02.- Habilidades

-¡Debí haberlo imaginado, Kakashi-sensei siempre tarda en llegar cuando ya establecimos una hora para reunirnos!- se escuchaba al Uzumaki.

Y mientras la pelirosa recargaba un poco su espalda en una reja que había tras ella, suspiró.

-Bueno, en tres años es difícil no olvidar ciertas costumbres de las personas- respondió, para después sonreír. -Pero dejando de lado eso, quizás Kakashi-sensei tarde un poco en llegar todavía así que... ¿cómo te fue con Ino?- preguntó Sakura.

Aquella pregunta había bajado el enojo del jóven rubio de una manera casi automática, y era que, a poco más de media hora en la cual se habían reunido por primera vez después de tres años, Naruto se sentía alegre.

Entonces, rascando la parte posterior de su cabeza, y sonriendo, habló.

-Bu-bueno, se podría decir que me fue bien, después de mucho tiempo es como un choque de emociones... pero siento que fue algo bueno- dijo.

Eso había alegrado de gran manera a la pelirosa, y aunque no lo admitiría abiertamente, se alegraba por Ino.

Aún recordaba lo duro que fueron para la jóven Yamanaka esos días después de la partida de Naruto, y no era que fuera un mar de lágrimas o estuviera deprimida, sino, en sí, había sido un cambio en su actitud bastante notable... pero dentro de todo ello, eso la había fortalecido mucho para lograr el progreso del que podía presumir hoy en día.

Quizás valió la pena.

-Buenas, perdonen la tardanza pero es que una señora me pidió...- se escuchó, repentinamente, la voz de Kakashi.

Aunque claro, fue interrumpido.

-¡No sea mentiroso!- dijeron ambos miembros del equipo siete.

Mientras cerraba su único ojo visible y sonreía por debajo de la máscara, el del sharingan habló.

-Ya, ya, tampoco es como que me haya tardado mucho- decía, generando un rostro de total incredulidad en quienes habían sido sus alumnos. -Pero bueno, ya estoy aquí, así que comencemos con todo el espectáculo- dijo.

-Por fin... tres años fueron los que estuve entrenando, no puedo fallar ahora- pensó el Uzumaki, mientras una sonrisa desafiante se marcaba en sus labios.

-Hoy es el momento de brillar, todas las lecciones de taijutsu y estrategias de combate que Tsunade-sama me enseñó no van a ser en vano... lo juro- pensó de igual forma la pelirosa.

Por parte de Kakashi, este miró a ambos, mientras el libro que Naruto le regaló yacía en sus manos, abierto.

-Se notan impacientes por comenzar, han estado esperando esto por mucho tiempo... bueno, me habrían decepcionado de no ser así- pensó.

Tras ello, lo próximo que ambos observaron fue a su antigüo sensei cerrar el libro que tenía en sus manos y esconderlo en su bolsa de herramientas.

-¿Esta vez no va a leer?- preguntó Naruto, algo burlesco.

Y mientras Kakashi levantaba su bandana para así dejar al descubierto sus dos ojos, los observó.

-Se nota que ya no son niños, y a juzgar por sus semblantes y sus miradas, sería algo tonto de mi parte si llegase a pensar en que no progresaron durante tres años- respondió, mientras ambos se alistaban para el combate.

Naruto por su parte adoptando una postura muy ofensiva, mientras que la pelirosa, por su parte, se colocaba unos guantes y adoptaba, a su vez, una postura defensiva.

Con ello, ambas mirada conectaron con la de Kakashi, y este con las de ellos.

Y tras unos cuantos segundos después...

-¡Aquí voy!- se escuchó al Uzumaki, quien salió disparado de su lugar, cargando en contra de Kakashi.

Sin duda, eso había dejado algo desubicada a Sakura quien, sin más, de igual forma cargó en contra de su antigüo sensei.

A su vez, entre los árboles tres miradas observaban lo que sucedía en el campo de entrenamiento, y mientras Shizune y Jiraiya sonreían, la voz de la quinta se escuchó.

-Al parecer sigue siendo el mismo desesperado de siempre- comentó.

-No comas ansias... apenas comenzaron- respondió el legendario sannin.

...

En la florería Yamanaka, la mirada de Ino se encontraba perdida entre todas las plantas y flores que había a su alrededor.

¿El motivo? simple, la pequeña reunión con Naruto la había dejado muy emocionada, aunque a su vez, por igual, algo nerviosa.

Era normal sentirse de esa forma, como tal, tres años sin ver a alguien es mucho tiempo, y aunado a eso, las personas crecen y suelen cambiar ciertos aspectos en las formas que tienen con respecto a comportarse... pero al pensar en él, no creía que algo hubiese cambiado, bueno, claro que habría llegado más maduro, pero manteniendo su personalidad.

Aunque escuchando la campana de la puerta, fijó su mirada en esa dirección, hablando.

-¿Shikamaru?- preguntó.

Con incredulidad, el jóven Nara la miró.

-¿Por qué la sorpresa? dijiste que pasara por tí en cuanto terminara los asuntos de los exámenes chunin, ya que Asuma-sensei nos quiere ver- dijo.

Con clara vergüenza en su rostro, Ino observó el reloj que había en una de las paredes... había olvidado por completo la reunión de su equipo.

...

Caminando hacía el lugar donde mayormente acudían para comer en equipo, el jóven Nara pudo observar el peculiar cambio en la actitud de Ino, se le veía diferente si era honesto. Además de que, de igual manera, un brillo distintivo iluminaba sus ojos, algo difícil de explicar.

-¿Y bien? ¿qué tal estuvo la visita de Naruto?- se escuchó preguntar a Shikamaru.

Con sorpresa en su rostro, la rubia lo miró, solo para observar una sonrisa dibujada en el rostro de su compañero.

-Pudiste haberme avisado de que llegaría hoy y, no lo sé, pude haberme arreglado mucho mejor- dijo.

-No creas que soy un alto mando o algo por el estilo, yo solo obedezco algunas ordenes que me da la Hokage, y creeme, de haber sabido que Naruto llegaría hoy... probablemente te lo hubiese dicho- respondió.

Aquello solo hizo sonreír a Ino, quien negando, solo regresó su vista al frente.

-No respondiste mi pregunta- comentó de nueva cuenta el jóven Nara.

Así, aún observando el camino que tenían por delante, Ino habló.

-No te diré que fue lo mejor porque ciertamente no fue así- decía, sorprendiendolo. -Pero, no lo sé... siento que sigue siendo él mismo, quiero decir, es como una especie de shock el mirar a alguien que no habías visto en tres años, sobretodo al mirarlo tan distinto físicamente- dijo.

-Entiendo- respondió Shikamaru. -Bueno, mientras todo siga yendo bien entre ustedes, y ambos recuperen el tiempo perdido, supongo que está bien- dijo.

Y así, aquellas palabras solo generaron un ligero rubor en las mejillas de Ino.

...

-Supongo que atacarlo solo con taijutsu no será de gran utilidad, no mientras su sharingan siga enfocado totalmente en mí- pensaba el Uzumaki.

Y es que tras una serie de combinaciones de puñetazos y patadas, parecía ser que la defensa de su antigüo sensei era impenetrable. Podía leer sus movimientos, anticiparse a ellos. Incluso a los de la pelirosa.

-Bien, intentemos otra cosa- pensó de manera rápida el jóven rubio.

Con ello, Naruto logró impulsarse hacía atrás después de haber conectado sin éxito otra patada, siendo esta cubierta por el antebrazo de Kakashi...

-¡Jutsu clones de sombra!- se escuchó.

Tras ello, diez clones salieron frente al Uzumaki, cargando en contra de Kakashi, dándole el espacio suficiente para que la pelirosa retrocediera hasta la posición de Naruto.

-¿Qué crees que diez clones lograrán hacer en contra de él?- preguntó la pelirosa.

Mirando hacía el frente, Naruto habló.

-No los hice para que hagan algo, solo nos estoy dando un poco de tiempo para planear mejor nuestro siguiente movimiento- dijo.

-Eso es... inteligente, la verdad- decía la pelirosa.

-¿Y bien, Sakura-chan? ¿alguna idea?- preguntó.

Al estar observando el patron de ataque de Kakashi, Sakura se pudo dar cuenta que había varias ocasiones en las cuales descuidaba un poco su espalda, claro que eso se debía a que seis clones de Naruto lo estaban atacando, ya que fácilmente se había desecho de cuatro, pero si tenía suerte y podía conectar un solo golpe, probablemente los cascabeles serían suyos.

-¿Puedes hacer otros cuatro clones?- preguntó la pelirosa, observando al Uzumaki, quien solo asintió en respuesta. -Bien, antes de que los envies al ataque, diles que rodeen a Kakashi-sensei, así yo entraré por un punto ciego y, con algo de suerte, podré conectar un golpe- dijo.

Asintiendo, Naruto sonrió.

-Aquí vamos... ¡Jutsu clones de sombra!- se escuchó nuevamente. -¡Bien, acompañen a los demás clones y rodeen a Kakashi-sensei!- dijo.

Con ello, el pequeño grupo de clones que recién habían sido creados cargaron, una vez más, en contra de Kakashi.

-Aún no...- pensó la pelirosa.

Y tras unos cuantos segundos más, después de mirar como el del sharingan eliminaba dos clones que había a sus espaldas, Naruto observó a Sakura moverse con una velocidad muy remarcable, colocándose de esa forma a las espaldas de Kakashi, tomando el lugar que ambos clones habían dejado.

-¡Toma esto!-

Pero lo siguiente que el Uzumaki observó lo dejó congelado.

¿La razón? fuera de que Sakura había fallado, lo que hizo con el suelo fue algo que jamás imaginó observar y era que, con un solo golpe, pudo romper el suelo, y no solamente eso, sino que la potencia fue tal que incluso la onda de choque afectó la estabilidad del suelo algunos metros a la redonda.

-Tsk...- se escuchó por parte de la pelirosa, mientras observaba en el aire a Kakashi después de haber dado un salto para esquivarla.

Pero mirar al del sharingan no era muy favorable puesto que estaba ocupando el sol a su ventaja para así poder dificultarle la visión aunque, repentinamente, la voz de Naruto la alertó.

-¡Sakura-chan, sal de ahí lo más rápido que pueda, date prisa!- se escuchó.

A duras penas la jóven pelirosa pudo salir de ahí, y aunque los clones se habían abalanzado una vez más en contra de Kakashi mientras aún seguía en el aire, la voz de este último resonó...

-¡Estilo de fuego: gran bola de fuego!-

Así, una enorme bola de llamas salió en dirección hacía donde se encontraban saltando los clones restantes que el Uzumaki había creado, haciéndolos desaparecer de manera instantánea, y mientras Sakura había llegado nuevamente con el Uzumaki, estos miraron a Kakashi aterrizar. Y este a ellos.

-Bueno, creo que llegó mi turno de pasar a la ofensiva- se escuchó al del sharingan.

Con ello, ambos jóvenes obsevaron, sorprendidos, la velocidad absurda con la que Kakashi hacía diversos signos de manos solo para que, después, la voz de este último se escuchara nuevamente.

-¡Estilo de agua: dragón de agua!-

Saliendo del pequeño lago que había en el campo de entrenamiento, un enorme dragón formado con el elemento de agua emergió, persiguiendo de esa forma tanto a Naruto como a Sakura quienes esquivando como podían los ataques del dragón, se separaron.

-Carajo, no recordaba que Kakashi-sensei podía hacer ese jutsu- comentó el Uzumaki, mientras se colocaba a una distancia segura.

-Bueno, no deberías subestimarme- se escuchó.

Aquella voz activó las alarmas del rubio quien, mirando hacía todas las direcciones, no logró encontrar de donde provenía solo para, después...

Estilo de tierra: cazador de cabezas!-

Con ello, un par de manos salieron del suelo, tomando por los tobillos a Naruto y sumergiendolo en la tierra, dejando solamente su cabeza en el exterior, y tras ello, el del sharingan emergió del suelo.

-¿Y bien? espero que así aprendas a...- decía Kakashi, mientras jadeaba un poco.

Aunque su sermón se vió interrumpido cuando, frente a él y en el agujero en el cual había enterrado a Naruto, este último desapareció en una nube de humo.

-Vaya, un clon de sombra... lo usó para alejarme del agua y para alejarme de Sakura también, que astuto- pensó.

...

En alguna otra parte del campo de entrenamiento

-Va a ser imposible ganarle en combate cuerpo a cuerpo si no hacemos algo con su sharingan- decía Sakura.

-No podría estar más de acuerdo... quizás ahora deberíamos aprovechar que esta por caer la noche para retomar un poco de fuerzas y planear mejor otra estrategia- comentó Naruto.

Aquello, en sí, no sonaba a una mala idea, y calculando que faltaría por lo menos media hora para que el sol se ocultara del todo, ambos se sentaron, recargando sus espaldas en un árbol.

-Ahora que tenemos unos minutos, Sakura-chan, ¿cómo lograste romper el suelo de esa forma? eso si que da miedo- comentó el Uzumaki.

Con incredulidad, la pelirosa solamente lo observó.

-Bueno, realmente proviene del control de chakra, pero es gracias a un jutsu que estoy aprendiendo el cual potencia mi fuerza bastante, haciendo que pueda lograr cosas como esas- dijo, sonriente.

-¡Vaya!- decía el rubio, mientras se ganaba un gesto de silencio por parte de la pelirosa. -Digo, vaya... si que la abuela Tsunade puso empeño en tu entrenamiento, eso es genial- comentó, susurrando pero también sonriendo.

...

-Bueno, chicos, me alegra tenerlos a todos reunidos- se escuchó a Asuma, mientras sus alumnos lo miraban. -Primero que nada, quiero felicitarlos, bueno, felicitarnos porque como equipo hemos sido muy efectivos en cuanto a misiones, solamente siendo superados por el equipo Guy- dijo.

Aquella noticia no hizo más que reflejar una sonrisa en los tres miembros del equipo diez.

-Bueno, es normal que nos superen, esos cuatro no saben cuando descansar- comentó Shikamaru.

Riendo, Asuma habló.

-Te confundes, Shikamaru- decía, sorprendiendolo. -En comparación, ellos han hecho menos misiones que nosotros, pero han sido misiones de mayor alto rango y todas las han completado con éxito... de ahí su efectividad- dijo.

Eso definitivamente había sorprendido a todos, pero recordando mejor, bueno, todos en ese equipo realmente eran personas de temer o personas con quienes debías poner mucho de ti para al menos rozar con un golpe, sin contar con el hecho de que tenían a dos jounin, contando a Neji.

-¿Eso quiere decir que nos reunió para decirnos que nos darán más misiones, Asuma-sensei?- preguntó la jóven Yamanaka.

-No, de hecho los reuní por un par de noticias, la primera es que voy a tener que salir por unos días junto a Chōji y su padre, además de que partiremos muy temprano por la mañana- decía. -Y la segunda es que, con la posible reintegración del equipo Kakashi, seguramente nuestro porcentaje de misiones bajará, pero eso equivaldrá a más descanso- dijo.

Y aunque esperaba una reacción más contenta por parte de los tres, solo pudo observar a Chōji con esa expresión en él.

-¿No les emociona? ¿Ino, Shikamaru?- preguntó.

Bostezando ligeramente, el jóven Nara habló.

-Bueno, de eso ya sabía un poco, más que nada porque esta mañana me encontré a Naruto en la oficina de la quinta, y Sakura estaba ahí, además de que Kakashi-sensei igual- respondió.

-Y Naruto pasó a verme a la florería de mi familia hace una hora, más o menos- dijo Ino, sonriendo.

-Y justo pensaba darle esa noticia a Ino para mirar su reacción- pensó el Sarutobi con algo de incredulidad.

Bastante mala suerte.

...

Un par de horas después

-Bueno, repasemos el plan- decía Sakura, mientras el rubio prestaba atención. -Como dijiste, primero harás veinte clones quienes sorprenderan a Kakashi-sensei de todas las direcciones, después entraré yo haciendo el mismo movimiento de intentar golpearlo, pero fallando y dando justo en el suelo, lo cual obligara a que salte- comentaba.

-Y cuando eso suceda, yo saltaré e intentaré atacarlo en el aire... ¿pero no crees que le resultará sencillo?- preguntó el Uzumaki.

Confundida, la pelirosa habló.

-¿A qué te refieres?- mencionaba.

-Quiero decir, si queremos ganarle a Kakashi-sensei, no deberíamos ir de frente en contra de su sharingan puesto que sus manos seguirán libres para cuando yo salte y es probable que use uno de mis clones para así poder moverse en el aire o quizás me lance algún otro jutsu justo en mi cara- comentó.

Aquello tenía sentido realmente si se pensaba con calma, así que suspirando, la voz de la pelirosa se escuchó nuevamente.

-¿Entonces qué propones? sinceramente no tengo alguna idea en mente- dijo.

Con ello, y colocando dos dedos sobre su barbilla, el Uzumaki pensó... y pensó.

-¡Ya sé!- decía, para después mirarla. -En mi último año de entrenamiento con el sabio pervertido aprendí un jutsu de estilo viento, no lo he perfeccionado pero será suficiente para distraer a Kakashi-sensei de fijar su atención en ti y, además, será suficiente para distraer su sharingan- dijo.

-Bueno, puede funcionar, así que soy toda oídos- comentó la pelirosa.

-Bien, siguiendo con el plan anterior, crearé veinte clones para emboscarlo y distraerlo, después tú entrarás para atacarlo y hacer que salte para esquivar el hecho de que el suelo se rompa... y ahí es donde entro yo con mi jutsu, ya que al tratar de contrarrestarlo, solo se podrá cubrir, entonces tú aprovechas y le quitas los cascabeles- comentó Naruto, mientras una sonrisa muy amplia se marcaba en sus labios.

Ante tal explicación, Sakura lo miró, y junto a eso, debía admitir también que sus palabras se habían ido completamente de su boca ya que había quedado perpleja por la rapidez con la que cambió el plan, además de que, también, de haber admitido que puede usar un jutsu elemental.

Y mientras el Uzumaki se levantaba del suelo, la miró.

-Bueno, vayamos tras él- dijo.

...

Mirando hacía la luna, Kakashi se encontraba muy pensativo, pero de igual forma también se encontraba alerta ante cualquier situación en la cual tuviera que moverse rápido.

-Vaya que han cambiado mucho, sobretodo en su forma de hacer estrategias, ambos. Aunque me sorprende mucho el hecho de que Naruto sepa usar mejor sus clones y no solamente sean un desperdicio de chakra, parece que Jiraiya-sama le enseñó bien, de igual forma Tsunade-sama con Sakura, todo ese poder en un solo golpe... de no haberme quitado a tiempo la cosa habría salido demasiado mal- pensó.

Pero, de pronto, desde todas las direcciones comenzó a escuchar ruido, hojas moviendose en sí, y con ello, un montón de clones del Uzumaki habían salido de todas las direcciones, forzando a Kakashi en retroceder más y más, hasta el punto de llevarlo, nuevamente, a un espacio en donde no hubiese árbol alguno en el cual podría apoyarse.

-¡Ahora, Sakura-chan!- se escuchó justo desde el fondo de donde estaban los clones.

Así, el del sharingan pudo observar, nuevamente, a la pelirosa estar a punto de conectar un golpe en él, pero siendo esquivado con un poco de dificultad, saltando...

-¿La misma estrategia dos veces? vamos, chicos, seguramente lo pueden hacer mejor- decía Kakashi.

Aunque observando a Naruto, al menos desde su vista en el aire, el Uzumaki parecía estar haciendo unos cuantos sellos de mano, sorprendiendose de gran manera.

-¡Estilo de viento: viento divino!-

De la boca de Naruto salieron tres ráfagas de aire, las cuales lograron convertirse en pequeños remolinos, los cuales iban dirigidos para impactar de lleno en Kakashi.

Mierda, no tengo nada con que bloquearlos, y si utilizo un jutsu de fuego, el resultado será peor para mí...!- pensó.

Y, como pudo, el del sharingan se cubrió utilizando sus dos antebrazos, cubriendo su vista y ocupando sus manos también, solo para darse cuenta que, en si, el jutsu no había llevado tanta potencia como creía puesto que apenas y había recibido daño alguno.

Con ello, descubriendo sus brazos y observando en dirección a Naruto, Kakashi miró que, a su lado, se encontraba Sakura... mientras que ambos sostenían un cascabel cada uno.

Entonces buscando los cascabeles en sus costados, y sin encontrarlos, un rostro de inmensa incredulidad se reflejó en él.

-Carajo- pensó, mientras una sonrisa se reflejaba por debajo de su máscara.

...

-Debo admitir que me dejaron muy sorprendido los dos, trabajaron de manera excelente como equipo- decía Kakashi. -Y no solamente eso, sino que aplicaron todo lo que aprendieron en tres años y lo juntaron, haciendo una estrategia viable para así dejarme sin salida... los felicito- dijo, Kakashi, sonriendo.

-En efecto, los felicitamos- se escuchó a espaldas de ambos jóvenes.

Y tras girarse, tanto Naruto como Sakura pudieron observar a la quinta, junto a Jiraiya y Shizune.

-Veo que Jiraiya hizo un buen trabajo entrenandote, Naruto... se nota mucho tu mejoría en cuanto a los clones de sombra y ¿jutsus elementales?, aún mejor- decía la quinta, para después mirar a su alumna. -En cuanto a ti, Sakura, si bien tu rol fue menor, un buen soporte siempre es esencial en cada misión y tu función en ese sentido fue excelente por igual, además de que tus golpes tienen la potencia que imagine, bien hecho- dijo.

Ante eso, la pelirosa solo hizo una reverencia, sonriendo.

-Se lo agradezco, Tsunade-sama- dijo.

Con ello, la voz de la quinta se volvió a escuchar.

-Así que... ¡Uzumaki Naruto y Haruno Sakura!- se escuchaba.

-¡Si!- dijeron ambos al unisono.

-¡Desde ahora formarán, nuevamente, al equipo Kakashi, por lo cual las misiones volverán!- dijo la Hokage.

Y sin poder ocultar más su emoción por todo eso, la voz de Naruto se escuchó.

-¡Excelente!- decía el Uzumaki.

Para la pelirosa, esta debía admitir que Naruto a veces seguía siendo muy escandaloso, pero a comparación de tres años, bueno, no era tanto en realidad... y si era honesta con ella misma, también le emocionaba mucho regresar a hacer misiones con él ya que también había sentido la gran coordinación que tenían ambos.

-¡Bien, para celebrar hay que ir a cenar, muero de hambre!- decía nuevamente Naruto. -Oiga, Kakashi-sensei ¿no quiere venir?- preguntó.

Y rascando ligeramente la parte posterior de su cabeza, el del sharingan habló.

-Tengo que ocuparme de unos asuntos, quizás en otra ocasión, Naruto- dijo finalmente.

...

Caminando por las calles de Konoha, tanto Sakura como a Naruto se les miraba felices, había sido un buen despliegue de habilidades y estrategia para lograr quitarle los cascabeles a Kakashi.

-Que mal que ninguno quiso acompañarnos, ¿tan ocupada está la cosa hoy en día?- preguntó Naruto.

-Bueno, desde que te fuiste sinceramente no hubo mucha, al menos no al punto de que Tsunade-sama tuviera tanta prisa por hacernos combatir- decía la pelirosa. -Y desde que nuestro equipo se disolvió, bueno, los demás se encargaron de las misiones, tanto que actualmente el equipo de Guy-sensei es el que lidera la lista en cuanto a misiones completadas- comentó.

-Ya veo... será interesante competir con ellos para ver quién hace más misiones- decía el Uzumaki.

-Dudo que los alcancemos, los solicitan todo el tiempo para misiones de alto rango, de hecho he notado que pasan más tiempo fuera de la aldea que dentro, es realmente una cosa de locos- dijo la pelirosa.

Aunque su conversación se vió interrumpida por un peculiar sonido... proveniente del estómago del rubio quien, sonriendo, la miró.

-¿Quieres ir a cenar algo, Sakura-chan? me gustaría pasar por Ino primero ya que le prometí que pasaría a verla y así podemos ir los tres- decía.

Si era sincera, quería cenar... ¿pero una salida con Ino y él? ¿después de que ambos no se habían visto en tanto tiempo?

Una rivalidad sana estaba naciendo nuevamente entre ambas, pero nunca de los nunca arruinaría una salida así para la rubia, y mucho menos si se trataba del chico que le gusta.

-Eh, de hecho yo tengo que regresar a casa, Naruto... pero tú pasa por ella y vayan a cenar, tienen mucho de lo que hablar para ponerse al día- dijo.

Y así, la pelirosa aceleró el paso, dejando atrás al jóven Uzumaki tan rápido como pudo.

-¡Nos vemos mañana, Sakura-chan!-

...

Al estar parado frente a la casa de los Yamanaka, el corazón del Uzumaki se estaba acelerando poco a poco. Por la tarde no había sentido tantos nervios porque sabía que sería cuestión de minutos puesto que tendría su prueba de combate junto a Sakura, pero ahora era distinto.

¿Cómo le pediría que lo acompañara a cenar? en un principio cuando se lo comentó a la pelirosa sonaba fácil, pero ahora estando ahí...

Así que tomando una gran bocanada de aire, y después suspirando, Naruto tocó la puerta...

-Ahora o nunca- pensó.

Y tras unos segundos, apareció.

-Na-Naruto, hola- saludó la rubia.

-H-hola, Ino... eh, pasé porque te dije que pasaría y no sé si estás ocupada, o si ya cenaste, pero quería saber si tú, bueno, si tú...- decía como podía el rubio.

Al observar lo sumamente nervioso que se encontraba, Ino habló.

-¿Me estás invitando a cenar?- preguntó, para después sonreírle. -Porque si es así, entonces acepto- dijo.

...

Mientras ambos se encontraban dando una pequeña caminata hasta, como no, Ichiraku, la verdad era que el silencio entre ambos no era para nada incómodo, y a pesar de que algunas miradas entre ambos ya habían sucedido, ninguno se atrevía a decir palabra alguna, hasta que...

-¿Y cómo...?- dijeron ambos al unisono, riendo ligeramente por igual.

-Tú primero- dijo la jóven Yamanaka.

-Bien, eh, esto ya lo pregunté pero quiero saber más, ya sabes, sé que has estado bien pero ¿qué ha habido de nuevo en todo este tiempo? para ti, quiero decir... por lo demás con respecto a los equipos pues Sakura-chan y Kakashi-sensei ya me lo han contado- mencionaba el Uzumaki.

Sonriendo de manera ligera, y mientras regresaba su vista hacía el frente, la voz de Ino se escuchó.

-Pues... en general pienso que han sido tres años de mucho aprendizaje, más que nada por el lado de los entrenamientos, he aprendido mucho en cuestión de taijutsu y ninjutsu- decía, mientras el rubio mostraba un rostro de sorpresa. -¿Por qué esa cara?- preguntó Ino, intrigada.

-Me sorprendí, sobretodo por el ninjutsu, ¿tienes algún jutsu genial?- preguntó Naruto.

-De hecho, sí- respondió la Yamanaka. -Es un jutsu de elemento agua, y si te soy sincera, pienso que es mi favorito, sobretodo porque fue sencillo de aprender, y su poder ofensivo es muy útil puesto que es capaz de cortar casi cualquier cosa- dijo.

-¡Eso suena increíble!- se escuchó al rubio. -Pero es una lástima para mí porque yo apenas y puedo controlar mi chakra de viento, así que dudo mucho que pueda aprender uno de estilo agua- dijo.

Sorprendida, Ino lo miró.

-¿En serio tienes afinidad al viento? ¡eso es increíble! Asuma-sensei me ha contado que esa es una de las afinidades más difíciles de poder perfeccionar- decía Ino. -¿Eso quiere decir que ya tienes algún jutsu súper increíble?- preguntó.

-Bu-bueno, sé un par pero aún me falta perfeccionarlos por completo puesto que no llevan la potencia necesaria para causar daño- dijo, con algo de vergüenza.

-Confío en que podrás perfeccionarlos, en el futuro puede que me los enseñes- dijo, sonriéndole.

Y con ello, el camino hasta Ichiraku se llenó de anécdotas que le habían sucedido a ambos en esos tres años, haciendo que la llegada al lugar fuera muy amena y, sobretodo, no hubiese ningún silencio incómodo hasta ese momento.

-Buenas noches- saludó la jóven Yamanaka al ingresar.

-¡Oh, pero si es la pequeña Ino!- mencionaba Teuchi.

-Ino, que gusto verte por aquí, hacía varios días que no venías- comentó Ayame.

Sonriendo, la jóven rubia ingresó por completo al lugar, tomando asiento en uno de los pequeños bancos que había para comer en la barra.

-Si, bueno, también debo cuidar un poco la figura ¿no lo creen?- decía, riendo ligeramente. -Pero siempre que muero de hambre suelo venir aquí, supongo que se me pegó esa costumbre gracias a alguien- decía. -Además de que hoy es una noche especial... por eso vine- dijo, mientras giraba para observar el exterior.

Con ello, tanto Teuchi como Ayame miraron que, de la calle, un jóven alto, con un cabello medianamente largo y una chaqueta que combinaba de buena manera el negro y naranja, ingresó.

-¡Hola a ambos, tanto tiempo sin verlos!- saludó el Uzumaki.

Y mientras ambos miraban a Ino, está sonreía... Y sonreía.

Sí, no recordaban quién era.

-¡Vamos, soy Naruto!- se escuchó.

Ante eso, tanto Teuchi como Ayame lo miraron detenidamente...

-¡Vaya que si has cambiado, chico!- mencionó primero Teuchi. -La última vez que te ví no eras más alto que la barra donde comen nuestros clientes, y ahora mírate, creciste mucho- decía.

-Es cierto, perdona, Naruto, pero si que cambiaste, aunque te pusiste más apuesto, eh- mencionaba Ayame quien, guiñando además un ojo, miró de esa forma a la rubia. -Vaya suertuda, Ino- comentó.

Esas palabras lograron un remarcado ruborizado en ambos, tanto en el Uzumaki como la Yamanaka.

-¡Entonces no se diga más, esta noche la comida corre por nuestra cuenta, así celebramos que regresaste finalmente a Konoha!- se escuchó a Teuchi.

...

En el trascurso de la noche todo había ido demasiado bien, la comida sabía exquisita como ers de costumbre cuando se comía en Ichiraku, además de que ambos se habían estado poniendo al corriente con todo lo que había sucedido en sus vidas en el transcurso de estos últimos años y, si el rubio era honesto, definitivamente no le gustaría meterse en una pelea con Ino después de todo lo que le contó acerca de su entrenamiento.

-¡Cierto!- dijo la jóven rubia. -No te he mencionado que todo lo que sé sobre mi afinidad y los jutsus que aprendí, se lo debo a Kakashi-sensei, él me enseñó- mencionó.

Demasiado sorprendido, y casi atragangandose con su comida, el Uzumaki miró a Ino.

-¡Eso es genial!- respondió Naruto. -Quiero decir, también por el lado en el que Kakashi-sensei te enseñó bien, ya que no es muy, eh, en mi caso no fue muy bueno al enseñarme muchas cosas- dijo, mientras reía.

Ante eso, la rubia solo pudo mostrar un rostro de incredulidad, más que nada porque recordaba perfectamente los momentos en los cuales Jiraiya había tomado como aprendiz a Naruto antes de las finales en los exámenes chunin ya que, sin ayuda de él y sus enseñanzas para controlar un poco de su chakra "extra" que tenía, bueno... muy probablemente habría muerto gracias a todo el daño que Neji le había hecho en su momento a su red de chakra.

-Por cierto, también me enteré que te convertiste en chunin, eso de igual forma es muy genial- comentó Naruto, mientras consumía un poco de su tazón de ramen.

-Bueno, eso pasó después de un par de misiones que tuvimos con mi equipo, me sentí felíz porque era una evidencia, por decirlo así, de lo mucho que había avanzado en cuanto a mi entrenamiento- respondió Ino.

Al observarla, el Uzumaki miró detalladamente aquel brillo particular en su rostro, el cual pertenecía, sin temor a equivocarse, al sentimiento de orgullo.

-Me alegro mucho, Ino, en serio...- decía el rubio.

Mirándolo, Ino ahora entendía esa mirada, era fácil olvidar el hecho de que él no había tenido oportunidad para convertirse en chunin al igual que el resto y, por ende, seguía siendo el único genin de entre todos ellos.

-No te mortifiques, Naruto- comentó, mientras la mirada del rubio se centraba en ella. -Al final un rango no demuestra lo bueno o malo que eres, y en mi opinión, tú eres más que excelente como shinobi, verás que tarde o temprano te darán, de igual forma, el rango de chunin- dijo, sonriendo.

Sonriendo de manera amplia, el Uzumaki habló.

-¡Tienes razón!- decía.

...

-Y aquí estamos...- mencionó el jóven Uzumaki.

Frente a ellos, una vez más se encontraba la casa de los Yamanaka. Había sido una noche tranquila, muy buena en el sentido de que, por fin, pudo hablar más con Naruto.

En opinión de ella, se veía cambiado, ya no solo por la parte física, sino que había, como tal, esa ligera aura que era difícil de explicar pero, si se podía poner en palabras, era como si hubiese llegado más maduro en cuestión de actitud pero, a su vez, mantenía el mismo sentido del humor y de hiperactividad de siempre.

-Sí, pienso... pienso que fue una gran noche- decía la rubia. -Claro que siempre es disfrutable un tazón de ramen de Ichiraku pero, no lo sé, esta vez se sintió mejor- comentó.

-Estoy de acuerdo con eso, hacía mucho tiempo que deseaba comer un tazón de ramen de ese lugar y fue la gloria total, además de que tu compañía lo hizo mucho mejor, así que... bueno, gracias por aceptarme la cita- decía Naruto.

-¿Oh, así que fue una cita?- preguntó Ino, sonrojada.

Y de igual manera, mientras un ligero ruborizado aparecía en las mejillas del Uzumaki, este habló.

-S-si, quiero decir, solo si tú lo quieres considerar de esa forma también, pero en mi opinión, bueno, eh, pienso que no estaría mal llamarlo de esa forma, ¿no?- mencionó.

Mientras Ino colocaba dos dedos en su barbilla y pensaba... por fin habló.

-No te voy a mentir, también lo consideré así- dijo finalmente.

Riendo ligeramente y con algo de pena en él, Naruto solamente rascó la parte posterior de su cabeza, sonriendo.

-Y-yo supongo que ya debo irme, aún no he ido a mi apartamento y probablemente este hecho un desastre- dijo.

Aunque la sonrisa que Ino había marcado en sus labios lo confundió un poco.

-¿Qué pasa?- preguntó el Uzumaki, algo intrigado.

-Bueno, tras un par de semanas después de que te fuiste, recordé que me habías contado acerca de una planta que el tercero te dió... así que, eh, digamos que estuve metiéndome a tu apartamento algunas cuantas veces por la ventana para poder regarla, además de que, claro, te ayudé un poco con la limpieza- dijo.

Esa declaración había dejado totalmente sorprendido al jóven rubio quien, apenado, habló.

-¿En-en serio?- preguntó, mientras Ino solo asentía en respuesta. -Y-yo no sé qué decir, bueno, nunca habían tenido un gesto de esa magnitud conmigo, entonces es difícil pensar en algo para decir- comentó el Uzumaki.

-No me agradezcas, me nació hacerlo y no me arrepiento, además de que salvé a una planta en el proceso, entonces valió la pena- respondió Ino.

Aunque las mejillas del Uzumaki se llenaron aún más de aquel ruborizado que estaba apareciendo en ellas puesto que, de la nada, la jóven Yamanaka se había inclinado un poco para besar una de sus mejillas mientras que, separándose, le sonrió.

-Pero debes ir ya a tu apartamento, es tarde- decía, mientras caminaba hacía la puerta de su casa. -¿Nos veremos mañana?- preguntó.

Sonrojado a más no poder, Naruto asintió.

-Tenlo por seguro- dijo.

-Perfecto entonces, nos veremos mañana- dijo finalmente la rubia.

Y así, ingresando a su casa, la puerta tras de ella se cerró, mientras que aún en el exterior, el Uzumaki aún estaba terminando de procesar lo que había ocurrido, y lo que había escuchado también. No recordaba la sensación de tener tan cerca a Ino, y si era sincero, por fin pudo recordar por qué le gustaba tanto.

Con ello, el camino de vuelta a casa comenzó.

Había sido una excelente noche.

...

Por la mañana

-¡Otra vez va a llegar tarde!-

Cubriéndose sus orejas, la pelirosa miró a Naruto un poco cansada por todo el escándalo que este estaba haciendo.

-Ayer nos hizo lo mismo ¿y aún esperas que aparezca temprano?- preguntó.

Tras observarla bostezar, bueno, ella tenía razón, no podía esperar mucho en cuanto a puntualidad de alguien que ya había llegado tarde varias veces para algo importante.

Pero alzando sus cejas en una forma un poco más... pícara, Sakura miró al rubio.

-Pero ¿y bien? ¿cómo estuvo tu noche con Ino?- preguntó.

Ante la mirada que su compañera le estaba dando, en el rostro del Uzumaki, por su lado, una sola ceja se levantó.

-Que chismosa, Sakura-chan- dijo finalmente.

-¡¿Cómo me dijiste!?- se escuchó por parte de la pelirosa.

Pero como si hubiese habido algún tipo de intervención divina para salvarle el pellejo al rubio, la voz de Kakashi se escuchó.

-Buenos días a ambos, sinceramente me había olvidado un poco de que hoy era nuestro primer día como equipo, ya saben, la costumbre de no tener uno por tres años- dijo el del sharingan, mientras un bostezo escapaba de su boca.

-Bueno, al menos fue honesto esta vez- pensó Sakura, quien después miró al Uzumaki. -¡Ya cuéntame, Naruto!- decía.

Y mientras aquellos dos discutían acerca de que debía o no contarle sobre su salida de anoche con la jóven Yamanaka, Kakashi miró al cielo tras el sonido de lo que parecía ser un ave...

-Esa ave ya la he visto alguna vez... parece ser de Suna- pensó, intrigado.

...

-Por última vez, Shizune, no les daré una misión de bajo rango- se escuchaba a Tsunade

-Pero, Tsunade-sama, Sakura no ha participado en muchas misiones y Naruto apenas viene llegando de su viaje, ¿no cree que comenzar con una misión de rango C, por ejemplo, sería lo más conveniente?- preguntaba.

Suspirando, la quinta dejó todas las peticiones de misiones que tenía en su mano, solo para mirar a su jóven acompañante.

-Conozco a ese cabeza hueca, y sinceramente prefiero que no haga escándalo alguno por no haberle dado una misión de más rango, pero fuera de ello, tú también viste cómo se desarollaron ayer combatiendo contra Kakashi... están más que listos- dijo.

Con algo de desconfianza aún en su rostro, Shizune solo asintió en respuesta.

...

Después de haber valorado correctamente cuál sería la primera misión más idonea para el equipo Kakashi después de tanto tiempo, tanto Tsunade, como Shizune e Iruka se encontraban en una sala, la cual servía para otorgar tanto misiones como reportes por parte de aquellos que las concluían.

-Bien, miramos todas las opciones posibles antes de asignar una misión al equipo Kakashi y decidimos que esta sería la mejor- mencionaba la quinta.

Quien mostrando la petición escrita en un papel, una mueca de disgusto no se hizo esperar en el Uzumaki.

-¿Una misión de escolta? ¿en serio, abuela?- se escuchó.

Aunque poco duro la insubordinación del rubio puesto que, tras un segundo de haber dicho eso, un buen golpe se llevó en la cabeza.

-¡Es la Hokage, muestra más respeto!- mencionó Sakura.

-Bueno, no todo podía ser perfecto... al final sigue siendo Naruto- pensaba Iruka.

Suspirando, la legendaria sannin observó a Shizune quien solamente podía reír de manera ligera demostrando un poco de vergüenza por lo acontecido...

Pero, poco después, los presentes se sorprendieron cuando de la nada, una mujer entró a toda prisa en la sala, mientras se dirigía a la Hokage.

-¡Hokage-sama, debe leer esto de inmediato, es urgente!- se escuchó.

Y observando su espalda...

-Es del equipo de decodificación, algo no anda bien- pensaba Kakashi.

Observando a Tsunade, esta solamente se encontraba leyendo el reporte que se le había sido entregado, y mientras Shizune e Iruka se unieron a ella, ambos quedaron totalmente en silencio tras leerlo también.

-¿Algo malo está pasando, Hokage-sama?- preguntó el del sharingan.

Suspirando, la quinta dejó el reporte en el escritorio, y mirando a los tres que tenía al frente, habló.

-Bueno, es tu día de suerte, Naruto... hoy les asignaré una misión de rango S- dijo, sorprendiendo a todos.

-¡Pero, Tsunade-sama...!- se escuchó a Iruka, antes de ser interrumpido por la quinta.

-No te alteres, Iruka, confío plenamente en las habilidades de mi alumna y de Naruto, al final, ambos demostraron que están más que listos para enfrentar cualquier misión- comentó.

Pero tras lo acontecido, todos los presentes observaron a Shizune inclinarse un poco, así hablando con la quinta.

-Eh, Tsunade-sama, ¿acaso olvidó lo que Jiraiya-sama nos contó acerca de aquel grupo, Akatsuki? ¿no cree que sería algo arriesgado enviar a Naruto teniendo en cuenta que ellos fueron los que aparecieron en Suna?- le preguntó Shizune, susurrando.

-¡Hey! ¿por qué tanto secretismo? ¿qué está sucediendo abuela Tsunade?- preguntó el Uzumaki.

Y, una vez más, un golpe por parte de la pelirosa, además de unos cuantos regaños también de su parte...

-Sunagakure nos está pidiendo ayuda debido a que su Kazekage fue secuestrado por un grupo que estamos investigando... Akatsuki- dijo finalmente la quinta.

Esas palabras, en definitiva, ocuparon la total atención por parte de Sakura y Naruto, dejando de lado cualquier regaño.

Aunque, como era de esperarse, la noticia capturó aún más la atención del Uzumaki.

-No los estoy enviando porque soy buena persona y quiero que Naruto viva aventuras, sino porque, en si, tanto él como Kakashi ya han tenido contacto con ellos- decía, mientras el del sharingan asentía. -Y en cuanto a Sakura, es probable que haya heridos... ¿entonces por qué no enviar a mi mejor alumna?- mencionó, ganándose una sonrisa algo timida por parte de la pelirosa.

Aunque tras ello, todos miraron al Uzumaki más serio de lo normal.

Pero aclarando su garganta, Kakashi habló.

-Tsunade-sama, quiero hacerle una petición extra para esta misión- comentó, mientras la quinta asintió en aprobación. -Ya que iremos en ayuda del Kazekage, y dado que somos un equipo incompleto por la falta de uno, quiero pedir a Yamanaka Ino para que ocupe el último lugar de mi equipo para esta misión, al final ella y yo hemos entrenado mucho durante dos años y sus habilidades nos vendrán bien como un refuerzo extra- dijo finalmente.

Tras pensar en ello repetidamente, y tras tener en cuenta de que por parte de Shikamaru este se encontraba ocupado con los exámenes chunin, y tanto Asuma como Chōji habían salido de la aldea por la mañana, Tsunade sonrió.

-Una ayuda extra no está mal, y además sumarían a dos médicos en su equipo... tienes todo mi permiso- respondió finalmente la quinta.

...

-Que repentino ha sido todo esto-

Haber sido llamada tan deprisa no le había sentado del todo bien a la jóven Yamanaka, hoy se suponía que iba a ser su día de descanso puesto que todos sus compañeros de equipo se encontraban fuera de la aldea u ocupados.

¿Pero qué se le iba a hacer?

Al menos tenía la oportunidad de estar en una nueva misión con Naruto quien, al menos mirándolo de pie ya fuera de la aldea, un raro sentimiento se hizo presente en la rubia.

Irían tras Akatsuki, los mismos que buscaron al rubio hace años... y si ahora fueron capaces de vencer al mismo Kazekage, ese mismo chico de los exámenes chunin quien, años atrás, había demostrado ser una máquina de combate.

Suspirando, la rubia solo retiró su mirada de la espalda del Uzumaki.

Aunque mirando a Ino, Sakura sonrió.

-Veo que Kakashi-sensei te tiene en alta estima, supongo que su entrenamiento no es poca cosa por lo que veo- comentó.

-Bueno, siempre he sido más talentosa que tú, era de esperarse- dijo, mientras sonreía de manera burlona.

Aquel comentario no había hecho más que alimentar aún más la rivalidad que había entre ambas, además de lograr resaltar, también, una pequeña vena en la frente de la pelirosa.

...

-¿Preocupado por el chico?-

Mirando a la Hokage, Iruka sonrió de manera tímida mientras que, de nueva cuenta, su vista se volvía a centrar en Naruto.

-Aún me cuesta aceptar que ya no es un niño pequeño que apenas y sabía utilizar los jutsus básicos de la academia... pero preocupado no estoy, sé que lo hará bien- respondió.

Aunque algo realmente le intrigaba a Iruka y era, en sí, lo que sea que Naruto estuviera pensando en ese instante ya que, al mirarlo tan alejado de todos, incluso de Ino, bueno, llamaba realmente la atención puesto que no era habitual en él...

Pero tras unos cuantos segundos, una presencia extra apareció.

-¡Tsunade!- se escuchó, y mientras todos giraban para observar, la quinta solo pudo mostrar un rostro con algo de descontento. -Me han llegado informes de Sunagakure, el Kazekage ha sido...- decía Jiraiya, antes de ser interrumpido.

-Secuestrado por Akatsuki, lo sé... de hecho ya estoy mandando un equipo en su ayuda- dijo la legendaria sannin mientras señalaba hacía el frente.

Y con un rostro en total sorpresa, Jiraiya solo rascó la parte posterior de su cabeza, para después inclinarse ligeramente a Tsunade, hablándole.

-¿Si estás consciente sobre que ellos también van detrás de Naruto, cierto?- preguntó, susurrándole.

-Lo sé, y es por eso que mandé también a Kakashi y Sakura, además de Ino- respondió, de igual manera susurrándole.

Aquello había sorprendido un poco al legendario sannin quien, en su llegada, no había notado a la jóven Yamanaka entre toda las personas que se encontraban ahí presentes, así que acercándose hasta ella, habló.

-Vaya que has crecido, niña, tiempo sin vernos- dijo.

Sonriente, la rubia abrazó a Jiraiya.

-Pienso lo mismo Jiraiya-sama, hacía mucho tiempo que no nos vemos, y creo que se lo dije la última vez pero realmente no cambia, se ve igual- dijo.

Eso había generado, nuevamente, un sentimiento de orgullo en el legendario sannin.

-Te voy a pedir de favor que lo cuides, realmente ha avanzado, pero a veces sigue siendo un poco impulsivo, ya sabes... sobretodo para que no caiga en trampas de quienes están tras él- comentó.

Asintiendo, la rubia habló.

-Se lo prometo- dijo finalmente.

Y con ello, una sonrisa apareció en los labios del legendario sannin quien, separándose de Ino, acudió hasta su alumno, el cual se encontraba separado del resto, pensativo.

-¿Qué pasa, chico?- preguntó Jiraiya.

-Esos tipos capturaron a Gaara, sabio pervertido... creo que por fin llegó el momento ¿no?- preguntó Naruto.

-Así es- respondió Jiraiya, tajante. -Pero debes tener en cuenta que, con tus habilidades actuales, no debes enfrentarte tú solo contra ninguno de ellos... esos tipos no se van a andar con rodeos e intentaran de todo para capturarte también- dijo.

Mirando aún hacía el camino que tenían al frente, el Uzumaki tragó un poco de saliva, sin decir palabra alguna.

-Bueno, confío en que escucharas a Kakashi y también a Ino- dijo finalmente Jiraiya, separándose de él.

-Bueno, creo que ya es hora de irnos, serán dos días de viaje, así que es mejor comenzar pronto- se escuchó a Kakashi.

Y así, el legendario sannin volvió con Tsunade y los demás, mientras que tanto Ino como Sakura emprendieron el viaje siguiendo a Kakashi... pero hasta la cabeza del grupo, se podía observar al Uzumaki, serio aún, pensante.

Quizás él no tenía la fuerza suficiente para derrotar incluso a uno de ellos, pero en equipo estaba seguro que sí.

-Aguanta, Gaara... ya vamos-












Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top