocupado ayudando a Shikamaru con algunas cosas, hoy era el gran día y solamente él había llegado a las finales de todo el equipo, se lo merecía por supuesto, en el pasado siempre quedó más que claro para la rubia que el joven Nara podía ser un flojo, pero tenía, debajo de toda esa capa de perezoso, la capacidad para ser un líder y un gran shinobi.

Tenía un combate complicado, pero Shikamaru no se veía del todo nervioso y esperaba, verdaderamente, que saliera victorioso.

Aunque tras ese último pensamiento, sus ojos se abrieron al recordar a cierta persona que la acompañó por la noche.

Naruto tenía un combate complicado, muy complicado. Pero tenía mucha confianza en él, y esperaba que el fruto de ese entrenamiento con Jiraiya diera resultado.

Naruto... recordando su nombre, su rostro aún se ruborizaba completamente, si podía ser honesta, todo lo que había pasado la noche anterior le había más que encantado. Su confesión, el saber más del rubio, el saber también que él confiaba en ella a tal nivel de contarle algo que solo él y su maestro saben es algo que le encantaba.

Además de que, también, el recuerdo de él despidiéndose de ella en la puerta de su casa también la hacía ruborizarse un poco, más que nada por el "acto" de buena suerte que le dió antes de despedirse de él.

Esperaba que en verdad le sirviera.

Todo marchaba más que excelente entre ambos y esperaba que así siguiera.

Suspirando, la joven Yamanaka se levantó de donde había estado sentada.

–Bueno, es hora– pensó.

Tomando así su camino hasta donde serían las finales. Debía verse con Sakura.

...

–Pensaba que verías a Naruto antes de los combates– mencionó Sakura.

Sonriente, Ino habló.

–Él necesita concentrarse antes de esto, además, estoy segura de que después podremos vernos– dijo.

Debía admitir que hacía tiempo que no veía así de felíz a Ino, había algo distinto en su rostro cuando hablaba de Naruto, era como una especie de brillo que la hacía resaltar, y aunque no se lo confesaría ahí, debía admitir que se alegraba por ella.

–¿Por qué se tardará tanto? mira eso, incluso Shikamaru llegó antes que él– se escuchó a la rubia.

Y mirando a los finalistas, Sakura solamente mostró una ligera mueca en sus labios.

Tampoco ha aparecido Sasuke por ningún lado... ¿en dónde podrá estar?– pensó.

Aunque su pensamiento se vió interrumpido por una singular persona, la cual entró al estadio de una manera algo rápida, parecía haber sido lanzado desde fuera.

–Bueno, siempre encuentra la manera de hacer sus entradas... por lo menos ya llegó– mencionó Ino, suspirando.

...

Mientras el tercero daba el discurso de bienvenida a los presentes que estaban para observar las finales, la mirada de Sakura se veía perdida, triste. Algo que, de manera rápida, Ino notó, hablando.

–Oye, Sakura, sé que estás triste por Sasuke pero Naruto está allá abajo, es tu amigo y compañero de equipo, deberías apoyarlo antes de estar triste por Sasuke ¿no crees?– preguntó.

Y si le preguntaban a la pelirosa, en aquellas palabras pudo notar un poco de impaciencia, además de, también, un poco de enojo. Era normal en sí, además de que Ino tenía bastante razón.

Sin más, y suspirando, Sakura sonrió.

–Tienes razón, hay que apoyar a Naruto en esto... su combate no será fácil– dijo.

Sonriendo, la voz de la rubia también se escuchó.

–Esa es la actitud– decía, para después observar al rubio. –Pateale el trasero, Naruto– pensó.

...

–Daremos inicio al primer encuentro de las finales, Neji Hyuga y Naruto Uzumaki deben quedarse, los demás retirense– se escuchó al censor.

Y así, los demás peleadores se apresuraron hasta una especie de palco especial, el cual se les había otorgado para observar los combates de cerca.

Tras eso, tanto Neji como los presentes en las gradas pudieron observar el puño del Uzumaki levantándose en el aire. Algo que sorprendió a los que habían presenciado las preliminares.

Sonriendo, el joven Hyuga cerró sus ojos, mientras que, tras un par de segundos después, los costados de ellos se llenaran de venas.

Su byakugan había sido activado.

–¿Tienes algunas palabras antes de comenzar?– preguntó Neji.

Con rabia en sus ojos, y mientras su ceño se fruncía, el Uzumaki habló.

–Solo recalcaré lo que pasará... ¡juro que te ganaré!– dijo.

Aquellas palabras no hicieron más que agrandar de manera ligera la sonrisa del joven Hyuga, pero al mirar de nueva cuenta los ojos del Uzumaki...

Su mirada cambió desde la última vez que nos vimos... está llena de confianza, pero de ira y determinación también– pensó, para después, por fin, colocar la típica postura del taijutsu de los Hyuga. –Esto será más interesante de lo que pensé– dijo.

Tras ello, y tras mirar a ambos, la voz del censor se escuchó por toda la arena.

–¡Comiencen!–

Y mientras algunos segundos pasaban en los cuales ambos solamente se miraban, la tensión en el ambiente lograba crecer más y más.

Espero que sepa tomar sus precauciones contra él, no es que desconfíe de la habilidad de Naruto... pero por algo Neji tiene la reputación que tiene– pensó Ino.

Tras aquel fugaz pensamiento, el rubio lanzó de manera rápida tres kunais, los cuales iban directamente hacía Neji quien, con suma facilidad y con una precisión gigantesca, logró detener. Solo para encontrarse con el Uzumaki cargando contra él, esquivando un contundente puñetazo, al igual que una patada.

Ni con toda esa presión que Naruto está dándole se nota bajo estrés... ese chico es realmente fuerte– pensaba Ino.

Aunque lo único que pudieron observar los presentes después de la inmensa presión por parte del Uzumaki gracias a sus ataques fue, de nueva cuenta, la precisión del joven Hyuga, logrando conectar un golpe certero al pecho del rubio, aturdiendolo ligeramente, mientras que, a su vez, Neji empleaba su taijutsu familiar para conectar con uno de los puntos de chakra del Uzumaki.

–¡Naruto, cuidado!– se escuchó desde las gradas a Sakura.

Y aún con un poco de dificultad, el rubio logró esquivar ligeramente el golpe de Neji, alejándose en el momento.

Sonriendo, Neji habló.

–¿Ahora lo comprendes? no tienes oportunidad alguna contra mí– dijo el joven Hyuga.

Recomponiendose y logrando ponerse de pie, el Uzumaki lo miró, para después sonreírle.

–Hablas mucho para solo haberme conectado un golpe, además, esto fue un pequeño calentamiento... solo te estaba probando un poco, es todo– dijo.

Aquella sonrisa y aquellas palabras que escuchó por parte de Naruto solo lograron quitar la sonrisa que se había marcado en el rostro de Neji.

Y observando al rubio hacer un sello con ambas manos, cuatro clones de sombra emergieron en pequeñas nubes de humo.

Clones de sombra, ¡eso es perfecto! y es muy inteligente de su parte... al distribuir su chakra en cuatro clones, el byakugan de Neji no puede identificar cuál es el original, un buen movimiento– pensaba Ino, sonriendo.

...

–Nada mal realmente... pero hay que ver si puedes hacerlo de nuevo– se escuchó al Uzumaki.

Y con ello, los cuatros clones nuevamente cargaron en contra de Neji, mientras dos fueron eliminados con facilidad, sirviendo como distracción para un ataque rápido por la espalda del joven Hyuga... pero siendo repelidos con suma precisión por parte de este último.

N-no tenía ángulo para saber que detrás de él venían dos clones ¿eso quiere decir que el byakugan puede ver en todas las direcciones? maldición... si que es de temer, espero que Naruto se haya dado cuenta de eso– pensó la rubia.

...

–Siempre estás gritando que serás Hokage... ¿en serio piensas que algún día llegarás a serlo? que absurdo– decía Neji, mientras la mirada de rabia en el Uzumaki se intensificaba. –Los límites y capacidades de una persona se pueden ver a simple vista, y para eso no necesitas unos ojos como los míos... así que abre los ojos y mira bien el mundo que te rodea, de todos los shinobis que existen, solamente unos cuantos logran convertirse en kages– comentaba. –Esos shinobis, esas personas, todos ellos nacieron con sus destinos trazados y debían seguirse al pie de la letra, sin chistar, solamente un idiota trataría con toda su fuerza en convertirse en algo que nunca podrá ser... así que dime ¿realmente crees que un día serás Hokage solamente con trabajo arduo? que patético eres– dijo el joven Hyuga.

Tras aquellas palabras, había llegado el punto en el que Naruto incluso temblaba ligeramente por la rabia que se iba acumulando en su interior... aunque calmandose un poco, miró de nueva cuenta a Neji.

–Tú y tu discurso del destino... el estómago se me revuelve de solo escuchar la inmensa cantidad de estupideces que dices– decía, captando la atención del joven Hyuga. –¿Quién te crees que eres para dictar quien puede convertirse en algo y quien no? ¡no tienes ese derecho y nunca lo tendrás!– dijo.

Sonriente, el joven Hyuga miró al rubio.

–Una persona demasiado terca como tú nunca lo podrá ver, porque al final de todo, solo hay un destino que todos compartiremos en el final de la línea... y ese es la muerte– dijo

Controlandose lo más que podía, el Uzumaki solamente cerró sus ojos, para después abrirlos nuevamente, mientras una sonrisa se marcaba en sus labios.

–Sí, muchas personas dicen que soy un terco y que nunca sé cuando darme por vencido... supongo que eso es algo bueno en mí– dijo, mientras formaba un sello con ambas manos. –¡Jutsu clones de sombra!– se escuchó.

...

–Va-vaya ¿quién diría que Naruto podía ser capaz de crear tantos clones?– se escuchó la voz de la pelirosa.

Sonriente, Ino habló.

–Me tiene sorprendida también, sabía que podía crear algunos, pero no tal cantidad... realmente ha mejorado mucho– dijo.

Aunque mirando el panorama, la verdad era que Neji no se veía abrumado, ni siquiera un poco, por la inmensa presión que los clones del rubio estaban tratando de hacer... pero tras unos segundos, todos pudieron observar al joven Hyuga correr en dirección hacía uno de los clones que más alejado se encontraba.

–¡Muevete, Naruto!– se escuchó a Sakura.

De pronto, la voz calmada de Ino la hizo girar en dirección a ella, mirándola confundida.

–Él está bien, lo tiene– dijo.

Algo sorprendida, y a su vez confundida, la pelirosa habló.

–¿Lo tiene? ¿a qué te refieres?– preguntó.

Sonriendo, la voz de Ino se escuchó de nueva cuenta.

–Solamente observa– dijo.

Y así, Sakura guardo más calma, mirando en dirección hacía el combate... solo para observar al clon que había sido golpeado por Neji desaparecer en una explosión de humo, a su vez que dos clones atacaban su espalda.

–¿Cómo lo sabías?– preguntó.

Mirándola, Ino habló.

–La mayor desventaja de Neji durante este combate es una, su arrogancia– decía, sorprendiendo a Sakura. –Naruto está entendiendo eso y puede planificar ataques que puedan sorprenderlo, ya que se enfoca tanto en sermonearlo y confía tanto en su byakugan, que siente que tiene el control todo el tiempo... él piensa que Naruto es un tonto, por ende pensó que ese movimiento de mantenerse detrás de una manera tan obvia es algo que solamente un tonto haría– dijo, sonriente.

Aunque antes de poder articular palabra alguna, la pelirosa se sorprendió aún más cuando observó a Ino levantarse de su asiento.

–¡Eso es, pateale el trasero!– se escuchaba.

Mirandola, aún sorprendida, Sakura sonrió.

Sus sentimientos hacía él son más que sinceros... verdaderamente me alegro por ella– pensó.

Pero observando el rostro de Ino, la pelirosa pudo observar el cambio repentino en su semblante, y observando también hacía el combate, solo pudo mirar la cantidad sorprendente de chakra que Neji había empleado para repeler el ataque del Uzumaki.

–¿Qué diablos hizo?– mencionaba Ino.

Aunque no hubo más tiempo para hablar, puesto que el rubio se lanzó en otro ataque acompañado de sus clones... solamente para ser repelido, de nueva cuenta, por la defensa inquebrantable del joven Hyuga.

–¿Acaso usa su chakra para expulsar cualquier amenaza?– preguntó Sakura.

Mirándola un poco sorprendida, Ino pensó, tenía sentido en realidad.

Un taijutsu que deja inservible tu red de chakra, una visión que abarca incluso hasta detrás de él... carajo– pensó.

Y es que, en verdad, el panorama para el rubio se veía muy en contra. Cualquier estrategia que usara, todo sería visto con antelación por parte de Neji, y si llegase a perderse algo, su defensa sería aún más improbable de pasar.

Así, mirando al Uzumaki, este se puso de pie... aunque tras unos segundos después, la postura de combate por parte Neji cambió.

–¿Qué va a hacer? nunca había visto esa postura antes– comentó Sakura.

Esta vez ninguna palabra podía salir por parte de la rubia... agravándose todavía más cuando observó a Neji cargando en contra del Uzumaki, y tras observar los primeros dos golpes, el ceño de Ino se frunció.

–Está atacando sus puntos de chakra– dijo.

Sorprendida, la pelirosa no podía dejar de observar la precisión con la que Neji hacía ver su taijutsu, la rapidez... y sobretodo, la efectividad. Terminando por lanzar al Uzumaki unos metros por delante de él.

Tras ello, un silencio invadió la arena, mientras que la pelirosa solamente observaba con suma sorpresa en sus ojos, la rubia simplemente apretaba sus puños, observando como en el suelo yacía Naruto.

Por favor... levántate– pensaba.

...

–Tus sesenta y cuatro puntos de chakra fueron neutralizados... tienes incluso suerte de seguir respirando– decía Neji, mirando al Uzumaki en el suelo. –¿Ya lograste abrir los ojos? debe ser frustrante saber que tu tonto sueño no es más que eso, un sueño... como dije, es patético pensar que solamente con trabajo arduo puedes lograrlo– mencionó.

Debo admitirlo... eso me dolió como el infierno– pensaba el Uzumaki.

Levantando ligeramente su cara, pudo observar los pies del joven Hyuga frente a él, aunque con ello, las alucinaciones debido al cansancio y al estrés de haber recibido tal nivel de taijutsu se estaban haciendo presentes.

No puedes descansar aún, todavía no, este tipo debe darse cuenta de lo equivocado que está... ¡recuerda la promesa que le hiciste a Hinata, debes darlo todo para cumplirla!– pensaba.

Aunque, aún con su subconsciente alentandolo a levantarse, el dolor y el cansancio estaban en su punto más alto.

Cre-creo que hasta aquí llegué... maldición– pensó.

Con ello, mientras sus ojos se iban cerrando lentamente, una voz singular proveniente de las gradas lo hizo mirar levemente hacía ellas.

...

–¡Demonios, levántate de una buena vez y pateale el trasero a ese idiota!– se escuchó a Ino.

Las personas a su alrededor, inclusive Sakura, solamente podían mirar con suma sorpresa a la joven Yamanaka. Su rostro era muy distinto... y si la pelirosa era sincera con ella misma, nunca había observado esa mirada en Ino.

Una mirada llena de enojo y preocupación.

–¡Te dí el mejor amuleto de buena suerte!... ¡¿y así lo planeas desperdiciar!?– decía la rubia. –¡Ponte de pie y demuéstrale que está equivocado!– se escuchó.

–¿No crees que su mejor opción es rendirse, Ino?– preguntó Sakura.

Girando para observarla, la rubia habló.

–Esto aún no se acaba– dijo.

...

Observando hacía las gradas, la mirada de Neji solamente delataba algo de gracia después de observar y escuchar lo ocurrido... aunque la voz del Uzumaki a su espalda captó su atención.

–Señor, por favor... no termine el combate, aún no– dijo el rubio.

Mirándolo de pie, los ojos de Neji, al igual que los del censor, solamente se abrieron en sorpresa.

En ese estado debería serle imposible moverse... ¿cómo es posible?– pensaba.

...

En las gradas, Ino solamente suspiró mientras se dejaba caer en su asiento, para después sonreír de una manera ligera.

Y retomando su postura, observó de nueva cuenta el encuentro.

Tú puedes– pensó.

...

–¿Sorprendido?– preguntó el rubio, mientras que los imponentes ojos del joven Hyuga lo observaban. –Ser terco es mi especialidad... después de todo– dijo, jadeando un poco.

–Aún no es tarde para que te rindas, si sigues así, solamente terminaré matandote... no tengo nada personal en contra tuya– dijo Neji.

Riendo ligeramente, el Uzumaki lo miró.

–Que dulce de tu parte la verdad pero... yo si tengo mucho contra ti– dijo.

–¿De qué estás hablando?– preguntó Neji.

–Lo que le hiciste a Hinata, todo eso de la familia principal y secundaria, llamarla fracasada... me enferma, eso es lo que tengo en contra tuya– respondió.

Tras ello, una sola mirada acompañó los ojos de Neji, aunque esta vez era distinto...

...

–Es una lastima que me haya perdido el combate de Shikamaru– mencionó el mayor de los Nara.

Riendo un poco, Chōza lo miro.

–Si hasta anoche apenas y sabías que él estaba entre los finalistas– dijo.

–Es normal, estos días habían sido ocupados debido a las finales, así que se me pasó– respondió.

Aunque al observar a Inoichi, ambos, tanto Shikaku como Chōza solamente se miraron mutuamente, y antes de siquiera mencionar algo, tres shinobis aparecieron frente a ellos.

–¿Shikaku-san? venimos de la sede de las finales, nos ordenaron relevarlos en esta posición– comentaron.

Sonriente, Shikaku se levantó desde donde estaba sentado, y estirándose, habló.

–¿Cómo va el combate de mi hijo, Shikamaru Nara?– preguntó.

Uno de los shinobis que habían llegado a relevarlos lo miró.

–Eh, creo que para su combate aún falta, es el cuarto combate– respondió.

Ante aquella respuesta, Shikaku solamente asintió con su cabeza, y mientras comenzaban el avance hacía su nueva posición, la voz de Inoichi detuvo los pasos de ambos.

Mirando a sus relevos, habló.

–Una pregunta más, el primer combate entre Neji Hyuga y Naruto Uzumaki... ¿cómo está yendo?– preguntó.

Eso no hizo más que sorprender a sus dos compañeros, y mientras uno de los relevos lo miraba, habló.

–Cuando ordenaron que nos trasladaramos hacía aquí, el combate seguía en curso, pero Neji Hyuga llevaba la ventaja, aunque ese chico, Naruto, estaba resistiendo como podía, incluso hizo un par de movimientos que estuvieron a punto de darle cierta ventaja, es probable que en este momento estén por terminar– dijo.

Sin respuesta alguna, Inoichi solamente dió vuelta y continuó su camino, y mientras Chōza y Shikaku se miraban, estos solo asintieron, siguiendo así al mayor de los Yamanaka.

...

–El destino de mi padre quedó marcado desde el día en que nació... así como este encuentro, tu destino fue marcado desde que me eligieron como tu contrincante, y debes entenderlo– decía Neji, ganando la mirada atónita del rubio. –Tu destino es perder contra mí– dijo, sonriendo.

Por parte del Uzumaki, la verdad era que el taijutsu de Neji lo había agotado bastante, pero el hecho de que se pusiera a contarle de su pasado lo había ayudado a recuperar un poco el aliento.

–Mi destino es perder contra tí... ¡pues eso no lo sabremos hasta que no pueda levantarme!– se escuchó a Naruto, aunque por parte de Neji, este solo procedió a acomodar su bandana, cubriendo así la marca maldita que los Hyuga le habían colocado. –Escucha, tu padre murió hace tiempo y sé que te duele, lo puedo entender, pero tu discurso del destino no tiene nada que ver con eso, y aún con ojos que pueden ver demasiado... hay muchas cosas que aún no ves– dijo.

Mirándolo, esta vez se podía mirar un rostro con bastante enojo en Neji, parecía ser que la actitud del Uzumaki había hecho estragos en él.

–¡Tú jamás entenderás!... así que me aseguraré de que no te puedas levantar otra vez– dijo, activando su byakugan.

Y tras ello, el joven Hyuga cargó de nueva cuenta en contra del Uzumaki, conectando su palma con el pecho del rubio, arrojándolo algunos metros frente a él.

–Censor, esto se terminó– decía, para después ocultar su técnica ocular... –Como dije, eres lo que eres, y por más palabras de aliento que te des a ti mismo y que te digan, eso no vas a poder cambiarlo, porque eres un fracasado– dijo el joven Hyuga, dándole la espalda al Uzumaki.

–Aún... aún no me has derrotado– se escuchó a la espalda de Neji.

Y girando para observarlo, pudo observar al rubio ponerse nuevamente en pie.

–Mientras pueda seguir levantándome, no voy a renunciar porque, al final, ese es el camino que elegí seguir, porque... es mi camino ninja– decía.

Al observarlo jadear, el recuerdo de Hinata en las preliminares invadió la mente de Neji, eran las mismas palabras que ella había mencionado.

–Curioso, las mismas palabras de dos personas destinadas a fracasar– dijo.

Aquello solamente había hecho enfadar de gran manera al Uzumaki, quien habló.

–Siempre con tu estupido destino... siempre sufriendo tanto ¿no es así?– mencionó Naruto.

Eliminando por completo su sonrisa, el joven Hyuga volvió a activar su byakugan.

–Solamente eres un idiota imprudente, un necio... ¡no sabes lo que es estar marcado desde tu nacimiento para ser apartado de los demás! ¡una marca la cual nunca vas a poder eliminar!– se escuchó.

Aunque la mirada de Neji se intensificó aún más cuando observó al rubio sonreír.

–Sí... sé lo que es eso, aunque al final ¿que importa?– mencionó, enojando aún más al joven Hyuga. –Tú no eres el único que ha sufrido por aquí... ¿crees que eres el único que tiene problemas? para mí, tu actitud solamente demuestra que eres un llorón egoísta el cual piensa que es el único con el cual la vida ha sido injusta– dijo.

Tras ello, los puños de Neji solamente se apretaron de una manera que incluso él desconocía hasta ese momento, pero con todo ello, solamente guardaba silencio.

–Golpear de esa manera a tu propia sangre, ¿nunca te has puesto a pensar en que, tal vez, Hinata sufre al igual que tú? no fue su culpa que su padre haya nacido antes que el tuyo, como tampoco tú tienes la culpa de eso... en cambio le tienes rencor, la desprecias, a tal punto de estar a punto de asesinarla– decía.

...

Mientras ambos hablaban, la pelirosa notó la tos ligera que el Uzumaki había adquirido conforme los minutos pasaban, con ello, su preocupación también iba en aumento.

Pero al mirar a Ino, esta se veía... tranquila.

–¿No crees que ya ha llegado a un punto en que debería considerar retirarse?– preguntó.

Sonriente, Ino habló, aún sin perder de vista a aquellos dos.

–Aún hay una carta que no ha mostrado, no la he visto en acción, pero según él y su sensei, es poderosa– decía, para después observar a Naruto, quien pareció haberse dado cuenta de algo. –Y al parecer él también la recordó– pensó.

Intrigada, Sakura también miró de vuelta al combate, solo para observar al rubio cerrar sus ojos... parecía estar concentrándose en algo.

–¿Qué está haciendo?– preguntaba la pelirosa.

Y mientras Neji terminaba de hablar con el censor, los presentes pudieron observar al rubio hacer un sello, parecía que estaba tratando de...

–¿Va a liberar chakra? ¿pero cómo?– se escuchó, de nueva cuenta, a Sakura.
...

–¿Por qué te aferras en seguir peleando contra el destino que se te impuso?– decía Neji, sonriendo.

Y mientras el Uzumaki trataba de concentrar más de su chakra, levantó su mirada... una mirada que contenía furia y, sobretodo, determinación.

–Porque me llamaste fracasado... y si Hinata no pudo demostrar lo contrario, yo lo haré en su lugar– dijo.

...

–Creo que provocarlo no es...– decía Sakura, antes de ser interrumpida.

–Él no es el mismo, Sakura, Naruto ha mejorado mucho... así que solo observa– dijo Ino.

Confundida, la pelirosa miró el combate, solo para ser ampliamente sorprendida por una ráfaga de chakra que provenía del Uzumaki. Una que era tan grande, que incluso el polvo cercano a él se levantaba, llegando hasta la grada, donde todos podían sentir y observar qué tanto había avanzado Naruto.

Nunca pensé que fuera un poder tan grande... es sorprendente– pensaba Ino, mientras sus brazos protegían parcialmente su rostro de aquella llamarada de chakra que el Uzumaki estaba desplegando.

Tras unos segundos, la arena quedó en silencio, al igual que Naruto, quien solamente sonrió... y en un movimiento rápido, y tras un parpadeo, el Uzumaki había abandonado el lugar en donde estaba.

Su velocidad había aumentado, mucho más a comparación de cuando comenzó el combate, tanto era así que ni siquiera con el byakugan activado Neji era capaz de ver en donde se encontraba salvo hasta el último segundo.

–¡Eso es! ¡así se hace, Naruto, acaba con él!– se escuchó la voz de la rubia.

Aunque en esta ocasión su apoyo al rubio había pasado desapercibido, todos y cada uno de los presentes, civiles y shinobis, se mantenían atónitos frente al cambio de poder que había adquirido el rubio.

Pero, una vez que el poderoso chakra de Naruto y la rotación de Neji se vieron envueltas, provocando un gran choque entre ambas, un suspiro colectivo se escuchó.

Y fijando su vista para tratar de encontrar al rubio, no pudo encontrarlo hasta que el polvo comenzó a disiparse.

Maldición... ¡¿en dónde estás?!– se preguntaba.

Con ello, sus dudas serían rápidamente contestadas cuando miró el cuerpo del Uzumaki tendido a un costado del censor, parecía inconsciente, además de que no podía ver a Neji por ningún lado... pero su sonrisa fue rápidamente borrada cuando debajo de un pequeño cúmulo de tierra, el joven Hyuga logró salir, herido, pero mantiendose en pie.

Y al mirarlo acercarse al cuerpo del rubio, Ino solo tomó asiento con ligereza.

–¿Co-cómo es posible que haya podido resistir eso?– preguntó.

Aunque, una vez más, no hubo respuesta alguna por parte de Sakura, esta se encontraba igual de sorprendida, ya no solo por el poder que Naruto había desplegado, sino por el hecho de que Neji haya podido soportar un choque ante tal poder...

Pero, al menos cuando casi todos daban por finalizado el combate, un ligero movimiento a los pies del joven Hyuga se escuchó, para solo observar el puño del Uzumaki salir a gran velocidad, conectando un potente gancho en la quijada de Neji, derribandolo.

Levantándose rápidamente de su asiento, la sonrisa en el rostro de Ino había vuelto, esta vez solamente por mirar que Naruto se encontraba bien, pero al escuchar al propio Neji decir que no se podía mover...

–Debí haber sabido que usarías tus clones de sombra, pero me confíe, aún sabiendo que es tu especialidad– mencionó Neji.

Con un poco de sangre saliendo de sus uñas, y mientras jadeaba ligeramente, Naruto lo miró.

–Ese jutsu me costó aprenderlo, tanto que reprobé el examen de graduación tres veces– decía, sorprendiendo al joven Hyuga. –Debiste haber visto mis clones en ese entonces, eran patéticos... pero con esfuerzo lo pude dominar hasta hacerlo mi especialidad– mencionaba. –Así que no me vengas nunca más con esa tontería de que alguien no puede cambiar su destino aún trabajando en ello, claro que se puede...– dijo.

Aunque esta vez, Neji observó a Naruto, quien solamente le sonreía. Pero no era una sonrisa de triunfo, ni tampoco de superioridad como las que él le dió en todo el tiempo que duro su encuentro. Era, más bien, una sonrisa amigable.

Una que no ofrecía rencor alguno.

–Y lamento haberte llamado llorón, me pasé un poco con eso, y tampoco te sientas mal por haber perdido, fue un gran combate y... al menos para mí, haber perdido no te hace un fracasado– dijo, sonriente.

Aquellas palabras solamente hicieron sonreír, también, al joven Hyuga.

–Eh, el ganador es Naruto Uzumaki– se escuchó al censor.

...

–¿Dijo que gano? ¡¿gano!?– mencionó Sakura.

–¡Sí, gano! ¡lo derrotó!– se escuchó a la rubia, abrazando a la pelirosa.

–¡Ino, me la-lástimas!– comentó.

Y con ello, la euforia estalló en las gradas, vitoreando el triunfo que muchos creían imposible.

...

En la arena, el Uzumaki solamente levantó su mirada, mientras recorría con sus ojos cada parte de las gradas, mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

Había ganado, le había ganado a Neji Hyuga.

Y mientras corría y celebraba, el joven rubio se detuvo y miró hacía un sector especial en las gradas... donde alguien se veía igual de contenta que él mientras, también, la observaba con dos pulgares en alto.

Y haciendo el mismo gesto, Naruto también alzó ambos pulgares.

Al final de todo esto iba a agradecerle, al final, su voz lo hizo volver en sí.

Ella era parte de esta victoria.

...

–¿Quién diría que ese chico Naruto le ganaría a Neji Hyuga? sin duda va a tener un gran futuro por delante– se escuchó a una mujer a espaldas de Sakura e Ino.

Suspirando, otra chica respondió.

–Eso ni dudarlo... además de que es guapo ¿no crees?– dijo.

Tras escuchar aquello, la pelirosa solamente miró a Ino, quien se encontraba sonriendo de manera bastante amplia.

–¿Oíste eso? dijo que Naruto es alguien guapo, al parecer estás ganando competencia– dijo.

Girando para observarla, Ino solamente sonrió.

–No me preocupo... sé que no tengo competencia– dijo.

Aquello confundió a la pelirosa, quien estuvo a punto de mencionar algo más, pero observando el ligero sonrojo en la rubia, solamente sonrió.

Aunque por parte de Ino, el recuerdo de la noche anterior había llegado a su mente...

Supongo que por la mañana estarás ocupado, así que te veré cuando vaya a comenzar tu combate– dijo.

Rascando un poco su nuca, el Uzumaki sonrió.

–Será bueno tener a alguien apoyándome desde las gradas, no te voy a mentir– dijo.

Aunque tras recordar el como Naruto trataba de poner su mejor rostro a pesar de estar nervioso por las finales, Ino le sonrió, y acercándose a él...

–Espero que esto te sea de ayuda, porque si ganas, es probable que te vuelva a dar otro– comentó.

Tras ello, la joven rubia besó una de las mejillas del Uzumaki quien, sorprendido a más no poder, se sonrojo.

–Para la buena suerte– dijo Ino, sonriendo, además de estar igual de ruborizada que el rubio. –Pero tienes que irte, mañana es un gran idea y necesitas descansar, y gracias por haberme acompañado a mi casa... nos vemos en las finales– dijo.

Con ello, la joven Yamanaka ingresó a su hogar, dejando inmóvil a Naruto, ruborizado a más no poder, mientras sostenía su mejilla.

Vaya buen gesto de buena suerte le habían otorgado.

Volviendo en sí, Ino solamente miró hacía la arena, y mirando al Uzumaki en el palco de los finalistas, sonrió.

–Bueno, otro amuleto así no le hará daño– pensó.



















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