01.- El Regreso del Héroe
-!Estilo de fuego: gran bola de fuego!-
-¡Estilo de agua: rayo perforante!-
En medio de uno de los tantos campos de entrenamiento, un choque de dos jutsus elementales muy poderosos había ocurrido, y aunque ambas técnicas se estaban neutralizando por llevar la misma potencia, el caos que estaban dejando en la colisión era significativo.
-Dos años y Kakashi-sensei sigue sin ir con todo contra mí... espero que no me esté subestimando, porque le saldrá caro-
Tras unos cuantos segundos, un enorme residuo de vapor había quedado en el aire, dificultando así la vista para ambas presencias que se encontraban ahí.
-No lo haces para nada mal, Ino- pensó el del sharingan.
Aunque al observar el vapor desaparecer paulatinamente, Kakashi pudo mirar una figura acercándose rápidamente hasta él.
-¿Un ataque tan directo? eso no me lo esperaba de tu parte- decía. -¿Acaso trató de bloquear la vista de mi sharingan con el vapor?- pensó.
Y aunque con un par de movimientos logró inmovilizar a Ino, dejándola en el suelo, una enorme expresión de sorpresa se reflejó en el rostro de Kakashi cuando observó que, frente a sus ojos, quien parecía ser la jóven Yamanaka comenzó a derretirse.
-¿Un clon?- pensó rápidamente.
Sorpresivamente no pudo girar completamente al tratar de voltear su cuerpo, puesto que, observando nuevamente hacía donde había quedado el pequeño charco, otra Ino parecía estar saliendo de él, tomándolo por los tobillos.
-¡Ya te tengo!- se escuchó a la rubia acercándose a toda velocidad.
Pero con una rapidez impresionante, Ino pudo observar a Kakashi hacer una serie de sellos, y estando tan cerca de él...
-¡Estilo de agua: mar creciente!-
Así, la jóven Yamanaka miró como el del sharingan apuntó rápidamente hacía donde estaba el clon, y mientras una gran corriente de agua salía disparada de la boca de Kakashi, una gran marejada la envolvió, arrastrándola varios metros lejos...
Y estando ya en el suelo, cansada, y básicamente habiendo sido arrastrada por una corriente de agua, lo único que pudo escuchar Ino después de eso, fue una voz.
-Vaya que has mejorado, ese movimiento con el clon de agua ciertamente me dejó sorprendido, es bueno que uses todo lo que tu afinidad te otorga y, sobretodo, me alegra que sepas aprovechar los escenarios situacionales como el vapor que se originó por el choque de nuestros jutsus- dijo, mientras una sonrisa se marcaba bajo su máscara.
-Debí haber asegurado las manos en lugar de los tobillos- dijo la jóven Yamanaka, con dificultad.
Al observarla reacomodando su postura y estando sentada en el suelo, Kakashi habló.
-Sí, bueno, ese habría sido un movimiento más inteligente, pero los tobillos tampoco están mal, sobretodo porque tuviste el factor sorpresa de tu lado- decía. -Veo también que Asuma te ha entrenado muy bien en cuanto a tu velocidad y tu taijutsu, aunque me sorprende que tus lecciones de ninjutsu médico estén yendo mal- dijo.
Suspirando, la rubia habló.
-Siento que eso funciona más para Sakura, no es como que envidie su control de chakra pero, no lo sé, solo no me atrae tanto como a ella... acepté hacerlo solamente porque a Asuma-sensei le agradó la idea de tener a alguien con conocimiento de ninjutsu médico en el equipo- dijo.
-Ese fue un movimiento acertado por parte de Asuma, un médico siempre viene genial en las misiones- decía Kakashi, mientras bajaba su bandana hasta cubrir su ojo en donde su sharingan se situaba.
Y dejando el lado de Ino, el del sharingan había comenzado a encaminarse hasta la salida de los campos de entrenamiento.
-¡¿A dónde va?!- se escuchó a sus espaldas.
Girando, Kakashi la miró.
-Esta mañana me llegó un aviso por parte de la quinta, es probable que haya una sorpresa hoy, así que debo presentarme con ella- dijo, para después sonreír.
Con ello, el del sharingan retomó su rumbo, dejando muy pensante a Ino.
-¿Qué podría ser más importante que un entrenamiento?- pensó.
...
-¿Y bien? ¿estás nervioso por volver, Naruto?-
Observando las enormes puertas que caracterizaban la entrada a Konoha, el Uzumaki sonrió de manera amplía.
-En lo absoluto, sabio pervertido- respondió. -De hecho estoy emocionado, han pasado tres años desde que nos fuimos y no sé qué tanto ha cambiado todo por aquí, además de que, también, no sé qué tanto han cambiado los demás- dijo.
Aquello hizo sonreír de manera ligera al legendario sannin. Con el paso del tiempo, apenas y le resultaba fácil recordar lo que había dejado en pausa su alumno antes de irse. O quizás era por el hecho de que a él le resultaba más fácil olvidarse de todo puesto que casi siempre estaba viajando.
-Primero pasaremos con Tsunade, hace unos días le envié una carta comentándole que estaríamos hoy en su oficina, así que después de eso, ya puedes ir a hacer lo que te plazca... o visitar a quien te plazca- dijo.
Mirándolo con su vista periférica, Jiraiya pudo jurar haber visto un ligero sonrojo en su alumno.
-¿Cuánto habrá cambiado Ino? ¿quizás tiene mi misma estatura? ¿quizás...?- y antes de que esos pensamientos invadieran por completo su mente, el Uzumaki sacudió de manera rápida su cabeza, notando lo ruborizado que estaba logrando ponerse.
...
Caminando por las calles de Konoha, estas podían observar a una chica en particular de cabellera rosada. Y es que en la actualidad, Sakura se encontraba enfocada en sus pensamientos, mientras de destino final tenía la oficina de la quinta.
Para Sakura, todos estos años se había esforzado mucho por destacar como una de las ninjas médicos más sobresalientes que recientemente estaban haciéndose de un lugar en el cuerpo médico.
Su entrenamiento con Tsunade, como tal y a opinión de la pelirosa, había dado unos excelentes frutos, tanto en conocimiento acerca de esa rama del ninjutsu, como en conocimientos de taijutsu y manejo de su chakra.
-¡Sakura!-
Saliendo de sus pensamientos, y mirando en dirección a la voz que la llama, pudo observar tres figuras.
-¿Konohamaru? ¿qué te trae por aquí?- preguntó.
-¿No te enteraste? ¡Naruto llega hoy, estamos yendo a buscarlo!- respondió.
...
Y tras haber estado un buen rato yendo hacía la entrada de la aldea, y mirando por posibles caminos, el grupo casi que estaba perdiendo las esperanzas de mirarlo apenas recién llegó... aunque a algunos pasos delante suyo, Sakura pudo visualizar a una persona conocida.
-¡Jiraiya-sama!- se escuchó.
-¡Oh, Sakura, cuanto tiempo!- decía el legendario sannin.
-Me alegra mucho verlo, no ha cambiado realmente nada- dijo, sonriendo.
Ante esas palabras, el legendario sannin solamente mostró una sonrisa amplia, además de que en ella se podía observar un poco del orgullo de verse, aún, algo jóven.
-¿Naruto no viene con usted? nos enteramos que venían para acá y decidimos irlos a buscar- decía nuevamente la pelirosa.
-Si, hablando de él, está ahí- respondió Jiraiya, mientras señalaba hacía la cima de una farola.
-¡Eh, Naruto!-
Observando hacía abajo, en la calle, el Uzumaki pudo divisar a ciertas personas quienes le parecían conocidas, así que bajando de manera rápida...
-¿Sakura-chan?- decía, mientras la pelirosa solamente se quedó sin habla. -¡Vaya, definitivamente has cambiado mucho!- dijo el rubio.
-S-sí, la verdad tú también, de hecho estás más alto que yo- dijo.
Ante eso, Naruto midió su estatura con la pelirosa, sonriendo.
-Es verdad, supongo que crecí mucho en estos años- respondió, riendo.
Observándolo reir, la mente de Sakura solamente se llenaba de varios pensamientos, uno tras otro.
-Vaya que si le sentó bien el crecer en estatura, se ve más maduro- pensó.
Aunque la voz de Konohamaru distrajo a todos, llamando así la atención.
-¡Naruto, mira esto: jutsu sexy!- dijo, mientras que tras ello, una hermosa mujer apareció.
Y aunque en Sakura una reacción muy sorprendida y algo enfurecida apareció, por parte de Jiraiya no se podía decir lo mismo... ya que le gustó.
Pero una ligera risa por parte del Uzumaki llamó la atención de todos, y mientras las miradas recaían sobre él, este habló.
-Konohamaru, no deberías estar perdiendo el tiempo con jutsus de ese estilo... no vale la pena hacerlo- dijo.
Aquellas palabras solo pudieron robarse por completo la mirada de Sakura quien, sin notarlo, un ligero ruborizado había comenzado a aparecer en su rostro.
-Entonces ha madurado también en actitud... vaya que el Naruto de hace tres años habría hecho ese mismo jutsu pervertido y tonto- pensó.
Aunque no hubo más tiempo para pensar puesto que la voz del legendario sannin se escuchó.
-Ya hemos estado aquí lo suficiente, Tsunade debe estarnos esperando- dijo, mientras ponía rumbo hacía la torre del Hokage.
Tras ello, la pelirosa se dió un ligero golpe en ambas mejillas puesto que había comenzado a darse cuenta que se estaba sonrojando por Naruto.
Y mientras el rubio observó como Jiraiya y Sakura avanzaban primero, se acercó a Konohamaru.
-Le faltaron un poco, pero poquitas curvas más, de ahí en adelante, fue un jutsu sexy decente- decía, casi susurrando.
Esas palabras habían devuelto el brillo al rostro del jóven Sarutobi quien, captando por qué habló del jutsu hasta ese momento, rió en voz baja.
Se había salvado de un buen golpe por parte de Sakura.
...
En la torre del Hokage
La primera impresión que tuvo la quinta del Uzumaki cuando lo miró fue muy grande, vaya que si había crecido, pero desafortunadamente esa no era la razón del por qué se esperaba su llegada.
Otro que se había sorprendido al mirarlo ahí fue, en definitiva, Shikamaru, quien se encontraba organizando los exámenes chunin junto a Temari.
Pero en esos momentos, una peculiar petición por parte de la quinta se pudo saber.
-¿Eh? ¿una prueba? ¿a qué se refiere con eso, abuela Tsunade?- preguntó el rubio.
Aunque ese apodo le valió un ligero apretón en su brazo por parte de Sakura, además de una mirada bastante fulminante por parte de la quinta, esta última habló.
-Es una prueba para observar qué tanto avanzaste en tres años... y ya que fue Jiraiya quien dió esa fecha, supongo que tiene confianza en que, en efecto, si progresaste de buena manera en todo este tiempo, así que te asigné un oponente- dijo.
-Veo que estás impaciente por verificar si entreno bien a alguien o no- decía el legendario sannin, sonriendo.
Y dado que tanto Temari como Shikamaru habían ingresado, el rubio se confundió un poco.
-¿Tú serás mi oponente, Shikamaru?- preguntó.
-¿Oponente? yo vine aquí por otra cosa- respondió el jóven Nara.
Aunque mirando a la acompañante de Shikamaru, el rubio se acercó.
-Yo... creo que te recuerdo, sí, eras esa chica loca de los exámenes chunnin, ¿tú serás mi oponente?- preguntó de nueva cuenta el rubio.
Con algo de enojo en su rostro, Temari solo negó con su cabeza.
-Si creció, pero veo que sigue siendo el mismo tonto de aquel entonces- pensó la jóven de la arena.
Pero aclarando su garganta, la quinta señaló hacía la ventana.
-Le gusta hacerse el sigiloso, pero tu oponente está allá- dijo.
Con confusión y algo de intriga, tanto el Uzumaki como la pelirosa se acercaron a la ventana...
-Oh, hola, Naruto- se escuchó.
-¡Kakashi-sensei, que alegría volver a verlo, en serio!- dijo.
Sonriendo por debajo de su máscara, el del sharingan habló.
-A mí igual me da gusto volver a verte, se ve que has crecido mucho, eso es bueno- decía.
Aunque en el rostro de Kakashi se pudo observar una sorpresa muy grande cuando miró a su alumno acercarse hasta él... siendo sorprendido por, ni más, ni menos, que con una edición sin publicar del nuevo libro de Jiraiya, "Haciéndolo en el Paraíso."
Y aunque la emoción del momento pudo haber distraído a todos del tema principal, Kakashi aclaró su garganta, observando tanto a la pelirosa como al Uzumaki.
-Tanto Naruto como tú han entrenado lo suficiente durante tres años, y a ambos se les tiene en gran expectativa, así que le pedí a Tsunade-sama, antes de que llegaran, que ustedes dos combatieran contra mí, así para probar qué tanto han aprendido- comentó.
Aquello tomó por sorpresa a Sakura quien, girando levemente para observar a su maestra, solo miró la sonrisa que se encontraba reflejada en ella.
-Tanto Naruto como tú van a demostrar que no han estado perdiendo el tiempo... así que no se contengan y den lo mejor- comentó la quinta.
Eso solamente causó un brillo peculiar en ambos quienes, sonriendo, solo asintieron en respuesta.
-Aunque por un lado, siento que debes estar algo cansado, Naruto- decía Kakashi. -Descansa un rato, y en una hora, más o menos, los veré a ambos en el campo de entrenamiento tres- dijo.
-¡Pero Kakashi-sensei...!- se escuchaba el Uzumaki antes de ser interrumpido.
-Como dije, una hora, tengo un asunto que resolver muy, muy urgente...- decía mientras ojeaba su nuevo libro.
Y con ello, el del sharingan desapareció en una pequeña nube de humo.
-¿En serio prefirió leer un libro antes que mirar cuánto han avanzado?- pensó Tsunade, algo incredula, solo para despedirse aclarar su garganta. -Bueno, Kakashi tiene razón, descansa un poco antes de pelear, seguro que fue un viaje largo... además, no estaría de más que pasaras a visitar a alguien antes, ¿no crees?- mencionó.
Esas palabras hicieron que todos en la oficina miraran al Uzumaki. Sabían a quién se refería la quinta. Por parte de Shikamaru, la gran impresión que generó Naruto al verlo después de tanto tiempo le hizo olvidar un poco sobre alguien en específico.
Sería bueno para ella.
...
-¿¡Qué!?- se escuchó al Uzumaki, quien volteó a mirar a la pelirosa. -Sa-Sakura-chan, ¿eso significa que tú también te lograste convertir en chunin?- preguntó.
-Así es- respondió, sonriendo.
-Y no se detiene ahí el asunto- mencionaba Shikamaru, robando la atención del rubio. -En Suna tanto Temari como su hermano, Kankuro, se convirtieron en jounin, mientras que de nuestro lado, Neji se convirtió en uno- comentó.
-Así que Neji... tiene sentido, es alguien fuerte y quien después de nuestra pelea, dejó de confiarse de más- pensó el Uzumaki, mientras una sonrisa se marcó en su rostro. -Aunque espera, dijiste que tanto ella como su hermano se hicieron jounins, ¿eso quiere decir que Gaara también?- preguntó.
Aquella incógnita no hizo más que sorprender a todos, y era más que nada por el hecho de que Naruto no supiera qué había sido de Gaara ya que, en si, fue una noticia muy hablada cuando se dió.
-Gaara se convirtió en el nuevo Kazekage de Sunagakure- respondió Temari.
Esa noticia pareció haber afectado de alguna manera al Uzumaki quien solo pudo agachar su mirada.
¿Era algo malo el hecho de que Gaara se haya convertido en Kazekage?
No, era algo más. Y es que, tanto por parte de Shikamaru y Sakura, ambos sabían del sueño que cargaba Naruto con él... así que observándolo alzar su mirada, la pelirosa estuvo a punto de hablar, pero se detuvo cuando miró una sonrisa muy remarcada en el rostro del Uzumaki.
-Así que Kazekage, ¿eh?- decía, mientras su mirada se centraba en aquella montaña donde se esculpieron rostros de los Hokages que alguna vez habían asumido el cargo. -Me alegro mucho por él, y espero que siga en el puesto por muchos años más... porque un día me tendrá de colega, pero esta vez como Hokage- dijo.
Así, mientras una mirada de esperanza y emoción por el futuro se observaba en el rubio, Sakura solo pudo sonreír, aunque por parte del jóven Nara, este aclaró su garganta...
-¿No crees que estás dejando correr mucho tiempo?- preguntó.
Confundido, el Uzumaki lo miró.
-¿A qué te refieres, Shikamaru?- mencionaba.
-Me refiero a que la hora que te dió Kakashi para descansar está por pasarse y te falta visitar a alguien- dijo.
Tras ello, un ligero ruborizado apareció de manera sorpresiva en el rostro del jóven Uzumaki quien, sin poder decir palabra alguna, asintió.
-Te acompañaré, Naruto- se escuchó a Sakura, mientras esta colocaba una de sus manos en un hombro del rubio. -Sé que tres años es mucho tiempo y quizás necesiten ir un poco con calma para que todo vuelva a la normalidad- dijo.
-Sakura tiene razón, entiendo que estes nervioso, pero no pienses que ella no lo estará... pero confío en que ambos estarán bien- decía el jóven Nara, sonriendo. -Temari y yo tenemos que avanzar con los exámenes, suerte con lo que debes hacer- dijo, mientras ambos se retiraban del lugar.
Con ello, y sin más, Sakura miró al Uzumaki, y caminando en dirección a la florería Yamanaka, este no tuvo más remedio que ir detrás de ella.
...
-Veo que estás disfrutando del libro-
Alzando su rostro, Kakashi pudo observar a Jiraiya, quien sonriente, se sentó justo frente a él en uno de los tantos locales de comida que había por la aldea.
-Ya se está convirtiendo en mi novela favorita, y eso que apenas terminé el primer capítulo- respondió.
Riendo, el legendario sannin asintió en respuesta con clara aprobación hacía las palabras que el del sharingan le había dicho.
-¿Y bien? ¿qué puede decirme de estos tres últimos años con Naruto? ¿cree que su entrenamiento haya dado frutos?- preguntó Kakashi.
-No puedo decirte en qué sobresale puesto que tendrán un combate y eso sería injusto para él, pero si puedo decirte que se ha vuelto un shinobi extremadamente capaz- respondió. -Claro que sigue siendo el mismo Naruto y tiene sus momentos peculiares, pero cuando se trata de combatir... si que ha cambiado- dijo.
-Ya veo, entonces lo entrenó muy bien al parecer, Jiraiya-sama- decía Kakashi, sonriente.
Asintiendo, el legendario sannin habló.
-Y como habíamos acordado, de ahora en adelante es todo tuyo... lo entrené hasta donde más se pudo ya que, al parecer, no hiciste tu parte desde que te lo asignaron al graduarse de la academia- decía, mientras un poco de sudor recorría la frente del jounin, claramente avergonzado. -Tiene carencias aún en cuanto a taijutsu, pero aprende rápido, además de que estoy seguro que serás capaz de enseñarle un poco más que yo en cuanto a ninjutsu ya que, con el tiempo encima, no hubo tanto espacio para enseñar como a mí me habría gustado- dijo.
Asintiendo, el del sharingan habló.
-Entonces ya se han puesto en movimiento esos tipos... vaya problema- comentó.
Suspirando el legendario sannin también asintió.
-Lo es- respondió. -Muchos de mis contactos en la red de espionaje han llegado a la misma conclusión, y es que ya se han puesto en marcha con lo que sea que estén planeando... además de que las otras grandes naciones ya están al tanto también- dijo.
Sorprendido, Kakashi habló.
-¿Lo avisó también a las demás naciones? ¿en serio?- decía.
-Claro que lo hice, chico... esto ya no es solamente un asunto que solo le debe preocupar a Konoha, y teniendo en cuenta de que fueron tras Naruto por lo que tiene en su interior, es probable que el Kazekage se encuentre en peligro también, y debido a que tenemos una alianza, creo que nos podemos beneficiar mutuamente- dijo.
-Entiendo- respondió Kakashi, mientras cerraba su novela. -Creo que las cosas van muy en serio y todo el tiempo que ganemos en contra de ellos será demasiado valioso- comentó.
-Ni que lo digas- respondió el legendario sannin.
...
En otro lugar de Konoha
Estos últimos tres años habían sido de gran crecimiento para Ino en todos los sentidos, y aunque el día a día se sentía un poco rutinario, no se quejaba.
La tienda se su familia prosperaba, junto con el trabajo de su padre quien, al menos en estos últimos tres años no había estado tan activo en misiones y pasaba más tiempo en casa, aunque últimamente ya estaba teniendo nuevamente actividad más regular.
Por su parte, adoraba los entrenamientos con Kakashi, había aprendido mucho con él en todas las facetas, tanto en ninjutsu, como en un poco de taijutsu, al igual que en estrategias de combate y en como utlizar adecuadamente su chakra para hacerla más efectiva y duradera en un combate.
Habían sido tres años de gran crecimiento en opinión de ella, y con su equipo, bueno, tenía la certeza de que su coordinación ahora era muchísimo mejor, no por nada las misiones que habían tenido los respaldaban.
¿Y lo mejor? ya no dependía solamente de sus jutsus familiares...
Aunque aquellos pensamientos se vieron interrumpidos cuando la campana que había en su puerta se escuchó, y fijando su vista hacía el frente, sonrió.
-Vaya, pero si es la frentona, ¿qué te trae por aquí?- preguntó.
Con una vena resaltando en su frente, Sakura miró a Ino, sonriente.
-Puedo decir que no es precisamente tu cara fea lo que me trajo hasta aquí, Ino-puerca- respondió.
Y tras aquello, ambas miradas conectaron con aún más firmeza.
No era poca cosa, puesto que para Sakura, el proceso de Ino había sido muy grande también en los últimos años, y ahora que la tenía estudiando y practicando ninjutsu médico con ella, bueno, se podía decir que una ligera rivalidad había renacido nuevamente, afortunadamente esta vez era para superarse mutuamente.
Y, por supuesto, también había algo de ganas por ambas partes en cuestión de una revancha ya que desde los exámenes chunin, estas no se habían enfrentado en combate nuevamente.
Pero suspirando, y tranquilizandose, la pelirosa sonrió.
-Hoy vengo con buenas noticias para tí, así que dime ¿qué prefieres? ¿que traiga la noticia hasta aquí o prefieres verla por ti misma saliendo de aquí?- preguntaba.
Aquello definitivamente había dejado muy confundida a Ino quien, cambiando su semblante, habló.
-¿Qué te traes entre manos, Sakura?- preguntó de vuelta.
-Solo responde- dijo la pelirosa, algo impaciente.
-Bueno...- decía Ino, pensando. -Trae la noticia hasta aquí, si es algo que explota o mancha, tú me ayudarás a limpiar la tienda- dijo.
Y al mirar lo rápido que la pelirosa salió de la tienda, debía admitir que eso le había dado mucha gracia, aunque al observar al exterior, pudo mirar como Sakura empujaba a alguien.
-Bien, aquí está- dijo Sakura, después de ingresar nuevamente a la tienda...
Con ello, y al mirarla hacerse a un lado, la vista de un jóven alto fue lo primero que observó.
Y este, al alzar su mirada, conectó con la de ella, mientras le sonreía.
-Ho-hola, Ino-
Al mirar a su amiga, la pelirosa pudo observar aquellos ojos azules tan seguros de si mismos cambiar drásticamente de emoción.
Se le notaba vulnerable, incluso podía notar un poco de lágrimas llenandolos... pero sobretodo, en ellos podía observar felicidad.
Sin más, acercándose hasta él, la jóven Yamanaka lo abrazó.
Y él a ella.
-Te esperaré fuera, Naruto, tenemos que hacer aquello con Kakashi-sensei- mencionó la pelirosa.
Así, Sakura salió de la tienda. Era mejor dejarlos a solas por unos momentos.
-Yo... perdona por no haber venido a verte en cuanto llegué- dijo el Uzumaki.
Separándose de él, la rubia sonrió, mientras limpiaba los residuos de sus lágrimas.
-No, no te preocupes, seguro que Tsunade-sama tenía que verte, lo entiendo- decía.
Al observarlo... vaya que si había cambiado, y vaya que si había acertado en la estatura con la que llegaría, puesto que al abrazarlo, Naruto ya le sacaba un poco más de estatura cuando hacía tres años que medían casi lo mismo.
Aunque, tras observarlo mejor, un sonrojo ligero apareció en sus mejillas... se veía más varonil, ¿o quizás era el cambio en la chaqueta? ¿o quizás era esa nueva bandana que traía en su cabeza? no podía asegurar con certeza qué era, pero le gustaba la nueva apariencia de Naruto, y mucho.
Por parte del Uzumaki, este al observar de manera más detenida a Ino, y al igual que esta última, un sonrojo similar se hizo presente en sus mejillas. Más que nada porque, en sí, la jóven Yamanaka había cambiado mucho físicamente.
Era más alta, su cabello había crecido aún más e incluso lograba cubrir un poco uno de sus ojos, también había cambiado su atuendo y ahora dejaba al descubierto parte de su abdomen, el cual, al menos en opinión de Naruto, se veía muy bien.
Y, sobretodo... sus pechos habían crecido.
Ante ese último pensamiento, el jóven Uzumaki sacudió su cabeza, para después sonreír de una manera algo tímida.
-Tú, bueno, ¿cómo has estado?- preguntó.
-Y-yo he estado bien realmente, han sido tres años largos pero me encuentro bien- decía, y aunque no lo quería admitir, el reencuentro, luego del shock inicial, estaba comenzando a ser algo incómodo. -Creo que tenemos mucho que contarnos ¿cierto?- preguntó de vuelta la jóven rubia.
Riendo ligeramente, Naruto habló.
-Así es, hay mucho que contar para ponernos al día- dijo, mientras una sonrisa amplia se reflejaba en su rostro.
Aquella sonrisa realmente le traía muchos recuerdos... aunque una voz proveniente del exterior distrajo a ambos.
-Naruto, ya casi es hora de reunirnos con Kakashi-sensei- se escuchó.
-¡Si, ya voy!- respondió el Uzumaki, quien volteando a ver a Ino, habló. -Kakashi-sensei, bueno, realmente la abuela Tsunade pidió que yo combatiera con él para así poder mirar cuánto he progresado, aunque agregaron a Sakura-chan porque también querían observar qué tanto ha progresado por igual- decía.
Eso tenía más sentido, y al menos si uno recordaba la razón del por qué se había ido Naruto en primer lugar, bueno, era razonable por parte de la Hokage que quisiera mirar si el entrenamiento había sido fructífero o solamente había sido una perdida de tiempo.
-Lo entiendo, si la quinta así lo quiere es por una razón, así que no pierdas más el tiempo y ve- respondió Ino.
Asintiendo, el Uzumaki se encaminó hacía la puerta de entrada pero, de manera sorpresiva, cuando intento girar nuevamente para mirar a la rubia, fue rodeado con otro abrazo por parte de ella.
-Te extrañé...- dijo Ino, ligeramente susurrando.
Y correspondiendo al abrazó, el Uzumaki también la rodeo con sus brazos.
-También yo... mucho- respondió.
Con ello, y tras varios segundos ambos se separaron, solo para que la voz del Uzumaki se escuchara nuevamente.
-Terminando lo que tengo que hacer con Kakashi-sensei, y antes de ir a mi apartamento, pasaré a verte, realmente quiero ponerme al día- dijo.
Sonriendo, Ino solamente asintió.
Y tras ello, Naruto finalmente salió de la florería Yamanaka.
Así, con su corazón a mil por hora, la jóven rubia no pudo demostrar de otra manera su alegría, más que en un salto algo ligero.
Ella también esperaba ponerse al día con él.
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