05.- El rescate del Kazekage
Al abrir sus ojos, notando que aún era de noche, Kakashi miró hacía el frente, logrando observar de esa manera a Chiyo, quien se encontraba con su mirada fija en la fogata.
Se le notaba un tanto reflexiva. Pero mientras Kakashi bostezaba de manera ligera, este habló.
-Lamento haberme quedado dormido, pensé que solo sería un momento y me excedí- dijo.
-No te preocupes, noté cuando te quedaste dormido y me quedé haciendo guardia desde entonces- le respondió la abuela, quien después miró al del sharingan.
De esa forma, ambos quedaron momentáneamente en silencio, pero tras unos segundos, la voz de Chiyo nuevamente se escuchó.
-Kakashi, ciertamente tienes unos alumnos muy talentosos, es sorprendente lo que pueden hacer y el potencial que tienen- dijo.
Sonriendo por debajo de su máscara, y con algo de vergüenza, el jōnin habló.
-No, se equivoca- respondió, generando así una mirada algo extrañada en la abuela. -El talento de Sakura y Naruto no ha salido a flote gracias a mí, y pienso, firmemente además, que ellos me llaman "sensei" por respeto solamente, ya que fuí yo el encargado de guiarlos después de que se convirtieron en genins- decía. -Nunca fuí un buen maestro para ellos, y de eso me arrepiento mucho... quizás me tomó mucho aprender a realmente enseñar apropiadamente, pero todo el crédito cae en Tsunade-sama y Jiraiya-sama, ellos dos supieron explotar el potencial de ambos- dijo.
Eso dejó de nueva cuenta sin palabras a Chiyo, más que nada por el hecho de que esos dos nombres, tanto el de Jiraiya como Tsunade, eran muy reconocidos a lo largo de las cinco grandes naciones.
Eran nombres de temer, en sí. Con razón tenían tanto talento.
-¿Y la chica rubia? ¿ella también te llama "sensei" más por respeto que por haberle enseñado algo útil?- preguntó la abuela.
Riendo de manera ligera, Kakashi miró a Ino.
-No, ella no- respondió. -Ella aprendió a controlar su afinidad elemental y algunos jutsus entrenando conmigo, pero aún así no comparto todo el crédito puesto que su sensei de equipo ha sido fundamental para su crecimiento como kunoichi y para su coordinación con sus compañeros- dijo, para después mirar a la anciana.
Y era que, al mirar a Ino, Chiyo pudo recordar aquel momento en el cual había generado un jutsu de agua con tal magnitud, sin ninguna gota alrededor. eso
En el mundo shinobi se sabía que, para hacer una hazaña como esa, se debía tener un talento natural para esa afinidad y, al menos en todos los años de incontables batallas que tenía encima de ella, había sido muy reducido el número de las y los usuarios que habían logrado utilizar el elemento agua con tanto talento.
Ahora entendía del todo el por qué su Hokage había enviado a ese equipo en particular.
...
-¡Ya estamos cerca!-
Mientras todos miraban al frente, pudieron observar lo que parecía ser el final del camino en donde habían estado corriendo, y justo debajo se encontraba un río.
Finalmente habían llegado.
Aunque fue una alegría para el equipo en general, puesto que al observar bien a quienes habían llegado primero, la felicidad se vió reflejada en el Uzumaki.
-¡Chicos, cuanto tiempo sin verlos!- dijo.
Y es que, al notar su presencia, el equipo Guy se sorprendió por igual, ya que verlo tan... distinto a como había abandonado Konoha hace años, bueno, sorprendía ciertamente a cualquiera.
-¿Naruto?- se escuchó decir a los tres miembros del equipo Guy, mientras estos solo obtenían una sonrisa amplia por parte de Naruto.
-Llegaste tarde, Kakashi- mencionaba el cejón, quien parecía sentirse algo orgulloso por haber llegado primero al punto de encuentro.
-Bueno, tuvimos un par de retrasos ayer, lamentamos la demora de un par de minutos- respondió el del sharingan, sereno como siempre.
...
Con ello, después del paso de varios minutos, y tras percatarse de que había dos personas dentro de la cueva gracias al byakugan de Neji, ambos equipos se pusieron en marcha al trazar un pequeño plan para irrumpir dentro y tratar de llevar con éxito la misión.
-¿Cómo está Gaara, Neji?- preguntaba el Uzumaki, preocupado. -¡¿Neji?!- preguntó nuevamente.
Aunque por parte del jóven Hyuga, este no dió respuesta alguna, puesto que fijando su vista en el Kazekage, no podía notar alguna señal activa de chakra.
Pero sin tiempo que perder, el del sharingan subió hasta lo que parecía ser una especie de papel que había justo en la mitad de la entrada, desviando de esa forma la atención que se había brindado al silencio de Neji.
-Al parecer es un jutsu que utiliza un sello de barrera- decía Kakashi, mientras observaba aquel papel que yacía en el centro de la inmensa roca que obstaculizaba la entrada a la cueva.
Observando más a detalle, y después de leer la palabra "prohibido" en el sello, un ligero recuerdo lejano había llegado a alguien en particular. Y era que, como tal, era casi similar a un jutsu había aprendido hace demasiado años.
-Sakura, ¿puedes golpear con toda tu fuerza la roca?- preguntó Chiyo, mirando a la pelirosa, pero captando la atención de todos.
Esta última, confundida, solo asintió en respuesta, y mientras Kakashi se bajaba del lugar donde se encontraba, Sakura se preparó... solo para cargar en contra de la roca, golpeándola con tal fuerza que incluso un ligero temblor se había sentido por la onda de choque.
Aquel ligero experimento había generado una pequeña sonrisa en la abuela.
-Tal y como lo supuse- dijo, ganando así la atención de todos nuevamente. -En Suna tenemos un jutsu similar, este es posible que dependa de otros sellos para poder liberar la barrera y entrar... generalmente deberían estar cerca los unos de los otros- dijo.
Aquello le dió una idea a Kakashi quien, mirando hacía el jóven Hyuga, habló.
-Neji, ¿puedes buscar en los alrededores si hay más sellos?- preguntó.
Y era que, al final, todo tipo de jutsu de barrera requería el chakra activo de la persona que lo empleo, así que para la vista del byakugan debería ser tarea fácil localizar algún objeto que tuviera un poco de chakra.
Y tras algunos cuantos segundos...
-Lostengo-
...
-¿Y bien? ¿para que requiere mi presencia Hokage-sama?-
Girando su cabeza en dirección a la ventana, una sonrisa un tanto tenue se miró reflejada en los labios de Tsunade quien, dejando el papeleo que tenía entre sus manos, habló.
-Deja de hablar tan formal, me da algo de escalofríos cuando haces eso, no va contigo- decía, aún sonriendo. -Pero te mande a buscar porque quiero pedirte un favor, Jiraiya- dijo.
-Bueno, soy todo oídos- respondió el legendario sannin.
Pero con un poco de sorpresa en su rostro, Jiraiya observó a Tsunade levantarse de su asiento, caminando hacía la puerta.
-Vayamos a otro sitio... últimamente y fuera de Shizune y algunos shinobis de mi confianza, no siento que este sea un lugar tan privado para hablar- dijo.
Aquello sorprendió de gran manera al legendario sannin quien, sin más, la siguió.
...
En lo que parecía ser una especie de kiosko a las orillas de un pequeño lago casi a las afueras de la aldea, ambos se habían alejado lo suficiente como para ser espiados o escuchados sin querer.
Ciertamente la vista ahí era pacífica y tranquila.
-No creí que fueras del tipo de persona que se relajaba con un paisaje así- comentó Jiraiya.
Sentándose en uno de los bordes, la quinta miró hacía el pequeño lago que se encontraba ahí.
-Vengo aquí de vez en cuando, sobretodo cuando necesito pensar- respondió. -Todo el tiempo estoy rodeada de personas, de cosas que hacer, de trabajo... nunca viene mal un momento para detenerme un poco, sobretodo cuando el sake no es una opción- dijo.
Y mientras el legendario sannin se apoyaba, de igual forma, en uno de los bordes, habló.
-Si te ayuda un poco, debo decir que haz hecho un excelente trabajo como Hokage- decía, ganando una sonrisa muy pequeña de Tsunade. -Pero vayamos a lo que te está quitando esa paz que ganas aquí, así que dime... ¿de qué se trata?- preguntó.
Mirándolo, la Hokage suspiró.
-Es Danzō- respondió.
Eso había alertado, de cierta forma, a Jiraiya.
-¿Qué fue lo que sucedió?- preguntó nuevamente.
-No ha sucedido nada, no por el momento al menos... es solo una sensación algo extraña que tengo conmigo desde que Naruto llegó- dijo.
Colocando un par de dedos sobre su barbilla, Jiraiya pensó un poco en esas palabras.
-Una sensación extraña, entiendo... pero creo que vas a tener que ser más específica con - dijo.
-Verás, antes de que ustedes partieran de Konoha, me informaste acerca de la pequeña visita que Danzō le había hecho a Ino en su tienda, pero después de eso no hubo más incidentes con él y ella, o bueno, no se le había visto aparecer en público muy seguido, por no decir que era sumamente extraño verlo...- decía. -Salvo hasta que llegaron ustedes nuevamente- dijo.
Al observar la mirada totalmente concentrada de Tsunade, Jiraiya sabía que esto no era algo para tomarse a la ligera, no cuando se trataba de una persona como Danzō.
-Ha estado rondando mucho últimamente desde que ustedes dos llegaron y, no lo sé, que haga eso no me da muy buena espina- continúo explicando la legendaria sannin. -Conociendo un poco como es, tengo la sensación de que su repentino interés en aparecer nuevamente se debe a Naruto, y aunque no estoy muy segura de incluirla a ella, pero presiento que su vista está enfocada en Ino también- dijo.
Suspirando, Jiraiya habló.
-Ese tipo es alguien lleno de misterio, pero si pone en riesgo a mi alumno, creo que voy a tener que intervenir- decía. -Y en cuanto a Ino, cuando me habló sobre su visita en la tienda de su familia, se debió a que descubrió mucho sobre el pasado de Naruto... supongo que lo ve como una posible amenaza a la estabilidad de la aldea el hecho de que ella sepa información valiosa como esa- comentó.
-¿Por el hecho de que otra aldea lo pueda saber? pero a este punto debe dar igual... quiero decir, tarde o temprano se sabrá de donde viene Naruto, quienes fueron sus padres y, por sobretodo, cuál es el poder especial que Naruto posee, especialmente con Akatsuki tras de él- mencionaba la quinta.
-Bueno, no es como que pueda pensar mucho como él o ponerme en sus zapatos, el tipo es un misterio- respondió el legendario sannin.
Eso solo hizo que los puños de la Hokage se apretaran, mirando una vez más hacía el lago.
-Maldita sea la hora en la que Sarutobi-sensei dejo a ese sujeto actuar con total libertad.. maldición- se escuchó.
Con ello, un silencio se hizo presente entre ambos, solo para que, después, Jiraiya se levantará del borde en donde se había sentado, dirigiéndose de esa forma a la salida del kiosko.
-Tú eres la Hokage y no deberías intervenir con basuras de ese estilo, yo trataré de investigar lo que pueda acerca de Danzō y lo que sea que esté tramando- decía, para después girar su cabeza encima de su propio hombro, mirando a Tsunade con una ligera sonrisa. -Cualquier información valiosa que caiga en mis manos, te la haré saber, o sino, informaré a Shizune para que nos reunamos aquí- dijo.
...
Tras haber observado al equipo Guy dispersarse para finalmente buscar los sellos restantes, el equipo Kakashi se posiciono de acuerdo a la estrategia que habían acordado, dejando de esa forma a Sakura hasta el frente para golpear con su fuerza la roca, mientras que Kakashi se encargaría de retirar el sello una vez escuchara la señal de Guy a través de unos transmisores que les permitían comunicarse en una amplia distancia. Y en cuanto a Ino, Naruto y Chiyo, estos se habían quedado en la retaguardia para así ingresar de manera rápida una vez la entrada sea destruida.
Aunque después de algunos minutos...
-¡Ahora!- se escuchó al del sharingan, mientras este retiraba el sello.
La pelirosa no perdió más tiempo y corriendo a toda velocidad, mientras acumulaba la máxima cantidad de chakra en su puño, Sakura golpeó de esa manera la roca, destruyéndola en su totalidad, abriendo finalmente la entrada a la cueva.
Y mientras Naruto e Ino ingresaban, siguiéndoles de esa forma el resto del equipo, todos pudieron observar a dos figuras frente a ellos. Una era la de un hombre cuyo cabello era largo y rubio, mientras que el otro se trataba de alguien encorvado, el cual parecía tener una especie de cola metálica.
Pero, observando mejor, la paciencia de Naruto llegó a su límite cuando miró a uno de ellos sentado encima de Gaara.
-¡Bastardo, es mejor que te levantes ahora antes de que te arrepientas!- se escuchó al Uzumaki.
Al mirar a Naruto, Ino pudo observar el cambio en las pequeñas marcas de nacimiento que tenía en sus mejillas, estas se estaban volviendo más visibles, aún más visibles y remarcadas, eso había sorprendido de gran manera a la jóven Yamanaka puesto que nunca lo había visto de esa forma.
-Hmph, así que ese es el jinchuriki... vaya descripción más acertada dió Itachi- comentó el tipo de cabello largo.
Pero mientras ambos individuos se ponían a dialogar entre sí, era muy notorio el hecho de que la paciencia de Naruto estaba llegando a su límite.
-¡¿No oíste lo que te dije?! ¡es mejor que te levantes antes de que te arrepientas... porque juro que te vas a arrepentir!- se volvió a escuchar la voz del rubio.
Con ello, ambos sujetos se quedaron en silencio, mientras lo volteaban a ver, observando de esa forma a uno de ellos, quien sonrió.
-Oh, así que quieres que me levante- decía el del cabello largo, mientras miraba a Naruto. -Seguro que al Kazekage no le molesta que yo esté cómodo... ¿o sí, Kazekage?- se escuchó.
Aunque lo próximo que observó el Uzumaki fue al mismo sujeto darle unos cuantos golpes al rostro de Gaara con una de sus manos, siendo esta acción el detonante para que el jóven rubio se abalanzara sobre ellos... siendo detenido rápidamente por Kakashi.
-Controlate, Naruto- decía el del sharingan, sin perder de vista al enemigo. -Recuerda que estos sujetos van tras de ti también, no caigas en sus provocaciones- dijo.
Y mientras todos estaban en un momento tenso, Ino miró hacía Gaara, le parecía un poco raro el hecho de que no se moviera del todo, pero recordando lo acontecido con Neji, la rubia se concentró, buscando de esa forma el chakra del Kazekage.
Sin éxito alguno.
-Dios...- pensó.
Pero, al mismo tiempo que todo aquel espectáculo se estaba llevando a cabo fuera de su habilidad sensorial, el segundo sujeto no apartaba su vista de una persona en particular, y esta de él.
-Sasori... cuanto tiempo- se escuchó a la abuela Chiyo.
Eso hizo que todos centraran la vista en aquel tipo, el cual definitivamente no parecía una persona normal.
-Yo lo imaginaba más humano- mencionó Sakura.
-Es humano, pero eso que ves ahí es, por decirlo de una forma, una carcasa... es probable que el real este dentro- respondió Chiyo.
Esa plática solo generaba más y más confusión en el Uzumaki quien, mirando a ambas, habló.
-¿Quién es ese tal Sasori?- preguntó.
Con ello, la abuela Chiyo solo suspiró ligeramente.
-Es mi nieto- respondió.
Aquellas palabras fueron como una especie de balde de agua helada para Naruto debido a que, casi de manera instantánea, recordó las pequeñas palabras de aliento que le había dado a la mujer mayor antes de salir de Suna, deseándole buenos ánimos para reunirse con su nieto.
Ahora entendía del todo por qué nunca se desviaron para visitar a una persona.
-Vaya, así que es una reunión familiar, maestro Sasori- mencionó el tipo de cabello largo. -¡Bueno! supongo que voy a ser yo quien se encargue del escandaloso- decía.
-Eso ya lo habíamos discutido, Deidara...-
Y así, ambos se enfrascaron en una extensa disputa sobre arte que nadie de los presentes (además de ellos dos, claro) entendía.
Pero, de un momento para otro, el equipo de Kakashi observó al rubio cargar en contra de los miembros de Akatsuki, mientras la ira se miraba reflejada en sus ojos.
-¡Naruto!- se escuchaba a sus espaldas.
Aunque, sonriendo, Deidara lanzó una especie de figura diminuta al Uzumaki, la cual, tras mirarle hacer un sello con sus dedos, la figura se expandió en lo que parecía ser un pajaro de tamaño grande, tomando de esa forma a Gaara, envolviendolo en su cola y llevándoselo
-¡Maldito, vuelve aquí!- decía el Uzumaki.
Mirando la sonrisa que aquel tipo tenía en su rostro, eso definitivamente no era buena señal, y dado que estaba haciendo eso para provocar a Naruto, todo era muy claro, querían separarlo del grupo para así poder capturarlo.
Pero no hubo más tiempo para pensar, puesto que Naruto una vez más había perdido el control, saliendo de esa forma de la cueva tras Deidara.
-Mierda...- pensó el del sharingan, comenzando así su camino hacía la salida, pero deteniéndose para mirar a las demás. -Ustedes quedense y detengan a ese tipo, Naruto y yo iremos por el otro- decía.
-Lleve a Ino con usted, Kakashi-sensei, somos dos médicos en un equipo, ella les vendrá bien si uno de los dos sale herido- se escuchó a Sakura.
-Escucha a tu alumna, Kakashi... nosotras dos nos encargaremos de él, ustedes rescaten al Kazekage- dijo Chiyo por igual.
Con ello, mientras Ino y el del sharingan conectaban sus miradas, se apresuraron en salir del lugar.
...
Alcanzando ambos al Uzumaki, este solamente miraba hacía el cielo, observando al Akatsuki.
-¿Qué te pasa? ¿acaso quieres que te capturen a ti también?- le preguntó la jóven Yamanaka.
Pero sin recibir respuesta alguna, la rubia observó a Naruto, de nueva cuenta, dirigirse a quien habían llamado Deidara.
-¡Devuélvenos a Gaara!- se escuchó.
No había mucho remedio ante eso, y tanto Kakashi como Ino lo sabían.
-Tranquilízate, Naruto- decía el del sharingan. -Es la estrategia que está usando ese tipo, te quiere sacar de tus casillas para que seas una victima fácil... no caigas en su juego- dijo.
Y, una vez más, caso omiso.
Aunque observando a Naruto, y pareciendo que este se encontraba a punto de gritar otra vez... el sonido de una bofetada se logró escuchar.
Eso dejo perplejos tanto a Kakashi como al Uzumaki quien, mirando a la jóven Yamanaka, parecía haberse tranquilizado.
-¿Mejor?- preguntó Ino, ganando que el rubio solo asintiera en respuesta. -Lo siento por el golpe, pero te necesitamos lo más tranquilo posible- dijo la rubia, un poco apenada por lo sucedido.
Pero, en el cielo, aquella escena había generado un poco de incredulidad en Deidara.
-Genial, tal parece que el jinchuriki aprende a golpes... típico de una bestia- pensó.
En el suelo, Kakashi levantó su bandana, dejando ver de esa forma su sharingan, mientras le hablaba a sus dos alumnos.
-Si vamos a pie no le podremos seguir el paso si la persecución se prolonga, así que vamos a tener que bajarlo de ahí a como de lugar- comentó, para después mirar a la Yamanaka. -Ino, tú tienes un jutsu poderoso y de largo alcance, tendrás que usarlo para cortar una ala de esa cosa en la que está de pie, pero eso será a mi señal- decía. -Si eso no funciona, Naruto y yo vamos a trabajar en equipo con la ayuda de mi sharingan- dijo.
Eso dejó un poco confundida a Ino quien, mirando a Kakashi, habló.
-¿Su sharingan? ¿eso de qué manera serviría para un ataque de largo alcance?- preguntó.
Aquellas preguntas definitivamente habían generado una sonrisa por debajo de la máscara del jōnin quien, con una voz confiada, dió un paso al frente.
-Tú no eres la única que ha mejorado en estos años, ¿recuerdas esas ocasiones en las que entrenaba mi sharingan mientras tú perfeccionabas tu afinidad?- preguntó Kakashi, logrando de esa manera que su alumna asintiera en respuesta. -Bueno, digamos que descubrí una nueva habilidad que este ojo me brinda... y justamente esta es la ocasión perfecta para usarla, pero toma tiempo, es por esa misma razón que primero probaremos con tu jutsu- dijo.
Así, el climax de la misión había llegado finalmente, y mientras el Uzumaki centraba su mirada en el miembro de Akatsuki, su voz se escuchó.
-Bien, entonces acabemos de una vez por todas con ese imbécil-
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