04.- Aquel con el poder en sus ojos

Por la noche, en Sunagakure

Habiendo terminado de darse un baño sumamente revitalizante después de estar todo el día corriendo bajo un sol abrazador, la jóven Yamanaka se preparaba para dormir.

Afortunadamente ya habían repasado el plan, aunque este seguiría por la mañana con algunos detalles extra después de que Kakashi tuviera noticia alguna de Pakkun.

Y estando a punto de ir por fin a su cama para recostarse un poco, miró a Sakura quien, en opinión de ella, se le notaba algo distraída.

-¿Estás bien?- preguntó Ino.

Sacudiendo un poco su cabeza, saliendo de aquel pequeño trance en el que se encontraba, la pelirosa miró a la rubia.

-Eh, sí, definitivamente lo estoy ¿por qué la pregunta?- mencionó.

Alzando una ceja, la voz de Ino, nuevamente, se escuchó.

-Vamos, Sakura, escupelo- decía, mientras se acomodaba en su cama. -Nos conocemos desde pequeñas y puedo intuir con suma cuando algo te está distrayendo- dijo.

Ahí había dado en el clavo. Más que nada porque, al igual que pasaba con la pelirosa, esta sabía de la mayoría de actitudes que Ino tenía, así que era fácil saber cuando actuaba raro y fuera de su actitud cotidiana. Era algo benéfico para ambas, por decirlo de alguna manera.

Así que, suspirando, Sakura se recargó ligeramente en la cabecera que había en su cama.

-Es que... no lo sé, últimamente he estado pensando en estos últimos tres años que pasaron y siento que un poco de conflicto se genera en mí cada vez que lo hago- decía.

Algo confundida, pero intrigada por igual, la jóven Yamanaka se recargó, de igual forma, en la cabecera que tenía su cama y habló.

-Vas a tener que ser más específica con eso, te conozco pero tampoco soy adivina para saber lo que estás pensando- comentó.

Entonces, sonriendo de manera tenue, la voz de Sakura se escuchó.

-Odio admitir esto pero... ciertamente, te tengo envidia, Ino- dijo, y ante tal declaración, la rubia miró a su amiga, mientras esta última no separaba su mirada de la pared que tenía al frente. -No en una manera de odiar, más bien en una de anhelo... ¿me explico?- preguntó, mirando finalmente a la jóven Yamanaka, quien negó con su cabeza, haciendo que la pelirosa suspirase ligeramente. -Ambas nos hemos vuelto muy fuertes a comparación de cuando nos enfrentamos en aquellos exámenes chunin y, sinceramente, es algo que me enorgullece, puesto que ambas siempre quisimos eso pero... por el lado del amor, haz tenido un mejor ojo para esa situación que yo- dijo.

Ahora Ino entendía hacía donde iba todo esta situación.

Había visto un pequeño indicio antes de salir finalmente del país del fuego, pero no le había tomado importancia puesto que, bueno, un viaje largo siempre termina agotando o haciendo que una persona pierda un poco el ánimo que generalmente suele tener.

Pero, sonriendo, la rubia miró a Sakura.

-No deberías- comentaba, mientras su amiga la miraba desde su cama. -A pesar de que hemos convertido nuestra rivalidad en algo sano, en donde ambas queremos superarnos de manera mutua, no deberías sentir envidia o algo por el estilo... quiero decir, eres la alumna de una legendaria sannin, de nadie menos que la quinta Hokage y, al menos en palabras de ella, eres su mejor alumna, incluso por encima de Shizune-san- decía, para después suspirar. -El tema del amor es algo que, si bien sonará muy repetitivo, realmente viene cuando menos lo esperas, y cuando me sucedió con Naruto fue de esa manera, solo sucedió- dijo.

Sonriendo de igual manera, aunque un poco más ligeramente, la voz de la pelirosa se escuchó en la habitación.

-Si, creo que tienes razón... debo decir que Naruto fue muy afortunado de ver tus virtudes como persona- dijo.

Aunque la reacción de Ino fue algo que la sorprendió puesto que, mirándola sonreír y negar con su cabeza, Ino, una vez más, habló.

-Yo fuí la afortunada de ver sus virtudes como persona, Sakura... él solo tuvo que ser él, eso llevo a que yo fuera, por decirlo de una manera simple, yo misma con él- decía. -Creo que llegó un punto en el que simplemente supe lo que quería, así que cuando lo conocí mejor, más allá de aquel Naruto que solo gritaba o nos hacía perder el tiempo en la academia, bueno... debo decir que me enamoré mucho de él- dijo, mientras una sonrisa casi automática se marcaba en sus labios.

-Ya veo- decía la pelirosa, mientras observaba aquella sonrisa que se había marcado en el rostro de Ino. -Supongo que tendré que esperar para que eso me suceda, sería algo muy agradable de vivir-

Pero tras unos segundos en los cuales ambas habían mantenido silencio, la voz de Ino se escuchó.

-¿Aún piensas en la idea de traer a Sasuke de vuelta a Konoha? sinceramente todo este tema, así tan de la nada, suena a que haz pensado en él y en como sucedieron todas las cosas malas de algunos años atrás- preguntó, para después mirarla, y la pelirosa a ella. -Aparte de que no he hablado con Naruto acerca de ello y, sinceramente, es un tema delicado... así que quería saber lo que tú piensas sobre esa ello- mencionó.

Suspirando, Sakura simplemente recargó su cabeza nuevamente en la cabecera de la cama, observando de esa manera el techo, pensando... y pensando.

-Creo que hay una parte de mí que todavía lo quiere de vuelta, pienso que esa niña en mi interior quiere un desenlace a toda esa idea frustrada de estar con él que se hizo años atrás antes de que se marchara... pero, por otro lado, está mi parte de responsabilidad y de kunoichi, y esa me hace pensar en muchas ocasiones sobre si en verdad vale aún la pena querer eso- decía, mientras suspiraba ligeramente. -Al final, él decidió irse por cuenta propia, por un propósito individual por igual, y con alguien que devastó muchos hogares en la aldea que juramos proteger con nuestras vidas vidas de ser necesario... así que no lo sé, Ino, realmente no podría decir una respuesta sólida- dijo, para después mirarla.

Con ello, la rubia de igual manera colocó su cabeza en la cabecera de su cama, mirando hacía el techo también.

-Entiendo... vaya dilema- respondió la jóven Yamanaka.

Y así, el silencio abarcó la habitación que ambas compartían.

Aunque tras algunos segundos después...

-Naruto se volvió más apuesto ¿no lo crees?- preguntó la pelirosa.

Aquella pregunta había sorprendido mucho a Ino quien, mirándola, habló.

-¿A qué viene esa pregunta?- mencionó.

-A nada, es solo que, bueno... se ve muy cambiado, no solo físicamente, sino que he notado que su actitud ha cambiado también- decía.

Ante eso, la rubia pensó.

-Si, bueno, puede que tengas razón... también lo he visto más serio pero aún tiene esa especie de aura que caracteriza su forma de ser- decía. -Y en cuanto a si se hizo más apuesto... definitivamente lo hizo- dijo, mientras un sonrojo ligero se marcaba en ella.

Suspirando, Sakura habló.

-El cambio de estatura le beneficio, y también agregarle un color oscuro a su chaqueta, el naranja en su totalidad ciertamente no le sentaba tan bien- dijo, mientras reía ligeramente.

La rubia de igual forma también rió de manera ligera.

-Ese fue el cambio que más me gustó, no es que antes se mirara menos apuesto, pero vaya que un solo color hace la diferencia para un buen contraste- respondió.

Así, ambas rieron un poco más, aunque mientras eso sucedía, la mente de Sakura divagaba un poco, sobretodo con el tema y la pregunta que Ino le había hecho acerca de Sasuke...

Para Sakura, el traer a Sasuke de vuelta significaría mucho. Al final es el chico que le gusta y fue un camarada también pero... cuando el momento llegara ¿estaría segura de esa idea? ¿o incluso él querría volver?

Había muchas incógnitas acerca de todo ese tema, las cuales, al menos si las analizaba con su lado de responsabilidad y deber con Konoha, mayormente iban a ser imposibles o muy difíciles de conseguir... claro que eso contando con el hecho de que Sasuke no quisiera volver por cuenta propia.

Aún así, quizás el futuro todavía tenía mucho para ella.

Esperaba que, realmente, así fuera.

...

Al abrir sus ojos, el jóven Uzumaki miró a sus costados, solo para encontrarse que, tanto Kakashi como Pakkun ya se encontraban en la habitación.

-Oh, buenos días, Naruto- se escuchó a Kakashi, tan calmado como siempre.

Y bostezando un poco más, el rubio habló.

-¿Continuaremos con la misión?- preguntó.

Ganando así que el del sharingan asintiera.

...

Reunidos fuera, finalmente, de aquel edificio en donde el Kazekage vivía, el equipo de Kakashi, junto a Temari, partirían pronto.

Y mientras el del sharingan sacaba un mapa y lo ponía en el suelo, habló.

-Bien, Pakkun me dijo que hasta este lugar llegaba el olor que percibió de la pieza de tela que Temari nos otorgó- decía. -Además de eso, el equipo de Guy está en camino por igual ya que Pakkun pudo olerlos y llegar hasta ellos, entonces tanto nosotros como ellos nos reuniremos en este lugar- dijo finalmente.

Aunque después de recoger el mapa, quien alguna vez había sido el sensei de Temari, Baki, había hecho presencia. Básicamente informando a todo el equipo de que ella no podría acompañarlos por haber sido asignada al patrullaje de las fronteras ya que, después del asalto de Akatsuki a la aldea, estas habían quedado desprotegidas.

-¡¿Cómo se te ocurre pedirme eso en estos momentos!?- preguntaba la jóven de la arena, sumamente irritada.

-Sabes muy bien que no es mi decisión, Temari, son ordenes que recibo de los altos mandos... y si por mí fuera, todo el personal que tuviéramos disponible acompañaría a los shinobis de Konoha- dijo.

Apretando un poco sus puños, la jóven de la arena lo miró.

-¿Entonces cómo planeas guiarlos por el desierto? porque el lugar donde está ubicada la locación del mapa es el país de los ríos- comentó Temari.

Ante aquella incógnita que se le había hecho, Baki solamente pensó... pero tras unos segundos, saliendo también del edificio del Kazekage, la anciana que el día anterior había atacado a Kakashi, apareció.

-Yo los guiaré, conozco este desierto como si fuera la palma de mi mano- decía.

-Ho-honorable abuela Chiyo... ¿no cree que sería imprudente?- preguntó Temari.

Riendo, Chiyo la miró.

-Que va, además, aprovecharé para ver a una persona que no he visto en mucho tiempo... ayer tu hermano lo mencionó antes de que tomaras la tela de su títere- dijo.

Con ello, el recuerdo de las palabras de Kankuro llegaron a la mente de la jóven de la arena, quien solo asintió en respuesta.

-¿Eh? ¿de qué habla esa abuelita?- preguntó el Uzumaki.

-Hablo de mi nieto, jovencito- respondió Chiyo.

-¡Oh! ¡bueno, estoy seguro de que él se alegrará mucho de verla!- dijo Naruto, con una gran sonrisa en sus labios.

Todos los presentes solamente mostraron un inmenso rostro de incredulidad ante las palabras que el Uzumaki dijo.

Pero recordando... la culpa caía en Kakashi, puesto que no lo levantó para discutir los temas extras de la misión.

Aunque aclarando su garganta, habló.

-Es momento de irnos, ya perdimos mucho tiempo- dijo finalmente el del sharingan.

Con eso, el equipo de Kakashi, junto a Chiyo, pusieron rumbo hacía las afueras de Sunagakure, aunque mientras Temari los observaba partir, su mirada se centraba únicamente en la espalda de una persona...

-Naruto, por favor... tráelo de regreso- pensó la jóven de la arena, mientras sus ojos se cristalizaban ligeramente.

...

-Estamos cerca- se escuchó a Kakashi.

Y era que, mirando hacía el frente y después de algunas horas, finalmente habían llegado casi al último tramo de su destino.

-A este este ritmo estaremos casi a la par de los demás, después el equipo Guy nos apoyará ante cualquier situación que se presente- mencionaba el del sharingan. -Debo recordarles a todos que esta es una misión de alto riesgo, no es un juego, así que mantengase alertas, mantenganse juntos y, sobretodo... no se ataquen solos al enemigo, puesto que apenas y conocemos una parte de lo que pueden hacer- dijo Kakashi.

Sin más, todos asintieron en manera de respuesta.

...

Al observar lo rápido que el Uzumaki iba, tanto Sakura como Kakashi se miraron mutuamente.

Para Kakashi, aquella actitud de Naruto no solo era algo tediosa, sino que, a su vez, ponía también en riesgo la integridad total del equipo puesto que cada uno de ellos tenía un rol importante que cumplir.

-¡No vayas tan rápido!- se escuchó por parte de Ino.

-¡A este paso ya deberíamos de llegar en algunas horas más!- respondió de manera rápida el Uzumaki.

-¿Qué es lo que pasa con ese chico? no es como que el Kazekage sea de su aldea... además, con esa actitud y temperamento, lo más probable es que caiga en una trampa de esos sujetos- decía la abuela Chiyo.

Aunque tal comentario había generado un silencio significativo en todos los presentes pero, de pronto, la voz de Kakashi se escuchó.

-Tanto Gaara como Naruto comparten algo en común- decía, mientras captaba la total atención de Chiyo. -Ellos dos, en sí, son jinchurikis- dijo.

Eso había logrado marcar una enorme expresión de sorpresa en la abuela quien, mirando hacía el frente, pudo observar la espalda del jóven Uzumaki.

-Ninguno de nosotros entiende, muy probablemente, lo que ellos dos han pasado, o por lo que han tenido que pasar- decía Kakashi nuevamente. -Para Naruto no importa si Gaara es de Konoha o Suna... Gaara es un amigo y una persona que sabe y entiende el mismo dolor que Naruto ha llevado con él gracias a ser un jinchuriki, es por esa misma razón del por qué está tan concentrado en llegar lo más rápido posible- comentaba.

Al observar detenidamente a Naruto, una serie de pensamientos comenzaban a inundar la mente de Chiyo.

No lograba entender el cómo un shinobi de una aldea distinta, la cual no solo fue invadida por la misma a la que ahora le pide ayuda, sino que en el pasado, de igual manera, también habían sido enemigas. No lograba entender esa conexión... para ella, eso se podría considerar un acto de, quizás, posible engaño a costa de cualquier tipo de información.

Pero al mirar lo determinado que estaba aquel jóven en intentar llegar lo más rápido que podía, una sola conclusión llegaba a ella y, era que, los tiempos habían cambiado.

Antes la mayoría de alianzas solamente se creaban para beneficios mutuos, los cuales una vez satisfechos, el odio sin sentido e injustificado volverían por encima de todo... pero ahora, al mirar a tantos jóvenes de una aldea distinta, en una misión de rescate para quien es su Kazekage, aquel único pensamiento se sobrepuso por encima de todo lo que alguna vez había vivido o creído.

Vaya que los tiempos habían cambiado.

-¿Sabes, Kakashi?- se escuchó a la abuela, captando la atención del jóven. -He cometido muchos errores a lo largo de toda mi vida... y he tenido una extensa vida, así que no han sido pocos, en lo absoluto- comentaba. -Pero ahora, mirándolos a ustedes, y mirando a aquel jovencito después de lo que acabas de decirme, pienso que uno de mis mayores errores fue haber ayudado a sellar al bijū que Gaara tiene en su interior- dijo finalmente.

Eso, en definitiva, había captado la atención de todos.

-Para su padre, el cuarto Kazekage, no importaba que se tratara de su hijo, solo importaba el fortificar la aldea con un arma casi imparable como un bijū- decía Chiyo, todavía. -Pero cuando notó que era algo difícil de controlar, optó por tratar de asesinarlo, puesto que la falta de control que Gaara tenía sobre ese poder iba a ser catastrófico para la aldea entera... por supuesto que cada intento falló, y después de eso, Gaara vivió muchos años en la soledad, recluido de todos, y siendo visto como un monstruo por casi la mayoría de los habitantes- dijo, mientras miró a Naruto apretar un poco sus puños. -Nadie quiso ayudarlo, nadie quiso ver a la persona que había bajo el yugo de lo que su padre una vez había hecho, y hoy, las únicas personas dispuestas a realmente ayudarlo son solo un puñado de mi propia gente, y shinobis de una aldea que siempre aborrecí...- dijo finalmente.

Esas palabras habían dejado un pensamiento muy profundo en Kakashi después de observar aquel rostro de la abuela. El rostro que implicaba, al menos en opinión de él, arrepentimiento total por todo lo que había hecho.

Kakashi, como tal, había vivido una guerra, había visto incontables muertes, había visto camaradas caer, y como shinobi, había asesinado a otros bajo cumplimiento de ordenes y por proteger su hogar.

La guerra era lo que menos se buscaba para aquellos que la habían vivido, aunque claro que siempre existía la excepción de algunos vejestorios que hoy en día conformaban los altos mandos de las distintas grandes aldeas... pero mirando a sus alumnos, quizás el futuro se veía mejor en sus manos.

Venían con mentalidades distintas, con formaciones distintas.

Con valores distintos.

-Abuela Chiyo, yo creo que nunca es tarde para arrepentirse de los errores que cometimos en el camino- respondió el del sharingan.

Riendo ligeramente, Chiyo habló.

-Oh, Kakashi, una anciana como yo tiene muy poco margen para arrepentirse de lo que hizo, de las vidas que afectaron mis decisiones a lo largo de mi camino recorriendo este mundo... al final, las palabras de arrepentimiento sobran cuando he cometido muchos actos repudiables- decía, para después sonreír. -Pero al mirarlos a ustedes, a jóvenes llenos de vida, llenos de ansías por hacer del mundo un lugar mejor, me da algo de envidia, ciertamente, porque tienen todo el tiempo posible para lograrlo- dijo.

Aquello hizo que una sonrisa ligera también se marcara en Kakashi, por debajo de su máscara.

-No diga eso, usted está en la flor de la vida aún, todavía tiene mucho que demostrar- respondió el del sharingan.

Riendo, Chiyo habló.

-Puede que tengas razón, Kakashi, puede que mi prolongación en este mundo sea para un propósito... puede que esta anciana aún tenga una última cosa que demostrar- dijo, sonriendo.

...

-No me gusta que Naruto se vea descontrolado- dijo Sakura.

Asintiendo en respuesta, la rubia suspiró ligeramente.

-Tampoco a mí, a pesar de que lo habíamos hablado hace algunos días, sigue pareciendo que no puede controlarse- decía Ino. -Pero creeme, si llega un momento en el que pueda poner en riesgo la misión... es posible que reciba una buena bofetada de mi parte- dijo finalmente.

Aquello había marcado, definitivamente, un rostro de mucha incredulidad en la pelirosa... pero sabía que Ino era capaz de hacerlo, además de que esa era, al menos en opinión de ella misma, una buena manera de hacer entrar en razón a alguien.

Pero tras varios segundos, el equipo de Kakashi alcanzó lo que parecía ser una explanada algo grande. Dejando atrás a los árboles por el momento.

Aunque, intentado retomar el camino que había aún por recorrer... todos quedaron paralizados al observar a la persona que les había cortado el paso.

Un sujeto de cabello oscuro, que portaba aquella túnica negra con nubes... además de portar, por igual, la bandana que reconocía a un shinobi de Konoha, solo que esta, en particular, tenía una raya en medio.

Una raya de un renegado.

-Uchiha Itachi...- se escuchó a Kakashi.

Aquel nombre alertó de enorme manera a todos, incluida la abuela Chiyo. Pero, por igual, los ojos de Sakura se abrieron en una gran expresión de sorpresa.

-Así que él es... el hermano de Sasuke- dijo la pelirosa.

Sorprendida, Ino la miró. Claro que la rubia sabía de Akatsuki, estaba parcialmente al tanto de las intenciones del grupo por todo lo que había sabido gracias a Jiraiya... pero jamás se imaginó que el hermano de Sasuke estuviera involucrado.

-Así que por fin has venido otra vez por mí, eh- dijo el jóven Uzumaki.

Y ahora, la mirada de la rubia se centro en la espalda del Uzumaki... todo tenía sentido ahora.

Quizás si en su momento hubiese preguntado sobre más características sobre las personas que lo buscaron cuando él, junto a Jiraiya, buscaron a Tsunade, probablemente este momento de shock se hubiese evitado.

-Kakashi-san, Naruto-kun, cuanto tiempo sin verlos- se escuchó la voz de Itachi. -Al parecer no hubo secuelas severas por mi Tsukuyomi... eres fuerte, Kakashi- dijo.

-Que halago de tu parte- respondió el del sharingan, mientras que, a su vez, levantaba su bandana, apartandola de su ojo que siempre cubría. -Desafortunadamente para ti, uno siempre aprende de las derrotas... y te aseguro que esta vez no va a ser fácil- dijo.

Ante aquellas palabras, el sharingan del Uchiha también hizo aparición en sus ojos, alertando a todos por igual.

-Voy a suponer que has entrenado bastante para eso, sino, al final son solo palabras vacías de tu parte- dijo nuevamente Itachi.

Sonriendo por debajo de su máscara, Kakashi sacó un kunai, para después hablar.

-Escuchen bien todos, por nada del mundo vean sus ojos, no mientras tenga activo su sharingan, enfoquense en su torso, o en sus pies y traten de seguir sus movimientos así porque si los atrapa a todos en un genjutsu, estamos acabados- dijo, para después mirar al Uchiha, sonriendo aún. -Pero dime una cosa, Itachi... la última vez que combatimos, abusar de tus ojos te agotó demasiado, entonces ahora me pregunto, ¿qué tan dañada estará tu vista después de varios años?- preguntó, confiado.

Al mirar al Uchiha, había notado la diminuta expresión en su rostro después de escuchar aquella pregunta. Había dado en el clavo.

Quizás, si la batalla se alargaba, su vista lo agotaría a tal grado de que le daría una enorme ventaja en el combate, y contando con el hecho de que tenía refuerzos suficientes... sí, podían luchar contra él.

Pero, tras de él, y suspirando un poco, la rubia se concentró.

-Bien, no pienso que sea un sharingan tan distinto como el de Kakashi-sensei... si se requiere, voy a optar por luchar contra él, como si estuviera luchando contra Kakashi- pensó.

Aunque por parte de Naruto, segundo tras segundo, una rabia y enojo se iba acumulando en él.

Después de recordar como él y aquel tipo con pinta de pescado lo quisieron secuestrar, aunado a la golpiza que le propinó a Sasuke... era algo que hacía su sangre hervir.

-¡Vamos a ver si esta vez no huyes como todo un cobarde, tienes suerte de que el sabio pervertido no este aquí!- dijo repentinamente el Uzumaki.

Con la mirada en calma total, Itachi miró a Naruto, observando que este último, efectivamente, lo miraba hacía el torso.

-Bueno, en eso tienes razón, esta vez no habrá algún estorbo que me impida llevarte, Uzumaki Naruto- respondió, mientras apuntaba su dedo índice hacía él.

Tras ello, todos se quedaron estáticos, esperando el primer movimiento.

-Bien... ¡Naruto, atacaremos juntos!- se escuchó a Kakashi tras varios segundos.

Pero al no recibir respuesta, todos los integrantes lo miraron, mientras el rubio se mantenía de pie en el mismo lugar... pero había algo distinto.

-¡Oye, Naruto!- decía Ino, aún sin recibir respuesta.

-¿Acaso habrá...?- pensaba Kakashi, quien solo regresó su mirada hacía el frente, sin perder de vista al Uchiha.

Pero tras unos cuantos segundos, la voz del Uzumaki resonó, algo tenue y débil.

-Ch-chicos... por favor, ayuda- decía.

Al notar lo que estaba sucediendo, la pelirosa se acerco a él, mirándolo al rostro.

-Genjutsu- pensó, para después mirar tanto a Chiyo como a Ino. -Hay que dejar fluir un poco de nuestro chakra en él, debe estar sumido en alguna clase de genjutsu fuerte- dijo.

Con ello, las tres se acercaron a él, y mientras cada una colocaba una mano, dejaron fluir de esa forma algo de chakra... tras ello, el Uzumaki cayó de rodillas, jadeando y sudando, mientras su corazón latía como si hubiese corrido una maratón, y mirando a su alrededor, observó a las chicas.

-Gra-gracias... el bastardo me atrapó en un genjutsu- decía, jadeando. -¿Cuánto tiempo estuve sin responder?- preguntó, para después levantarse.

-Fueron apenas unos segundos- respondió Sakura.

Ante eso, Naruto se sorprendió de gran manera, puesto que para él, sintió que estuvo muchos minutos dentro de aquella ilusión.

-Si ya te recuperaste, Naruto, quiero que te prepares... vamos a atacar- decía Kakashi.

Y mientras el Uzumaki suspiraba de manera profunda, recordando todo lo que Itachi le había hecho ver, suspiró de manera profunda.

--No decepcionaré a ninguno- pensó, para después optar por una pose ofensiva. -¡Si!- respondió.

Sin perder ningún segundo más, Kakashi cargó hacía el Uchiha, quien tomando su distancia, hizo una serie de sellos con sus manos, solo para después...

-Estilo de fuego: flamas del fénix sabio-
[Katon: Hōsenka no jutsu]

Tras ello, una serie de pequeñas bolas de fuego salieron de su boca, las cuales no tenían objetivo alguno, puesto que salían dispersadas a hacía cualquier lado, de manera en que, como tal, podría golpear a Kakashi en caso de que este cometiera el más mínimo error en su ataque.

Pero esquivando de manera precisa, Kakashi logró ponerse a una distancia segura del Uchiha, y mientras su mano se llenaba con chakra de estilo rayo, y aquel sonido característico del chidori resonaba en el campo de batalla, Itachi esquivó sin problema alguno el ataque pero, sorpresivamente, fue sujetado por cuatro brazos a sus espaldas... y mirando, se trataban de dos clones que el Uzumaki había creado.

-¡Toma esto!- se escuchó.

Con ello, en una de las manos de Naruto se pudo ver la formación de un Rasengan. Tal parecía que finalmente había logrado perfeccionar el crearlo sin la necesidad de un clon adicional, logrando conectar de esa forma al Uchiha.

Pero... en una pequeña explosión de humo, el Itachi que había sido impactado de lleno desapareció.

-¡¿Qué?!- se escuchó nuevamente a Naruto. -¡¿En dónde está?!- preguntaba.

Y mientras él y Kakashi miraban en todas las direcciones, con una velocidad extraordinaria, el Uzumaki recibió una patada en su rostro, apartandolo algunos metros de ahí.

Con ello, Kakashi se apuró en contrarrestar al Uchiha con un poco de taijutsu pero, mientras Itachi tomaba su distancia retrocediendo varios metros, una vez más, todos pudieron observar al Uchiha hacer otra serie de sellos con sus manos, esta vez apuntando hacía el frente, dispuesto a golpear tanto a Kakashi como lo que estuviera en su camino...

-¡Estilo de fuego: gran bola de fuego!-
[Katon: Gōkakyū no jutsu]

Así, Kakashi logró esquivar de manera precisa el ataque, pero mientras una bola de fuego de un tamaño regular se dirigía hacía las chicas, la voz de Kakashi se escuchó.

-¡Ino, el vapor!- decía.

Con ello, y mientras apartaba tanto a Chiyo como a Sakura de su camino, dejándolas de esa forma a solo un paso tras de ella, la rubia hizo, de igual manera, una serie de sellos con sus manos, mirando hacia la bola de fuego que se acercaba.

-Por favor, no falles, no falles, no hoy, no he entrenado duro para fallar ahora, ¡no falles!- pensaba, y mientras acumulaba una gran cantidad de chakra en su pecho...

-¡Estilo de agua: muro de agua!-
[Suiton: Suijinheki]

De esa manera, tanto Sakura como Chiyo miraron a la rubia expulsar un gran chorro de agua que, al alcanzar cierta distancia, se expandía en una gran ola que funcionaba como un muro, aunque mirando a sus alrededores, la pelirosa pudo observar como eran rodeadas por lo que parecía ser una especie de barrera pequeña, la cual era creada por el mismo jutsu que Ino estaba implementando.

-Esta niña... tal cantidad de agua y ni una gota a su alrededor, todo proviene directamente desde su chakra- pensó Chiyo.

Y mientras el choque de ambos jutsus finalmente ocurría, una inmensa neblina de vapor estaba comenzando a inundar el área de combate.

Pero había algo raro en ese choque de jutsus. Al menos para Ino. Claro que había avanzado de gran manera en cuanto a ninjutsu, pero ahora... había algo que definitivamente no cuadraba.

De esa forma, mientras ambos jutsus finalmente se contrarrestaron, aquella gran neblina inundó por completo todo el lugar, dándole así la oportunidad a todos de poder esconderse en el bosque que había a un costado del camino.

...

-Eso fue genial- dijo la pelirosa, casi susurrando, mientras sonreía.

Aunque mirando en dirección a Ino, la pudo observar jadeando un poco.

-Gracias...- decía la rubia. -No lo había usado con tal magnitud hasta ahora pero, aún así, me logró cansar un poco, para hacerlo requiero mucho chakra y aún no me acostumbro del todo- dijo, recuperando todavía el aliento. -Usé toda la potencia que pude en ese jutsu pero, aún así, no sentí que haya sido más difícil que cuando entreno con Kakashi-sensei... algo no anda bien- pensaba.

-Ustedes dos, concentrense, que esto todavía no se ha terminado- diji Chiyo, captando la atención de ambas.

Y mientras las tres miraban hacía la neblina que el choque de ambos jutsus había dejado, podían observar la tenue figura de quien parecía ser el Uchiha, ahí de pie pero, de pronto, otra explosión proveniente del mismo jutsu que había contrarrestado Ino se escuchó, dispersando de esa manera el vapor que había.

...

Con ello, Kakashi salió desde la tierra para intentar conectar un golpe, pero siendo interceptado de manera rápida por Itachi, quedando los dos frente a frente... aunque saliendo desde otro agujero, justo donde la última bola de fuego del Uchiha había explotado, la voz del verdadero Kakashi se escuchó.

-¡Ahora, Naruto!- dijo.

De esa forma, el Uzumaki se aproximó a gran velocidad, junto a un clon a su costado, mientras cargaban lo que parecía ser su segundo jutsu insignia pero este, por la cantidad de chakra que tanto el clon como el verdadero estaban manejando, era más grande...

-¡Rasengan gigante!-
[¡Ōdama Rasengan!]

Logrando así conectar de lleno tanto al Uchiha como al clon de Kakashi, mientras mandaba unos cuantos metros por delante suyo a Itachi debido a la fuerza con la que su Rasengan había impactado, destruyendo parcialmente el suelo gracias al choque.

Con ello, y tras acercarse, la sorpresa se apoderó del rostro del Uzumaki.

-¿Qu-qué?- se escuchó a Naruto.

Y mientras todos se acercaban para mirar el motivo de aquella reacción, se sorprendieron al mirar que, la persona que yacía en el suelo, no era quien había combatido con ellos.

-Inteligente por su parte- mencionó Kakashi.

-¿A qué se refiere con eso, Kakashi-sensei?- preguntó la pelirosa.

Bajando nuevamente su bandana y cubriendo una vez más su sharingan, Kakashi habló.

-Tal parece que se trata de algún jutsu de sustitución sumamente avanzado... además de que lo usaron solamente para retrasarnos- dijo.

Las palabras de su sensei habían dejado sumamente pensativa a la jóven Yamanaka quien, suspirando, su voz se escuchó.

-Ahora entiendo por qué sentí la intensidad de ese jutsu de fuego muy sencilla... no era él en su totalidad- comentó.

Sonriendo por debajo de su máscara, el del sharingan la miró.

-Pero no te desanimes- decía, captando la atención de su alumna. -Ciertamente es impresionante que hayas logrado sacar tal cantidad de agua sin tener alguna fuente de ello a tu alrededor... te felicito- dijo.

Sonriendo, de igual manera, la rubia solamente hizo una reverencia en dirección a Kakashi.

-Muchas gracias, Kakashi-sensei- respondió.

-Eh, ¿de igual forma alguien sabe quién es él?- preguntó la pelirosa.

Aunque sin éxito, puesto que no obtuvo respuesta alguna por parte de su equipo pero, tras unos segundos, la voz de la abuela Chiyo se escuchó.

-Se trata de un jounin de Sunagakure... su nombre es Yūra- dijo, mientras lo miraba.

Eso había sorprendido a todos, en definitiva.

-¿Nunca sospecharon de él?- preguntó el del sharingan.

-No es eso... él siempre fue muy leal a la aldea, siempre mantenía en orden los perímetros de seguridad y si algo ocurría, siempre era el primero en estar disponible- decía. -No me parece muy creíble que nos haya traicionado... ¿quizás algún tipo de control mental? a final de cuentas estamos hablando de una persona que utilizaba sharingan- mencionó Chiyo.

Suspirando, Kakashi habló.

-Podría ser, llegados a este punto, es difícil saber con exactitud- decía. -Pero de algo estoy seguro, y es que esto lo hicieron para tratar de frenarnos el mayor tiempo que fuera posible- dijo.

Aunque, algunos segundos después, Sakura habló.

-Naruto... ¿hace cuánto que están tras de ti?- preguntó la pelirosa.

Mirándola, el Uzumaki agachó parcialmente su mirada, recordando.

-Bueno, desde hace tres años, cuando íbamos en busca de la abuela Tsunade, tanto Itachi Uchiha como un tipo con aspecto de pescado intentaron secuestrarme... fue ahí donde Sasuke recibió una paliza, y de no haber sido por el sabio pervertido, es muy probable que ahora estaría muerto- respondió.

-Ya veo... ¿pero por qué querrían al bijū de tu interior? quiero decir, ¿por qué Konoha no solo lo retira o hace algo al respecto?- preguntó de nuevo la pelirosa.

Eso había captado la atención de Chiyo, quien solo observó a Sakura.

-Eso es imposible- mencionaba. -La extracción de un bijū no es algo que se pueda hacer sin complicacion alguna, puesto que...- decía, para solo quedarse en silencio.

Eso había llamado mucho la atención de tanto Sakura como Ino, quienes mirándose mutuamente, no entendían bien a lo que la abuela se refería.

-¿Qu-qué quiere decir con eso, abuela Chiyo?- preguntó Ino.

-Quiero decir que, una vez extraído el bijū, la persona que se utilizó como jinchuriki morirá de manera inevitable- respondió.

Esa declaración había dejado en shock total a ambas kunoichis.

Por parte de Sakura, esta nunca se imaginó que algo así fuera a pasar, como tal, ella creía que un jinchuriki no tendría problema alguno si si bijū se extraía... pero al mirar a Naruto, sintió como su pecho se apretaba de manera ligera.

Aunque por parte de Ino, esa información fue dolorosa. Sabía desde un inicio por qué Akatsuki iba tras Naruto...¿pero saber que moriría si o si, en un escenario donde lo llegaran a capturar con éxito?

Eso era algo que hacía su corazón apretarse, y mientras observaba al rubio, este último la miró, con una sonrisa reflejada en él.

-Todo va a estar bien... no crean que voy a dejar que me capturen tan fácil- decía, sonriendo.

-Pero, Naruto...- se escuchó a la pelirosa.

Aunque no hubo más tiempo para responder puesto que, de manera rápida, el Uzumaki retomó el camino que tenían por delante.

-Hay que darnos prisa, tenemos que avanzar el tiempo que podamos antes de que anochezca- dijo

...

Por la noche, mientras todos descansaban, los únicos que se encontraban mirando a la pequeña fogata que habían hecho se trataban de Ino y Kakashi, y mientras este último alzaba su mirada, pudo observar a la rubia algo pensativa, puesto que su rostro se encontraba totalmente concentrado en el fuego que yacía frente a ella.

-¿Quieres compartir lo que te pasa?- preguntó el del sharingan.

Sacudiendo ligeramente su cabeza, y mirándolo, la jóven Yamanaka habló.

-Me preocupa Naruto- respondió. -Por parte de Jiraiya-sama estuve al tanto de todo lo que ocurría con estos tipos que están tras él... pero nunca me dijo la consecuencia que podría haber en caso de que extrajeran el bijū de él- dijo.

-Quizás te protegió de una información que pudo haber sido dolorosa para ti- decía, mientras su alumna lo miraba. -Jiraiya-sama te tiene en alta estima... pienso que no quiso dejarte con preocupaciones una vez que él y Naruto se fueron de Konoha- dijo.

Aquellas palabras solo hicieron que la vista de Ino se fijara nuevamente en las llamas de la fogata, mientras pensaba, y aunque tras algunos segundos miró a Naruto, quien se encontraba durmiendo, una sonrisa se vió reflejada en ella.

Al observarlo, las palabras que una vez su madre le había dicho resonaron muy fuerte en su cabeza, y era que, como tal, la vida era algo muy efímero. Era algo que se podía pasar en un abrir y cerrar de ojos, además de que, también, se podía terminar en un abrir y cerrar de ojos... quizás ahora lo entendía mejor.

Con los años pasando encima de ella, el apreciar lo que la rodeaba se estaba convirtiendo en algo del día a día, y tener a Naruto, finalmente en Konoha, la hacía felíz.

Con ello, y sonriendo de manera ligera una vez más, la rubia retiró su mirada del Uzumaki.

¿Quizás cuando volvieran a la aldea podría tratar de dar el siguiente paso con él? claro que eso dependería, al final, del propio Uzumaki... pero solo el tiempo lo diría.

-Kakashi-sensei, cuando nos encontramos con aquel tipo y logré hacer ese jutsu, me dí cuenta de que todavía estoy muy lejos de siquiera igualar a un shinobi como ese tal Itachi... sobretodo porque no era, siquiera, el real, y aún así puse todo de mí, mientras que él, quizás, puso solo una porción de su poder- dijo, mirándolo.

Suspirando, la voz de Kakashi se escuchó.

-Es normal no tener el nivel de un shinobi excepcional como Itachi Uchiha- decía, ganándose una mueca algo disgustada de su alumna. -Siendo sincero, no deberías sentirte mal por eso... Itachi ha sido uno de esos talentos que aparecen cada cierto tiempo, y la verdad, muy pocos están a la altura de lo que verdaderamente puede hacer, aunque si te soy honesto, no he conocido a ninguno que lo esté- dijo.

Eso había dejado un poco de curiosidad en la rubia, puesto que recordando lo ocurrido por la tarde, había escuchado al Uchiha haber mencionado algo llamado "Tsukuyomi".

-Usted se enfrentó a él hace años, ¿cierto?- preguntó, mientras se ganaba un gesto de confirmación por parte de Kakashi. -¿No pudo hacerle frente? ¿aún usando su sharingan?- preguntó nuevamente.

-No, no estuve ni cerca de hacerle algún rasguño, porque además de que es un shinobi que maneja a la perfección el ninjutsu y taijutsu, el genjutsu también... y ahí no puedo competir puesto que mi sharingan no está tan bien entrenado como el suyo- dijo.

-Entiendo- comentó Ino. -¿Esa es la razón del por qué entrenaba también su sharingan cuando combatiamos o cuando yo trataba de perfeccionar un jutsu?- preguntó.

Asintiendo, el del sharingan habló.

-Así es, para gente externa al clan Uchiha como yo, quien recibió este ojo como la última voluntad de un compañero caído, no hay algún libro, guía o persona que me diga como sacar todo el potencial al sharingan realmente- decía. -El entrenamiento es esencial para ello, al menos en los pocos registros que se tiene en Konoha sobre ello... y debo decir que he mejorado, además de que he descubierto más usos que probablemente me serán utiles en algunas ocasiones- dijo.

Con ello, Ino solo se estiró un poco.

-Siento que tener un sharingan me haría imparable en cuestión de taijutsu- decía la rubia, para después suspirar. -Ya sé, cuando terminemos la misión, deberíamos retomar las lecciones de taijutsu, usted es uno de los mejores que hay en la aldea y aún puedo aprender mucho en cuestión de combate cuerpo a cuerpo- dijo.

Mientras el del sharingan colocaba dos dedos sobre su barbilla, pensó.

-Ahora está a punto de dominar bien el ninjutsu elemental, y sus jutsus familiares están siendo guiados apropiadamente por Inoichi-san... creo que no estaría mal- pensaba, para después sonreír por debajo de su máscara. -Si, supongo que tienes razón, al terminar la misión que tenemos, retomaremos las lecciones de taijutsu... pero esta vez serán más cansadas puesto que, a diferencia del ninjutsu, con el taijutsu tu cuerpo debe estar en muy optimas condiciones para mejorar tu fuerza y velocidad, ya que sin ellas, no sirve de mucho el combate cuerpo a cuerpo- dijo.

Asintiendo, la rubia sonrió.

-Estaré a la altura, Kakashi-sensei- dijo finalmente.

Con ello, y nuevamente, aquella sonrisa volvió a aparecer debajo de la máscara de Kakashi.

Confiaba en que lo estaría.





















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