CAP 59: "La Maldad Del Bien"
Tails despertaba por fin, se sentía mareada, terriblemente cansada, miraba como todo le daba vueltas y no escuchaba nada claro.
Trató de reconocer el lugar, de reconocer algún rostro, pero entonces pareció verse al espejo, no, no era así, había frente a ella un zorro bi cola que le miraba con desdeño.
conforme su vista se establecía más se le erizaba la piel de un miedo inexplicable.
—Pobre zorrita preñada, no sabes lo que te espera aquí.
—¿Quién?
—¿Quién? Ja, no importa quién soy, aquí no importa quién seas, sólo importa que puedes ofrecer, y... Soy el candidato a tu pareja sexual.
—¿Qué?
Tails por fin miraba bien a aquel zorro, era temible con ese rostro lleno de burla malvada; asustada se cubrió con sus colas y protegió su vientre mientras gruñia y bajaba las orejas en signo de advertencia.
—Ahora no te haré nada, disfruta los meses que te faltan para parir. Sólo porque vienen 2 zorros de 3 crías que tendrás permitirán que tengas esos bebés, de lo contrario... Te habrian hecho abortar.
—¿¡Dónde estoy!? ¿¡Quién eres!? ¿¡Dónde está Amy, Blaze, mis padres!?
—De los demás no puedo decirte, pero de tu doctorsita Blaze si... Ella fue la entera responsable de traerte aquí... No la culpes, ella cree que está haciendo un bien, si supiera que el bien que "hizo" lleva sólo maldad en sus entrañas.
—¿Qué?
—Si... Ella está allá afuera en el mundo, tratando de conseguir víctimas como tú de tragedias horribles, cree que de verdad hace un cambio, que mejora las vidas de esas pobres almas que ayuda a encerrar aquí. Zorrita preñada, bienvenida al paraíso de los zorros, bienvenida a la isla Chaos.
El zorro se levantó de la cama de Tails, soltó una risa malvada y se fue caminando abriendo la puerta de la habitación y tras él cerrarla con llave.
Tails bajó de la cama, temblando de miedo, temblando de debilidad, su cuerpo estaba comenzando a cambiar fisicamente y dolía a mares, cayó al suelo, se arrastró para alcanzar la puerta y una vez allí, se apoyó del pomo de la puerta, trató de abrir sin éxito, efectivamente estaba encerrada.
Se levantó a como pudo para ver tras la ventanilla enrejada de su puerta, era un pasillo circular y había más celdas como la suya, gritó llamando a alguien, aparecieron varios zorros con rostros maltratados, viejos y cansados.
Escuchó lloriqueos, sonidos zorrunos que le indicaban algo a Tails, jamás los había escuchado o al menos eso pensaba, porque podía entender lo que decían.
"Hembra joven, cálmate, si te portas bien no te harán daño"
Tails quiso contestar, ladrando desesperada, y le respondieron su llamado con otro ladrido.
"Hembra joven, ve preparando tu madriguera, deberás permanecer dentro y nadie te hará daño durante ese periodo"
Tails volteó a su espalda, miró que tenia un hueco profundo en el cual planeaban que tuviera a sus crías.
"No temas, sólo concéntrate en tu salud, y si te portas bien te dejaran salir, te tratarán bien debido a que eres la última fértil"
Tails se dejó caer, comenzó a llorar.
"Niña, a tus crías les hará daño tu dolor, no llores"
Tails siguió llorando asustada a todo lo que veía y escuchaba, ella sólo quería ser feliz, quería ser hembra y mamá y por supuesto... Estar con Sonic.
—Sonic... Sonic... Por favor... Ayúdame.
Sonic regresaba a su país, a su ciudad, tomado del brazo de la zorra Zooey, en el aeropuerto estaba Shadow y Silver esperándoles.
Shadow reconoció a la zorra, y sus memorias regresaron, desvío la mirada apenado, no se atrevía a mirarla.
—¡Hermano!
—Sonic, perdón la tardanza, estabamos lejos.
—Igual yo, me imagino que Shadow sabe perfectamente en donde pude haber estado.
Sonic miraba molesto a Shadow, aún tenía dentro de él las emociones de Nine y sus recuerdos.
—...
No respondió, pero si le miró, sus ojos rojos hicieron reaccionar el brazalete, estaba conteniendo el alma de Nine para que no poseeyera más a Sonic, pero la fuerza con la que anhelaba aquel zorro ver a Shadow lo hizo calentarse hasta quemar la muñeca del erizo azul.
—¡Arrg!
Todos se sorprendieron, Shadow prefirió ignorar el tema, no le caía del todo ese erizo, le importaba poco sin embargo, una electricidad lo hizo sentir a quién jamás creyó sentir de nuevo.
Giró su vista alarmado, miró a Sonic y en él pudo ver a Nine.
—¡Araña!
Sonic reaccionó, el brazalete dejó de arder y se calmó.
—¿Qué diablos está pasando aquí? ¿Por que están ustedes dos tan extraños? Y perdón señora, no me he presentado, soy Silver.
—Hola Silver, como verás... Soy la madre de Tails, su verdadera madre y también... Soy madre de su hermano Nine, quién está poseyendo el cuerpo de sonic habitando en él.
Silver parpadeo varias veces para luego soltar un...
—¡¡¿Qué?!!
—Si eso es verdad...
—Sí Shadow, el alma de Nine está dentro de mí, no soy él, pero comparto sus emociones y sus recuerdos.
Shadow se quedó paralizado, Silver igual, bajó las orejas y sintió su corazón romper, miró bien a Shadow, de nuevo esa mirada, la mirada de amor que sólo dedica cuando piensa en Nine, no pudo soportarlo, escuchar esa tontería, escuchar que Sonic tiene dentro suyo el alma de Nine lo hizo pensar mal.
—Estos son... ¡Disparates! ¡¿Me estás diciendo que esas voces, esas pesadillas son de Nine?! ¡De niño decías que eras un zorro! Y... E Incluso decías cuántas colas tenias... No... No puedes ser él...
Silver salió corriendo y Shadow trató de detenerle, se detuvo para voltear a mirar a Sonic.
—Si eres Nine... O estás ahí dentro... Perdóname...
Shadow salió corriendo tras Silver, Sonic, Zooey y el mismo Nine se daban cuenta de algo.
—¿Lo ves Nine? Aquí ya no tienes nada qué hacer... Shadow ha elegido... Y no es a ti.
Sonic dijo aquello para Nine, soltó lagrimas, lagrimas que eran de Nine, soltó un alarido de dolor al darse cuenta de la vida perdida, de la gran oportunidad que dejó ir. Sonic se permitió llorar y gritar lo que Nine sentía, quería que aquel zorro se desahogara por completo.
—¡Shadow! ¡Shadow! ¡Shadow!
Los recuerdos de Nine volvieron a su mente, el justo momento en que Nine a pesar de protestar, de decir que le odiaba, de haber luchado por no ser tomado, revelaban la verdad, siempre lo amó, y esa noche, cuando Shadow le tomó, se entregó en cuerpo y alma, lo disfrutó, lo anheló, pero su boca le traicionó, fiel a nunca decir lo que realmente quería, fiel a autodestruirle, terminó por matar la poca duda de amor que tenia Shadow.
—Yo tuve la culpa... Mamá...
—¡¿Nine eres tú?!
—No fui sincero... Hasta el final mentí... Llevé a Shadow a la desesperación, a un odio que lo hizo tratarme mal, y aún así... Él quiso protegernos, se reveló ante su jefe... Y al final... Al final estaba dispuesto a dar la vida por nosotros... Yo... Yo me metí en medio... Decidí regresar por él, dejar a Tails a su suerte, y proteger a Shadow, decirle que... Lo amé siempre.
—Nine...
Sonic miró a aquella madre, temblando del cuerpo, el brazalete terminaba por romperse, de nada había servido.
—Yo tuve la culpa madre... No pude proteger a nadie por mi arrogancia, mis miedos... Mi desconfianza...
Sonic cayó al suelo desmayado, esta vez nadie estaba para sostenerlo, Zooey soltó a llorar, quería morirse, quería acabar todo este sufrimiento, abrazó a Sonic llevándolo a su regazo, las personas se acercaban a ellos, preguntando si necesitaban un médico o algo.
—Sólo quiero que mis hijos sean felices... Que mi hijo... Descanse en paz.
Las personas se asustaron creyendo que el erizo estaba muerto, llamaron a auna ambulancia y la mujer no fue capaz de decir nada más, siguió llorando, sacando todo, implorando a Chaos que su hijo por fin, aceptase la muerte y la transición al Infinito.
—Hijo mío, suelta a ese erizo... Sueltanos a nosotros y deja todo ir...
En el pasado, Nine corrió saltando en medio de los verdugos de Shadow, un erizo dorado de ojos maníacos daba la orden, balas estaban por atravesar a Shadow, el zorro con sus 9 colas abrazó a su amado, encerró entre sus colas y cuerpo a su amado, soportó cada bala, miró sin apartar su vista de los ojos de su amado, sonrió con dolor pero por fin, después de todo, sentía que podía ser al fin... Honesto consigo mismo y con él.
—Tonto... Siempre... Te amé...
Nine cerraba los ojos cayendo en los brazos ensangrentados de Shadow, su vientre y colas totalmente destrozadas por las balas desprendían sangre roja que manchaban las flores del infierno rojas, un campo de radiatas era su lecho de muerte, los sirvientes de ese erizo maníaco reían y decían cosas para herir más la mente perturbada de Shadow.
—¡Araña! ¡NINE! ¡Mi AMOR!
El zorro ya no pudo escuchar esas palabras, la vida se le había esfumado, muriendo con un dolor más grande que el de su cuerpo, su corazón arrepentido no haber amado libremente.
—NINE NINE NINE ¡¡¡NINEEE!!!
Continuará....
Pues por fin esta el dibujito de estos dos, tragedia tras tragedia, espero les guste y sigan leyendo. Estamos por terminar esta historia, no falta mucho.
Gracias por leer.
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