CAP 68: "Doncella De Hierro"

Debía controlarse, debía evitar sentirse mal y terminar sucumbiendo a sus emociones, ¿Por qué Blaze? ¿! POR QUÉ BLAZE! ? Justo cuando... Debía fingir amarla, ahora mismo no podía ni siquiera verla.

Salió al pasillo y se encontró con los guardias de Fleetway, le seguían con la mirada, trató de fingir una sonrisa inocente, pidiendo que por favor lo dejasen ir a tomar aire, pues se encontraba mareado por la altura. Los erizos se miraron entre sí, y sonrieron, lo llevaron justo al jardín de amapolas, lo dejaron solo unos metros y cuchicheaban a sus espaldas.

—Un erizo albino, son realmente inusuales.

—Cierto, y además tiene el pelaje platinado, es realmente hermoso.

—Lástima que ya es macho maduro, de hembra se ha de ver visto mucho más hermosa.

—Como la zorra preñada, se puso realmente linda.

—jajaja sí, está a nada de dar a luz.

Silver se logró distraer de sus pensamientos escuchando lo que decían esos erizos idiotas, debía poner los pies sobre la tierra, ahora mismo no importaba su dolor, sus pesares y odio, ahora lo importante era encontrar a Sonic y la princesa.

Utilizó su olfato, había rastros de Sonic, conocía bien su aroma, de hecho compartían un poco de similitud, debía lograr que esos erizos lo dejasen hacer lo que quisiese, ¿podría hacerlo? ¿Cómo?

Los volteó a mirar, los erizos de inmediato se sonrojaron cuando Silver se acomodó sus púas largas frente a su pecho, Silver estaba consiente de lo atractivo que era.

—Oigan... Estoy aburrido... ¿Ustedes no?

Par de erizos idiotas, habían caído en la trampa del astuto y sensual erizo.


Tails se encontraba en cama, siendo checada por Miles, tenía fiebre, el gran momento estaba a días de suceder.

—Zorra... Tails...

Miles la miraba terrible, apenas y podía abrir los ojos la débil Tails, su pelaje se hallaba esparcido por toda la cama indicando que estaba lista para pasar a su nido.

—Tails... Debes ya entrar en tu madriguera y esperar el alumbramiento, tu erizo debe estar aquí para ayudarte con la fiebre y el dolor, si estás con tu conexión será todo más fácil.

—Gracias... ¿Puedes tú ayudarme?

Miles se hizo que no escuchó eso, miró a otra parte, buscando su maletín de médico.

—Miles... Por... Favor...

Tails movió una de sus colas y acarició la pierna de Miles, el zorro reaccionó sonrojandose.

—Estas.... Loca.

El aroma del zorro se desprendió por toda la habitación, chocó con el aroma de la conexión de Sonic y Tails, electricidad emanaba en chispas, tal reacción provocó en Tails un profundo dolor, tratar de traicionar físicamente a Sonic era horrible.

—¡¡Arrrg!!

—¡Tails!

Miles trató de sujetarla, sin embargo se detuvo, si lo hacía le haría más daño, las pastillas supresores no estaban funcionando, menos con aquel roce piel con piel.

—¿Por...por qué me tocaste así? Se supone que ya tienes a tu macho ¿no? ¿Por qué me confundes?

Tails cerró los ojos, se sentía horrible haciéndole tal cosa al zorro que si bien al principio fue cruel con ella, no ha hecho nada más que cuidar y velar por su salud y hasta incluso por sus crías.

Pero debía hacerlo, convencer a Miles que debía adorarla a ella y no a Fleetway.

—Miles... Yo sé que te gusto...

Miles de nuevo ocultó sus rostro, con sus propias colas, anteponiendolas en el area de visión de la hembra.

—Sé que no me harías daño, tus sentimientos por mi son puros.

—¿Y? ¿A dónde quieres llegar? Una vez tus crías nazcan te separarán de Sonic y lo mataran, para que tu conexión se rompa, y más te vale me aceptes, pues seré yo tu pareja.

—... Has sido tan bueno conmigo que... Dudo mucho que te atrevas a lastimarme incluso... Emocionalmente.

Miles bajó sus colas, miró el rostro de la hembra y buscó en ella la mentira, pero no había, Tails en verdad decía la verdad, por supuesto que el plan seguía en marcha, pero ella no sería tan vil para engañar al zorro con un beso.

—No mientes... Y no te equivocas... Estoy... Enamorado de ti... Locamente enamorado.

Tails sonrió, se enderezó con dificultad de la cama para extender su mano al zorro.

—Llévame a mi nido, por favor.

—Te va a doler, será muy, muy doloroso tocarme por completo.

—No me importa, quiero... Al menos agradecerte tus cuidados todos estos meses confiandote mi cuerpo de aquí al nido.

Miles se pensó las cosas, miraba a la zorrita. Y veía como su cabello de la cabeza también había crecido,  decidió hacer una prueba, acariciando su cabello, Tails cerró los ojos, más por el dolor, que por otra cosa, pero soportó, no mostró dolor, y dejó que otro macho tocase su cuerpo.

—Eres muy valiente... Pero con esto tengo, gracias por intentar darme confort.

Tails sintió como el zorro se alejó de ella, abrió los ojos alarmada, ¿Tendría su apoyo? ¿Será suficiente?

—Tails..., te prometo que no dejaré que destrocen tu corazón, no como el mío...

—¿El... Tuyo?

—... ¿Sabes... Qué hace un zorro macho maduro en perfectas condiciones aquí?

Tails negó con la cabeza, aceptando que si que era raro que no fuese sometido y esclavizado a reproducirse.

—Jejeje... En realidad soy una clase de... Doncella de Hierro.

—¿Qué?

Tails parpadeo incrédula a lo que escuchaba, Miles regresó a la cama de Tails para quitarse la playera y mostrar debajo de su pelaje una piel verdinosa.

—Mira...por fuera no pasa nada, pero por dentro... Si siquiera intentas meterme un dedo, te infectaré, mi madre hizo esto para protegerme de Fleetway y todos aquí.

Tails miró asombrada tal cosa, en su mente había tantas preguntas.

—Mi madre era un zorro multicola, mi padre un ave, era tan aventurero que la muerte lo encontró y lo llevó a su última aventura, ella prefirió hacerse pasar por un macho maduro, era inventora, científica, creo grandes cosas y su disfraz funcionó, nadie intentaba hacercarsele, pero entonces se topó con el erizo equivocado, Fleetway, creyéndole un buen erizo, víctima de otro, que lo había mutilado... Lo curó y ayudó, su amor por él lo cegó, casi por completo, lo ayudó a conseguir zorros de nuestra especie, con la idea de protegerlos, como la doctora Blaze cree, ambas ingenuas, aunque... Bueno, Fleetway en ese entonces si que se mostró muy bueno, incluso yo lo quise como padre, pero... Era sólo mientras mi madre le sirviera...

Mi madre una vez sospecho de Fleetway y sus verdaderas motivaciones me hizo esto, me creó un extraño virus que no me mata pero si mata a quien intente aparearse conmigo. Mis entrañas los infectan, mis entrañas no podían albergar a un feto, así que crecí sin que nadie pudiera realmente terminar el acto sexual, y matarme, liberaría un gas tóxico que reacciona a mi dolor, y nadie ha dado ni conoce la cura, ni yo.

—¿Entonces...?

—Por eso... Sigo vivo... Mi madre lo dejó todo por mi, se llevó a varios en el camino a su muerte. Antes de morir le dijo a Fleetway y a todos que... Yo era mucho peor, los mataría con siquiera intentar tocarme donde no debían...  Y Fleetway me tiene aquí, al principio sólo haciéndome sufrir psicológicamente, mostrándome como les hace daño a los míos... Luego... Me uso como intento de calmarlos, preferí esa vía, ser rudo pero cuidarlos, aunque sea... Un poco... No dejo de ser cómplice de Fleetway, no puedo escapar pero tampoco puedo ser maltratado.

—Pero entonces... Si intentas aparearte conmigo... Me matarás.

—Cierto... Perdón si te mentí...

Miles se levantó nuevamente de la cama, miró a la ventana que sólo mostraba nubes y nubes.

—Nadie de ustedes... Sabía mi secreto... Y los guardias tienen prohibido hablar de ello... Y también... Soy una clase de... Doncella de hierro... Fleetway tiene amenazados a sus secuaces conmigo, cualquiera que lo traicione aquí, tendrá la dicha de "probarme" y ¿sabes? ... Su cara de terror es realmente exquisita.

Miles sonrió como maníaco y Tails se asustó.

—... Perdón, me dejé llevar por mis recuerdos...

—No pasa nada...

—Soy... Un monstruo que, con el tiempo aceptó su naturaleza y... Bueno... Quién me ha tocado a muerto... Y ahora nadie lo intenta, así que estoy bien ¿no? No me obligaron a ser hembra porque es físicamente imposible para mi... Aunque también me es imposible... Estar con alguien...

Miles no dejó que Tails viese sus lágrimas, pero por primera vez podía desahogarse. Para Tails toda esa información era agridulce, se alegraba de saber que no tenía que engañar a Miles, pero... Esa historia... Era horrible, ahora vivirla... Seguramente era peor.

—Por eso... Estoy feliz de que intentes hacerme sentir bien, de haberte elegido a ti como mi primer e imposible amor. Y... No dejaré que te hagan daño, incluso... Te ayudaré a salir de aquí.

Tails abrió sus labios en sorpresa, quería decir algo, quería reconfortar a ese zorro maldecido ¿abría sido mejor que fuera normal y su madre no lo hubiera infectado?

—Pero no te preocupes zorrita—Miles por fin la miró, ya se había secado sus lágrimas— Yo estaré bien aquí, y si Fleetway es vencido podré investigar mi infección por mi cuenta y tratar de curarme, y si nunca puedo... Bueno, mi madre sólo quiso protegerme, aunque... Lo hizo de una manera muy cuestionable.

—Ven... Ven por favor.

Miles negó con la cabeza, alejándose dos pasos.

—Quieres abrazarme, eso te dolerá y no quiero, no te conté esto para que me tengas lastima.

Tails con sus fuerzas de flaqueza intentó tumbarse de la cama a propósito asustando a Miles quien  rápidamente la intentó detener, el toque fue doloroso para Tails y para Miles fue bochornoso.

—¿¡Qué diablos crees que haces?! ¡¿Tan descuidada eres?! Tus hij-

Tails le abrazó, depositando un beso en la mejilla al macho maduro, lo sujetó con fuerza, demostrando su empatia.

—Si quieres llorar llora, dicen que los brazos de una embarazada son reconfortantes, y su pansita caliente, si toca tu pecho llegará el calor de esos bebés dentro a calentar tu frío y triste corazón.

Miles no dijo nada, aflojó su cuerpo aceptando el abrazo, pasaron minutos así, hasta que Miles soltó a llorar en silencio gimoteando tratando de no ser escuchado.

—No seas así... Eres demasiado buena... Como un ángel.

—Gracias... Pero tú también, me has cuidado y te lo agradezco mucho...

—No vuelvas a ser temeraria intentando lo de hace rato, tus hijos dependen de ti.

—Perdón...



Continuará....


Y por fin pude actualizar, fue un fin de semana ocupado así que no pude.

Pero aquí estamos con la triste historia resumida de Miles.

Gracias por leer.

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