Capítulo 14: Tranquilidad

Habiendo transcurrido algunas horas desde que la tercera prueba había concluido, todo el equipo diez se encontraba reunido para una comida especial.

En sí, era para celebrar el pase de Shikamaru a la ronda final, puesto que era el único de los tres que lo había conseguido.

-Pero no se desanimen, chicos, verdaderamente estoy orgulloso de su desempeño- decía Asuma.

Suspirando, Ino cruzó sus brazos, bufando un poco.

Una reacción que parecía hacerle gracia a Asuma, quien solamente sonrió.

-Diste lo mejor, Ino, nunca nos habríamos imaginado que Sakura habría avanzado tanto en sus habilidades- decía. -No te desanimes... sé que con el entrenamiento adecuado, te harás todavía más fuerte- dijo

Suspirando, Ino sonrió.

-Lo sé, Asuma-sensei, solo me siento un poco decepcionada de mí misma... es decir, tenía todo para ganar, pero en desgaste de chakra terminamos empatando- dijo.

-Te propongo algo- decía, ganándose la atención de su alumna. -Cuando el entrenamiento con Shikamaru termine ¿qué te parece si te ayudo a entrenar?- dijo

Tras escuchar aquellas palabras, una especie de brillo había invadido el rostro de la joven Yamanaka quien, sonriendo, habló.

-Acepto, Asuma-sensei... verdaderamente tengo ganas de volverme aún más fuerte- respondió.

Y tras chocar ambas miradas, tanto Shikamaru como Chōji la miraron sorprendidos. Mientras que, por parte del Sarutobi, este solamente sonrió.

Si era sincero, esa actitud le agradaba mucho por parte de Ino. Al parecer en algún punto había decidido tomarse esto en serio.

Le enorgullecía también.

Aunque aclarando un poco su garganta, Asuma habló.

-¿Y bien, Shikamaru? aún no nos has dicho quién será tu rival para la prueba final- mencionó.

Y mientras una parte de su mandibula era sostenida por su mano, la cual se encontraba apoyada en la mesa, el joven Nara suspiró.

-Me tocó contra esa chica de la arena, creo que su nombre era Temari o algo por el estilo- respondió.

Eso dejó más que en silencio el lugar, algo que Shikamaru notó.

-¿Qué pasa?- preguntaba.

Y mientras los tres sacudían sus cabezas, la voz de Ino se escuchó.

-Esa chica es despiadada... ¿estás seguro que quieres luchar contra ella? es decir, se nota que ella no se anda con rodeos al momento de combatir- mencionó.

Suspirando, el joven Nara habló.

-No me preocupa ese aspecto de ella, puesto que desde un inicio sospeche que sería así- dijo. -Y si les soy sincero, me da un poco de fastidio pensar en alguna estrategia por ahora... falta mucho para eso- dijo, mientras un bostezo escapaba de su boca.

Con incredulidad, Ino lo miró.

-Pues vaya que si estás tranquilo después haber visto la paliza que le propinó a Tenten- mencionó.

-No es para tanto, es más, pienso que no estaría tranquilo si hubiese tenido la suerte de Naruto- mencionó Shikamaru.

Esas palabras lograron llamar la atención de todos, mientras que la voz de la rubia se escuchó nuevamente.

-¿Por qué lo dices?- preguntó.

Bostezando nuevamente, el joven Nara habló.

-Porque su rival será nada menos que Neji Hyuga- respondió.

Silencio total.

-Rayos... definitivamente no me gustaría ser Naruto- comentó Chōji.

Aunque algo reflexivo, Asuma tocó su barbilla.

-Ese chico, Neji... por poco mata a Hinata, además de que es muy hábil en combate y sabe utilizar su byakugan- decía, para después suspirar. -Será muy complicado para Naruto esta vez- dijo.

-Ni que lo diga, Asuma-sensei, pero supongo que Naruto debe estar emocionado o algo, después de todo prometió que cambiaría el destino de los Hyuga o alguna cosa así- mencionó Shikamaru.

Pero al mirar a Ino, esta se encontraba un poco pensativa, era entendible en sí.

-¿Tú qué piensas, Ino?- preguntó Asuma.

Y mirándolo, sacudió su cabeza, saliendo de su "mini" trance en el que había entrado.

-Pienso que va a ser complicado para Naruto, pero estamos a un mes de los combates... estoy segura de que se volverá más fuerte- comentó, con una sonrisa.

Ante esa respuesta, las miradas de Chōji, Asuma y Shikamaru se cruzaron. Aunque, por parte de Asuma y Shikamaru, una sonrisa apareció en sus labios.

Pensaban lo mismo acerca de Ino en estos momentos.

-Eso es verdad, Naruto se ha vuelto más fuerte... incluso creo que se volverá más fuerte que Sasuke ¿no crees, Ino?- mencionó Asuma.

Sonriendo ligeramente, la voz de la rubia se escuchó.

-Eso lo veo probable- respondió... aunque dándose cuenta de lo que hizo, movió sus manos rápidamente, tratando de escudarse. -Po-porque todos con entrenamiento nos volvemos más fuerte, sí, eso es lo que quise decir- comentó.

Aunque un rostro de incredulidad apareció en los presentes, sobretodo al escuchar la risa nerviosa que provenía de la rubia.

-Bueno, al final, esperemos que a nuestros novatos les vaya bien, incluso tú, Shikamaru, sé que puedes ganar- dijo Asuma.

Provocando así, una sonrisa en el joven Nara.

...

Con el sol poniéndose ya en el horizonte, y mientras la aldea se bañaba de un ligero color naranja, los tres del equipo diez se encontraban caminando por las calles de Konoha.

-No veo la hora de llegar a casa y darme un baño- comentó Ino.

Suspirando, la voz del joven Nara se escuchó.

-Ni que lo digas, y también dormir, hace días que no duermo bien- dijo.

Aunque al observar a Chōji, este solamente se sobaba un poco su estomago, marcando un rostro de total incredulidad en la rubia.

-¿Aún tienes hambre?- preguntó.

Sonriendo, Chōji habló.

-Nos alimentamos de hongos por casi cinco días, a decir verdad, me sorprende que ustedes ya no tengan nada de hambre- dijo

Con una ceja alzada, Ino lo miró.

-Buen punto- respondió.

...

-¡Nos vemos, chicos!- se escuchó a Choji mientras tomaba un rumbo distinto.

Así, tanto Ino como Shikamaru siguieron su camino... hasta que la voz de la rubia se escuchó, nuevamente.

-Shikamaru... he estado pensando en lo que me dijiste, ya sabes, cuando charlamos un poco en aquel río- comentó.

Extrañado, el joven Nara la miró.

-¿A qué viene eso ahora?- preguntó.

Sonriendo, el rostro de la rubia se encontraba observando al frente.

-Creo que desde ese instante he tenido una percepción distinta a lo que quiero y a cómo mi vida irá, no te lo agradecí en su momento pero... bueno, gracias- dijo.

-¿Con eso te refieres a Naruto?- preguntó.

Y así, un sonrojo instantáneo hizo aparición en las mejillas de Ino.

Suspirando, Shikamaru habló.

-¿Al menos sabes, verdaderamente, si te gusta?- preguntó.

Ahí la había tomado con la guardia un poco baja, realmente nunca se había planteado esa pregunta a ella misma, y colocando un par de dedos en su barbilla, habló.

-Me atrae, sí, no pienso que sea súper guapo, pero es agradable y, no sé, supongo que me atrae su manera de interesarse por una de las cosas que me gustan, la jardinería... además de que tiene su lado dulce- respondió.

Con incredulidad, Shikamaru la miró.

-Bueno, no hacía falta una explicación tan larga- pensó, para después suspirar, dejando así aparecer una sonrisa en sus labios. -No soy un experto en el amor o algo así, nunca me he enamorado... pero por lo que he escuchado, solo conócelo más- dijo.

Ante aquellas palabras, el sonrojo de sus mejillas solamente se incrementó.

Si era sincera, nunca, jamás, pero nunca de los nunca, se imagino que estaría hablando de un tema como este, con Shikamaru y, muchísimo menos, que la persona dentro del tema se tratara de Naruto.

Pero, nuevamente, la voz de Shikamaru se escuchó.

-Y trata de negarlo menos con el paso del tiempo- comentó, ganándose una mirada por parte de la rubia.

-¿A qué te refieres?- preguntó.

-Ya sabes, eventualmente las personas se darán cuenta... Naruto se dará cuenta, y si niegas lo que sientes por él, o sentirás por él por algún tipo de vergüenza, es mejor que no hagas nada- respondió.

Eso tampoco se lo había planteado, haciendo que su mirada, nuevamente, se centrara al frente.

¿En verdad era capaz de algo así?

Es decir, no conocía del todo a Naruto, solo algunos aspectos, pero si él sintiera lo mismo, estaba segura que lo menos que haría sería lastimarla.

Con ese último pensamiento, el joven Nara miró una sonrisa en los labios de Ino, para después observarla girando su cabeza, mirándolo.

-Eso no pasará- respondió.

Tras escuchar eso, y tras regresar su vista hacía el frente, Shikamaru sonrió.

Confiaba en esas palabras.

...

Habiendo quedado sola, y si era sincera, extrañaba la vista de la aldea por la noche, y es que después de cinco días en un bosque donde solo miraba árboles gigantes y vegetación por doquier, las luces, las personas y los diversos aromas que se alcanzaban a percibir se extrañaban.

Aunque un par de voces la distrajeron, y mirando a su costado, pudo observar a Naruto junto a... ¿un señor?

Debía admitir que su cabello era genial, aunque no se veía tan cuidado a pesar de tenerlo tan largo. Aunque le parecía algo raro que no llevara la bandana de Konoha en su frente, en cambio, llevaba una distinta, la cual nunca había visto antes.

-¡Hola, Ino!-

Sí, se había dado cuenta de su presenciando.

Y era la primera vez que sentía una sensación rara, no incómoda o molesta, más bien... especial, al observarlo acercarse, y junto a él, aquel señor de cabellera larga.

-Hola, Naruto- respondió Ino.

-¡Mira, te presento a...- decía el rubio, solo para girar y encontrar a absolutamente nadie tras él. -... el sabio pervertido- dijo.

Tras escuchar eso, una leve risa por parte de Ino se escuchó.

-¿Sabio pervertido?- preguntaba.

Rascando su cabeza, el Uzumaki respondió.

-Exacto, sí, porque, bueno, es un sabio y también muy pervertido- respondió. -¿¡Oyo!? ¡Espero me entrene mañana!- decía el rubio.

Con incredulidad, Ino lo miró.

-Estoy bastante segura de que ya no se encuentra cerca de aquí- dijo.

Suspirando, Naruto la miró.

-Espero que me haya escuchado, necesito de su entrenamiento- dijo.

-¿Es para la prueba final?- preguntó.

Asintiendo, el rubio sonrió de manera amplia.

-¡Así es! necesito que él me entrene porque es solo un mes y Kakashi-sensei no quiso entrenarme por... por preferir entrenar a Sasuke- dijo.

Al escuchar eso, los ojos de Ino se abrieron en sorpresa, aunque un sentimiento de enojo despertó un poco en ella.

-Ese señor que venía contigo desapareció en un abrir y cerrar de ojos, no sé que tan fuerte sea, pero por la forma en que hablas de él, estoy segura de que aprenderás algo valioso- comentó.

Pensando en ello, Naruto solamente sonrió.

Esperaba, verdaderamente, que sí. Aunque una duda despertó en su mente.

-¿Aunque qué haces por aquí, Ino? ¿vas para tu casa?- preguntó.

Parpadeando un par de veces, la rubia asintió.

-Sí, así es, pero te vi y tú a mí y me distraje un poco- comentó.

Sonriendo, el Uzumaki la miró.

-Yo también voy hacía mi casa ¿quieres que te acompañe a la tuya?- preguntó.

Y ahí estaba de nuevo esa sensación de... nerviosismo, por decirlo de alguna manera, aunque combinado con una sensación agradable, una sensación cálida. Algo que no sabría explicar.

Sin más, Ino asintió.

-Claro, me encantaría- respondió.

Así, ambos comenzar su camino... pero en uno de los tejados, un hombre se encontraba sonriendo.

-¿Quién diría que Naruto atraería a la hija de uno de los líderes de clan más antigüos de la aldea?- pensó, sonriendo.

Sí, Jiraiya había escuchado y visto todo.

...

-Me enteré que tu combate dentro de un mes será contra Neji- se escuchó a la rubia.

Al escuchar aquello, Naruto la miró fugazmente, para después regresar su mirada al frente.

-¿Es raro, cierto? pedí que me tocara contra él y se me cumplió- dijo.

Eso generó una mirada de total sorpresa por parte de Ino quien, sin dejar de mirarlo, habló.

-¿A qué te refieres con eso?- preguntó.

Sonriendo, el Uzumaki habló.

-Después de la paliza que le dió a Hinata, y después de escuchar todas las estupideces que le dijo sobre el destino, cuando nos estaban asignando nuestros combates, pedí en mi mente que me tocara contra él... solo así puedo demostrarle lo mal que está acerca de todo lo que dijo- comentó.

Esas palabras solo la hicieron sorprenderse más, aunque recordó los comentarios de Shikamaru y Chōji acerca de como no les gustaría ser Naruto, pero él... se veía tan entusiasmado.

-¿Y no estás nervioso o algo? es decir, Neji es, bueno, es muy fuerte- dijo la rubia.

Y tras escuchar el sonido del puño del rubio, chocando contra la palma de su mano, este habló.

-Al contrario, estoy emocionado por todo esto... siempre quise enfrentarme contra los más fuertes, y más aún si tengo la oportunidad de cerrarles la boca- dijo.

Y ahí estaba de nuevo el rubor en ambas de sus mejillas, aunque, esta vez, no trató de ocultarlo en lo absoluto.

-¡Oye! ¿por qué tienes tus mejillas rojas? ¿te sientes mal?- preguntó de repente el Uzumaki.

Riendo ligeramente, la joven Yamanaka solamente lo miró.

-Estoy bien, no te preocupes, no me siento enferma ni nada por el estilo- dijo.

Con incredulidad, el rubio suspiró, para después mirar, a algunos pasos frente a él, la florería de los Yamanaka.

-Ino ¿tú asistiras a las finales?- preguntó el Uzumaki.

Mirándolo, la rubia habló.

-Claro que lo haré, Shikamaru va a combatir y... bueno, tú también tendrás tu combate con Neji- respondió.

Eso, de manera ligera, logró sonrojar a Naruto, puesto que recordó como Ino lo había alentado hace algunas horas atrás mientras peleaba contra Kiba.

Así que, sonriendo, la voz del rubio se escuchó.

-¡Bien! será bueno verte ahí- dijo.

Así, ambos se despidieron, y mientras ella se quedaba en la puerta de su casa, dió un vistazo a la espalda del rubio, quien solo se alejaba cada vez más...

-¡Oye, Naruto!- se escuchó a Ino.

Tras ello, el Uzumaki giró, con un poco de extrañeza en él.

-¿Qué pasa, Ino?- preguntó.

-Yo, bueno... estaba pensando en que mañana podrías ayudarme un poco con la tienda, ya sabes, no estaría mal tener compañía por aquí- dijo.

Y aunque el rubio no lo podía notar por la luz tenue del lugar, el solo pronunciar aquellas palabras habían vuelto a sonrojar, de nueva cuenta, a Ino.

-¡Me encantaría!- respondió. -¿Aunque puede ser después del entrenamiento con el sabio pervertido?- le preguntó.

-Claro, después de tu entrenamiento- dijo la rubia.

-¡Perfecto entonces, te veo mañana!- se escuchó.

Así, de nueva cuenta, el joven Uzumaki retomó su camino a casa, mientras la rubia lo miró partir.

-Pude controlar, por primera vez, mis hombros... que alivio- pensó.

Sin más, y con una sonrisa en su rostro, Ino ingresó a su hogar.

Vaya día había sido.





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