e s c o n d i t e
Sam se acercó con una linterna, y se asomó debajo de la cama: —Buck, ¿estás listo para salir de tu escondite e interactuar con la gente?
Entonces se escuchó un fuerte golpe, y algunas palabras que seguramente no tenían sentido. Sam apagó la linterna y se puso de pie.
—Entendible, ten un lindo día.
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