Nine cayó en cuenta de su debilidad, de lo que acababa de pasar, había permitido la conexión entre ambos, ahora Shadow se sentiría dueño de él, no lo iba a seguir permitiendo.

—Basta—Lo apartó cuando sintió recuperar sus fuerzas, se levantó sacudiensose el aroma de Shadow, se sentía un imbécil, completamente débil.

—Nine, si viniste aquí es porque tú también lo sentías, soporté por ti, para evitarlo, pero es algo inevitable.

—No es más que nuestros bajos instintos, sólo por eso, porque no me interesas en lo más mínimo de otra forma. Gracias por el beso, pero no hay más que de ti pueda yo querer.

El zorro le dio la espalda al erizo, caminó decidido a regresar a su casa y zanjar el tema, pero su pelaje se resistía, llamaba a Shadow, quería más, más de ese erizo.

—Te invito a comer, estabamos mi amigo y yo por comer, por la conexión estamos debilitados, debemos comer bien.

Nine no respondió de inmediato, frunció el ceño al darse cuenta de su respuesta interna <<Sí, si quiero >>

—No, no quiero.

Nine siguió su camino, había reunido la suficiente fuerza para hacerlo.

—¡Shadow!—Nine escuchó la voz de un macho bi género en la puerta de la mansión— Ya olvida al colitas locas y vente a divertir, tú y yo solos, solitos en el jacuzzi, luego sobre la mesa después de comer, luego ya en la cama disfrutando de nuestras púas.

—Scourge— Shadow volteó a ver a su camarada con los ojos brillando de furia— ¿Quieres morir?

—Sólo porque tengo hambre.

Nine pasó de lado, caminó hasta la puerta donde estaba Scourge y lo miró furioso, los celos existían, existían muy dentro de él.

—Un erizo verde, que ridículo color.

—oh jejeje, el zorro tiene agallas, cálmate colitas locas, si tú no quieres comer otros sí tenemos hambre.

—Ignora al idiota de mi amigo y vamos al comedor.

Shadow tomó del hombro a Nine, el zorro no dijo nada, aceptó el contacto.

Observó la mansión, estaba adornada con exageración de arreglos florales, había lavanda por donde quiera y reconoció el estilo de su madre en cada adorno, ahora entendía quién estaba dejando tan buenos ingresos.

—Eres tú, bueno, son ustedes los despampanantes clientes.

—Así es Nine, lo somos.

El momento de comer los tres empezó siendo incómodo, Scourge no paraba de decir tonterías con doble sentido hacia Shadow para molestar al zorro, éste soportó todas y cada una de las indirectas, comió, de mal humor pero lo hizo, y para cuando terminó de comer bajó de su asiento y caminó hasta la salida.

—¡Eres insoportable Scourge!

Shadow fue tras Nine, el erizo verde carcajeó feliz recangándose en su asiento con los brazos cruzados en su nuca.

—Nine no le hagas caso a ese idiota.

—No me importa, sólo que ya terminé de comer y debo regresar a mi casa a cuidar a Tails.

—Nine.

Shadow tomó de ambos hombros al zorro, le miró a los ojos tratando de buscar la verdad ¿En serio no le importaba?

—Gracias por la comida.

Nine se marchó dejando confundido al erizo negro.

Y así siguieron los días de Nine y Shadow, una pareja extraña, Nine no se apartaba de Shadow, pero tampoco le decía nada certero, no le demostraba interés, mucho menos amor, Shadow buscaba en cada momento un atisbo de su amor, pero el zorro, vacilante, misterioso, nunca terminaba de poner en claro las cosas.

—Bueno colitas locas, como que ya te gustó venir a comer muy seguido aquí ¿Qué no tienes familia?

—Sí, pero nunca están para sus hijos, trabajan mucho.

—Pero tampoco somos guardería ¿Sabes cuantas cosas ya me debes colitas locas?  Tu gemelo versión compacta es una terrible cría, ¡Mira ya está arriba pintando los ventanales! ¡Shadow baja de ahí a ese demonio!

—¡Eso intento! ¡NINE! ¡Ayúdame!

Shadow estaba trepado en una escalera, trataba de bajar al zorrito del techo, buscaba ser lo más agradable para su zorro, pero no importaba que hiciera, él no le hacía caso, pero siempre estaba cerca, lo suficientemente cerca para hacerlo dudar de sus verdaderas intenciones.

—Zorrito, ¿En serio nunca le harás caso a Shadow?

Scourge le murmuraba mientras veia a Shadow descender de la escalera con Tails en brazo;  el zorro no respondió.

—Tal ves sientes que lo tienes bien embolsado, pero Shadow perderá la paciencia niño, y cuando no le quede paciencia ni tiempo, te hará suyo a la mala.

Nine reaccionó ante tal comentario, pero disimuló lo mejor posible llevándose la comida a la boca.

—Aquí está esta cría enfadosa, la llevaré a ver la televisión.

Shadow nuevamente desaparecía de la vista de los dos en el comedor.

—Según tú, Shadow me obligaría eh.

—Lo hará, así que deja de estarte haciendo del rogar que te irá peor.

—Je, si él quiere obligarme algún día, nunca, nunca seré suyo, lo odiaré toda mi vida, toda.

Los recuerdos que Sonic vivía de Nine terminaron en ese instante, sentía el odio de Nine hacia Shadow, sentía el enojo y la frustración que el zorro pasó, una vez la advertencia de Scourge se hizo realidad.

—... Shadow me... Me obligó...

—Así que hasta eso recuerdas eh, no hay duda de que eres él, Shadow jamás se atrevería a confesar su más grande error, desde entonce se ha estado lamentando por eso, no puede perdonarse haberte obligado, no puede perdonarse haberte arrastrado hasta tu final.

Sonic pensó las cosas, tenía recuerdos difusos de ese instante, el odio que Nine profesó en esos momentos le recorrió el cuerpo haciéndolo sentir escalofríos.

—... ¿Cómo morí?

—¿No recuerdas eso?

—No... Ni siquiera soy capaz de recordar muy bien... Cómo me tomó a la fuerza.

—La verdad Colitas locas, nunca entendí tu manera de amar a Shadow, si bien él te tomó a la fuerza, tú nunca hablaste claro, siempre confundiendolo, dándote a desear, que la verdad cuando te obligó a irte con él bajo amenaza, no te vi muy enojado que digamos eh.

—¡Me chantajeo con mi propio hermano imbécil!

Sonic se levantaba de su asiento, enfurecido, su profesor y su amigo se levantaron bastante alarmados corriendo hasta él.

—¡Señor Scourge le advertí que-!

—No tiene la culpa él profesor, es cosa mía.

—Sonic... Tú...

El erizo azul ignoró a todos, incluyendo a su amigo equidna, no quería hablar con nadie, no quería seguir recordando pero, todo seguía confuso, Nine amaba y odiaba al mismo tiempo a Shadow, así como ahora él amaba y repudiaba a Tails.

Knuckles regresó a su asiento, junto con su novia, estaba pensativo, por lo que le había escuchado decir al erizo.

—Ahora entiendo porque no sueles ser muy amigo de ese chico, parece un loco gritando de la nada.

—Él no tiene un hermano, pero gritó nombrando a uno, además que no se está comportando como siempre, ha cambiado tanto que parece otra persona.

—Que miedo, sus ojos realmente muestran una rabia incontenible, es mejor que por ahora lo ignores, parece querer matar con esa mirada.

—No exageres Rouge.

—¿Qué dices... Qué dices que eres?

—Soy un detective corrupto, un asesino, un secuestrador, y si vine a esta isla fue por tu hermanito Tails.

—¡Por favor devuelvemelo!

—No si no vienes conmigo, no si no me das lo que deseo de ti.

—¡Nunca! ¡Nunca seré tuyo! ¡Podrás matarme, pero jamás conseguirás lo que quieres!

—... Bien Nine, prepárate para que Tails sufra las consecuencias.

—¡NO!

Continuará....

Bueno, lo bonito ya se acabó, empezamos con lo turbio, y es que la realidad era inevitable.

Gracias por leer.