[Advertencia: mención de alcohol y, no sé, atrevimiento(?]

El ambiente era abrumador pero no al grado de ser irritante como lo habían sido otras situaciones. Ni Sam, ni Bucky, ni mucho menos Zemo tenían idea de cuánto tiempo estarían metidos en ese lugar esperando a Sharon. Sin embargo, ahí estaban intentando no crear más problemas, pretendiendo no saber nada e ignorando todo el alboroto que sucedía a sus espaldas.

La música sonaba fuerte. Las voces de las personas eran indescifrables por doquier. Había mucha gente bailando y perdiéndose por el lugar haciendo quien sabe que cosas. Las luces cambiaban constantemente de color. El olor a alcohol estaba por todos lados. Pero al final día, así eran ese tipo de ambientes. Lo sabían bien.

Debido a la extraña naturaleza de la situación, a Sam le resultaba extraño haber visto a Bucky tomar algo. Hasta donde el tenía entendido, no era como que pudiera ponerse borracho y con ese contexto no sería favorecedor.

—Creí que no podías embriagarte.

—No lo hago. 

—¿Entonces por qué estás tomando?

—El sabor fuerte me saca de mis pensamientos. No es del todo agradable pero mínimo me hace pensar en el sabor y no en todo lo demás.

—Oh, en ese caso supongo que está bien...

A pesar del ruidoso ambiente, el silencio se hizo presente entre ellos. No resultaba incómodo del todo, pero las miradas de los demás sobre ellos lo estaba volviendo extraño. Quizá algunos de los presentes creían reconocerlos. Quizá algunos otros eran cazarrecompensas. O quizá otros solo los juzgaban internamente por lo cerca que estaban el uno del otro -o sólo era Zemo llamando la atención con su bailecito.

—Bien, esto se está poniendo raro...— Bucky se quejó en un susurro, encogiéndose de hombros. Por dentro estaba muy herido y quería salir de ahí lo antes posible, y sabía que Sam también preferiría alejarse de ese lugar. Sólo que no podían. Habían muchas cosas de por medio, pero el espacio entre ellos no era una de ellas. Sin darse cuenta, habían quedado muy cerca debido a la cantidad de personas a su alrededor.

—Hay que encontrar una manera de disimular...— Sam se acercó un poco más, haciendo que los cuerpos de ambos se juntaran y sus rostros estuvieran a centímetros de distancia. No era ningún secreto que ambos tenían sus emociones a flor de piel. La idea de cortar la notoria tensión entre ambos era ahora una opción apetecible. Pero cualquier movimiento erróneo podría cambiar su relación para siempre.

—¿Cómo podríamos siquiera escondernos aquí?

Sam observó los labios de Bucky mientras hablaba en voz baja. Un pinchazo en su corazón quiso cortar la distancia y besarlo, pero no lo hizo. Podría jurar sentir el alcohol en la respiración del otro y eso era jodidamente ardiente. La idea de besarlo para quitar los ojos de los demás de encima y aparte tener a Bucky como lo quería seguía presente y cada vez se hacia más insistente en su pecho. Y sabía que lo arriesgaría todo. Por él, por la misión, y por Bucky.

Bucky había notado la vista del moreno sobre él y, aunque no le incomodaba, lo estaba poniendo nervioso. —¿Sam?

—Tengo una idea, pero tienes que prometer que no volveremos a hablar de esto si no quieres. Es solo una distracción.

—¿Qué vas a-?

Pero antes de que pudiera terminar de preguntar, Sam lo tomó por sorpresa de su espalda baja mientras juntaba sus labios, cerrando por fin el hueco que había entre ellos. Sam lo estaba besando. Bucky se sorprendió; al inicio no sabía cómo responder, pero terminó cediendo y dejándose llevar por los labios del otro mientras cerraba sus ojos. No dudó al pasar sus brazos por los hombros del otro, terminando de unificarse por completo.

La estrategia parecía haber funcionado, ya que muchos de los ojos que los veían habían desviado su atención. Pero aunque lo habían logrado, ambos se habían tomado muy en serio sus papeles y ese no parecía ser sólo un beso distractorio y estratégico.

Sam había hecho su agarre más fuerte, aprisionando más el cuerpo del castaño contra el suyo. Se separaron unos segundos cuando sintieron dificultad para respirar. Se vieron a los ojos unos segundos, sintieron sus rostros calientes, brillando bajo las luces neones del lugar, pero no había ningún rastro de vergüenza en ellos, solo aquel de deseo. Ahí fue cuando Sam supo que Bucky no lo odiaba por su atrevimiento, el también lo quería.

Ni si quiera tuvo tiempo de decir alguna disculpa cuando Bucky se le adelantó: —Es sólo una distracción.

Y volvieron a juntar sus labios casi al mismo tiempo, cerrando los ojos nuevamente y perdiéndose en los labios el uno del otro. Sam puso una de sus manos tras la nuca de Bucky sin soltar su espalda con la otra, lo que ocasionó que los labios del castaño se abrieran un poco ante el agarre.

No hesitó ningún momento al explorar la boca del otro, llegando cada vez más dentro. Sam degustaba libremente de él, sintiendo el ligero sabor del alcohol y casi embriagándose con su boca. Bucky por su parte deseaba internamente que el otro fuera más profundo mientras disfrutaba del beso. Sabía que no estaba en los planes de ninguno de los dos pero les estaba sentando muy bien.

Y aunque creían que la atención sobre ellos se había esfumado, aún había un par de ojos acaramelados sobre ellos. Zemo sostenía una bebida en su mano mientras veía desde cierta distancia a la pareja compartiendo aquel atrevido beso con sabor a alcohol.

—Los héroes son gays— Se dijo a sí mismo para luego tomar un trago y desviar un poco la mirada. —. Bien por ellos, bien por ellos.