—¡¿Cómo te atreviste?!  ¡Me has traído al bastardo que tuviste con esa mujer y todavía le das nuestro apellido!

—Siquiera dejame tener a mi hijo aquí, tú bien sabias que no te amaba y así aceptaste casarte conmigo, tú tenías el poder de cancelar este compromiso y por puro coraje seguiste con el, ¡solo para arruinarme la vida!

—Pues hubieras sido valiente y renunciado al estatus y así estarías con tu prostituta.

—¡cállate!

—¿Me has pegado? Te arrepentirás...

Cadenas, dolor, heridas, moretones, llanto y temor, Silver temblaba no sólo por el miedo que sentía sino, por el dolor que su cuerpo soportaba, los tacones de esa mujer dolían  demasiado, sus piernas no dejaban de sentirse entumecidas y ardorosas, ella le miraba por dejabo, como una porquería del suelo, una basura.

—Todos los golpes, la tristeza, el engaño y el repudio que él me haga... Los pagarás tú, no debiste haber nacido, no debiste haber venido aquí.

Ella le odiaba, porque veía en él a esa mujer, a esa bella e impoluta mujer que aún muerta es devoción de su esposo.

Cada reunión, salida al mundo exterior debía ella sonreír, abrazar a su esposo y asegurar que todo estaba bien. Odiaba su vida pero ella misma se había puesto ese lazo, todo por celos más que por oderdenes de su familia.

Pero ese día llegó, el día en que su vientre esperaba un bebé, había cumplido su papel, y lo odiaba.
No quería ese niño, pero debía tenerlo, no quería esa vida, pero debía aceptarla. Su marido ya no le pegaba, ya no le maltrataba, ni decía nada, ambos se habian resignado a sus vidas y aceptado su destino, ambos atados el uno al otro sin amor de por medio.

Silver fue liberado, dejado mostrarse al mundo, dejado que trabajase por su propio sustento, eso había pedido él mismo, no quería nada regalado de su padre, ya le había dado mucho dolor y decepción.

Soñaba con liberarse de ese padre, de esa sangre y apellido que realmente no le servía de nada, por esa razón, siguió lo más parecido los pasos de su madre, libertad, sin compromisos, sin dar amor real, hasta que Sonic nacio y fue a la primera persona que amó de corazón. Su medio hermano.

—Que ironía, te hacía daño para descargar mis heridas y te desee tantas veces la muerte y ahora... Agradezco que existas.

Aleena había encontrado en Silver un apoyo, un puente a su hijo, el amor y cuidados que Silver le daba a ese pequeño ser oa hicieron cambiat damasiado, aún no aceptaba a Silver como hijo de su esposo pero si lo aceptaba como hermano de Sonic, un hermano mayor que velaría por su hijo siempre.

Aunque... No sabía que incluso hasta la muerte...

Actualidad, 5 meses después...

Shadow caminaba por el cendero de siempre, directo a la tumba de quien alguna vez amó tan profundamente;  el cielo estaba nublado, pronto llovería, y el viento fresco con olor a lluvia lejana hizo estornudar al erizo, un pétalo color amarillo cayó de la radiata amarilla y su giro veloz contra el suelo terminó hasta tocar el nombre de quien descansaba en tal tumba.

—Vaya, nunca le fallas.

—Scourge...

Shadow sintió tras suyo la presencia del erizo verde, le dedico una mirada por el rabillo del ojo, el erizo se veía cambiado, parecía muy feliz.

—Bueno, se que te irás, y en varios años no vas poder venir a verlo....

Shadow mantuvo el silencio, sin apartar la mirada perdida en la lápida llena de flores.

—Bueno... Sólo quiero que sepas que... Agradezco lo que has hecho por mi, todo, eres un excelente amigo, y algún día te devolveré el favor. Te lo juro.

—No es necesario.

Scourge dejó sobre la tumba un ramo de flores blancas.

—La verdad me caía algo gordo, pero, fue muy valiente hasta el final,  merecía ser feliz.

—Si... Lo merecía, espero al menos... En donde sea que esté, sea feliz esta vez...

—Lo será. Ya verás que sí...

El erizo verde se quedó más minutos junto a su amigo, hasta que comenzó a llover, las personas que había en el centerio se fueron retirando, Scourge lo hizo dándole una palmada en la espalda, deseándole lo mejor.

Estaba solo nuevamente, fijo en el nombre de esa tumba, fijo en sus pensamientos internos por él.

<<Gracias por tu amor, gracias por tu vida, salvaste mi vida la primera vez, evitando que me convirtiera en un monstruo y... La segunda vez... Evitando que muriera, te amé tanto, pero fui débil, quién te ame debe ser fuerte, decidido y sobre todo, no dude de su amor, como yo lo hice, adiós Nine... Adiós primer amor... >>

Las flores radiata reposaron sobre la lápida mojada, la lluvia comenzó a parar y comvertirse en una agradable caricia en la piel, miró nuevamente al cielo y sonrió, esperando que donde fuese que Nine estuviese, viera su sonrisa llena de agradecimiento.

Regresó por donde vino, y entonces encontró la mirada más pura que ha visto en su vida, una mirada dedicada a la belleza de la vida, a la belleza de cada evento que el mundo ofrece, como la lluvia y el sol unidos entre las nubes.

—Fue una hermosa lluvia... ¿No lo crees?

La mirada dulce de esos ojos dorados atravesaron el corazón doliente de Shadow, luz y oscuridad, nieve y carbón, tan opuestos, tan perfectos.

Silver llevaba un paraguas con el cual se cubría, invitó a su pareja a cubrirse, con una apacible sonrisa deshizo el último gramo de dureza de ese corazón acorazado.

—Silver..

Lo abrazó con fuerza, provocando que el erizo blanco dejara caer la Sombrilla, le estrujó con necesidad de impregnarse de él, de todo él.

—Hey... Aun no me recupero de la balaceada, no seas cruel con mi cuerpo.

—Perdón... Pero no quiero perderte, casi lo hacia, casi perdía de nuevo... A quien amo, Nine ante mis ojos, y luego tú, en un charco de sangre sin responder por varios días, solo mi alma en vilo, viendo como de nuevo no pude hacer nada...

—Shadow, no te castigues más... Estoy aquí, para ti, por lo que reste de vida, solo hay un camino, solo un camino que recorreré contigo, una vez claro... Una vez que termines de pagar tus crimenes...

Silver esposaba a Shadow, y un beso depositaba cerca de sus labios, por la mejilla derecha.

—Volveré Silver... Gracias por ayudarme a que... Me dejasen despedir de Nine...

—No es nada, portate bien, para verte pronto, a mi lado.

—Lo haré...

Una patrulla ya esperaba a Shadow fuera del cementerio, Silver le escoltaba hasta ella, y ayudandole a subir al vehículo le daba un último beso.

—Te estaré esperando...

—Yo... Contando los días para volver a ti.

La patrulla se llevó al criminal, con tranquilidad se dirigian al reclusorio. A lado de Shadow había una caja larga que pesaba, la abrió como pudo debido a las limitaciones de las esposas, y dentro de ella había una flor eterna. La radiata amarilla que Silver una vez recibió de Shadow.

"Me pediste que la cuidara y eso hice, ahora mientras vuelves, llevala contigo, cuidala por mi"

—Eso haré.... Silver...

Shadow pagaría por sus crimenes, incluso liberó a Scourge de los suyos, declarandose culpable de todo y nada más que todo.

Continuará...

Bueno, como podrán darse cuenta ya huele a final, si, ya acabamos tremenda novela de drama y tragedia, me sospecho que estamos a 2 o por mucho 4 capítulos de terminar.

Gracias por leer y bueno, gracias por seguir esta historia todavía más oscura que ¿Y si te enamoro? Ya explicaré porqué y de dónde salio la idea.

Saludos.