El beso que le había robado el erizo le hizo enfurecer, tomó sus colas y con ellas lo golpeó, lo sujetó y le dio un puñetazo directo en la boca al atrevido.

—Que fuerte y habilidoso, me gustan uraños, que no se dejen jeje.

—Larguese de aquí.

Nine lo soltaba, indicándole furioso con el dedo que se fuese.

—Está bien, volveré después.

Shadow se marchaba no sin antes soltar una sonrisita de victoria, Nine gritó enfurecido, se limpiaba la boca con asco y escupia, un maldito erizo le había robado su primer beso, su primera experiencia, y encima le había engañado con una broma de mal gusto.

—¡Que te iba a secuestrar! ¡Por eso bajé la guardia Tails!

El nene sólo sonreía aplaudiendo y brincando.

—¿Te da gracia mi desgracia?

—Besoooo besoooo

—¡Cállate y no hables como bebé chiquito! Ya estás grande.

—Te gustó, te gustó, besoooo como papá y mamá.

–¡Arrrggg!

—¿Qué pasó con la cría de zorro? —Scourge miraba a su colega llegar al punto de encuentro sin absolutamente nada, o bueno, casi nada, porque portaba una sonrisa que nunca le había visto al erizo— ¿Estás... Sonriendo de felicidad?

Scourge se extrañaba, eso era casi imposible.

—Digamos que no investigué muy bien, resulta que hay otro zorro, bi género mayor de edad, hermoso, 9 colas en lugar de 2.

—Que interesa- ¡¿QUÉ?! ¿Nueve? ¿Dijiste nueve? Es la cúspide de lo magestuosamente exótico, ¿Sabes cuanto nos pagarían por ese chico?

—Mucho, me sorprende que siga libre y sano, libre e inocente, noté que el beso que le di fue su primer beso, no supo cómo contestar, reaccionó exagerado y se puso tan caliente, fue... Excitante.

—¿Túuu lo besaste?

—Sí, no pude resistirme.

—¿Túuuu besaste a alguien?

—Eso estoy afirmando, retrasado.

—Nunca habías participado ni en nuestras saliditas con "amigas" y ahora me dices que te gustó un zorro de 9 colas.

—Así es, y no pienso compartirlo, ni al jefe.

—¿Y entonces que sucederá con el zorrito de 2 colas?

—... Sólo dejame divertirme ¿sí? Luego nos llevaremos a ambos y serán del jefe.

—Perfecto, ¿Quieres que te ayude en algo?

—Me las apaño solo erizo verde.

—Ok. Necesito conocer a ese zorro tan enigmático, después de todo, los zorros multi colas son realmente extraños y valen tanto en el mercado negro, y no se reproducen con facilidad, sólo nacen entre multicolas y no con los comunes zorros de una sola cola.

—Cierto y debe ser directo el linaje, ascendencia no cuenta, padre o madre deben ser por fuerza al menos uno de ellos, un zorro multicola.

—Te has sacado la lotería amigo, si embarazas a ese zorro tendrás a tu disposición crias de zorro para traficar, el jefe terminará dándote el privilegio estoy seguro.

—Si, si, si, pero primero a enamorarlo.

—Que considerado, nunca ha sido una condición para tener sexo pero, adelante.

Nine abría la floristería, su madre no estaría en todo el día, tenía un extraño pedido de varios arreglos para una casa en la playa; Tails estaba al cuidado de su hermano mayor, jugaba con las cosas de su mami pintandose la cara y usando tacones, Nine negaba con la cabeza, le fastidiaba tener que limpiar el desorden, pero le fastidiaba más tener que decirle un NO al niño para luego tener que soportar su berrinche y "acompañar" sus sentimientos, era el camino más correcto pero largo, que fastidio.

—Buenos días.

—¡Bue-! Es usted de nuevo, si no va a comprar no venga a molestar.

Shadow entraba con una flor silvestre en la mano, era una magnolia blanca.

—Esta flor es de un árbol muy hermoso, lo encontré cerca del centro de la villa, me recordó a tus bigotes, no los pude tocar, pero seguramente sean suaves como los pétalos de esta flor.

—¿Terminó su intento de cortejo? Me despierta más emoción dos moscas apareandose.

—Que fetiche tan más extraño.

—¡Fetiche de moscas! ¡Fetiche!

—¡Tú callate!

Tails se levantaba del suelo y dejaba caer la paleta de sombras de su mamá, corría hasta el erizo y le sonreía feliz.

—Hola, soy Tails, y mi hermanito se llama Nine.

—¡Cállate!

Nine intentó taparle la boca con  una de sus colas, pero el zorro se echó a volar mientras reía divertido.

—¡Y le gustó el beso!

Nine se sonrojó, emprendió su vuelo moviendo las flores de la tienda y las púas del erizo, Shadow miró todo a detalle, para luego soltar una sonrisita.

—Que bueno que te gustó Nine, yo soy Shadow, un gusto conocerte, vengo a invitarte a salir, hay que hacer las cosas bien ¿No crees?

—¿Qué? ¿Estás queriendo pedirme una cita?

—¡Cita! ¡Cita!

—Ajá, y podrás cerrar la floristería y llevarte a tu hermanito.

—No gracias, y de verdad, no quiero verte.

—Está bien.

Shadow dejó la flor de magnolia sobre el escritorio, alejándose un poco.

—Investigué que esa flor representa el honor, la honestidad y la constancia, seguiré buscándote, hasta que me des un sí, además de que tiene un olor dulce y cítrico, y eso es lo que siento que eres, una mezcla de ese olor, me fascinas.

Shadow nuevamente se marchó, dejaba a Nine confundido, molesto y bastante...

—Estás moviendo las colitas feliz, te gusta el erizooooo, te gustaaa.

—¡Tails!

Y así fueron los días de Nine a partir de ese momento, su madre tenía trabajo casi millonario que hacer fuera de la isla y eso le encantaba a la familia, había ingresos y estaban prosperando, y junto con ese cambio el corazón de Nine también prosperaba, cada día Shadow le dejaba una magnolia en el mostrador, le dejaba una nota diciéndole palabras de amor, a veces aparecía en persona y le intentaba coquetear sin embargo nuevamente Nine lo bateaba y le ordenaba que se fuese por donde vino; Tails siempre decía la verdad, notaba la verdad que expresaba ese cuerpo, la tensión que había entre esos dos, porque se estaban resistiendo, o más bien Nine se resistía a aceptar que estaba loco por el erizo, que le deseaba y su olor había cambiado, lo ocultaba con pastillas, con ajenjo, con tés, de todo usaba y tomaba, no sólo para que nadie se diera cuenta sino, para también controlarse, no iba a demostrarle a ese macho aún bi género, que le gustaba.

—Me alegra que hayas dejado tu trabajo y aceptases que les invite un helado.

Nine un día se decidió salir, ya había cumplido 2 meses desde que conocía a Shadow, no sabía nada de él, sin embargo, su cuerpo cada día iba a peor, al punto de sentir dolor, al punto de sentir enfermar, necesitaba oler a Shadow, sentirlo cerca o su cuerpo moriría en vida, odiaba los problemas de conexión, estaba seguro que él y ese erizo estaban conectando, y esa electricidad, ese deseo tan intenso lo estaba dominando.

—¡Helado! ¡Helado! Mi hermano siempre me compra un helado, diario, pero suele esperarse a que te vayas para salir de su "zona segura"

—¿Zona segura? Jajaja ¿Qué significa eso Nine?

—Teme soltar todas sus colas a t-

—¡Callateeeee! ¿De dónde sacas tanta información?

—Makdjakakks

Shadow se sorprendió, era un indicio valioso, para él no ha sido fácil lo que siente por el zorro, ha recurrido a varias cosas para reprimirse, y escuchar de esa cría de zorro que su enamorado parece realmente si corresponderlo, le daba más esperanzas, estaba cansandose de tener que dar explicaciones falsas de su tardía extracción del zorro bi cola al jefe, estaba al límite y también, estaba dudando, ahora más, con esa confesión.

—¡Quiero un helado de menta! —Soltó casi a grito el zorro mayor, sonrojado, perdiendo un poco los estribos.

—¡Yo también quiero de menta!

—¡A ti ni te gustaban!

—Saben horrible pero con el tiempo le agarras el gusto, como ha Shadow, así dijiste.

Nine rodó los ojos y miró al cielo, pidió en su mente que ya se lo llevara Chaos, que ya no podía más con esa cría traicionera.

—Así que ya me agarraste gusto eh... señor, que sean 3 de menta, me intriga el sabor.

El señor heladero les entregó sus nieves, Shadow pagó y fueron caminando lentamente hasta una banca de madera cerca de una palmera, Tails se sentó en medio de ambos mayores para luego bajar y sentarse hasta la orilla de la banca dejándolos juntos, Nine tembló de terror, no quería contacto, no quería perder.

—Ese zorrito me agrada, sabe cosas, y creo te sabe más cosas a ti.

Tails se ensucio todo de nieve, comía muy tosco aún.

—¿Y? No es nada importante, sólo ya me acostumbre a tus intentos de cortejo.

Nine no se atrevía a mirar al erizo, comía su helado nervioso, temblando, luchaba por no demostrar nada.

—Nine, ¿No funcionan mis intentos de cortejo?

Shadow se acercó más al zorro, sintió topar con las colas de éste y se atrevió a acariciarlas, Nine reprimió un gemido, cerrando los ojos, apretando su helado hasta romperlo, su hermanito se rio a carcajadas.

—¡Pareces un bebé! ¡Ya te ensuciaste todo jajaja!

—Lo siento, me sobrepasé contigo, voy por servilletas para que te limpies.

Nine asintió con la cabeza enmudecido, esa caricia, esa sensación había sido suficiente para hacerle sentir mejor, su pelaje se erizaba, adquiría un color brillante y su hermanito miraba ese cambio totalmente sorprendido con la boca abierta soltando un...

—Ooooooooooooh parece que te acabas de bañar con el mejor shampoo.

Nine apretó sus piernas, estaba excitado, y necesitaba calmarse, su olor estaba por delatarlo, así que corrió a su casa dejando a su hermanito en la banca y un Shadow regresando con servilletas.

—¿A dónde va mi hermanito?

—Je, parece que no soportó.

El pelaje del erizo también había cambiado, se notaba en lo negro de sus púas, brillantes negro índigo, sus betas rojas carmín tan vivas como el brillo de un ruby, Tails observaba igualmente asombrado.

—¿A qué horas se bañaron que se ven tan limpios?

—Oh querido zorrito—Le acarició la cabeza revolviendo sus 3 mechones de cabello— Cuando seas grande también lo experimentarás... Claro... Bueno, eso depende de mí...

Shadow cambiaba su semblante, estaba triste, decepcionado, porque caía en cuenta que se había enamorado, y eso destrozaba absolutamente todo.

Continuará...

Bueno, seguimos con los recuerdos de Nine, y su vida amorosa en la isla Boom, un Tails chiquito re tierno ignorante a todo lo que viene.

Gracias por leer.